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28 febrero 2025

Eureka (1983)

 







Ayer despertábamos con la sorprendente noticia de la muerte de Gene Hackman, uno de los actores más veteranos que quedaban con vida. Y digo sorprendente, no por edad, ya que con 95 años pues es más que entendible, pero si por las circunstancias en las que parece que se le encuentra muerto, ya que también se encontró sin vida a su mujer y a su perro.

Anunció su retirada de la interpretación a los 78 años, aunque en IMDb no tiene ningún título de crédito desde 2004 (a pesar de que curiosamente en 2001 hiciera seis películas), pero sus interpretaciones seguirán presentes para siempre, aunque quien sabe en el futuro si se seguirán viendo películas del siglo XX. Pero seguro que por lo menos en estas fechas con su fallecimiento, se produce un repunte de votos en IMDb de películas en las que él había actuado.

Un actor clásico, tanto por fecha de nacimiento, como por corte de actor y estilo de interpretación. Esos actores que se valoraban y se ganaban su reputación y su carrera por su trabajo y no por su físico. Todavía quedan actores vivos de ese corte, aunque ya mayores todos ellos, como Clint Eastwood, Robert Duvall, Jack Nicholson, Dustin Hoffman, Anthony Hopkins, Al Pacino o Robert De Niro.

No era nada amigo de la fama ni del estrellato, quizás de ahí su lugar de residencia y de fallecimiento, en Santa Fé, Nuevo México, cuando habitualmente la mayoría de actores reside y pasa sus últimos días en California, estado de nacimiento curiosamente de Hackman.

Podríamos considerar sus inicios en el cine (no comenzó a actuar hasta los 25 años), cuando Hackman asistió a la proyección de la película Un tranvía llamado deseo (1951) y quedó impresionado por la actuación de Marlon Brando (también le influenció mucho James Cagney) debido a su naturalismo y al hecho de que no parecía el típico actor de cine de los años 50. Al salir del teatro, le dijo a su padre que quería ser actor.

Por edad le tocaba haber trabajado en el western, pero apenas lo pisó de puntillas, y de joven no tuvo ningún papel relevante. De hecho, aunque tiene trabajos en buenas películas, no es que se cuente por éxito cada una en las que actuó.

Curiosamente rechazó papeles protagonistas en tres grandes películas, Tiburón (1975), Encuentros en la tercera fase (1977) (ésta porque estaba en un matrimonio con problemas y no podía pasar 16 semanas fuera de Los Ángeles filmando locaciones), En busca del arca perdida (1981) y Acorralado (1982).
No obstante su papel en French Connection o Contra el imperio de la droga (1971), por la que consiguió el Óscar a mejor actor protagonista, su papel de Lex Luthor en la saga de Superman, o su aparición más inicial en Bonnie and Clyde (1967), son muy importantes y un mínimo buen bagaje, pero seguro que si le veis en más películas, a pesar de que no sean muy conocidas, sus interpretaciones os van a gustar.

A él personalmente la que más le gustó de toda su carrera fue la que hizo en Espantapájaros (1973). No obstante, esta película fue un fracaso y Hackman ha dicho que dicho fracaso le hizo alejarse del cine de autor debido a la decepción de trabajar duro en una película que fue aclamada por la crítica, pero que fracasó en taquilla y no consiguió ningún premio. Después de este fracaso, Hackman se concentró principalmente en actuar por dinero, rechazando películas como Alguien voló sobre el nido del cuco (1975) y Network, un mundo implacable (1976) para papeles en películas como Marchar o morir (1977) y Los aventureros de Lucky Lady (1975) que le ofrecían sueldos más abultados.

Ha trabajado con 10 directores que han ganado un Oscar a Mejor Director: George Roy Hill, William Friedkin, Francis Ford Coppola, Richard Attenborough, Warren Beatty, Woody Allen, Mike Nichols, Clint Eastwood, Sydney Pollack y Robert Benton.

Hasta hace poco conformaba primero con Sean Connery y Clint Eastwood, un trío de actores muy importantes todavía vivos a los 90 años. Eastwood le reclutó ya en su faceta principal de director para ese resurgir del western en Sin Perdón (1992), junto a Morgan Freeman también, papel por el cual consiguió su segundo Óscar, esta vez como actor de reparto.

En contraste con su imagen en pantalla de tipo duro y reaccionario, en la vida real se dice que Hackman es una persona extremadamente amable y tímida que tiene opiniones políticas muy progresistas, incluso a pesar de haber sido encarcelado en 1946 por robar en una tienda de dulces (aparentemente encarcelado, lo cual es chocante para alguien de 16 años, igual fue solo detenido).

Una de las cosas más características de las interpretaciones de Gene Hackman es su voz de doblaje, una de las mejores que recuerdo, y curiosamente poco compartida con otros actores importantes así que me venga a la cabeza, aunque en esta película no tiene ese doblaje.


De la película no puedo decir mucho ... positivo.

Cuando llevaba unos minutos me di cuenta de que ya la había empezado a ver en otra ocasión y que dejé de verla porque no me estaba gustando, lo que no recuerdo es cuanto vi o si la vi entera realmente, porque de la parte final no recordaba nada.

Rápidamente asocié el director, Nicolas Roeg, con otra película que vi al principio de este blog, Ruta 29, y que me resultó igual de tediosa. Allí también estaba Theresa Russell (en total compartieron siete películas), que estuvo casada con Roeg, aunque fuera 30 años más joven (aquí todavía no estaban casados).

Con un comienzo esperanzador en mitad de la nieve, aunque también extraño, la película rápidamente se traslada a otros escenarios, con personajes, locos, excéntricos o extravagantes (igual que recordaba de Ruta 29), y con cambios de escena bruscos y raros en muchas ocasiones.

Además la película se hace lenta y larga, por culpa de pasajes dramáticos excesivamente estirados y repetitivos.

Un reparto bastante intersante, comandado por Hackman y con la inestimable ayuda de otro gran actor como Rutger Hauer, además de Joe Pesci y un Mickey Rourke del que tenía ganas de ver algo suyo, en un papel totalmente irreconocible para su estereotipo de tipo duro habitual, que queda bastante desperdiciado. Rourke calificó la película como pésima.

Al final la película queda, para aquel que no se aburra y desista de verla, y tenga la mínima capacidad de analizarla e interpretarla, en una reflexión sobre lo que puede hacer el dinero, principalmente para mal.

¿En qué se gasta tanto dinero una persona tan rica?

¿Y vosotros que harías en esa posición, como manejarías la situación y en que gastaríais el dinero?










