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24 agosto 2024

Un verano para recordar (1974)

 





Pues un año más, éste tampoco será en mi caso un verano para recordar, y ya van por lo menos cinco consecutivos sin nada positivo, salvo pequeños detalles como alguna película interesante que he descubierto este verano, más allá de cualquier momento de evasión de problemas vía café o paseo con algún amigo.

Aunque precisamente, mi digamos último verano para recordar, en 2019, estuve por Italia, y entre otros sitios en Milán, que aunque no tenga mucho protagonistmo visual en esta película, si que se la nombra en unas cuantas ocasiones.

Lo curioso, es que realmente esta película también debería llamarse un verano para olvidar, y no para recordar, porque no trata de acontecimientos que divertidos que merezcan la pena ser recordados, sino más bien todo lo contrario.

Así que me puse a ver la película esperando quizás algo entretenido y me encontré con todo lo contrario. Aunque ya suponía que no estaba ante una película veraniega al uso, ya que es una década anterior a la explosión de esas comedias vacacionales y veraniegas ... y por que es una película italiana, que me sirvió para contraponer a la anterior francesa que acababa de ver.


En los años setenta del pasado siglo el cine italiano tenía una importancia increíble, ya no sé si estaba a la altura del cine británico en cuanto a calidad, pero en cuanto a cantidad, era increíblemente prolífico, con todavía el género Spaghetti Western muy activo, películas de mafia abundantes, de crímenes y acción sin tener por que estar la mafia de por medio, dramas como éste, comedias ... y además todas las películas de los increíbles Bud Spencer y Terence Hill, que digamos que es un subgénero propio y que se dieron mayoritariamente en esta década.

Aunque quizás este tipo de película sea el menos habitual, o por lo menos yo no he elegido películas parecidas, si que demuestra la amplitud de géneros a tratar.

También es cierto que por esa época había muchos directores italianos con cierta reputación y también la mayoría de ellos con bastante actividad, ya que no son directores cuya filmografía se quede en diez o quince títulos de crédito, si no que alguno de ellos pudo llegar hasta a cien, cosa que para un director es algo realmente complejo de ver.

En el caso de Sergio Martino (1938), todavía vivo, el contador se quedó en 62, siendo la última de hace más de una década ya.
Es por lo menos ya la tercera película suya que veo desde que escribo el blog, junto a las interesantes La montaña del Dios caníbal y La isla de los hombres peces, y repasando su filmografía se puede apreciar el detalle que había comentado antes, bastantes películas y muy variadas en cuanto a su temática.

Una película suya que siempre he querido ver es Una australiana en Roma, con una jovencísima Nicole Kidman, pero creo que esa película no está doblada al castellano, y como no me conforme con verla en italiano a ver que entiendo, creo que me quedaré sin verla.


Ésta es una película extraña, con niños protagonistas, pero con una historia muy dramática, y realmente aunque no la considero mala como tal, si que creo que no tiene mucho potencial público, aunque no obstante creo que es una película difícil de conseguir.

Con dos actores no italianos medianamente conocidos como Senta Berger y John Richardson, la película es extremadamente anónima (tan sólo 54 votos en IMDb), pero tampoco yo la recomiendo encarecidamente y por tanto hacerla más popular.









Valoración:                           5/10












12 junio 2024

Lunes tormentoso (1988)

 






De vez en cuando me gusta ver una película cuyo título coincida con algún acontecimiento actual, la fecha del año, o algún evento que se vea reflejado de manera meramente anecdótica en el título de la película, así que aproveche un excepcional lunes lluvioso y algo tormentoso, nada habitual desde hace tiempo en este mes de junio y me dispuse a ver este Lunes Tormentoso.

No pasará a engrosar la lista de joyas escondidas ni las mejores películas que he visto, pero si que tiene bastantes matices.

Dirigida por el británico Mike Figgis (en su primer largometraje), cuyo título más importante es Leaving Las Vegas (1995), también había visto suya no hace mucho Pasiones Prohibidas (1991), y juntándola con ésta se ven claras coincidencias y un sello propio del director que te ayudaría a identificarlas como a dos hermanos parecidos sin que supieras que lo son.


Para el reparto contó con cuatro actores protagonistas, dos británicos y dos estadounidenses (parece ser que había huelga de actores en América en aquellos momentos y le ayudó a conseguir dos grandes actores americanos para el reparto), y además los personajes que interpretan son identificados cada uno de su lugar de origen.

No sabría decir en que orden salarial se movieron ambos cuatro, ni quien podría calificarse como más  protagonista de la película, pero quizás si que tienen más cuota de pantalla y sus personajes despiertan más interés, tanto Sean Bean como Melanie Griffith, principalmente él.

Él todavía era un actor poco conocido fuera de las Islas Británicas, mientras que ella ya llevaba unas cuantas películas a sus espaldas. Resulta curioso como el personaje de Melanie Griffith le confiesa al de Sean Bean, que es originaria de Minnesota, concretamente de una localidad llamada New Ulm, que es justamente el sitio en el que nació su madre, Tippi Hedren. 

Junto a ellos dos, un prototipo de tipo duro por antonomasia, como es Tommy Lee Jones, además acompañado por su voz de doblaje habitual (la misma de El Fugitivo o Alerta Máxima), que hacen un binomio mágico, y remarcando para mi la importancia del doblaje y la necesidad también de asociar a un buen actor con una voz habitual, y no cambiarle su actor de doblaje con frecuencia.

Y completando el cuarteto el cantante Sting, otro de los que decidió probar suerte en la actuación como repasaba recientemente a raíz de una película con Jennifer Lopez, sin tampoco hacer demasiadas intervenciones.

Tommy Lee Jones tiene un premio Óscar y Melanie Griffith y Sting fueron candidatos al premio.

Me resultó sorprendente el aire que se me dieron en esta película Sean Bean a Patrick Swayze y el propio Sting a David Beckham.

El director Mike Figgis decidió situar esta película actualizada de Cine Negro en la septentrional ciudad británica de Newcastle, lugar de nacimiento precisamente de Sting, la cual nunca había visto en una película y de la que casi no tenía una imagen mental, proporcionando un escenario diferente e interesante, aunque no deje de ser una ciudad gris británica con sus zonas industriales y su escaso atractivo.

