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29 marzo 2025

Prisionero del mar (1957)

 






Hoy cumple 86 años Terence Hill, y aunque llevo semanas que no me encuentro bien y apenas veo películas me parecía un buen momento para hacer un esfuerzo y hacerle un homenaje.

Uno de mis ídolos cinematográficos de infancia, junto a Bud Spencer, que formaron esa versión italiana (aunque americanizada) de El Gordo y El Flaco y cuyas películas seguramente sean de las que más veces he visto en mi vida.

Justo hoy cumple la ya respetable cifra de 86 años, edad con la que murió Bud Spencer, diez años mayor que él, aunque espero que el buen aspecto físico que siempre ha lucido, incluso en su último y gran importante papel, en la serie Don Mateo, le permitan vivir en buenas condiciones unos cuantos años más.

Nacido como Mario Girotti, en Venecia, cambió su nombre al de Terence Hill en 1967, justo cuando rodó su primera película con Bud Spencer (Tú perdonas, yo no). No sé si Bud Spencer también lo hizo para tal ocasión.

Le pidieron que escogiera un nombre anglosajón más comercial. Le dieron 20 nombre y 24 horas para elegir y eligió Terence Hill porque era el que mejor le sonaba y porque además las iniciales coincidían con el nombre de su madre, Hildegard Thieme, de origen alemán (de ahí su apariencia poco italiana).

A su mujer, también de origen alemán, con la que también se casó en 1967 (un año que sin duda le cambió la vida), la conoció durante un rodaje en Almería, mismo sitio en el conoció a su otra pareja de vida, Bud Spencer.

Empezó su carrera de actor con 12 años, cuando Bud Spencer seguramente todavía fuera deportista profesional. Antes de su éxito junto a Bud Spencer trabajó en algunas películas importantes como Aníbal (1959) y sobre todo El Gatopardo (1963). También trabajó en varias de las películas de la saga alemana de Winnetou, entiendo que su ascendencia germana le ayudó a ello, ya que hablaba el idioma sin problema.

Como he dicho antes la primera de sus 18 colaboraciones con Bud Spencer fue el Spaghetti Western, Tú perdonas, yo no. Sus primeras películas fueron todas de este género, luego siguió Los cuatro truhanes, con la presencia de un importante Eli Wallach, aunque no eran habituales los actores famosos o importantes en sus películas, para después llegar su, posiblemente, película más famosa (aunque a mi no son las que más me gustan), Le llamaban Trinidad, y su posterior secuela Le seguían llamando Trinidad.

Su primera película de puñetazos fuera del Spaghetti Western fue Más fuerte muchachos, a la que luego siguieron Y si no nos enfadamos (rodada en Madrid), Dos misioneros, Dos superpolicías, Par e Impar, Estoy con los hipopótamos o Quien tiene un amigo tiene un tesoro, entre otras, mezclando ambientes de ciudad con otros alejados de la misma.

Curiosamente, durante el intervalo que duró su binomio cinematográfico, Bud Spencer rodó en solitario varias películas del mismo estilo, pero sin Terence Hill, como por ejemplo tres títulos muy significativos como Puños fuera, Banana Joe y Bombardero, y en cambio de Terence Hill no recuerdo ninguna en la que él hiciera un papel en solitario similar al de las películas que hacían juntos.


El actor protagonista en esta película, Yves Montand (del que creo que es la primera película que veo), tenía una característica similar a la de Terence Hill. Era italiano de nacimiento (Ivo Livi), o italo-francés, pero tomó un nombre artístico francés. Además de actor era cantante, de hecho lo descubrió Edith Piaf y lo contrató para su compañía, siendo además su pareja sentimental por un tiempo, aunque Montand se casaría después (1951) con la actriz francesa Simon Signoret para el resto de su vida (ella se murió antes que él), aunque se dice que tuvo un romance en 1960 con Marylin Monroe mientras filmaban El Multimillonario.

Aquí hace un papel muy interesante, con la inestimable ayuda de una magnífica voz de doblaje. Junto a él, la actriz italiana Alida Valli, no la más importante, pero si una de las muchas que tuvieron tanta importancia en Hollywood. Ella, de la década de los veinte, como Gina Lollobrigida, aunque la más mayor de todas era Anna Magnani.

Tanto Montand como Valli eran de 1921, curiosamente Terence Hill y la otra actriz femenina protagonista eran de 1939. Pero esta Federica Ranchi, coetánea por ejemplo de Claudia Cardinale, que aprovechando la ola de las actrices italianas podría haberse hecho también un nombre, quedó en el anonimato, ni siquiera tiene fotografía en el perfil de IMDb.

Lo curioso de la película es encontrarse a Paco Rabal entre el reparto, aunque realmente fue uno de nuestros actores más internacionales, principalmente en películas francesas e italianas. Aquí, curiosamente interpreta al padre del personaje de Terence Hill, cuando realmente solo se llevaban 13 años. Eso sí, no sé si naturales o artificiales, con solo 31 años aparece con canas en la escena.


La película me llamó la atención, además de por ver uno de los primeros papeles de Terence Hill (solo tenía 18 años), por la supuesta ambientación en la Costa Dálmata, en el Mar Adriático, en Croacia. Y es que es uno de los viajes que más me gustó de los no muchos que he hecho en mi vida.

Aunque si alguien espera ver una excelsa fotografía quizás se sienta un poco decepcionado. De hecho, hay pocos fotogramas que te hagan identificar claramente aquella zona, pero no obstante el lugar de rodaje entre esas islas del Adriático es bastante idílico.

Y acudí a esta película por este motivo, y finalmente me quedo con el muy original e intersante guión que me encontré. Creo que los guionistas actuales se podían fijar en películas como ésta como fuente de inspiración.

El ambiente de pescadores no es muy habitual en el mundo del cine, y en concreto las características de pesca aquí expuestas son muy ingeniosas para articular una intersante película.

Pero además es una película que intenta retratar las costumbres locales, el arraigo y las tradiciones transmitidas de generación en generación, siendo además muy interesante la relación entre el padre con cada uno de sus tres hijos, y como cada uno de ellos tiene una percepción y una valoración y admiración diferente hacia su progenitor.









