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15 enero 2025

La guerra de Troya (1961)

 




Si ya es difícil conseguir que la gente vea películas antiguas, que decir ya de libros antiguos, pero yo creo que sería una buena inversión dedicarle tiempo a lecturas clásicas, como La Ilíada y La Odisea de Homero, o La Eneida de Virgilio, donde se pueden leer los famosos acontecimientos de la Guerra de Troya, no sé hasta que punto realidad o mito.

El caso es que viendo una serie documental (los documentales, sobre todo de geografía, cada vez me gustan más), situó al protagonista en la ciudad actual más próxima a la antigua Troya, en la costa occidental de Turquía.

Y además ojeando el contenido del disco duro que tenía conectado en ese momento, el más antiguo de todos los que tengo, pude comprobar que estaba lleno de películas clásicas o antiguas, y entre ellas, además de la más famosa Helena de Troya, me encontré con ésta.


Es posible que la gente relativamente joven conozca la versión de 2004, Troya, que reunió un buen elenco de actores famosos y jóvenes en ese momento, como Brad Pitt, Eric Bana, Orlando Bloom o Sean Bean, otros ya más mayores o con cierta inquietud por el cine más allá de los estrenos de cartelera puede que conozcan también Helena de Troya (1955), de Robert Wise, con Stanley Baker, una jovencísima Brigitte Bardot y Rossana Podestà en el papel de Helena, y supongo que ya muy pocos conocerán esta tercera versión con Steve Reeves como único actor importante del reparto.

Esta trilogía que comento sobre la guerra de la guerra de Troya, me recuerda también a otra con cierto parecido en cuanto al conocimiento de las mismas. Me refiero a la del famoso accidente de avión del equipo de rugby uruguayo en la cordillera de Los Andes, de la que seguro la inmensa mayoría conocerán la versión que recientemente se hizo en España, La Sociedad de la Nieve (2023), algunos o quizás bastantes porque es más moderna, conozcan también la película ¡Viven! (1993), con Ethan Hawk al frente del reparto, y muy pocos, ni siquiera yo, se hayan parado a ver la pionera sobre esta historia Supervivientes de los Andes (1976), de René Cardona.

Lo cual me lleva al origen de mi blog y a como me decidí por darle una oportunidad a películas que no se han publicitado, que no se han estrenado en el cine o que no se han pasado por televisión, o que aún teniendo actores muy conocidos son antiguas o desconocidas y la gente las ignora por completo, en cambio sucumben rápidamente a la tentación cuando es un estreno, o hay un reclamo notable en forma de actor y de actriz, aunque se trata de un remake de otra película anterior.

Yo me estoy dejando por ver películas muy populares, empezando porque hace tiempo dejé de ir al cine y prácticamente de ver películas hechas en el siglo XXI, pero también otras del siglo XX que sean tremendamente populares y que casi todo el mundo conozca. A veces incluso veo repetida parte de una película que haya visto varias veces antes que algunas que por su enorme popularidad no podría escribir en el blog porque no aportaría seguramente nada que no esté ya dicho o escrito y por tanto decido dar la oportunidad a todas estas que voy comentando y que además te brindan la posibilidad de vez en cuando de sorprenderte con una joya desconocida.


Evidentemente la historia ya es conocida por cualquiera que haya visto la película y no aporta muchas cosas diferentes en el relato, pero si que lo hace desde el punto de vista del protagonista de la misma, que en esta película no es ni Helena, ni Paris, ni Héctor (que directamente ha muerto antes de empezar la película), ni Aquiles, ni Agamenón ... el protagonismo cae sobre el guerrero troyano Eneas, que encarna el actor más conocido del reparto, Steve Reeves, uno de los famosos forzudos de finales de los cincuenta y la década de los sesenta (que encarnó diferentes papeles de personajes con mucha fuerza, especilamente Hércules), en este tipo de películas del género Peplum.

Creo que Steve Reeves  fue el actor forzudo más famoso de la época, por delante de otros como Ed Fury, Gordon Scott o Mark Forest. La vida laboral como actor de Reeves fue ligada al período de vida también de este género Peplum, donde trabajó en algunas de las más importantes, principalmente películas italianas, como Hércules o Rómulo y Remo, siendo su última película en 1968 con solo 24 títulos de crédito en su filmografía.

