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29 marzo 2025

Prisionero del mar (1957)

 






Hoy cumple 86 años Terence Hill, y aunque llevo semanas que no me encuentro bien y apenas veo películas me parecía un buen momento para hacer un esfuerzo y hacerle un homenaje.

Uno de mis ídolos cinematográficos de infancia, junto a Bud Spencer, que formaron esa versión italiana (aunque americanizada) de El Gordo y El Flaco y cuyas películas seguramente sean de las que más veces he visto en mi vida.

Justo hoy cumple la ya respetable cifra de 86 años, edad con la que murió Bud Spencer, diez años mayor que él, aunque espero que el buen aspecto físico que siempre ha lucido, incluso en su último y gran importante papel, en la serie Don Mateo, le permitan vivir en buenas condiciones unos cuantos años más.

Nacido como Mario Girotti, en Venecia, cambió su nombre al de Terence Hill en 1967, justo cuando rodó su primera película con Bud Spencer (Tú perdonas, yo no). No sé si Bud Spencer también lo hizo para tal ocasión.

Le pidieron que escogiera un nombre anglosajón más comercial. Le dieron 20 nombre y 24 horas para elegir y eligió Terence Hill porque era el que mejor le sonaba y porque además las iniciales coincidían con el nombre de su madre, Hildegard Thieme, de origen alemán (de ahí su apariencia poco italiana).

A su mujer, también de origen alemán, con la que también se casó en 1967 (un año que sin duda le cambió la vida), la conoció durante un rodaje en Almería, mismo sitio en el conoció a su otra pareja de vida, Bud Spencer.

Empezó su carrera de actor con 12 años, cuando Bud Spencer seguramente todavía fuera deportista profesional. Antes de su éxito junto a Bud Spencer trabajó en algunas películas importantes como Aníbal (1959) y sobre todo El Gatopardo (1963). También trabajó en varias de las películas de la saga alemana de Winnetou, entiendo que su ascendencia germana le ayudó a ello, ya que hablaba el idioma sin problema.

Como he dicho antes la primera de sus 18 colaboraciones con Bud Spencer fue el Spaghetti Western, Tú perdonas, yo no. Sus primeras películas fueron todas de este género, luego siguió Los cuatro truhanes, con la presencia de un importante Eli Wallach, aunque no eran habituales los actores famosos o importantes en sus películas, para después llegar su, posiblemente, película más famosa (aunque a mi no son las que más me gustan), Le llamaban Trinidad, y su posterior secuela Le seguían llamando Trinidad.

Su primera película de puñetazos fuera del Spaghetti Western fue Más fuerte muchachos, a la que luego siguieron Y si no nos enfadamos (rodada en Madrid), Dos misioneros, Dos superpolicías, Par e Impar, Estoy con los hipopótamos o Quien tiene un amigo tiene un tesoro, entre otras, mezclando ambientes de ciudad con otros alejados de la misma.

Curiosamente, durante el intervalo que duró su binomio cinematográfico, Bud Spencer rodó en solitario varias películas del mismo estilo, pero sin Terence Hill, como por ejemplo tres títulos muy significativos como Puños fuera, Banana Joe y Bombardero, y en cambio de Terence Hill no recuerdo ninguna en la que él hiciera un papel en solitario similar al de las películas que hacían juntos.


El actor protagonista en esta película, Yves Montand (del que creo que es la primera película que veo), tenía una característica similar a la de Terence Hill. Era italiano de nacimiento (Ivo Livi), o italo-francés, pero tomó un nombre artístico francés. Además de actor era cantante, de hecho lo descubrió Edith Piaf y lo contrató para su compañía, siendo además su pareja sentimental por un tiempo, aunque Montand se casaría después (1951) con la actriz francesa Simon Signoret para el resto de su vida (ella se murió antes que él), aunque se dice que tuvo un romance en 1960 con Marylin Monroe mientras filmaban El Multimillonario.

Aquí hace un papel muy interesante, con la inestimable ayuda de una magnífica voz de doblaje. Junto a él, la actriz italiana Alida Valli, no la más importante, pero si una de las muchas que tuvieron tanta importancia en Hollywood. Ella, de la década de los veinte, como Gina Lollobrigida, aunque la más mayor de todas era Anna Magnani.

Tanto Montand como Valli eran de 1921, curiosamente Terence Hill y la otra actriz femenina protagonista eran de 1939. Pero esta Federica Ranchi, coetánea por ejemplo de Claudia Cardinale, que aprovechando la ola de las actrices italianas podría haberse hecho también un nombre, quedó en el anonimato, ni siquiera tiene fotografía en el perfil de IMDb.

Lo curioso de la película es encontrarse a Paco Rabal entre el reparto, aunque realmente fue uno de nuestros actores más internacionales, principalmente en películas francesas e italianas. Aquí, curiosamente interpreta al padre del personaje de Terence Hill, cuando realmente solo se llevaban 13 años. Eso sí, no sé si naturales o artificiales, con solo 31 años aparece con canas en la escena.


La película me llamó la atención, además de por ver uno de los primeros papeles de Terence Hill (solo tenía 18 años), por la supuesta ambientación en la Costa Dálmata, en el Mar Adriático, en Croacia. Y es que es uno de los viajes que más me gustó de los no muchos que he hecho en mi vida.

Aunque si alguien espera ver una excelsa fotografía quizás se sienta un poco decepcionado. De hecho, hay pocos fotogramas que te hagan identificar claramente aquella zona, pero no obstante el lugar de rodaje entre esas islas del Adriático es bastante idílico.

Y acudí a esta película por este motivo, y finalmente me quedo con el muy original e intersante guión que me encontré. Creo que los guionistas actuales se podían fijar en películas como ésta como fuente de inspiración.

El ambiente de pescadores no es muy habitual en el mundo del cine, y en concreto las características de pesca aquí expuestas son muy ingeniosas para articular una intersante película.

Pero además es una película que intenta retratar las costumbres locales, el arraigo y las tradiciones transmitidas de generación en generación, siendo además muy interesante la relación entre el padre con cada uno de sus tres hijos, y como cada uno de ellos tiene una percepción y una valoración y admiración diferente hacia su progenitor.