Valoración:                            7/10













15 enero 2025

La guerra de Troya (1961)

 




Si ya es difícil conseguir que la gente vea películas antiguas, que decir ya de libros antiguos, pero yo creo que sería una buena inversión dedicarle tiempo a lecturas clásicas, como La Ilíada y La Odisea de Homero, o La Eneida de Virgilio, donde se pueden leer los famosos acontecimientos de la Guerra de Troya, no sé hasta que punto realidad o mito.

El caso es que viendo una serie documental (los documentales, sobre todo de geografía, cada vez me gustan más), situó al protagonista en la ciudad actual más próxima a la antigua Troya, en la costa occidental de Turquía.

Y además ojeando el contenido del disco duro que tenía conectado en ese momento, el más antiguo de todos los que tengo, pude comprobar que estaba lleno de películas clásicas o antiguas, y entre ellas, además de la más famosa Helena de Troya, me encontré con ésta.


Es posible que la gente relativamente joven conozca la versión de 2004, Troya, que reunió un buen elenco de actores famosos y jóvenes en ese momento, como Brad Pitt, Eric Bana, Orlando Bloom o Sean Bean, otros ya más mayores o con cierta inquietud por el cine más allá de los estrenos de cartelera puede que conozcan también Helena de Troya (1955), de Robert Wise, con Stanley Baker, una jovencísima Brigitte Bardot y Rossana Podestà en el papel de Helena, y supongo que ya muy pocos conocerán esta tercera versión con Steve Reeves como único actor importante del reparto.

Esta trilogía que comento sobre la guerra de la guerra de Troya, me recuerda también a otra con cierto parecido en cuanto al conocimiento de las mismas. Me refiero a la del famoso accidente de avión del equipo de rugby uruguayo en la cordillera de Los Andes, de la que seguro la inmensa mayoría conocerán la versión que recientemente se hizo en España, La Sociedad de la Nieve (2023), algunos o quizás bastantes porque es más moderna, conozcan también la película ¡Viven! (1993), con Ethan Hawk al frente del reparto, y muy pocos, ni siquiera yo, se hayan parado a ver la pionera sobre esta historia Supervivientes de los Andes (1976), de René Cardona.

Lo cual me lleva al origen de mi blog y a como me decidí por darle una oportunidad a películas que no se han publicitado, que no se han estrenado en el cine o que no se han pasado por televisión, o que aún teniendo actores muy conocidos son antiguas o desconocidas y la gente las ignora por completo, en cambio sucumben rápidamente a la tentación cuando es un estreno, o hay un reclamo notable en forma de actor y de actriz, aunque se trata de un remake de otra película anterior.

Yo me estoy dejando por ver películas muy populares, empezando porque hace tiempo dejé de ir al cine y prácticamente de ver películas hechas en el siglo XXI, pero también otras del siglo XX que sean tremendamente populares y que casi todo el mundo conozca. A veces incluso veo repetida parte de una película que haya visto varias veces antes que algunas que por su enorme popularidad no podría escribir en el blog porque no aportaría seguramente nada que no esté ya dicho o escrito y por tanto decido dar la oportunidad a todas estas que voy comentando y que además te brindan la posibilidad de vez en cuando de sorprenderte con una joya desconocida.


Evidentemente la historia ya es conocida por cualquiera que haya visto la película y no aporta muchas cosas diferentes en el relato, pero si que lo hace desde el punto de vista del protagonista de la misma, que en esta película no es ni Helena, ni Paris, ni Héctor (que directamente ha muerto antes de empezar la película), ni Aquiles, ni Agamenón ... el protagonismo cae sobre el guerrero troyano Eneas, que encarna el actor más conocido del reparto, Steve Reeves, uno de los famosos forzudos de finales de los cincuenta y la década de los sesenta (que encarnó diferentes papeles de personajes con mucha fuerza, especilamente Hércules), en este tipo de películas del género Peplum.

Creo que Steve Reeves  fue el actor forzudo más famoso de la época, por delante de otros como Ed Fury, Gordon Scott o Mark Forest. La vida laboral como actor de Reeves fue ligada al período de vida también de este género Peplum, donde trabajó en algunas de las más importantes, principalmente películas italianas, como Hércules o Rómulo y Remo, siendo su última película en 1968 con solo 24 títulos de crédito en su filmografía.

Para aprovechar el éxito de la película Ulises de Kirk Douglas, Pietro Francisci planeó hacer una película sobre Hércules, pero buscó sin éxito durante años un actor físicamente convincente y con experiencia. Su hija vio al culturista estadounidense Steve Reeves en la película estadounidense Athena (1954, de Richard Thorpe) y lo contrató para interpretar a Hércules en 1957, cuando se rodó la película. (Reeves cobró 10.000 dólares por protagonizar la película).

Se puede decir que el período dorado de este subgénero cinematográfico comprende entre los años 1958 y 1965.

Esta también es una película italiana (aunque parece ser que se rodó en Belgrado, Serbia), quizás no de escaso presupuesto pero no comparable al de las otras dos versiones de la guerra de Troya, y para los que hayáis visto Helena de Troya, evidentemente sale perdiendo en la comparación, pero también tiene cosas interesantes, como el escenario elegido para la ciudad de Troya y el Caballo para tratarse de 1961.

En la parte menos positiva el anonimato de algunos personajes importantes en la epopeya o sobre todo las escenas de lucha, en las cuales se movilizaron a muchos extras o figurantes, pero que no se plasma en sensación bélica real, y además acaparan buena parte de la película.


A los amantes de los 80, os encontraréis con voces de doblaje familiares, y es que aunque es de 1961, la película, según El Doblaje, se dobló en 1983.

Quizás no deja de ser un peplum más, ya que está hecha en pleno apogeo del género, pero yo personalmente prefiero esta versión a la exagerada versión de 2004, que parece casi ciencia ficción más que otra cosa.

Los caballos salvajes de mi última película, dieron paso a un solo caballo, inanimado, y pacífico externamente, que ha sido de los más famosos de la historia.