Para aprovechar el éxito de la película Ulises de Kirk Douglas, Pietro Francisci planeó hacer una película sobre Hércules, pero buscó sin éxito durante años un actor físicamente convincente y con experiencia. Su hija vio al culturista estadounidense Steve Reeves en la película estadounidense Athena (1954, de Richard Thorpe) y lo contrató para interpretar a Hércules en 1957, cuando se rodó la película. (Reeves cobró 10.000 dólares por protagonizar la película).

Se puede decir que el período dorado de este subgénero cinematográfico comprende entre los años 1958 y 1965.

Esta también es una película italiana (aunque parece ser que se rodó en Belgrado, Serbia), quizás no de escaso presupuesto pero no comparable al de las otras dos versiones de la guerra de Troya, y para los que hayáis visto Helena de Troya, evidentemente sale perdiendo en la comparación, pero también tiene cosas interesantes, como el escenario elegido para la ciudad de Troya y el Caballo para tratarse de 1961.

En la parte menos positiva el anonimato de algunos personajes importantes en la epopeya o sobre todo las escenas de lucha, en las cuales se movilizaron a muchos extras o figurantes, pero que no se plasma en sensación bélica real, y además acaparan buena parte de la película.


A los amantes de los 80, os encontraréis con voces de doblaje familiares, y es que aunque es de 1961, la película, según El Doblaje, se dobló en 1983.

Quizás no deja de ser un peplum más, ya que está hecha en pleno apogeo del género, pero yo personalmente prefiero esta versión a la exagerada versión de 2004, que parece casi ciencia ficción más que otra cosa.

Los caballos salvajes de mi última película, dieron paso a un solo caballo, inanimado, y pacífico externamente, que ha sido de los más famosos de la historia.









Valoración:                           6/10













26 diciembre 2024

La vida de nuestro señor Jesucristo (1986)

 





Las películas habituales de Navidad suelen ser una mezcla de Papá Noel, comedia romántica, nieve, niños ... y en cambio las películas de corte biblíco o en las que está presente la figura de Jesús se dejan casi exclusivamente para Semana Santa.

Si que es cierto que la figura de Jesús está presente en no pocas películas, pero también lo es que raramente la película gira en torno a su figura. Por ejemplo, en grandes superproducciones de los 50 o los 60, su figura está flotando en el ambiente, con un peso relativamente importante, pero sin tener excesivo protagonismo, como por ejemplo en las magistrales Quo Vadis, Ben-Hur o Barrabás, quedando de ese tipo de películas como las que más representan la figura de Jesús Rey de Reyes o La historia más grande jamás contada.

Lo que también es significativo es que en la inmensa mayoría de estas películas se narra la parte adulta de la vida de Jesús, y no me suena haber visto nunca tanto detalle sobre su vida de niño o joven como en esta película, de hecho aquí en los títulos de crédito aparecen hasta 4 nombres para la infancia de Jesús, pasando luego ya a su vida adulta.

Así que por eso me llamó la atención esta película, aunque me hubiera gustado esta otra, La Natividad de Cristo, con algunos actores conocidos y una sorprendentemente joven Madeleine Stowe, pero que no he podido conseguir. Solo he visto algún vhs, por el que piden más de 100 euros y evidentemente en inglés, entiendo que esta película no se dobló al español.

Y es que no se sabe lo mismo de la vida inicial o de su infancia como si de su edad adulta y la última etapa de su vida, y por tanto no es igual de fácil de representar y tampoco tiene tanto interés como sus últimos años.

El actor que encarna aquí al Jesús adulto me transmite muy poco, me parece tremendamente inexpresivo en gestos y voz. Por ejemplo, el actor que encarna a Jesús en Ben-Hur, y al que no se le ve el rostro, tiene un impacto y una potencia tremendamente mayor en los pocos planos que sale. Un caso curioso, ya que apenas es su único crédito filmográfico.


Esta película tiene dos problemas, el primero es que ya conocemos la historia que va contar, con lo cual el factor diferencial viene principalmente por los escenarios elegidos, y en este caso ambientar una historia de Israel en México es difícil, un país mediterráneo salta a la vista y Méjico no lo es.
No obstante prefiero esos paisajes mejicanos, a las escenas en pueblos que no se parecen nada a los de oriente próximo.

En ese sentido me quedo por mayoría con la primera parte de la película frente a la segunda.

El segundo, es que evidentemente la tienes que comparar con otras películas que narran la vida de Jesús o en un concepto más amplio, películas biblícas. Y aquí todavía sale peor parada, ya que algunas de las mejores películas de la historia fueron estas superproducciones que ya he comentado antes y que ganan por goleada a ésta, en actores, localizaciones, desarrollo y montaje de la película.
de la mano de una superproducción.


