06 septiembre 2024

Cuando llegue septiembre (1961)

 





Me sonaba tener una película así, y justo al empezar el mes de septiembre me pareció un buen momento para verla, sin saber absolutamente nada de ella y sin tenerla siquiera señalada como una película prioritaria para ver.

Desde hace unos años, que venimos padeciendo unos veranos abrasadores, por lo menos en el centro de la península, la llegada de septiembre se ve con cierto alivio y deseo por un lado, por el hecho de la bajada de las temperaturas, poder salir a la calle a cualquier hora del día y poder dormir mejor, y por el otro lado con la desilusión del final del verano, de que los días se van haciendo más cortos, de que seguramente ya no haya más vacaciones, del final de la temporada de piscina, de la vuelta a la rutina y la aparición del estrés por todas partes ... así que uno no sabe si quiere que por fin llegue septiembre o no.

En ocasiones, en el pasado, cuando no tenía problemas de salud y trabajaba y hacía vida como una persona normal, cogí mis vacaciones en septiembre, en especial recuerdo en 2010 el bonito viaje a Riviera Maya durante dos semanas en este mes del año, ya que allí en principio no es un problema viajar en esas fechas, pero en muchos otros puntos de la geografía te puedes encontrar con un tiempo inesperado que te estropee tu visión idílica del período vacacional, así que siempre recomiendo que si coges las vacaciones en este tiempo sea más para un plan de montaña o de turismo cultural más que de playa.


Hay gente muy rutinaria, o porque obligatoriamente tienen que coger las vacaciones siempre en las mismas fechas por motivos laborales, que siempre las tienen en un mes determinado (y a veces también van siempre al mismo sitio), y ese es el argumento de esta entretenida comedia vacacional, como el cambiar las fechas habituales de vacaciones parece que pueden descompensar por completo el bioritmo de la gente.

Esta película me hizo recordar uno de mis últimos años normales, en los que pude disfrutar de mis vacaciones, en los cuales recorrí parte de la Península Itálica. En concreto en la película aparecen como destinos que visité en ese viaje, Milán, la zona de Cinque Terre en la Liguria, y Portofino, escenario principal de la película. 

Portofino es un glamouroso sitio de la Liguria italiana, en una pequeña península y donde termina la carretera, donde decidí llevar a mis compañeros de viaje a conocer este bonito enclave costero (eso sí, sin plantearnos siquiera tomar un café por el precio que pudiera tener). Digamos que podría ser equivalente en cuanto a glamour a sitios como Saint Tropez o Ibiza, pero en tamaño reducido, ya que es un lugar pequeño, con poca población (tan solo 500 habitantes a duras penas) y entiendo que poca capacidad hotelera.

Se dice que el término paparazzi se acuñó en Portofino. María Callas y Aristóteles Onassis se dejaban ver por el puerto y de cena en la pequeña Piazzetta.

Portofino es el destino de muchas de las reuniones automovilísticas más importantes del mundo. Varios clubs de coches deportivos de alta gama eligen esta localidad para hacer sus citas anuales. Y ello a pesar de que precisamente el aparcamiento no es lo más abundante en la zona. Si no se reserva con antelación, es prácticamente imposible estacionar.

En lo alto de una colina con vistas al puerto se encuentra el Belmond Hotel Splendido, uno de los mejores del mundo. La noche en una habitación con vistas al puerto cuesta unos 3.500 euros.

Quizá por la presión mediática, la búsqueda de nuevos destinos o por el fallecimiento de aquellos que la hicieron grande, la localidad vivió con el cambio de siglo una pequeña decadencia. Saint-Tropez cogió el testigo como destino predilecto de los famosos, aunque todavía se puede ver alguno por allí.

Si no me he equivocado, ésta sería una lista con películas que tienen alguna escena rodada en Portofino.





Dirigida por un buen director de la época, como era Robert Mulligan, cuya película más importante fue un año después de ésta, Matar a un ruiseñor, por la que estuvo nominado al Óscar al mejor director, contó con dos grandes estrellas de la época, todavía jóvenes, aunque haciendo un papel de adultos tirando a mayores, como Rock Hudson, que por aquel entonces tenía 35 años y Gina Lollobrigida (que cosa tan hermosa), que contaba con 33.

A Hudson nunca lo he seguido mucho, aunque trabajó en westerns que es lo que más he visto de esa época, no en mis favoritos, y siempre lo tuve por un actor estilo Clark Gable, al cual no soporto. Pero he de decir que en esta película está fantástico, con una voz de doblaje inmejorable y que merece que le de más oportunidades con alguna de sus películas poco conocidas. Lo que más me sorprendió que no tenía muy presente es su enorme talla, nada menos que 1,96 metros de estatura.

Y junto a él Gina Lollobrigida, quizás en un guiño hacia Italia, ya que la película se ambienta y se rueda allí. Considerada en su época como la mujer más bella del mundo, supongo que en dura competencia con su compatriota Sofía Loren, en esa generación de actrices italianas que como he comentado en más ocasiones conquistaron Hollywood y llegaron a tener más protagonismo casi que las actrices estadounidenses. Aquí está especialmente guapa y divertida y hace a cualquiera desear volver atrás en el tiempo para conocerla en persona.

El resto del reparto está compuesto por actores poco conocidos por la gran mayoría, mitad americanos, mitad italianos, que no desarrollaron carreras muy importantes (o más bien consolidadas), y que algunos incluso fallecieron jóvenes desgraciadamente. Por ejemplo Bobby Darin (su abuelo era italiano, así que el es el más adecuado para esta película), que además de actor era cantante falleció con apenas 37 años, además un 20 de diciembre, día de mi cumpleaños, aunque yo todavía no había nacido. 

Tiene una historia realmente impactante, y es que no se enteró hasta los 32 años de que la mujer que él creía que era su hermana era en realidad su madre y que la mujer que él creía que era su madre fallecida era en realidad su abuela.

Una fiebre reumática que sufrió durante su infancia le dejó a Darin con un corazón debilitado que lo atormentó toda la vida. A fines de 1973, ingresó en el hospital Cedars of Lebanon para una cirugía cardíaca extensa, cuyas complicaciones lo llevaron a morir prematuramente a la edad de 37 años el 20 de diciembre de 1973.

Durante el rodaje conoció y se enamoró de Sandra Dee (ambos también hacen de novios en la película), con quien tuvo un hijo (ella solo tenía 19 años cuando fue madre), y también fue nominado para un Óscar como mejor actor de reparto en 1964 por El Capitán Newman.


Su esposa Sandra Dee tampoco tuvo una excesiva fortuna, ya que falleció con 62 años por una enfermedad renal. Después de que su carrera, que alguna vez fue un éxito, se desmoronara en la década de 1970, cayó víctima de la anorexia, el alcoholismo y la depresión.

