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22 octubre 2024

Dos chicas en la carretera (1992)

 





Hay una serie de palabras en el título de una película que me suelen resultar atrayentes y tener más posibilidades de que las vea, como por ejemplo los dos últimas que vi, con las palabras ruta y valle, y también aquí con la palabra carretera.

Llegué a esta película después de ver un rato de un episodio de El Equipo A, que los reponen a diario en un canal de televisión, a razón de unos cinco por día, y revisando el reparto de ese episodio fui a consultar la filmografía de una de las actrices que aparecía brevemente durante el mismo, y al ver que estaba casado con un director (y que además poco después de ese episodio y la mencionada boda dejó la actuación), indagué a ver que me podía ofrecer él.

El caso es que su nombre, Edward Zwick, me resultaba ligeramente familiar, más allá de que apareciera en algún momento en mi extensa base de datos de películas. Y es que, efectivamente, tiene un par de títulos notorios dentro de su filmografía, como son Leyendas de Pasión (1994), su película inmediatamente posterior a ésta, con un todavía muy joven Brad Pitt, y El Último Samurai (2003), con también un todavía joven Tom Cruise. Una de esas películas que creo recordar haber ido a ver al cine, cuando por aquella época ponía en práctica ese pasatiempo con relativa frecuencia.


Así que esta me hizo imaginarme un aroma a Road Movie, que tanto me gusta, quizás pensando en algo parecido a Thelma y Louise, aunque finalmente teniendo cosas en común, básicamente el hilo conductor de dos chicas en un coche sin un rumbo fijo, tiene un argumentario diferente.

Una de las más notables diferencias es el escenario elegido. La mayor parte de las Road Movies que conozco están ambientadas en el Medio Oeste de los Estados Unidos, en parajes semi desérticos, carreteras secundarias y bares y moteles de carretera solitarios. En cambio en este caso se escoge como ubicación para la historia el extremo noroccidental del país, en el estado de Oregón, con intención de realizar un tránsito hasta Alaska.

Otro detalle curioso y contrario a lo habitual es que habitualmente en este tipo de películas suele estar presente la figura del autoestopista, y que habitualmente suelen ser personajes extraños, mucho en algunas ocasiones, sórdidos o hasta peligrosos, y en cambio aquí es a la inversa, son los autoespistas los que se van topando con diferentes frikis a lo largo de su periplo realizando auto-stop.

Es una película con muchos matices, que van desde la soledad, la melancolía, la esperanza, la sencillez, la mala suerte ... y sobre todo en la resistencia y sobreponerse a las adversidades, desembocando en la virtud de la felicidad de las cosas sencillas, de saber vivir con poco y de saber apreciar la amistad, dar y recibir lo poco que tienes.

Nos enseña a como saber afrontar los problemas y encontrar soluciones, y nos da una lección o nos hace reflexionar de como siempre habrá personas con muchísimos más problemas que nosotros, que se quejan mucho menos y que además de poner al mal tiempo buena cara, buscan y encuentran soluciones o alternativas a dichos problemas.

Problemas que se dan entre las protagonistas y que me lleva también a reflexionar que habitualmente suele haber más problemas de convivencia entre dos personajes femeninos que entre dos masculinos, en la gran pantalla.


Con un reparto de tercera fila, donde para mi solo conocía y de manera bastante efímera a las dos protagonistas, destaca o complementa muy bien esta falta de actores importantes, una banda sonora sin letra, tranquila y relajante, con un tono melancólico o de tristeza (y cuando aparece una canción con letra, lo hace de manera muy tenúe, pero es nada más y nada menos que la formidable Wicked Game de Chris Isaak), que me hizo recordar una de las películas de corte Road Movie con mejor banda sonora que he escuchado últimamente, como es Tierra Prometida, con unos todavía poco conocidos Kiefer Sutherland y Meg Ryan.

Me sorprendió y me agradó, por mis valores, educación y creencias, que la película se cierre con una oración de gracias, que en principio no pegaba nada con el perfil de los personajes protagonistas, pero que finaliza esa historia de adversidades de una manera tierna y muy humana, reflejando que a pesar de esos enormes problemas y sufrimientos, soledad, falta de trabajo, dinero ..., no hay que dejar de dar gracias y estar alegre por las personas que te rodean y por lo fantástico que es vivir aún sin reunir las condiciones idóneas que a todos nos gustarían.










Valoración:                              6/10















24 agosto 2024

Un verano para recordar (1974)

 





Pues un año más, éste tampoco será en mi caso un verano para recordar, y ya van por lo menos cinco consecutivos sin nada positivo, salvo pequeños detalles como alguna película interesante que he descubierto este verano, más allá de cualquier momento de evasión de problemas vía café o paseo con algún amigo.

Aunque precisamente, mi digamos último verano para recordar, en 2019, estuve por Italia, y entre otros sitios en Milán, que aunque no tenga mucho protagonistmo visual en esta película, si que se la nombra en unas cuantas ocasiones.

Lo curioso, es que realmente esta película también debería llamarse un verano para olvidar, y no para recordar, porque no trata de acontecimientos que divertidos que merezcan la pena ser recordados, sino más bien todo lo contrario.

Así que me puse a ver la película esperando quizás algo entretenido y me encontré con todo lo contrario. Aunque ya suponía que no estaba ante una película veraniega al uso, ya que es una década anterior a la explosión de esas comedias vacacionales y veraniegas ... y por que es una película italiana, que me sirvió para contraponer a la anterior francesa que acababa de ver.


En los años setenta del pasado siglo el cine italiano tenía una importancia increíble, ya no sé si estaba a la altura del cine británico en cuanto a calidad, pero en cuanto a cantidad, era increíblemente prolífico, con todavía el género Spaghetti Western muy activo, películas de mafia abundantes, de crímenes y acción sin tener por que estar la mafia de por medio, dramas como éste, comedias ... y además todas las películas de los increíbles Bud Spencer y Terence Hill, que digamos que es un subgénero propio y que se dieron mayoritariamente en esta década.

Aunque quizás este tipo de película sea el menos habitual, o por lo menos yo no he elegido películas parecidas, si que demuestra la amplitud de géneros a tratar.

También es cierto que por esa época había muchos directores italianos con cierta reputación y también la mayoría de ellos con bastante actividad, ya que no son directores cuya filmografía se quede en diez o quince títulos de crédito, si no que alguno de ellos pudo llegar hasta a cien, cosa que para un director es algo realmente complejo de ver.

En el caso de Sergio Martino (1938), todavía vivo, el contador se quedó en 62, siendo la última de hace más de una década ya.
Es por lo menos ya la tercera película suya que veo desde que escribo el blog, junto a las interesantes La montaña del Dios caníbal y La isla de los hombres peces, y repasando su filmografía se puede apreciar el detalle que había comentado antes, bastantes películas y muy variadas en cuanto a su temática.