Valoración:                            4/10














29 diciembre 2024

Colisión en la nacional 5 (1976)

 





Pues alcancé las 500 entradas en mi blog, y para tal efeméride estuve dudando en a quien dedicarle dicho evento. Ya quedan muy pocos actores/directores vivos nacidos en la década de los años veinte del siglo pasado.

Recientemente le dediqué una entrada a Dick Van Dyke por su 99 cumpleaños y meses atrás a Eva Marie Saint por sus 100 años. Podía también haber valorado a otros actores muy veteranos ya, pero nacidos en la siguiente década, como Gene Hackman, Clint Eastwood o Robert Duvall, pero a todos los considero como un poco más modernos, no tienen ninguna película importante en los años 50 por ejemplo.

Además Hackman y Duvall empezaron a ser importantes yo creo que allá por los años setenta ya, y Clint, que creo que es el actor vivo más importante, pues es difícil encontrar alguna película suya que sea poco conocida, tanto en su faceta de actor como en la de director.


Así que elegí una persona, que siempre me ha parecido poco valorada, y que tiene papeles importantes en grades películas, como por ejemplo una de mis películas favoritas, Centauros del desierto (1956), pero también en Psicosis (1960), y completando su podio de películas más importantes podríamos poner El hombre que mató a Liberty Valance (1962). Estoy hablando de la actriz Vera Miles.

Una de las muchas actrices (y actores) que usan un nombre artístico, en su caso podríamos decir que semi artístico. Cambió su nombre a Vera Miles (derivado de su primer nombre de casada) al llegar por primera vez a Hollywood, debido a que ya había una Vera Ralston que trabajaba allí en ese momento.

Su éxito como reina de belleza (en 1948, quedó en tercer lugar en el concurso Miss América y después fue coronada Miss Kansas) la llevó a trasladarse a Los Ángeles en 1950, donde pronto comenzó a desempeñar pequeños papeles en cine y televisión, entre las que se encontraba una participación menor en el musical Dos billetes para Broadway (1951), que estaba protagonizado por Janet Leigh, con quien Miles protagonizaría nueve años más tarde la película Psicosis de Alfred Hitchcock. Atrajo la atención de varias productoras, con las que trabajó como modelo publicitaria, como era habitual en esa época para la mayoría de las aspirantes a estrellas en Hollywood.

Fue una de las actrices favoritas de Alfred Hitchcock después de que Grace Kelly se retirara, pero el embarazo le impidió interpretar muchos papeles protagonistas. De hecho estaba previsto que rodara otra gran película como Vértigo (1956), pero el embarazo hizo que el papel fuera a manos de Kim Novak (otra que podía haber considerado para esta entrada número 500, porque aunque es ligeramente más joven (1933), si que tiene papeles en la década de los cincuenta), con la que no logró conectar nunca.

Y es que tuvo hasta cuatro hijos, con tres maridos diferentes (de los cuatro que tuvo), uno de ellos el también actor Gordon Scott, que interpretó a Tarzán en varias ocasiones, cuando quizás se daban más las relaciones y matrimonios entre compañeros de la profesión.

Vera Miles pudo ser musa, pero decidió ser simplemente mujer y su peso en el cine es mayor de lo que dice su popularidad y el conocimiento sobre ella (seguro que muchos ni siquiera la conocen).


De entre su filmografía, teniendo en cuenta lo que tenía disponible, me fijé en esta película para televisión, que aparte de coches y carreteras, que suele ser un binomio que me gusta bastante, y en los años 70 me permitiría ver coches americanos clásicos de aquella época, tenía la conexión de contar en el reparto con Terry Moore, también nacida en 1929 como Miles, y también viva. Una actriz todavía menos conocida pero que llegó a recibir una nominación al Óscar en la categoría de actriz de reparto.

Pero había más detalles que llamaron la atención apriorísticamente. El resto del reparto, con varios nombres que me restultaban familiares, en especial un relativamente joven Tommy Lee Jones, la curiosidad de un padre y una hija en la vida real dentro del reparto, o el nombre de Bill Conti al frente de la banda sonora de la película, uno de mis favoritos, conocido especialmente por sus trabajos en la saga de Rocky o en Evasión o Victoria.

Así que me aventuraba con otra Disaster Movie de los años 70, con una catástrofe diferente a las que había venido viendo hasta ahora, y que me sorprendió con una situación que hasta ahora no había visto y que pensé que me había estropeado la película.

Y es que la película cuenta al principio lo que va a suceder al final, de hecho hay unos minutos, pocos, que se repiten tanto al principio como al final de la misma. Pero por suerte, pude comprobar al final que ese preámbulo no me había desvelado quienes morían en el accidente.

Así que aunque es claramente catalogable dentro de este subgénero casi exclusivo de los años 70, si no nos cuentan al principio de la película el desenlace final podríamos catalogarla como un drama o película de acción, digamos que no tiene la estructura habitual de las películas de catástrofes, en las cuales el desastre es al comienzo de la misma, o se prolonga durante gran parte de la película, pero a diferencia de algunas películas de este tipo, las historias de fondo individuales son realmente interesantes, aunque a veces pueda parecer un poco telenovela.

Con lo cual a diferencia de otras películas de este género, el desastre o catástrofe se produce al final de la película y mientras tanto nos va contando las vidas en las horas previas de varios de los protagonistas que van a converger en dicho accidente, con la curiosa característica de que casi todos los personajes aparentemente llevan vidas ociosas.


Una película que a mi parecer pretende enfatizar en que detrás de cada accidente, de cada víctima, hay algo más que la correspondiente estadística. Detrás de cada víctima de tráfico hay una persona con su propia historia que contar, y eso es lo que esta modesta pero admirable película de catástrofes hecha para la televisión quiere enfatizar.









Valoración:                          6/10















16 octubre 2024

Ruta hacia el pánico (1975)

 






Habitualmente las películas cuyo título comienza por Ruta, o tienen incluida esa palabra en el título suelen ser de mi agrado o por lo menos suelen estar entre las prioritarias para ver, ya que siempre las asocio a Road Movies o desplazamientos en coche por parajes bucólicos, solitarios y bonitos que encajan perfectamente con mis gustos. Aunque esta vez la ruta fue principalmente en barco, a pesar de que el trepidante y emocionante comienzo si que es un accidentado trayecto en automóvil.

Realmente la película está basada en una novela del mismo nombre (Journey into fear), y no es la primera que se basó en ella, ya que hay otra película de 1943, que no he visto, con Orson Welles y Joseph Cotten, cuyo título aquí fue Estambul, que también está basada en dicha novela.

Se dice que esta novela influyó posteriormente en la que escribió Ian Fleming Desde Rusia con Amor, que en el cine fue una de las películas de la saga de James Bond.

