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22 octubre 2024

Dos chicas en la carretera (1992)

 





Hay una serie de palabras en el título de una película que me suelen resultar atrayentes y tener más posibilidades de que las vea, como por ejemplo los dos últimas que vi, con las palabras ruta y valle, y también aquí con la palabra carretera.

Llegué a esta película después de ver un rato de un episodio de El Equipo A, que los reponen a diario en un canal de televisión, a razón de unos cinco por día, y revisando el reparto de ese episodio fui a consultar la filmografía de una de las actrices que aparecía brevemente durante el mismo, y al ver que estaba casado con un director (y que además poco después de ese episodio y la mencionada boda dejó la actuación), indagué a ver que me podía ofrecer él.

El caso es que su nombre, Edward Zwick, me resultaba ligeramente familiar, más allá de que apareciera en algún momento en mi extensa base de datos de películas. Y es que, efectivamente, tiene un par de títulos notorios dentro de su filmografía, como son Leyendas de Pasión (1994), su película inmediatamente posterior a ésta, con un todavía muy joven Brad Pitt, y El Último Samurai (2003), con también un todavía joven Tom Cruise. Una de esas películas que creo recordar haber ido a ver al cine, cuando por aquella época ponía en práctica ese pasatiempo con relativa frecuencia.


Así que esta me hizo imaginarme un aroma a Road Movie, que tanto me gusta, quizás pensando en algo parecido a Thelma y Louise, aunque finalmente teniendo cosas en común, básicamente el hilo conductor de dos chicas en un coche sin un rumbo fijo, tiene un argumentario diferente.

Una de las más notables diferencias es el escenario elegido. La mayor parte de las Road Movies que conozco están ambientadas en el Medio Oeste de los Estados Unidos, en parajes semi desérticos, carreteras secundarias y bares y moteles de carretera solitarios. En cambio en este caso se escoge como ubicación para la historia el extremo noroccidental del país, en el estado de Oregón, con intención de realizar un tránsito hasta Alaska.

Otro detalle curioso y contrario a lo habitual es que habitualmente en este tipo de películas suele estar presente la figura del autoestopista, y que habitualmente suelen ser personajes extraños, mucho en algunas ocasiones, sórdidos o hasta peligrosos, y en cambio aquí es a la inversa, son los autoespistas los que se van topando con diferentes frikis a lo largo de su periplo realizando auto-stop.

Es una película con muchos matices, que van desde la soledad, la melancolía, la esperanza, la sencillez, la mala suerte ... y sobre todo en la resistencia y sobreponerse a las adversidades, desembocando en la virtud de la felicidad de las cosas sencillas, de saber vivir con poco y de saber apreciar la amistad, dar y recibir lo poco que tienes.

Nos enseña a como saber afrontar los problemas y encontrar soluciones, y nos da una lección o nos hace reflexionar de como siempre habrá personas con muchísimos más problemas que nosotros, que se quejan mucho menos y que además de poner al mal tiempo buena cara, buscan y encuentran soluciones o alternativas a dichos problemas.

Problemas que se dan entre las protagonistas y que me lleva también a reflexionar que habitualmente suele haber más problemas de convivencia entre dos personajes femeninos que entre dos masculinos, en la gran pantalla.


Con un reparto de tercera fila, donde para mi solo conocía y de manera bastante efímera a las dos protagonistas, destaca o complementa muy bien esta falta de actores importantes, una banda sonora sin letra, tranquila y relajante, con un tono melancólico o de tristeza (y cuando aparece una canción con letra, lo hace de manera muy tenúe, pero es nada más y nada menos que la formidable Wicked Game de Chris Isaak), que me hizo recordar una de las películas de corte Road Movie con mejor banda sonora que he escuchado últimamente, como es Tierra Prometida, con unos todavía poco conocidos Kiefer Sutherland y Meg Ryan.

Me sorprendió y me agradó, por mis valores, educación y creencias, que la película se cierre con una oración de gracias, que en principio no pegaba nada con el perfil de los personajes protagonistas, pero que finaliza esa historia de adversidades de una manera tierna y muy humana, reflejando que a pesar de esos enormes problemas y sufrimientos, soledad, falta de trabajo, dinero ..., no hay que dejar de dar gracias y estar alegre por las personas que te rodean y por lo fantástico que es vivir aún sin reunir las condiciones idóneas que a todos nos gustarían.










Valoración:                              6/10















16 octubre 2024

Ruta hacia el pánico (1975)

 






Habitualmente las películas cuyo título comienza por Ruta, o tienen incluida esa palabra en el título suelen ser de mi agrado o por lo menos suelen estar entre las prioritarias para ver, ya que siempre las asocio a Road Movies o desplazamientos en coche por parajes bucólicos, solitarios y bonitos que encajan perfectamente con mis gustos. Aunque esta vez la ruta fue principalmente en barco, a pesar de que el trepidante y emocionante comienzo si que es un accidentado trayecto en automóvil.

Realmente la película está basada en una novela del mismo nombre (Journey into fear), y no es la primera que se basó en ella, ya que hay otra película de 1943, que no he visto, con Orson Welles y Joseph Cotten, cuyo título aquí fue Estambul, que también está basada en dicha novela.

Se dice que esta novela influyó posteriormente en la que escribió Ian Fleming Desde Rusia con Amor, que en el cine fue una de las películas de la saga de James Bond.

Además de este aliciente otras cosas que me llamaron la atención para verla fueron que se trataba de una película de los setenta mezcla de misterio, intriga, aventura, acción, que suelen ser interesantes y uno de los géneros característicos de esa década, y además que poseía un reparto bastante decente y a la vez era una película totalmente desconocida.

Ya una vez comenzada la película, me encontré con otro aliciente, aunque fue bastante efímero, y es que la película comienza ambientada en Turquía, cosa que ahora mismo, de memoria, no recuerdo en otras películas, aunque rápidamente la acción se traslada principalmente a la travesía de un barco por el Mediterráneo, pasando por Grecia y llegando a su destino en Génova, una ciudad que conozco y siempre me gusta ver el contraste de como eran algunos sitios y ciudades muchos años antes, y básicamente como la acción del hombre los ha convertido en asfalto, ladrillos y coches.


Dentro de ese reparto decente, para mi, sobresalían por encima del resto Vincent Price y Donald Pleasence. El primero fue uno de ese gran triunvirato, junto a Peter Cushing y Christopher Lee, que tomaron el testigo de los Boris Karloff y Bela Lugosi y que coparon el cine de terror desde la década de los 50 hasta entrada la de los 70. Aquí por lo tanto lo vemos fuera de su hábitat habitual, pero con una actuación siempre notable, reforzada por una voz de doblaje sublime, y con la sorpresa del notable envejecimiento, facial especialmente, que tenía con respecto a sus películas de miedo, pese a no ser muy mayor todavía.