Valoración:                            7/10













28 febrero 2025

Eureka (1983)

 







Ayer despertábamos con la sorprendente noticia de la muerte de Gene Hackman, uno de los actores más veteranos que quedaban con vida. Y digo sorprendente, no por edad, ya que con 95 años pues es más que entendible, pero si por las circunstancias en las que parece que se le encuentra muerto, ya que también se encontró sin vida a su mujer y a su perro.

Anunció su retirada de la interpretación a los 78 años, aunque en IMDb no tiene ningún título de crédito desde 2004 (a pesar de que curiosamente en 2001 hiciera seis películas), pero sus interpretaciones seguirán presentes para siempre, aunque quien sabe en el futuro si se seguirán viendo películas del siglo XX. Pero seguro que por lo menos en estas fechas con su fallecimiento, se produce un repunte de votos en IMDb de películas en las que él había actuado.

Un actor clásico, tanto por fecha de nacimiento, como por corte de actor y estilo de interpretación. Esos actores que se valoraban y se ganaban su reputación y su carrera por su trabajo y no por su físico. Todavía quedan actores vivos de ese corte, aunque ya mayores todos ellos, como Clint Eastwood, Robert Duvall, Jack Nicholson, Dustin Hoffman, Anthony Hopkins, Al Pacino o Robert De Niro.

No era nada amigo de la fama ni del estrellato, quizás de ahí su lugar de residencia y de fallecimiento, en Santa Fé, Nuevo México, cuando habitualmente la mayoría de actores reside y pasa sus últimos días en California, estado de nacimiento curiosamente de Hackman.

Podríamos considerar sus inicios en el cine (no comenzó a actuar hasta los 25 años), cuando Hackman asistió a la proyección de la película Un tranvía llamado deseo (1951) y quedó impresionado por la actuación de Marlon Brando (también le influenció mucho James Cagney) debido a su naturalismo y al hecho de que no parecía el típico actor de cine de los años 50. Al salir del teatro, le dijo a su padre que quería ser actor.

Por edad le tocaba haber trabajado en el western, pero apenas lo pisó de puntillas, y de joven no tuvo ningún papel relevante. De hecho, aunque tiene trabajos en buenas películas, no es que se cuente por éxito cada una en las que actuó.

Curiosamente rechazó papeles protagonistas en tres grandes películas, Tiburón (1975), Encuentros en la tercera fase (1977) (ésta porque estaba en un matrimonio con problemas y no podía pasar 16 semanas fuera de Los Ángeles filmando locaciones), En busca del arca perdida (1981) y Acorralado (1982).
No obstante su papel en French Connection o Contra el imperio de la droga (1971), por la que consiguió el Óscar a mejor actor protagonista, su papel de Lex Luthor en la saga de Superman, o su aparición más inicial en Bonnie and Clyde (1967), son muy importantes y un mínimo buen bagaje, pero seguro que si le veis en más películas, a pesar de que no sean muy conocidas, sus interpretaciones os van a gustar.

A él personalmente la que más le gustó de toda su carrera fue la que hizo en Espantapájaros (1973). No obstante, esta película fue un fracaso y Hackman ha dicho que dicho fracaso le hizo alejarse del cine de autor debido a la decepción de trabajar duro en una película que fue aclamada por la crítica, pero que fracasó en taquilla y no consiguió ningún premio. Después de este fracaso, Hackman se concentró principalmente en actuar por dinero, rechazando películas como Alguien voló sobre el nido del cuco (1975) y Network, un mundo implacable (1976) para papeles en películas como Marchar o morir (1977) y Los aventureros de Lucky Lady (1975) que le ofrecían sueldos más abultados.

Ha trabajado con 10 directores que han ganado un Oscar a Mejor Director: George Roy Hill, William Friedkin, Francis Ford Coppola, Richard Attenborough, Warren Beatty, Woody Allen, Mike Nichols, Clint Eastwood, Sydney Pollack y Robert Benton.

Hasta hace poco conformaba primero con Sean Connery y Clint Eastwood, un trío de actores muy importantes todavía vivos a los 90 años. Eastwood le reclutó ya en su faceta principal de director para ese resurgir del western en Sin Perdón (1992), junto a Morgan Freeman también, papel por el cual consiguió su segundo Óscar, esta vez como actor de reparto.

En contraste con su imagen en pantalla de tipo duro y reaccionario, en la vida real se dice que Hackman es una persona extremadamente amable y tímida que tiene opiniones políticas muy progresistas, incluso a pesar de haber sido encarcelado en 1946 por robar en una tienda de dulces (aparentemente encarcelado, lo cual es chocante para alguien de 16 años, igual fue solo detenido).

Una de las cosas más características de las interpretaciones de Gene Hackman es su voz de doblaje, una de las mejores que recuerdo, y curiosamente poco compartida con otros actores importantes así que me venga a la cabeza, aunque en esta película no tiene ese doblaje.


De la película no puedo decir mucho ... positivo.

Cuando llevaba unos minutos me di cuenta de que ya la había empezado a ver en otra ocasión y que dejé de verla porque no me estaba gustando, lo que no recuerdo es cuanto vi o si la vi entera realmente, porque de la parte final no recordaba nada.

Rápidamente asocié el director, Nicolas Roeg, con otra película que vi al principio de este blog, Ruta 29, y que me resultó igual de tediosa. Allí también estaba Theresa Russell (en total compartieron siete películas), que estuvo casada con Roeg, aunque fuera 30 años más joven (aquí todavía no estaban casados).

Con un comienzo esperanzador en mitad de la nieve, aunque también extraño, la película rápidamente se traslada a otros escenarios, con personajes, locos, excéntricos o extravagantes (igual que recordaba de Ruta 29), y con cambios de escena bruscos y raros en muchas ocasiones.

Además la película se hace lenta y larga, por culpa de pasajes dramáticos excesivamente estirados y repetitivos.

Un reparto bastante intersante, comandado por Hackman y con la inestimable ayuda de otro gran actor como Rutger Hauer, además de Joe Pesci y un Mickey Rourke del que tenía ganas de ver algo suyo, en un papel totalmente irreconocible para su estereotipo de tipo duro habitual, que queda bastante desperdiciado. Rourke calificó la película como pésima.