Valoración:                           6/10













26 agosto 2024

La gran aventura de África (1986)

 





Soy un gran aficionado a las películas rodadas o ambientadas en el continente africano y cada cierto tiempo elijo una de ellas.

Además, hace no mucho vi una película llamada La gran aventura de Asia, y al caer ésta en mis manos me puse a verla, ya que aquella me pareció curiosa y singular, sobre todo porque películas ambientadas en La India de los 80 no conocía.

Ésta africana tenía una valoración muy pobre en IMDb (3,4/10), pero bueno, yo es algo a lo hago el caso justo, ya que prefiero guiarme por mi instinto y por mis gustos y no por lo que piensen los demás, ya que cada uno tenemos unas preferencias y se puede ver y valorar la misma película desde dos prismas muy distintos.

La película tiene varios aspectos habituales en películas africanas:

- Exploradores
- Tesoro
- Tribus
- Hombres leopardo


De hecho esta última característica me hizo acordarme de una de las películas africanas que más me gustan, dentro de las menos conocidas, como es Más allá de Mombasa, ciudad que también aparece mencionada en esta película.

Pero además de estos signos identificativos, también tiene otros bastante extraños, muy atípicos de una película africana, y en cierto modo bastante innecesarios e incluso hasta negativos para el resultado final de la misma, como la extraña aparición de personajes chinos en el continente africano (algunos de ellos hecho pasar por chino de manera grosera), y la aparición también de los Nazis, que no sé si históricamente llegaron a pisar territorio africano.


Evidentemente que nadie se piense que se va a encontrar con una película como Mogambo o Las minas del Rey Salomón, posiblemente el culmen de las películas africanas en búsqueda de un tesoro, pero en mi opinión lo peor es la mala calidad de imagen de la copia que conseguí, y la película, aunque cuente una historia relativamente estándar, es aceptable, pero siempre desde mi poco subjetiva opinión con respecto a las películas africanas.

Si que es cierto que a nivel de actores y de actuaciones no nos encontramos nada significativo, incluso algunas se pueden considerar un poco deficientes, incluído el actor más conocido del reparto, Gordon Mitchell, para mi uno de los tres malos de leyenda, junto a Jack Palance y Henry Silva, todos ellos altos, con facciones duras, rudos y con aspecto de asustar al más tranquilo.

Tampoco son notables varias grabaciones de fauna africana, notándose claramente estar sacadas de algún otro tipo de cinta, ya que se nota el cambio de calidad de grabación cuando se emiten algunas de estas escenas para ambientar la película, y algunos efectos con otro tipo de animales son bastante deficientes ... pero no por ello deja de perder la esencia de película africana, con un tesoro de diamantes de por medio y con las habituales feroces tribus, defendiéndolo, o simplemente protegiendo su territorio.

Con ésta película digamos que completo una trilogía de películas ambientadas en torno al Kilimanjaro, la montaña más alta de África y una de las más famosas del mundo.
La más importante de ellas, Las nieves del Kilimanjaro, no sé si la vi de pequeño, ya no lo recuerdo, pero es más o menos conocida, y la otra la vi muy al principio del blog, En la sombra del Kilimanjaro, y ésta que realmente es conocida también como Las minas del Kilimanjaro (depende de donde mires encuentras un título u otro).


He leído en algún sitio que es una película italiana, de varias que se intentaron hacer parecidas a Indiana Jones ... pero no sé yo donde le ven el parecido con las películas protagonizadas por Harrison Ford, ya que yo recuerde, en ningún momento viaja a África, en todo caso esa otra que comenté al principio La gran aventura de La India, si que podría tener ligero sentido de que se comparase con Indiana Jones, en concreto con El templo maldito.

No obstante para finalizar dejo un par de listas, para amantes de estos géneros de películas.













Valoración:                             5/10














24 agosto 2024

Un verano para recordar (1974)

 





Pues un año más, éste tampoco será en mi caso un verano para recordar, y ya van por lo menos cinco consecutivos sin nada positivo, salvo pequeños detalles como alguna película interesante que he descubierto este verano, más allá de cualquier momento de evasión de problemas vía café o paseo con algún amigo.

Aunque precisamente, mi digamos último verano para recordar, en 2019, estuve por Italia, y entre otros sitios en Milán, que aunque no tenga mucho protagonistmo visual en esta película, si que se la nombra en unas cuantas ocasiones.

Lo curioso, es que realmente esta película también debería llamarse un verano para olvidar, y no para recordar, porque no trata de acontecimientos que divertidos que merezcan la pena ser recordados, sino más bien todo lo contrario.

Así que me puse a ver la película esperando quizás algo entretenido y me encontré con todo lo contrario. Aunque ya suponía que no estaba ante una película veraniega al uso, ya que es una década anterior a la explosión de esas comedias vacacionales y veraniegas ... y por que es una película italiana, que me sirvió para contraponer a la anterior francesa que acababa de ver.


En los años setenta del pasado siglo el cine italiano tenía una importancia increíble, ya no sé si estaba a la altura del cine británico en cuanto a calidad, pero en cuanto a cantidad, era increíblemente prolífico, con todavía el género Spaghetti Western muy activo, películas de mafia abundantes, de crímenes y acción sin tener por que estar la mafia de por medio, dramas como éste, comedias ... y además todas las películas de los increíbles Bud Spencer y Terence Hill, que digamos que es un subgénero propio y que se dieron mayoritariamente en esta década.

Aunque quizás este tipo de película sea el menos habitual, o por lo menos yo no he elegido películas parecidas, si que demuestra la amplitud de géneros a tratar.

También es cierto que por esa época había muchos directores italianos con cierta reputación y también la mayoría de ellos con bastante actividad, ya que no son directores cuya filmografía se quede en diez o quince títulos de crédito, si no que alguno de ellos pudo llegar hasta a cien, cosa que para un director es algo realmente complejo de ver.

En el caso de Sergio Martino (1938), todavía vivo, el contador se quedó en 62, siendo la última de hace más de una década ya.
Es por lo menos ya la tercera película suya que veo desde que escribo el blog, junto a las interesantes La montaña del Dios caníbal y La isla de los hombres peces, y repasando su filmografía se puede apreciar el detalle que había comentado antes, bastantes películas y muy variadas en cuanto a su temática.