El otro actor destacado para mi, es ese gran secundario como es Donald Pleasence, también bastante ligado al cine de terror, casi nunca protagonista de una película, con personajes muchas veces ridículos, desconcertantes o de personas que no parecen muy cuerdas, y uno de los actores que recuerdo que más veces muere en la gran pantalla, con un secundario pero notable y muy recordado papel en la magnífica película La Gran Evasión.

Especialmente por estos dos actores te puedes convencer para ver la película, simplemente porque sabes que uno de ellos (o tal vez incluso ambos) representará a un villano formidable.

Entre los veteranos, por ahí también se cuela Shelley Winters, mientras que los papeles protagonistas y de los jóvenes del reparto recayeron sobre un poco destacado Sam Waterston y la guapa Yvette Mimieux.

Él, venía de trabajar en El Gran Gatsby, posiblemente el mejor título de su filmografía, aunque no recayera en él el papel protagonista de dicha película. Gran amigo de Bruce Lee, trabajó en cuatro películas de Woody Allen e interpretó cinco veces a presidentes de los Estados Unidos en la gran pantalla, especialmente a Abraham Lincoln, en tres ocasiones. Ha aparecido en dos películas nominada al Óscar a mejor película, Los gritos del silencio (1984) y Hannah y sus hermanas (1986).

Yvette Mimieux me era totalmente desconocida hasta que la vi en la notable y recomendable La celda de la violación, junto a Tommy Lee Jones, y donde deja bien a las claras que no solo era actriz por su físico. A pesar de que muy joven había participado en El tiempo en sus manos (1960), que juraría que he visto, y haber estado casada con un director importante como Stanley Donen es bastante anónima entre el público en general.

Con ese nombre suena poco a estadounidense, pero es de esos actores/actrices que tienen un árbol genealógico desperdigado por medio mundo. Su padre nació en Londres, aunque su abuelo paterno era francés y su abuela materna alemana, mientras que su madre nació en México.


De todas maneras como buen viaje en barco, o por lo menos en mi caso, te marea. La película es confusa por momentos, más allá de que sea una película de misterio o intriga, pero no queda muy claro el motivo por el que se persigue y se quiere asesinar al protagonista y cuando se desliza ligeramente o se intuye no resulta nada emocionante.

Así que lo mejor de la película son los actores, el doblaje y algunos de los parajes que aparecen durante la película, y la trama, a mi modo de ver queda aprobada por los pelos o incluso en suspenso.

A pesar de que los primeros minutos son de los más interesantes que he visto desde hace tiempo, luego la película languidece, se vuelve poco creíble y poco interesante.

Y es aquí donde, para finalizar, se podría hablar de las películas basadas en libros que quedan muy por debajo del libro, o que realmente son libros que no dan para trasladar al cine. No es que tenga yo un gran bagaje como lector y menos de películas que luego se hayan llevado al cine, pero mi sensación es que habitualmente si has leído el libro luego te suele decepcionar la película basada en el mismo.










Valoración:                            5/10












12 septiembre 2024

Buscadores de marfil (1990)

 






Ayer fallecía James Earl Jones, quizás un actor no tan conocido aquí en España, salvo para los grandes amantes de Conan, el bárbaro. En EEUU debía de ser mucho más importante, ya que era la voz de Darth Vader en la saga de La guerra de las galaxias, siendo allí casi tan importante como actor como de actor de voz.

Conocido por su humildad, se negó a que su nombre apareciera en los créditos tanto de La guerra de las galaxias (1977) como de El imperio contraataca (1980), alegando que sentía que su contribución no era lo suficientemente significativa como para merecer un crédito. Sí aceptó que su nombre apareciera en los créditos de El retorno del Jedi (1983).

Yo, como digo, lo recuerdo principalmente por su papel de malo en Conan, el bárbaro, un papel que con el tiempo creo que no le pegaba nada. Y es que cuando era niño, y vi aquella película, y luego le vi en otras películas, además de no parecerseme nada, en Conan está tan bien caracterizado que no parece una persona afroamericana como tal, luego el resto de personajes que he ido viendo de él no guardan ninguna relación con el que interpretó en una de las películas que hizo famoso a Arnold Schwarzenegger.

Tuvo un problema de tartamudez cuando era niño y hablaba muy poco. Todavía de mayor luchaba con el problema y decía que tenía que pensar cuidadosamente lo que iba a decir antes (sorpredente, ya que es ampliamente conocido por su voz).

Para superar su tartamudez, tomó lecciones de actuación y escribía poesía y sus maestros le dejaban leerla delante de la clase.

Fue la primera celebridad establecida en aparecer en la serie Barrio Sésamo (1969).

No tiene una estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood.

Es uno de los 14 individuos que son un "EGOT", lo que significa que ha recibido al menos uno de cada uno de los cuatro principales premios de entretenimiento: un Emmy, un Grammy, un Oscar y un Tony. Los otros destinatarios, en orden cronológico, son Richard Rodgers, Barbra Streisand, Helen Hayes, Rita Moreno, Liza Minnelli, John Gielgud, Audrey Hepburn, Marvin Hamlisch, Jonathan Tunick, Mel Brooks, Mike Nichols, Whoopi Goldberg y Scott Rudin. Tres de los 14 destinatarios, incluido Jones, recibieron un premio no competitivo, honorífico supongo: Streisand ganó un Tony especial, Minnelli ganó un Grammy especial y Jones ganó un Oscar especial.


A la hora de elegir película me debatía entre La gran esperanza blanca, sobre Boxeo, o ésta Buscadores de Marfil, una película africana que tanto me gustan y por la que me decanté (además de que tengo un cuadro en mi habitación que se parece bastante al cartel de la película y ese parecido me convenció).

Me sonaba su director, Joseph Sargent, no porque sea famoso ni importante, si no porque había visto algo suyo recientemente, pero si que me parecía más notable el trío formado por nuestro protagonista Earl Jones, con John Lithgow e Isabella Rossellini, como para ser tan sumamente desconocida esta TV Movie, no teniendo apenas votos y consiguiendo solo una grabación bastante deteriorada, que fue lo peor de la película.

A Lithgow no le he visto mucho, aquí en el blog apenas en Un lugar de descanso, aunque siempre lo asocio a una película que me gusta mucho como es Máximo Riesgo con Stallone, donde interpreta un personaje totalmente diferente a éste, y que en mi opinión le pega más. Aunque he visto más películas suyas, tengo un recuerdo más vago de ellas y de su papel en las mismas.