Como digo una película donde la mafia y la corrupción se mezclan pero con una perspectiva un tanto diferente, ni el crimen tiene un protagonismo continuo, ni tampoco se vuelve descafeinada con motivos humorísticos innecesarios.
En cambio va dejando que otras historias fluyan alrededor de la trama, un tanto débil, extraña y poco interesante eso sí, y además de una historia de amor casi a primera vista, se van mezclando retazos de cultura británica, americana y polaca con el sonido del jazz de fondo (aunque no suene excesivamente bien ...).


Podríamos decir que la atmósfera por si sola le da una buena valoración a esta película.











Valoración:                                  6/10













06 junio 2024

Pisa a fondo (1986)

 





Después de bastantes días con bajo estado de ánimo (más la habitual nula energía que tengo), es increíble como una película elegida aleatoriamente puede levantarte una sonrisa, hacer pasar un buen rato, esbozar una sonrisa y evadirte de los problemas por lo menos durante esas casi dos horas.

Y digo aleatoriamente porque solo conocía la participación de Michael Keaton y el título de la película, ni siquiera tenía anotado en mi ficha por ejemplo, que entre el reparto se encontraba una actriz que me gusta mucho como Mimi Rogers.

Keaton es otro de esos actores nacidos a principios de la década de los cincuenta del pasado siglo, al que las películas juveniles de los 80 ya le pillaron un poco mayor, pero era tal la explosión cinematográfica y la cantidad y variedad de películas que se rodaron, que supo encontrar su hueco, especialmente en comedias con protagonistas no tan juveniles o en películas de acción.

Revisando su filmografía me he percatado de que le tenía muy poco trabajado, y la verdad es que ha sido todo un acierto elegirle a él y a esta película como protagonistas.

Hay más actores conocidos en el reparto, principalmente John Turturro, con un nombre muy característico e imposible de olvidar, y en contraprestación George Wendt, con un nombre muy poco comercial y difícil de recordar, y por ello posiblemente fuera el actor protagonista de Cheers que menos recorrido tuvo, o del que es más difícil acordarse, aunque supongo que muchos dirán "el gordo que estaba en la barra bebiendo cerveza habitualmente".

No es extraño una mezcla en el reparto entre actores americanos y asiáticos, aunque principalmente asociado a películas de artes marciales, con repartos mayoritariamente asiáticos y la excepción de uno o dos actores principalmente estadounidenses.
Aquí, con un reparto amplio, hay buena representación de ámbos.

Decía el director, Ron Howard, al recordar su carrera, que uno de los errores que se dio cuenta de que había cometido fue que cuando eligió actores japoneses-estadounidenses que podían hablar japonés, para él era inapreciable, peroellos no podían hablar el idioma tan bien y Howard realmente no puso a prueba su fluidez. Cuando Howard estaba trabajando con actores japoneses, señalaron que el idioma hablado por el elenco japonés-estadounidense no era muy bueno y, en ese momento, Howard ya había filmado el 90% de la película. Howard calificó esto como un error de novato que nunca volvería a cometer.

De hecho el actor estadounidense de ascendencia japonesa Gedde Watanabe, obtuvo el segundo mayor caché de entre los actores de la película, a pesar de que como ya he comentado había actores relativamente importantes.



Al igual que hay muchas películas de los ochenta que son relativamente parecidas, y hay varios patrones que aparecen con cierta periodicidad cuando ves películas de ésta época, también muchas de ellas destacan por su singularidad, y originalidad, y creo que ése es el principal valor de ésta, contar una historia que yo desconocía hasta ahora en el cine, y además bien hecha y entretenida.

Top Gun, Karate Kid II o Nueve Semanas y Media fueron algunos de los estrenos con los que tuvo que lidiar aquel año el filme dirigido por el talentoso Ron Howard, quien llegaba precedido por el éxito de Cocoon, y cuya carrera empezaba a despegar: luego estuvo al frente de, por ejemplo, Apollo 13 o Una mente brillante (ganó el Oscar).

Los años ochenta fueron una década de fiestas divertidas y películas sobre la mayoría de edad. Es agradable ver como el director nos muestra una película que se atreve a expresar una opinión sobre las culturas estadounidense y japonesa, logrando acuerdos y entablando relaciones afectuosas entre sí sin confundir a ninguno de los dos países.

El título original que se le dio a la película fue Gung Ho, un término chino, no japonés, que viene a significar trabajar juntos. Pero entiendo que a los japoneses no le gustó la representación de trabajar juntos que ofrecía esta película, o ese concepto en el ideario americano, y así por ejemplo los ejecutivos de Toyota utilizaron más tarde la película como ejemplo de cómo no gestionar a los trabajadores estadounidenses.


Uno de los detalles más curiosos y a la vez atractivos para mi, es el vehículo protagonista de la película.
Ya en los primeros planos en los que se veían posters en las paredes, me pareció reconocer con gran extrañeza, vehículos de la marca italiana Fiat, y más en concreto un modelo, el Regatta, no excesivamente vendido aquí en España, pero que mis padres estuvieron a punto de comprar y en el vecindario había un par de ellos.

Cuando se empizan a ver escenas en la cadena de montaje, con la estructura del coche, la sospecha se confirma, y finalmente cuando se ve un vehículo terminado queda totalmente resuelto el misterio.
El slogan de la película podría ser "El día en que los Fiat fueron japoneses".

¿Pero, cómo es posible que una película americana, con influencia japonesa, utilice coches italianos como argumento de la misma?

Buscando información he encontrado detalles al respecto:



La trama, con enredos desavenencias y situaciones ridículas, contó con un escenario muy particular: la planta de Fiat en Argentina, situada en El Palomar y en su satélite de Berazategui. En esta última se producían los modelos locales de Peugeot hasta 1980, cuando Sevel concentró toda su operación en la fábrica de la marca italiana en Tres de Febrero.