Además de este aliciente otras cosas que me llamaron la atención para verla fueron que se trataba de una película de los setenta mezcla de misterio, intriga, aventura, acción, que suelen ser interesantes y uno de los géneros característicos de esa década, y además que poseía un reparto bastante decente y a la vez era una película totalmente desconocida.

Ya una vez comenzada la película, me encontré con otro aliciente, aunque fue bastante efímero, y es que la película comienza ambientada en Turquía, cosa que ahora mismo, de memoria, no recuerdo en otras películas, aunque rápidamente la acción se traslada principalmente a la travesía de un barco por el Mediterráneo, pasando por Grecia y llegando a su destino en Génova, una ciudad que conozco y siempre me gusta ver el contraste de como eran algunos sitios y ciudades muchos años antes, y básicamente como la acción del hombre los ha convertido en asfalto, ladrillos y coches.


Dentro de ese reparto decente, para mi, sobresalían por encima del resto Vincent Price y Donald Pleasence. El primero fue uno de ese gran triunvirato, junto a Peter Cushing y Christopher Lee, que tomaron el testigo de los Boris Karloff y Bela Lugosi y que coparon el cine de terror desde la década de los 50 hasta entrada la de los 70. Aquí por lo tanto lo vemos fuera de su hábitat habitual, pero con una actuación siempre notable, reforzada por una voz de doblaje sublime, y con la sorpresa del notable envejecimiento, facial especialmente, que tenía con respecto a sus películas de miedo, pese a no ser muy mayor todavía.

El otro actor destacado para mi, es ese gran secundario como es Donald Pleasence, también bastante ligado al cine de terror, casi nunca protagonista de una película, con personajes muchas veces ridículos, desconcertantes o de personas que no parecen muy cuerdas, y uno de los actores que recuerdo que más veces muere en la gran pantalla, con un secundario pero notable y muy recordado papel en la magnífica película La Gran Evasión.

Especialmente por estos dos actores te puedes convencer para ver la película, simplemente porque sabes que uno de ellos (o tal vez incluso ambos) representará a un villano formidable.

Entre los veteranos, por ahí también se cuela Shelley Winters, mientras que los papeles protagonistas y de los jóvenes del reparto recayeron sobre un poco destacado Sam Waterston y la guapa Yvette Mimieux.

Él, venía de trabajar en El Gran Gatsby, posiblemente el mejor título de su filmografía, aunque no recayera en él el papel protagonista de dicha película. Gran amigo de Bruce Lee, trabajó en cuatro películas de Woody Allen e interpretó cinco veces a presidentes de los Estados Unidos en la gran pantalla, especialmente a Abraham Lincoln, en tres ocasiones. Ha aparecido en dos películas nominada al Óscar a mejor película, Los gritos del silencio (1984) y Hannah y sus hermanas (1986).

Yvette Mimieux me era totalmente desconocida hasta que la vi en la notable y recomendable La celda de la violación, junto a Tommy Lee Jones, y donde deja bien a las claras que no solo era actriz por su físico. A pesar de que muy joven había participado en El tiempo en sus manos (1960), que juraría que he visto, y haber estado casada con un director importante como Stanley Donen es bastante anónima entre el público en general.

Con ese nombre suena poco a estadounidense, pero es de esos actores/actrices que tienen un árbol genealógico desperdigado por medio mundo. Su padre nació en Londres, aunque su abuelo paterno era francés y su abuela materna alemana, mientras que su madre nació en México.


De todas maneras como buen viaje en barco, o por lo menos en mi caso, te marea. La película es confusa por momentos, más allá de que sea una película de misterio o intriga, pero no queda muy claro el motivo por el que se persigue y se quiere asesinar al protagonista y cuando se desliza ligeramente o se intuye no resulta nada emocionante.

Así que lo mejor de la película son los actores, el doblaje y algunos de los parajes que aparecen durante la película, y la trama, a mi modo de ver queda aprobada por los pelos o incluso en suspenso.

A pesar de que los primeros minutos son de los más interesantes que he visto desde hace tiempo, luego la película languidece, se vuelve poco creíble y poco interesante.

Y es aquí donde, para finalizar, se podría hablar de las películas basadas en libros que quedan muy por debajo del libro, o que realmente son libros que no dan para trasladar al cine. No es que tenga yo un gran bagaje como lector y menos de películas que luego se hayan llevado al cine, pero mi sensación es que habitualmente si has leído el libro luego te suele decepcionar la película basada en el mismo.










Valoración:                            5/10












24 septiembre 2024

Estación ardiente (1994)

 





Siempre he sido bastante aficionado a las películas de selvas o junglas, que se pueden prestar a aventuras diversas, tesoros escondidos, tribus peligrosas e incluso canibalismo, y dentro de las selvas, la Amazónica es la más importante del mundo y la más habitual.

Ya he visto unas cuantas películas ambientadas o rodadas allí desde que empecé el blog, ahora mismo se me vienen a la cabeza La Selva Esmeralda, Manaos u Holocausto Caníbal, que engloban los diferentes argumentos habituales que he dicho anteriormente.

Aunque en este caso nos encontramos con una trama completamente diferente y poco habitual de un entorno así.

El reconocido director John Frankenheimer, ganador de 4 premios Emmy, con películas como El hombre de Alcatraz, El mensajero del miedo, Grand Prix o casi su última película Ronin entre las más destacadas, contó para esta TV Movie con un amplio elenco de actores con raíces latinas o hispanas o por lo menos sus apellidos, ya que algunos de ellos a pesar del nombre ya son estadounidenses.

A saber:

- Raúl Juliá (puertoriqueño)
- Esai Morales (estadounidense de origen puertoriqueño)
- Edward James Olmos (estadounidense, dice que es de ascendencia azteca y española)
- Sonia Braga (brasileña)
- Carmen Argenziano (italo-americano)
- Tomas Milian (cubano)


El protagonista es Raúl Juliá. Y estamos ante una película prácticamente a título póstumo para él (ganó el Emmy y el Globo de oro a título póstumo por esta película), ya que falleció ese 1994. De hecho, falleció cuando estaba a punto de finalezar su siguiente película Street Fighter, junto a Jean-Claude Van Damme, donde no me pegaba mucho por cierto.

También había sido el elegido originalmente para el papel de Bucho en Desperado (1995), pero enfermó durante el rodaje y tuvo que ser reemplazado. Falleció poco después.


Junto a él me gustaría resaltar la presencia de Esai Morales. Un actor que me recuerda mucho al gran Stephen Boyd (con personajes casi siempre entre tormentosos y desafortunados), y también ligeramente a Omar Sharif, en sus interpretaciones pero que quedó casi en el olvido después de despuntar a finales de los 80 y principios de los 90 con películas como La Bamba o Rapa Nui.