Y a Rossellini menos todavía. Un ejemplo de esos más extraños, de hija (o hijo), nacida de dos estrellas del cine, su padre Roberto Rossellini y su madre Ingrid Bergman. Habitualmente se suele ver a hijos siguiendo las carreras de sus padres, especialmente cuando es padre e hijo masculino, hay bastantes casos, pero es raro encontrar alguien medianamente importante cuyos dos progenitores fueron muy importantes en el cine. Además para ampliar su círculo de estrellas cinematográficas, estuvo casada con Martin Scorsese, cosa que desconocía.


Me esperaba una película bastante estándar sobre África, sin nada especial, con partes de la misma que me recordaran a otras películas que ya hubiera visto sobre el continente africano, y en general ha sido así, pero con un matiz importante.

Salvando un poco las distancias, la película se me asemeja a Gorilas en la Niebla, y podríamos haberla titulado como Elefantes en la hierba. Sin la mitad de impacto que la película protagonizada casi exclusivamente por Sigourney Weaver, que consiguió hacer mucho por la defensa del gorila de montaña y ayudar a proteger la especie y evitar su extinción, aquí hay hilo conductor bastante parecido cambiando de animal, añadiendo algo más de trama y más personajes, pero básicamente el mensaje que resuena de fondo, es una condena feroz al contrabando de marfil y la caza indiscriminada de este bello animal para arrebatarle esa parte de su cuerpo.

Un animal que en un mano a mano destrozaría a cualquier humano, a pesar de que no suelen ser tan agresivos como los leones o los hipopótamos, pero con mucha más fuerza que ellos, pero que en cambio resulta tan frágil ante la barbarie del ser humano y todos los mecanismos que ha creado para matar y destruir seres humanos y animales.

También recuerdo un episodio muy bonito de Macgyver, éste en concreto, con un jovencísimo Cuba Gooding Jr. y curiosamente con el cuarto actor en discordia en esta película, Tony Todd, conexión que desconocía, en el que hacía un alegato con otro animal de la sabana africana, el rinoceronte negro, seguramente más castigado todavía que el elefante, y que son películas altamente sensibles y que atacan la conciencia del ser humano para que evite y reflexione sobre algunos de sus comportamientos, pero evidentemente donde esté el dinero de por medio a la gente se le nubla la mente.


Historia interesante aunque no sea muy innovadora, con nuestro protagonista recientemente fallecido, James Earl Jones, en un papel bastante característico suyo, sobrio, sereno, seguro y transmitiendo una gran madera de actor que no es tan fácil de encontrar ya.









Valoración:                            6/10












02 septiembre 2024

Cinco días, un verano (1982)

 






Si uno se pone a excarvar a fondo se puede encontrar con un montón de películas desconocidas, de manera aparentemente sorprendente, y que si no fueron populares en su día, difícilmente se van a convertir ahora muchos años después en motivo de visionado. Ésta podría ser un buen ejemplo de ello. 

Y es que uno en principio mira la ficha y se encuentra con el prestigioso productor y director Fred Zinnemann (nacido en el antiguo imperio austro-húngaro), ganador del Óscar al mejor director en dos ocasiones, por De aquí a la eternidad (1954) y Un hombre para la eternidad (1967), curiosamente traducidas al español con títulos muy similares, y nominado hasta en otras cuatro ocasiones, por Sólo ante el peligro (1953), Historia de una monja (1960), Tres vidas errantes (1961) y Julia (1978). Ya solo por él extraña la poca difusión de esta película.

De hecho ésta fue su última película como director, en un período que después de 1960 fue bastante discreto por su parte, con tan sólo cinco películas bastante espaciadas, en 1964, 1966, 1973, 1977 y finalmente ésta en 1982.


Pero si que a Zinnemann le añadimos la gran estrella de Sean Connery (posiblemente en esa época un poco venido a menos, aunque luego resurgió con fuerza, especialmente con Los Intocables de Eliot Ness o Indiana Jones en busca del Arca perdida), tendríamos un dúo más que recomendable, apriorísticamente, como para estar ante un película cuanto menos interesante.

Una vez que Connery dejó de interpretar al agente británico James Bond, del que ha sido seguramente de los actores que lo ha encarnado el que más veces lo ha interpretado y al que más asocia todo el mundo con James Bond, estuvo una década algo más discreto, y su imagen adoptó habitualmente un fino bigote.

Curiosamente en la última película había visto a Pierce Brosnan y sin darme cuenta ahora a Sean Connery, ambos intérpretes de Bond.

Ya me ha picado la curiosidad y he ido a consultar la hemeroteca.

Sean Connery y Roger Moore interpretaron al agente en 7 ocasiones cada uno, a continuación Daniel Craig, con 5, Pierce Brosnan con 4, Timothy Dalton 2 veces y David Niven y George Lazenby una vez cada uno.

Además, chequeando la filmografía, la siguiente película a ésta en la carrera de Connery fue Nunca digas nunca jamás, su última encarnación en el agente 007, 21 años después de la primera vez.


Creo que el notorio envejecimiento prematuro de Connery seguramente hizo que se buscara una alternativa en cuanto a intérprete de Bond, y aunque Roger Moore era mayor que él, su apariencia le daba un carácter más apropiado para ese personaje.

Bueno, que me voy por las ramas y James Bond está ocupando mucho tiempo, pero ya que sin quererlo he visto dos películas seguidas de actores que interpretaron a 007, quizás la siguiente tenga que ser una de Roger Moore.

Fred Zinnemann quería una actriz desconocida para interpretar el papel de Kate, así que con ellos dos quedó cubierto el estrellato de la película.

No tenía ni idea de lo que me iba a encontrar, una película veraniega con Sean Connery, no tenía pinta por mucho que el título hiciera referencia a ello, y efectivamente, fue otro tipo de verano, como habitualmente se suele decir "¿Qué prefieres, playa o montaña?", así que después de varias experiencias cinéfilas con la playa este verano, tocó una de montaña.


Y aunque a mi este tipo de películas de alpinismo en Los Alpes (o en cualquier otra cordillera también), me encantan, no parece ser que en aquella época llamara mucho la atención.

Dejo una lista de películas del género para los que les gusten




Y es que me veo reflejado en unas declaraciones que hizo en la época el director: "Me encantaba la sensación que uno tenía en aquellos viejos tiempos de ir a un lugar que estaba absolutamente tranquilo, el silencio, la sensación de majestuosidad, el misterio".