Todo ocurre en las líneas de montaje de los Fiat 147 y Regatta, dos modelos emblemáticos de los años 80 en la Argentina. En la ficción, ambos íconos nacionales pasaron a ser vehículos de Assan Motors, y se los ve con un logo redondo sobre las tradicionales barritas cromadas que los Fiat de aquella época tenían en la parrilla delantera.

¿Cómo fue que Paramount Pictures llegó a filmar a El Palomar? Keaton, Howard y todo el elenco de Gung Ho debieron desarrollar varias jornadas de filmación en el conurbano bonaerense. El contrato de Paramount y Sevel (Sociedad Europea de Vehículos para Latinoamérica) para utilizar la planta de Fiat fue una solución a los altos costos que implicaban realizar el filme en una planta japonesa. Y en los EEUU se hacía imposible disimular los modelos americanos y hacerlos pasar como japoneses. La Argentina, entonces, fue la alternativa para la realización de la comedia.



Un auténtico choque cultural, que lleva a la reflexión sobre que modelo es mejor, no evidentemente en lo laboral, si no también en lo personal, vivir para trabajar o trabajar para vivir.


Por último, me gustaría reseñar un detalle de esos que a mi tanto me gusta, que motivan al empezar una película y que ponen un epílogo brillante a la misma. La utilización de dos buenas canciones, una de apertura y otra de cierre, y además, como muy de vez en cuando me pasa, con el descubrimiento de una que no conocía.

Tras una breve introducción y mientras se van ofreciendo diferentes imágenes de fotografía de Tokyo, a la par que salen los títulos de crédito, suena de fondo Don't get me wrong, de The Pretenders, y al final, durante los títulos de crédito y de manera íntegra (como en misa, una canción de cierre una vez recibida la bendición), suena Working Class Man, del cantante australiano Jimmy Barnes, canción que desconocía totalmente.
Parece ser una canción hecha por encargo para esta película, que en Australia se estrenó precisamente con ese nombre.
A pesar de ello no se lanzó ninguna banda sonora de la película.


Para mi una película subestimada y creo que podríamos incluirla en la categoría de joyas ocultas.












Valoración:                                 8/10














01 mayo 2024

Peligro: Reacción en cadena (1980)

 




Elegí otra película totalmente desconocida (mi ficha en mi base de datos no indicaba ni director, ni ningún actor conocido), y estaba marcada como de ciencia ficción, y tenía ganas de ver algo de ese género.

Básicamente la elegí, porque siempre me ha resultado curioso las películas que comparten título, y como una puede haber resultado tremendamente exitosa, y la otra ser una total desconocida, aún siendo incluso anterior cronológicamente.

Reacción en cadena (1996), fue una película más o menos exitosa (aunque a mi no me suena haberla visto), con la presencia en el reparto de dos grandes actores en aquel momento, Keanu Reeves, que venía de hacer dos de sus proyectos más importantes, Speed y Johnny Mnemonic, y Morgan Freeman, que ya era un actor totalmente consolidado con algunos de sus trabajos más reputados ya en su filmografía, como Sin Perdón, Cadena Perpetua o Seven.

A veces, a raíz de la fama de un actor pueden volverse más populares películas anteriores de que llegara dicho reconocimiento, o también al amparo de una película exitosa pueden crecer los visionados de películas anteriores de la misma temática o título idéntico o parecido, pero ésta parece ser que no entró en esa ecuación.


Así que algo tenía que tener la película que la hiciera tan desconocida. Después de unos pocos minutos en los que no me resultaba familiar nada, me percaté del detalle que me desenmascaraba un poco algunas características de la película, o ese detalle no fue otro que un volante en el lado derecho de un vehículo.

Así que efectivamente, estábamos ante otra película australiana, sin buscarlo, pero de nuevo muy bienvenida, porque una vez más me sorprendió y me agradó, dentro de ese clima tan parecido que comparten muchas de las que voy viendo, de finales de los 70 o principios de los 80.

Rápidamente me percaté del peculiar aspecto rural habitual, aunque en parajes diferentes, la importancia de los vehículos (usan hasta un vehículo de producción australiana, de marca Holden) y de un par de actores que me resultaban ligeramente familiares, y que me imaginaba que lo eran de Mad Max, como así pude contrastar luego. De hecho, en el reparto, aunque como uncredited, también aparece Mel Gibson, pero hay que estar muy atento para percatarse de su fugaz aparición, como un cometa en el firmamento. Así que en este caso se trata de una película con una buena dosis de inspiración en la exitosa primera película de la saga de culto protagonizada por Mel Gibson, incluída la música reinante durante la película.

Además se contó con el director de la trilogía de Mad Max, George Miller, para realizar las acciones de persecución de coches, que se parecen mucho a las de la saga.

Aquí un par de listas de películas que me parece que viene muy al caso




Esta película se mostró en el Festival de Cine de Cannes, donde sus derechos se vendieron bien. Los derechos de distribución internacional a nivel mundial (fuera de Norteamérica y Australia) se vendieron a Warner Brothers International. La publicidad de esta película decía que era el mayor acuerdo jamás realizado (al menos en ese momento) para una película australiana en el Festival de Cine de Cannes. El productor David Elfick dijo en su momento: "se podría haber vendido tres veces en todos los territorios del mundo". Cuando la película se vendió en Cannes, la película inmediatamente obtuvo ganancias.

En su país la película fue nominada a seis premios del Australian Film Institute (AFI), principalmente en categorías técnicas, pero no logró ganar ninguno.


La historia empieza siendo un tanto confusa inicialmente, y rápidamente gana protagonismo el entorno elegido para el rodaje de la misma, así que en lo que uno se sitúa y entiende bien el argumento, queda atrapado por otro rincón rural encantador de Australia, en este caso en Glen Davis (Nueva Gales del Sur), territorio cercano a Sidney.

En todas estas películas rurales australianas el entorno está meticulosa y acertadamente elegido, siendo en todas ellas un valor destacado y diferencial de las mismas, pero siendo a la vez en todas diferente y atrayente, por lo menos para mi.

