Mostrando entradas con la etiqueta Michael Caine. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Michael Caine. Mostrar todas las entradas

14 marzo 2025

Lío en Río (1984)

 







Pues Michael Caine llega este día a los 92 años, y como me parece un gran actor y que además me gustan papeles o películas suyas, creo que era un buen momento para hacerle un homenaje.

Michael Caine era nombre artístico, el cual tomó de la película El Motín del Caine (1954), en la que no participó el actor que le sirvió de inspiración y que era su ídolo cinematográfico, Humprey Bogart. Su película favorita es El tercer hombre (1949), en la que tampoco aparecía Bogart.

Aunque tenga tanta edad quizás la mayoría lo asociamos a personajes ya adultos, incluso entrados en los 50 años, y no a películas clásicas. Aunque claro, ya no queda nadie prácticamente que podamos asociar a esa época dorada de Hollywood o películas clásicas, Eva Marie Saint y poco más.

Antes de actuar, trabajó como oficinista, en un almacén de té y hacía pasteles para Lyons.

Una vez dijo que supo que había triunfado como actor cuando empezó a recibir guiones para leer que ya no tenían manchas de café (lo que significa que era la primera opción para ese papel).

Es curioso como muchos actores pasan por adicciones serias, y en cambio consiguen vivir luego muchos años. A lo largo de la década de 1960, según sus propias estimaciones, bebía dos botellas de vodka y fumaba al menos ochenta cigarrillos al día. Dejó de fumar cigarrillos tras un severo sermón de Tony Curtis en una fiesta en 1971, y finalmente dejó de fumar puros poco antes de cumplir 70 años en 2003.

Formó junto a sus contemporáneos Roger Moore y Sean Connery un trío de actores británicos sobresaliente. Los tres mantenían una buena amistad. De hecho fue considerado para aparecer en una película de James Bond, papel que popularizó a Moore y Connery, pero finalmente nunca apareció. Eso sí, fue el primero en escuchar la banda sonora de James Bond contra Goldfinger (1964), ya que por aquella época estaba viviendo en la casa del compositor John Barry al estar sin un céntimo en los bolsillos, que cuando acabó de componer dicha banda sonora se la tocó en persona.

Durante más de cuarenta años, la madre de Caine, Ellen Maria Burchell, visitó periódicamente a un "primo" en un hospital psiquiátrico. Cuando ella falleció en 1989, Caine se enteró de que el primo era en realidad su hermano mayor, David.


Ha sido nominado al Oscar al menos una vez en cinco décadas consecutivas (1960-2000). De los seis artistas que han ganado el Óscar por sus actuaciones en películas dirigidas por Woody Allen, él es el único hombre. Las demás son Diane Keaton, Dianne Wiest (dos veces), Mira Sorvino, Penélope Cruz y Cate Blanchett .

Educando a Rita (1983) es su película favorita y la actuación de la que se siente más orgulloso. En cambio afirmó que las peores películas que hizo fueron El mago (1968), El enjambre (1978) y Ébano (1979). Las dos primeras me gustan, la tercera es la que barajaba para ver hoy como homenaje junto con ésta que finalmente he visto.

Se rumoreaba que no se llevaba bien con Steven Seagal durante el rodaje de En tierra peligrosa (1994). Ha declarado que, si bien se llevaban bien, odiaba filmar en Alaska, e incluso bromeó diciendo que "En tierra mortal" era un título acertado. Curiosamente su "pareja" en esta película, Michelle Johnson es nacida en Alaska.

No aprendió a conducir hasta que cumplió los 50. Caine contó que, cuando era desconocido, no podía permitirse clases de conducir, y que después el estudio de cine siempre le proporcionaba un coche con chófer. Siempre que aparecía conduciendo en las películas, iba en un remolque.

Es propietario de siete restaurantes: seis en Londres y uno en Miami. Se mudó a Estados Unidos en 1979 después de quejarse de que el 90 por ciento de lo que ganaba iba al gobierno. En 2016 aparecía como uno de los diez actores que más dinero había ganado en la historia.

Aunque muchos lo asociarán seguro a su época final por sus papeles en El Caballero Oscuro (2008) u Origen (2010), tiene muchas películas interesantes mucho antes que éstas. Además con todo tipo de géneros, aventuras, bélicas, dramas, acción ... y quizás lo que menos comedias como ésta. Para mi siempre será John Colby, "del West Ham y de la selección inglesa" como dice el personaje de Max Von Sidow en Evasión o victoria (1981).


