18 octubre 2024
El valle del fugitivo (1969)
27 abril 2024
Los últimos guerreros (1995)
18 julio 2022
Los diez osados (1960)
Hace unos días fallecía un veterano actor secundario, L. Q. Jones, al que seguramente mucha gente no conozca, pero el que yo tenía gran aprecio por un episodio de El Equipo A y por su papel de Loomis en la gran película Cometieron dos errores.
Un actor principalmente de películas del oeste, donde encajaba muy bien, dada su piel curtida y su aspecto un tanto envejecido como si realmente fuera un habitante de algún rancho del oeste de los Estados Unidos.
Para ver algo suyo en homenaje, me llamó claramente la atención esta película, mitad aventuras, mitad western, de Walt Disney, que durante la década de los 50 y los 60 realizó bastantes películas de este perfil aunque pueda parecer extraño. Evidentemente suelen ser películas más edulcoradas, sin violencia o muertes, como suele ser una de las principales señas de identidad de cualquier buen western que se precie.
Una película básicamente de actores secundarios, donde el más importante es Ben Johnson, que precisamente compartió reparto con L.Q. Jones en la mencionada Cometieron dos errores, y que tiene una amplia filmografía, siendo además de esos actores típicos de westerns, que además de no morir joven como otros muchos, supo reciclarse hacia otros géneros cuando el género tocó a su ocaso a finales de los años 60, aproximadamente.
Sorprendentemente el protagonista es de los actores menos conocidos del reparto, y aunque interpreta bien su papel, es curioso que en una película del oeste con actores conocidos, el protagonismo recaiga en alguien más anónimo y sin carisma, cosa que Disney supongo tenía muy en cuenta.
Una película sobre exploradores que rápidamente me trajo a la cabeza dos de ellas, las cuales me gustan mucho, Paso al Noroeste y Horizontes Azules, especialmente esta segunda, y que mezclan muy bien esos dos géneros que tanto disfruto como son el western y las aventuras.
Lo cierto es que la primera parte me resultó un poco monótona. Los eventos y los paisajes parecen un poco repetitivos, casi como si se estuviera en un bucle. Mucho plano corto, mucho color ocre, haciendo la película casi monocolor, y ausencia de paisajes y de planos más amplios para dotar a la película de más interés y realmente trasladar al espectador a donde realmente se ambienta la película, que es el curso del Río Colorado acercándose al Gran Cañón.
También hay más sensación de aventura, aparecen mejores tomas de fotografía e incluso, aunque residualmente, aparecen los indios.
La película va de menos a más pero le falta algo para acabar de enganchar y convertirla en una película interesante, recomendable o imprescindible de ver.
16 julio 2021
Asesino invisible (1977)
Decidí apostar por una segunda película consecutiva de esa lista "Carsploitation" y me decanté por ésta, que quizás sea más conocida, sobre todo entre los aficionados al género o los amantes de la película El diablo sobre ruedas de Steven Spielberg, de la que claramente está influenciada.
Y el comienzo no podía ser mejor, con un paseo en bicicleta por unas pintorescas carreteras de montaña, en este caso en las proximidades del Zion National Park, en Utah, utilizando otros bonitos lugares de este estado para la filmación, como Snow Canyon, Glen Canyon o Red Rock Canyon State Park, además de la localidad de Hurricane, en uno de los estados más bonitos de los Estados Unidos junto al adyacente de Arizona y a donde espero poder ir una vez en mi vida.
Ese comienzo me recordaba a una de las escasas películas de bicicletas que hay, La carrera de la vida, aunque ésta se rodó en el vecino estado de Colorado.
La película, aquí llamada Asesino invisible y cuyo título original es The Car, tuvo curiosamente títulos variopintos en otros países de Europa, por ejemplo
- "Mechanical Hell" (Francia)
- "El coche negro" (Italia);
- "El diablo sobre ruedas" (Alemania)
- "El coche: la máquina del diablo" (Portugal)
Como queda claro casi sin ver empezar la película está claro que la película está influenciada por El diablo sobre ruedas, cambiando el camión por un coche.
Para darle al coche un aspecto siniestro, como lo solicitó el director Elliot Silverstein, el personalizador de autos George Barris hizo que el techo del auto fuera tres pulgadas (7.6 cm) más bajo de lo habitual y modificó sus guardabarros laterales esa misma longitud nuevamente, tanto más altos como más largos.
Este personalizador de coches había fabricado ya anteriormente vehículos para estrellas del cine Clark Gable, Frank Sinatra, Bob Hope o Elvis Presley, y había realizado el Batmóvil de la versión de 1966 de Batman.