Uno de los detalles sobre los que me paré a reflexionar mientras veía la película, es que este tipo de largometrajes, a pesar de ser desconocidos aquí, no parecen ser películas de bajo presupuesto. Se emplean y destrozan varios vehículos, se rueda al aire libre, intervienen bastantes actores, principales y extras, y se utiliza bastante material, lo cual me lleva a pensar en que el presupuesto se dedica principalmente a la película en vez de a pagar un dineral a un par de actores que sean muy mediáticos y que te puedan vendar la película solo con su nombre o su rostro. Y me parece una fórmula que bien desarrollada puede tener tanto éxito o más que el fiarlo todo a un reparto popular.
Claro, que también desconozco la fama y el caché que tenían por aquel entonces en Australia Steve Bisley y Hugh Keays-Byrne, ambos procedentes de Mad Max.

Buscando información de la misma, me he encontrado con este detalle que confirma un poco mi pensamiento en el anterior párrafo.
"Esta película tuvo varios problemas de producción, incluidos los relacionados con accidentes, climatología y rodaje nocturno. La complejidad y ambición del proyecto supusieron un alto grado de tensión en el calendario de rodaje. El rodaje se prolongó aproximadamente una semana más de lo previsto y superó el presupuesto en unos 150.000 dólares".

Aunque creía que iba a ver una película de ciencia ficción, más bien es una película de acción, o una Disaster Movie de los 70, o finalmente podríamos decir que esta película es un Mad Max Radioactivo.










Valoración:                                7/10













12 abril 2024

Desmadre en la autopista (1981)

 






Siempre me han gustado las películas en las que la carretera es la protagonista, bien sea a través de una Road Movie, con una película de acción o con una comedia como es el caso.

Aparentemente parecía una película muy de mi agrado, pero no me encajaba el nombre de un buen director como John Schlesinger al frente del proyecto, que habitualmente solía ir asociado a otro estilo de películas, como por ejemplo su trabajo más conocido, Cowboy de Medianoche.

Y es que tuvo que reemplazar al director original, Don Boyd, en un proyecto que parece ser que no empezó bien y que acabó siendo un estrepitoso fracaso.

La película estaba originalmente planeada con un presupuesto de 2 a 3 millones de dólares, pero los costes finalmente se dispararon hasta los 25 millones.
Quizás a ello contribuyeron cosas como que se contó con dos mil extras en Mount Dora (lugar de rodaje), Florida, a los que se les pagó alrededor de 35 dólares por día para aparecer en la película.
Y adicionalmente a las empresas de Donnelly Street en Mount Dora se les pagó alrededor de 100 dólares al día para permitirles filmar fuera de sus escaparates.


Otro motivo del fracaso, según una revista americana fue que, "la película había estado plagada de problemas, desde un guión inconexo hasta su título, y un marketing que implicaba que la vendía simplemente como ... otra comedia de accidente automovilístico. Esto se vio agravado por la decisión de los productores de vender los derechos del vídeo antes de que Universal Pictures aceptara estrenar la película. Enojada por esto, Universal minimizó su apoyo al marketing de la misma y limitó el número de salas en las que se proyectaba la película. Se retiró de los cines apenas una semana después de su estreno, y la película desapareció".

El caso es que cuando la película se estrenó, su presupuesto de 24 millones de dólares la convirtió en la comedia más cara jamás producida. Fue un gran fracaso en taquilla.

Otro detalle significativo del fracaso de la película fue que "hizo perder a sus patrocinadores británicos Thorn-EMI un estimado de 11.000.000 de dólares y afectando profundamente su fortuna y aspiraciones. La película fue financiada en parte por los planes de evasión fiscal de Roy Tucker financiados por el grupo bancario Rossminster".


Posiblemente también ayudara a que el presupuesto se disparara el elenco de actores que trabajaron en la misma, no porque hubiera ninguna estrella, pero si porque hay un buen número de actores secundarios, algunos de nivel importante, que evidentemente no trabajarían de manera altruista.

Entre estos secundarios podemos destacar a William Devane, Beau Bridges, Beverly D'Angelo, David Rasche, Teri Garr, Geraldine Paige y Jessica Tandy, curiosamente estas dos últimas ganadoras del Óscar a mejor actriz protagonista ... después de esta película, que pudiera parecer un borrón o un paso atrás en la carrera de todos los actores implicados en ella, y por el contrario no le pasó factura a ambas.

Además, aunque un poco desubicado en cuanto a estilo y en lo cronológico, también se contó con la colaboración del exitoso compositor Elmer Bernstein, autor entre otras de la gran banda sonora de Los Siete Magníficos.


Al final es una de esas películas con un humor absurdo, que no me suele gustar, pero ésta está en el límite y me resulta relativamente entretenida, en la que se mezclan un montón de parejas de personajes variopintos (una pareja de ladrones de bancos, otra de ladrones de coches, un matrimonio mayor, una mujer con las cenizas de su madre, dos monjas ... una familia en caravana), no entrelazados entre si inicialmente, que van confluyendo todas hacia un pueblo de Florida, que es el epicentro de la historia, con un reparto en escena de cada uno de ellos bastante equitativo y no haciendo a ninguno aburrido o discordante del resto.

Me ha recordado a El autobús atómico, en ese punto entre lo gracioso y entretenido y el humor absurdo y ridículo que ya no me hace gracia, pero es más bien una película que provoca sonrisas pero no carcajadas.

Una comedia al fin y al cabo, pero que ponía en valor la utilidad de las autopistas, la posibilidad que te daban de desplazarse con rapidez a sitio lejanos, de cambiar de vida, de ir de vacaciones más fácilmente, de conocer país y mundo y de descubrir sitios exóticos, pintorescos o turísticos como el pueblo protagonista ... algo que hoy en día es casi un lujo, con el precio de los carburantes y los peajes, en un país como el nuestro resulta muy costoso utilizar con frecuencia estas autovías, que tienen gran parte de culpa del progreso de los países.

Pero que también evidencia el drama para un pequeño pueblo si no está cerca de la autopista o no tiene un buen acceso a ella, con la consiguiente posibilidad de despoblación y perdida de cualquier tipo de futuro.

(Me resultó increíblemente curioso, la casualidad que en el día que había fallecido el deportista y actor O.J. Simpson, se hiciera una imitación de él en esta película, algo así como cuando vi una película en la que decían un día del año y resultaba ser ese precisamente).