Al final la película queda, para aquel que no se aburra y desista de verla, y tenga la mínima capacidad de analizarla e interpretarla, en una reflexión sobre lo que puede hacer el dinero, principalmente para mal.

¿En qué se gasta tanto dinero una persona tan rica?

¿Y vosotros que harías en esa posición, como manejarías la situación y en que gastaríais el dinero?










Valoración:                            4/10














23 febrero 2025

El último vuelo del arca de Noé (1980)

 







Aunque todos conocemos a Walt Disney, que creó la compañía que lleva su nombre, a raíz del lanzamiento de carismáticos y entrañables personajes de animación, muchos no sabrán que Walt Disney también produjo bastantes películas no de animación (ésta en concreto es la número 107 en su historial), que principalmente solían realizarse para todos los públicos, incluyendo niños, y que por tanto no solían contar con violencia o lenguaje inapropiado y solían tener un final feliz.

Esta película de 1980, junto con Herbie, torero del mismo año, fueron los últimos largometrajes cinematográficos como productor completo para Ron Miller, el yerno de Walt Disney, quien luego se convirtió únicamente en productor ejecutivo.

Así que me puse a ver con entusiasmo esta película, a la que le encontré aliciente en el argumento y en los actores que incluía el reparto, pero que poco a poco ese entusiasmo se me fue apagando y la película me dejó un tanto indiferente.

Y es que, aunque no tengo mascotas en casa y no creo que me gustase, si que tengo mucho aprecio por los animales (si son de peluche en especial), y además cada vez es más creciente, mientras me sucede lo contrario con los seres humanos, que en muchos casos están eliminando de la faz de la tierra algunas especies, así que esta alegoría del pasaje biblíco de El Arca de Noé me parecía un buen momento de reflexión y paz para reconciliarme un poco con el planeta y sus animales que Dios puso en él.


Y dentro del reparto casi todos me parecían actores de mi agrado, habitualmente poco protagonistas, y que hacía algún tiempo a los que no veía.

El más familiar y más atractivo para mi era Dana Elcar, el sempiterno Pete Thornton, jefe de MacGyver en la mítica serie de los 80, pero que era mucho más que eso, y que previamente había trabajado en bastantes largometrajes, especialmente en El Golpe. Pero su personaje apenas aparece al principio de la película y luego desaparece, lo cual me restultó un ligero desencanto.

El protagonista es un Elliot Gould, al que a veces confundía con Harold Ramis, y que posiblemente hubiera podido también encajar en Los Cazafantasmas. Casado en su momento con Barbara Streisand, curiosamente las películas que le he visto, sus personajes eran bastantes parecidos, mitad cómico mitad dramático, muy bien interpretados, pero por lo que sea esos personajes y las películas en las que aparecían no acaban de encajar con mis gustos, estas películas que se quedan a medio camino entre comedia y drama. Creo realmente que Gould no encaja nada en el papel que interpreta en esta película.

En la parte infantil, que como digo es habitual en estas producciones de Disney, emerge un muy infantil todavía Ricky Schroder, en su segunda película ya. Con atractivo para la cámara ya, y muy hablador, se llegó a codear con las estrellas juveniles de finales de los 80 (aunque un poco más joven que ellos), y compartir protagonismo nada más y nada menos que con Brad Pitt en Triunfo Amargo, pero ese pico de popularidad se disolvió cual azucarillo y no pudo entrar en el selecto club de los Cruise, Pitt, Depp o Reeves.

El último miembro del reparto que quería destacar es el del actor estadounidense de ascendencia japonesa John Fujioka.

Su infancia tiene un ligero paralelismo con esta película, ya que nació en la isla de Hawai, la cual se menciona en esta película, cuya mayor parte de la trama transcurre también en una isla. 

Nacido en el seno de una familia japonesa-estadounidense, en 1944 se ofreció como voluntario a pesar de ser homosexual e hizo su servicio militar como traductor del japonés en la PACMIRS (Sección de Investigación de Inteligencia Militar del Pacífico) de la Oficina de Servicios Estratégicos en Estados Unidos y luego en Japón en Sendai, Morioka y Tokio después del final de la guerra. Nunca fue enviado a la Frente del Pacífico pero recibió todas las condecoraciones y medallas de los combatientes. Durante su servicio militar no le gustaban los bares por lo que comenzó a ir al cine y a ver representaciones teatrales.

Y le he mencionado el último, porque a esta película le veo conexiones con otra en la que aparece, en la que en este caso un barco arriba a una isla en la que también está él, y está ataviado y emplazado en un lugar muy parecido a éste. Me refiero a una de las películas que más me gusta de Bud Spencer y Terence Hill, y que más veces he visto, Quien tiene un amigo tiene un tesoro (1981). De hecho ésta es una año anterior a la de la famosa pareja italiana y no me cabe duda de que su personaje aquí sirvió de inspiración para el que hizo un año después en la película de Sergio Corbucci.

Por cierto, unos Bud Spencer y Terence Hill que también tienen otra película con conexiones con ésta, Dos misioneros (1974), ya que aquí el personaje protagonista femenino es una misionera.


Hay un último nombre, no en el reparto pero si en los títulos de crédito, que resulta ilusionante y curioso cuando aparece (por cierto unos títulos de crédito que creo que salen en torno al minuto 17 de la película, en un caso bastante inusual), como es el del compositor Maurice Jarre, uno de los grandes de la composición en el cine. El francés natural de Lyon, fue nominado hasta en nueve ocasiones al Óscar, ganándolo tres veces, por sus célebres trabajos en Lawrence de Arabia (1963) y Doctor Zhivago (1966), y el menos conocido y aclamado de Pasaje a La India (1985).


Una película con buenos ingredientes (doblaje incluído, bastante bueno en todos los personajes masculinos adultos) para hacer una gran receta, y que puede que le guste a mucha gente, sobre todo a los que la vean en una situación familiar con niños pequeños, amantes de los animales o admiradores de películas como la que he comentado de Bud Spencer y Terence Hill, o porqué no también a los que les gusten películas tipo Robinson Crusoe o Naúfrago, con las que tiene algunas cosas en común ... pero como digo, a mi el plato resultante final me decepcionó un poco, no sé si porque faltó sal entre esos ingredientes o porque es una película de esas que he comentado otras veces que hay que verla en una edad de tu vida determinada para que te guste.