En total, el matrimonio trabajó junto en tres películas, ésta, Cuando llegue septiembre (1961), Una esposa para dos (1962) y Trampa para un soltero (1965).


Una historia menos conocida y bastante triste, en las que a veces no reparamos, ya que todo el foco lo ponemos en los protagonistas y grandes estrellas.

Aunque la película tiene 63 años, y los actores que encarnan a chavales americanos que se hacen pasar por universitarios realmente tenían más edad de la que intentaban aparentar, todavía queda alguien vivo de esta película, como Joel Grey, otro gran desconocido para el público (para mi el primero), pero ganador de un Óscar (cosa que no consiguieron ni Hudson, nominado por Gigante, ni Lollobrigida), a mejor actor de reparto en 1973 por Cabaret.

La verdad, que aparte de un buen rato, una película vacacional diferente, me ha servido para conocer actores que ignoraba y que realmente tuvieron momentos de gran brillantez.


Yo, con esta película, pongo fin por este año a estas casi siempre interesantes películas veraniegas y vacacionales, pero como todavía queda mucho septiembre y algo de verano, os invito a verla, ya que me parece una buena elección.










Valoración:                           7/10













05 septiembre 2024

Tinieblas (1970)

 





Pues dicho y hecho. Completé esta trilogía por películas protagonizadas por actores que en su día encarnaron a James Bond en la gran pantalla. Curiosamente, esta tarde mientras tomaba un café y daba un paseo con un amigo, mis únicas actividades en esta limitante vida, me ha soltado un comentario de que había oído que le preguntaban a Daniel Craig si James Bond era homosexual ... Ya escuché en su día que se planeaba un posible 007 de raza negra u homosexual, pero siempre inglés claro. La de tonterías que nos quedarán por ver y la de cosas que quieren destrozar o poner a su gusto ciertos colectivos.

Y es que, al igual que Sean Connery especialmente, y también Pierce Brosnan, son bastante más que James Bond, a pesar de que sea su personaje más importante, digamos que para mucha gente Roger Moore solo es James Bond, o Roger Moore es lo que es gracias a 007.

Pero bueno, hay que molestarse un poco en investigar y ojear la trayectoria de este actor inglés, que nunca fue santo de mi devoción, bastante inexpresivo y muy arrogante en la mayoría de sus personajes (realmente nunca me encajó como James Bond, o no por lo menos con la edad que empezó a interpretarlo), y es que ya trabajaba en la década de los 50 del siglo XX y tiene bastantes películas y muy variadas en su filmografía.

Los que tengan un poco más de conocimiento, si que les resultará más familiar más allá de su interpretación del agente 007, por una serie de películas, mayoritariamente de corte bélico que hizo durante los años 70, o por su papel protagonista en la serie El Santo en los años 60, con nada menos que 118 episodios.


El caso es que aquí, a las órdenes de Basil Dearden, todavía no había hecho su debut como el agente 007, que sería tres años después, pero para Moore es su papel favorito y la mejor de sus interpretaciones en la gran pantalla.

Curiosamente, creo que la única película que había visto hasta ahora dirigida por Dearden, fue también con Sean Connery en La mujer de paja, aunque en este caso él ya había interpretado a James Bond.

Ésta fue la última película dirigida por Dearden, que paradojas de la vida, aquí siendo guionista, director y productor, comienza la película con accidente de tráfico del personaje interpretado por Moore, y él murió poco después en un accidente de tráfico.

La película se considera una película de doppelgangers. Un doppelganger es un doble de una persona viva. Es un evento que siempre me pareció curioso, y del que tenía recuerdos de algún episodio de El coche fantástico (creo que utilizan el recurso en un par de ocasiones) y de Macgyver, además de mi admirada serie de dibujos animados La vuelta al mundo de Willy Fog, donde Transfer se disfrazaba de cualquier persona, habiendo episodios con dos Willy Fogs por ejemplo ... que recuerdos!

Aquí una lista de películas sobre ésta característica:



Habrá que repetir algún día.


Esta película se estrenó trece años después de que se publicara su novela original, El extraño caso del señor Pelham de Anthony Armstrong , y quince años después de que la historia original de esa novela, El caso del señor Pelham, escrita también por Armstrong, se hubiera utilizado para un episodio de Alfred Hitchcock presenta (1955).

Con un reparto bastante anónimo, me valió para descubrir a dos actrices que no recordaba haber visto hasta ahora, Hildegard Neil, inglesa nacida en Ciudad del Cabo (Sudáfrica) y Olga Georges-Picot francesa nacida en Shanghai (China), me ha resultado curiosa esa coincidencia, de nacer a tantos kilómetros de distancia de su país. La primera falleció el año pasado y la segunda tristemente se suicidó en 1997.

Película inglesa sobria e interesante, si no tenéis muy manido el argumento de los dobles, y si no habéis visto nunca una con ese recurso os lo recomiendo, además que uno no sabe si realmente se van a llegar a ver a dos personajes iguales, si se está volviendo loco el protagonista y todo es una fantasía ... por si acaso evitad los accidentes de tráfico a los mandos de un Rover ... aunque ya están casi descatalogados.










Valoración:                         6/10












 

02 septiembre 2024

Cinco días, un verano (1982)

 






Si uno se pone a excarvar a fondo se puede encontrar con un montón de películas desconocidas, de manera aparentemente sorprendente, y que si no fueron populares en su día, difícilmente se van a convertir ahora muchos años después en motivo de visionado. Ésta podría ser un buen ejemplo de ello. 

Y es que uno en principio mira la ficha y se encuentra con el prestigioso productor y director Fred Zinnemann (nacido en el antiguo imperio austro-húngaro), ganador del Óscar al mejor director en dos ocasiones, por De aquí a la eternidad (1954) y Un hombre para la eternidad (1967), curiosamente traducidas al español con títulos muy similares, y nominado hasta en otras cuatro ocasiones, por Sólo ante el peligro (1953), Historia de una monja (1960), Tres vidas errantes (1961) y Julia (1978). Ya solo por él extraña la poca difusión de esta película.

De hecho ésta fue su última película como director, en un período que después de 1960 fue bastante discreto por su parte, con tan sólo cinco películas bastante espaciadas, en 1964, 1966, 1973, 1977 y finalmente ésta en 1982.


Pero si que a Zinnemann le añadimos la gran estrella de Sean Connery (posiblemente en esa época un poco venido a menos, aunque luego resurgió con fuerza, especialmente con Los Intocables de Eliot Ness o Indiana Jones en busca del Arca perdida), tendríamos un dúo más que recomendable, apriorísticamente, como para estar ante un película cuanto menos interesante.

Una vez que Connery dejó de interpretar al agente británico James Bond, del que ha sido seguramente de los actores que lo ha encarnado el que más veces lo ha interpretado y al que más asocia todo el mundo con James Bond, estuvo una década algo más discreto, y su imagen adoptó habitualmente un fino bigote.