Valoración:                                5/10













27 agosto 2023

Vértigo en la pista (1980)

 







Siguiendo con el cine europeo me puse con esta coproducción entre Italia, España y Alemania, aunque es básicamente una película italiana, ya que el director y el actor protagonista son de este país. Podríamos dejar el peso de cada país en la película en 60%-30%-10%.
Aunque eso si, se ambienta en tres grandes premios de Fórmula 1, cada uno en uno de estos países.

El cine italiano a principios de la década de 1960 se caracterizó por películas del género como Peplum,  luego crearon y agotaron el género Spaghetti Western, ya más en los 70 películas de espías, de terror, con tintes góticos en ocasiones, películas bélicas, bastantes películas policíacas y el género Giallo (el equiparable al género Slasher americano).

El actor principal es Fabio Testi, al que hasta hace un tiempo desconocía, y al que recuerdo cuando era niño venir como invitado estrella a algún programa de televisión en España, como el mítico Qué Apostamos, y que tocó casi todos esos géneros o subgéneros que he comentado en el párrafo anterior.

Me guarda un cierto paralelismo con Alain Delon por constitución física y facciones, aunque Delon creo que resultaba más atractivo para las mujeres. Pero creo que por aquella época eran los referentes masculinos de sus respectivos países.

Aunque también por otro lado, a veces le confundo con Franco Nero, un actor italiano coétaneo suyo (ambos nacidos en 1941), y que está casado con Vanessa Redgrave.

En 1980 tiene hasta un total de cinco películas, curiosamente en otra también dirigida por Stelvio Massi, Speed Cross, y también como piloto, en este caso de motocross (que es lo que era realmente en el inicio de esta película también). No sé si es que el director quedó insatisfecha con la otra que es anterior y decidió hacer esta para resarcirse.

Por la parte española el protagonismo lo ponen, Paco Rabal, uno de los actores más internacionales que hemos tenido, y el veterano Manolo Zarzo, todavía vivo con más de 90 años.


Una película con cierto aire de nostalgia, no por el aspecto de la gente allá por 1980 (año en el que yo nací), si no por el aspecto mucho más despoblado, menos contaminado y más amable del mundo en general en aquella época y de los alredededores de Madrid en particulas, por los coches de aquella época, las marcas publicitarias que rodeaban las carreras automovilísticas y la presencia de la Fórmula 1 en el Circuito del Jarama de Madrid, que para los que hemos ido allí (en mi caso a ver carreras de camiones), hace echar la vista al pasado y recordar viejos tiempos.

En ese aspecto también me recuerda un poco a otra película italiana que vino a rodar aquí a Madrid, Y si no nos enfadamos con los grandes Bud Spencer y Terence Hill, y que mostraba una ciudad totalmente diferente a la actual, con mucho menos asfalto, muchos menos coches y viviendas y en general una sensación de menos estrés y mejor salud de la ciudad.


No es una película especialmente interesante, pero si que tiene las cosas que he comentado como atractivas, además de que no es un género muy extenso y es difícil encontrar películas de este estilo.











Valoración:                                 6/10














31 julio 2023

Los chicos de al lado (1985)

 




Seguramente Penelope Spheeris sea de las directoras que más películas haya visto y cuyo nombre me resulte más familiar de entre las mujeres que tienen una carrera como directoras.

Y seguramente Charlie Sheen sea uno de los culpables de que empezara este blog, cuando poco tiempo antes quedé con un par de amigos a ver una sesión doble de cine en casa de uno de ellos, y la primera película que elegí fue El aparecido, que por aquel entonces tampoco tenía muchos votos en IMDb por ejemplo y veo que se ha hecho más popular.

También Charlie Sheen (como en la anterior película Kiefer Sutherland, hijo de actor), es uno de los mayores juguetes rotos de Hollywood, con un largo historial de escándalos y adicciones (admitió fumar 40 cigarrillos al día desde 1986, varias sobredosis y entradas y salidas de centros de desintoxicación), relaciones turbulentas, sobre todo con Denise Richards (aunque también tuvo problemas con Kelly Preston que posteriormente le dejó y se fue con el amor de su vida John Travolta), que desembocaron en su declaración en 2015 de que era portador del VIH, virus de inmunodeficiencia humana.

Asistió a la escuela con Robert Downey Jr., con el que comparte cierto paralelismo en cuanto a adicciones a las drogas.

Es el único miembro de su familia que cambia legalmente su apellido a Sheen y pasa ese nuevo apellido a sus hijos. Al igual que su padre y todos sus hermanos, su nombre de nacimiento era Estévez. Su padre todavía es legalmente Ramón Estévez, descendiente de un emigrante español de Galicia, y todos sus hermanos todavía usan el nombre de Estévez.


Su carrera podría haber sido mucho más importante todavía, optó a papeles tan importantes como el de Michael J. Fox en Regreso al futuro, el de Tom Cruise en Nacido el 4 de julio, el de Ralph Macchio en Karate Kid, el de Andy García en El Padrino III, el de Tim Robbins en Cadena Perpetua, o el de Michael Douglas en Insinto Básico (aunque en este no me encaja nada), todas ellas películas de culto hoy en día.

Aquí comparte protagonismo con el actor británico Maxwell Caulfield, cinco años mayor que él, y que le resta protagonismo a Sheen, llevando la voz cantante de la pareja de amigos. Otro, que comparándolo con Charlie Sheen quedó en el ostracismo al poco tiempo.

Filmada durante el verano de 1984 cuando Los Ángeles albergaba los Juegos Olímpicos. La mayoría del elenco y el equipo recuerdan que ese verano hacía un calor abrasador, la película no disfrutó de un gran estreno cinematográfico debido al hecho de que New World quebró casi al mismo tiempo.


Con cierto paralelismo a la última película que vi, La tierra prometida, aborda como en muchas películas, la, al parecer, difícil transición en norteamérica desde el instituto a la universidad o la vida laboral, o lo que es lo mismo, la mayoría de edad, pero en vez de hacerlo a nivel de comedia o drama, aquí es a nivel de acción y crimen.

