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11 febrero 2025

Águila gris (1977)

 





Hace unas semanas vi una parte de, posiblemente el mejor western para mi gusto y una de las mejores películas también, Centauros del desierto, la obra maestra de John Ford, con el mejor momento también del mayor icono del western, John Wayne.

Los lunes a las diez de la noche, en La 2 de RTVE, suelen poner clásicos a los que es difícil resistirse, y raro es el día que no veo parte o la película íntegra que echan, aunque ya la haya visto. Justo mientras escribo esta reseña, es lunes, y están poniendo La conquista del oeste.

Tuve durante mucho tiempo bastante abandonado el género, a pesar de pasar mi infancia viendo muchas de las películas más famosas, pero quizás por saturación, quizás porque me estaba perdiendo otros muchos géneros y películas interesantes dejé casi radicalmente de ver westerns, sobre todo películas que no hubiera visto, porque algún clásico siempre iba revisionando.

Y mira por donde me enteré de la existencia de esta película, supuestamente una versión de Centauros del desierto (de hecho hasta un indio, bastante residual y poco interesante, que se llama Cicatriz), lo cual era un reclamo muy grande, y además con un aliciente o curiosidad, trabajaba una de las actrices que lo hizo en la película de John Ford, una hermosa Lana Wood (hermana menor y menos conocida de Natalie), que en Centauros encarnó a la niña Debbie en su escena inicial, la que de más mayor en la misma película interpretó su hermana Natalie Wood.

Erróneamente, hace poco, comentaba que posiblemente Vera Miles era la última actriz viva de aquella película, que casi tiene 70 años, sin darme cuenta que en ella trabajaban algunas niñas que podían vivir todavía, como Lana Wood.


La verdad que su carrera ha sido poco exitosa, con dos hechos curiosos, el primero que ha estado casada seis veces (ninguna vez con un actor famoso aunque se dice que salió con algunos que si lo eran y mucho, como Warren Beatty, Sean Connery, Alain Delon o Ryan O'Neal), y el segundo que su filmografía tuvo una interrupción muy duradera, desde 1985 hasta 2008, no sé si fruto de alguno de sus matrimonios, y sorprendentemente, después de 23 años sin ningún título de crédito retomó su carrera, aunque fuera con papeles menores.

Tampoco es que haya tenido una vida fácil, a la desgraciada y misteriosa muerte de su hermana Natalie con tan solo 43 años, se sumó en 2017, casi con la misma edad que murió su hermana, la muerte de su única hija.

A raíz de la muerte de su hermana, se cortó la realción con su cuñado, el también actor Robert Wagner (todavía vivo y que forma junto a Gene Hackman y Clint Eastwood el notable trío de actores nacidos en 1930 todavía presentes), del que siempre sospechó culpable de la muerte de su hermana.

Realmente su carrera no tiene más que un título destacado, más allá de Centauros del desierto con un pequño papel e infantil, y es en una de las entregas de James Bond, Diamantes para la eternidad (1971), pero tampoco ese papel, cuando contaba apenas 25 años, le hizo relanzar su carrera, y eso que tenía un gran atractivo y una buena voz, cosa que he podido comprobar porque durante la película hay algunas escenas que no tenían doblaje y se oye su voz original, que es bastante buena para el cine.

Para Diamantes para la eternidad la contrataron los productores después de ver sus fotos en la revista Playboy, y es que como ha quedado evidenciado en casi todas sus películas, para ser Chica Bond, era casi más importante un notable atractivo físico que unas óptima cualidades interpretativas.

Con solo 1,60 metros de altura (su hermana Natalie 1,57), lo pasó mal en el rodaje de esta película debido a la gran estatura de Sean Connery. La diferencia era tan notable que ni siquiera unos zapatos con un importante tacón valían para solventarla.


Una película dirigida por Charles B. Pierce, que en esta ocasión hace nada menos que de productor, director, guionista y hasta tiene un papel en el reparto. Hizo varias películas parecidas durante estos años, que quizás podríamos catalogar como westerns crepusculares.

Pero es un concepto un poco complejo, por lo menos para mi, el del western crepuscular. Por año de realización sin duda, aunque yo lo discierno más por el tipo de película del oeste y sobre todo la localización del rodaje, cuando dejan de aparecer los clásicos escenarios de Utah o Arizona, áridos y desérticos y se empiezan a utilizar lugares más verdes y septentrionales, como en este caso en el estado de Montana.

Aparecen en el reparto dos clásicos del western, como Ben Johnson y Jack Elam, con los que el director contó en alguna película más. Curiosamente también son dos actores cuyas apariciones asocio principalmente a una edad avanzada, no tanto porque fueran muy mayores, sino quizás porque siempre aparentaron más edad.

Ben Johnson es el encargado de suplantar e imitar a John Wayne, y evidentemente la comparación es odiosa. Siempre le vinieron mejor los papeles secundarios, como en Cometieron dos errores.

Con un elemento clásico del western como son los indios, aquí con dos tribus, una de carácter pacífico y otro con el habitual espíritu guerrero.

Sería curioso tener un detalle del número de apariciones de cada tribu india a lo largo de la historia del cine.