Una película suya que siempre he querido ver es Una australiana en Roma, con una jovencísima Nicole Kidman, pero creo que esa película no está doblada al castellano, y como no me conforme con verla en italiano a ver que entiendo, creo que me quedaré sin verla.


Ésta es una película extraña, con niños protagonistas, pero con una historia muy dramática, y realmente aunque no la considero mala como tal, si que creo que no tiene mucho potencial público, aunque no obstante creo que es una película difícil de conseguir.

Con dos actores no italianos medianamente conocidos como Senta Berger y John Richardson, la película es extremadamente anónima (tan sólo 54 votos en IMDb), pero tampoco yo la recomiendo encarecidamente y por tanto hacerla más popular.









Valoración:                           5/10












19 agosto 2024

Tres aventureros (1967)

 






Se murió Alain Delon (a los 88 años, justo en el día que otro gran actor Robert Redford cumplía esa misma edad), así que tocaba noche de homenaje, a un actor que además de ser de lo mejor del panorama europeo, lo llegó a ser también en Hollywood, por su interpretación y por su innegable atractivo y aire de rebelde sin causa (de hecho en algunos sitios se le consideraba el sustituto de James Dean, protagonista de ésta película), y a pesar de considerársele maleducado por mucha gente y ganarse la enemistad de gran parte del sector por sus amistad con Jean-Marie Le Pen y no esconder que era votante de derechas, tenía multitud de seguidores, sobre todo entre el público femenino, evidentemente (fue considerado el hombre más guapo del mundo en algún momento).

Empezó casi de la mano de su compatriota Jean-Paul Belmondo en Una rubia peligrosa. Aunque eran dos registros de actores bastante diferentes, Belmondo más de comedia y acción y Delon más de drama.
La primera parte de su carrera, donde posiblemente estén sus mayores éxitos, fue principalmente en blanco y negro, con películas como Rocco y sus hermanos (película que ha anunciado RTVE como homenaje) y El eclipse, además de El gatopardo (ésta ya en color) donde compartió escena con Burt Lancaster, películas por cierto bastante largas de duración.

Aunque realmente era más su persona y su halo de glamour lo que triunfó en Hollywood, que sus películas. Algunos proyectos para los que le contrató Metro Goldwin Mayer o Columbia se cayeron, tampoco ayudaba su acento, y el hecho de que alguna película francesa como ¿Arde París? no tuviera apenas repercusión en el mercado estadounidense le hicieron desistir y volverse a su Francia natal a continuar con su carrera.


De hecho ésta fue su primera película después de volver de Francia, que fue un éxito en su país y totalmente anónima en Estados Unidos. Y poco después rodó La Piscina, película que vi el año pasado con motivo de la muerte de su compañera de reparto en ella, Jane Birkin, y que fue una película que me causó una gran impresión y por la que empecé a valorar bastante más a Delon y al cine francés en general.

También compartió reparto en esta película con Romy Schneider, con la que mantuvo una de las relaciones sentimentales más largas de su vida, y con la que posteriormente mantuvo una gran amistad hasta la prematura muerte de ella, aunque ninguno de sus hijos fueron con ella.

Pero esta película, además de ser medio maldita para parte del reparto, también estuvo a punto de serlo para el propio Delon. El 1 de octubre de 1968, mientras estaba rodando el thriller La piscina con Romy Schneider, el amigo y guardaespaldas de Delon Stevan Marković fue encontrado muerto en un basurero del pueblo de Élancourt, cerca de París.​ Delon fue invesigado junto con el gánster corso François Marcantoni. Uno de los factores que apuntaban en esa dirección fue una carta de Marković a su hermano Aleksandar, en la que escribió: «Si me matan, todo es por culpa de Alain Delon y de su padrino Francois Marcantoni».

Y es que, precisamente, la investigación policial y una serie de artículos y testimonios de Borivoj Ackov revelaron denuncias de fiestas sexuales en las que participaron celebridades como Delon y miembros del gobierno, incluido el futuro primer ministro francés Georges Pompidou, cuya esposa, Claude Pompidou, supuestamente fue el foco de una serie de fotos comprometedoras en una de esas fiestas.

El caso supuso un gran escándalo en toda Francia y fue el epicentro de la prensa en lo que se denominó el «caso Marković». En una entrevista a la BBC de 1969 se le preguntó por su vinculación al asesinato de Marković, rumores de su vinculación en estas fiestas sexuales y sus preferencias sexuales con directores como Luchino Visconti entre otros. Expresó:


Periodista: La gente, una vez más, no se lo dice directamente a la cara, pero sugieren de manera muy notoria sus gustos homosexuales. Delon: Entonces, ¿qué hay de malo si lo hubiera hecho? ¿O lo hice? ¿Sería culpable de algo? Si me gusta, lo haré. Tenemos un gran actor en Francia llamado Michel Simon y Michel Simon dijo una vez: "Si te gusta tu cabra, haz el amor con tu cabra". Pero lo único que importa es amar.

 

El crimen jamás fue resuelto. 


Mirando entre su filmografía me decidí por ésta, que además no tenía ni entre mi colección, pero tardé poco en conseguirla, y acerté plenamente.

Una película que me sirvió para profundizar en el trabajo de Alain Delon y casi para conocer a un importante actor italiano, como es Lino Ventura, que está tan bien como el propio Delon en esta película, y para descubrir a una, desconocida para mi, actriz canadiense como es Joanna Shimkus, y que era nada más y nada menos que la esposa de Sidney Poitier durante 46 años, hasta la muerte de él en 2022, y con el que tuvo cinco hijos. Quizás por ello dejó de trabajar en 1972, dejando una corta filmografía en su haber.

A Lino Ventura y a Alain Delon no les gustaba mucho trabajar con Joanna Shimkus porque la consideraban poco capacitada para el trabajo. Era una principiante en el mundo de la interpretación.

La película es totalmente original dentro de mis recuerdos cinematográficos y va alternando perfectamente entre diferentes géneros. De un inicial aspecto de comedia, pasa a una película de aventuras, para acabar convirtiéndose en un drama y película de crimen, todo ello muy bien conectado y escenificado.

Digamos que cuando quedan unos 35 minutos la película, u otras películas parecidas, se podrían haber acabado, y me quedé por un momento pensando en que iba a ofrecerme la película durante tantos minutos después de haber presenciado un desenlace habitual muchas veces.

Y ahí la película mejora y sorprende no con giros de guión ni aparición de muchos personajes nuevos, pero si desarrollando una parte que muchas veces queda en el imaginario del espectador, eligiendo para ello un singular escenario, como fue el Fort Boyard, en las proximidades de la localidad francesa de La Rochelle, en la costa atlántica francesa.


En 1983 se hizo una (especie de) secuela, El rufián. La dirigió José Giovanni (que también escribió Los aventureros) y volvió a protagonizarla Lino Ventura. Delon fue reemplazado por el joven actor Bernard Giraudeau, a quien curiosamente tan solo hace unos días vi y descubrí con Una gata ardiente, dejándome una gran impresión, además del siempre irrechazable reclamo de Claudia Cardinale. 