Un alegato a las malas relaciones o amistades y los peligros de creerse inmortal, como seguramente nos habrá pasado a muchos en nuestra juventud.











Valoración:                                    6/10














19 julio 2023

La piscina (1969)

 





No tenía mucho conocimiento de Jane Birkin, y el otro día al leer sobre su fallecimiento me puse a investigar, y además de descubrir que era la cantante de una canción que me parece muy bonita Je t'aime moi non plus, que había estado casada con uno de mis compositores de Bandas Sonoras favorito, como es John Barry (King Kong, Memorias de Africa o Bailando con lobos llevan su sello), vi que había participado en esta película (en ésta su primera película francesa, porque realmente ella era británica de nacimiento), que no sé porqué no tenía marcada para verla, y no dudé en hacerlo.

O realmente si sé porque no la tenía señalada como prioritaría para ver. Quizás soy demasiado excluyente con el cine europeo, y suelo dar preferencia a productos americanos, erróneamente algunas veces. A veces porque el director o los actores no me suenan o no me apasionan, u otras simplemente porque me creo que el cine europeo no puede ser tan bueno.

Aunque en este caso había una pareja de actores ampliamente reconocida, como son el francés Alain Delon y la austríaca Romy Schneider.

El caso es que encontré esa película que trata sobre el verano y que me suele gustar ver al principio del mismo como banderazo de salida al período estival.


El director juega con 4 personajes totalmente diferentes que dan un resultado fantástico.


Nos presenta un primer personaje, Alain Delon, tranquilo, frío, reservado, inexpresivo, observador, un tanto dominante y caprichoso tal vez.
Un segundo, Romy Schneider, alegre, feliz, vital, risueño, comprensivo y bondadoso.
Un tercero, Maurice Ronet, aventurero, exitoso, charlatán, egoísta, soberbio.
Y un cuarto personaje, Jane Birkin, tímido rozando casi el autismo, pero curioso, nervioso, observador e irascible.


La elección de los estereotipos, y cuál se le asigna a cada uno me parece formidable, todos están bien, pero creo que Delon está excepcional.


Rápidamente le encontré paralelismos con posiblemente mi película veraniega favorita, Un amor de verano.

Una pareja de vacaciones de verano
Un sitio famoso y glamouroso, Santorini por un lado frente a Saint Tropez por otro
Interferencias y dudas en la relación, en un caso con un trío y en otro con dobles parejas

Fíjate que Saint Tropez es uno de esos sitios que ni fu ni fa, pero algo debe tener para atraer tanto famoso y tanto rico. Pero de los sitios famosos de la Costa Azul francesa quizás fue el que más me decepcionó. Prefiero los Cannes, Niza y Montecarlo.

Como en otras películas en el entorno de la Costa Azul, de esos años, aparece un Supercar de esa época, que tanto me gustan. En cuanto a coches de lujo ganaban los italianos por abrumadora mayoría, hoy quizás los alemanes han igualado la contienda. Pero en una toma aerea me pareció distinguir un Maserati Ghibli, aunque dudaba que pudiera ser un DeTomaso Pantera también, pero finalmente fue el primero. Junto con los Lamborghini de la época o el ISO Grifo eran lo que hoy podíamos considerar los actuales Ferrari, Lamborghini actuales, Bugatti ...


Y después de ubicar la película en un sitio tan glamouroso y con tanto lujo, te encuentras una película lenta, tranquila, como a mi me gustaría que fueran hoy en día mis vacaciones, que me atrapó desde el primer minuto.


La verdad que es una pena lo que luego deparó la vida a los 4 actores, parece como una película maldita.
Romy Schneider falleció en 1982 con tan solo 43 años. Un año después lo hacía Maurice Ronet con 55. Y Jane Birkin tuvo la desgracia de perder a una hija con 46 años en un aparente suicidio.
Alain Delon dijo en una entrevista en 2011 que no puede volver a ver esta película. Su ex pareja Romy Schneider (se habían separado en 1963 pero seguían siendo buenos amigos y al parece Delon solicitó que Schneider fuera la protagonista femenina, desplazando a Angie Dickinson del papel) y su buen amigo Maurice Ronet murieron prematuramente y en circunstancias trágicas. Volver a revivir las escenas es demasiado doloroso para él.
Un Delon del que se rumoreó hace poco que habría solicitado la eutanasia, cosa que parece ser que se tergiversó y que gracias a Dios no se ha producido.
Así que hay mucha carga de tristeza y desgracia detrás de la película.

Pero ya digo que Delon destaca sobre los demás, en esta su primera de nueve colaboraciones entre con el director Jacques Deray
Ahí una escena que se ve a Delon con unas gafas de sol llamativamente modernas y bonitas para 1969. Las gafas de sol Vuarnet 006 que llevaba se convirtieron en una sensación, eran bonitas, pero Delon las hacía todavía más atrayentes. Matthias Schoenaerts lució una reedición de las gafas de sol en el remake Cegados por el sol (2015).


Aunque tiene un cierto aroma erótico, sobre todo al inicio, no siempre esto tiene porque ser una connotación negativa para una película. No hay que relacionar erotismo con porno y bien utilizado, sutilmente y sin ser muy protagonista le puede dotar de valor a la película.


No es una película tan poco conocida, pero no sé si en mi generación mucha gente se habrá tomado la molestia de verla, así que aprovecho para recomendarla al 100%.












Valoración:                                             9/10















16 marzo 2023

Contrato en Marsella (1974)

 






Al igual que hace poco Kim Novak llegaba a los 90 años, otro que lo hacía esta semana es Michael Caine, aunque mi impresión es que el parece más jóven, bien sea porque no ha dejado de actuar con el paso de los años o bien porque su aspecto ha seguido siendo muy bueno, con aparentes retoques estéticos de por medio, eso sí.

Tenía marcada esta película para ver en esta efeméride, aunque justo un día antes, haciendo zapping, me le encontré en otra película que me gusta, En tierra peligrosa, junto a Steven Seagal. Aunque para mi, siempre irá ligado a su personaje de John Colby en Evasión o Victoria, una de esas películas que veo siempre que puedo, de la que me sé el nombre de los personajes y seguramente también muchos fragmentos de diálogo.