Recuerdo que esta película, Lío en Río, la pasaban en la televisión cuando yo era niño, pero ese recuerdo igual se remonta 30 años atrás, así que aunque no es una película para nada desconocida, por lo menos para los que ya tenemos una edad, si creo que lo será para toda la gente que sea más joven que yo, a no ser los muy seguidores de Michael Caine o Demi Moore, que se hayan tomado la molestia de buscarla o comprarla para verla.

No sé como era la situación en Río de Janeiro en 1984 (a día de hoy puede que se haya complicado), pero seguramente era un destino turístico puntero en el mundo, pero mucho menos utilizado como escenario de películas.

Hay películas de la época en Ibiza, Montecarlo, Saint Tropez, Acapulco ... o algunos destinos más pequeños y exclusivos en la Costa italiana o francesa, como Portofino, Capri o Cannes, pero no había reparado en la presencia de Río de Janeiro en el cine, más allá del pasaje que aparece en Moonraker (1979), pero no en una película de comedia de corte vacacional.

La verdad que siempre me pareció una ciudad atrayente, y cuando aparecen las imágenes aéreas de presentación de la ciudad (que me resulta familiar por un puzzle que tengo desde niño, con la Playa de Botafogo y el Pan de Azúcar), con sus dos emblemas, el Cristo de Corcovado y el Pan de Azúcar, uno se queda impresionado por la belleza de su ubicación. Disfruté mucho con los JJ.OO. de Río de Janeiro.


El famoso director Stanley Donen, responsable de títulos como Cantando bajo la lluvia (1952), Charada (1963), Arabesco (1964) o Dos en la carretera (1967), lideró el proyecto (éste fue su último largometraje), y se llevó el rodaje a Río de Janeiro, nada de utilizar tomas de fotografía, a pesar de que eso le supuso bastantes problemas burocráticos.

Es curioso como la película narra las peripecias de dos amigos, uno en proceso de divorcio, y el otro con una pequeña crisis matrimonial, en donde su mujer le está engañando precisamente con ese amigo. Stanley Donen estaba casado en ese momento con la actriz Yvette Mimieux, y como si fuera premonitorio, se divorciaron muy poco tiempo después.

Aunque Michael Caine y Michelle Johnson actúan con aparente normalidad y profesionalidad, acompañados de un guión interesante y unos diálogos muy ocurrentes, Caine estaba molesto durante el rodaje, y es que no le gustaban las escenas de desnudos y de hecho él tenía claro que nunca aparecería en una película que le exigiera un desnudo completo (trasero estendemos).

Por otro lado, durante el rodaje, Michelle Johnson, en su debut cinematográfico, todavía no tenía mayoría de edad, y hubo que pedir consentimiento a sus padres para que apareciera desnuda. Donen estaba buscando una actriz joven, guapa, enérgica y extrovertida, que no tuviera reparos en desnudarse, y como no encontraba a nadie que le convenciera, le dio la oportunidad a Johnson, que ganó el papel entre 300 candidatas.

No obstante, Michelle Johnson contaba que estaba muy nerviosa en estas escenas, ya que si no se concentraba y metía en el papel completamente, no dejaba de estar desnuda delante de gran parte del equipo de rodaje, la mayoría masculinos, así que en cuanto acababa alguna escena de desnudez se ponía una bata y salía corriendo a su camerino o habitación.

Michelle Johnson dijo que en parte accedió a realizar estos desnudos porque le parecía una manera de representar a la ciudad de Río de Janeiro.

La actriz protagonista dijo que ni siquiera sabía quién era Michael Caine cuando la invitaron a la audición. "Fue muy vergonzoso", dijo en una entrevista tras el estreno de la película. "Así que llamé a una amiga mayor que yo. Va mucho al cine. Y me dijo: 'Ah, ese es el de Kung Fu'. Lo estaba confundiendo con David Carradine. Fui inmediatamente a ver Alfie (1966), El hombre que pudo reinar (1975) y La huella (1972). Estaba muy nerviosa en la audición, sobre todo después de ver esas películas".

Supongo que a día de hoy cualquier chico jóven tampoco sabrá quien es Michael Caine, ni mucho menos Michelle Johnson, tal vez si Demi Moore.


Demi Moore, que tampoco llevaba mucho tiempo en el mundo del cine, queda totalmente eclipsada por Michelle Johnson en esta película. Lo sorprendente es la trayectoria que tomaron sus carreras después. Cuando todo parecía indicar que Johnson caminaría hacia el estrellato y Moore tendría una carrera más secundaria y anónima, la lógica se invirtió, y mientras Demi Moore se convirtió en una actriz muy importante (también en parte por su matrimonio con Bruce Willis), la carrera de Michelle Johnson no despegó nunca y casi ésta sea su película más importante y representativa.