En este caso aparecen las tribus Cheyennes y Shoshones (una escisión de los Comanches). Habitualmente siempre he tenido a los Comanches (protagonistas de Centauros del desierto), como los más temibles, seguidos por los Apaches. Pero el historial de tribus es enorme, desde los más pacíficos Sioux, pasando por los Kiowas, los Cherokees, los Dakotas y los Lakotas, los Mescaleros o los Semínolas, como más representativas entre otras muchas.

Y lo cual me lleva a hilarlo con cuantos de los actores que encarnaron a los indios más populares en el cine eran realmente nativos. Porque muchas veces lo parecen, pero una buena caracterización hace maravillas. Sin ir más lejos después de ver Centauros del desierto me fui a revisar la película y el actor que encarna al jefe indio Cicatriz creo que es alemán.


Una película que evidentemente si comparamos con Centauros del desierto queda claramente en evidencia, pero que muestra conceptos distintos, una relación diferente entre los indios y los blancos, acercando la paz y la convivencia entre ambos y con relaciones más allá de la amistad, en un territorio que también llama menos a la hostilidad, con algunos toques de humor (aunque creo que son prescindibles) y todo ello culminado por una buena banda sonora. Quizás empieza bastante bien y promete pero con el paso de los minutos pierde algo de interés y no acaba de cuajar una buena película.










Valoración:                              5/10
















10 enero 2025

Caballos Salvajes (1973)

 





Aunque los directores de cine son mucho menos conocidos que los actores, hay algunos nombres que rápidamente los puedes asociar con un género especialmente o con alguna de sus películas, aunque no es sencillo adivinar ágilmente el director de muchas películas.

Y de John Sturges, los aficionados al western o al cine de los 50 y 60 les será fácil asociarlo al género del western en general y en particular especialmente a Los Siete Magníficos (1960) y La Gran Evasión (1963), aunque tiene otro puñado de películas notables para mi, como

- Fort Bravo (1953)
- El Sexto Fugitivo (1956)
- Duelo de Titanes (1957)
- Desafío en la Ciudad Muerta (1958)
- El Último Tren de Gun Hill (1959)
- Estación Polar Cebra (1968)
- Joe Kidd (1972)


De todas maneras, parece ser que no acabó la película y fue reemplazado por el italiano Duilio Coletti, y es en esta parte final de la película donde se encuentran pifias, que posiblemente sea difícil de detectar, pero que son detalles de falta de experiencia en este género o de terminar una película de manera precipitada.

En ésta, su antepenúltima película (y su último western), en la que el protagonista es Charles Bronson, al que ya dirigió en Los Siete Magníficos y La Gran Evasión (también en otras dos menos conocidas El Caso O'Hara (1951) y Cuando Hierve la Sangre (1959)), parece que algo no encaja, con esos dos puntales estamos ante una película prácticamente desconocida, aunque es cierto que ya es un año tardío para una película clásica de western.

Cuando empiezan a aparecer los títulos de crédito y luego con las primeras imágenes se confirma el por qué, y es que aunque uno no se imaginaría a John Sturges y Charles Bronson haciendo un Spaghetti Western, pues realmente se trata de uno, quizás no tan parecido a los clásicos de Clint Eastwood, pero evidentemente se nota que no estamos en Arizona o Utah y que no tiene el mismo encanto que las películas rodadas en estos territorios, y aunque se intenta ambientar la película en Nuevo Méjico, el rodaje se realizó en la cuna del Spaghetti Western, Almería.

Además con el colofón en los títulos de crédito de Guido y Maurizio de Angelis en la banda sonora, unos muy prolíficos autores italianos, especialmente asociados a las películas de Bud Spencer y Terence Hill.

Realmente es una coproducción entre Italia, España y Francia, aunque los roles más importantes son extranjeros, los estadounidenses Sturges y Bronson y la británica Ireland. Italia puso al productor Dino de Laurentis (también Sturges es productor en esta película), y bastantes secundarios y roles del backstage, mientras que España principalmente aporta el escenario de la película, así como actores secundarios (parece ser que los actores caracterizados como indios eran gitanos autóctonos españoles), mientras que Francia aporta a uno de los secundarios más importantes.


El complemento de Charles Bronson lo aportan Jill Ireland y un imberbe Vincent Van Patten. Ireland era en ese momento la mujer de Bronson, con la que trabajó en varias películas (irónicamente decía que aparecía en tantas películas con Bronson porque ningún otro quería trabajar con él). Antes de estar casada con él lo había estado con otro actor importante como David McCallum, curiosamente sus dos maridos trabajaron juntos en La Gran Evasión.

Tuvo hasta cinco hijos, con lo cual priorizó su papel de madre y su familia a su carrera de actriz. Además también uno adoptado que falleció de una sobredosis en 1989. Ella por desgracia tampoco gozó en buena salud, y le diagnosticaron un cáncer de mama en 1984, y aunque batalló contra él, finalmente le arrebató la vida prematuramente con 54 años.

Vincent Van Patten, a pesar de este escaparate no logró hacer una carrera exitosa en el cine, y quizás su mayor logro fue estar casado con una de las atractivas actrices de los años 80, como Betsy Russell.


Aunque la película está basada en un libro, que evidentemente no me he leído, hay dos características poco comunes en el género western que están bien introducidas y desarrolladas, como es la presencia infantil muy poco habitual y el del ganado caballar, también poco frecuente, a pesar de que los caballos sean un elemento imprescindible en un western.