Con un perfil típico de actor inglés (en esta por ejemplo se me parece muchísimo a Edward Mulhare, el actor que interpreta a Devon Miles, jefe de Michael Knight en El coche fantástico), elegante, estirado a veces, sobrio, señorial ... 
Un actor bastante versátil, le puedes ver tan pronto de bueno, como de malo, en un papel romántico, en uno de asesino, haciendo dramas o películas de aventuras, pero no sé yo si ha sido un actor suficientemente valorado, o me parece triste que todo el mundo le asocie a su papel en Batman y no sean capaces de ver sus películas de los 70 y los 80.


Una película dirigida por Robert Parrish, un director con cierto nombre (ganó un Óscar como editor en el año 1947), cuyo mayor éxito quizás fuese Casino Royale, y con tres grandes actores, James Mason, Anthony Quinn y Michael Caine, cada uno de una década diferente, pero muy buenos todos. Para mi Anthony Quinn es de los mejores actores de siempre, y además el que mejor voz de doblaje tiene en esta película.

Podría decir que ninguno de los tres es el verdadero protagonista, porque todos ellos tienen una cuota de pantalla similar y un papel tan importante como los otros en la misma.

Curiosamente, el resto del reparto son prácticamente todos actores autóctonos, sin ninguna proyección después de esta película, y es que al parecer fue un tremendo fracaso en la taquilla, así que eso dificultó que surgiera ningún actor revelación de aquí, pero que cumplieron de forma más que correcta con sus diferentes papeles.


Una trama policíaca y mafiosa, perfectamente situada en Marsella (aunque el principio es en París), una de las ciudades más inseguras que he conocido, pero a la vez con el encanto de los paisajes de la Costa Azul.
Además de los coches clásicos franceses de la época, que despiertan cierta nostalgia, se utilizan dos modelos deportivos de la época, de los que apenas se fabricaron dos mil unidades como mucho de ellos.

El rodaje al aire libre y las diferentes localizaciones le dan un valor a la película, que es cierto que no es excepcional, pero tampoco para resultar un desastre en taquilla. De hecho me sorprende el desenlace tan rápido de la misma, como si no hubiera presupuesto para más o hubiera que terminarla cuando antes por algún motivo.

Michael Caine y Anthony Quinn ya habían coincidido antes en otra película, El Mago (1968), que supongo que le gustaría más a Caine, porque de Contrato en Marsella dijo que accedió a interpretar el papel, sin haber leído el guión, y que una vez lo leyó no le pareció apasionante, no sé si el guión general o el papel que él tenía que desempeñar.

Aunque, en este homenaje que hago por su 90 cumpleaños, no sea la película que más le gustó a Michael Caine, y a pesar de esperar más de ella, ¿cómo puede ser mala una película con Caine, Mason y Quinn?









Valoración:                                  6/10













10 febrero 2023

Carrera Salvaje (1981)

 





La verdad que esta película no es muy recomendable ni tiene mucho que comentar, pero si que me encontré alguna curiosidad como para dedicarle una entrada (ha habido otras mejores que por cansancio o dejadez se me han pasado).

Rebuscando que ver me encontré con esta película que apuntaba a coches y además el director me resultó familiar y me dispuse a verla.

Antonio Margheriti fue un director de cine italiano que empezó con algunas películas de Ciencia Ficción en los años 60 (de las que me gustaría ver alguna), para transitar luego a finales de los 60 y los 70 hacia el Spaghetti Western y algunas películas de Terror, desembocando finalmente en los 80, en su última etapa, en películas de acción y aventuras, algunas con un toque fantástico y algunas cuantas con un toque arqueológico o búsqueda de tesoros.

La verdad que son géneros que me gustan y además cumplen con el espíritu de este modesto blog, películas poco conocidas, así que espero dedicarle pronto algún otro capítulo con otra película diferente a esta.


Y en el reparto es donde vienen las curiosidades de esta película. No tenía apuntado en mi ficha ningún actor destacado y no miré en ninguna web especializada antes de verla, así que desconocía quien podía salir en pantalla.

El actor principal resulta que es hermano de John Travolta, cuatro años mayor que él. De hecho su debut en el cine se produjo ya después de que su hermano hubiera cosechado sus grandes éxitos con Fiebre del Sábado Noche y Grease, así que supongo que ese apellido le abriría muchas puertas y le permitiría dedicarse, como su hermano, al mundo del cine, aunque sin ningún tipo de éxito mirando su filmografía.

Y la segunda curiosidad del reparto es Ana Obregón. Aunque tardé unos segundos en reconocerla, no me quedó duda. Y quizás tardé en reconocerla porque no se utiliza su voz original, si no que está doblada, lo cual descoloca un poco.

Una de esas películas internacionales en las que trabajó Ana, pero que extrañamente aquí siempre han sido totalmente desconocidas, y que le llevó por ejemplo a compartir una película con dos buenos actores como Terence Stamp y Peter Cushing, en Misterio en la Isla de los Monstruos.


Ambientada como otras cuantas películas en los 80 o 90 en Acapulco, muy cinematrográfica, y posiblemente una de las capitales del turismo por aquella época, hasta que el crimen y las drogas la hicieran menos atractiva como destino vacacional.

Por lo demás, la película es bastante floja, o decepcionante en todas sus facetas, argumento, desarrollo, acción ... y automovilísticamente.
Sólo tenemos un coche reseñable en la película y la carrera que da título a la película a mi me deja bastante idifirente.









Valoración:                                 3/10












10 agosto 2022

Hi-Riders (1978)



 




No sé cual es el origen de las bandas de motos en el cine, pero la verdad es que consiguieron un subgénero bastante interesante.

Habitualmente este tipo de bandas solían tener dos orígenes, el primero delincuencial, y el más habitual dentro de la representación de estas bandas en el ámbito del cine y el segundo que podríamos llamar cultural, como un estilo de vida, asociado seguramente en la mayoría de los casos a la cultura hippy, y que aunque a veces no distaban mucho de la delincuencia tampoco, habitualmente eran pacíficos y pacifistas.
Digamos que aquí estamos a medio camino entre ambas opciones.