Aunque por otro lado me gustó el recuerdo a un bonito pero dramático episodio biblíco como el del Diluvio Universal y el Arca de Noé, y como en la película se insta a creer en Dios, a darle gracias por las cosas que tenemos, a querer a las personas, no utilizar la violencia y como la fé puede mover montañas y aunque muchos no se den cuenta, la presencia de Dios y los pequeños milagros están más presentes de lo que creemos.









Valoración:                            5/10












25 enero 2025

El diablo de las aguas turbias (1954)

 





Continué viaje por África, y al no poder ver una película que me apetecía mucho, Los Misterios de Angkor (1960), (creí que la tenía en castellano, pero era en francés, y posiblemente no se haya doblado al español), puse ya rumbo a China desde la anterior parada en La India, y aunque estuve dudando en ver ésta o Shanghai Suprise (1986), con Sean Penn y Madonna, (también podía haber visto Corredor hacia China (1957), del mismo director, Samuel Fuller, pero la descarté por ser en blanco y negro), finalmente para continuar la senda de películas antiguas me decanté por ésta y se rompió la racha de películas interesantes.

El argumento más habitual de las películas americanas ambientadas en China o Japón es mayoritariamente la Segunda Guerra Mundial, por tanto películas del género bélico, con bastante presencia naval en las mismas.

De niño me gustaban este tipo de películas bélicas y de submarinos, me sentaba con mi padre y mi hermano a verlas y me parecían apasionantes, además de una alternativa a los westerns que acaparaban casi toda la cuota de pantalla, o por lo menos lo que mi padre le gustaba ver.

Luego según fui creciendo se me fueron haciendo pesadas, hasta el punto de dejarlas de ver completamente, y haber estado muchos años sin ver una, más allá de otras películas con un submarino como protagonista pero no esencialmente bélicas y tampoco ambientadas en la Segunda Guerra Mundial, como La Isla Misteriosa (1973), La Grieta (1990) o la muy famosa película de Steven Seagal, Alerta Máxima (1992).

Pero la película, de lo que recuerdo, no me ha resultado nada novedosa, siendo la única novedad el que hacía mucho tiempo que no veía una película de este género.

Aquí una lista de películas sobre submarinos



Además, aunque las dos últimas películas de esta gira que estoy haciendo por Asia estaban rodadas en España principalmente, se percibía o uno se podía imaginar que estaba físicamente en el lugar en el que se ambientaban, Afganistán y La India, aquí ni rodaje ni ambientación que hiciera a uno pensar que estaba en aguas del Mar de la China.

Y ese es el principal problema que me hizo dejar de ver este tipo de películas, el hecho de que el rodaje se ciñiera exlusivamente al interior de un submarino y poco más.

Pero a ésta, más allá de que tampoco tenía miradas otras alternativas de película ambientada en China, le había visto un posible aliciente, al leer la descripción que había dejado en IMDb otro usuario que ya la había visto:

"Un equipo científico contrata a un exoficial de la Armada para encontrar una base secreta en una isla atómica china y evitar un complot comunista contra Estados Unidos que podría desencadenar la Tercera Guerra Mundial."

Me hizo pensar que una isla, y por tanto vegetación y naturaleza tendría su peso en la película y por tanto aportaría una novedad a las películas bélicas de submarinos, pero nada más allá de la realidad, la supuesta isla se visita muy tarde, con nocturnidad y hasta parece un decorado en cualquier sitio aleatorio.

Además al parecer también parte de las imágenes subacuáticas se tomaron de otra u otras películas de submarinos anteriores.

Una de las muchas películas bélicas que se hicieron en torno a la Segunda Guerra Mundial, que no es excesivamente mala, ni excesivamente buena, pero que tampoco aportó nada diferente. Era muy fácil coger a una de las estrellas de la época, en este caso Richard Widmark, preferentemente que no hubiera hecho ninguna película parecida, y construir en torno a él otra sin mucho más objetivo que hacer un película bélica con ese actor, dando por hecho que el tirón del actor, la Segunda Guerra Mundial y ese género de cine iban a ser garantía de éxito, y no siempre era así.

Creo que el mayor problema, independientemente de no ser una película excelente ni con gran presupuesto, es la presencia innecesaria de una mujer en una película en la que no encaja nada y que refleja la necesidad de muchos cineastas de meter a la fuerza un interés amoroso en los lugares más sórdidos, que rara vez funciona, y esta vez tampoco.

Seguramente una película solo para los muy admiradores de Richard Widmark, o del también renombrado director Samuel Fuller, que por momentos se puede convertir en un aburrimiento torturante, y a la que quizás el novedoso CinemaScope y el Technicolor salvaron de un resultado todavía peor.

Pero con todo y con eso, la película consiguió una nominación a los Óscar, en la categoría de mejores efectos especiales.









Valoración:                         5/10












26 julio 2024

Corazones en fuga (1969)

 







La mayoría de las veces no le dedico nada de tiempo a la elección de la película que voy a ver y aunque alguna vez me llevo alguna sopresa agradable, lo ideal es dedicarle cinco minutos y así elegir una que casi seguro que te va a gustar. Al final hay tantas y tantas que se van a quedar sin ver que mejor intentar ver las que parezcan más apetecibles para uno.

Y es lo que hice esta vez. Me topé con una lista de un usuario en IMDb y la primera que aparecía creo que era ésta, que efectivamente la tenía marcada como prioritaria para ver, pero sin ningún tipo de reseña, con lo cual, al ser de 1969 siempre tendría menos prioridad seguramente que las películas de los 80, porque además no la tenía ni identificada como posible película veraniega y el título tampoco inducía a ello.

Así que al igual que el otro día con Gomia, terror en el Mar Egeo, introduje otro escenario diferente de vacaciones, o en este caso de retiro, pero que también se podría considerar como vacacional.

Con dos parámetros diferentes a las comedias típicas de los 80 que es lo que habitualmente veo en estas fechas.