Una película suya que siempre he querido ver es Una australiana en Roma, con una jovencísima Nicole Kidman, pero creo que esa película no está doblada al castellano, y como no me conforme con verla en italiano a ver que entiendo, creo que me quedaré sin verla.


Ésta es una película extraña, con niños protagonistas, pero con una historia muy dramática, y realmente aunque no la considero mala como tal, si que creo que no tiene mucho potencial público, aunque no obstante creo que es una película difícil de conseguir.

Con dos actores no italianos medianamente conocidos como Senta Berger y John Richardson, la película es extremadamente anónima (tan sólo 54 votos en IMDb), pero tampoco yo la recomiendo encarecidamente y por tanto hacerla más popular.









Valoración:                           5/10












25 julio 2024

Gomia, terror en el Mar Egeo (1980)

 




Siguiendo con el período vacacional, decidí darle un giro al tipo de películas que venía viendo y comentando e introducir unas vacaciones todo lo contrario a idílicas, que espero nunca hayáis tenido ni nunca tengáis.

Me acordé de esta película justo repasando películas vacacionales y gracias a Un amor de verano fui a dar con una lista de películas ambientadas en Grecia, y como tenía tan buen recuerdo de la citada y también de Temporada Alta, no lo dudé y me decidí por ésta.

Y es que Grecia es uno de esos destinos vacacionales a los que siempre me habría gustado ir y que yo creo que por desgracia no podré visitar, y lo tengo que hacer con alguna de estas películas, en especial como ya he dicho, Un amor de verano, que muestra toda la belleza de Santorini, además en una época en la que no existía el turismo de masas en cualquier parte del mundo y en que todo parecía más humano y mucho más bonito que ahora.


Evidentemente sabía que no me iba a encontrar nada parecido, ni en cuanto a tipo de película ni casi por descontado a belleza paisajística, porque la película venía del director Joe D'Amato, y parecía poco probable que de él saliera un tipo de película en la que resaltase la belleza del territorio elegido para ambientarla y/o rodarla.

Y es que este Joe D'Amato fue digamos un director básicamente de cine erótico. Durante su primera etapa alternaba alguna película de este estilo, aunque siendo todavía los años 70 no era tan habitual y no estaba tan bien visto ni tan aceptado, y resultaba muy transgresor, así que solía hacer películas que podríamos llamar de terror erótico, o como dirían los americanos Sexploitation, aunque ésta claramente sea del subgénero Slasher.

Pero si no, también podríamos verle rodando películas semi fantásticas, como la que más conocía de él, Ator el Poderoso, que me trae muy buenos recuerdos de mi infancia, recuerdo que fue una de las primeras películas que tenía grabadas en una cinta de vídeo vhs, y que no hace mucho revisioné después de muchísimos años sin verla.

La parte final de su carrera, antes de su fallecimiento en 1999, estuvo plagada de rodajes, más de 20 en algunos años, y la mayoría sin carátula en IMDb, siendo seguramente ya su totalidad en esta época final, del género erótico.


Y hay que decir que lo primero que hizo bien aquí, fue la elección del título, o por lo menos la traducción que hicieron al castellano, ya la inclusión de Mar Egeo en el título a mi ya me resulta atractivo, y si a eso le sumamos la palabra terror (o misterio también habría valido), te generan una proyección de película interesante, por lo menos para mis gustos y mi imaginación.

Pero no a todo el mundo le tiene que parecer atrayente, claro. Por ejemplo Luigi Montefiori, también conocido como George Eastman , quien coescribió, coprodujo e interpretó al asesino en serie caníbal desfigurado Klaus Wortmann, declaró que cuando fue al estreno en el antiguo Cinema Metropolitan de Roma con el productor, solo había unas pocas personas en el cine viéndola. Durante la película, la gente se fue yendo hasta que solo quedó una pareja. Más tarde, durante la escena en la que estrangulaban a la mujer embarazada y le arrancaban el feto, la pareja se levantó y salió ofendida.


En cuanto al reparto, bastante anónimo, cuenta con la actuación de dos actrices reconocidas. Por un lado Tisa Farrow, hermana de Mia Farrow, musa de Woody Allen, en la que curiosamente fue su última película, y con tan solo quince se retiró, falleciendo este 2024 no siendo muy mayor todavía. Y en contrapunto el debut en la gran pantalla de la actriz italiana Serena Grandi, un icono sexual de los años 80, especialmente en su país.

Una película que también podíamos considerar como Terror marítimo, y es que son bastantes las veces que se utiliza un trayecto en barco como película de terror, o después de haber realizado ese trayecto.

Por ejemplo me vienen a la mente así rápidamente en el primer suspuesto Calma total, con Nicole Kidman, El buque fantasma o una bastante más desconocida que me viene ahora a la mente, Ciclón. Y en el segundo supuesto se me asemeja un poco a una que vi y comenté aquí hace no mucho, Ondas de choque, con Peter Cushing.

En líneas generales, da un punto diferente a las películas habituales del género Slasher, principalmente por la ubicación de la película, eligiendo un asesino en serie bastante más llamativo y tenebroso que los habituales de este subgénero, y además mostrándolo relativamente pronto y con bastante frecuencia, cosa que es de agradecer ya que en algunas películas apenas se muestra tímidamente o no se revela al asesino hasta la parte final de la película.










Valoración:                              6/10















26 junio 2024

El monstruo de Creta (1960)

 







Tenía esta película con dos títulos, éste y Teseo contra el Minotauro, los dos bastantes atrayentes para mi, pero la película se quedó en una de esas de lo que pudo haber sido y lo que fue.

Evidentemente sin presupuesto no se puede hacer una superproducción, con un cartel repleto de estrellas, con unas localizaciones y escenas de exteriores en marcos inmejorables y con un metraje extenso, por encima de las dos horas.