Aunque también es cierto que no es una banda de motoristas al uso, ya que inicialmente el protagonismo lo tienen los coches (por algo la película la saqué de una lista llamada Carsploitation), que son los que realmente me atrajeron hasta esta película, pero posteriormente pierden algo de protagonismo o más bien la oferta de vehículos queda prácticamente reducida a 3 o 4, cuando yo esperaba ver un buen catálogo de muscle cars americanos de la década de los 70, que me resultan muy atractivos.

Hay un Firebird, un Dodge Charger y un Mercury Cougar que tienen una buena exhibición durante la película.


Y es ésta mezcla la que le hace diferenciarse de otras películas de bandas de motoristas, aunque tampoco es que la película destaque en muchas cosas en mi opinión, pero realmente estamos ante una película de serie B, con poco presupuesto y lo que quieres de una película como esta son persecuciones de coches, tiroteos y peleas a puñetazos, acción y coches vamos.
Y esta película cumple con esos estándares.

La película va un poco lenta en su primera mitad, no hay excesiva acción y de vez en cuando la película se va edulcorando y te va dejando una sensación extraña de si realmente será como te la esperas o si va a ser así toda la película, pero toda la acción se concentra en la segunda mitad de la misma.
La verdad que no me esperaba el ritmo y el devenir de la película y me ha sorprendido.

La verdad es que los actores principales resultan un poco decepcionantes, con poca expresividad y sin aparentes sentimientos ante los sucesos que van ocurriendo a sus compañeros. Lo más destacado del elenco son los actores secundarios veteranos que aparecen, comandados por Mel Ferrer como el más prestigioso.

Lo que hizo que esta película fuera reseñable fue que cerca del final del rodaje ocurrió un terrible accidente con Vic Rivers, un doble. Murió mientras conducía un camión que estaba destinado a salir volando de un terraplén. Pero Vic no alcanzó la distancia y el camión volcó y se estrelló cerca de la orilla del río. Aún así se usó la escena.






Valoración:                                     5/10








30 abril 2022

Un instante, una vida (1977)

 





Cumplía 82 años Al Pacino, uno de los actores más reconocidos e importantes del último medio siglo, y decidí bucear entre su filmografía, no excesivamente extensa, a ver si encontraba alguna película poco conocida que ver y me encontré, con ésta sorprendentemente semi desconocida, para ser una película dirigida por Sidney Pollack y con un ya afamado Pacino después de haber interpretado ya a Michael Corleone en las dos primeras secuencias de El Padrino.

Desde el punto de vista de Pollack, ganador de un Óscar por la también romántica Memorias de África (aunque a mi su película que más me gusta es Las aventuras de Jeremías Johnson), dijos obre la actuación y caracterización del actor Al Pacino en esta película que Al era "uno de los pocos actores que podía interpretar a un hombre aparentemente pasivo y poco interesante, y que no fuera aburrido de ver".

Para interpretar el papel de Lillian, el director Sydney Pollack entrevistó a docenas de actrices europeas, mientras que Pollack también vio docenas de cada una de sus películas. Los criterios para el personaje de Lillian eran una actriz europea multilingüe con una presencia eléctrica y con la bonificación opcional de haber tenido exposición en películas estadounidenses. Marthe Keller hablaba con fluidez francés, alemán, italiano e inglés. La actriz suiza también había aparecido en dos películas estadounidenses, Domingo negro (1977) y Marathon Man (1976). Catherine Deneuve deseaba desesperadamente el papel de Lillian, pero se quedó sin él.

Al Pacino no sabía conducir un automóvil antes de esta película. Tuvo que tomar lecciones de manejo antes de poder conducir en las escenas de carrera.
Fue nominado a un Globo de Oro al Mejor Actor de Película por su actuación en esta película, pero no ganó. La nominación fue uno de los pocos premios que recibió la película.
Al Pacino y Marthe Keller mantuvieron una relación personal en la época y después de que se hiciera y estrenara esta película.

A Paul Newman se le ofreció originalmente el papel principal. Lo consideró, pero finalmente decidió que no era para él. Teniendo en cuenta que Newman era 15 años mayor que Pacino, creo que no habría encajado bien en ese papel de piloto de carreras, porque ya es difícil ver pilotos que pasen los 40 años, cuanto más que pasen los 50.



La podíamos catalogar como una joya perdida, pero quizás poniendo joya entre comillas, porque la película no tuvo las mejores críticas y tan pronto te puedes encontrar alguien que la ensalza mucho como alguien que la tilda de insoportable y la peor actuación y película de Pacino.
Pero bueno, tiene esa parte de joya por ser una película de Pacino poco conocida, justo post El Padrino, y para mi por esas localizaciones en sitios tan bonitos en los que he estado como Florencia, Bellagio y el Lago de Como, vistos diferentes en los años 70, y por supuesto ese hueco que tiene el Circuito del Jarama en la película.

Bien es cierto que el que espere una película sobre carreras de coches se va a decepcionar, porque aunque comienza con ella, rápidamente se diluye en un drama romántico, y tan solo vuelve a aparecer brevemente a lo largo de la misma.

La película está basada en la novela Heaven Has No Favourites del alemán Erich Maria Remarque que se publicó en 1961 y su protagonista no era estadounidense. Supongo que para filmarlo y asegurar la taquilla, el protagonista se cambió a un estadounidense y se eligió a una estrella estadounidense en ascenso. 

Es uno de los romances menos convincentes en la historia del cine, donde no puedes creer que ella esté con alguien que encuentra tan inútil, y no puedes creer que él esté con alguien que lo pone tan nervioso.


Como detalle final, el piloto de carreras de la vida real José Carlos Pace, anunciado como Carlos Pace, hizo de doble de Al Pacino en las escenas de carreras de autos (Pacino conducía el coche real de este piloto). 
Pace murió en un accidente aéreo en Sao Paulo poco después del comienzo de la temporada de 1977. Tenía 32 años. Esta película estaba dedicada a él.










Valoración:                                 6/10