- El primero, que curiosamente, el protagonista es una persona adulta, tirando ya a la tercera edad prácticamente.
- El segundo, que el destino elegido no son las típicas playas de California, o en su defecto otros lugares populares y cinematográficos, como Miami, Acapulco o algunos destinos de Europa como Ibiza, Saint Tropez o Santorini, si no la Gran Barrera de Coral de Australia.


Pero a pesar de ambientarse y rodarse en Australia, estamos ante una película británica, con productor, director y actores principales de las islas.
En ese sentido me recordó a una interesante pero urbana, película inglesa que también se rodó y ambientó en Australia, como fue Conexión en Sidney.


Digamos que es otro destino de esos que me habría encantado conocer y que se quedará en el tintero, y que solo podré conocer ligeramente a través de atlas geográficos, documentales o películas como ésta.

Un amigo mío estuvo hace muchos años por allí y a la vuelta nos enseñó unas fotos realmente fascinantes, tanto de la costa como del interior, como he podido constatar con cada película rural australiana que me ha conquistado.

Dirigida por un buen y polifacético director británico, Michael Powell, (es en lo que más destacó, pero su filmografía también es extensa en su faceta como productor, guionista y actor), ante casi su último trabajo, juntó a un gran actor, y quizás no muy valorado como James Mason (nominado para tres premios Óscar), aunque su filmografía habla por si sola, tanto en su madurez, como incluso ya en su etapa final.
Tiene un montón de películas interesantes y espero acordarme de darle más oportunidades, aunque ya he visto varias películas suyas, casi todas interesantes.

Y junto a él, de manera impactante, tanto por la diferencia de edad como por lo sorprendente que me ha parecido verla así de jóven y de espléndidad, la actriz Helen Mirren. Una actriz que siempre conocí mayor, y de la que desconocía totalmente sus inicios, y más esta película que es su primer papel protagonista, y que para ser de 1969, extraña por mostrar su cuerpo desnudo sin ningún tipo de problema.

Aunque evidentemente seguro que a ella no le agradó mucho. Cuenta la historiadora de arte Jeanette Hoorn, citando una entrevista con Helen Mirren, la incomodidad con las escenas de desnudos, en las que el resto del equipo estaba completamente vestido y en las que Cora es la única figura desnuda. Hoorn sugiere cómo estos sentimientos de incomodidad y resentimiento se trasladan a la ficción de la experiencia de Cora, que acepta posar desnuda para la artista a cambio del dinero necesario para salir de su infeliz hogar con su abuela demente, y su escape a las brillantes luces de Brisbane.

Pero imagino que este papel le ayudaría para descubrir lo hermosa que era por aquel momento y lo buena actriz que podía ser.


Curiosamente, James Mason conoció aquí a su futura esposa, Clarissa Kaye-Mason. Clarissa Kaye interpretó el papel de la exnovia de Mason en Australia. La escena que protagonizaron juntos se filmó en la cama y Clarissa, que se estaba recuperando de una neumonía, tenía una fiebre de 39,4º. Después de la filmación, Mason comenzó a comunicarse con Kaye y ambos se casaron en 1971, y así permanecieron hasta la muerte de Mason en 1984. Habría que saber si no le produjo alguna tentación Helen Mirren a pesar de ser más de 30 años más joven que él.


De todas maneras no esperéis una película profunda. De hecho la sencillez de la misma y el minimalismo se notan en la ubicación elegida, bastante austera, aunque en un entorno de gran belleza, y el limitado número de personajes, todos ellos muy bien interpretados.

De este reparto, había un joven actor australiano, ya fallecido, Harold Hopkins, del que consideraron que podría haber sido tan famoso como Mel Gibson, pero no tuvo la misma suerte, como tampoco su personaje aquí en la película.

Y como curiosidad, entre los títulos de crédito, también aparece el nombre de Frank Thring. ¿Y quien es Frank Thring? Pues un actor que con un muy breve papel se convirtió en un rostro con una fuerza tremenda, y es que su corta interpretación de Poncio Pilato en Ben-Hur me pareció de las mejores actuaciones breves que he visto, quizás por su atuendo y caracterización, por su tranquilidad o imperturbabilidad, pero el aportó su granito de arena a Ben-Hur y la película le aportó a él un rostro famoso para siempre. Eso sí, aquí no esperéis verlo, creo que se le asigna en los títulos de crédito el papel del perro del personaje de Mason, aunque curiosamente en castellano el perro no emite ninguna palabra, ni siquiera onomatopeya, creo, no como por ejemplo en 2024-Apocalipsis nuclear (1975), en la que el perro se pasa toda la película hablando con Don Johnson.


Para mi una grata sorpresa y una joya escondida en este destino idílico.











Valoración:                              8/10













17 julio 2023

La montaña del Dios Caníbal (1978)

 




Siempre he encontrado cierto paralelismo entre las películas de caníbales, las de zombis y las de vampiros.
Todas comparten que suelen ser películas de terror, las de zombis y vampiros comparten además el ambiente nocturno y las de caníbales y zombis, el gore, aunque es cierto que se pueden encontrar más similitudes o puntos en común en películas de estos géneros.

Entiendo que a unos no les gusten ninguna de éstas, a otros les guste sólo las de un género u a otro hasta las de dos.
A mi no me entusiasman las películas de zombis y vampiros, pero las de caníbales me resultan más atractivas, y es que suelen tener un alto porcentaje de aventuras, supervivencia, fotografía, selva y características que me atraen más, incluso aunque tengan cierto toque de documental como pasa con algunas de ellas.

No es un género excesivamente explotado, pero a finales de los setenta, algunos directores italianos rodaron varias películas sobre el género que lo pusieron en el primer plano.

Posiblemente ésta sea la primera gran película sobre el canibalismo, a la que posteriormente siguieron otros éxitos como Holocausto caníbal, Caníbal feroz, Comidos vivos, ¡Viven! (una película de gran éxito sobre un acontecimiento real, del que antes René Cardona había hecho una versión, Supervivientes de Los Andes), El infierno verde (que se considera secuela de Holocausto caníbal), ...