Lo que resulta curioso es que unos años después de esta película Demi Moore decidiera hacerse un incremento de pecho, como si tuviera envidia de Michelle Johnson y quedar relegada a un papel secundario, y a raíz de esa característica física relanzó su carrera cinematográfica, con películas tan absolutamente mediocres, en mi opinión, como Striptease (1996).

Creo que es una película divertida, dinámica, diferente, con un guión interesante y unos diálogos ingeniosos y graciosos que generan situaciones embarazosas pero entretenidas y que te hará pasar un rato distendido y esbozar una sonrisa, acompañado todo ello por una interesante banda sonora, que por otra parte me ha sido imposible encontrar.









Valoración:                                6/10












16 marzo 2023

Contrato en Marsella (1974)

 






Al igual que hace poco Kim Novak llegaba a los 90 años, otro que lo hacía esta semana es Michael Caine, aunque mi impresión es que el parece más jóven, bien sea porque no ha dejado de actuar con el paso de los años o bien porque su aspecto ha seguido siendo muy bueno, con aparentes retoques estéticos de por medio, eso sí.

Tenía marcada esta película para ver en esta efeméride, aunque justo un día antes, haciendo zapping, me le encontré en otra película que me gusta, En tierra peligrosa, junto a Steven Seagal. Aunque para mi, siempre irá ligado a su personaje de John Colby en Evasión o Victoria, una de esas películas que veo siempre que puedo, de la que me sé el nombre de los personajes y seguramente también muchos fragmentos de diálogo.

Con un perfil típico de actor inglés (en esta por ejemplo se me parece muchísimo a Edward Mulhare, el actor que interpreta a Devon Miles, jefe de Michael Knight en El coche fantástico), elegante, estirado a veces, sobrio, señorial ... 
Un actor bastante versátil, le puedes ver tan pronto de bueno, como de malo, en un papel romántico, en uno de asesino, haciendo dramas o películas de aventuras, pero no sé yo si ha sido un actor suficientemente valorado, o me parece triste que todo el mundo le asocie a su papel en Batman y no sean capaces de ver sus películas de los 70 y los 80.


Una película dirigida por Robert Parrish, un director con cierto nombre (ganó un Óscar como editor en el año 1947), cuyo mayor éxito quizás fuese Casino Royale, y con tres grandes actores, James Mason, Anthony Quinn y Michael Caine, cada uno de una década diferente, pero muy buenos todos. Para mi Anthony Quinn es de los mejores actores de siempre, y además el que mejor voz de doblaje tiene en esta película.

Podría decir que ninguno de los tres es el verdadero protagonista, porque todos ellos tienen una cuota de pantalla similar y un papel tan importante como los otros en la misma.

Curiosamente, el resto del reparto son prácticamente todos actores autóctonos, sin ninguna proyección después de esta película, y es que al parecer fue un tremendo fracaso en la taquilla, así que eso dificultó que surgiera ningún actor revelación de aquí, pero que cumplieron de forma más que correcta con sus diferentes papeles.


Una trama policíaca y mafiosa, perfectamente situada en Marsella (aunque el principio es en París), una de las ciudades más inseguras que he conocido, pero a la vez con el encanto de los paisajes de la Costa Azul.
Además de los coches clásicos franceses de la época, que despiertan cierta nostalgia, se utilizan dos modelos deportivos de la época, de los que apenas se fabricaron dos mil unidades como mucho de ellos.

El rodaje al aire libre y las diferentes localizaciones le dan un valor a la película, que es cierto que no es excepcional, pero tampoco para resultar un desastre en taquilla. De hecho me sorprende el desenlace tan rápido de la misma, como si no hubiera presupuesto para más o hubiera que terminarla cuando antes por algún motivo.

Michael Caine y Anthony Quinn ya habían coincidido antes en otra película, El Mago (1968), que supongo que le gustaría más a Caine, porque de Contrato en Marsella dijo que accedió a interpretar el papel, sin haber leído el guión, y que una vez lo leyó no le pareció apasionante, no sé si el guión general o el papel que él tenía que desempeñar.

Aunque, en este homenaje que hago por su 90 cumpleaños, no sea la película que más le gustó a Michael Caine, y a pesar de esperar más de ella, ¿cómo puede ser mala una película con Caine, Mason y Quinn?