La trama vuelve a ser sobre la búsqueda de un tesoro submarino escondido, pero ahora ambientada en Canadá ... así que quizás sea una película candidata a ver cuando pase un tiempo, ya que son argumentos que siempre me atraen.


Gran película sobre un trío de buscavidas, que siempre buscan la parte positiva de la vida, saben sobreponerse a las adversidades y con un mensaje de amor por la vida a pesar de los problemas.

La calidad de la película reside en la sinceridad y el encanto de la relación entre los personajes, cosa que se puede ver en más películas francesas de la época y que tras ver varias en poco tiempo, a día de hoy, me hace situarlo a la par del cine italiano de la época, a pesar de que hace poco lo estimaba mucho más a éste, y muy por encima del cine español, que salvo alguna coproducción casi siempre es un tipo de película estándar que a mi no me gusta y que no puede acercarse a la calidad de ésta.

Un concepto de amistad quizás en desuso, al igual que un concepto de película olvidado, pero para mi una brisa de aire muy refrescante en este caluroso y despiadado verano, y a pesar de significar la pérdida de un gran actor como Alain Delon.

Películas así nunca deberían pasar de época y todo buen cinéfilo debería verla, aunque haya nacido muchos años después del rodaje.











Valoración:                         8/10














02 julio 2024

Punto de recreo (1985)

 






Ya puestos, igual que traje la tercera película en la filmografía de Tom Cruise y otra de las primeras de Keanu Reeves, o por lo cuando todavía no era muy conocido, volví a ver la segunda película por orden cronológico de Johnny Depp (su primera como protagonista), otra de las superestrellas nacidas en ese período de tiempo (1962-1964), y que levantaron pasiones entre el público femenino.

Y digo volví a ver, porque recuerdo que ésta la vería hace unos 12 años, en lo que fue otra de las inspiraciones de mi blog. Además recuero perfectamente que la compartí con un antiguo compañero de trabajo, con el que compartía afición por el cine de los ochenta.

Aunque supongo que es un poco más conocida que otras muchas películas que he visto, tampoco recuerdo que aquí la hayan pasado por televisión, y salvo los muy fans de Johnny Depp, supongo que en líneas generales será una película totalmente desconocida.


Realmente no sé que tipo de cine se hace hoy en día, porque ya hace tiempo que dejé de ir al cine y de darle oportunidades a las películas actuales, pero uno de los géneros que más me entretienen, y que es mayoritariamente originario de los años 80, son las comedias de verano, y en esta época siempre intento ver unas cuantas, intentando que alguna de ellas resulte novedosa.

Seguramente ese subgénero nació en los ochenta y seguramente su esencia moriría en la década de los noventa, porque además seguramente hoy estaría censurado por completo, en una etapa de prohibiciones y pérdida de libertades a mi modo de entender bastante evidente. Y principalmente por el alto grado de desnudez que suele haber en este tipo de películas, sin tener en cuenta que nadie obligaba a hacerlo, que seguramente las actrices que lo hicieran ganarían un buen dinero por ello, y que además tendría mucha audiencia. Porque yo como espectador elijo lo que quiero ver, no como hoy en día, y más en el cine español, que se hace lo que desde determinados lobbys se decide que es aprobable y te exigen medio con malos modales que tienes que ir a verlo, que es cultura y demás tonterías.

Por eso entre otras cosas tomé la deriva de este blog, de ver cosas muy poco conocidas y sobre todo lo que a mi me apeteciera, ante esta tendencia totalitaria e impositiva de lo que tenemos que hacer, que comer, que pensar, y también que ver en la televisión.

Y si, esta película tiene unos cuantos desnudos y muchas chicas en bikini, pero me parece una comedia muy entretenida, refrescante, veraniega y adecuada para pasar un buen rato en este período estival.


Y además con la presencia de una incipiente super estrella como Johnny Depp. Incipiente porque ni siquiera es cabeza de cartel, honor que recae sobre Rob Morrow, aunque fuera su primera película. Me acuerdo cuando empecé a ver la primera vez esta película con mi amigo, el se sorprendió y se emocionó cuando leyó su nombre en los títulos de crédito, mientras yo le preguntaba "¿quién es Rob Morrow, Sebas?". Él, atónito, me dijo, "¿no me digas que no le conoces?, es el protagonista de Doctor en Alaska".

Yo, había oído hablar y anunciar mucho la serie, de hecho me parecía muy buena su sintonía, pero nunca me había detenido a ver ningún capítulo de la misma, así que su nombre me resultaba totalmente anónimo en aquel momento.

El caso es que luego la carrera de Depp despegó hacia el estrellato, mientras que la de Morrow, extrañamente derivó hacia episodios en series de televisión puntuales, hasta que consiguió el papel en Doctor en Alaska, donde en 5 años intervino en 102 episodios. Pero a nivel de la gran pantalla su bagaje no es ni amplio ni exitoso.

De todas maneras a ambos no debió apasionarles el resultado final de la película, ya que se dice que estaban tan avergonzados por la película que juraron un pacto para rastrear y destruir todas las copias.


Y todavía más sorprendente es si comparamos la pareja de actores protagonistas masculinos, con la pareja femenina. Dos chicas muy guapas, que aunque hacen de complemento en la película, uno mira su filmografía y quedó en la nada más absoluta más allá de esta película. Bien es cierto que chicas guapas había y hay muchas siempre, y que quizás más allá de su evidente atractivo delante de la cámara no había una actuación sólida, pero de ahí a que casi no se las pueda considerar actrices debido a sus escasos papeles y a que ambas dejaron de actuar en la década de los 90, parece muy sorprendente.

Así que el si que aporta valor a la película es Héctor Elizondo (el famoso director del hotel de Pretty Woman), un actor secundario poco valorado, que hace un papel que quizás fuera difícil de asociarle por su papel en Pretty Woman, pero que cumple con nota. Pero además hay otros personajes secundarios interpretados por actores menos conocidos que aportan buen humor a la película.


Me parece una de las mejores películas veraniegas, por el bonito resort en el que se rueda (de hecho el título original es Private Resort), ubicado en Cayo Largo, Florida, los actores, el ritmo y el humor bastante por encima de la media de lo habitual en este tipo de películas.

Seguramente a la mayoría de nosotros nos habría gustado tener en nuestra vida un fin de semana o unas vacaciones así ... así que disfruta los 80 minutos en este resort.









Valoración:                             7/10












28 junio 2024

Ir a perderlo y perderse (1982)

 




En comparación con Keanu Reeves, al que abordaba el otro día, Tom Cruise tiene pocas películas en general, y muy pocas antes de hacerse super famoso, y quizás ésta (siendo su tercera película cronológicamente), fuera la menos conocida de su filmografía, así que me lancé a explorarla.

