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21 junio 2024

Material americano (1973)

 






Ayer fallecía Donald Sutherland, notable actor canadiense, y padre del también actor Kiefer Sutherland, a quien quizás conozcan más las generaciones más jóvenes, y con el que hecho llegó a trabajar en tres películas: Hola, Mr. Dugan (1983), Forsaken (2015) y Tiempo de matar (1996) donde interpretan a personajes enemigos.

A dos de sus hijos les puso de nombre el apellido de directores con los que trabajó. Kiefer Sutherland recibió el nombre de Warren Kiefer, quien dirigió la primera película de Donald, Il castello dei morti vivi (1964), y su segundo hijo, Roeg Sutherland, recibió el nombre de Nicolas Roeg, quien lo dirigió en Amenaza en la sombra (1973).

Es un actor que tardé mucho tiempo en apreciar, durante mucho tiempo no me gustaba o no me caía bien, supongo que por algún papel antipático que vería suyo de niño (tal vez en la película Encerrado con Sylvester Stallone), y en esas edades eso significa lo que significa, sin valorar que está actuando y que realmente lo hacía muy bien.

Así que con el paso del tiempo le fui apreciando más y haciéndole participe de mi modesto blog con películas como Una árida estación blanca o Nuevos rebeldes.

Aunque pudiera parecer un actor estadounidense, era canadiense. Obtuvo su doble especialización en Ingeniería y Arte dramático de la Universidad de Toronto. Originalmente tenía la intención de convertirse en ingeniero antes de intentar actuar.
Además también participó en la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de Invierno de 2010, en Vancouver, como narrador en off que describe la historia de Canadá y también fue uno de los abanderados de la bandera olímpica.

Tenía muy buena consideración en su país, donde en 2019 recibió el CC (Compañero de la Orden de Canadá). Vivía a ratos en Saint John, New Brunswick, Canadá, y otras veces como parece lógico, en Santa Mónica, California. El grabado de su Premio Honorífico de la Academia dice: Por toda una vida de personajes imborrables, interpretados con inquebrantable veracidad. Ha tenido presencia canadiense en todo el mundo durante seis décadas, cuyo talento y carisma magnético lo han convertido en un brillante embajador y promotor de Canadá. Esta es una promoción dentro de la Orden.
Y además recibió una estrella en el Paseo de la Fama de Canadá, en Toronto, Ontario, en 2000 (posteriormente también la obtendría en el Hollywood Boulevard, en 2011).

Aunque nunca estuvo nominado a un Óscar por sus interpretaciones, si lo fueron tres de sus películas M*A*S*H, Gente Corriente y JFK: Caso abierto. Si que ganó un premio Emmy, al igual que su hijo y finalmente recibió un Óscar honorífico en 2018, que en ocasiones significa por parte de la Academia de Hollywood un mea culpa contra un actor por no haber recibido ninguna estatuilla.

Un detalle para valorar su importancia es que ha trabajado con ocho directores que han ganado un Óscar al Mejor Director: John Schlesinger, Bernardo Bertolucci, Robert Redford, Ron Howard, Oliver Stone, Barry Levinson, Clint Eastwood y Anthony Minghella.

Ayer leía en algún periódico el titular "Posiblemente el mejor actor nunca nominado a un Óscar"


Elegí esta película porque encaja muy bien en la idea del blog, películas totalmente desconocidas, pero si puede ser con algún actor conocido mejor, y además por la presencia de Jane Fonda, de la que no sé la de tiempo que hacía que no veía nada.

Con ello, como recientemente me pasó en Los Ángeles del Infierno de la mano de su hermano Peter, se juntaban también en esta película dos generaciones de actores bastante conocidas, siendo más longeva y prolífica la de los Fonda.

En realidad, la película se filmó en 1971, poco después de que Jane Fonda y Donald Sutherland coprotagonizaran la película Klute (1971), totalmente diferente a ésta. La producción requirió nuevas filmaciones y tuvo algunos retrasos y por ello no se estrenó hasta 1973. Fonda y Sutherland tuvieron brevemente una relación personal en la vida real en esa época y además trabajaron en otra película, FTA, las tres en el breve período en el que mantuvieron su relación.