Valoración:                                  6/10













27 enero 2022

La conspiración (1975)








A principios de año fallecía Sidney Poitier, uno de los últimos grandes actores del Hollywood dorado que quedaba vivo, y de la década de los 20 (la lista ya es muy reducida), y sin duda uno de los pioneros de los actores de raza negra, siendo el primero en ganar el Óscar a mejor actor protagonista entre los de su raza por su interpretación en Los lirios del Valle (1963), estatuilla que le entregó Anne Bancroft.

Después de la muerte de Maximilian Schell en 2014, era el actor vivo con el Óscar más antiguo como actor protagonista, y que ahora creo que hereda Gene Hackman con el que ganó en 1971 por French Connection.

Natural de Bahamas, tuvo una infancia difícil, como mucha gente en esa época, independientemente de ser negro o blanco. Sus padres lo mandaron con su hermano a Miami a los 15 años, y desde allí se fue a Nueva York, donde llegó a dormir en los aseos de una terminal de autobuses.

En noviembre de 1943, Sidney Poitier, de 16 años, mintió sobre su edad e ingresó al ejército porque no tenía hogar y los militares lo recogieron del frío. 
Se desempeñó como asistente médico en un hospital psiquiátrico en Nueva York. Al no gustarle la vida del ejército, Poitier intentó fingir locura en un intento de ser dado de baja. Después de que lo amenazaron con tratamientos de terapia de choque, admitió haber mentido sobre su edad.

Fue rechazado en su primer casting interpretativo, pero no cejó en su empeño y en 1949 consiguió su primer papel.

Para conseguir su primer papel importante en Un rayo de luz (1950), le mintió al director Joseph L. Mankiewicz y le dijo que tenía 27 años, cuando en realidad solo tenía 22 años.
Poco a poco ascendiendo hasta llegar a sus grandes éxitos, que comenzaron con Fugitivos en 1958 y que abarcan hasta finales de los 60 principalmente.

En la década de 1960, para muchas de sus películas, se le pagó de una manera conocida como  "participación de un dólar", lo que básicamente significa que comienza a cobrar una parte de los ingresos brutos de la película desde el primer boleto vendido.

La revista Premiere lo ubicó en el puesto 20 en una lista de las mejores estrellas de cine de todos los tiempos en su función Stars in Our Constellation (2005) y la misma revista (2006) valoró su interpretación de Virgil Tibbs en En el calor de la noche (1967) como el puesto número 55 en la lista de las 100 mejores actuaciones de todos los tiempos.

Junto con Gary Cooper, es el actor más representado en las 100 películas más inspiradoras de todos los tiempos del American Film Institute, con cinco de sus películas en la lista. 

Ellas son: 

Un lunar en el sol (1961) en el n.° 65
Fugitivos (1958) en el n.° 55
Los lirios del valle (1963) en el n.° 46 
Adivina quién viene esta noche (1967) en el n.° 35 
En el calor de la noche (1967) en el n.º 21.


Fue padre por primera vez a los 25 años y por sexta y última vez a los 46, con dos esposas diferentes.
Hablaba ruso con fluidez, algo que resulta extraño y chocante, por lo menos hoy en día.
Era amigo desde hace mucho tiempo con el también actor y activista Harry Belafonte. Nacieron con nueve días de diferencia. Se conocieron en Nueva York a los 20 años, antes de que ninguno de los dos estuviera en el mundo del espectáculo.

Además de Los Lirios del Valle protagonizó tres de sus mayores éxitos en el mismo año, 1967, Adivina quién viene esta noche, En el calor de la noche y Rebelión en las aulas, pero no fue nominado al Oscar ese año. Una teoría es que los votos se dividieron entre las tres actuaciones, y ningún título obtuvo suficientes votos para ser nominado.

A mi la película que más me gusta suya es Los invasores, junto a Richard Widmark, con el que también trabajó en Un rayo de luz (1950) y Estado de alarma (1965).




Me decanté por esta película por ver un Poitier fuera de su época dorada, por la presencia del gran Michael Caine, a punto de ingresar también en el club de los 90 años, y por ser una película ambientada en África, que tanto me atrae, a pesar de que pudiera tener un posible parecido con alguna que he visto recientemente, como Una árida estación blanca.

Sidney Poitier y el director Ralph Nelson se reencontraban para su tercera y última película juntos, luego de haber colaborado previamente en Duelo en Diablo (1966) y Los lirios del valle (1963).

La mayor parte de esta película está ambientada en Sudáfrica, en Johannesburgo y Ciudad del Cabo, pero debido a la sensibilidad política contra el Apartheid reinante en aquel momento, no se intentó filmar allí.
El presidente de Kenia, Jomo Kenyatta, invitó personalmente a Sidney Poitier a filmar esta película en Kenia y allí se hizo, donde Sidney Poitier era considerado un Dios, y ya había rodado allí Sangre sobre la tierra con Rock Hudson.