En La Bamba, originalmente él iba a hacer del protagonista, Ritchie Valens y Lou Diamond Phillips su papel, pero finalmente fueron a la inversa y Esai Morales logró una interpretación sobresaliente, por encima del protagonista Phillips.

Precisamente, junto a su compañera de rodaje aquí, Sonia Braga, y otro actor que me gusta bastante como Jimmy Smits, es cofundador de la Fundación Nacional Hispana para las Artes.

Edward James Olmos es el único integrante del elenco que consiguió una nominación al Óscar, además como protagonista, en 1989 por Lecciones Inolvidables.

Sonia Braga, puso el acento local, ya que la película, basada en hechos reales, está ambientada en Brasil, siendo posiblemente la actriz más importante o internacional que ha tenido el cine brasileño.


Al final, no deja de ser una TV Movie, que suele implicar bajo presupuesto, basada en la lucha sindical de un pequeño poblado de trabajadores, y por tanto no hay grandes localizaciones ni tomas de fotografía, todo se basa en el elenco importante de actores y sus correspondientes actuaciones dramáticas, sin mucho adorno.

Una lucha del pueblo y para el pueblo, por sus antepasados, por su lugar de nacimiento, por el medio ambiente y con una carga religiosa importante de por medio.

Es la extrapolación de los diamantes y la selva africana, tantas veces representada en el cine, al caucho y la selva amazónica.









Valoración:                         6/10













18 septiembre 2024

Tierra de violencia (1956)

 




Andaba estos días con un disco duro conectado al ordenador que tiene mayoría de películas más antiguas, así que me tomé el tiempo de ver varios westerns que no había visto, algunos sin pena ni gloria y otros algo más interesantes como éste.

No tengo a nadie al que transmitirle mi gusto por este género, pero creo que está cayendo claramente en el olvido. Uno mira en IMDb, y el número de votos que han recibido este tipo de películas es insignificante, no llegando a mil muchas de ellas, a pesar de tener buenos repartos o buenos directores.

Y es que, estoy seguro que si hiciera una recopilación de películas entre la década de los 30 y de los 60, ambas incluídas, del siglo pasado, del género que más películas se realizaron sería westerns. De hecho, no sé que porcentaje aproximadamente, pero casi seguro que entre western y cine negro, en algunos momentos del siglo XX copaban dos tercios de las películas producidas.

Ya en los años 60, con el envejecimiento y muerte de algunos de sus protagonistas (además de que ya era difícil innovar en este género), se fue produciendo un lento ocaso del mismo, dando todavía tiempo a la irrupción de la variante de los Spaghetti Westerns, bastante prolíficos y especialmente famosos la trilogía realizada por Sergio Leone con Clint Eastwood y Ennio Morricone (éste no sé si en las tres películas), pero en mi opinión con poca calidad de promedio, y ya posteriormente tan sólo fueron salpicando la pantalla, a cuenta gotas, algunos ya etiquetados como Westerns Crepusculares, los más importantes protagonizados también por Clint Eastwood, teniendo como sus dos exponentes más claros El Jinete Pálido y Sin Perdón.


De esta película me pareció interesante tanto el importante reparto, como la trama, no especialmente usada, pero si con varias películas similares, aunque posteriores a ésta, lo cuál me lleva a pensar si pudo servir de inspiración a películas posteriores como Río Bravo o El Dorado, claro que esas contaban con el rey del western, John Wayne, y si que tienen un número de votos muy importante.

En ésta no estaba el imponente Wayne, pero si que estaba su compañero de reparto en la mejor película del género de la historia, en mi opinión, como es Centauros del Desierto. Y es que ésta era la primera película después de la obra maestra de John Ford, y ni aún así, después del gran éxito de ella, consiguió el papel de protagonista Jeffrey Hunter.

Claro es también, que no encajaba en ese papel de protagonista, básicamente por edad. Así que el que hizo del papel habitual de John Wayne fue Robert Ryan, un actor que nunca fue de mi agradó, y al que siempre consideré, con todo el respeto, una "marca blanca" de James Stewart, por parecido físico, altura, delgadez, hechuras ... pero considerándole un notable actor.

No obstante dentro del western no es un actor ni mucho menos destacado, en cuanto a cantidad y calidad de las películas que protagonizó.

Dos actores que fallecieron bastante jóvenes, especialmente Hunter, que lo hizo con tan solo 42 años, y a consecuencia de una serie de problemas que empezaron con un accidente de rodaje mientras estaba trabajando en nuestro país. Robert Ryan con 63, poco después. Resulta curioso, que con los pocos votos de esta película, en la ficha en Wikipedia de Robert Ryan aparezca una imagen de ésta película, aunque bueno, si supuestamente la Wikipedia la redacta la gente anónimamente, a cualquiera le puede haber gustado esta película, o ser la única que haya visto de Robert Ryan.

Pero los rostros conocidos del reparto no acaban ahí, ya que les acompañan la atractiva rubia Virginia Mayo, con ese nombre tan español que de pequeño me hacía pensar que lo era (aunque como en muchos casos era un nombre artístico, realmente su nombre real era Virginia Clara Jones). Y Walter Brennan (también presente en Río Bravo), que se convirtió en secundario de westerns por excelencia ya en su última fase, no sin antes haber ganado tres premios Óscar como actor secundario a finales de los años 30, siendo el único del reparto que lo consiguió.


Una película del oeste habitual como he dicho, con un Sheriff, un ayudante o dos, más un carcelero ya veterano, y con una mujer siempre cerca, que van y vienen a la cárcel y que tratan de mantener el orden en un pueblo.

Digamos que si la comparamos con Río Bravo y El Dorado, sale perdiendo en la comparación Robert Ryan - John Wayne, pero ganando en la Jeffrey Hunter - James Caan o Ricky Nelson.










Valoración:                         6/10












10 septiembre 2024

Los viajeros de la noche (1987)



 




Igual esta película no es tan desconocida dado su alto número de votos en IMDb, pero a mi personalmente no me suena haberla visto aquí en España en televisión, ni cuando era jóven, ni mucho menos ahora, así que entiendo que todos esos votos y valoraciones vendrán de gente americana, ya que las películas sobre vampiros suelen tener un gran número de devotos y no es extraño que para ellos o incluso allí en territorio americano sea una película de culto.

Yo simplemente la tenía catalogada como película de terror, y dentro del cine de terror, las películas de vampiros y las películas de zombis no están entre mis preferidas, así que posiblemente, igual de haber sabido que se trataba de ese subgénero posiblemente no la hubiera visto.

Dentro del género de terror soy más de las películas con asesinos en serie (bien sean del subgénero slasher o no), aunque al final se suelen acabar pareciendo todas, también de películas con fenómenos paranormales (aunque éstas posiblemente sean más catalogables como de ciencia ficción), y de las películas de miedo de los años sesenta y principios de los setenta, especialmente si aparecen en el reparto Christopher Lee o Peter Cushing, o Vincent Price en menor medida.