Pero aquí lo que hago es calificar el valor cinéfilo de la película (siempre bajo mi criterio claro), y por muy creyente que sea y mucho que me puedan gustar estas películas, evidentemente se me queda escasa de nivel, no sé si por no estar familiarizado con el cine de este país, o porque evidentemente sus recursos cinematográficos son muy inferiores a los de cualquier otro país.

La primera parte de la película, en la que nos muestra los avatares menos conocidos de Jesús como niño, es más interesante por lo novedoso de la misma, pero la segunda, ya de adulto, en la que hace un repaso de algunos de sus episodios y milagros más famosos me ha resultado bastante pobre. Se intenta aglutinar muchos eventos en poco tiempo y ello provoca que se condense todo mucho y por ejemplo la forma de reclutar a los Apóstoles, parece como si fueras a hacer la compra rápidamente y sin fijarte mucho en lo que cojes, y luego empieza a relatar milagros concatenándolos unos con otros, sin ningún tipo de sentido ni justificación y quedando todo muy inconexo.


Esta película mejicana corrió a cargo del productor, director y guionista Miguel Zacarías, su última película, y el cual hizo varias relacionadas con la vida de Jesús, quizás por eso llegó hasta los 101 años de vida.

Así a parte de ésta tenemos

- Jesús, María y José (1972)
- Jesús, el niño Dios (1971)
- Jesús, nuestro señor (1971)
- El pecado de Adán y Eva (1969)


Justo de ésta película cogió unos segundos de metraje para el comienzo de La vida de nuestro señor Jesucristo.

En esa película estaba una de las mayores estrellas del cine mejicano, Jorge Rivero. Uno de los actores físicamente más imponentes que he conocido (sin llegar al nivel de Dwayne Johnson), no sé si era culturista, luchador, o ambas cosas.

Aquí ya había perdido su popularidad, y de hecho tiene un papel bastante residual, pero recuerdo que llegó a compartir cartel con John Wayne en un importante western como Río Lobo. Y el otro nombre reconocible, aunque también con un espacio mínimo en la película, es René Cardona, nacido en La Habana, pero que realizó su carrera en México y padre y abuelo de directores también. Aunque tiene casi 150 títulos de crédito como director, algo a lo que pocos llegan, aquí aparece entre el reparto.

Curiosamente también tiene varios títulos con la palabra Dios en su filmografía

- Arrullo de Dios (1967)
Jesús, el niño Dios (1971)
- Hoy he soñado con Dios (1972)



Una película distinta y desconocida sobre la vida de Jesús, que si esperáis que sea como las superproducciones de Hollywood mejor no la veais, pues os llevaréis una decepción, o más bien dejaréis de verla, porque tampoco hay que desdeñar que son más de dos horas de película.








Valoración:                           5/10













01 abril 2024

Scheherezade (1963)

 





Con las existencias de películas realcionadas con la Semana Santa o con La Biblia un poco maltrechas, este año no pude innovar y ver alguna inédita.
Y tampoco he visto ninguno de los grandes clásicos que habitualmente todavía reponen en los canales de televisión por estas fechas.

Especialmente tengo predilección, y casi siempre que las ponen les dedico un rato, por:

- Ben Hur
- Quo Vadis
- Barrabás (esta la echan esta noche, aunque quizás un poco fuera de lugar ya)
- Los diez mandamientos
- Rey de Reyes
- Sodoma y Gomorra


Y luego hay otra serie de películas que he visto menos y que ya hace mucho tiempo, y que algún día debería volver a ver, como:

- Sansón y Dalila
- La túnica sagrada
- Salomón y la reina de Saba


Tendré que seguir investigando, sobre todo, seguro que tengo o hay por ahí alguna versión de Adán y Eva que tengo curiosidad por ver.


Para suplir este tipo de escasas películas (o no tan escasas, pero no tengo especial interés por muchas de las miniseries que se hicieron en los 70 y los 80), de vez en cuando tiro de algún Peplum, que también pegan bastante en estos días (estuve viendo una de las muchas películas de Hércules, pero ni me gustó, y además estaba centrada en el imperio maya), o de alguna película también histórica o que se localice en esa zona de Oriente Medio, como parecía evidente que era ésta, Scheherezade, y que además tenía un pequeño motivo cristiano en el argumento, como era permitir el paso a Tierra Santa a los europeos para visitar la tumba de Cristo.