Pero tampoco concibo que la única alternativa sea la de rodar todo en un set de rodaje, con cuatro decorados contados y poco atrayentes y utilizando como único elemento que puede llevar a engaño como una película interesante el uso de cientos de extras, con su correspondiente vestuario, para varias escenas puntuales de lucha en la película.


Y es que aunque ansiaba encontrarme una película de mitología griega similar a Jasón y Los Argonautas, Furia de Titanes o Ulisses, con una o varias criaturas mitológicas increíbles e inimaginables, aquí solo se usa como reclamo la presencia del Minotauro, con la revelación a escasos cinco minutos del final de una criatura mal hecha, sin movilidad, con una apariencia extraña que pudiera pensar que está inspirado en los primeros King Kong, y que lo único que parece que tiene es un dolor continuado y pronunciado de barriga, y posiblemente no asustaría ni a un recién nacido, cuanto menos a un niño de cinco o seis años.

Pero además las interpretaciones, quitando a Rosanna Schiaffino, me parecen muy flojas, lo mínimo exigible para un actor, y las escenas continuas de lucha mal preparadas y mal ejecutadas, tampoco colaboran a mejorar la película.


Muchos de estos peplums de bajo presupuesto son producciones italianas, y precisamente en Italia no hay ningún problema de existencia de ruinas antiguas, si bien romanas y no griegas, pero que podrían haberse utilizado perfectamente en unos cuantos momentos puntuales de la película para realzarla y enriquecerla y así también hacerse creer al espectador que realmente la trama está inmersa en la isla de Creta y la cultura minoica, a pesar de que luego se utilicen muchas escenas de interior, pero es que ni en los interiores supieron darle ese aire característico que tienen las ruinas cretenses.

Tampoco se utiliza a ninguno de los forzudos habituales (Rik Battaglia no está nada musculado al lado de otros), que habrían encajado perfectamente en el papel de Teseo, estilo Godon Scott, Steve Reeves o Ed Fury. Incluso había un conocido actor italiano para este tipo de papeles como Kirk Morris, pero todavía era muy joven en esa época para interpretar ese papel.

De todas maneras sorprende, y positivamente, que el que eligieron en su lugar, a pesar de no tener una musculatura importante había sido dos veces medalla de oro en Decathlon, en 1948 y 1952, y fe de ello son algunas escenas, interesantes, durante la película practicando diversas especialidades del atletismo, que pasa por ser para mi, la parte más interesante y diferenciadora de la película, y más ahora que se acercan los trigesimo terceros Juegos Olímpicos de la era moderna.

Esto, y la de vez en cuando situación de que un mismo actor interprete a dos personajes distintos, aunque en este caso no se hace ningún tipo de distinción, más que el vestuario entre ambos. Recuerdo por ejemplo cuando en El Coche Fantástico, David Hasselhoff interpretaba a Michael Knight y a su malvado hermano, que estaba bastante bien conseguido y aparentaban ser diferentes.


Película floja, el caso es que luego revisando hay otras que parecen más interesantes del género que podría haber visto, pero tampoco sonaba esta mal con ese título.










Valoración:                              4/10















10 abril 2024

África bajo el mar (1953)

 





Una de las actrices que, si Dios quiere, alcanzará los 90 años en 2024 (también Brigitte Bardot)  es Sofía Loren, y ello, unido a que las reservas de películas africanas están todavía bien me llevaron a ver ésta.

Esta actriz italiana ha sido admirada por muchas generaciones, seguro que los que ronden más o menos mi edad, habrán tenido, abuelos y padre que quedaran prendados de ella en su tiempo, y nosotros mismos, si nos hemos molestado en ver alguna película suya, seguro que también hemos quedado cautivados por sus encantos.

Estamos sin duda ante un icono internacional y la máxima exponente de la gran generación de actrices italianas que asaltó y casi lideró las taquillas de Hollywood en los años 50 y 60 del pasado siglo. de las que ya apenas quedan vivas, la también enormemente atractiva Claudia Cardinale, y la menos conocida Lea Massari.

A pesar de debutar con tan solo 16 años en el cine, después de haberse presentado a Miss Italia con 15, no había tenido una vida fácil hasta ese momento.
Su padre, al que solo vio tres veces en su vida, no quiso casarse con su madre y las abandonó a ambas y a su hermana.

Sofía, su madre y su hermana tuvieron que trasladarse a Pozzuoli, cerca de Nápoles, durante la Segunda Guerra Mundial para instalarse en casa de su abuela y poder subsistir​ ya que las condiciones de vida en Roma eran muy malas.​ En uno de los bombardeos aliados, Sofia fue alcanzada por metralla hiriéndole la barbilla.​ 
Después de ésto, la familia se trasladó a Nápoles, donde fueron acogidos por unos parientes lejanos. Al finalizar la guerra, Loren y su familia volvieron a Pozzuoli. Su abuela abrió una taberna. Su madre, Romilda Villani (antigua aspirante a doble de Greta Garbo), tocaba el piano, su hermana María cantaba y Sofía servía y limpiaba los platos. El lugar fue popular entre los militares estadounidenses.


Pero de la mano de su futuro marido, Carlo Ponti, se fue abriendo paso en el cine de su país, trabajando con los grandes actores italianos de aquella época, como Mastroianni, Sordi o Gassman, para poco después desembarcar en grandes producciones americanas (ya había tenido un papel sin acreditar en 1951, con tan solo 17 años, en Quo Vadis).

En su época de esplendor trabaja a las órdenes de directores como Delbert Mann, George Cukor, Henry Hathaway o Sidney Lumet, y coprotagoniza con estrellas como John Wayne, Cary Grant, Anthony Quinn o Anthony Perkins.

Luego fue compaginando Hollywood con Italia hasta ir regresando poco a poco al cine de su país e ir bajando mucho su actividad a partir de los años 80.


Aquí tan solo tenía 18 años (y posiblemente fue su primer papel como Sofía Loren, abandonando el de Sofía Lazzaro), cuando rodó esta desconocida película italiana, en su primer papel como protagonista, ambientada en una parte de África diferente a la que habitualmente estoy acostumbrado. Y es que la acción se sitúa en los únicos territorios que fueron colonia italiana del continente africano, Etiopía y Eritrea, y por tanto la película abandona el habitual escenario terrestre, de sábana y de fauna salvaje, por uno a medias entre tierra firme y el Mar Rojo, con paisajes más áridos y desérticos.