Estos dos detalles diferenciadores compensan la escasa calidad de los secundarios o el escenario principal elegido como localización, además con pocas ubicaciones alternativas. No obstante se ven algunas praderas y algún cañón interesante que no desmerecen algunos escenarios de westerns americanos y el ecosistema elegido para el rodaje va cogiendo empaque con el paso de la película y genera un lugar interesante.

Bronson, uno de esos tipos duros de toda la vida, a caballo entre el western y la acción, se mantenía en perfecta forma pasados los 50 años, al estilo de otros como Clint Eastwood o Kris Kristofferson, y su potente presencia es un argumento suficiente para sentarse tranquilamente a ver la película.

Una bonita historia de aquellos que quieren vivir solos y aislados de la sociedad y de como los terratenientes o grandes tenedores llegan hasta el mismo confín del mundo para atormentar a estas personas y no dejarles cumplir su ideal de vida.









Valoración:                          6/10













18 octubre 2024

El valle del fugitivo (1969)

 






Parece que siempre iba a ser jóven Robert Redford, pero ya ha cumplido 88 años, y aunque hay actores todavía mayores que él, algunos rozando la centena, está entre los actores vivos más veteranos.

Aunque también tiene una faceta de director y como organizador del famoso festival de cine de Sundance (al que bautizó con el nombre de su personaje en la película Dos Hombres y un Destino o Butch Cassidy y The Sundance Kid), y aunque lleva ya bastante tiempo semi retirado, todos le seguimos teniendo muy presente por varias de sus películas, muchas de ellas un éxito, y por tanto uno de esos actores que no necesitaban tener una filmografía muy extensa porque cualquiera de sus películas triunfaba en las taquillas, o videoclubs por aquella época.

Cada uno seguramente le asociaremos a una serie de películas, o tendremos unas películas favoritas suyas por delante de otras. Yo, por ejemplo, le asocio principalmente a su pareja cinematográfica formada con Paul Newman, y por tanto a sus películas Dos Hombres y un Destino y El Golpe (la mejor para mi), y también como obras muy representativa suyas a Las Aventuras de Jeremías Johnson y a Memorias de África, que no se si alguna vez he llegado a ver entera, pero que en mi opinión tiene una de las canciones de cine más bonitas que conozco.

Al igual que su querido amigo Paul Newman , ambos hombres tuvieron hijos primogénitos llamados Scott que fallecieron antes que sus padres.

No le gusta ver sus propias películas. La única película en la que quedó completamente satisfecho con su propia actuación fue El Golpe (1973).

Junto con Warren Beatty, Clint Eastwood, Mel Gibson, Richard Attenborough y Kevin Costner, una de las seis personas que han ganado un premio Oscar al mejor director, aunque son principalmente conocidos como actores.

Ha aparecido en siete películas dirigidas por Sydney Pollack: 

- Propiedad condenada (1966) 
- Las aventuras de Jeremiah Johnson (1972) 
- Tal como éramos (1973) 
- Los tres días del cóndor (1975) 
- El jinete eléctrico (1979) 
- Memorias de África (1985) 
- Habana (1990)


Por no hablar mucho más de él y hacerlo un poco más de la película, decir que no fue un actor encajonado en un perfil de personaje típico, y que abarcó papeles de comedia, como dramáticos, románticos, de aventuras y de westerns como aquí.

Como aquí ... en una película que no pasó ni pasará a la historia, bastante floja en mi opinión, tanto dentro del propio género del western, como analizándola en líneas generales.


Podría decirse que estamos ante un western tardío, no crepuscular, pero si ya un tanto decadente, sin ninguna de las características habituales de los grandes éxitos de este género, buscando un toque de distinción con otros aspectos que difícilmente consigue.

Alejada del estado, en mi opinión, por antonomasia protagonista del western, como es Arizona, aquí se escoge como localización California, lo que implicaba la expansión hacia el oeste como el desastre que fue para los nativos americanos. Se sitúa en una especie de valle o de paraje que en algún momento puede parecer interesante, pero que se explota muy fugazmente, salvo al final que aparecen unos curisosos Joshua Trees, árboles muy característicos del estado californiano (de hecho hay un parque nacional con este nombre), y que pegan muy bien además de los cactus en una película del oeste.

Además la persecución no es nada emocionante y el principal argumento de la película es la tormentosa relación entre dos indios, pero no indios con plumas y pinturas como se pensaría, si no más bien ya indios semi mestizos, con bastante parecido a los blancos.

Tampoco el reparto que acompaña a Redford en esta película es un gran aliciente para verla. Cuenta con algunos nombres conocidos, como Katharine Ross, esposa de un actor que me gusta, como es Sam Elliot, y que ya compartió escena con Redford en Dos Hombres y un Destino. Además dos caras curiosas, John Vernon, al que acabo de ver en un episodio de El Equipo A y que compartió trabajo con Clint Eastwood en El Fuera de la Ley, y Susan Clark, que aunque esté poco reconocible, para los que éramos niños en los 80, interpretaba a la madre adoptiva de Webster.

Se trata de una película que se esfuerza demasiado por ser digna, convencida de que transmite un mensaje profundo sobre la culpabilidad de los hombres blancos que colonizaron el Oeste americano a expensas de los indios nativos americanos.