Y es que ya en 1983 rodó Rebeldes, aunque ahí con un amplio elenco que no le daba un protagonismo único, pero también Risky Business, en la que si tenía un protagonismo mucho más evidente y que marcó su vuelo directo hacia el número uno del estrellato de actores.

Luego, aunque como digo no son muchas, cada película que hizo se convirtió en un éxito instantáneo, por lo menos en taquilla, luego cada uno tendrá su valoración más o menos positiva de las películas protagonizadas por Tom Cruise, que para mi no son las mejores del mundo ...

Pero evidentemente con su sonrisa, que muchas veces no hacía falta ni que hablase, ya transmitía y vendía mucho. Por eso igual resulta extraño que esta película sea tan anónima, siendo de Tom Cruise. Al final en el cine podríamos hacer una similitud con la pintura, y cualquier obra de un buen pintor (poned el que queráis, Van Gogh, Monet, Picasso ...), es muy valorada, aunque se pintara antes de que se hiciera famoso.


Y es que el argumento, aunque diferente eso si, no sea quizás el más edificante o atrayente dentro de esas películas de adolescentes de los años 80, y quizás un tanto atípico para Tom Cruise. 
De hecho Cruise dijo, teniendo en cuenta cómo fue recibida la película después de su estreno, que ésta película le  hizo darse cuenta de que necesitaba ser más selectivo en sus elecciones y buscar buenos directores.

Además es una de esas películas ambientadas más atrás en el tiempo y ese detalle, como ya he comentado más veces, a mi no me suele apasionar, y más teniendo en cuenta que la recreación que se hace del lugar en el que se ambienta la película, Tijuana (México), me parece poco acertado. La película realmente se rodó en Calexico, California, y se contrató a mucha gente local para que actuaran como extras.

Pero aún no gustándome mucho la atmósfera ni el argumento de la película el ver una película de un Tom Cruise muy jóven y poco conocida es un buen reclamo. Además le acompañan dos actores que luego no corrieron la misma suerte en cuanto a popularidad que Cruise, pero que tampoco son unos desconocidos.


Un Jackie Earle Haley, que a pesar de ser un actor bajito y siempre con cara de mayor, es decir la antítesis de lo que sería el canon físico de actor, llegó incluso a estar nominado para un premio Óscar.
Y es que el acné le pasó factura. Aunque fue una estrella adolescente de finales de la década de 1970 que interpretó a tipos inadaptados duros, enojados y llenos de granos.

De hecho comenzó a hacer promociones publicitarias con 5 años, pero según comentó luego la transición de niño a adolescente fue dura.
"Esa transición de niño a actor adulto es increíblemente esquiva. Los papeles que me llegaban cuando era joven no eran muy buenos, pero los aceptaba de todos modos para pagar el alquiler. Y cuantos más papeles malos en películas malas aceptaba, menos me querían para un buen papel en una buena película."

Pero luego su carrera cayó en una profunda depresión, y de hecho desde 1993 hasta 2005 aproximadamente estuvo sin trabajar como actor y haciéndolo en otros empleos sorprendentes para una persona popular, como repartidor de pizzas o conductor de vehículos.
Recibió muy buenas críticas en su vuelta a los platós, y más considerando todo el tiempo que había permanecido sin actuar. Nunca fue santo de mi devoción.


La tercera punta de lanza la conformaba John Stockwell (en su segunda película tan solo), que compartió protagonismo posteriormente con Cruise en Top Gun. Curiosamente aquí el personaje de Stockwell es el que hace valiente, frente a un tímido o indeciso personaje de Cruise y en el superéxito Top Gun, la personalidad de los personajes interpretados por los actores es la contraria.
Para Stockwell Top Gun pareció un punto de inflexión negativo mirando su filmografía a partir de esa película.

En el orden de facturación de la película el escalafón quedó, 1º Tom Cruise, 2º Jackie Earle Haley, 3º John Stockwell, pero realmente el verdadero protagonista de la película es Haley, que acapara mucha más atención y está por encima de sus compañeros de rodaje. Cruise dijo que hizo esta película gracias a Haley.

Además el reparto tiene otros interesantes actores nada desdeñables, aunque algunos tengan personajes con poca cuota de pantalla. Yo siempre he apreciado a Rick Rossovich, y también no son desdeñables Shelley Long, Henry Darrow o un infantil John P. Navin Jr.

Además de Stockwell y Cruise, también Rossovich coincidió con ellos en Top Gun. Otros reencuentros entre actores de esta película fueron el de Navin Jr. y Long en la serie Cheers, o el de Cruise y Navin Jr. en Taps, la película anterior en la filmografía de Cruise (que suponía su segunda).

Sorprende que su director Curtis Hanson luego tuvo buenas películas, especialmente L.A. Confidential, muy aclamada.


En definitiva, podríamos decir que se trata de una comedia sexual adolescente anodina de los años ochenta, con mala imagen para Cruise y los americanos en general y mala imagen también para los mexicanos, aunque en este caso, habría que saber que tal de recomendable es hoy en día darse un paseo nocturno por Tijuana.











Valoración:                             4/10













06 junio 2024

Pisa a fondo (1986)

 





Después de bastantes días con bajo estado de ánimo (más la habitual nula energía que tengo), es increíble como una película elegida aleatoriamente puede levantarte una sonrisa, hacer pasar un buen rato, esbozar una sonrisa y evadirte de los problemas por lo menos durante esas casi dos horas.

Y digo aleatoriamente porque solo conocía la participación de Michael Keaton y el título de la película, ni siquiera tenía anotado en mi ficha por ejemplo, que entre el reparto se encontraba una actriz que me gusta mucho como Mimi Rogers.

Keaton es otro de esos actores nacidos a principios de la década de los cincuenta del pasado siglo, al que las películas juveniles de los 80 ya le pillaron un poco mayor, pero era tal la explosión cinematográfica y la cantidad y variedad de películas que se rodaron, que supo encontrar su hueco, especialmente en comedias con protagonistas no tan juveniles o en películas de acción.

Revisando su filmografía me he percatado de que le tenía muy poco trabajado, y la verdad es que ha sido todo un acierto elegirle a él y a esta película como protagonistas.

Hay más actores conocidos en el reparto, principalmente John Turturro, con un nombre muy característico e imposible de olvidar, y en contraprestación George Wendt, con un nombre muy poco comercial y difícil de recordar, y por ello posiblemente fuera el actor protagonista de Cheers que menos recorrido tuvo, o del que es más difícil acordarse, aunque supongo que muchos dirán "el gordo que estaba en la barra bebiendo cerveza habitualmente".

No es extraño una mezcla en el reparto entre actores americanos y asiáticos, aunque principalmente asociado a películas de artes marciales, con repartos mayoritariamente asiáticos y la excepción de uno o dos actores principalmente estadounidenses.
Aquí, con un reparto amplio, hay buena representación de ámbos.