Curiosamente en la última película había visto a Pierce Brosnan y sin darme cuenta ahora a Sean Connery, ambos intérpretes de Bond.

Ya me ha picado la curiosidad y he ido a consultar la hemeroteca.

Sean Connery y Roger Moore interpretaron al agente en 7 ocasiones cada uno, a continuación Daniel Craig, con 5, Pierce Brosnan con 4, Timothy Dalton 2 veces y David Niven y George Lazenby una vez cada uno.

Además, chequeando la filmografía, la siguiente película a ésta en la carrera de Connery fue Nunca digas nunca jamás, su última encarnación en el agente 007, 21 años después de la primera vez.


Creo que el notorio envejecimiento prematuro de Connery seguramente hizo que se buscara una alternativa en cuanto a intérprete de Bond, y aunque Roger Moore era mayor que él, su apariencia le daba un carácter más apropiado para ese personaje.

Bueno, que me voy por las ramas y James Bond está ocupando mucho tiempo, pero ya que sin quererlo he visto dos películas seguidas de actores que interpretaron a 007, quizás la siguiente tenga que ser una de Roger Moore.

Fred Zinnemann quería una actriz desconocida para interpretar el papel de Kate, así que con ellos dos quedó cubierto el estrellato de la película.

No tenía ni idea de lo que me iba a encontrar, una película veraniega con Sean Connery, no tenía pinta por mucho que el título hiciera referencia a ello, y efectivamente, fue otro tipo de verano, como habitualmente se suele decir "¿Qué prefieres, playa o montaña?", así que después de varias experiencias cinéfilas con la playa este verano, tocó una de montaña.


Y aunque a mi este tipo de películas de alpinismo en Los Alpes (o en cualquier otra cordillera también), me encantan, no parece ser que en aquella época llamara mucho la atención.

Dejo una lista de películas del género para los que les gusten




Y es que me veo reflejado en unas declaraciones que hizo en la época el director: "Me encantaba la sensación que uno tenía en aquellos viejos tiempos de ir a un lugar que estaba absolutamente tranquilo, el silencio, la sensación de majestuosidad, el misterio".

Cuando estuve por Los Alpes franceses me sentí así, con todas palabras que dijo Zinnemann en mi mente, especialmente majestuosidad. A los suizos no pude ir, pero además del Mont Blanc, la montaña más icónica de Los Alpes es el pico Cervino, o Matterhorn, con su pecualiar forma casi simétrica. Según sus propias palabras, la idea de felicidad del productor y director Fred Zinnemann era "sentarse en la cima del Cervino y preguntarse cómo bajar".

La película fue un fracaso comercial y crítico en taquilla. El productor y director Fred Zinnemann dijo: "No digo que fuera una buena película, pero hubo un cierto grado de crueldad en las críticas. El placer que algunas personas sintieron al criticar la película realmente dolió".


El rodaje debió ser complicado por las condiciones climáticas de los lugares de rodaje, la temática propia y los imprevistos que pudieran surgir.

Así se pueden encontrar notas o reseñas de la producción como:

- Antes de la fotografía principal, el elenco y el equipo entrenaron durante varias semanas para familiarizarse con las condiciones climáticas, el equipo de montañismo temprano y las técnicas de escalada de la década de 1930

- Un trozo de hielo que cayó destrozó una revista de películas y arruinó todo un día de tomas, que tuvieron que repetirse.

- El New York Times del 7 de noviembre de 1982 indicó que el viento intermitente de polvo procedente del Sahara tiñó inesperadamente de color naranja las montañas, deteniendo la producción hasta que hubo una nueva nevada (y eso que parecía que la tan famosa calima que nos tortura con tanta frecuencia últimamente era algo del siglo XXI).

- Una edición de finales de julio de 1981 del periódico "The Swiss Observer" informó que el equipo de producción había encontrado en el hielo de los Alpes suizos el cuerpo preservado de un hombre congelado que había estado desaparecido durante aproximadamente treinta y un años. 

- Se pasaron varias semanas antes del rodaje principal explorando localizaciones en un reconocimiento de exteriores donde se descubrieron muchos sitios montañosos exóticos que no habían sido alterados por la humanidad o por lo que el productor y director Fred Zinnemann llamó "la prisa y la presión" de la escalada moderna. 

- El productor ejecutivo Peter Beale y el productor y director Fred Zinnemann reclutaron a pastores alpinos de los Alpes suizos, que estaban acostumbrados al clima y las condiciones paisajísticas de los picos de las montañas extremadamente frías, para ayudar con la producción de esta película, que incluyó la preparación diaria de las ubicaciones del set antes del amanecer y la llegada de Zinnemann a las 7 de la mañana.

- Los problemas que plagaron la producción, según las notas de la carátula de un video casero para esta película, incluyeron tormentas eléctricas, deshielos repentinos, evacuaciones en helicóptero, enfermedades, lesiones y temperaturas extremas de frío y calor a gran altitud. El texto de la carátula añadía que la producción se enfrentó a todos los peligros de frente. 

-  La revista People informó en su edición del 22 de noviembre de 1982: "Para hacer esta película, ambientada en lo alto de los Alpes suizos cerca de St. Moritz, el director Fred Zinnemann filmó en cuevas y grietas, durante avalanchas, en glaciares y paredes de roca escarpadas, con temperaturas entumecedoras a altitudes impresionantes y desde helicópteros que volaban".


Demasiada odisea o demasiadas desventuras, para una película en la que la aventura y la escalada pierden algo de protagonismo y se ven disputadas e invadidas por un drama entre la felicidad y la infelicidad, que puede haber en una pareja, o simplemente como a cada esquina de la calle te puedes encontrar una situación diferente, o como puedes encontrar la desgracia haciendo algo que realmente te gusta.

Realmente el director hace reflexionar con ello a través de la historia que muestra en la pantalla, no solo para aquellas personas que estén en pareja, si no también a cualquier persona sea cual sea su situación, y como hay que intentar ser felices, pero también ayudar a los demás a serlo o no serlo a costa de la infelicidad de otras personas.


La historia ocurre en un período de tiempo de tan solo unos días, parete del título "Cinco días", lo cual me lleva a pensar ahora que el verano empieza a converger hacia su ocaso, no porque no haga buen tiempo todavía, si no porque el ritmo de vida marca que en el mayor de los casos es el comienzo de un nuevo curso, nueva temporada o vuelta al trabajo, que tan solo cinco días pueden hacer de un verano inolvidable, desde el lado positivo, o que ha pasado un verano más y apenas te puedes quedar con cinco momentos del mismo, en el lado negativo.