Aquí la lista más amplía que encontrado de películas sobre canibalismo


Y aquí otra sobre películas de supervivencia





La película está rodada principalmente en Sri Lanka (o antigua Ceilán, un nombre que me suena muy bien), aunque se ambienta en Nueva Guinea, una de las islas más misteriosas del planeta, del que se ahn oído casos de que puede seguir habiendo canibalismo real, pero si no lo hubiera, parecen que viven en otro planeta, por su nivel de ostracismo, de desconocimiento y de falta de equiparación con el resto de países del mundo. No creo que llegue a los niveles de la famosa isla de Sentinel, pero no debe ser muy recomendable ir a una agencia de viajes y reservar uno a esta isla del Oceano Pacífico.

Una de las cosas que más me gusta de esta película, comparada con otras sobre selvas, bien sea canibalismo, búsqueda de tesoros o simple aventura, es que la travesía es muy completa, el director le dedica mucho tiempo a mostrar a los protagonistas siempre en diferentes ubicaciones, avanzando en su viaje hacia su objetivo.

Y además las localizaciones elegidas son francamente interesantes, especialmente las zonas con cascadas o saltos de agua y la montaña que se utiliza para dar nombre a la película.

En el reparto vi que estaba Stacy Keach, un tipo con aspecto de boxeador, que siempre ha parecido mayor, y que nunca habría dicho que encajaría en este papel, aunque con un look diferente a otras películas que le he visto, queda perfecto para el papel. Comienza pareciendo el protagonismo, luego pierde un poco de protagonismo y sobre la hora de película desaparece.

Porque evidentemente el estrellato de la película lo iba a tener Ursula Andress. Aunque es cierto que estas películas rara vez suelen contar con actores famosos, o incluso una estrella como era la actriz suiza en ese momento. Y es que desde su aparición con Sean Connery en 007 contra el Dr. No, se convirtió en un gran icono femenino del cine.

Además con la llegada del destape, y a pesar de estar ya más en los cuarenta años, no parecía tener ningún problema en destaparse y mostrar su bonito cuerpo, para beneficio del director y de la película.

La película divide bastante a la opinión, pero creo que una de las cosas por las que sus detractores la desprecian o critican es por ser italiana y no americana.
A mi evidentemente hay cosas que no me gustan, como la violencia real con los animales, que provocó que la película estuviera vetada en Reino Unido hasta 2001, y la parte final de la película no es muy edificante ni lo mejor de la misma, pero evidentemente es lo que da título a la misma y lo que justifica el argumento y el desarrollo de la misma.










Valoración:                                    7/10












12 junio 2023

La iguana (1988)

 




Esperaba bastante de esta película, aunque bien es cierto que cuando una película es poco conocida y resulta tan difícil de conseguir, suele ser por algún motivo, y finalmente se cumplió lo más lógico y la película me decepcionó.

Una co-producción entre España, Italia y Estados Unidos, basada en una novela de un importante escritor español como es Alberto Vázquez Figueroa. Rodada en la isla de Lanzarote, aunque este detalle no lo sabía de antemano, se puede adivinar fácilmente, y con un actor interesante como Michael Madsen, aunque resultó ser muy secundario, parecía indicar, que La Iguana, además el título sonaba bien, podría ser un tesoro por descubrir.

Además también me resultó familiar la media cara visible del protagonista, que resultó ser el enemigo de Clint Eastwood en El Sargento de Hierro, lo cual era otro aliciente adicional. 
La parte italiana corría a cargo del productor, y un actor italiano destacado, como Fabio Testi, con el que además ya había trabajado el director Monte Hellman.


Pero la película se me desinfló enseguida. El principal error o decepción me resultó la falta de localizaciones o explotación de la isla de Lanzarote, para enriquecer la película, aunque sólo fuera con tomas de fotografía, sin personajes rodando en sitios diferentes. Ya que toda la trama se reduce a una cueva, que podría estar situada en cualquier sitio, y una playa con un pequeño acantilado que carece de toda belleza. Un gran desacierto.

Y luego aunque la trama está bien, y el personaje protagonista está bien caracterizado, el ritmo se me hace muy lento, no pasa nada excepcional, y como me ha sucedido en más películas recientemente, hay muchas escenas de la película que vuelven a carecer de total veracidad, cosa que es de lo más decepcionante, y más cuando no estamos ante una película Fantástica o de Ciencia Ficción.


Podríamos decier que el alma de la película es El Fantasma de la Ópera (o La Bella y la Bestia). Se siente como un regreso espiritual del director a los orígenes de su cine con Roger Corman, de hecho, esta película podría recibir el título de su primera película, Beast from Haunted Cave.

Además para complicar o enrarecer más la película, toda ella está llena de elipses, incluyendo el final, que queda como interpretable.


La película tiene una buena premisa, pero la ejecución para mi no está a la altura y desluce el resultado final de la misma.









Valoración:                                    5/10












07 junio 2023

El imperio perdido (1984)

 




Esta es la primera película dirigida por Jim Wynorski, un guionista, productor y director bastante prolífico, aunque sin títulos excesivamente importantes. Desde joven tenía claro que quería trabajar en el mundo del cine, y aunque empezó con puestos poco importantes y algunos despidos, que quizás hacían pensar que no tendría futuro, durante un vuelo alguien le puso en contacto con el prestigioso productor Roger Corman y ahí relanzó su carrera.

De hecho llegó a fundar una productora, Sunset Films, junto con el actor Andrew Stevens durante la década de los 90.

Sus películas suelen ser variadas. Aunque quizás predominen películas de Serie B, que podríamos encasillar principalmente como Exploitation, pero también predominan las películas de acción, terror, fantásticas o de criaturas como ésta, o incluso hasta thrillers eróticos, donde también acabó figurando Andrew Stevens, demasiado joven, en una carrera prometedora que decayó muy rápido.


Desde pequeño he sido muy aficionado a las películas fantásticas, sobre todo aquellas relacionadas con criaturas mitológicas o inexplicables, como cíclopes, dragones, gigantes ..., marcándome mucho las películas de Simbad, de los 60 y los 70, u otras como Jasón y los Argonautas, Ulises o Furia de titanes.