Una interesante coproducción francesa, italiana y española, con partes y personajes históricos reales, como Carlomagno y Harún Al Rasid, mezclado con otras ficticias.

La parte francesa de la película corre a cargo de su longevo director y guionista, en quizás su película más internacional, y el actor protagonista Gerard Barray, fallecido recientemente, en España, donde estaba asentado tras casarse con una española, y donde rodó la gran parte de sus últimas películas, ya más en el anonimato.

Por la parte italiana, varios actores, entre ellos Giuliano Gemma, que participó en bastantes Spaghetti Westerns y en muchas más películas.

Y por parte española, además de un guionista, dos actores pioneros en películas internacionales en España, hoy prácticamente olvidados por completo, como fueron Fernando Rey y Jorge Mistral, en dos papeles más secundarios, pero con visibilidad.

Sorprende que los otros dos actores protagonistas vinieran de dos países con mucha menor tradición e importancia en el cine, como Dinamarca (Anna Karina), y Portugal (Antonio Vilar, que también se asentó y falleció en España).


Una película totalmente desconocida, entiendo que no con un presupuesto excesivamente bajo. Una película oriental típica con todos sus ingredientes (a veces alguna está rodada totalmente en interiores y le quita el ingrediente fundamental, como pueda ser el desierto), con interiores muy ornamentales y glamourosos, bailes típicos, desierto, vestuario elegante y recargado y varias localizaciones interesantes y apropiadas para el argumento.

Con el trasfondo de los cuentos de Las Mil y Una Noches de fondo, nos encontramos con una película de héroes y villanos, desiertos inóspitos y lujosos palacios, combates medievales a espada y un nuevo romance a tres, como me sucede últimamente en bastantes películas.

Por último, tres elementos que acaban de dar fuerza y vigor a la película.

Por un lado el potente efecto que le da el sistema de grabación Eastmancolor a la película. Aunque fuera el hermano pobre del Technicolor, y supuestamente con el paso de los años parece ser que los colores desteñían, en aquel momento, y la copia que tengo yo lucen radiantes, con una gran paleta cromática.

Por otro, el rodaje, con voces bastante reconocibles y notables de la época, especialmente destacada la del personaje de Gerard Barray.

Y por último, la partitura de André Hossein, con cierto parecido en algún momento a la de Miklos Rozsa de Ben-Hur, y muy a la altura de la película.












Valoración:                                   7/10
















06 enero 2024

El cuarto Rey Mago (1985)

 





Conseguí esta película hace pocas fechas, y evidentemente, que mejor momento para verla que la noche del 5 de enero.

No sé cuanto tiene de verdad la historia (no está en La Biblia), pero aparentemente está basada en una novela y yo nunca había oído hablar acerca de este acontecimiento histórico.
Pero esta mañana me sorprendía la conexión con el cura en la misa de la Epifanía del Señor, cuando se ha puesto a hablar sobre esta historia, siendo completamente familiar para mi, como si él también hubiera visto la misma película la noche anterior, o como si me hubiera leído el pensamiento, pero me he quedado sorprendido y satisfecho por ello.

Para ser una película religiosa, hay tres detalles que me han sorprendido, por no ser habituales en este tipo de películas.

- El primero es la propia historia. Habitualmente este tipo de películas se centran en la vida de Jesús, mayoritariamente, y puntualmente aparecen otros personajes con cierto protagonismo, llegando alguno de ellos a ser el principal en alguna película (recuerdo por ejemplo una película con título Poncio Pilatos).

- El segundo es la fecha de la película. La mayoría de superproducciones centradas en la vida de Jesús, como Los diez mandamientos, Ben-Hur o Rey de Reyes, como ejemplos más significativos, son de la segunda mitad de la década de los cincuenta del siglo XX o la primera mitad de la década de los sesenta. Después, en la década de los setenta, se hicieron otras versiones u otras películas (algunas de ellas películas para televisión como ésta), ya con mucho menor presupuesto que estas otras, pero ésta se va ya a medidados de los ochenta.

- El tercer detalle, es la duración de la película. Este tipo de películas, por norma general, suelen ser de las más largas que se conocen. Muchas de ellas pasan de las tres horas, por ejemplo 3h 32m Ben-Hur, 3h 40m Los diez mandamientos, las 2h 48m Rey de Reyes o las 2h 54m de La Biblia. Y en cambio, esta El cuarto Rey Mago dura escasamente 1h 10m.