Decía el director, Ron Howard, al recordar su carrera, que uno de los errores que se dio cuenta de que había cometido fue que cuando eligió actores japoneses-estadounidenses que podían hablar japonés, para él era inapreciable, peroellos no podían hablar el idioma tan bien y Howard realmente no puso a prueba su fluidez. Cuando Howard estaba trabajando con actores japoneses, señalaron que el idioma hablado por el elenco japonés-estadounidense no era muy bueno y, en ese momento, Howard ya había filmado el 90% de la película. Howard calificó esto como un error de novato que nunca volvería a cometer.

De hecho el actor estadounidense de ascendencia japonesa Gedde Watanabe, obtuvo el segundo mayor caché de entre los actores de la película, a pesar de que como ya he comentado había actores relativamente importantes.



Al igual que hay muchas películas de los ochenta que son relativamente parecidas, y hay varios patrones que aparecen con cierta periodicidad cuando ves películas de ésta época, también muchas de ellas destacan por su singularidad, y originalidad, y creo que ése es el principal valor de ésta, contar una historia que yo desconocía hasta ahora en el cine, y además bien hecha y entretenida.

Top Gun, Karate Kid II o Nueve Semanas y Media fueron algunos de los estrenos con los que tuvo que lidiar aquel año el filme dirigido por el talentoso Ron Howard, quien llegaba precedido por el éxito de Cocoon, y cuya carrera empezaba a despegar: luego estuvo al frente de, por ejemplo, Apollo 13 o Una mente brillante (ganó el Oscar).

Los años ochenta fueron una década de fiestas divertidas y películas sobre la mayoría de edad. Es agradable ver como el director nos muestra una película que se atreve a expresar una opinión sobre las culturas estadounidense y japonesa, logrando acuerdos y entablando relaciones afectuosas entre sí sin confundir a ninguno de los dos países.

El título original que se le dio a la película fue Gung Ho, un término chino, no japonés, que viene a significar trabajar juntos. Pero entiendo que a los japoneses no le gustó la representación de trabajar juntos que ofrecía esta película, o ese concepto en el ideario americano, y así por ejemplo los ejecutivos de Toyota utilizaron más tarde la película como ejemplo de cómo no gestionar a los trabajadores estadounidenses.


Uno de los detalles más curiosos y a la vez atractivos para mi, es el vehículo protagonista de la película.
Ya en los primeros planos en los que se veían posters en las paredes, me pareció reconocer con gran extrañeza, vehículos de la marca italiana Fiat, y más en concreto un modelo, el Regatta, no excesivamente vendido aquí en España, pero que mis padres estuvieron a punto de comprar y en el vecindario había un par de ellos.

Cuando se empizan a ver escenas en la cadena de montaje, con la estructura del coche, la sospecha se confirma, y finalmente cuando se ve un vehículo terminado queda totalmente resuelto el misterio.
El slogan de la película podría ser "El día en que los Fiat fueron japoneses".

¿Pero, cómo es posible que una película americana, con influencia japonesa, utilice coches italianos como argumento de la misma?

Buscando información he encontrado detalles al respecto:



La trama, con enredos desavenencias y situaciones ridículas, contó con un escenario muy particular: la planta de Fiat en Argentina, situada en El Palomar y en su satélite de Berazategui. En esta última se producían los modelos locales de Peugeot hasta 1980, cuando Sevel concentró toda su operación en la fábrica de la marca italiana en Tres de Febrero.

Todo ocurre en las líneas de montaje de los Fiat 147 y Regatta, dos modelos emblemáticos de los años 80 en la Argentina. En la ficción, ambos íconos nacionales pasaron a ser vehículos de Assan Motors, y se los ve con un logo redondo sobre las tradicionales barritas cromadas que los Fiat de aquella época tenían en la parrilla delantera.

¿Cómo fue que Paramount Pictures llegó a filmar a El Palomar? Keaton, Howard y todo el elenco de Gung Ho debieron desarrollar varias jornadas de filmación en el conurbano bonaerense. El contrato de Paramount y Sevel (Sociedad Europea de Vehículos para Latinoamérica) para utilizar la planta de Fiat fue una solución a los altos costos que implicaban realizar el filme en una planta japonesa. Y en los EEUU se hacía imposible disimular los modelos americanos y hacerlos pasar como japoneses. La Argentina, entonces, fue la alternativa para la realización de la comedia.



Un auténtico choque cultural, que lleva a la reflexión sobre que modelo es mejor, no evidentemente en lo laboral, si no también en lo personal, vivir para trabajar o trabajar para vivir.


Por último, me gustaría reseñar un detalle de esos que a mi tanto me gusta, que motivan al empezar una película y que ponen un epílogo brillante a la misma. La utilización de dos buenas canciones, una de apertura y otra de cierre, y además, como muy de vez en cuando me pasa, con el descubrimiento de una que no conocía.

Tras una breve introducción y mientras se van ofreciendo diferentes imágenes de fotografía de Tokyo, a la par que salen los títulos de crédito, suena de fondo Don't get me wrong, de The Pretenders, y al final, durante los títulos de crédito y de manera íntegra (como en misa, una canción de cierre una vez recibida la bendición), suena Working Class Man, del cantante australiano Jimmy Barnes, canción que desconocía totalmente.
Parece ser una canción hecha por encargo para esta película, que en Australia se estrenó precisamente con ese nombre.
A pesar de ello no se lanzó ninguna banda sonora de la película.


Para mi una película subestimada y creo que podríamos incluirla en la categoría de joyas ocultas.












Valoración:                                 8/10














22 mayo 2024

Mio en la tierra de Más allá (1987)

 






Siempre he sido un gran aficionado al cine fantástico, aunque a veces hay películas catalogadas como tal, que luego no me lo parecen o me resultan decepcionantes.

Y es que mi concepto de cine fantástico se ajustaría a películas de los sesenta y los setenta, estilo Simbad, Jasón y los Argonautas o Furia de Titanes, donde predominan fenómenos y criaturas sobrenaturales, sólo existentes en la mitología o en la literatura del género, apoyados por efectos especiales todavía embrionarios, pero muy sorprendentes e impactantes, y más para esa época.

Muchas veces las películas fantásticas suelen ser una mezcla de aventuras y ciencia ficción, y en ese caso me suelen decepcionar, o más que decepcionar, no cumplir con las espectativas que tenía puestas en dichas películas.

Aquí, además de la etiqueta de Fantástica, tenía dos alicientes más, la presencia de los actores británicos Christian Bale y Christopher Lee, y me parecían tres argumentos, a priori, muy atrayentes para mis gustos cinematográficos.


Un Christian Bale que adquirió gran popularidad, o estrellato diría yo, interpretando a Batman en la primera década del siglo XX (aunque también tiene otras películas exitosas como American Psycho, La Mandolina del Capitán Corelli o El Truco Final), y a raíz de ello se hicieron más populares algunas películas suyas anteriores, yo siempre he tenido pendiente de ver dos de sus primeras interpretaciones, en La Pandilla (1992) y Rebeldes del Swing (1993).