Y como películas de esas características escasean, cuando me topo con una me hace ilusión. Aunque evidentemente iguales a esas que he comentado es difícil y con esta tenía dudas de que tipo del género fantástico me encontraría.

Y bueno, es una película que me deja sentimientos contradictorios. Por un lado tiene una dosis del género fantástico, no excesiva, sobre todo en el escenario principal de la película, así como algunos personajes y vestimentas y maquillaje.

Por otro lado, me pasa como en la anterior película, deja una sensación de tan poco creíble lo que vas viendo durante la película que te deja ese sabor agridulce. Además, aunque los dialógos no son terribles, los podemos dejar en flojos, las escenas de acción son tremendamente decepcionantes, y además el desenlace es bastante breve y cutre, y por momentos parece como si la película estuviera parodiando a otra anterior (da un aire a Los Ángeles de Charlie).
De hecho todavía es más hiriente que el personaje que hace de malo se llama Lee Chuck, y se puso en homenaje a Bruce Lee y Chuck Norris, cosa que es bastante incoherente con las escenas de acción finales de la película.

Trabajaron mejor la belleza de las actrices protagonistas, todas ellas muy atractivas y con un buen número de desnudos, entre ellos el de Raven de la Croix, que además diseño su vestuario para la película. 
Al parecer no quería hacer mucha desnudez, aunque ya había estado completamente desnuda en otras películas antes de esta y trabajó como stripper. A pesar de estas reticencias después de completar esta película, comenzó a aparecer en películas para adultos.


Pero los comienzos nunca son fáciles y las películas de Serie B me imagino que menos, como lo demuestran algunos detalles del rodaje.

Hay una escena en la que unos policías van a comunicarle algo a la protagonista y lo hacen sin decir ni una sola palabra, y resulta que fue porque Jim Wynorski no podía pagarles dinero extra para decir ningún diálogo.

O una escena en el hospital tuvo que hacerse en una sola toma porque el hospital tenía una situación de crisis de emergencia, lo que significaba que los cineastas tenían que desalojar el lugar lo más rápido posible.

Película que te hace pasar un rato entretenido si eres amante del cine de los 80 en general, y de las películas de Ciencia Ficción y Acción, aderezado con chicas guapas, pero que no pasará a la historia.
La podemos catalogar como una película de viernes noche.









Valoración:                                     5/10












08 mayo 2023

El vagabundo de las islas (1954)

 




Parece mentira que en una película de 1954 todavía quede un personaje protagonista vivo. Y es que Glynis Johns está a punto de cumplir 100 años (n. 1923). No es una actriz excesivamente conocida, salvo por su papel en Mary Poppins, una película que pocas personas no habrán visto.
Lo chocante es que el coprotagonista masculino de la película (aunque era más mayor que ella), murió apenas dos años después del rodaje. Y es que parece ser que Robert Newton tenía problemas serios con el alcohol, como su personaje en la película.

Pero más allá de estas curiosidades, lo que más me sorprendió diría yo, fue que el director resultó ser la directora, pudiendo ser quizás de las directoras pioneras. Británica, nacida en 1905, apenas tiene una quincena de títulos en su apartado de directora, sin ser muy conocidos, pero uno no asociaría una película así, o de 1954 a una directora.

De hecho a la película llegué por medio de Donald Pleasence, en el que curiosamente era su primer largometraje. Porque me extrañaba que siendo el más conocido y con mejor carrera tuviera un papel más secundario. El actor dijo años después que la razón por la que lo eligieron para el papel de Tromp fue porque los productores lo habían visto en dos obras diferentes interpretando dos papeles diferentes y pensaron que si podía hacer eso, podría hacerlo.

A pesar de ser su primera interpretación, su personaje es totalmente reconocible y es un estereotipo habitual suyo. Tímido, discreto, despistado, a veces incluso parece hasta con un poco de retraso mental, cosa que parece hasta más difícil de hacer.

Da la casualidad que tanto Donald Pleasence como Glynis Johns nacieron un 5 de octubre, y además es una fecha en la que yo también conozco a varias personas que nacieron, en especial Don Alfredo.


Durante esta década eran habituales las películas ambientadas en una isla y/o con la palabra isla en el título de la misma.
A veces como meras aventuras, marítimas, de exploración o de tribus, o añadiendo algunos toques de comedia a la misma.
Pero basadas principalmente en buenos diálogos y buenas interpretaciones, casi por encima de una buena fotografía.
No es una película deslumbrante, pero hay un buen giro en la parte final de la película, con la irrupción de una pandemia, que tan de moda lleva en nuestras vidas en los últimos años.

La historia se sitúa en el Oceáno Índico, siendo Sri Lanka una de las localizaciones de rodaje, pero le dan a las islas un nombre real de unas islas del Atlántico Sur, situadas en la latitud de la Tierra del Fuego.


Una película de colonialismo amable y misioneros entregados, que desemboca en que la totalidad de los personajes acaban siendo buenos, honrados y respetables.










Valoración:                                  6/10















21 febrero 2023

Hace un millón de años (1966)

 




Hace unos días fallecía Raquel Welch, posiblemente una de las actrices más bellas entre las nacidas en la década de los años 40 del siglo XXI, junto a mi gusto, Jacqueline Bisset y Catherine Deneuve, y que tomó el relevo de las también bellísimas actrices de los años 30, entre las que destacaría a Brigitte Bardot, Sofía Loren o Claudia Cardinale.

Nacida de padre boliviano (realmente solo boliviano de nacionalidad, ya que sus orígenes eran claramente españoles), su apellido original es Tejada, y su nombre también más europeo que americano, fue de las que también utilizó su propio nombre artístico, supongo que por agentes o asesores comerciales de cara a hacerlo más atractivo.
De hecho, la productora 20th Century Fox quería que cambiara su nombre a Debbie Welch porque pensaban que Raquel era demasiado difícil de pronunciar.

Se casó muy pronto y tuvo sus dos hijos también muy temprano, en una época en la que deambuló desde su Chicago natal hasta Los Ángeles y luego Dallas, para después de divorciarse volver a Los Ángeles y empezar a introducirse poco a poco en el mundo de la interpretación, (no sin antes tener que trabajar como camarera, chica del tiempo o modelo), gracias también a la privilegiada belleza que le otorgó Dios.