La conclusión es que cada escena es dolorosamente lenta en llegar al desenlace, por lo que la película parece mucho más larga que una hora y treinta y seis minutos. Ya que antes lo he nombrado, podríamos decir que se trata de un western pálido.









Valoración:                           5/10













27 abril 2024

Los últimos guerreros (1995)

 








Hace unos años era más reacio a las películas de la década de los 90 del pasado siglo, pero poco a poco voy dándole oportunidades, preferentemente a las de la primera mitad de la década, y sorprendentemente todavía hay bastantes películas interesantes, y desconocidas, como ésta, que hasta podría calificar, siempre en mi opinión, como una pequeña joya oculta.

Cuando no le dedicaba este tiempo al cine y era un aficionado con mucho menos conocimiento, me costaba diferenciar entre Tom Skerrit, Tom Selleck y Tom Berenger, el protagonista de hoy. En especial los dos primeros a veces tenían looks parecidos, con bigote, pero sobre todo que los tres nombres se me parecían.

No he visto excesivas películas de ninguno de ellos, pero más o menos ya los tengo totalmente ubicados y diferenciados, y sé que Skerrit (del que hace más tiempo que no veo nada y ya por encima de los 90 años), tiene un papel protagonista en Alien y también trabajó en Top Gun. De Selleck, cuyo quizás su papel más representativo sea en la serie Magnum, le vi en La Gran Ruta Hacia China, y Tom Berenger tiene un bagaje quizás más importante.


Y es que en su momento podría quizás hasta parecer el sucesor de Paul Neman, con sus ojos azules, y un ligero parecido físico, pero habitualmente siempre le he visto un poco pasado de peso y con la impresión de ser un poco descuidado o no interesarle ese gran estrellato.
De hecho, pensaba que era una apreciación mía, pero me he encontrado con esta cita que hace más extendida esta consideración, "ganó el papel de Butch Cassidy en Los primeros golpes de Butch Cassidy y Sundance (1979) por su parecido con Paul Newman".

De hecho su bagaje en los años 80 no fue ni muy prolífico ni muy exitoso, aunque interviniera en películas como Platoon o Nacido el 4 de julio (nominadas ambas al Óscar a la mejor película, así como también otras dos en las que ha intervenido, Reencuentro y Origen), y sus papeles más recordados llegan en la década de los 90, en películas como Jugando en los Campos del Señor, Acosada (película de la que parece no guardar muy buen recuerdo) y sobre todo El Sustituto.

Realmente se podría hacer una lista de películas más importante, y casi más extensa, con las que estuvo a punto de conseguir un papel, pero que finalmente fue a manos de otro actor.

Por ejemplo, en esta película cuenta con la misma voz de doblaje con la que vemos a Kevin Costner en sus películas, y que también podría haber interpretado esta película perfectamente. Pues al parecer Berenger fue candidato a cuatro papeles que finalmente cayeron todos en manos de Costner, en las películas, Los Intocables de Eliot Ness, Los Búfalos de Durham, Bailando con Lobos y JFK.

También estuvo en el casting para protagonizar películas tan importantes como Jungla de Cristal, Robocop y Pretty Woman, nada más y nada menos.


Es la única película dirigida por Tab Murphy (y resulta extraño viendo el buen resultado que consiguió), quien también escribió el guión a principios de la década de 1980 y le llevó más de 10 años conseguir financiación para la película. En un artículo del Chicago Tribune, Murphy dijo: "Esta, para mí, es una pequeña historia personal, porque realmente refleja muchos de mis intereses mientras crecía: la naturaleza, los indios, los animales, la aventura..."

Uno a veces se pregunta por qué unas películas tienen tanto éxito, y otras relativamente parecidas caen completamente en el anonimato.
Además de a Bailando con Lobos, la película también se puede dar un aire a El Último Mohicano (de hecho los títulos originales son muy parecidos, Last of the Dogmen frente a The last of the Mohicans) en líneas generales, y luego en algunos detalles menores a otras como El Fugitivo, Caída Libre o Máximo Riesgo, tres de ellas muy conocidas y con éxito en taquilla, mientras ésta en cambio no creo que sea muy conocida aquí en España.

Y es que tanto ésta película, como Máximo Riesgo, así como la saga de Rambo tienen en común al productor libanés Mario Kassar, que además coincidió con el tercer actor protagonista de esta película, Kurtwood Smith, en Rambo III.


La segunda pata de la película, después de Tom Berenger, es una siempre fiable Barbara Hershey, a la que había visto hace poco en Vidas Distantes, y a la que todavía no he visto desafinar.

Aunque se intenta ambientar en Montana, la película está rodada en Canadá, siendo especialmente notable el Parque Nacional de Banff, en la región de Alberta, proporcionando un clima y un entorno idílicos para esta historia (la buena banda sonora también contribuye a ello) y ofreciendo estampas de gran belleza, como una increíble cascada, que es uno de los accidentes geográficos que más me gustan, y que últimamente están presentes en las películas que veo.

Y es que hay una frase en la película que me incitó a detenerla y anotarla, y que refleja porque este tipo de películas me gustan en especial. 
"Estar al aire libre me resulta muy estimulante, muy vitalista" 
A mi también y más si es con poca gente y la gente adecuada.