Aunque realmente hay una película sobre vampiros que si que me gusta, bastante además, como es Jóvenes Ocultos (ambas de 1987), ya que tiene una base muy ochentera, con actores muy de mi agrado, y me parece bastante diferente al prototipo de películas vampíricas (igual colapsado por diferentes versiones de Drácula, algunas de ellas bastante decadentes, o por Abierto hasta el amanecer que es una película que no me entusiasma nada), como también me lo ha parecido ésta, diferente e interesante, y sobre todo por los ligeros toques de Road Movie que tiene.

Diferente por la ausencia de casi cualquier material relacionado con la mitología tradicional de los vampiros (al menos en lo que se refiere a la forma en que se representaba a los vampiros en las películas hasta el momento en que se estaba produciendo esta película), excepto por su vulnerabilidad a morir quemados por la luz del sol o por el fuego común, fue intencional por parte de Kathryn Bigelow. Quería convertir a los vampiros en una mezcla entre los villanos del terror tradicional y los pistoleros del Oeste, porque eso los convertiría en personajes que podrían impulsar la narrativa, pero que podían ser destruidos, mediante un gran esfuerzo y sacrificio, al final de la película.

En cuanto a la mitología tradicional de vampiros en las películas, Katyryn Bigelow dijo que se esforzaron por "Casi inventar la nuestra. Eliminamos las cruces, el ajo, las estacas, las balas de plata, y tratamos de mantenerla comprensible, lo más accesible posible"

Algo inusual en una película de vampiros, es que la palabra vampiro nunca se menciona. Como también lo es notar una completa falta de colmillos en cualquiera de los personajes vampíricos, y muchas de sus muertes se realizan con objetos afilados.

Aquí una lista de películas de vampiros



La película está dirigida por una mujer, Katryn Bigelow, que para los que no lo sepan fue la directora de una, en mi opinión, enorme película de culto, Le llaman Bodhi (1991). Su futuro marido, James Cameron, le sugirió a Bigelow que utilizara el reparto ya formado de su reciente éxito Aliens: El regreso (1986), (de hecho hay una escena de la película en que se está proyectando de fondo esta película), y así Lance Henriksen, Bill Paxton y Jenette Goldstein aparecen en la película de Bigelow. Michael Biehn también había aparecido en Aliens (y por supuesto en Terminator) y se le ofreció participar, pero se negó.

Me ha parecido interesante para traer al caso esta lista, subjetiva como la de cualquier otro, pero que se ha tomado su tiempo en hacerla, sobre las mejores películas dirigidas por mujeres.



Fue la última película producida y estrenada por DEG (DeLaurentiis Entertainment Group) ya que el estudio se declaró en quiebra. Como resultado, la película no recibió mucha publicidad durante su estreno en el otoño de 1987, lo que a su vez provocó su fracaso en taquilla.

De ese reparto, que prácticamente proporcionó, o por lo menos sugirió James Cameron, sorprende que Adrian Pasdar fuera el protagonista por encima de actores que globalmente han sido más importantes que él como Bill Paxton (que creo que es el que mejor está) y Lance Henriksen

Henriksen no podría interpretar su papel, ya que era más mayor, y sobre todo, además aparentaba ser mucho más mayor. Siempre se me ha asemejado mucho a Tommy Lee Jones, aparentando más edad de la que tienen y con papeles rudos, duros y resistentes, en películas de acción principalmente. Además aquí le dobla la misma voz habitual de Jones.

Pero lo sorprendente, es que Bill Paxton no hiciera el papel de Pasdar y viceversa, quizás por el concepto que tenga yo de ellos o las películas a las que los asocie. De Pasdar lo que tenía más reciente era Chicos Made in USA, donde hacía de semi delincuente, y en cambio a Paxton ya hace tiempo que no le veía, pero le recuerdo en un papel amable en Cuando llega el otoño, por eso me pegaban más a la inversa.

Lance Henriksen se preparó para el papel conduciendo a través del país hasta el lugar de rodaje y recogiendo a autoestopistas en el camino. Ya llevaba vestuario, uñas largas, extensiones de cabello y se imaginaba ser Jesse.

Mientras rodaba en el desierto, Lance Henriksen alivió el aburrimiento entre tomas subiéndose a su coche y dando pequeños paseos por el desierto, todavía con el disfraz puesto y a menudo sin quitarse el disfraz de su personaje. Según Henriksen y Bill Paxton, los dos fueron detenidos por un policía que se puso tan nervioso al preguntarle a Henriksen por su exceso de velocidad que el agente se mostró visiblemente incómodo, dio un paso atrás y puso la mano sobre su arma de fuego. El agente, evidentemente nervioso, decidió dejarlos marchar en lugar de ponerles una multa.


Una banda sonora poco invasiva pero muy acorde con la atmósfera de la película, de la mano de Tangerine Dream, que tanto me gustaron en Flashpoint, acaba de completar una interesante película, que supongo que será muy del agrado para los amantes del cine de terror y más en concreto de las pelis de vampiros.








Valoración:                           6/10















17 julio 2024

Vacaciones locas, locas, locas (1985)






 
Hay cuatro tipos de películas que me gustan y que cada cierto tiempo me gusta ver, aunque con temor a quedarme sin existencias ...

- Películas australianas
- Películas rodadas/ambientadas en África
- Road Movies
- Películas veraniegas o vacacionales


Es otra de esas películas que te ofrecen la posibilidad de ver a una estrella del cine antes de que se convirtiera en ello, en este caso Tim Robbins.

De hecho, Robbins figuraba en quinto lugar en los materiales promocionales del estreno original de la película, aunque en las portadas de los DVD posteriores, Robbins aparece en primer lugar porque con el tiempo se convirtió claramente en el más famoso del reparto.

La película aporta ciertos aspectos diferentes y de originalidad con respecto a la típica película veraniega o vacacional habitual.

Para empezar son vacaciones de Semana Santa, aunque eso al final no es importante y uno se olvida de ello, y elige un destino diferente y ubicación diferente para la trama de la película, en la localidad californiana de Palm Springs, que no está en la costa, si no en el interior, en la zona ya más desértica.

La actriz Kathleen Kinmont dijo que esta fue una de las primeras películas filmadas en Palm Springs, y que tuvieron mucho apoyo de la comunidad. Nadie quería que se fueran.