Al parecer la publicidad de la película consistió mayoritariamente en distribuir fotos en bikini de la protagonista, y la facilidad con que asumió el papel de protagonista generó mejores críticas para ella que para la película.

Y con 18 años y siendo el único personaje femenino se lleva todo el protagonismo, acaparando las miradas de todos los demás personajes, bien sea por ser hija o pretendida por los distintos miembros de la tripulación.

Es una película curiosa, que a veces parece un documental sobre zoología, por la voz en off y las diferentes escenas y explicaciones de los animales del fondo marino, pero que a veces también deja bonitas estampas y diferentes fotografías del continente africano, especialmente al final donde irrumpen algunos paisajes novedosos y mas vistosos que el resto de la película.










Valoración:                                  5/10














30 marzo 2024

Estarás sentado a la derecha (1968)

 




Como estábamos en Semana Santa, intenté elegir una película con algún tipo de implicación religiosa que ver.
Y elegí ésta por un título que hace clara referencia a una frase cristiana.

Pero luego, durante la película, uno se da cuenta que el título en español está cogido de una frase que se dice en la película. Si no fuera porque de lo poco que había mirado antes de verla era el título original, Black Jesus, sería muy difícil encontrar la analogía con la religión y con la vida de Jesús, pero gracias al título original, no sin alguna dificultad, fui encontrando esas conexiones.


- Las primeras escenas imitando a las charlas de Jesús a escondidas en cuevas o sótanos.
- La actitud continua del protagonista.
- Un personaje que hace el mismo papel que Judas.
- Los dos hombres que mueren junto al protagonista a semejanza de los dos delincuentes con los que es  crucificado Jesús.
- La utilización de clavos en las manos como método de tortura.


Una película italiana anticolonialista, aunque curiosamente Italia fuera el país menos representado de los potentes de Europa en el continente africano, y en este caso el director fija la mirada en una colonia belga. Con frecuencia en estos países, la gente popular, aunque fuera inofensiva, que tenía bastantes seguidores, eran calificados como peligrosos y se les eliminaba.

Toda la película tiene un propósito principal, familiarizarte con los hechos oscuros y hasta brutales del colonialismo y hacete ver la injusticia porque muchos hecho como el narrado aquí quedaron impunes. La larga y meditativa conversación carcelaria, entre Strode y su desgraciado compañero de celda, mientras esperan su destino, seguramente sombrío, establece uno de los diálogos más notables y desgarradores que he visto en mucho tiempo. Y las escenas de tortura, me parecen de las mejores también de lo que he podido ver en mi trayectoria como espectador.


Woody Strode, el protagonista principal y casi único actor famoso de esta desconocida película, fue pionero de los actores afroamericanos, con Sidney Poitier y Harry Belafonte, pero nacido bastante antes, aunque tuviera posteriormente menos repercusión que Poitier. Todavía no había llegado el Blaxploitation (esta película no pertenece a este subgénero aunque en algunos sitios así lo hagan constar), con Fred Williamson, Jim Brown o Pam Grier entre otros, y los actores de raza negra se contaban casi con los dedos de la mano.

Aquí, con un personaje extremadamente tranquilo, sereno, sencillo y humilde, totalmente opuesto a quizás su papel más famoso, en Espartaco, donde era un gladiador atlético y enérgico.


Película lenta, extraña, de diálogos y de silencios, de actuación, circunscrita prácticamente a un único punto de rodaje, que entiendo que pueda ser difícil o aburrida para muchos espectadores.

Pero en mi opinión el director logra un poema sobre la bondad que se puede encontrar en el corazón humano incluso en las circunstancias más complicadas y lo importantes que son el amor y la misericordia para el corazón.

Interesante y bonita metáfora sobre Jesús en estos días de Semana Santa.












Valoración:                                     6/10















23 marzo 2024

La villa de los viernes (1991)

 





Pues era viernes noche y hace tiempo que tenía ganas de hacer coincidir esta película con este día de la semana.
No sabía absolutamente nada de ella, pero me gustan esas coincidencias o conexiones a la hora de ver una película.

Y la parte buena es que me sirvió para ver una película como protagonista de Julian Sands, actor británico fallecido el año pasado, aparentemente mientras hacía senderismo en las montañas de California, una actividad el senderismo que parecía ser una de sus grandes pasiones y que a mi también me encanta.

La verdad es que me parecía muy extraño que no hubiera visto nada de él, pero mirando su filmografía pude constatar que casi era cierto ese dato, y la única película que había visto en la que trabajaba era Leaving Las Vegas. No es por ejemplo como otros actores, secundarios principalmente, que te suenan haberlos visto alguna vez, pero te pones a revisar su filmografía y has visto muchas películas en las que intervienen, pero que te han pasado completamente desapercibidos, como por ejemplo el fallecido este semana M. Emmett Walsh, del que tengo que ver algo suyo como homenaje.

Sands era un actor más especializado en dramas o romances, pero por su apariencia física encajaba perfectamente también en películas de misterio, crimen o terror. Por su apariencia en esta película me encajaba, por ejemplo, como uno de los malos de Cobra, con Stallone.

Junto a él, dentro de los pocos personajes que intervienen en la película, está como coprotagonista, la actriz polaca Joanna Pacula. Una actriz con apariencia de seria e inexpresiva, a la par que hermosa y angelical, con unas sorprendentemente cejas pobladas como una seña de identidad, que para nada emborronan ni deslucen su atractivo facial.

A ella la había visto en Puzzle mortal y en Dulces mentiras, ésta con motivo del fallecimiento de Treat Williams.
Tanto Sands como Pacula volvieron a coincidir poco después en Warlock, Apocalipsis Final, segunda parte de Warlock, el brujo, en la que también trabajó Julian Sands.


Pero ahí se queda lo bueno de la película, en descubrir a Julian Sands y ver otra película más de Joanna Pacula.