Cuando estuve por Los Alpes franceses me sentí así, con todas palabras que dijo Zinnemann en mi mente, especialmente majestuosidad. A los suizos no pude ir, pero además del Mont Blanc, la montaña más icónica de Los Alpes es el pico Cervino, o Matterhorn, con su pecualiar forma casi simétrica. Según sus propias palabras, la idea de felicidad del productor y director Fred Zinnemann era "sentarse en la cima del Cervino y preguntarse cómo bajar".

La película fue un fracaso comercial y crítico en taquilla. El productor y director Fred Zinnemann dijo: "No digo que fuera una buena película, pero hubo un cierto grado de crueldad en las críticas. El placer que algunas personas sintieron al criticar la película realmente dolió".


El rodaje debió ser complicado por las condiciones climáticas de los lugares de rodaje, la temática propia y los imprevistos que pudieran surgir.

Así se pueden encontrar notas o reseñas de la producción como:

- Antes de la fotografía principal, el elenco y el equipo entrenaron durante varias semanas para familiarizarse con las condiciones climáticas, el equipo de montañismo temprano y las técnicas de escalada de la década de 1930

- Un trozo de hielo que cayó destrozó una revista de películas y arruinó todo un día de tomas, que tuvieron que repetirse.

- El New York Times del 7 de noviembre de 1982 indicó que el viento intermitente de polvo procedente del Sahara tiñó inesperadamente de color naranja las montañas, deteniendo la producción hasta que hubo una nueva nevada (y eso que parecía que la tan famosa calima que nos tortura con tanta frecuencia últimamente era algo del siglo XXI).

- Una edición de finales de julio de 1981 del periódico "The Swiss Observer" informó que el equipo de producción había encontrado en el hielo de los Alpes suizos el cuerpo preservado de un hombre congelado que había estado desaparecido durante aproximadamente treinta y un años. 

- Se pasaron varias semanas antes del rodaje principal explorando localizaciones en un reconocimiento de exteriores donde se descubrieron muchos sitios montañosos exóticos que no habían sido alterados por la humanidad o por lo que el productor y director Fred Zinnemann llamó "la prisa y la presión" de la escalada moderna. 

- El productor ejecutivo Peter Beale y el productor y director Fred Zinnemann reclutaron a pastores alpinos de los Alpes suizos, que estaban acostumbrados al clima y las condiciones paisajísticas de los picos de las montañas extremadamente frías, para ayudar con la producción de esta película, que incluyó la preparación diaria de las ubicaciones del set antes del amanecer y la llegada de Zinnemann a las 7 de la mañana.

- Los problemas que plagaron la producción, según las notas de la carátula de un video casero para esta película, incluyeron tormentas eléctricas, deshielos repentinos, evacuaciones en helicóptero, enfermedades, lesiones y temperaturas extremas de frío y calor a gran altitud. El texto de la carátula añadía que la producción se enfrentó a todos los peligros de frente. 

-  La revista People informó en su edición del 22 de noviembre de 1982: "Para hacer esta película, ambientada en lo alto de los Alpes suizos cerca de St. Moritz, el director Fred Zinnemann filmó en cuevas y grietas, durante avalanchas, en glaciares y paredes de roca escarpadas, con temperaturas entumecedoras a altitudes impresionantes y desde helicópteros que volaban".


Demasiada odisea o demasiadas desventuras, para una película en la que la aventura y la escalada pierden algo de protagonismo y se ven disputadas e invadidas por un drama entre la felicidad y la infelicidad, que puede haber en una pareja, o simplemente como a cada esquina de la calle te puedes encontrar una situación diferente, o como puedes encontrar la desgracia haciendo algo que realmente te gusta.

Realmente el director hace reflexionar con ello a través de la historia que muestra en la pantalla, no solo para aquellas personas que estén en pareja, si no también a cualquier persona sea cual sea su situación, y como hay que intentar ser felices, pero también ayudar a los demás a serlo o no serlo a costa de la infelicidad de otras personas.


La historia ocurre en un período de tiempo de tan solo unos días, parete del título "Cinco días", lo cual me lleva a pensar ahora que el verano empieza a converger hacia su ocaso, no porque no haga buen tiempo todavía, si no porque el ritmo de vida marca que en el mayor de los casos es el comienzo de un nuevo curso, nueva temporada o vuelta al trabajo, que tan solo cinco días pueden hacer de un verano inolvidable, desde el lado positivo, o que ha pasado un verano más y apenas te puedes quedar con cinco momentos del mismo, en el lado negativo.









Valoración:                        6/10














26 agosto 2024

La gran aventura de África (1986)

 





Soy un gran aficionado a las películas rodadas o ambientadas en el continente africano y cada cierto tiempo elijo una de ellas.

Además, hace no mucho vi una película llamada La gran aventura de Asia, y al caer ésta en mis manos me puse a verla, ya que aquella me pareció curiosa y singular, sobre todo porque películas ambientadas en La India de los 80 no conocía.

Ésta africana tenía una valoración muy pobre en IMDb (3,4/10), pero bueno, yo es algo a lo hago el caso justo, ya que prefiero guiarme por mi instinto y por mis gustos y no por lo que piensen los demás, ya que cada uno tenemos unas preferencias y se puede ver y valorar la misma película desde dos prismas muy distintos.

La película tiene varios aspectos habituales en películas africanas:

- Exploradores
- Tesoro
- Tribus
- Hombres leopardo


De hecho esta última característica me hizo acordarme de una de las películas africanas que más me gustan, dentro de las menos conocidas, como es Más allá de Mombasa, ciudad que también aparece mencionada en esta película.

Pero además de estos signos identificativos, también tiene otros bastante extraños, muy atípicos de una película africana, y en cierto modo bastante innecesarios e incluso hasta negativos para el resultado final de la misma, como la extraña aparición de personajes chinos en el continente africano (algunos de ellos hecho pasar por chino de manera grosera), y la aparición también de los Nazis, que no sé si históricamente llegaron a pisar territorio africano.


Evidentemente que nadie se piense que se va a encontrar con una película como Mogambo o Las minas del Rey Salomón, posiblemente el culmen de las películas africanas en búsqueda de un tesoro, pero en mi opinión lo peor es la mala calidad de imagen de la copia que conseguí, y la película, aunque cuente una historia relativamente estándar, es aceptable, pero siempre desde mi poco subjetiva opinión con respecto a las películas africanas.