Además de El diablo sobre ruedas de Steven Spielberg, que fue una inspiración directa (ya mencionada), otras películas de vehículos asesinos, antes y después, son
Mary Mary Blood Mary
Crash
Christine
Quentin
Como características de la película propias de los años 70 están especialmente el mundo rural o pequeñas poblaciones, los sheriffs y la ausencia de actores conocidos, aunque me resultó curioso encontrarme a un actor que también estaba en la última película, R.G. Armstrong.
La película se estreno un viernes 13, supongo que para darle un toque más de miedo a la misma, aunque para mi realmente se puede encajar en muchos géneros, desde Ciencia Ficción, Acción o Misterio, que quizás de elegir sólo uno sea el más apropiado.
Y además de un gran inicio, y una película interesante en general, el fotograma final me resultó francamente bueno e inesperado, ya que habitualmente no me suelo encontrar algo así de bonito o impactante, si no más bien una buena canción de cierre.
Valoración: 7/10
22 agosto 2020
Manto negro (1991)
Por el 80 cumpleaños del director australiano Bruce Beresford me puse a investigar entre su filmografía y además de ver que es el director de una película famosa que ganó algún Óscar, como es Paseando a Miss Daisy, me llamó mucho la atención esta película.
Se necesitaron más de cuatro años para encontrar financiación para la película. Ningún estudio estadounidense estaba interesado en hacerlo porque se trataba de religión, por lo que finalmente la financiación se recaudó de fuentes europeas y canadienses.
Incluso con el nominado al Óscar Bruce Beresford expresando su deseo de estar a la cabeza, los inversionistas canadienses fueron muy difíciles de convencer hasta que la película anterior de Beresford, Paseando a Miss Daisy (1989), ganó el Oscar de 1989 a la Mejor Película. El éxito de Bailando con lobos (1990) también fue fundamental para ayudar a que se hiciera la película.
Decía Beresford que leyó la novela cuando estaba de paso por Los Ángeles en 1985. Siempre había sido un gran admirador de las novelas de Brian Moore y la consideró una novela histórica muy diferente a las demás. Le impresionó por muchas razones. Una era simplemente la novedad. No sabía nada en absoluto sobre la vida de los pioneros en Canadá en el siglo XVII y de repente leer esta historia sobre estos indios increíblemente salvajes y estos viajeros franceses valientes que intentaban colonizarlos fue muy sorprendente.
Continuaba que en particular, el sacerdote Laforgue, fue significativo, tratando de convertir a los indios al cristianismo y bautizarlos. Viajó por todo el mundo para tratar de convencer a los indios de que estaban viviendo mal sus vidas porque no van a ir al cielo. Mirando hacia atrás desde el siglo, esto parece, en muchos sentidos, una locura. Pero tenían su propio enfoque del mundo elaborado y, en términos de puntos de vista del siglo XVII, pensaban que les estaban haciendo un gran favor a los indios. Es fascinante que la fé de alguien pueda ser tan fuerte.
Lo que realmente le interesó de Manto negro (1991), aparte de que es una gran historia, es ese choque entre las culturas europea y nativa americana. Las películas de época son siempre difíciles de hacer. Había que entender cómo pensaba alguien como Laforgue. Tenía una obsesión por llevar a todos al cielo, un concepto que pocas personas en estos días se toman en serio.
Añadía Beresford que su trabajo era convencer a la audiencia de que esto es importante. . . Creía que, incluso si no tienes fe religiosa alguna o, incluso si desprecias a los jesuitas, todavía la encontrarás como una historia interesante. Es un maravilloso estudio de la obsesión y el amor. Y es una maravillosa aventura del espíritu y del cuerpo. Lo que hicieron esas personas, ir a un país donde los inviernos eran mucho más severos que cualquier cosa que hubieran conocido en Europa, conocer gente que era mucho más feroz que cualquiera que hubieran conocido. . . Tener que lidiar con estas personas nos muestra algo de humanidad en su máxima expresión. Es el equivalente a la gente de hoy que entra en transbordadores espaciales y se va al espacio. Se necesita un valor increíble para hacer esto.
Unas valoraciones francamente interesantes acerca de esta interesante película, que entre las conocidas podríamos decir que puede tener semejanzas, bastantes, con La misión y alguna también con El último Mohicano.
Una co-producción entre Australia y Canadá, sin actores conocidos (más allá de que la actriz protagonista trabaja en Rapa Nui que la vi no hace mucho) y casi todos autóctonos de Canadá, pero que produjo un gran resultado.
La ferocidad de las escenas de tortura provocó acusaciones de racismo por parte de los nativos americanos. Sin embargo, el autor de la novela, Brian Moore, que había realizado una extensa investigación sobre el tema, en realidad había atenuado la violencia documentada tanto para su libro como para su guión.