Como no había mirado nada de ella, si no que por el título tenía claro que la iba a ver si o si la noche de Reyes, ni siquiera sabía si la historia versaba sobre lo que decía el título, ni tampoco conocía el reparto de la misma.

Y me encontré con un sorprendete buen reparto para ser una película totalmente desconocida. Encabezado por Martin Sheen, del que hace poco había visto otra TV Movie muy desconocida, Más allá de las estrellas, dos bonitas historias, como otras tantas que se esconden en ocasiones detrás de este tipo de películas hechas para televisión.
Curiosamente, el propio Sheen, protagonizaría años después otras películas o papeles de corte religioso, como Gospa. El milagro de Medjugorje (1995), o Asalto al Monasterio (1995).
En una época en la que Martin Sheen había perdido popularidad, y ya emergían sus hijos Charlie Sheen y Emilio Estévez, hizo durante los ochenta bastantes películas de éstas, porque al fin y al cabo está cerca de los 300 títulos de crédito en su filmografía, que de algún lado tenían que salir, que se dice pronto.

Junto a él, como segundo protagonista y acaparando entre ambos todo el protagonismo, un siempre interesante Alan Arkin, fallecido en este 2023 que acabamos de despedir. Junto a ellos, pero ya con papeles muy residuales al ser una película corta, y centrada en el personaje de Martin Sheen, el también fallecido en 2023, Lance Kerwin, y algunos secundarios ya veteranos en aquella época como Ralph Bellamy, Harold Gould o Eileen Brennan.

Pero lo sorprendente del reparto es que parecía una película familiar, con las familias de Sheen y Arkin ampliamente representadas.
De los hijos de Martin Sheen, intervienen todos salvo Emilio. Un papel de los más prematuros para Charlie Sheen, donde interpreta a un portador de lanza. Su hermano Ramón y su hermana René también estuvieron entre el elenco, así como el hermano de Martin Sheen, Joe Estévez.
Sorprendente familia en la que unos llevaban el apellido Estévez (recordemos que el padre de Martin Sheen era gallego) y otros el artístico Sheen. 
La familia Arkin también estuvo representada, con un pequeño papel para su hijo Adam y otro para su esposa, Barbara.


La película se hace corta y tiene carencias claras de presupuesto y se echan de menos más acontecimientos, especialmente acostumbrados a estas películas tan largas, además de que la que yo pude conseguir tenía un doblaje pobre, supongo que de algún otro país con nuestra lengua. Pero lo realmente potente e importante de esta película es la historia en sí, que yo desconocía, y el mensaje y las enseñanzas que te quiere transmitir.

La película nos hace reflexionar sobre dónde está nuestro corazón y la importancia de ayudar al prójimo, de no dejar de buscar a Dios en todas las cosas que te rodean y de no abandonar nunca tu fé.

Más que verla la noche de Reyes, sería recomendable verla al comienzo de las Navidades, para reflexionar sobre el verdadero espíritu de las mismas y no caer año tras año en el consumismo de estas fechas.

Es una historia inspiradora no sólo de la naturaleza de la Navidad, de que cuando damos, recibimos, sino también del significado de la vida misma, estamos aquí para ayudar a los demás, como últimamente me han recordado con sus acciones y su forma de ser mis fantásticos amigos de la Comunidad Amaos, a los que agradezco su acogida y su cariño.










Valoración:                                  6/10













12 julio 2023

Carrera hacia la gloria (1983)

 




Viendo el título, y no sabiendo nada del argumento, no sabía si me iba a encontrar una carrera atlética, de motos, de coches, de caballos ... una carrera por llegar a la luna, o vete a saber que otra aventura que pudiera implicar la palabra carrera.

Y realmente se trataba de una carrera por ser la primera expedición en alcanzar el polo norte.

Es muy conocida la rivalidad entre Amundsen y Scott por llegar al polo sur, de hecho son nombres que nos resultarán familiares a la mayoría que tengamos un poco de cultura, y me suena que alguno de los dos, tienen su protagonismo en alguna película.

En cambio esta otra rivalidad me resultaba desconocida, tratándose de personas reales y un acontecimiento histórico.


Quizás el problema es que ambos personajes generaron polémicas y suspicacias y ninguno de los dos pudo demostrar con evidencias claras que había conseguido llegar al polo, con lo cual su historia tenía lagunas y además cada uno tenía su propia versión de lo acontecido y es difícil validar una de las dos expediciones como exitosas.