Valoración:                        6/10














30 agosto 2024

La secta de los falsarios (1988)

 






La última película que vi, La gran aventura de África, me recordó a otra que había visto con un título casi idéntico, La gran aventura de La India, y que me hizo pensar en las pocas películas ambientadas o rodadas en este país que había visto, y justo, casual e involuntariamente me topé con una que desconocía completamente que tuviera como escenario este país, en este caso ambientada en la época colonial que ejerció Gran Bretaña en este país.

Y si aquella película fue de lo que más se me pudo asemejar (saliendo muy mal en la comparación evidentemente), con Indiana Jones y el Templo Maldito, en ésta tenemos al actor que yo creo podría haber sido la alternativa a Harrison Ford si la saga de Indiana Jones hubiera seguido después de La última cruzada y Ford no hubiera sido el protagonista.

No obstante, Pierce Brosnan, alcanzó luego el papel protagonista de otro personaje cinematográfico todavía más importante y muchas más veces llevado a la gran pantalla, como es James Bond, al que interpretó hasta en cuatro ocasiones.

Aunque evidentemente para mi Pierce Brosnan siempre irá asociado a su personaje de Remington Steele, una de esas series míticas de los años 80, pero mucho menos emitida en televisión que otras. De hecho hace un año o así me puse a ver episodios de esta serie porque no veía nada desde el siglo XX y por lo menos lo que vi de la primera temporada, me decepcionó ligeramente, no es como yo lo recordaba, aunque también hay que decir que fueron 94 episodios y posiblemente mis buenos recuerdos de esta serie vengan de episodios posteriores.


Pero este personaje es el que le hizo labrarse un nombre y unos contratos suculentos , sobre todo en la década de los noventa, que fue su época más prolífica y con títulos más importantes, ya que además de las películas de James Bond protagonizó otras como Mars Attacks!, Un pueblo llamado Dante's Peake, El secreto de Thomas Crown o Búho gris.

Como británico, más concretamente irlandés, encajaba mejor en este papel que sus competidores por él mismo, que parece ser que fueron Christopher Reeve y Treat Williams. A mi, personalmente, Reeve no me encajaría nada en este papel una vez vista la película.

El resto del reparto es bastante anónimo, con la curiosidad de que dos actores, padre e hija en la vida real, interpretan a sendos personajes que son padre e hija en la película, curiosidad ésta de la que ahora mismo no tengo conocimiento que haya visto en otra película.


La película está ambientada en torno a 1825 y según los créditos finales está rodada íntegramente en locaciones situadas en La India. Aparentemente si que lo parece, pero tampoco eligieron las mejores posibles dentro de las multiples posibilidades que seguramente ofrezca el país.

No obstante no creo que ese sea el problema por el que a me no me ha entusiasmado la película, si no que más bien la historia no me transmite nada. A veces se hacen películas de acontecimientos históricos poco interesantes. Y es que el título puede parecer atrayente, pero al final no deja de ser la historia de un grupo de ladrones bastante vulgar y con poco interés.

Recuerdo la palabra secta cuando era niño como algo bastante peligroso o macabro, sobre todo por un acontecimiento (que no necesito buscar en Wikipedia o Internet), que me causó tanto impacto que todavía lo guardo intacto en la memoria, como fue la muerte de decenas de seguidores de la secta de Los Davidianos, cuyo líder espiritual era un tal David Koresh, en Waco, Texas.


La película me parece lenta para tratarse de una película de crimen y robos, desfocalizada del asunto principal, mostrando escenas de folclore largas, poco importantes y monótonas y dando muy poco protagonismo al aspecto colonial y al destacamento británico en el país asiático.

Muchas subtramas que no llevan a ninguna parte, lo que sugiere que los productores estaban tratando de llenar los 98 minutos con algo. De manera similar, la película languidece durante los primeros veinte minutos hasta que empieza a moverse.

El director Nicholas Meyer intenta transmitir el encanto de una cultura antigua como la India, pero la película no tiene el estilo suficiente para camuflar su descuidada falta de sustancia, y los gestos simbólicos de sabor y atmósfera de época no se extienden más allá del buen diseño de vestuario y un misticismo esotérico de escasa calidad.

Esta historia de aventuras y traiciones en la India británica es sólo una película de serie B con pretensiones exóticas, que se quedan en un suficiente raspado o un rotundo suspenso.









Valoración:                                 4/10















26 agosto 2024

La gran aventura de África (1986)

 





Soy un gran aficionado a las películas rodadas o ambientadas en el continente africano y cada cierto tiempo elijo una de ellas.

Además, hace no mucho vi una película llamada La gran aventura de Asia, y al caer ésta en mis manos me puse a verla, ya que aquella me pareció curiosa y singular, sobre todo porque películas ambientadas en La India de los 80 no conocía.

Ésta africana tenía una valoración muy pobre en IMDb (3,4/10), pero bueno, yo es algo a lo hago el caso justo, ya que prefiero guiarme por mi instinto y por mis gustos y no por lo que piensen los demás, ya que cada uno tenemos unas preferencias y se puede ver y valorar la misma película desde dos prismas muy distintos.

La película tiene varios aspectos habituales en películas africanas:

- Exploradores
- Tesoro
- Tribus
- Hombres leopardo


De hecho esta última característica me hizo acordarme de una de las películas africanas que más me gustan, dentro de las menos conocidas, como es Más allá de Mombasa, ciudad que también aparece mencionada en esta película.

Pero además de estos signos identificativos, también tiene otros bastante extraños, muy atípicos de una película africana, y en cierto modo bastante innecesarios e incluso hasta negativos para el resultado final de la misma, como la extraña aparición de personajes chinos en el continente africano (algunos de ellos hecho pasar por chino de manera grosera), y la aparición también de los Nazis, que no sé si históricamente llegaron a pisar territorio africano.


Evidentemente que nadie se piense que se va a encontrar con una película como Mogambo o Las minas del Rey Salomón, posiblemente el culmen de las películas africanas en búsqueda de un tesoro, pero en mi opinión lo peor es la mala calidad de imagen de la copia que conseguí, y la película, aunque cuente una historia relativamente estándar, es aceptable, pero siempre desde mi poco subjetiva opinión con respecto a las películas africanas.

Si que es cierto que a nivel de actores y de actuaciones no nos encontramos nada significativo, incluso algunas se pueden considerar un poco deficientes, incluído el actor más conocido del reparto, Gordon Mitchell, para mi uno de los tres malos de leyenda, junto a Jack Palance y Henry Silva, todos ellos altos, con facciones duras, rudos y con aspecto de asustar al más tranquilo.

Tampoco son notables varias grabaciones de fauna africana, notándose claramente estar sacadas de algún otro tipo de cinta, ya que se nota el cambio de calidad de grabación cuando se emiten algunas de estas escenas para ambientar la película, y algunos efectos con otro tipo de animales son bastante deficientes ... pero no por ello deja de perder la esencia de película africana, con un tesoro de diamantes de por medio y con las habituales feroces tribus, defendiéndolo, o simplemente protegiendo su territorio.