Si que es cierto que a nivel de actores y de actuaciones no nos encontramos nada significativo, incluso algunas se pueden considerar un poco deficientes, incluído el actor más conocido del reparto, Gordon Mitchell, para mi uno de los tres malos de leyenda, junto a Jack Palance y Henry Silva, todos ellos altos, con facciones duras, rudos y con aspecto de asustar al más tranquilo.

Tampoco son notables varias grabaciones de fauna africana, notándose claramente estar sacadas de algún otro tipo de cinta, ya que se nota el cambio de calidad de grabación cuando se emiten algunas de estas escenas para ambientar la película, y algunos efectos con otro tipo de animales son bastante deficientes ... pero no por ello deja de perder la esencia de película africana, con un tesoro de diamantes de por medio y con las habituales feroces tribus, defendiéndolo, o simplemente protegiendo su territorio.

Con ésta película digamos que completo una trilogía de películas ambientadas en torno al Kilimanjaro, la montaña más alta de África y una de las más famosas del mundo.
La más importante de ellas, Las nieves del Kilimanjaro, no sé si la vi de pequeño, ya no lo recuerdo, pero es más o menos conocida, y la otra la vi muy al principio del blog, En la sombra del Kilimanjaro, y ésta que realmente es conocida también como Las minas del Kilimanjaro (depende de donde mires encuentras un título u otro).


He leído en algún sitio que es una película italiana, de varias que se intentaron hacer parecidas a Indiana Jones ... pero no sé yo donde le ven el parecido con las películas protagonizadas por Harrison Ford, ya que yo recuerde, en ningún momento viaja a África, en todo caso esa otra que comenté al principio La gran aventura de La India, si que podría tener ligero sentido de que se comparase con Indiana Jones, en concreto con El templo maldito.

No obstante para finalizar dejo un par de listas, para amantes de estos géneros de películas.













Valoración:                             5/10














24 agosto 2024

Un verano para recordar (1974)

 





Pues un año más, éste tampoco será en mi caso un verano para recordar, y ya van por lo menos cinco consecutivos sin nada positivo, salvo pequeños detalles como alguna película interesante que he descubierto este verano, más allá de cualquier momento de evasión de problemas vía café o paseo con algún amigo.

Aunque precisamente, mi digamos último verano para recordar, en 2019, estuve por Italia, y entre otros sitios en Milán, que aunque no tenga mucho protagonistmo visual en esta película, si que se la nombra en unas cuantas ocasiones.

Lo curioso, es que realmente esta película también debería llamarse un verano para olvidar, y no para recordar, porque no trata de acontecimientos que divertidos que merezcan la pena ser recordados, sino más bien todo lo contrario.

Así que me puse a ver la película esperando quizás algo entretenido y me encontré con todo lo contrario. Aunque ya suponía que no estaba ante una película veraniega al uso, ya que es una década anterior a la explosión de esas comedias vacacionales y veraniegas ... y por que es una película italiana, que me sirvió para contraponer a la anterior francesa que acababa de ver.


En los años setenta del pasado siglo el cine italiano tenía una importancia increíble, ya no sé si estaba a la altura del cine británico en cuanto a calidad, pero en cuanto a cantidad, era increíblemente prolífico, con todavía el género Spaghetti Western muy activo, películas de mafia abundantes, de crímenes y acción sin tener por que estar la mafia de por medio, dramas como éste, comedias ... y además todas las películas de los increíbles Bud Spencer y Terence Hill, que digamos que es un subgénero propio y que se dieron mayoritariamente en esta década.

Aunque quizás este tipo de película sea el menos habitual, o por lo menos yo no he elegido películas parecidas, si que demuestra la amplitud de géneros a tratar.

También es cierto que por esa época había muchos directores italianos con cierta reputación y también la mayoría de ellos con bastante actividad, ya que no son directores cuya filmografía se quede en diez o quince títulos de crédito, si no que alguno de ellos pudo llegar hasta a cien, cosa que para un director es algo realmente complejo de ver.

En el caso de Sergio Martino (1938), todavía vivo, el contador se quedó en 62, siendo la última de hace más de una década ya.
Es por lo menos ya la tercera película suya que veo desde que escribo el blog, junto a las interesantes La montaña del Dios caníbal y La isla de los hombres peces, y repasando su filmografía se puede apreciar el detalle que había comentado antes, bastantes películas y muy variadas en cuanto a su temática.

Una película suya que siempre he querido ver es Una australiana en Roma, con una jovencísima Nicole Kidman, pero creo que esa película no está doblada al castellano, y como no me conforme con verla en italiano a ver que entiendo, creo que me quedaré sin verla.


Ésta es una película extraña, con niños protagonistas, pero con una historia muy dramática, y realmente aunque no la considero mala como tal, si que creo que no tiene mucho potencial público, aunque no obstante creo que es una película difícil de conseguir.

Con dos actores no italianos medianamente conocidos como Senta Berger y John Richardson, la película es extremadamente anónima (tan sólo 54 votos en IMDb), pero tampoco yo la recomiendo encarecidamente y por tanto hacerla más popular.









Valoración:                           5/10












21 julio 2024

Verano fantástico (1984)



 




Buscando otra película veraniega me topé con esta desconocida y me llevé una buena impresión de ella.

No estamos ante la típica película de playa, sol, chicas en bikini ... o sin él, fiestas nocturnas, y estereotipos de chicos muy seguros de si mismos que se ligan a quien quieren.

La principal novedad de esta película y que ya por ello le da un toque de distinción, es que el protagonismo recae sobre un personaje femenino, muy poco habitual en este tipo de películas veraniegas, y además lo hace sobre una chica de perfil humilde.


Y es ese personaje femenino el que encarna Julianne Phillips, que me sonaba de algo pero no recordaba de donde. Fue por motivo del homenaje a Treat Williams cuando falleció, cuando la descubrí en una película junto a él, y luego indagando encontré que había estado casada nada menos que con Bruce Springsteen. Su carrera es bastante escasa y discreta y hace mucho tiempo que se terminó y ésta es su primera película.

El resto del reparto es bastante desconocido aquí en España, siendo uno de ellos el desafortunado Paul Keenan, que interpreta a un personaje con una enfermedad, y que falleció poco tiempo después por culpa del sida.


Como digo en vez de una comedia veraniega con toques sexuales como habitualmente se prodigaban en los ochenta, nos encontramos una película bastante más en la línea de El salvavidas, una película de los setenta, con Sam Elliot, que me gustó bastante, y por las localizaciones del rodaje y el argumento también recuerda a la famosa serie de Los vigilantes de la playa en sus inicios, cuando no toda era el lucimiento de chicas exhuberantes en traje de socorrista y alguno de los episodios tenía su parte dramática y era bastante parecido a esta película.