Además, según notas de producción más de quinientos jóvenes se ofrecieron como voluntarios, con un bronceado espectacular y los cuerpos musculados que son característicos de los jóvenes veraneantes de Palm Springs. Los nativos aportaron incluso más que eso. Aportaron a la producción un aire de entusiasmo que reflejaba tanto su felicidad por ser parte de una película de Hollywood como la emoción de contar una historia sobre su pequeña ciudad especial.

A veces las elecciones del lugar de rodaje pueden importar e influir mucho y cambiar completamente el aire a una película, y las películas ambientadas en un resort con piscina en vez de en el habitual escenario de playa aportan también un clima interesante propicio para este tipo de películas, como por ejemplo Trabajo Veraniego, que es de lo que más me gusta de este subgénero (aunque principalmente por la excelente banda sonora que tiene, a mi parecer).


El otro aspecto destacado de la película para mi, es la sorprendente e inesperada presencia de Sheree J. Wilson, que evidentemente a mi tampoco me decía nada su nombre, pero que pasa por ser la conocida compañera de Chuck Norris en Walker, Texas Ranger.

Nunca la había visto en una película hasta ahora, y tan solo la conocía por su papel en la serie de televisión, y ha sido toda una sorpresa.

Además completan el reparto tres actores más veteranos como John Vernon, Max Wright y Britt Ekland, que forman un elenco bastante decente.


La película no es ni de lejos de las mejores del género, pero es bastante entretenida y adecuada para estas fechas vacacionales.
Aunque lo fácil para la sociedad actual sería caer rápidamente en tacharla de machista y más cosas (la gente no sabe distinguir realidad de ficción y parece ser que está amargada y haciendo activismo continuamente), pero por ejemplo tiene cosas positivas, ya que en lugar de caer en la obscenidad que podría haber surgido tiende a centrarse más en la ternura liderada por la actuación original, desgarbada y honesta de Stephen Geoffrey, además de traer a colación ese refrán de la suerte de la fea la guapa la desea (en este caso aplicado al masculino), ya que el menos agraciado es el que más éxito tiene con las chicas en esta película.

Los chistes son familiares y los escenarios predecibles en su premisa de que la rana consigue a su princesa, pero el guión es lo suficientemente ingenioso, el ritmo de los movimientos es rápido y el elenco ofrece actuaciones divertidas.










Valoración:                              6/10















06 julio 2024

Nada en común (1986)

 







Gracias al director Oliver Stone, el 4 de julio, además de conmemorar la independencia de los Estados Unidos, se convirtió en una fecha muy cinematográfica, gracias a la película que él mismo escribió, produjo y dirigió con ese título y con el protagonismo de Tom Cruise, curiosamente nacido un día 3 de julio.

Así que ese día me gusta ver una película de alguien nacido tal día, y aunque ya le había dedicado un año dicho reconocimiento, los 100 años de Eva Marie Saint eran un argumento obligatorio para que fuera ella la actriz protagonista de mi 4 de julio.

Y es que no suele ser habitual encontrar actores famosos que alcancen el centenario, aunque en los últimos años lo habían hecho Olivia de Havilland y Kirk Douglas, no recuerdo muchos más, quizás Bob Hope. De hecho muchas veces es más fácil encontrarse muertes prematuras por excesos, adicciones o accidentes de circulación.

Quizás para muchos no sea tan conocida o tan importante, pero para mi el solo hecho de ser la protagonista, junto a James Stewart, en una de las mejores películas que he visto como es Con la muerte en los talones, ya la da un status muy alto, y además tiene otros títulos francamente destacados como La ley del Silencio, de Elia Kazan (que tenía predilección por ella), junto a Marlon Brando, película por la que obtuvo el Óscar como mejor actriz secundario y que obtuvo ocho en total, Éxodo, de Otto Preminger y junto a Paul Newman o en otro registro, un western que me gusta mucho como es La noche de los gigantes con Gregory Peck.

Y es que Eva Marie Saint es anterior a los premios Óscar, los más importantes del mundo del cine. Y para ella el Óscar fue algo muy curioso, ya que se lo concedieron a la mejor actriz de reparto, cuando su papel era protagonista, pero consiguió que la nominaran en esa categoría, y se lo entregaron dos días antes de que naciera su primer hijo, junto a su marido el director y productor, Jeffrey Hayden, con quien formó uno de los matrimonios más longevos de Hollywood, nada menos que 65 años, hasta la muerte de él.
Un hecho, el de estar embarazada en el momento de recibir el Óscar, que comparte con otras cinco actrices: Patricia Neal , Meryl Streep , Catherine Zeta-Jones , Rachel Weisz y Natalie Portman.

Tras la muerte del productor Walter Mirisch (Los 7 magníficos) el año pasado, es la persona viva más mayor que ha ganado un Óscar
Y es una de las tres rubias de Alfred Hitchcock que siguen vivas, junto a Tippi Hedren y Kim Novak.

Los créditos de actuación de Eva Marie Saint comienzan en 1947 y terminan en 2022, lo que convierte su carrera de 75 años en una de las más largas en la historia de Hollywood.


Pues además de esas películas importantes que mencioné, tiene algunas más de corte bélico o que me resultaban excesivamente largas y después de dar varias vueltas a su filmografía, me decidí por ésta, que no sé por qué no tenía marcada como prioritaria para ver, cuando aparentemente encajaba perfectamente en mis gustos.

Aquí, ya superados los 60, y con una estrella del momento como Tom Hanks, evidentemente no iba a ser la protagonista, pero tiene un papel lo suficientemente importante como para verla.

Hanks está en un papel que le favorece mucho, el primero en el que posiblemente muestre todo su potencial, y con el que posiblemente pasó de ser solo un actor de comedia a empezar a interpretar dramas indistintamente y con el mismo éxito. Como es un gran actor, con dos premios Óscar en su caso, ya son dos buenos argumentos para recomendar la película.


Pero hay más, el tercero viene sorpresivamente de la mano de su director. Y es que no suelo mirar mucho, o por lo menos recordar o asociar directores con películas, pero al ver el nombre de Garry Marshall, pensé rápidamente en Pretty Woman, y posiblemente en una película de un corte relativamente similar, ya que la impronta de un director suele ser reconocible en películas del mismo género. Y además también fue el director de otra película interesante que vi y comenté aquí por motivo de la muerte del actor Ray Liotta, como es Los locos del bisturí.

Así que me sorprendió que con estos tres mimbres ya fuera una película que había pasado completamente por debajo de mi radar y en general creo que una película bastante desconocida aquí, ya que ni siquiera tenía una breve descripción de la película en español, en la página de IMDb.


Aunque no me gusta repetir actores, directores o películas parecidas habitualmente, aquí de la mano de Garry Marshall venía de nuevo el actor Héctor Elizondo, al que acabo de ver en Punto de recreo y que luego volvió a colaborar con Marshall en Pretty Woman, así que otro punto positivo para esta película.