Con ésta película digamos que completo una trilogía de películas ambientadas en torno al Kilimanjaro, la montaña más alta de África y una de las más famosas del mundo.
La más importante de ellas, Las nieves del Kilimanjaro, no sé si la vi de pequeño, ya no lo recuerdo, pero es más o menos conocida, y la otra la vi muy al principio del blog, En la sombra del Kilimanjaro, y ésta que realmente es conocida también como Las minas del Kilimanjaro (depende de donde mires encuentras un título u otro).


He leído en algún sitio que es una película italiana, de varias que se intentaron hacer parecidas a Indiana Jones ... pero no sé yo donde le ven el parecido con las películas protagonizadas por Harrison Ford, ya que yo recuerde, en ningún momento viaja a África, en todo caso esa otra que comenté al principio La gran aventura de La India, si que podría tener ligero sentido de que se comparase con Indiana Jones, en concreto con El templo maldito.

No obstante para finalizar dejo un par de listas, para amantes de estos géneros de películas.













Valoración:                             5/10














24 agosto 2024

Un verano para recordar (1974)

 





Pues un año más, éste tampoco será en mi caso un verano para recordar, y ya van por lo menos cinco consecutivos sin nada positivo, salvo pequeños detalles como alguna película interesante que he descubierto este verano, más allá de cualquier momento de evasión de problemas vía café o paseo con algún amigo.

Aunque precisamente, mi digamos último verano para recordar, en 2019, estuve por Italia, y entre otros sitios en Milán, que aunque no tenga mucho protagonistmo visual en esta película, si que se la nombra en unas cuantas ocasiones.

Lo curioso, es que realmente esta película también debería llamarse un verano para olvidar, y no para recordar, porque no trata de acontecimientos que divertidos que merezcan la pena ser recordados, sino más bien todo lo contrario.

Así que me puse a ver la película esperando quizás algo entretenido y me encontré con todo lo contrario. Aunque ya suponía que no estaba ante una película veraniega al uso, ya que es una década anterior a la explosión de esas comedias vacacionales y veraniegas ... y por que es una película italiana, que me sirvió para contraponer a la anterior francesa que acababa de ver.


En los años setenta del pasado siglo el cine italiano tenía una importancia increíble, ya no sé si estaba a la altura del cine británico en cuanto a calidad, pero en cuanto a cantidad, era increíblemente prolífico, con todavía el género Spaghetti Western muy activo, películas de mafia abundantes, de crímenes y acción sin tener por que estar la mafia de por medio, dramas como éste, comedias ... y además todas las películas de los increíbles Bud Spencer y Terence Hill, que digamos que es un subgénero propio y que se dieron mayoritariamente en esta década.

Aunque quizás este tipo de película sea el menos habitual, o por lo menos yo no he elegido películas parecidas, si que demuestra la amplitud de géneros a tratar.

También es cierto que por esa época había muchos directores italianos con cierta reputación y también la mayoría de ellos con bastante actividad, ya que no son directores cuya filmografía se quede en diez o quince títulos de crédito, si no que alguno de ellos pudo llegar hasta a cien, cosa que para un director es algo realmente complejo de ver.

En el caso de Sergio Martino (1938), todavía vivo, el contador se quedó en 62, siendo la última de hace más de una década ya.
Es por lo menos ya la tercera película suya que veo desde que escribo el blog, junto a las interesantes La montaña del Dios caníbal y La isla de los hombres peces, y repasando su filmografía se puede apreciar el detalle que había comentado antes, bastantes películas y muy variadas en cuanto a su temática.

Una película suya que siempre he querido ver es Una australiana en Roma, con una jovencísima Nicole Kidman, pero creo que esa película no está doblada al castellano, y como no me conforme con verla en italiano a ver que entiendo, creo que me quedaré sin verla.


Ésta es una película extraña, con niños protagonistas, pero con una historia muy dramática, y realmente aunque no la considero mala como tal, si que creo que no tiene mucho potencial público, aunque no obstante creo que es una película difícil de conseguir.

Con dos actores no italianos medianamente conocidos como Senta Berger y John Richardson, la película es extremadamente anónima (tan sólo 54 votos en IMDb), pero tampoco yo la recomiendo encarecidamente y por tanto hacerla más popular.









Valoración:                           5/10












19 agosto 2024

Tres aventureros (1967)

 






Se murió Alain Delon (a los 88 años, justo en el día que otro gran actor Robert Redford cumplía esa misma edad), así que tocaba noche de homenaje, a un actor que además de ser de lo mejor del panorama europeo, lo llegó a ser también en Hollywood, por su interpretación y por su innegable atractivo y aire de rebelde sin causa (de hecho en algunos sitios se le consideraba el sustituto de James Dean, protagonista de ésta película), y a pesar de considerársele maleducado por mucha gente y ganarse la enemistad de gran parte del sector por sus amistad con Jean-Marie Le Pen y no esconder que era votante de derechas, tenía multitud de seguidores, sobre todo entre el público femenino, evidentemente (fue considerado el hombre más guapo del mundo en algún momento).

Empezó casi de la mano de su compatriota Jean-Paul Belmondo en Una rubia peligrosa. Aunque eran dos registros de actores bastante diferentes, Belmondo más de comedia y acción y Delon más de drama.
La primera parte de su carrera, donde posiblemente estén sus mayores éxitos, fue principalmente en blanco y negro, con películas como Rocco y sus hermanos (película que ha anunciado RTVE como homenaje) y El eclipse, además de El gatopardo (ésta ya en color) donde compartió escena con Burt Lancaster, películas por cierto bastante largas de duración.

Aunque realmente era más su persona y su halo de glamour lo que triunfó en Hollywood, que sus películas. Algunos proyectos para los que le contrató Metro Goldwin Mayer o Columbia se cayeron, tampoco ayudaba su acento, y el hecho de que alguna película francesa como ¿Arde París? no tuviera apenas repercusión en el mercado estadounidense le hicieron desistir y volverse a su Francia natal a continuar con su carrera.


De hecho ésta fue su primera película después de volver de Francia, que fue un éxito en su país y totalmente anónima en Estados Unidos. Y poco después rodó La Piscina, película que vi el año pasado con motivo de la muerte de su compañera de reparto en ella, Jane Birkin, y que fue una película que me causó una gran impresión y por la que empecé a valorar bastante más a Delon y al cine francés en general.

También compartió reparto en esta película con Romy Schneider, con la que mantuvo una de las relaciones sentimentales más largas de su vida, y con la que posteriormente mantuvo una gran amistad hasta la prematura muerte de ella, aunque ninguno de sus hijos fueron con ella.