Aunque trabajó en varios westerns tirando a crepusculares, lo hizo acompañada de buenos actores de este género como Ernest Borgnine, Jack Elam, James Stewart o Dean Martin, aunque principalmente estuvo encasillada en papeles de chica sexy.


Sólo recordaba haberla visto en Viaje Alucinante y ésta quizás sea una película bastante más conocida (remake de una de 1940), de lo que suele ser habitual en mi, pero es que me puse a ver Fiesta Salvaje (1975), de James Ivory, y a los 15 minutos la tuve que dejar porque vi que iba a perder el tiempo y no iba a poder escribir nada decente de lla para hacer un homenaje a la actriz.

Igual que hay unas cuantas películas post apocalípticas o futuristas, sobre todo durante la década de los 80, también las hay ambientadas en la prehistoria, pero son bastantes menos y ya lejanas en el tiempo, de los años 60 y principios de los 70 principalmente.

Estamos en la época de esplendor de la compañía Hammer, especializada en películas de Ciencia Ficción o Terror principalmente, y aquí el productor es Michael Carreras, hijo del creador de la compañía James Carreras, y que produjo más películas de esta temática.

En mi cabeza intuía que me podría encontrar una película con similitudes a En busca del fuego, El clan del oso cavernario o Cavernas fantasmas, y efectivamente tiene cosas en común, pero pronto me percaté de la presencia del gran Ray Harryhausen al frente de los efectos especiales y también podríamos decir que la película tiene similitudes, así que me vengan a la cabeza, con El valle de Gwangi o La tierra olvidada por el tiempo.
De hecho el director Don Chaffey y Ray Harryhausen ya habían compartido trabajo en Jasón y los Argonautas, una película que me gusta mucho.

Esta película, aunque sea "muda" (no hay un solo diálogo entendible en la misma, y las palabras pronunciadas en general son muy escasas), no impidió que elevara a estrella a Raquel Welch, de hecho, en varias películas se ve un cártel de ella en esta película, como por ejemplo en Cadena Perpetua.

Quizás se pueda encontrar cierta similitud entre este papel de Raquel Welch y el de Ursula Andress en James Bond, y de hecho parece ser que primero se lo ofrecieron a la actriz suiza, pero no llegaron a un acuerdo por temas salariales.

Otro de los aspectos agradables de esta, supongo que para muchos, rara película, es lo reconocible de ver El Teide nada más empezar la película y luego más veces durante la misma.
Las escenas exteriores se rodaron en varios sitios de las Islas Canarias a finales de 1965. La fotografía principal terminó en enero de 1966 y Ray Harryhausen completó sus efectos visuales en primavera.

También se dio la curiosidad de que en la película el interés amoroso del personaje principal, interpretado por John Richardson es Raquel Welch. Pero en la vida real, Richardson se casó con la coprotagonista de esta película Martine Beswick.


Aunque entiendo que a mucha gente esta película le pueda parecer una pérdida de tiempo, o los que le sacarán defectos a todo (en un momento se ve como un actor tiene varios empastes en la boca, cosa que en esa prehistoria era inviable), pero a mi todo lo que tenga que ver con Harryhausen me parece una maravilla, y como aquí no sabía que había dejado su huella, no me lo esperaba y me he llevado una grata sorpresa.









Valoración:                                     6/10













27 enero 2023

Ondas de choque (1977)

 




Dentro de la santísima trinidad que formaron en el cine de terror, desde mediados de los 50, hasta mediados de los 70 del siglo pasado, los tres actores Christopher Lee, Vincent Price y Peter Cushing, éste último quizás fuera el más discreto, menos protagonista y con menos reconocimiento de los tres, sin dejar por ello de estar al mismo nivel que los otros dos en mi opinión.

A veces nos encontramos con películas muy poco conocidas que en su ficha cuentan con algún actor notable, pero que tampoco aparece como cabeza de cartel, como es el caso en esta película de Peter Cushing.

Y es que realmente no aparece hasta pasada la media hora de película y su participación no es muy extensa. De hecho la película se rodó en 35 días y tanto Cushing, como el otro actor reconocido, John Carradine, tan sólo trabajon 5 días, por los que Cushing cobró 25.000 $ de la época (más pasajes aéreos en primera clase, desde y hacia Londres, alojamiento en hotel y un conductor a su disposición).

El director de películas de serie B, Fred Olen Ray, dijo que esta era la primera película en la que participaba. Era fotógrafo. Dijo que ninguno de los otros jóvenes del equipo sabía quiénes eran John Carradine y Peter Cushing (como seguramente le pase a mucha gente de mi generación), pero Ray era un gran admirador de ambos. Pasó cada momento que pudo charlando con ellos y terminó usando a Carradine en varias de sus películas después, cuando comenzó a dirigir.

La película se rodó en Florida, y gran parte de la misma en el hotel Biltmore, que estuvo cerrado por un período de dos años y estaba abandonado en el momento de la filmación. El director Ken Wiederhorn pagó 250 $ por alquilar el edificio para el rodaje. El hotel fue renovado un par de años después del rodaje y volvió a cobrar vida.


La verdad que me encontré lo que estaba buscando, una película que mezclara ciencia ficción con miedo y misterio, y colmó mis expectativas.
Una película que se podría catalogar además de en esos géneros, en el subgénero Nazis, o en el de Zombis.

O como bien recoge esta lista



El director y el encargado o los encargados de la sección de vestuario y maquillaje lo bordaron con los personajes que hacen de malos, todos inexpresivos y terroríficos, y ataviados con una indumentaria que espantaría al más pintado.

Originalmente, no se suponía que los zombis llevaran gafas protectoras, que parecen más casi de aviador que relacionadas con el mundo marítimo que ambienta la película, pero cuando el extra Max Trumpton regresó de una reciente cirugía de glaucoma con gafas protectoras, al director le gustó tanto el 'look' que ordenó al departamento de vestuario que hiciera un par para cada zombi.


Quizás no sea una película tan poco conocida como la mayoría que suelo comentar aquí, pero hay que escarbar para dar con ella y ponerse a verla, y me ha parecido una semi joya por descubrir.









Valoración:                                  7/10