Este era su primer largometraje, con apenas 13 años, y yo viéndole jamás diría que llegaría lejos, ya que su papel no me entusiasma.
Es raro encontrar actores famosos con interpretaciones en edad infantil, a no ser que fueran estrellas desde pequeños.

Y Christopher Lee es uno de esos actores que casi te encuentras sin querer cada poco tiempo en alguna película, ya que es uno de los que tiene una filmografía más extensa. Especialista en el cine de terror, junto a Vincent Price y Peter Cushing, a él también le podíamos ver más que puntualmente en otro tipo de registros, siempre con su aspecto inquietante y dejando su buena impronta.


Esta película me retrotrae al debate de si una película claramente dirigida a público infantil se puede ver y se valora igual en la edad adulta. Y con ello, esta película me recordó a Dentro del Laberinto, con la cual encuentro similitudes, y que en su día defendí que se podía ver aún no siendo un niño, pero claro, aquella me gustó más que ésta y me pareció que tenía más elementos de corte fantástico que ésta.
De hecho, no estoy seguro si esta película me habría gustado de verla siendo niño.

Y eso que el comienzo me parecía de lo más prometedor, con una panorámica de los verdes tejados de Estocolmo (incluído su ayuntamiento del que tengo un casa un imán de nevera con su imagen), un sitio de los que he visitado que me cautivó especialmente, pero se quedó en eso, en una proyección mental mía de una película interesante.

Una parte se filmó en Suecia y la otra se hizo en Ucrania, más concretamente en la península de Crimea, que se reconoce por una toma del castillo llamado Nido de Golondrina, cerca de la ciudad de Yalta.

Durante el rodaje, se produjo el desastre de la central nuclear de Chernobyl. El equipo evacuó el área por completo, pero regresó para filmar el mes siguiente. Tenían numerosos contadores instalados durante todo el rodaje para controlar los niveles de radiación.

Para mi una extraña película, dirigida por un director ruso y basada en un libro de Astrid Lindgren, autora de Pippi Calzaslargas. Lindgren escribió el libro después de ver a un niño solitario sentado en un banco de un parque en Estocolmo. Se preguntó qué estaba haciendo allí, quién era y dónde terminaría, y eso dio origen a la historia del Príncipe Mío. El banco en el que se sentó el niño todavía se puede encontrar hoy en Estocolmo, marcado con un cartel que dice "Mio se sentó aquí".










Valoración:                            3/10














28 febrero 2024

Tres en raya (1993)








Hay muchísimos casos en el mundo del cine, de padre e hijo actores, o de hermanos actores, aunque no tantos con un número de hermanos tan numeroso como los Baldwin, y todos ellos chicos (bueno, hay dos hermanas que no lleavn su apellido, pero que no tienen ningún protagonismo como ellos).
William es el tercero en el orden, tras Alec y Daniel y por delante de Stephen. Adam, aunque pudiera parece también hermano de ellos no lo es. Tienen un parentesco lejano, al que habría que remontarse remotamente hasta el siglo diecisiete, en Inglaterra.

Quizás la saga de los Arquette sea bastante comparable, aunque hay tanto hombres como mujeres entre ellos, sobre todo con Rossana, Patricia y David.

Lo que si suele ser siempre común, es que el padre, o el hermano mayor en este caso, es el que abre el camino al resto de hijos o hermanos, y aunque posteriormente el hijo o el hermano pequeño, pueda alcanzar más fama que su predecesor, es muy extraño, que primero destaque alguien más jóven, y al amparo de su éxito consigan emerger en el mundo del cine otros familiares mayores que él.

Y es que Alec les allanó mucho el camino con su éxito. Quizás no tanto a nivel cinematográfico, a mi no me parece un actor especialmente brillante, pero si por su matrimonio con otra actriz, todavía más mediática que él. Y es que no todo el mundo puede presumir de haber estado casado, nada más y nada menos, que con Kim Basinger, seguramente una de las actrices más deseadas de todo Hollywood, y que en la década de los 80 decoraría infinidad de carpetas de jóvenes estudiantes, que admiraban sus dotes y sus atributos ... para la interpretación.

Así que al abrigo de su hermano mayor, el resto de hermanos fueron abriéndose paso y encontrando su hueco en el mundo del cine, sin llegar a ser tampoco ninguno de ellos un gran actor. 
Podríamos decir que William es bastante más actor que sus hermanos Daniel y Stephen, y que le podría discutir a su hermano mayor, Alec, el honorífico título de mejor actor de la familia.
Y es que aunque no sean películas de mi devoción, tiene papeles importantes o protagonistas en películas, al menos taquilleras, como Llamaradas, Acosada o Caza Legal, en todas ellas al lado de una mujer atractiva.


Y no una, si no dos mujeres atractivas, son las que le acompañan en esta película. 
Igual que un padre o un hermano mayor actor te pueden abrir las puertas del mundillo, no es menos cierto que un gran físico también puede hacer lo mismo o más.
Y de eso seguro que podría haber tirado Kelly Lynch si hubiera sido necesario para comenzar en la actuación.

Lo cierto es que a mi no me parece mala actriz, aunque lo que más destaque de ella sea su innegable atractivo, con su imponente 1,75 de estatura y su pelo rubio. Un arquetipo de actriz no muy común, en el que podría juntarse con Daryl Hannah o Laura Dern. Tres actrices, que me gustan (más allá de Daryl Hannah de jóven me pareciera irrsistible en cuanto a atractivo) y que me parecen bastante infravaloradas, y que son algo más que una destacada presencia física delante del objetivo de la cámara.

Junto a ellos, pero un papel diferente, tímida y discreta, está Sherilyn Fenn. Una actriz que también fue una de las primeras que descubrí cuando hace poco más de diez años empecé a cogerle el gusto al cine, y a las películas poco conocidas. Recuerdo perfectamente como intenté contagiar a algunos amigos de compartir algún rato con una película, y en compañía de un par de amigos, vimos El Aparecido, en la que salía junto a Charlie Sheen. Una película prácticamente de culto, pero tanto mis amigos como yo por aquel momento ignorábamos la figura de esta actriz. Recuerdo como un amigo mío impresionado (por no decir otra palabra) quitó la atención de la película por unos momentos para buscar información de esta actriz (o fotos, no sé realmente que buscó, pero le impactó).


Pero bueno, la película es bastante regular ... muy típica de los noventa, donde ya se nota la transición de la década anterior, donde todo parecía todo mucho más improvisado, más fresco y más divertido, y aquí todo parece muy preparado, y no tiene la chispa ni la gracia que otras películas de los ochenta, sin ningún argumento, o sin ningún actor conocido.
Pero es una comedia romántica con pocas dosis de humor, imprescindibles para este tipo de películas. De hecho casi hay que buscar el humor en los pocos minutos que tiene en pantalla un interesante actor como es Joe Pantoliano.