Realmente esta película no es una comedia, y trata algunos temas más importantes y con una evidente carga dramática, como es la situación de una adolescente con una separación prematura de sus padres, el momento de decidir que hacer con su vida al cumplir la mayoría de edad, y la lucha por hacer lo que tu quieres y no lo que tus padres quieren que hagas.

La película no es destacada aunque si diferente, pero tiene bastantes cosas mejorables que la podían haber convertido en una joya olvidada. Especialmente, como también pasa en la serie de Los vigilantes de la playa, las escenas de salvamento marítimo por parte de los socorristas, son escasas y poco realistas, con los típicos ahogamientos casi en la orilla del mar y unas maniobras de reanimación bastante ridículas, y siendo ese el hilo conductor de la película le resta valor a la misma.


Con un doblaje aceptable y una banda sonora no excesivamente brillante, si que aparece de manera fugaz, haciendo honor al nombre del personaje protagonista, la canción del grupo Kool & The Gang, Joanna, que la banda había compuesto solo un año antes del estreno de la película y que le aporta un momento destacado.










Valoración:                             6/10














13 julio 2024

El lado oscuro del sol (1988)

 






Para completar este repaso por los inicios de ese póker de estrellas nacidos a principios de los años 60, (Tom Cruise, Keanu Reeves, Johnny Depp), quedaba por revisar una película de Brad Pitt. Difícilmente podré volver a repeteri este acontecimiento porque de algunos de ellos ya no quedan películas poco conocidos que sigan la filosofía de mi blog.

Lo primero a reseñar es que ésta película es más tardía que las otras tres que propuse, siendo por tanto los comienzos de Brad Pitt un poco posteriores. De hecho lo podíamos acreditar como su primer largometraje, tiene cuatro títulos de crédito como "sin acreditar" anteriormente, en películas conocidas como La tierra de nadie o Golpe al sueño americano.

Ni siquiera había rodado Triunfo amargo (1990), para luego ya encadenar de manera consecutiva sus grandes éxitos, que comenzaron con Thelma y Louise (1991). Es posiblemente del cuarteto que he analizado, el que más películas exitosas haya tenido, porque llegó a encadenar una lista de películas en los 90 que fueron éxito tras éxito

- El río de la vida
- Amor a quemarropa
- Entrevista con el vampiro
- Leyendas de pasión
- Seven
- Siete años en el Tíbet
- ¿Conoces a Joe Black?
- El club de la lucha
- Ocean's eleven
- Troya

Entre otras, superando creo yo claramente a sus compañeros de generación en cuando a número de éxitos en la gran pantalla.


Lo que sorprende es como, una posible estrella en ciernes, o aunque todavía no lo fuera algo de potencial se intuiría, acabara en esta película yugoslava como protagonista. Película que a día de hoy creo que sigue siendo bastante o muy desconocida aquí. Pero un país tan lejano de los Estados Unidos como la antigua Yugoslavia, y además con una película aparentemente extraña, (pero totalmente original y diferente) y sin un resto de reparto destacado tampoco, resulta muy sorprendente.

De hecho la película se editó en 1997 para hacer un reestreno cuando Pitt ya gozaba de un estrellato sólido y consolidado.

Un cine Serbio, cuyo exponente más relevante es Emir Kusturica, nacido en la parte Bosnia de Yugoslavia, y con su película más destacada, El tiempo de los gitanos.

De hecho supuestamente la película se rodó en la localidad de Kotor (hoy Montenegro), y otra de esas curiosidades que me pasan ... al día siguiente una amiga mía que va a ir unos días de vacaciones a Dubrovnik, me pidió si le podía recomendar qué ver por allí. Rápidamente me vino a la mente mi viaje a Croacia de 2013 y uno de los sitios que le recomendé fue Kotor, y su increible fiordo "Las bocas de Kotor", sin yo saber que la película se había rodado allí.
Y para haberse rodado allí me parece poco aprovechado, porque Kotor tiene unas estampas maravillosas que no se ven reflejadas en la película.


Aunque con una enfermedad diferente y no tan dramática, me siento reflejado en el personaje interpretado por Pitt, y quizás por ello me llegue más la película que a otras personas.

Hace un alegato inicial, de "Quiero vivir"

Y luego hay frases en la película que comparto plenamente, como "Me siento un observador de la vida", cosa que comparto, aunque el contexto sea diferente o "Necesito amigos, amor, solo quiero vivir como la gente normal", con la diferencia y la suerte que yo si he podido vivir eso durante bastantes años, gracias a Dios.

Y en general transmite los pequeños placeres de la vida, cosas normales que damos por hechas y por alcanzables para todos, y el aprender a valorar las cosas aunque a la mayoría de la gente le puedan parecer insignificantes, en un alegato de humildad, de valentía y de aceptación de las enfermedades y sus consecuencias.


Pitt transmitió bien al espectador la tortura emocional interna que su personaje sentía al no poder salir al mundo y hacer cosas normales de un joven, y mostró que, aunque llevaba el traje para detener la tortura externa del sol que le quemaba el cuerpo, sus sentimientos internos, que en realidad son más importantes en muchos sentidos, estaban sufriendo constantemente, pero el resto del reparto, o más bien los diálogos (además de una carrera de motos extremadamente ridícula y deficiente) son lo que le restan un poco de valor a esta interesante película.

Una impactante película, en la que se aborda la fé, la religión, el drama familiar y las adversidades de la vida en general, con la también sorprendente presencia de pasajes de Johan Sebastian Bach de fondo.


Una película que cuando empecéis a ver podría daros cierto aire a Batman, y que bien podría haberse llamado El caballero oscuro, y que además curiosamente hay un momento en el que el personaje de Pitt hace un guiño hacia este pensamiento mío y que habrá tenido más gente, apareciendo con una camiseta con el logotipo de Batman.









Valoración:                          6/10














20 mayo 2024

Los joyeros del claro de luna (1958)

 





Además de Sofía Loren, la otra gran actriz que, si Dios quiere, cumplirá 90 años en 2024 es Brigitte Bardot. Con un atractivo tan sobresaliente como el de la actriz italiana, pero con una carrera mucho más discreta, en cantidad y calidad de las películas.

La parisina (afincada en Saint Tropez), retirada de la interpretación desde 1973, tan solo cuenta con 43 títulos de crédito en su filmografía, y muchos de ellos son de películas domésticas.

No suelo hacer muchas incursiones en el cine de los años cincuenta del pasado siglo, pero al igual que Sofía Loren me parecía la mejor época para encontrar una Brigitte Bardot en plenitud, por lo menos a nivel de belleza.