Pero por si fueran pocos, hete aquí que aparece en pantalla un veterano actor al que apenas había visto, como Jackie Gleason, y de la mano de un fantástico actor de doblaje irrumpe en la película no eclipsando el personaje de Hanks, pero captando tanta atención casi como el suyo. Su presencia es realmente importante e impactante, y es otro argumento de peso para que veais esta película.


Y su contratación no fue fácil y se produjo casi a última hora. Se rumorea que el director Garry Marshall no quería seguir adelante con la realización de esta película sin la inclusión de Jackie Gleason. Con mala salud, Gleason se había cansado de hacer películas y deseaba retirarse del negocio. Después de varios intentos de convencerlo, Marshall finalmente llamó a Gleason por teléfono e insistió en que si no hacía esta película, la última película por la que sería recordado sería el fracaso de taquilla Los caraduras 3 (1983). Gleason aceptó inmediatamente la oferta con la condición de que este sería su último papel como actor.

Aunque creo que habría interpretado igualmente bien el papel en otras condiciones, el estado de salud de Gleason hacía que fuera el ideal para ese personaje y que no tuviera que hacer excesivos esfuerzos en meterse en la piel de él.

Jackie Gleason estaba gravemente enfermo de cáncer de colon, cáncer de hígado, había tenido una trombosis, hemorroides, diabetes y flebitis durante toda la producción. Una noche, durante el rodaje, le confesó a su hija que le quedaba poco tiempo de vida. Murió casi un año después del estreno de la película, tiempo suficiente para verla en persona y, según se dice, la disfrutó mucho.


El director Garry Marshall describió esta película como una exploración humorística y conmovedora de "cuánto debemos a nuestros padres".
Mientras, Hanks dijo que su personaje, David Basner, le hizo reconsiderar su propia relación con sus padres. El papel supuso un reto para Hanks, que tuvo que afrontar un desafío emocional completo.

Además de ese cuanto le debemos a nuestros padres (casi siempre verdad), que planteaba Marshall, y el como me llevo con ellos que planteaba Hanks, a mi también me hizo valorar otro aspecto, y es el de los hijos únicos y su responsabilidad y problemática en estos casos. Casi no tengo amigos que sean hijos únicos, ya que en la generación de nuestros padres raro era que no se fueran dos o tres hermanos. Pero si que tengo una amiga, hija única, y que además está sufriendo como el protagonista de la película, problemas de salud en sus padres, lo cual le supone a ella tener que estar pendiente de todo lo que puedan necesitar y acudir al médico con ellos todas las veces que necesiten, cosa que te entiendo que te puede llegar a desesperar ante la incapacidad de compartir esos momentos complicados y no deseados con algún hermano.

La película comienza como una comedia pero finalmente se convierte en un drama, pero está muy bien endulzado por Marshall.

Y como colofón y el último argumento para que no dejéis de ver esta película esta el frecuente aliciente de una banda sonora amplia, interesante, ochentera, y con dos canciones más que desconocía que puede agregar a mi carpeta de canciones de cine, la que da título a la película (título original claro), Nothing in common de Thompson Twins y sobre todo If it wasn't love de Carly Simon.

Una película que por un lado te hace apreciar lo bonita que es la vida al verla como espectador, y lo dura que es si te metes en el personaje del protagonista o tienes problemas similares.









Valoración:                               8/10
















15 junio 2024

El campeón del videojuego (1989)

 





Tuve la fortuna de toparme con otra película que me resultó francamente terapeútica, en este transitar de días monótonos y rutinarios presididos por mi gran cansancio, así que es de agradecer uno de estos momentos de evasión.

El caso es que la tenía reflejada con dos títulos diferentes en mi base de datos, una como El pequeño mago, que si la tenía resaltada con el color que marco las que quiero ver, y otra con este título, El campeón del videojuego, queno la tenía marcada entre mis prioritarias.

De hecho la traducción del título de la película en otros idiomas es de lo más variopinta e incluyen

"Joy Stick Heroes" (Alemania), "Sweet Road" (Japón), "The Wizard of Videogames" (Italia y Brasil), "Videokid" (Francia), "The Champion of Videogames" (España), "Gameboy" (Suecia), "Game Over" (Finlandia), and "The Child Genius" (Canadá).


Como las películas de magia me gustan decidí ver la que tenía como El pequeño mago, pero resultó ser una película de dibujos animados española, concretamente ésta. Así que tenía dos opciones ponerme a ver otra, ya que parecía que no era una película de magia como yo esperaba, o rebuscar esa otra versión que tenía a ver si era la correcta y darle una oportunidad a la película.

Quizás, viendo sobre todo el número de votos que tiene la película en la web de referencia IMDb, parece que puede no ser una película muy apropiada o que cumpla el propósito del blog, pero no recuerdo que la hubieran pasado nunca en mi infancia, y menos ahora en la actualidad, y tampoco tenía muchos  votos cuando la incorporé a mi base de datos, con lo que posiblemente sean principalmente espectadores americanos, donde parece ser que es una película de culto y dio pie a torneos de juegos, y pienso que en España seguirá siendo poco conocida ... o no.

Evidentemente, hoy que se puede conseguir casi cualquier película con relativa facilidad, puede ser que los admiradores de Fred Savage, que rodó la película a la vez que hacía Aquellos maravillosos años, aprovechando su increíble éxito, o los seguidores de Christian Slater, en España, hayan visto multitudinariamente la película ... aunque pienso que los que principalmente lo habrán hecho, si es que conocen el detalle, serán los poseedores y jugadores de la consola Nintendo NES, que es donde reside la magia de la película para mi.

Dos actores que alcanzaron la fama muy pronto, Fred Savage como he dicho anteriormente gracias a la serie de televisión, Aquellos marvaillosos años (con su inolvidable canción), y Christian Slater de la mano de El Nombre de la Rosa, junto a Sean Connery.
Slater ya estaba consolidado en el cine, y venía de rodar dos películas más que he comentado aquí en el blog, Más allá de las estrellas y Al filo del abismo.

Junto a ellos destaca la presencia de Beau Bridges, hermano subestimado de Jeff, e hijo del también actor Lloyd Bridges. Aquí el personaje de Slater hace de hijo del personaje de Bridges, y curiosamente Slater venía de hacer una película en la que su personaje hacía de hijo del personaje que interpretaba Jeff Bridges, en Tucker, un hombre y su sueño.

Beau Bridges y Christian Slater admitieron que tenían poco o ningún interés en los videojuegos cuando fueron elegidos. Jugaron durante el rodaje y se hicieron fans.