La película la salva a duras penas Kelly Lynch. ¿Os he dicho ya que tengo debilidad por esta actriz?. Más allá de mi posible falta de objetividad, Lynch está divertida, atrevida y absolutamente adorable, encaja en el papel como un guante y convierte el papel potencialmente menos interesante del trío en un personaje digno de prestar atención. Inevitablemente, la película sufre un poco cuando ella está fuera del objetivo.

Es una de esas películas que cuesta conseguir, que te hace ilusión ver, y que tienes buenas expectativas en ella, y que luego resulta ser una película intrascendente.











Valoración:                                    5/10













03 noviembre 2023

El carnaval de las tinieblas (1983)

 





A pesar de ser una tradición completamente asentada en nuestro país, y creciente en popularidad, Halloween no tiene excesivo protagonismo en el cine, o no por lo menos en películas un tanto antiguas. Bien sea porque no llevan implícito en el título la reseña a este día, o bien porque realmente no se ha trabajado mucho, más allá de la famosa saga con el personaje de Michael Myers, que empezó allá a finales de los setenta de la mano de John Carpenter, con no sé si seis o siete secuelas.

Buscando mínimamente, encontré en algún sitio que esta podía ser una buena película para ver en Halloween, supongo que porque hubiera disfraces, aunque el título parecía indicar más que fuera una película para Carnaval.

Aunque al poco de empezar la película una voz en off dice "Recuerdo que era Octubre, un mes nada agradable para los niños", con lo cual pensé que menuda coincidencia y acierto a la hora de elegirla, en esa última noche del mes de octubre.
Eso y la similitud del apellido del protagonista con el día en cuestión. Halloway / Halloween son realmente parecidos.


Aunque con los primeros minutos me podría esperar algo parecido a películas que he visto en esta trayectoria en el foro, como Las siete caras del Dr. Lao o El circo del terror, que me gustaron, rápidamente me di cuenta, y tras recordar que la película era de Disney, que no me iba a gustar en exceso.

Y es que las películas de Disney (el rey de la fantasía, un género que bien hecho me gusta bastante), suelen estar marcadas por ser positivas y bondadosas, enfocadas a público infantil o juvenil, y buscando el entretenimiento familiar, y mezclar eso, una película dirigida principalmente a niños con intentar darle un toque de miedo no me encajaba mucho.

Parece ser que alguien más además de yo no estaba contento con el resultado de la película porque Disney hizo muchos cambios en la película, que el escritor Ray Bradbury y el director Jack Clayton no tenían previstos. Muchas escenas de efectos especiales adicionales fueron filmadas por un director de segunda unidad, después de finalizar la producción original, y se realizaron otros cambios antes de su lanzamiento. Según el comentario en disco láser de Bradbury, muchas de sus intenciones originales para la película fueron destruidas.

Todo ello provocó que el estreno de la película se retrasara un año. Bradbury y los realizadores originales no estaban satisfechos con la intervención de Disney ni con los efectos agregados. La película terminó siendo un fracaso cuando finalmente se estrenó en 1983, a pesar de los intentos de Disney de hacerla más amigable para el público.


A pesar de contar finalmente con un muy buen actor como Jason Robards, la película no debía convencer a mucha gente por algunos otros detalles.

Como por ejemplo que Kirk Douglas compró los derechos y originalmente tenía la intención de producir e interpretar el papel del padre, cosa que finalmente no sucedió. Su hijo Peter Douglas permaneció en el proyecto como productor.
También se consideró para el papel de Robards a gente habitual de Disney, como Dick Van Dyke, u otros actores veteranos como Walther Mattau, Jack Lemon, James Garner o Hal Holbrook.

O que Ray Bradbury preguntó tanto a David Lean como a Steven Spielberg si estaban interesados ​​en dirigir la película y también debieron declinar la oferta, o por lo menos no decir que si.


A mi se me hace una película lenta, extraña, que no arranca, que intenta agradar a todos los públicos, pero que como película infantil las he visto mucho mejores, y como película de miedo, simplemente no alcanza para catalogarla como tal.

Apenas intervienen personajes durante la película, y aunque hay escenas con más gente, aparecen en un segundo plano, incluso parece que difuminados, dando la sensación de que la trama transcurre en un pueblo abandonado, o que todo le sucede a las mismas y pocas personas.

El resultado se convirtió, en una película de fantasía de tono negro que a algunos nos parece defectuosa y que definitivamente parezca fechada en el año 2012 en vez de 1983, pero aún así se podría catalogar como una de las películas de Disney más espeluznantes y menos sentimental jamás estrenada.











Valoración:                            5/10












01 noviembre 2023

Baila hasta el amanecer (1988)

 






El otro día fallecía Matthew Perry, uno de los actores más populares de la década de los 90 y también durante el siglo XXI, que curiosamente se hizo popular por una serie de televisión, y no ninguna película, gracias a su papel de Chandler en la longeva y mundialmente aclamada serie, Friends, cuya grabación duró una década y participó en 234 episodios.

Uno de esos actores con grandes problemas de adicciones, que finalmente no pudo superar.

A la par que grababa Friends trabajó en alguna película popular, como Tango para tres o Falsas apariencias, pero su carrera cinematográfica siempre irá ligada a su popular personaje de Friends, y tampoco necesitó tener papeles importantes en la gran pantalla para conservar su popularidad.

Ya vi hace un tiempo su primera película, Una noche en la vida de Jimmy Reardon, de la que prácticamente no guardo ningún recuerdo, así que tenía marcada de hace tiempo, esta su segunda película, y era la ocasión perfecta para verla.


Aunque realmente no sé como su carrera despegó viendo la interpretación en esta película, no por falta de cuota de pantalla, si no más bien por la inexpresividad de su personaje y la falta de vigor y energía en el mismo, aunque entiendo que estaba en el guión que fuera así.

Una película con un elenco de actores jóvenes y prometedores, de los cuales algunos llegaron a alcanzar cierta popularidad, aunque creo que realmente el que más lo hizo fue el propio Perry, a pesar de tener el papel menos destacado en la película. Sorpresivamente todos los actores estaban en una horquilla de edad similar, y no había casos excesivamente chocantes de actores cuya edad real era muy superior a la del personaje que interpretaban.

Por el lado femenino, todas ellas también especialmente conocidas por un papel longevo en una serie de televisión famosa, están Tracey Gold (Los problemas crecen), que a pesar de ser la que cuya carrera menos despegó luego, para los que veamos la película mucho después de su grabación, sorprendería que le quitara el protagonismo a sus otras dos compañeras de rodaje, haciendo de una especie de Cenicienta que se convierte en princesa.