La película, ambientada en Sudáfrica, a menudo se refiere a "Kaffirs". Un "Kaffir", según Wikipedia, "... se usaba en la antigua Sudáfrica para referirse a una persona negra. Ahora es un insulto étnico ofensivo, anteriormente era un término neutral para los africanos negros del sur. La palabra se deriva de la Término árabe Kafir, que significa 'incrédulo' o literalmente, 'el que oculta (la verdad)'... 
En Sudáfrica hoy en día, el término se considera altamente ofensivo desde el punto de vista racial, 
de la misma manera que "nigger" lo es en otros países. Rara vez se usa como un insulto aislado, sino que se usa sistemáticamente, por personas abiertamente racistas, cuando se habla de personas negras, y como tal era muy común en la era del Apartheid. 
El uso de la palabra ha sido procesable en los tribunales sudafricanos desde al menos 1976 bajo el delito de crimen injuria: “la lesión ilícita, intencional y grave de la dignidad de otra persona”.

Una película con toques de Road Movie, encima a través de un coche mítico para mi como fue el Peugeot 504, aventuras, acción y drama, con el encanto que para mi siempre tiene el rodaje en África.

Además de este gran dúo protagonista, les acompañaban muy bien Rutger Hauer, casi debutando, ya que era su primera película no holandesa, y que después tuvo una extensa y gran carrera cinematográfica, y Nicol Williamson, cuya cara me es muy familiar pero no le ponía nombre y que realiza una fantástica interpretación.

Y sin duda una de las mejores cosas de la película y por la que recomiendo verla es el doblaje, con varias de las mejores voces de doblaje de la época y de la historia del doblaje en España, que como siempre digo enriquecen muchísimo la película y son uno de los factores diferenciales entre el cine hasta los años 80 y el posterior.








Valoración:                                        7/10














15 marzo 2020

El último valle (1971)









El día 14 de marzo, cumplía 87 años Michael Caine. Es uno de esos actores, como Sean Connery que parece mentira que sean tan mayores, en mi caso yo creo porque siempre le tendré asociado al papel de John Colby en la película de John Huston, Evasión o Victoria, y se me viene a la mente su imagen física de esa película, en torno a los 50 años.

Tenía bastantes películas candidatas a ver suyas que todavía no hevisto, e incluso una que si he visto, pero hace mucho tiempo y tengo curiosidad por volver a ver, como es Lío en Río. El caso es que por cambiar un poco de registro con lo que estaba viendo últimamente me decanté por ésta.
Una de las otras candidatas era Ashanti (1979), en la que también comparten rodaje Michael Caine y Omar Shariff.

Desde que empecé con el blog me he vuelto un poco perezoso y me cuesta ver películas que rocen las 2 horas de duración o las sobrepasen, y si se trata de una película bélica más aún, ya que suelen ser bastante lentas. Pero tenía un buen presentimiento con ésta.

Y efectivamente, con un comienzo magnífico, que recuerda a Conan el Bárbaro o a Pathfinder, el guía del desfiladero, enseguida Omar Shariff nos descubre la belleza del entorno al cual girará principalmente la película.

Ambientada en la Guerra de los 30 años que tuvo lugar en Europa entre católicos y protestantes (la única película que hasta ese momento había descrito esta guerra era La reina Cristina de Suecia de 1933), lo bueno y casi novedoso, es que la película narra y muestra la guerra para personas que no participan de ella, pero que la tienen físicamente cerca, y que simplemente tratan de vivir bajo esas circunstancias difíciles y especiales.

Rodada en el Tirol austríaco y con actores de diversas nacionalidades europeas, muestra una gran belleza paisajística, cosa que para mi siempre es un aliciente y un atractivo para cualquier película, y me hizo acordarme de la película La cabaña del fin del mundo, ya que el entorno en el que se rueda guarda parecido a pesar de estar a muchos kilómetros de distancia.

Buen elenco de actores, con dos de los mejores no estadounidenses encabezando el plantel (Shariff venía de trabajar en las reputadísimas Lawrence de Arabia y Doctor Zhivago, además de una de mis películas favoritas, El oro de MacKenna), y con la extrañeza de que lo esperado, visto la carrera y los tipos de personajes interpretados por cada uno, es que hubiera sido a la inversa.

Para finalizar, John Barry nuevamente vuelve a poner la Banda Sonora, lo cuál como siempre es sinónimo de interesante.








Valoración:                                     8/10