Valoración:                                8/10












18 julio 2022

Los diez osados (1960)





Hace unos días fallecía un veterano actor secundario, L. Q. Jones, al que seguramente mucha gente no conozca, pero el que yo tenía gran aprecio por un episodio de El Equipo A y por su papel de Loomis en la gran película Cometieron dos errores.

Un actor principalmente de películas del oeste, donde encajaba muy bien, dada su piel curtida y su aspecto un tanto envejecido como si realmente fuera un habitante de algún rancho del oeste de los Estados Unidos.

Para ver algo suyo en homenaje, me llamó claramente la atención esta película, mitad aventuras, mitad western, de Walt Disney, que durante la década de los 50 y los 60 realizó bastantes películas de este perfil aunque pueda parecer extraño. Evidentemente suelen ser películas más edulcoradas, sin violencia o muertes, como suele ser una de las principales señas de identidad de cualquier buen western que se precie.


Una película básicamente de actores secundarios, donde el más importante es Ben Johnson, que precisamente compartió reparto con L.Q. Jones en la mencionada Cometieron dos errores, y que tiene una amplia filmografía, siendo además de esos actores típicos de westerns, que además de no morir joven como otros muchos, supo reciclarse hacia otros géneros cuando el género tocó a su ocaso a finales de los años 60, aproximadamente.

Sorprendentemente el protagonista es de los actores menos conocidos del reparto, y aunque interpreta bien su papel, es curioso que en una película del oeste con actores conocidos, el protagonismo recaiga en alguien más anónimo y sin carisma, cosa que Disney supongo tenía muy en cuenta.

Una película sobre exploradores que rápidamente me trajo a la cabeza dos de ellas, las cuales me gustan mucho, Paso al Noroeste y Horizontes Azules, especialmente esta segunda, y que mezclan muy bien esos dos géneros que tanto disfruto como son el western y las aventuras.


Lo cierto es que la primera parte me resultó un poco monótona. Los eventos y los paisajes parecen un poco repetitivos, casi como si se estuviera en un bucle. Mucho plano corto, mucho color ocre, haciendo la película casi monocolor, y ausencia de paisajes y de planos más amplios para dotar a la película de más interés y realmente trasladar al espectador a donde realmente se ambienta la película, que es el curso del Río Colorado acercándose al Gran Cañón.

La segunda parte se vuelve más interesante, con más desarrollo de las personalidades de los protagonistas, conflictos, una especia de motín ...
También hay más sensación de aventura, aparecen mejores tomas de fotografía e incluso, aunque residualmente, aparecen los indios.
La película va de menos a más pero le falta algo para acabar de enganchar y convertirla en una película interesante, recomendable o imprescindible de ver.










Valoración:                              6/10













16 julio 2021

Asesino invisible (1977)

 





Decidí apostar por una segunda película consecutiva de esa lista "Carsploitation" y me decanté por ésta, que quizás sea más conocida, sobre todo entre los aficionados al género o los amantes de la película El diablo sobre ruedas de Steven Spielberg, de la que claramente está influenciada.

Y el comienzo no podía ser mejor, con un paseo en bicicleta por unas pintorescas carreteras de montaña, en este caso en las proximidades del Zion National Park, en Utah, utilizando otros bonitos lugares de este estado para la filmación, como Snow Canyon, Glen Canyon o Red Rock Canyon State Park, además de la localidad de Hurricane, en uno de los estados más bonitos de los Estados Unidos junto al adyacente de Arizona y a donde espero poder ir una vez en mi vida.

Ese comienzo me recordaba a una de las escasas películas de bicicletas que hay, La carrera de la vida, aunque ésta se rodó en el vecino estado de Colorado.


La película, aquí llamada Asesino invisible y cuyo título original es The Car, tuvo curiosamente títulos variopintos en otros países de Europa, por ejemplo

- "Mechanical Hell" (Francia) 

- "El coche negro" (Italia); 

- "El diablo sobre ruedas" (Alemania) 

- "El coche: la máquina del diablo" (Portugal)


Como queda claro casi sin ver empezar la película está claro que la película está influenciada por El diablo sobre ruedas, cambiando el camión por un coche.
Un coche, que en este caso fue elegido el modelo Lincoln Continental Mark III

Se construyeron cuatro automóviles para la película. Uno se utilizó para primeros planos, mientras que tres se utilizaron para escenas de acrobacias. Dos de los coches fueron destruidos durante el rodaje de la película y uno de los coches se guarda en una colección privada.

Para darle al coche un aspecto siniestro, como lo solicitó el director Elliot Silverstein, el personalizador de autos George Barris hizo que el techo del auto fuera tres pulgadas (7.6 cm) más bajo de lo habitual y modificó sus guardabarros laterales esa misma longitud nuevamente, tanto más altos como más largos.

Este personalizador de coches había fabricado ya anteriormente vehículos para estrellas del cine Clark Gable, Frank Sinatra, Bob Hope o Elvis Presley, y había realizado el Batmóvil de la versión de 1966 de Batman.


Además de El diablo sobre ruedas de Steven Spielberg, que fue una inspiración directa (ya mencionada), otras películas de vehículos asesinos, antes y después, son 

Mary Mary Blood Mary 

Crash  

Christine

Quentin


Como características de la película propias de los años 70 están especialmente el mundo rural o pequeñas poblaciones, los sheriffs y la ausencia de actores conocidos, aunque me resultó curioso encontrarme a un actor que también estaba en la última película, R.G. Armstrong.