Quizás Jane Fonda tenía más aureola de estrella en aquel momento, y aunque el personaje principal es claramente el de Sutherland, ella fue la que más dinero cobró del reparto. Y eso que Sutherland ya había brillado o trabajado en películas importantes y con gran reparto como Doce del Patíbulo.


El resto del elenco no es muy destacable, quitando a un siempre extraño y extravagante Peter Boyle (que hace una gran imitación durante la película del personaje de Marlon Brando en Salvaje, actor que justamente había resultado ganador del Óscar el año anterior por El Padrino), o al actor que interpreta al hermano del personaje de Sutherland, que realmente se da un buen aire a él y hace pasar por su hermano fielmente.

Si que cabe destacar la presencia como guionista de David S. Ward, que mientras estaba escribiendo este guión se le ocurrió otro mucho más interesante y trascendente, como el de El Golpe, por el que obtuvo el Óscar, y la película seis estatuillas más.


Dos películas muy distantes en valoración. Ésta está bien como homenaje a Sutherland, pero poco más en mi modesta opinión. Es una película bastante absurda, sin ningún propósito, sin un humor especialmente generoso ni ingenioso, y con personajes que carecen de lógica e interés, que parece que no saben ni cual es su rumbo ni que buscan, y que pueden sumir al espectador en una cabezada si el sueño aprieta o en cualquier distracción por la falta de emoción.

La película fracasó en taquilla y cayó en la oscuridad. Realmente podríamos decir que es un drama con toques divertidos y no una comedia. Aunque también podría calificarse como una comedia negra. Intenta ser la continuación de principios de los 70 de películas icónicas de contracultura como Easy Rider (1969).











Valoración:                                  4/10















20 agosto 2023

Vientos de tempestad (1985)

 






Igual que hace unos días vi una película de Charlie Sheen, ahora elegí una de su hermano mayor, Emilio Estévez, que decidió conservar las raíces españolas de su abuelo y conservar su nombre verdadero. Concretamente era de origen gallego, pero es un apellido que me resulta familiar porque en el pueblo de mi madre es común.

Tengo (o tenía) a Emilio Estévez por el hermano bueno y sensato de su hermano pequeño y más conocido Charlie, pero en esta película interpreta un papel más propio de su hermano. De hecho, también en esta película tiene un papel menor otro hermano de ambos, Ramón Estévez.
Me ha extrañado ver que lleva casi sin actuar desde 2006 y su filmografía no llega a los cincuenta títulos.

Aunque realmente aquí hace algo más que de actor principal, y es que compró los derechos de la novela sobre la que construyó el guión de esta película, su primer guión. Y él eligió el papel del jóven más rebelde y descarriado, a pesar de la insistencia de su padre, Martin Sheen, que le decía que él no quería hacer realmente ese papel, que eligiera el otro, a lo que Estévez se negó aduciendo que acababa de interpretar un papel parecido al que ofrecía el otro protagonista de la película.


Me ha sorprendido las similitudes que tiene la película con la que vi de su hermano hace unos días, Los chicos de al lado, ambas de 1985, y en especial el paralelismo entre los personajes que ambos interpretan, en un marco idéntico, el final del instituto (en este caso sin ninguna escena en el mismo) y el no caer en la delincuencia o desviarse del comportamiento correcto en ese difícil momento de la vida.

Les diferencia es que en aquella película los dos protagonistas tenían prospecto de delincuentes y no había uno de los dos que intentara reconducir al otro, y aquí en cambio uno interpreta una personalidad más calmada que hace que se produzca una lucha por ver que amigo convence al otro de seguir por una senda más o menos decente.

Emilio Estévez venía de hacer sus mejores películas, como Repo Man, El club de los cinco o St. Elmo, punto de encuentro, y a pesar de ello y contar en el reparto con el aura de Morgan Freeman, ésta es una película totalmente desconocida.


Aunque claro, igual habría que preguntarse cuando empezó a ser una estrella Morgan Freeman, un actor de maduración tardía, o al que nadie le supo sacar todo su provecho antes.