Estas películas basadas en personajes o acontecimientos históricos poco conocidos me suelen gustar, porque a parte de cine es un trozo de historia. Cuando ves una película sobre un acontecimiento o personajes histórico muy famoso te suele resultar más familiar, y puede que intuyas o sepas lo que va a pasar en la misma, al igual que cuando primero lees un libro y luego una adaptación cinematográfica del mismo, ya sabes lo que va a suceder.

De estas películas que digo, me agradó bastante en su día, Siete ciudades de oro, que narraba un pasaje de la vida de Fray Junípero Serra, que desconocía totalmente, y que con Anthony Quinn, Jeffrey Hunter y Michael Rennie en el papel del fraile me resultó interesante.


La película comienza con una localización y una actividad que me recuerda muchísimo a los primeros episodios de me querida serie de dibujos La vuelta al mundo de Willy Fog. En un barrio con aspecto de principios del siglo XX, un coche de caballos y una visita al Club de Exploradores, como si del Reform Club de la serie de dibujos se tratara.

Lo malo de esta película es que es una TV Movie, y a pesar de contar con dos actores notables, como Rod Steiger y Richard Chamberlain, resulta una aventura un poco descafeinada, o realmente es más un duelo interpretativo de calidad.
No se aprovecha nada la fotografía (se rodó en Montreal y Quebec), y tampoco se hace un uso interesante de los esquimales ni de los trineos tirados por huskies.

Como no conozco la historia no es un detalle que me importe, pero se acusa a la película de ser muy partidaria de una de las dos partes y posicionarse claramente del lado de la historia del Dr. Cook, quizás porque quien escribió el guión sintió más afinidad por él, o porque se quisiera restablecer un poco su honor, ya que después de esa pelea por alcanzar el polo, quedó claramente como el perdedor y su vida derivó en miseria y problemas, acabando en la cárcel.


Pero la interpretación es bastante buena, con un final apretado si lo extrapoláramos a un partido de fútbol, pero creo que con victoria por la mínima de Rod Steiger.










Valoración:                                6/10













10 abril 2023

Judit y Holofernes (1959)

 




Suelo tener por tradición ver durante la Semana Santa, alguna película que narre los acontecimientos vividos durante la vida de Jesús, y por la cual celebramos la misma.

Pero el caso es que tampoco es un género muy prolífico, y además de las ya célebres

- Ben Hur
- Qvo Vadis
- Rey de Reyes
- La historia más grande jamás contada
- La túnica sagrada

U otras bíblicas como

- Los 10 mandamientos
- Sansón y Dalila
- Sinhué el egipcio
- David y Goliath
- La biblia
- Sodoma y Gomorra


Es difícil encontrar mucho más, salvo algunas versiones de estas mismas de los años 70, que además de estar mucho menos logradas, suelen ser películas excesivamente largas que no animan mucho a sentarte durante 3 horas frente a la tele.

Así que al final lo habitual es revisionar alguna de estas películas.

Pero esta vez, investigando un poco y buscando entre mi biblioteca me topé con esta película bíblica y no dudé un momento en ampliar la saga de películas bíblicas que he visto.

Una historia situada unos siete siglos antes de Cristo, y que tiene como protagonista al pueblo Asirio, procedente de la región de Mesopotamia, cuyo emperador en aquella época era el famoso y casi impronunciable, Nabucodonosor.

Judit (o Judith), no es un nombre nada común en la actualidad, para ser un nombre bíblico. Al igual que otros muchos que se han ido perdiendo con el paso del tiempo, reflejando la pérdida de fe, o falta de educación en la misma, de la sociedad. Así tampoco son muy comunes ya nombres como Adán (el abuelo de mi padre se llamaba así), Abel, Abrahán (Abraham), Moisés, Isaac, Jacob, Josué ..., siendo quizás los que mejor han resistido hasta nuestros días, Eva y David, nombres muy habituales.

La historia para los que hayan leído la Biblia o tengan un poco de curiosidad es más o menos conocida, así que no va a sorprender en nada.

En lo negativo, pues que la cinta tenía poca calidad, y que el doblaje era extraño, parecía procedente de latinoamérica o ni eso. Y además, tiene un ritmo bastante lento y plomizo está íntegramente rodada en estudios, lo cual le resta algo de interés.

En lo positivo, pues no mucho, más allá de ver otra película bíblica, quizás las interpretaciones de los actores están bien, en especial Massimo Girotti, (prácticamente toda la película es diálogo y drama, no hay casi acción), en otra producción italiana, al igual que como comentaba en el género Peplum, muchas de estas producciones provienen del país de la bota.










Valoración:                                       4/10