Aunque sus comienzos fueron en la danza y el ballet, ya a los 18 años obtuvo su primer papel, y poco después se casó con el director Roger Vadim, quien la dirigió en Y Dios creó a la mujer. Gracias a esta película y su aparición en el Festival de Cine Cannes de 1956, logró eclipsar a las mismísimas Sofía Loren y Gina Lollobrigida y convertirse en icono mundial de referencia. El matrimonio duró hasta 1957 (posiblemente porque Bardot flirteaba con otros hombres mientras tanto), y sorprendentemente, Vadim la volvió a dirigir en esta película, una coproducción franco italiana, con ambientación y rodaje en España.


Y por parte de España, además de los actores secundarios y figurantes que aparecen en el rodaje, es por donde debió venir la incorporación del actor norirlandés Stephen Boyd, una de mis debilidades, en uno de sus papeles previos a Messala en Ben-Hur, para mi, una de las mejores interpretaciones de la historia.

Y es que después del fracaso de La Caído del Imperio Romano (película rodada en Madrid), la carrera de Boyd se fue eclipsando hacia finales de la década de 1960 y comenzó a pasar más tiempo en Europa, incluído España, donde pensaba que encontraría papeles más cercanos a su interés personal.

A diferencia de lo que pasó en la película que vi de Sofía Loren, con tan solo 18 de edad, donde eclipsó al resto del reparto, aquí Brigitte Bardot no logra difuminar la presencia de Stephen Boyd, que es tan protagonista o más que ella.


La producción estuvo plagada de problemas. Durante el rodaje se produjeron graves inundaciones en España. Además, el director Roger Vadim y los actores Stephen Boyd y Brigitte Bardot enfermaron durante el rodaje de la película. Stephen Boyd inicialmente cuestionó si volvería a trabajar con Bardot públicamente (irónicamente volvería a trabajar con Bardot en Shalako, creo que la única película que había visto hasta la fecha suya), pero muy rápidamente corrigió sus comentarios. Su descripción de Bardot fue que ella tenía "la mente de una niña, pero físicamente era como una pantera al acecho". Más tarde aclararía sus comentarios para indicar que le "encantaba" trabajar con ella y que ella lo conquistó. 

La apariencia española se percibe rápidamente en algún rótulo o viendo claramente como hay actores que no están doblados, si no que es su propia voz. Además el paisaje árido, el encalado de las casas y alguna tradición como los toros confirman este hecho. Oficialmente en las localizaciones solo aparecen Torremolinos y Almería, pero supongo que habrá más sitios. No obstante estamos hablando de 1958, y cualquier parecido de aquellos terrenos con la realidad actual es mera coincidencia. Yo no he conseguido reconocer ninguna toma familiar, y supongo que habrá que haber estado por allí en aquella época para reconocerlo.

En su libro "Iniciales BB", Brigitte Bardot cuenta que quedó profundamente horrorizada durante el rodaje de una corrida de toros, por la muerte repentina de un joven e impetuoso animal, después de que un veterinario le inyectara una dosis anestésica.

De hecho hay varias escenas de corridas de toros (presumiblemente reales) en esta película, incluida una en la que un toro asesinado es arrastrado por la calle y luego aparentemente sacrificado para obtener carne. Después de dejar la interpretación Bardot se convertiría en una de los activistas mas famosas por los derechos de los animales más destacados.


La película tiene buenos alicientes, en especial su pareja protagonista, que puede atraer a verla tanto a hombres como mujeres, así como el rodaje en España y ver parte de la cultura y la geografía en aquellos tiempos de postguerra, pero la historia como tal se me queda bastante incompleta y sin desarrollar, sin explicar la situación de varios personajes y sin lograr una historia atrayente, basándolo todo en la puesta en escena y el potente atractivo de Bardot y Boyd.












Valoración:                                 6/10

















16 mayo 2024

Alambradas de cristal (1976)

 







Aunque al principio no me resultara una década nada atractiva, cinematográficamente hablando, poco a poco le fui cogiendo gusto a los años 70, y a día de hoy encuentro películas desconocidas muy interesantes en ella.
Quizás fuera por no haber vivido en esos años, o por lo diferentes que me parecían, el contraste entre el aspecto general de la vida en los años 80 y el de los 70 es bastante grande, en vestimenta, cultura, música, cine ... en casi todo básicamente.

La película parte con una idea muy sugerente y muy recomendable, como es recorrerse el país en el que uno ha nacido cuando es jóven, cosa que me parece muy intersante, y más en un país como el nuestro (además que en EEUU es algo complejo por las dimensiones del mismo), cosa que hoy en día parece algo de segundo plato, ya que parece que lo importante es viajar lo más lejos posible y con el mayor lujo permitido.

Aunque esa premisa pudiera avanzar una posible Road Movie, no lo es, y aunque posteriormente también  también parecería similar a La Celda de la Violación, curiosamente del mismo año, estamos ante un subgénero de películas que tiene unos cuantos títulos con esta temática, como son las películas de cárceles de mujeres.

Aquí una serie de listas de películas con temáticas similares a ésta






Y ese viaje nos lleva a un territorio rural, en el que a veces las cosas en realidad son diferentes a la gran ciudad y desembocan en historias sorprendentes. Así que una vez más el mundo rural y el hacer camping volvían a estar presentes en una película de los setenta, siendo dos argumentos o características muy recurrentes durante esta década.

Estados Unidos parece tener una gran cantidad de anécdotas de sheriffs de la vida real, en territorio rural, que ven su ciudad como un feudo privado.


Soprende una vez más que estemos ante una TV Movie con un reparto tan notable. De hecho pensaba que las TV Movie empezaron a proliferar en la década de los 80, con la explosión cultural que se produjo, pero ya en los albores de la década de los 70 se producían este tipo de películas, que evidentemente no se estranaban en las salas de cine.

Aquí, el director John Llewellyn Moxey, curiosamente nacido en Argentina (del que no hace mucho vi Perdida en el Desierto), junto un buen elenco, de actores del tercer escalón podríamos decir, de los que destacan Chuck Connors (éste lo podemos considerar del segundo nivel), al que la última vez que vi fue posiblemente en Trampa para turistas, y que aquí tiene un papel con rasgos parecidos, y a Deborah Raffin a la que había visto hace muy poco en Gloria de la mañana.
Pero completan el reparto otros buenos actores, como Della Reese, Tina Louise, Robert Reed, Fionnula Flanagan, Lana Wood (hermana de Natalie Wood), y para mi un gran actor como Ralph Bellamy, el más veterano del reparto, y al que siempre recuerdo por su escaso pero impactante papel en Pretty Woman, su última película antes de morir.