Un apasionante viaje de vida y muerte, de valentía y de miedo, a través de unas tierras hostiles, en lo climatológico y en lo humano, pero francamente hermosas en lo paisajístico.
Valoración: 7/10
26 abril 2020
Los osos y yo (1974)
No debe ser fácil para el hijo de un gran actor llevar ese apellido de nuevo a lo más alto, cuando te dedicas a lo mismo que a tu padre. Y es que son muy pocos los casos en los que un hijo ha podido o estado cerca de emular la fama de su padre y alcanzar sus cotas en el mundo cinematográfico.
Quizás el mayor ejemplo lo tenemos en Michael Douglas, que sin llegar a la altura de su padre Kirk, si que ha tenido una carrera importante y destacada. Pero aunque algunos se deciden a dedicarse a la misma profesión que su padre, algunos pasan totalmente desapercibidos, suelen tener un carrera discreta y poco protagonista.
Así pues, aunque Patrick Wayne no es de los peores ejemplos, era imposible alcanzar la reputación de su padre John Wayne, si que tiene una carrera más o menos decente, pero por ejemplo otros que se me vienen a la cabeza ahora, como el hijo de Robert Mitchum, el de Gary Busey porque pude ver una película suya (si no ni le conocería) o el hijo de Sylvester Stallone, que le acompañó en la quinta entrega de Rocky, interpretando precisamente a su hijo, y que tristemente falleció hace poco tiempo, son ejemplos de que el apellido les vino muy grande.
Debutó con mínimos papeles, el primero de ellos a la edad de 11 años, en el clásico de su padre Río Grande y siguió así hasta que empezó a tener algo más de protagonismo, pero tampoco le salió muy bien y volvió a trabajar con su padre para seguir madurando, en películas como Los comancheros, El Álamo, La taberna del irlandés, El gran McLintock y Boinas Verdes.
Finalmente consiguió separarse de la sombra de su padre siendo quizás la década de los 70 su mejor época y su papel del capitán Sinbad en Sinbad y el ojo del tigre, posiblemente su personaje más importante.
Luego rápidamente languideció su carrera, veo que hasta trabajó en un episodio de Macgyver, en el que recordaba que fuera él y desde hace 23 años no actúa, habiéndose dedicado prácticamente en exclusiva en todo este tiempo a la fundación John Wayne contra el cáncer desde que muriera su hermano mayor.
Las películas que suelen tener animales como protagonistas suelen ser familiares, amables y agradables, salvo cuando entra en escena algún animal o muy grande y fiero, estilo King Kong, o algún perro rebelde que parece el propio diablo.
Los animales protagonistas en películas, que ya no sólo están restringidos a las películas de animación, (aunque ésta es una película de Walt Disney, que quizás sean los mayores expertos en este tipo de género), suelen ser perros en su gran mayoría, pero también los primates tienen su dosis de protagonismo y los osos tampoco están faltos de presencia en escena.
Aquí una lista de películas sobre osos.
Bear movies
Rodada en la Columbia británica, suele ser una zona con tradición de reservas indias y el paraje queda perfecto para la historia.
En algunos momentos me recuerda a la famosa serie de dibujos animados El bosque de Tallac, con Jackie y Nuca, aunque ésta está ambientada en el Lago Tahoe en California, pero la historia y muchas escenas parecen sacadas de ahí.
Valoración: 7/10
26 marzo 2020
El tesoro de la selva perdida (1985)
Seguramente no muy conocido por muchos pero llegó a tener una nominación a los Óscar como mejor actor por Hombre marcado (1961) y además tiene una estrella en el paseo de la fama de Hollywood.
Nunca tuvo un gran papel pero estuvo a punto de participar en Psicosis.
No obstante se calcula que tenía una fortuna de unos 100 millones de dólares de 1998 gracias a exitosas operaciones financieras.
Buscando alguna película suya para ver como homenaje me encontré con ésta y no lo dudé ni un momento.
Tenía muchos ingredientes que me gustaban y evidentemente no me decepcionó nada ... a pesar de la mala valoración que tiene y el escaso conocimiento de la misma.
Pero aquí incorpora buenos actores, además de Whitman, Donald Pleasence y en menor medida Pedro Armendariz Jr., muy buenas localizaciones y fotografía y una buena dosis de aventura, acción y misterio.
16 marzo 2020
Paz rota (1952)
Como el fin de semana dio mucho de si, sobre todo en lo cinematográfico, decidí dar paso a una película del oeste, que ya hacía tiempo que no veía una.
Los que crecimos con dos canales en la televisión primero y cinco después, con una solo tele en casa, posiblemente seamos aficionados a este género gracias a nuestros padres y precisamente solía ser la sobremesa del sábado o el domingo el momento más propicio para que uno de esos canales que existían a finales de los 80 emitiera un Western.