Es una de esas películas que sé que no me iban a gustar desde el minuto uno, a pesar de que las localizaciones que salían y la atmósfera generada, principalmente por la buena banda sonora de Ennio Morricone pudieran parecer lo contrario, pero el presagio en mi caso no era positivo.

Y es que cuando al minuto, o poco más, de empezar ya se ven desnudos algo no encaja. No es que yo piense que un desnudo en cine tiene que deslucir la película, y ser únicamente carnaza para los espectadores masculinos, es que la sensación de que fuera tan rápido era que iba a tener bastante peso en la película.

Y efectivamente, así fue, hasta culminar también con un desnudo integral masculino (algo muy poco frecuente), y convertirla casi en una película erótica.
Aunque su director, Mauro Bolognini no tiene pudor a la hora de que sus películas contemplen sucesivas escenas de desnudos. Tan solo había visto de él La Veneciana, y la carga del cuerpo desnudo en aquella también era importante.

Aunque inicialmente me podía evocar ligeramente a una película que me gusta mucho como es Un amor de verano (1982), o por momentos también pudiera evocarme remotamente a La piscina (1969), finalmente se convierte en una triángulo amoroso (que últimamente lo etiqueto mucho en las películas), muy tormentoso y que evoca actitudes matrimoniales y humanas poco edificantes en estas fechas de Semana Santa (y en general), o por lo menos para mi forma de ver la relación entre un hombre y una mujer.











Valoración:                             4/10















10 enero 2024

Criatura diabólica (1986)

 







El género Slasher (subgénero dentro del cine de terror) tuvo bastante aceptación, y por ello proliferaron muchas películas de este tipo, a finales de los 70 y durante los 80, con la generación incluso de varias sagas exitosas, entre las que podríamos destacar

- Viernes 13
- Halloween
- Pesadilla en Elm Street
- Scream

Habitualmente se diferenciaban por el tipo de arma cortante que se utilizara en las películas, desde punzones, cuchillos, hachas o hasta motosierras, pero si que es cierto que, sin llegar a entonar la frase de vista una, vistas todas, si que se parecen bastante y raramente aparecen efectos lo suficientemente diferenciadores como para sorprenderte y pensar que has visto algo novedoso e interesante.


A pesar de que las primeras influencias pudieron estar en una película tan famosa como Psicosis, este género Slasher tuvo su origen en italia, llamado Giallo allí, donde desde finales de los sesenta se empezaron a hacer películas de este estilo, de la mano principalmente de dos directores que han sido sus máximos exponentes, Umberto Lenzi y Dario Argento, pero con otros muchos que han realizados distintas películas sobre el género, como Mario Bava, Lamberto Bava, Lucio Fulci, Sergio Martino, y otros, incluído el director de esta película Ruggero Deodato.


Aquí una lista bastante completa sobre el género Giallo, aunque las haya más extensas.




Nuestro director de hoy, Ruggero Deodato, no es que haya sido muy prolífico en el Slasher/Giallo en particular, pero si en el cine de terror, que es el que marcó todo su trayectoria profesional, teniendo varias películas que se podrían clasificar dentro del subgénero gore, como son sus dos principales títulos, Mundo caníbal, mundo salvaje y Holocausto caníbal, que lo convirtieron en un director de culto en el cine de terror en los años 80.

Aunque hay gente que describiría el género Slasher como películas de terror producidas rápidamente, preferiblemente sin argumento, en las que adolescentes cachondos y de aspecto estúpido son masacrados por docenas, y seguramente alguna encajará a la perfección en esa descripción, a mi algunas de ellas me resultan interesantes y esa definición me parece básica y hecha desde la perspectiva de alguien que de partida no aprecia estas películas.

Como he dicho, estas películas se parecen bastante y lo normal es que no haya muchos argumentos diferentes como para comentarla y diferenciarla de lo dicho de otras, y más con un escenario tan repetido como suele ser un camping.

Pero es precisamente ese escenario lo que enriquece la película (de hecho, yo la consideraría una joya perdida ... dentro de este subgénero).
A pesar de intentarla situar en el estado de Colorado en Estados Unidos (cualquiera que haya visto una película ambientada allí, por ejemplo se me viene a la cabeza La carrera de la vida, sabe de sobra que ese terreno no es característico de allí), la historia se rueda con mucho acierto en ciertas localizaciones de los Abruzzos italianos.

Estas películas suelen tener una alta cuota de oscuridad, o incluso algunas casi la totalidad, pero ésta aprovecha muy bien los fragmentos de unión entre crímenes para mostrar unas imágenes, de naturaleza y práctica deportiva, excepcionales y variadas.


Quizás la parte menos destacada sea la actuación, aunque eso en este tipo de películas, casi siempre anónimas en cuanto reparto, suele ser poco importante, y a pesar de que hay varios actores habituales de este tipo de películas de serie B.
Con casi todo el elenco femenino desnudándose, cosa que se suele criticar del género Slasher en general, aunque por otro lado puede ser un reclamo para otro tipo de espectadores.

Para los amantes de la naturaleza y de Italia creo que es una película bastante decente y destacada dentro de este subgénero Slasher/Giallo que hemos comentado.











Valoración:                                     6/10














27 agosto 2023

Vértigo en la pista (1980)

 







Siguiendo con el cine europeo me puse con esta coproducción entre Italia, España y Alemania, aunque es básicamente una película italiana, ya que el director y el actor protagonista son de este país. Podríamos dejar el peso de cada país en la película en 60%-30%-10%.
Aunque eso si, se ambienta en tres grandes premios de Fórmula 1, cada uno en uno de estos países.

El cine italiano a principios de la década de 1960 se caracterizó por películas del género como Peplum,  luego crearon y agotaron el género Spaghetti Western, ya más en los 70 películas de espías, de terror, con tintes góticos en ocasiones, películas bélicas, bastantes películas policíacas y el género Giallo (el equiparable al género Slasher americano).

El actor principal es Fabio Testi, al que hasta hace un tiempo desconocía, y al que recuerdo cuando era niño venir como invitado estrella a algún programa de televisión en España, como el mítico Qué Apostamos, y que tocó casi todos esos géneros o subgéneros que he comentado en el párrafo anterior.