Moxey crea maravillosamente una atmósfera rural melancólica e inquietante, a través de música apropiada y tomas de extensiones rurales solitarias, pero también le debe mucho a este fantástico elenco que he mencionado.


Me sorprendió la cantidad de desnudez que tiene la película (creo que hay una versión con bastante censura). La desnudez es muchas veces innecesaria para una historia, pero al menos en esta película, no había nada terriblemente sexy en las escenas. De hecho dos de las escenas realmente inspiraron más simpatía por las mujeres, dada su vulnerabilidad, que un interés lascivo.

Aunque, personalmente, creo muy mejorable la resolución de la película. El final no conlleva ninguna recompensa para los espectadores. La película está cargada de personajes reprobables, junto con dos víctimas que provocan una tremenda simpatía. Con esa configuración, una conclusión diferente y más optimista podría haber sido mejor.

Alambradas de Cristal es un drama realmente conmovedor, un retrato inquietante sobre el abuso de autoridad y, en general, también una película modesta pero muy bien dirigida y sorprendentemente rodada.


Supuestamente es un "comentario social" sobre el racismo y las condiciones carcelarias en el sur rural de la década de 1970.
Los temas que aparecen en esta película no son lo que llamarías "suaves". Quizás la violencia representada no sea tan gráfica y la sordidez no sea tan explícita, pero el material sugerente y las insinuaciones aquí son mucho más impactantes que las imágenes gratuitas de la mayoría de otras películas contemporáneas similares. 

Este inmerecido y tristemente oscuro thriller de los años 70 hecho para televisión combina con éxito elementos y ambientes de dos de los subgéneros de terror más utilizados y populares de mediados de los 70, a saber, las llamadas películas Mujeres en prisión y películas de Hicksploitation

El primero de estos subgéneros se explica por sí mismo y trata sobre niñas indefensas encerradas en cárceles corruptas y degradadas, donde se enfrentan a guardias pervertidos y agresivas bandas de prisioneras. 
Mientras que el Hicksploitation habitualmente gira en torno a personas civilizadas que se quedan atrapadas, por cualquier motivo, en aldeas aisladas y remotas, habitadas por gente primitiva y exageradamente hostil.










Valoración:                               6/10











19 abril 2024

Rescate en la jungla (1993)

 






Más allá de que me gusten las películas de junglas o selvas y supervivencia, por eso de que te puedes encontrar bonitas estampas de la madre naturaleza, y del siempre sobrio trabajo de un actor que me gustaba, como Robert Loggia, elegí esta película por la sorprendente presencia de una muy joven Jennifer López, a la que seguramente la mayoría tenemos por cantante, pero da la casualidad que se adentró antes en el mundo de la interpretación que en el de la música, detalle que no muchos conoceríamos.

La neoyorquina, de origen puertorriqueño, empezó como bailarina en 1991 y dos años más tarde decidió dedicarse a la interpretación, siendo éste su primer papel en un largometraje. Y su primer álbum musical no salió a la luz hasta 1999.

Así que no sé si podríamos decir, como yo pensaba erróneamente, que es un caso de cantante que también es actriz, porque cuando me refiero a ese término lo suelo hacer en alusión a cantantes, que ya consolidados en el gremio musical, empezaron a realizar interpretaciones cinematográficas. Sea como fuere, si que estamos ante un caso de dualidad de artista, que se ha dedicado a ambas artes escénicas, tanto la música como el cine.


Una lista que sería muy larga, pero que es un tema intersante de tratar, y nos podríamos fijar en algunos de estos artistas que fueron más o menos significativos.

El primero que se me viene a la cabeza cronológicamente, y posiblemente también de los cantantes que mejor interpretara fue Frank Sinatra, con hasta 75 títulos de crédito y alguna película notable como De Aquí a la Eternidad.

Luego, así pensando sin tirar de hemeroteca, se me viene a la mente Elvis Presley, que aunque en este caso era claramente cantante, no puedo evaluar mucho su faceta como actor, porque creo que no he visto ninguna película suya, que por otro lado creo que eran todas bastante similares. Tiene 31 títulos de crédito.

Hasta un Óscar consiguió Barbara Streisand por la película Tal Como Éramos, bien es cierto que su faceta de cantante para mi es bastante desconocida o no muy de mi agrado, sobre todo si la comparamos con las tres que voy a enumerar a continuación.

En la década de los 80, tres cantantes, que se podrían considerar Divas de la música, como Madonna, Cher o Whitney Houston desembarcaron también en el mundo del cine con más o menos éxito, y con mayor o menor continuidad. Aunque seguramente las críticas se despacharon a gusto con ellas, en especial con Madonna, a mi al ser películas de esa década que tanto me gusta, no me resultaron notas discordantes.

También hizo su incursión principalmente durante los 80 David Bowie, con una película por encima de todas, Dentro del Laberinto.

Y por último en los 90, además de la protagonista de hoy, Jennifer López, podríamos destacar también a Will Smith, en otro caso del que no sé que fue antes, si músico o intérprete, ya que seguramente el primer recuerdo que todo el mundo tenga de él sea en la televisión, en la serie El Príncipe de Bel-Air. Es especialmente reconocido por la saga Men in Black.


Evidentemente no es ni de lejos la mejor película de esta temática que he visto, donde flojea tanto la historia, como la interpretación, como el doblaje.

No obstante tiene algunas cosas interesantes o diferenciales con respecto a otras películas de este estilo, que habitualmente suelen estar localizadas más en la Selva Amazónica o como mucho en América Central, y que en este caso elige una localización poco conocida de México, como es la población de Catemaco (Catamaco durante toda la película), y que además el rodaje se realizó allí.

Había visto películas ambientadas y rodadas en Acapulco, otrora paraíso turístico del Pacífico y también en Puerto Vallarta, y además he estado de vacaciones en la Riviera Maya, pero esta localización mexicana me era totalmente desconocida, en el estado de Veracruz.

Adicionalmente se contó con dos actores mexicanos importantes de la época, Pedro Armendáriz Jr., que, eso si, apenas aparece un par de minutos, y el menos conocido en aquel momento Sergio Calderón, que luego ganó más importancia.
Pero realmente la mejor interpretación del elenco es la de Lindsay Wagner.

Deja también la película el valor de la gente humilde, y más en un momento de necesidad, como dan sin esperar nada a cambio, y dan lo poco que tienen, sin ningún tipo de egoísmo y sin esperar nada a cambio. Muy bien reflejado por el director y muy edificante.










Valoración:                              5/10