Pero esta película, además de ser medio maldita para parte del reparto, también estuvo a punto de serlo para el propio Delon. El 1 de octubre de 1968, mientras estaba rodando el thriller La piscina con Romy Schneider, el amigo y guardaespaldas de Delon Stevan Marković fue encontrado muerto en un basurero del pueblo de Élancourt, cerca de París.​ Delon fue invesigado junto con el gánster corso François Marcantoni. Uno de los factores que apuntaban en esa dirección fue una carta de Marković a su hermano Aleksandar, en la que escribió: «Si me matan, todo es por culpa de Alain Delon y de su padrino Francois Marcantoni».

Y es que, precisamente, la investigación policial y una serie de artículos y testimonios de Borivoj Ackov revelaron denuncias de fiestas sexuales en las que participaron celebridades como Delon y miembros del gobierno, incluido el futuro primer ministro francés Georges Pompidou, cuya esposa, Claude Pompidou, supuestamente fue el foco de una serie de fotos comprometedoras en una de esas fiestas.

El caso supuso un gran escándalo en toda Francia y fue el epicentro de la prensa en lo que se denominó el «caso Marković». En una entrevista a la BBC de 1969 se le preguntó por su vinculación al asesinato de Marković, rumores de su vinculación en estas fiestas sexuales y sus preferencias sexuales con directores como Luchino Visconti entre otros. Expresó:


Periodista: La gente, una vez más, no se lo dice directamente a la cara, pero sugieren de manera muy notoria sus gustos homosexuales. Delon: Entonces, ¿qué hay de malo si lo hubiera hecho? ¿O lo hice? ¿Sería culpable de algo? Si me gusta, lo haré. Tenemos un gran actor en Francia llamado Michel Simon y Michel Simon dijo una vez: "Si te gusta tu cabra, haz el amor con tu cabra". Pero lo único que importa es amar.

 

El crimen jamás fue resuelto. 


Mirando entre su filmografía me decidí por ésta, que además no tenía ni entre mi colección, pero tardé poco en conseguirla, y acerté plenamente.

Una película que me sirvió para profundizar en el trabajo de Alain Delon y casi para conocer a un importante actor italiano, como es Lino Ventura, que está tan bien como el propio Delon en esta película, y para descubrir a una, desconocida para mi, actriz canadiense como es Joanna Shimkus, y que era nada más y nada menos que la esposa de Sidney Poitier durante 46 años, hasta la muerte de él en 2022, y con el que tuvo cinco hijos. Quizás por ello dejó de trabajar en 1972, dejando una corta filmografía en su haber.

A Lino Ventura y a Alain Delon no les gustaba mucho trabajar con Joanna Shimkus porque la consideraban poco capacitada para el trabajo. Era una principiante en el mundo de la interpretación.

La película es totalmente original dentro de mis recuerdos cinematográficos y va alternando perfectamente entre diferentes géneros. De un inicial aspecto de comedia, pasa a una película de aventuras, para acabar convirtiéndose en un drama y película de crimen, todo ello muy bien conectado y escenificado.

Digamos que cuando quedan unos 35 minutos la película, u otras películas parecidas, se podrían haber acabado, y me quedé por un momento pensando en que iba a ofrecerme la película durante tantos minutos después de haber presenciado un desenlace habitual muchas veces.

Y ahí la película mejora y sorprende no con giros de guión ni aparición de muchos personajes nuevos, pero si desarrollando una parte que muchas veces queda en el imaginario del espectador, eligiendo para ello un singular escenario, como fue el Fort Boyard, en las proximidades de la localidad francesa de La Rochelle, en la costa atlántica francesa.


En 1983 se hizo una (especie de) secuela, El rufián. La dirigió José Giovanni (que también escribió Los aventureros) y volvió a protagonizarla Lino Ventura. Delon fue reemplazado por el joven actor Bernard Giraudeau, a quien curiosamente tan solo hace unos días vi y descubrí con Una gata ardiente, dejándome una gran impresión, además del siempre irrechazable reclamo de Claudia Cardinale. 

La trama vuelve a ser sobre la búsqueda de un tesoro submarino escondido, pero ahora ambientada en Canadá ... así que quizás sea una película candidata a ver cuando pase un tiempo, ya que son argumentos que siempre me atraen.


Gran película sobre un trío de buscavidas, que siempre buscan la parte positiva de la vida, saben sobreponerse a las adversidades y con un mensaje de amor por la vida a pesar de los problemas.

La calidad de la película reside en la sinceridad y el encanto de la relación entre los personajes, cosa que se puede ver en más películas francesas de la época y que tras ver varias en poco tiempo, a día de hoy, me hace situarlo a la par del cine italiano de la época, a pesar de que hace poco lo estimaba mucho más a éste, y muy por encima del cine español, que salvo alguna coproducción casi siempre es un tipo de película estándar que a mi no me gusta y que no puede acercarse a la calidad de ésta.

Un concepto de amistad quizás en desuso, al igual que un concepto de película olvidado, pero para mi una brisa de aire muy refrescante en este caluroso y despiadado verano, y a pesar de significar la pérdida de un gran actor como Alain Delon.

Películas así nunca deberían pasar de época y todo buen cinéfilo debería verla, aunque haya nacido muchos años después del rodaje.











Valoración:                         8/10














14 agosto 2024

La mejor marca (1982)

 








Nada más terminar los Juegos Olímpicos me puse a buscar películas relacionadas con los mismos, para ver una que tuviera como argumento algo que ver con ellos, y de entre las que vi rápidamente, teniendo en cuenta que muchas son ya del siglo XXI y seguramente no tendrían mucho que ver, mi atención se fijó en ésta que encajaba más dentro de mis gustos y de la filosofía del blog.

Aunque realmente la película no está relacionada con los Juegos Olímpicos, sin con las Olimpiadas, que es el período de cuatro años que transcurre entre dos eventos olímpicos (bueno, salvo la última que solo han sido tres entre Tokio y París por culpa de la maldita pandemia y su vacuna que tanto me han destrozado la vida).

Y lo primero y más curioso es que el deporte en torno al que gira la película, es el pentatlón atlético, disciplina que yo existe y que fue reemplazada por el actual heptatlón. La película, que es de 1982, está ambientada en la clasificación para los Juegos Olímpicos de Moscú en 1980, siendo ésta la última ocasión en que se disputó dicha disciplina atlética, pasando ya a debutar en la siguiente cita, Los Ángeles 84, la disciplina de heptatlón.

El guionista y director de la película, Robert Towne, investigó el proyecto pasando tiempo con muchas estrellas del atletismo de ambos sexos. El plan original era mostrar a corredores entrenando para los Juegos Olímpicos de Moscú de 1980. Cuando Estados Unidos boicoteó esos juegos, hubo que modificar algunas líneas del guión.

Me resultó super curioso, como una de las actrices que interpreta a una atleta, llevaba puesta en una prueba o entrenamiento del rodaje, una camiseta de Río de Janeiro, que años más tarde fue sede olímpica, aunque en ese momento ni se había elegido ni creo que hubiera expectativas y planes de ello.


