08 mayo 2023

El vagabundo de las islas (1954)

 




Parece mentira que en una película de 1954 todavía quede un personaje protagonista vivo. Y es que Glynis Johns está a punto de cumplir 100 años (n. 1923). No es una actriz excesivamente conocida, salvo por su papel en Mary Poppins, una película que pocas personas no habrán visto.
Lo chocante es que el coprotagonista masculino de la película (aunque era más mayor que ella), murió apenas dos años después del rodaje. Y es que parece ser que Robert Newton tenía problemas serios con el alcohol, como su personaje en la película.

Pero más allá de estas curiosidades, lo que más me sorprendió diría yo, fue que el director resultó ser la directora, pudiendo ser quizás de las directoras pioneras. Británica, nacida en 1905, apenas tiene una quincena de títulos en su apartado de directora, sin ser muy conocidos, pero uno no asociaría una película así, o de 1954 a una directora.

De hecho a la película llegué por medio de Donald Pleasence, en el que curiosamente era su primer largometraje. Porque me extrañaba que siendo el más conocido y con mejor carrera tuviera un papel más secundario. El actor dijo años después que la razón por la que lo eligieron para el papel de Tromp fue porque los productores lo habían visto en dos obras diferentes interpretando dos papeles diferentes y pensaron que si podía hacer eso, podría hacerlo.

A pesar de ser su primera interpretación, su personaje es totalmente reconocible y es un estereotipo habitual suyo. Tímido, discreto, despistado, a veces incluso parece hasta con un poco de retraso mental, cosa que parece hasta más difícil de hacer.

Da la casualidad que tanto Donald Pleasence como Glynis Johns nacieron un 5 de octubre, y además es una fecha en la que yo también conozco a varias personas que nacieron, en especial Don Alfredo.


Durante esta década eran habituales las películas ambientadas en una isla y/o con la palabra isla en el título de la misma.
A veces como meras aventuras, marítimas, de exploración o de tribus, o añadiendo algunos toques de comedia a la misma.
Pero basadas principalmente en buenos diálogos y buenas interpretaciones, casi por encima de una buena fotografía.
No es una película deslumbrante, pero hay un buen giro en la parte final de la película, con la irrupción de una pandemia, que tan de moda lleva en nuestras vidas en los últimos años.

La historia se sitúa en el Oceáno Índico, siendo Sri Lanka una de las localizaciones de rodaje, pero le dan a las islas un nombre real de unas islas del Atlántico Sur, situadas en la latitud de la Tierra del Fuego.


Una película de colonialismo amable y misioneros entregados, que desemboca en que la totalidad de los personajes acaban siendo buenos, honrados y respetables.










Valoración:                                  6/10















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