La película se estreno un viernes 13, supongo que para darle un toque más de miedo a la misma, aunque para mi realmente se puede encajar en muchos géneros, desde Ciencia Ficción, Acción o Misterio, que quizás de elegir sólo uno sea el más apropiado.

Y además de un gran inicio, y una película interesante en general, el fotograma final me resultó francamente bueno e inesperado, ya que habitualmente no me suelo encontrar algo así de bonito o impactante, si no más bien una buena canción de cierre.





Valoración:                                    7/10









22 agosto 2020

Manto negro (1991)

 




Por el 80 cumpleaños del director australiano Bruce Beresford me puse a investigar entre su filmografía y además de ver que es el director de una película famosa que ganó algún Óscar, como es Paseando a Miss Daisy, me llamó mucho la atención esta película.

Se necesitaron más de cuatro años para encontrar financiación para la película. Ningún estudio estadounidense estaba interesado en hacerlo porque se trataba de religión, por lo que finalmente la financiación se recaudó de fuentes europeas y canadienses. 

Incluso con el nominado al Óscar Bruce Beresford expresando su deseo de estar a la cabeza, los inversionistas canadienses fueron muy difíciles de convencer hasta que la película anterior de Beresford, Paseando a Miss Daisy (1989), ganó el Oscar de 1989 a la Mejor Película. El éxito de Bailando con lobos (1990) también fue fundamental para ayudar a que se hiciera la película.

Decía Beresford que leyó la novela cuando estaba de paso por Los Ángeles en 1985. Siempre había sido un gran admirador de las novelas de Brian Moore y la consideró una novela histórica muy diferente a las demás. Le impresionó por muchas razones. Una era simplemente la novedad. No sabía nada en absoluto sobre la vida de los pioneros en Canadá en el siglo XVII y de repente leer esta historia sobre estos indios increíblemente salvajes y estos viajeros franceses valientes que intentaban colonizarlos fue muy sorprendente. 

Continuaba que en particular, el sacerdote Laforgue, fue significativo, tratando de convertir a los indios al cristianismo y bautizarlos. Viajó por todo el mundo para tratar de convencer a los indios de que estaban viviendo mal sus vidas porque no van a ir al cielo. Mirando hacia atrás desde el siglo, esto parece, en muchos sentidos, una locura. Pero tenían su propio enfoque del mundo elaborado y, en términos de puntos de vista del siglo XVII, pensaban que les estaban haciendo un gran favor a los indios. Es fascinante que la fé de alguien pueda ser tan fuerte.

Lo que realmente le interesó de Manto negro (1991), aparte de que es una gran historia, es ese choque entre las culturas europea y nativa americana. Las películas de época son siempre difíciles de hacer.  Había que entender cómo pensaba alguien como Laforgue. Tenía una obsesión por llevar a todos al cielo, un concepto que pocas personas en estos días se toman en serio. 

Añadía Beresford que su trabajo era convencer a la audiencia de que esto es importante. . . Creía que, incluso si no tienes fe religiosa alguna o, incluso si desprecias a los jesuitas, todavía la encontrarás como una historia interesante. Es un maravilloso estudio de la obsesión y el amor. Y es una maravillosa aventura del espíritu y del cuerpo. Lo que hicieron esas personas, ir a un país donde los inviernos eran mucho más severos que cualquier cosa que hubieran conocido en Europa, conocer gente que era mucho más feroz que cualquiera que hubieran conocido. . . Tener que lidiar con estas personas nos muestra algo de humanidad en su máxima expresión. Es el equivalente a la gente de hoy que entra en transbordadores espaciales y se va al espacio. Se necesita un valor increíble para hacer esto.


Unas valoraciones francamente interesantes acerca de esta interesante película, que entre las conocidas podríamos decir que puede tener semejanzas, bastantes, con La misión y alguna también con El último Mohicano.

Una co-producción entre Australia y Canadá, sin actores conocidos (más allá de que la actriz protagonista trabaja en Rapa Nui que la vi no hace mucho) y casi todos autóctonos de Canadá, pero que produjo un gran resultado.

La ferocidad de las escenas de tortura provocó acusaciones de racismo por parte de los nativos americanos. Sin embargo, el autor de la novela, Brian Moore, que había realizado una extensa investigación sobre el tema, en realidad había atenuado la violencia documentada tanto para su libro como para su guión.

Un apasionante viaje de vida y muerte, de valentía y de miedo, a través de unas tierras hostiles, en lo climatológico y en lo humano, pero francamente hermosas en lo paisajístico.






Valoración:                            7/10










26 abril 2020

Los osos y yo (1974)









No debe ser fácil para el hijo de un gran actor llevar ese apellido de nuevo a lo más alto, cuando te dedicas a lo mismo que a tu padre. Y es que son muy pocos los casos en los que un hijo ha podido o estado cerca de emular la fama de su padre y alcanzar sus cotas en el mundo cinematográfico.