Una parte de la película se ambienta en Eugene, en el estado de Oregón. Uno de los lugares clásicos del atletismo americano, donde creo que se han hecho numerosísimas pruebas de selección olímpicas (o Trials), y que seguramente era muy desconocido para nosotros hasta que no se celebraron allí los mundiales de atletismo al aire libre en 2022, y se incluyó en el prestigioso calendario anual de la Diamond League

Pero yo, como gran admirador siempre del atletismo, y aspirante a saltador de triple salto frustrado (creo que valía mucho para ello), recuerdo hace 20 años o más cuando revisaba las mejores marcas de la temporada previas a un mundial o a unos Juegos Olímpicos, en la antigua página de la IAAF (hoy creo que World Athletics), como varias de esas marcas siempre estaban hechas en Eugene.


La película fue coprotagonizada por una atleta olímpica en la vida real. Patrice Donnelly, que interpretó a Tory Skinner, fue miembro del equipo de atletismo de los Estados Unidos en los Juegos Olímpicos de Montreal 1976, llegó a ser la tercera mejor atleta del mundo en pentatlón y la cuarta mejor corredora de vallas del mundo. Esta película fue su debut cinematográfico.

Y además también participa en la película el corredor de maratón en la vida real Kenny Moore, que corrió la maratón en los Juegos Olímpicos de 1968 y 1972 (donde terminó en cuarta posición). Sin embargo en esta película, Moore no interpreta a un atleta, si no a un nadador olímpico y jugador de waterpolo. En la época en que se hizo y estrenó la película, Moore trabajaba como periodista deportivo para la revista 'Sports Illustrated'.

Ésta es una de las películas de finales de los años 70 y principios de los 80 que giraban en torno a las mujeres deportistas. Otras películas son Blue Skies Again (1983) (béisbol), La chica de oro (1979) (atletismo) (la cual ya vi y comenté en el blog), El milagro de Kathy Miller (1981) (atletismo), Hockey Night (1984) (hockey sobre hielo), La princesa del estadio (1983) (campo de fútbol americano), Gregory's Girl (1980) (fútbol) y Corazón sobre ruedas (1983) (automovilismo).

La película muestra algunos entrenamientos y ejercicios técnicos interesantes de algunas pruebas que componían el antiguo pentatlón (en teoría eran 100 metros vallas, lanzamiento de peso, salto de altura, salto de longitud y 800 metros, no sé si exactamente en ese orden), o sea se le da protagonismo y se pone empeño en hacerlo bastante real (para algo se contó con atletas profesionales), aunque también es cierto que hay bastantes tomas de cámara lenta o carreras, como la de vallas, que dura bastante más de los que debería durar, pero en general se hace buen trabajo con la técnica atlética en la película.


Aunque en el lado menos atractivo de la película, para mi, está que el atletismo casi no es el hilo principal de la película, y si una relación de homosexualidad (por otro lado nada extraño en la realidad en atletas o deportistas femeninas, aunque me ha resultado chocante que en 1982 se mostrara tan claramente y además se convirtiera en el principal argumento), entre dos de las atletas aspirantes a conseguir esa plaza olímpica.

Al final la película se va a más de dos horas, que no se hacen largas, para equilibrar y dar importancia a esos dos factores, la relación entre las atletas, con sus altibajos, y la parte deportiva de esta disciplina atlética.

Parece más una película de los años setenta que de los ochenta por toda la vestimenta y el aspecto de las ciudades y los vehículos. De hecho, aunque la película está fechada en 1982, gran parte del rodaje se hizo en el año 1980.
Y otro detalle más que la identifica más con la década anterior, es que esperando encontrarme alguna canción de los ochenta interesante o importante, la única que reconocí fue You make loving fun de Fleetwood Mac, una canción y un grupo que suenan muy a años setenta, aunque he de reconocer que me encantas y sus grandes éxitos suenan mucho en mi coche.


Primera película de este director, que básicamente era y fue guionista y que falleció hace pocas fechas. En el obituario de Robert Towne publicado por Bill Morris en el New York Times el 2 de julio de 2024, Morris escribe que "el primer matrimonio de Towne, con la actriz Julie Payne, terminó amargamente después de que él tuviera romances con Patrice Donnelly y Mariel Hemingway, quienes coprotagonizaron como atletas de pista la primera película que dirigió, el fracaso de taquilla de 1982 'Personal Best'. (También hubo rumores de un consumo desenfrenado de cocaína en el set)".

Parece ser que la película además de traerle problemas matrimoniales también lo hizo económicamente por lo que dice esta reseña.











Valoración:                               6/10














12 agosto 2024

Una gata ardiente (1984)

 





He estado unos días desconectado del cine, para dedicarle tiempo a una de mis grandes pasiones, como son los Juegos Olímpicos, y así de paso también descansar un poco mentalmente, que con mis muchos problemas pues me cuesta muchas veces escribir sobre las películas y alguna vez he dejado alguna muy interesante sin comentar por falta de energía.

Aunque debería haber buscado alguna peli relacionada con las Olimpiadas, cosa que no debe ser muy fácil más allá de Carros de Fuego, por lo menos la única película que he visto en estos días era francesa, que es donde se han disputado los Juegos, y por tanto tenía su pequeña relación.

Y es que el año pasado por estas fechas creo recordar que vi La Piscina, otra película francesa veraniega, que me pareció muy interesante, aderezada por un gran Alain Delon en aquellos momentos.

Y ésta que he visto tiene ciertas similitudes o paralelismo que me han hecho recordar a ella, como por ejemplo una localización de rodaje seguramente cercana a aquella, y un cuarteto protagonista (dos masculinos y dos femeninos) con diferentes mezclas como en la otra.


Yo tardé en darle oportunidades al cine francés, pero sabiendo elegir lo que quieres ver, puedes encontrar películas bastante interesantes, que por no esforzarte en buscarlas o por tener prejuicios quizás nunca las veríamos y que merecen la pena.

De hecho, lo que más interesante de ésta, me pareció el descubrimiento para mi de dos actores que hacen un gran papel (aunque por desgracia ambos ya murieron), y que los desconocía totalmente hasta ahora, y no creo que trascendieran más allá del ámbito nacional de su país, como son Bernard Giraudeau y Caroline Cellier (a Valerie Kaprisky y a Jacques Perrin por lo menos los conocía).

Y es que actores franceses que se hayan hecho muy famosos y hayan triunfado en Hollywood no han faltado.

Quizás los máximos exponentes históricamente han sido por el bando femenino Brigitte Bardot y Catherine Deneuve, y por parte masculina podríamos decir que Alain Delon, Jean-Paul Belmondo o Gerard Depardieu.