Y dentro de los Westerns, una buena película de indios con alguna zona emblemática del oeste americano son mi predilección.
En ese aspecto soy un tanto reticente a los prestigiosos Spaghetti Western, y dentro de la descripción que hecho evidentemente la mejor película sin duda, del oeste y de las mejores de la historia, me parece Centauros del desierto.
Aquí el comienzo iba bien, porque reunía cuatro grandes ingredientes para una película del oeste
- Indios
- Territorio ideal de rodaje
- Caravanas
- Fuerte
Me atrajo mucho especialmente al mirar previamente las localizaciones de rodaje, el que apareciera como sitio principal el Parque Nacional de Arches en Utah (EEUU).
Uno de mis anhelos siempre ha sido ir a Estados Unidos, concretamente a la mitad oeste. Este año estaba haciendo un planning por si se dieran las circunstancias y pudiera ir, y de las cosas más atractivas para mi son todo este tipo de Parques Nacionales en los cuales se suele haber rodado más de una película del oeste, como éste, el Cañón de Chelly donde se rodó El oro de MacKenna, o el Monument Valley donde se han rodado multitud de ellas.
Dirigida por George Sherman, un prolífico director que llegó a acumular casi 100 largometrajes desde su debút en 1937 hasta 1960, algo realmente admirable, predominando claramente el Western.
Otro atractivo era el de ver a Jeff Chandler, ese actor famoso por tener el pelo blanco desde muy jóven, digamos que él y Yul Brynner tenían ambos una característica capilar muy peculiar entre los actores de aquella época, haciendo de indio, cosa que hizo en más películas, y que consiguió un parecido muy bueno con Cicatriz, el jefe indio de la película Centauros del desierto, y a la sazón para mi la mejor interpretación de un piel roja en el cine.
Chandler falleció muy prematuramente, con sólo 42 años, de complicaciones de una operación de hernia discal.
Aquí se trata de indios Apaches, con la sub tribu Chiricaua también nombrada. Sería curioso saber el porcentaje de cada tribu india en la historia del cine, y sobre todo cuáles eran los más temidos. Yo siempre he pensado que son los Comanches a pesar de no tener grandes jefes que hayan pasado a la historia. Aquí en cambio aparecen caracterizados Gerónimo y Cochise, dos de los más famosos con los Sioux Toro Sentado y Caballo Loco.
El caso es que la película está bien, pero esperaba un poquitín más, quizás la escasa variedad de localizaciones a pesar del sitio donde se estaba rodando y la no muy elaborada fase de estrategia de la lucha.
Valoración: 6/10
21 julio 2018
Siete ciudades de oro (1955)
Para sacarme de encima esas dos películas seguidas que me resultaron rallantes, decidí dar un cambio radical en la elección y pasar a algo seguro para mis gustos.
Así que entre la presencia de Anthony Quinn, el título (al que luego poco se parecía el argumento de la película, como muchas veces) y la historia que contaba me decidí por ella.
Además es un género del que realmente conozco pocas películas, época colonial española, pero en Estados Unidos, no en Sudamérica.
Aquí he encontrado una lista interesante sobre películas acerca de la conquista de América por los españoles
Lista 1
Y aquí otra lista con películas que narran hechos históricos ocurridos entre 1500 y 1789 que también puede ser interesante revisar
Lista 2
Una mezcla de aventuras histórica, con parecidos con La Misión, con Camino de Oregón, con Paso al Noroeste, o con Horizontes Azules, películas que comparten algunos aspectos con ésta, bien sea por el tema misionero, por el tema de exploración territorial, por los indios o por el tema de una caravana que se desplaza de un sitio a otro.
Basada en un personaje histórico, el fraile español (mallorquín, que se hace referencia en la película) Fran Junípero Serra y sus actividades misioneras en territorio de California.
Con un trío de actores formidable (incluso Chuck Connors hace un papel mínimo), es sorprendente como Michael Rennie eclipsa a Anthony Quinn y Jeffrey Hunter que en teoría son dos actores más importantes (también porque la película gira en torno a su personaje), aunque siempre he considerado a Rennie un grandísimo actor no muy reconocido. Es posiblemente uno de los papeles más flojos que recuerdo de Anthony Quinn de su época de plenitud, aunque también pudo influir una voz de doblaje diferente a la habitual.
Filmada entre México y California, hay un paraje realmente interesante en la película cuando transitan por un cañón, el cual desconocía, el Cañón de Topanga.
Valoración: 6/10
Siete ciudades de oro en IMDb
Siete ciudades de oro en filmaffinity