Quizás el mayor ejemplo lo tenemos en Michael Douglas, que sin llegar a la altura de su padre Kirk, si que ha tenido una carrera importante y destacada. Pero aunque algunos se deciden a dedicarse a la misma profesión que su padre, algunos pasan totalmente desapercibidos, suelen tener un carrera discreta y poco protagonista.

Así pues, aunque Patrick Wayne no es de los peores ejemplos, era imposible alcanzar la reputación de su padre John Wayne, si que tiene una carrera más o menos decente, pero por ejemplo otros que se me vienen a la cabeza ahora, como el hijo de Robert Mitchum, el de Gary Busey porque pude ver una película suya (si no ni le conocería) o el hijo de Sylvester Stallone, que le acompañó en la quinta entrega de Rocky, interpretando precisamente a su hijo, y que tristemente falleció hace poco tiempo, son ejemplos de que el apellido les vino muy grande.

Debutó con mínimos papeles, el primero de ellos a la edad de 11 años, en el clásico de su padre Río Grande y siguió así hasta que empezó a tener algo más de protagonismo, pero tampoco le salió muy bien y volvió a trabajar con su padre para seguir madurando, en películas como Los comancheros, El Álamo, La taberna del irlandés, El gran McLintock y Boinas Verdes.

Finalmente consiguió separarse de la sombra de su padre siendo quizás la década de los 70 su mejor época y su papel del capitán Sinbad en Sinbad y el ojo del tigre, posiblemente su personaje más importante.
Luego rápidamente languideció su carrera, veo que hasta trabajó en un episodio de Macgyver, en el que recordaba que fuera él y desde hace 23 años no actúa, habiéndose dedicado prácticamente en exclusiva en todo este tiempo a la fundación John Wayne contra el cáncer desde que muriera su hermano mayor.


Las películas que suelen tener animales como protagonistas suelen ser familiares, amables y agradables, salvo cuando entra en escena algún animal o muy grande y fiero, estilo King Kong, o algún perro rebelde que parece el propio diablo.

Los animales protagonistas en películas, que ya no sólo están restringidos a las películas de animación, (aunque ésta es una película de Walt Disney, que quizás sean los mayores expertos en este tipo de género), suelen ser perros en su gran mayoría, pero también los primates tienen su dosis de protagonismo y los osos tampoco están faltos de presencia en escena.

Aquí una lista de películas sobre osos.

Bear movies


Rodada en la Columbia británica, suele ser una zona con tradición de reservas indias y el paraje queda perfecto para la historia.

En algunos momentos me recuerda a la famosa serie de dibujos animados El bosque de Tallac, con Jackie y Nuca, aunque ésta está ambientada en el Lago Tahoe en California, pero la historia y muchas escenas parecen sacadas de ahí.










Valoración:                                    7/10














26 marzo 2020

El tesoro de la selva perdida (1985)









Recientemente fallecía a los 92 años el actor Stuart Whitman.
Seguramente no muy conocido por muchos pero llegó a tener una nominación a los Óscar como mejor actor por Hombre marcado (1961) y además tiene una estrella en el paseo de la fama de Hollywood.
Yo lo conocía pero básicamente por su trabajo en dos episodios de El equipo A, donde hacían colaboraciones puntuales (quitando a George Peppard que era uno de los protagonistas) grandes actores ya pasada su fase de esplendor, y también por su intervención en Los comancheros, donde tuvo el privilegio de trabajar junto al gran mito del cine del oeste, John Wayne, lo que seguramente le ayudó en su posterior trabajo y candidatura al Óscar en 1961.

Estuvo en la armada americana donde se convirtió en un buen boxeador del peso semi pesado, llegando a ganar 32 peleas y cuando abandonó la armada en 1948 estudió derecho y arte dramático en Los Ángeles.

Nunca tuvo un gran papel pero estuvo a punto de participar en Psicosis.
No obstante se calcula que tenía una fortuna de unos 100 millones de dólares de 1998 gracias a exitosas operaciones financieras.


Buscando alguna película suya para ver como homenaje me encontré con ésta y no lo dudé ni un momento.
Tenía muchos ingredientes que me gustaban y evidentemente no me decepcionó nada ... a pesar de la mala valoración que tiene y el escaso conocimiento de la misma.
Y es algo que ya me ha pasado más veces con su director, el méjicano René Cardona Jr.
He de reconocer que las dos películas que había visto hasta ahora suyas, eran más criticables y merecedoras de una valoración más baja, Ciclón y El rey de los gorilas, por falta de recursos principalmente, se notaba el poco presupuesto de las mismas.
Pero aquí incorpora buenos actores, además de Whitman, Donald Pleasence y en menor medida Pedro Armendariz Jr., muy buenas localizaciones y fotografía y una buena dosis de aventura, acción y misterio.

Y es que está muy mitificado Indiana Jones como el gran valedor de películas sobre tesoros, junglas y arqueología, pero realmente en ninguna de sus tres primeras películas hay más allá de 5 minutos sobre las tres cosas juntas.

Aunque lo habitual suelen ser ciudades perdidas, oro, ídolos ... aquí el tesoro es diferente y sorprendente. 
Si el otro día valoraba a las diferentes tribus indias del oeste americano y su peligro, aquí sin duda aparece la más peligrosa de todo sudamérica, los jíbaros, que dan un aliciente también a la película.