Más recientemente podríamos citar a otros que han ganado peso en Hollywood como Jean Renó, Christopher Lambert o Juliette Binoche y Sophie Marceau.


Por lo demás, otra película veraniega, pero también diferentes a las que estaba viendo hasta ahora, ya que esta es de corte dramático, o mejor dicho un thriller.
No es ninguna maravilla, no llega al nivel de La Piscina y quizás abusa mucho de los desnudos, pero tiene matices interesantes, como el cambio de registro con respecto a las comedias veraniegas o vacacionales o el descubrimiento de actores nuevos.

Quizás el cine francés no fue tan propenso a películas de destape como en Italia o España, pero es más que una película de destape, aunque entiendo que la película refleja lo que era el entorno de la Costa Azul en aquellos años, y que mucha gente  que iba allí hacia topless porque iba buscando otro tipo de vacaciones diferentes a las habituales, buscando flirteos o aventuras amorosas de infidelidad. Pero la película es más bien sobre una Femme Fatale o Lolita en un registro diferente, como son las vacaciones de verano.








Valoración:                          5/10















26 julio 2024

Corazones en fuga (1969)

 







La mayoría de las veces no le dedico nada de tiempo a la elección de la película que voy a ver y aunque alguna vez me llevo alguna sopresa agradable, lo ideal es dedicarle cinco minutos y así elegir una que casi seguro que te va a gustar. Al final hay tantas y tantas que se van a quedar sin ver que mejor intentar ver las que parezcan más apetecibles para uno.

Y es lo que hice esta vez. Me topé con una lista de un usuario en IMDb y la primera que aparecía creo que era ésta, que efectivamente la tenía marcada como prioritaria para ver, pero sin ningún tipo de reseña, con lo cual, al ser de 1969 siempre tendría menos prioridad seguramente que las películas de los 80, porque además no la tenía ni identificada como posible película veraniega y el título tampoco inducía a ello.

Así que al igual que el otro día con Gomia, terror en el Mar Egeo, introduje otro escenario diferente de vacaciones, o en este caso de retiro, pero que también se podría considerar como vacacional.

Con dos parámetros diferentes a las comedias típicas de los 80 que es lo que habitualmente veo en estas fechas.

- El primero, que curiosamente, el protagonista es una persona adulta, tirando ya a la tercera edad prácticamente.
- El segundo, que el destino elegido no son las típicas playas de California, o en su defecto otros lugares populares y cinematográficos, como Miami, Acapulco o algunos destinos de Europa como Ibiza, Saint Tropez o Santorini, si no la Gran Barrera de Coral de Australia.


Pero a pesar de ambientarse y rodarse en Australia, estamos ante una película británica, con productor, director y actores principales de las islas.
En ese sentido me recordó a una interesante pero urbana, película inglesa que también se rodó y ambientó en Australia, como fue Conexión en Sidney.


Digamos que es otro destino de esos que me habría encantado conocer y que se quedará en el tintero, y que solo podré conocer ligeramente a través de atlas geográficos, documentales o películas como ésta.

Un amigo mío estuvo hace muchos años por allí y a la vuelta nos enseñó unas fotos realmente fascinantes, tanto de la costa como del interior, como he podido constatar con cada película rural australiana que me ha conquistado.

Dirigida por un buen y polifacético director británico, Michael Powell, (es en lo que más destacó, pero su filmografía también es extensa en su faceta como productor, guionista y actor), ante casi su último trabajo, juntó a un gran actor, y quizás no muy valorado como James Mason (nominado para tres premios Óscar), aunque su filmografía habla por si sola, tanto en su madurez, como incluso ya en su etapa final.
Tiene un montón de películas interesantes y espero acordarme de darle más oportunidades, aunque ya he visto varias películas suyas, casi todas interesantes.

Y junto a él, de manera impactante, tanto por la diferencia de edad como por lo sorprendente que me ha parecido verla así de jóven y de espléndidad, la actriz Helen Mirren. Una actriz que siempre conocí mayor, y de la que desconocía totalmente sus inicios, y más esta película que es su primer papel protagonista, y que para ser de 1969, extraña por mostrar su cuerpo desnudo sin ningún tipo de problema.

Aunque evidentemente seguro que a ella no le agradó mucho. Cuenta la historiadora de arte Jeanette Hoorn, citando una entrevista con Helen Mirren, la incomodidad con las escenas de desnudos, en las que el resto del equipo estaba completamente vestido y en las que Cora es la única figura desnuda. Hoorn sugiere cómo estos sentimientos de incomodidad y resentimiento se trasladan a la ficción de la experiencia de Cora, que acepta posar desnuda para la artista a cambio del dinero necesario para salir de su infeliz hogar con su abuela demente, y su escape a las brillantes luces de Brisbane.

Pero imagino que este papel le ayudaría para descubrir lo hermosa que era por aquel momento y lo buena actriz que podía ser.


Curiosamente, James Mason conoció aquí a su futura esposa, Clarissa Kaye-Mason. Clarissa Kaye interpretó el papel de la exnovia de Mason en Australia. La escena que protagonizaron juntos se filmó en la cama y Clarissa, que se estaba recuperando de una neumonía, tenía una fiebre de 39,4º. Después de la filmación, Mason comenzó a comunicarse con Kaye y ambos se casaron en 1971, y así permanecieron hasta la muerte de Mason en 1984. Habría que saber si no le produjo alguna tentación Helen Mirren a pesar de ser más de 30 años más joven que él.


De todas maneras no esperéis una película profunda. De hecho la sencillez de la misma y el minimalismo se notan en la ubicación elegida, bastante austera, aunque en un entorno de gran belleza, y el limitado número de personajes, todos ellos muy bien interpretados.

De este reparto, había un joven actor australiano, ya fallecido, Harold Hopkins, del que consideraron que podría haber sido tan famoso como Mel Gibson, pero no tuvo la misma suerte, como tampoco su personaje aquí en la película.

Y como curiosidad, entre los títulos de crédito, también aparece el nombre de Frank Thring. ¿Y quien es Frank Thring? Pues un actor que con un muy breve papel se convirtió en un rostro con una fuerza tremenda, y es que su corta interpretación de Poncio Pilato en Ben-Hur me pareció de las mejores actuaciones breves que he visto, quizás por su atuendo y caracterización, por su tranquilidad o imperturbabilidad, pero el aportó su granito de arena a Ben-Hur y la película le aportó a él un rostro famoso para siempre. Eso sí, aquí no esperéis verlo, creo que se le asigna en los títulos de crédito el papel del perro del personaje de Mason, aunque curiosamente en castellano el perro no emite ninguna palabra, ni siquiera onomatopeya, creo, no como por ejemplo en 2024-Apocalipsis nuclear (1975), en la que el perro se pasa toda la película hablando con Don Johnson.


Para mi una grata sorpresa y una joya escondida en este destino idílico.











Valoración:                              8/10