Del resto del reparto me gustaría reflejar una cosa curiosa, de mano del actor Frank McRae. Este actor coincidió en varias películas con Stallone, siendo especialmente recordado su papel de Eclipse en Encerrado. Pues bien, aquí en una de las escenas conduce un camión que es el mismo que se utilizó en Yo, el Halcón (1987) protagonizada por Sylvester Stallone, como Hawk. Todavía tiene escrito HAWK en la puerta.


En cierto modo la película me da un ligero aire a Yo, el Halcón, y posiblemente a la que más se me parezca de las que he visto, sea a Bonita, con Brooke Shields.

Además del reparto y el detalle de la videoconsola Nintendo en el que luego ahondaré, hay más cosas que hacen muy interesante la película, en mi opinión, y aún siendo una película con protagonistas infantiles, no es completamente una película infantil como tal, ni dirigida solamente a ese tipo de espectadores.

Podríamos decir que la película tiene un alto componente de Road Movie (que como ya he dicho en otras ocasiones es un subgénero que me gusta mucho), cosa que me sorprendió, mezclando bien con aventuras (suelen ir de la mano ambos géneros) y un poco de humor.

Pero la parte Road Movie, está muy bien elegida, por esos territorios icónicos y solitarios del medio oeste que tanto me gustaría conocer y conducir.

Y otra vez me volví a ver sorprendido por el aspecto musical de la película, bastante presente y con dos momentos importantes, cuando suena Send me and Angel de Real Life, y la canción de epílogo, una vez más la mejor manera de cerrar una película, que además tampoco conocía y pasó a engrosar mi carpeta musical de canciones de películas, I found my way interpretada por Sally Dworsky.


Pero, en fin, todo esto no le daría a la película una especial valoración si no fuera como he dicho por la presencia de la consola Nintendo NES. Es la única consola que tuve en mi vida, que nos regalaron por Reyes mis padres, seguramente poco después de que se hiciera esta película.

No fue una consola excesivamente popular (compitió con la Mega Drive de Sega), porque en esa época las consolas evolucionaron rápido y pronto quedó obsoleta o menos atractivas que las que iban apareciendo nuevas.

El caso es que, aunque no jugué a muchos juegos y tampoco me pasé las horas muertas jugando con ella, la sigo conservando como un recuerdo muy bonito y especial de mi infancia, con el significado además que no es necesario ni tener muchas consolas ni muchos juegos, ni tener la más actual, si no ser agradecido por lo que tienes y saber valorarlo.

Hay que reconocer que las consolas eran, y creo que siguen siéndolo, bastante caras, por eso cuando nos la regalaron, sólo lo hicieron con un juego ... el Super Mario Bros 3.

Así que cuando al final de la película aparece el juego, para decidir el ganador del torneo organizado, casi se me saltan las lágrimas.
Bien es cierto que apenas se ven unas cuantas pantallas del primer reino, y que todas las escenas de juego están pregrabadas, pero la conexión que senti en ese momento con la película fue enorme y no se me olvidará nunca.

De hecho parece ser que la película mostró los primeros destellos de este juego y algunos afirman que contribuyó al éxito del juego en Estados Unidos.












Valoración:                            8/10












 


12 junio 2024

Lunes tormentoso (1988)

 






De vez en cuando me gusta ver una película cuyo título coincida con algún acontecimiento actual, la fecha del año, o algún evento que se vea reflejado de manera meramente anecdótica en el título de la película, así que aproveche un excepcional lunes lluvioso y algo tormentoso, nada habitual desde hace tiempo en este mes de junio y me dispuse a ver este Lunes Tormentoso.

No pasará a engrosar la lista de joyas escondidas ni las mejores películas que he visto, pero si que tiene bastantes matices.

Dirigida por el británico Mike Figgis (en su primer largometraje), cuyo título más importante es Leaving Las Vegas (1995), también había visto suya no hace mucho Pasiones Prohibidas (1991), y juntándola con ésta se ven claras coincidencias y un sello propio del director que te ayudaría a identificarlas como a dos hermanos parecidos sin que supieras que lo son.


Para el reparto contó con cuatro actores protagonistas, dos británicos y dos estadounidenses (parece ser que había huelga de actores en América en aquellos momentos y le ayudó a conseguir dos grandes actores americanos para el reparto), y además los personajes que interpretan son identificados cada uno de su lugar de origen.

No sabría decir en que orden salarial se movieron ambos cuatro, ni quien podría calificarse como más  protagonista de la película, pero quizás si que tienen más cuota de pantalla y sus personajes despiertan más interés, tanto Sean Bean como Melanie Griffith, principalmente él.

Él todavía era un actor poco conocido fuera de las Islas Británicas, mientras que ella ya llevaba unas cuantas películas a sus espaldas. Resulta curioso como el personaje de Melanie Griffith le confiesa al de Sean Bean, que es originaria de Minnesota, concretamente de una localidad llamada New Ulm, que es justamente el sitio en el que nació su madre, Tippi Hedren. 

Junto a ellos dos, un prototipo de tipo duro por antonomasia, como es Tommy Lee Jones, además acompañado por su voz de doblaje habitual (la misma de El Fugitivo o Alerta Máxima), que hacen un binomio mágico, y remarcando para mi la importancia del doblaje y la necesidad también de asociar a un buen actor con una voz habitual, y no cambiarle su actor de doblaje con frecuencia.

Y completando el cuarteto el cantante Sting, otro de los que decidió probar suerte en la actuación como repasaba recientemente a raíz de una película con Jennifer Lopez, sin tampoco hacer demasiadas intervenciones.

Tommy Lee Jones tiene un premio Óscar y Melanie Griffith y Sting fueron candidatos al premio.

Me resultó sorprendente el aire que se me dieron en esta película Sean Bean a Patrick Swayze y el propio Sting a David Beckham.

El director Mike Figgis decidió situar esta película actualizada de Cine Negro en la septentrional ciudad británica de Newcastle, lugar de nacimiento precisamente de Sting, la cual nunca había visto en una película y de la que casi no tenía una imagen mental, proporcionando un escenario diferente e interesante, aunque no deje de ser una ciudad gris británica con sus zonas industriales y su escaso atractivo.

Como digo una película donde la mafia y la corrupción se mezclan pero con una perspectiva un tanto diferente, ni el crimen tiene un protagonismo continuo, ni tampoco se vuelve descafeinada con motivos humorísticos innecesarios.
En cambio va dejando que otras historias fluyan alrededor de la trama, un tanto débil, extraña y poco interesante eso sí, y además de una historia de amor casi a primera vista, se van mezclando retazos de cultura británica, americana y polaca con el sonido del jazz de fondo (aunque no suene excesivamente bien ...).


Podríamos decir que la atmósfera por si sola le da una buena valoración a esta película.











Valoración:                                  6/10