Con cierto recuerdo a La selva esmeralda, me ha parecido una más que interesante película y seguiré apostando por otras de René Cardona Jr. en el futuro.
Aquí alguna lista de películas relacionadas para los que como a mi os pueda gustar ésta y querer ver alguna parecida.
















Valoración:                                7/10















16 marzo 2020

Paz rota (1952)









Como el fin de semana dio mucho de si, sobre todo en lo cinematográfico, decidí dar paso a una película del oeste, que ya hacía tiempo que no veía una.
Los que crecimos con dos canales en la televisión primero y cinco después, con una solo tele en casa, posiblemente seamos aficionados a este género gracias a nuestros padres y precisamente solía ser la sobremesa del sábado o el domingo el momento más propicio para que uno de esos canales que existían a finales de los 80 emitiera un Western.

Y dentro de los Westerns, una buena película de indios con alguna zona emblemática del oeste americano son mi predilección.
En ese aspecto soy un tanto reticente a los prestigiosos Spaghetti Western, y dentro de la descripción que hecho evidentemente la mejor película sin duda, del oeste y de las mejores de la historia, me parece Centauros del desierto.

Aquí el comienzo iba bien, porque reunía cuatro grandes ingredientes para una película del oeste

- Indios
- Territorio ideal de rodaje
- Caravanas
- Fuerte


Me atrajo mucho especialmente al mirar previamente las localizaciones de rodaje, el que apareciera como sitio principal el Parque Nacional de Arches en Utah (EEUU).
Uno de mis anhelos siempre ha sido ir a Estados Unidos, concretamente a la mitad oeste. Este año estaba haciendo un planning por si se dieran las circunstancias y pudiera ir, y de las cosas más atractivas para mi son todo este tipo de Parques Nacionales en los cuales se suele haber rodado más de una película del oeste, como éste, el Cañón de Chelly donde se rodó El oro de MacKenna, o el Monument Valley donde se han rodado multitud de ellas.

Dirigida por George Sherman, un prolífico director que llegó a acumular casi 100 largometrajes desde su debút en 1937 hasta 1960, algo realmente admirable, predominando claramente el Western.

Otro atractivo era el de ver a Jeff Chandler, ese actor famoso por tener el pelo blanco desde muy jóven, digamos que él y Yul Brynner tenían ambos una característica capilar muy peculiar entre los actores de aquella época, haciendo de indio, cosa que hizo en más películas, y que consiguió un parecido muy bueno con Cicatriz, el jefe indio de la película Centauros del desierto, y a la sazón para mi la mejor interpretación de un piel roja en el cine.
Chandler falleció muy prematuramente, con sólo 42 años, de complicaciones de una operación de hernia discal.

Aquí se trata de indios Apaches, con la sub tribu Chiricaua también nombrada. Sería curioso saber el porcentaje de cada tribu india en la historia del cine, y sobre todo cuáles eran los más temidos. Yo siempre he pensado que son los Comanches a pesar de no tener grandes jefes que hayan pasado a la historia. Aquí en cambio aparecen caracterizados Gerónimo y Cochise, dos de los más famosos con los Sioux Toro Sentado y Caballo Loco.

El caso es que la película está bien, pero esperaba un poquitín más, quizás la escasa variedad de localizaciones a pesar del sitio donde se estaba rodando y la no muy elaborada fase de estrategia de la lucha.








Valoración:                                 6/10















21 julio 2018

Siete ciudades de oro (1955)







Para sacarme de encima esas dos películas seguidas que me resultaron rallantes, decidí dar un cambio radical en la elección y pasar a algo seguro para mis gustos.
Así que entre la presencia de Anthony Quinn, el título (al que luego poco se parecía el argumento de la película, como muchas veces) y la historia que contaba me decidí por ella.

Además es un género del que realmente conozco pocas películas, época colonial española, pero en Estados Unidos, no en Sudamérica.

Aquí he encontrado una lista interesante sobre películas acerca de la conquista de América por los españoles

Lista 1

Y aquí otra lista con películas que narran hechos históricos ocurridos entre 1500 y 1789 que también puede ser interesante revisar

Lista 2


Una mezcla de aventuras histórica, con parecidos con La Misión, con Camino de Oregón, con Paso al Noroeste, o con Horizontes Azules, películas que comparten algunos aspectos con ésta, bien sea por el tema misionero, por el tema de exploración territorial, por los indios o por el tema de una caravana que se desplaza de un sitio a otro.

Basada en un personaje histórico, el fraile español (mallorquín, que se hace referencia en la película) Fran Junípero Serra y sus actividades misioneras en territorio de California.
Con un trío de actores formidable (incluso Chuck Connors hace un papel mínimo), es sorprendente como Michael Rennie eclipsa a Anthony Quinn y Jeffrey Hunter que en teoría son dos actores más importantes (también porque la película gira en torno a su personaje), aunque siempre he considerado a Rennie un grandísimo actor no muy reconocido. Es posiblemente uno de los papeles más flojos que recuerdo de Anthony Quinn de su época de plenitud, aunque también pudo influir una voz de doblaje diferente a la habitual.

Filmada entre México y California, hay un paraje realmente interesante en la película cuando transitan por un cañón, el cual desconocía, el Cañón de Topanga.








Valoración:                                       6/10









                                          Siete ciudades de oro en IMDb


                                              Siete ciudades de oro en filmaffinity