Junto a ella, Christina Applegate (Matrimonio con hijos), que a pesar de no interpretar el papel que quizás más le pegaría lo hace bastante bien, contando aquí con apenas 16 años. Y Alyssa Milano (Embrujadas), una actriz que siempre me cautivó desde que la descubrí en Melrose Place, y que aquí contaba con tan solo 15 años. Ya había aparecido tres años antes en Comando, dando vida a la hija de Arnold Schwarzenegger, y aquí ya había crecido lo suficiente para parecer una jóven muy atractiva, para interpretar a la chica más popular del instituto.

En el lado masculino, quitando a Perry, sus protagonistas Brian Bloom (que también tuvo un pequeño papel en Melrose Place) y Chris Young (no tiene ninguna interpretación desde 1998), no tuvieron tanto recorrido como las intérpretes femeninas, aunque realmente en esta película se lleven los dos mejores papeles (de hecho parece que Chris Young consiguió llevar a la realidad lo que ocurría en la ficción y salir durante un breve período de tiempo con Alyssa Milano).

Juntos a ellos tres actores interesantes más veteranos, que condimentan bien la película, como son Cliff de Young, Alan Thicke y especialmente Kelsey Grammer, uno de los varios actores tan geniales que salieron de la serie Cheers.


La película se basa en un evento muy usado en el cine americano, especialmente en los años 80, como es el baile de la fiesta de graduación de un instituto (igual después de Halloween, Black Friday sea de lo próximo que importemos de América, junto con el día de Acción de Gracias). Pero a pesar de ser un argumento muy utilizado, creo que esta película lo trata especialmente bien.

Yo, personalmente, no me canso de ver este tipo de películas a pesar de que vaya cumpliendo años. Sin recurrir a ningún desnudo y sin utilizar humor especialmente forzado y recargado. Yo recomiendo que no se descarte simplemente por parecer una película adolescente ligera. Tiene algo para todos, los jóvenes, los mayores y los jóvenes de corazón.

Además te deja el buen sabor de boca de que al final los menos favorecidos salen victoriosos.











Valoración:                                   7/10












24 octubre 2023

Mystic Pizza (1988)

 





Como entrada número 400 de este modesto blog, elegí ver esta película, que aunque parezca muy popular en una de las webs de referencia del mundo cinematográfico, IMDb, yo no recuerdo que la hayan emitido ninguna vez en toda mi vida en cualquier cadena en abierto aquí en España, y supongo que esta popularidad sea sobre todo en los Estados Unidos, y que sea posterior a su lanzamiento, a raíz del enorme éxito y carisma que alcanzó Julia Roberts.

De hecho, el guionista Roger Ebert predijo con precisión que la película "algún día sería conocida por las estrellas de cine que mostró antes de que se convirtieran en estrellas".

Dos cosas me alegraron mucho de haber elegido esta película, la primera el poder ver a una actriz como Julia Roberts (también aparece Matt Damon, pero su presencia es tan testimonial que seguramente a mucha gente se le podría escapar), y el segundo que guarda un cierto paralelismo con la primera película que escribí en este blog, Chicas Modernas, con tres personajes femeninos como protagonistas, y aunque en menor medida, también con interesante Banda Sonora.


Ambientada en un pueblo real del estado de Connecticut, con un nombre muy famoso, pero sin ninguna ciudad importante, ni ningún equipo de baloncesto, hockey, beisbol o fútbol americano que lo ponga más en el mapa, salvo la reputadísima Universidad de Yale, pero que a simple vista es difícil saber que radica en la ciudad de New Haven en este estado.

"Mystic Pizza" es una verdadera pizzería, ubicada en 55 West Main St. en Mystic, Connecticut. La escritora Amy Holden Jones estaba de vacaciones en Mystic un verano, vio la pizzería y se inspiró para escribir la historia. Después del estreno de la película, la verdadera tienda Mystic Pizza se hizo tan popular que las colas se extendían hasta la acera y los clientes robaban regularmente recuerdos del restaurante.
Aunque realmente la película no se rodó allí porque era un sitio bastante turístico y con tanto ajetreo habría sido imposible realizar el rodaje, y se hizo en un pueblo cercano.

Curiosamente escribió la historia utilizando emigrantes portugueses para los papeles principales, cuando en esa zona la mayoría de pueblos y ciudades tienen nombres de otros existentes en el Reino Unido.
Y además el apellido que se asigna a los personajes de Julia Roberts y Annabeth Gish, es Arujo, que entiendo que debería ser Araújo, que es un apellido bastante famoso en Portugal y también en Brasil.


Julia Roberts dijo que después de su audición le dijeron que era buena, pero físicamente completamente diferente a lo que buscaban para el papel. Luego se tiñó el pelo de negro (que normalmente es rubio oscuro) para la audición de seguimiento y consiguió el papel. También cuenta la historia de cómo mientras esperaban su audición todas las actrices candidatas para el papel estudiaban intensamente el guión. Así que decidió escuchar su walkman y cantar en voz alta para desanimarlos y destacar ante el director de casting ... y funcionó.

Varios de los actores principales de esta película coincidieron posteriormente en otras, Julia Roberts y Lili Taylor por ejemplo eran de 1967. Me quedo en especial con la película en la que coincidieron Julia Roberts y Vincent D'Onofrio, Elegir un amor (Dying young), que era la película que en principio iba a ver por estas 400 entradas, pero que me resulta difícil de volver a ver, por la temática que trata.


Muchos carteles de la película incluían un preámbulo de texto largo que decía: "Descubre una película que te impacta sobre el amor, la amistad, los sueños y la vida. Una película de la que hablarás mucho después. Experimenta algo especial, algo romántico, algo honesto."

Y es una descripción muy fiel de la película y de las sensaciones que puedes experimentar.
A mi siempre estas películas me evocan melancolía, no sólo de mi época de juventud, si no también de una vida diferente, donde no teníamos tantas cosas, donde las prioridades eran otras, y donde la amistad tenía un concepto distinto y mucho más estrecho que ahora, donde el contacto personal se ha sustituido en muchos casos por un contacto virtual, el grado de confidencia entre dos buenos amigos ha decaído y ya no se brinda el mismo apoyo en los momentos difíciles o cuando una persona lo necesita como son los problemas sentimentales, como pasaba antes y nos recuerda la película.

Consigue transmitir sútilmente algunas verdades simples de la vida y las tres protagonistas principales son trabajadoras, responsables, solidarias, fuertes e independientes, pero también honestas y respetuosas con sus padres y podrían servir de modelo a las juventudes de hoy en día.

Antes de que Mystic River alcanzara un éxito enorme, estaba esta otra película con título similar pero que no tiene nada que envidiarla.
No te dejes llevar por la valoración de IMDb u otras páginas ni por comentarios del estilo "es una película para chicas", "funciona muy bien en una cita" o "muy apropiada para San Valentín", que también son ciertos, y dedícale un rato a ver esta bonita, entretenida y edificante película, con un impresionante elenco de sonrisas bonitas de sus tres protagonistas y una actuación formidable de Julia Roberts con apenas 20 años y antes de ser mundialmente conocida por su papel en Pretty Woman.











Valoración:                                   9/10