Posiblemente podríamos empezar a hablar de su importancia con Robin Hood: Príncipe de los ladrones (1991) y Sin perdón (1992), para alcanzar su gran repercusión con sus interpretaciones de Cadena Perpetua (1994) y Seven (1995), quedando ya desde ese momento en la cima de los actores de la actualidad.

Pero lo bueno de esa maduración tardía es que se pueden encontrar películas suyas (aunque en algunas con papeles menores, como aquí) poco conocidas, antes de hacerse mundialmente conocido, y yo lo he aprovechado de momento bien con, por ejemplo, Profesores de hoy (1984), El honor a un soldado (1986), Escuela de rebeldes (1989).

Al parecer también se intentó que Tom Cruise interpretara el papel de amigo del personaje de Emilio Estévez, pero imagino que Cruise ya tenía un caché muy alto u otros proyectos que le atrayeran más y el papel fue a recaer en un ya olvidado Craig Sheffer, un actor con cierto aire al gran Patrick Swayze, pero que no consiguió acercarse a su carisma y popularidad.










Valoración:                                     6/10













12 julio 2023

Atrapados por la violencia (1993)









Forest Whitaker es un notable actor de raza negra, de los más destacados e influyentes de finales del siglo XX y el siglo XXI, al que de pequeño siempre confundía con Lawrence Fishburne, o más que confundir no sabía con que rostro correspondía cada nombre.

Ésta es una de sus escasas apariciones como director, y además en una película para televisión. Extraña, porque por esta época de principios de los noventa, se rumoreaba que tenía un grandísimo talento también para la dirección.

Como actor tiene una trayectoria mucho más larga y reconocida, con papeles importantes en películas prestigiosas.

Para el papel de actor blanco protagonista, se eligió a Michael Biehn. Un actor bastante poco considerado y reconocido, a pesar de completar el trío de protagonistas de una película tan excepcionalmente importante como Terminator, pero claro, primero Schwarzenegger y luego Linda Hamilton le comieron el protagonismo. Pero resulta extraño que su carrera no despegase después de su papel en esta película y perdiera protagonismo rápidamente.


La verdad es que a finales de los ochenta había bastante competencia en este tipo de películas sobre barrios conflictivos o ghettos de personas de raza negra, con el trasfondo siempre similar de abandono escolar, delincuencia, crack y armas, con lo cual era difícil diferenciarse de otros largometrajes, pero a la vez era fácil aprovechar el tirón del género, en este y en otros casos con la colaboración y difusión del rap o el hip hop. De hecho en algunas de estas películas había músicos a veces como actores protagonistas, que me vengan así a la cabeza sobre todo, Tupac Shakur y Ice-T (aquí tiene un pequeño papel Busta Rhymes).

Lo que desconocemos los que nunca hemos frecuentado un lugar así, es si las películas muestran este estereotipo de barrio y de conflictividad porque es la realidad o es la ficción la que ha hecho que tengamos esa imagen que no hace honor a la realidad.
Lo que si que es una realidad, es que los actores de raza negra le dan mucho realismo a la película, creo que interpretan francamente bien en esta película y en general en determinados tipos de película.

Resultaría extraño que alguien como Forest Whitaker fuera tan irresponsable como para proyectar esta imagen de delincuencia, peligro y temeridad de sus "hermanos" si no fuera verdad, porque siempre son una piña a la hora de reivindicar sus derechos y su falta de oportunidades, y la culpa habitualmente siempre es del sistema.


Al final se hace un alegato contra las armas, como si la mera existencia de las mismas obligara a alguien a portarlas. Yo no tengo un arma encima, ni he tocado una en mi vida (salvo que valgan las de juguete o las pistolas de agua), y nadie está obligado a llevarla encima, salvo los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado. O como si estuvieran obligados a traficar con ellas. Los alegatos están bien, pero la realidad suele ser otra. Si la película muestra la realidad, las armas por si solas no son malas, los malos son los que las portan, y las portan para intimidar, para traficar con ellas y ganar dinero, para robar a punta de pistola, para imponer la ley en el barrio ... luego el problema real son las personas.


Dejo un par de listas con películas relacionadas













Valoración:                                   6/10