Me guarda un cierto paralelismo con Alain Delon por constitución física y facciones, aunque Delon creo que resultaba más atractivo para las mujeres. Pero creo que por aquella época eran los referentes masculinos de sus respectivos países.

Aunque también por otro lado, a veces le confundo con Franco Nero, un actor italiano coétaneo suyo (ambos nacidos en 1941), y que está casado con Vanessa Redgrave.

En 1980 tiene hasta un total de cinco películas, curiosamente en otra también dirigida por Stelvio Massi, Speed Cross, y también como piloto, en este caso de motocross (que es lo que era realmente en el inicio de esta película también). No sé si es que el director quedó insatisfecha con la otra que es anterior y decidió hacer esta para resarcirse.

Por la parte española el protagonismo lo ponen, Paco Rabal, uno de los actores más internacionales que hemos tenido, y el veterano Manolo Zarzo, todavía vivo con más de 90 años.


Una película con cierto aire de nostalgia, no por el aspecto de la gente allá por 1980 (año en el que yo nací), si no por el aspecto mucho más despoblado, menos contaminado y más amable del mundo en general en aquella época y de los alredededores de Madrid en particulas, por los coches de aquella época, las marcas publicitarias que rodeaban las carreras automovilísticas y la presencia de la Fórmula 1 en el Circuito del Jarama de Madrid, que para los que hemos ido allí (en mi caso a ver carreras de camiones), hace echar la vista al pasado y recordar viejos tiempos.

En ese aspecto también me recuerda un poco a otra película italiana que vino a rodar aquí a Madrid, Y si no nos enfadamos con los grandes Bud Spencer y Terence Hill, y que mostraba una ciudad totalmente diferente a la actual, con mucho menos asfalto, muchos menos coches y viviendas y en general una sensación de menos estrés y mejor salud de la ciudad.


No es una película especialmente interesante, pero si que tiene las cosas que he comentado como atractivas, además de que no es un género muy extenso y es difícil encontrar películas de este estilo.











Valoración:                                 6/10














04 agosto 2023

Blancos caballos de agosto (1975)

 





De vez en cuando me gusta buscar alguna película adecuada al mes o la estación del año en curso, o que tenga relación con algún suceso o hecho de interés a lo largo del planeta.

Sin comerlo ni beberlo, me estoy encontrando con bastantes películas veraniegas este año, o vacacionales más bien, cosa que siempre me ayuda para combatir este duro verano en Madrid, aunque también me ponene un poco melancólico y evocan nostalgia de años mejores en los que podía ir de vacaciones como los protagonistas de estas películas.

En este caso, el destino vacacional es Italia, donde he estado tres veces y dos de ellas de vacaciones, y que además de fascinarme a nivel patrimonial, fueron dos buenas vacaciones. La zona en la que se ambienta la película no la conozco en concreto. Dudo mucho que por aquella época fuera un sitio de moda, en el promontorio del Gargano (lo conozco de las veces que va el Giro de Italia allí y es lo que sería el espolón de la bota que imaginamos que es la península itálica), dentro de la región de la Puglia, una de las más pobres del país transalpino.

De hecho las localizaciones muestran zonas relativamente deprimidas, con casas semi destartaladas, ausencia de turistas, pescadores sin higiene y desliñados, y en general poco lujo, más allá del hotel, y poco reclamo como lugar turístico.

Pero si que por ejemplo hay algunas escenas en el recinto arqueológico de Pompeya, un plano en concreto, donde tengo una foto exactamente en la misma posición, así que la película me ha traído buenos recuerdos de mis visitas a Italia.


Las vacaciones de películas de los ochenta, suelen ser diversión, adrenalina, playa, música, fiestas, chicas muy atractivas, comedia ... y esta película pone un contrapunto contra ese idílico plan vacacional que muestra el cine de los ochenta, con una película lenta, tranquila, con pocos habitantes, meláncolica, dramática, más parecida a La piscina que vi hace pocas semanas.
Aunque evidentemente es más entretenido el plan alegre, divertido y desenfrenado, y más para mi que necesito cosas que me animen, desde el punto de vista cinematográfico ambas perspectivas de las vacaciones de verano pueden ser válidas y pueden ofrecer una buena película.

Como siempre he tenido a mi hermano, dos años mayor que yo, a mi lado, nunca he sabido de niño lo que eran unas vacaciones siendo hijo único, cosa que tiene que ser aburrido o frustrante por momentos, y más si tus padres no tienen una entente cordial.
El director, apoyado en una de las mejores interpretaciones infantiles que he visto últimamente, nos muestra como esta combinación se puede llegar a convertir en un verdadero drama, nublando por completo las vacaciones tanto de los padres como del niño.


En cuanto al reparto, compuesto en todos los papeles, salvo los dos principales, por actores italianos, destaca la figura de Jean Seberg, una de esas actrices suecas que se puso de moda en los años 60 y 70, no con tanto peso y tanto impacto como las actrices italianas en los años 50 y 60 del siglo XX, pero si con bastante protagonismo. No con la importancia de las dos actrices suecas de referencia y estrellas universales, como Ingrid Bergman y Greta Garbo, pero las Anita Ekberg, Jean Seberg, Britt Ekland, Maud Adams o Ann-Margret, todas ellas más o menos contemporáneas, dejaron su impronta entre los hombres de todo el mundo.

Pero fue una mujer con problemas. Tuvo tres maridos y varios amantes más. Aunque se afincó joven en Francia, donde hizo gran parte de su carrera, tuvo cierta relación con nuestro país, en Barcelona y Mallorca, y de hecho su hijo parece ser que reside en España y tiene su negocio aquí. Tuvo una muerte triste y trágica, posiblemente en forma de suicidio, con solo 40 años.

Aquí ya había perdido su hermosa melena rubia y llevaba el pelo muy corto, restándole belleza y como demostrando con ese look que no estaba feliz.

La podríamos considerar como una de esas películas con la etiqueta de maldita, porque ambos protagonistas, tanto Jean Seberg como Frederick Stafford, fallecieron en el verano de 2019, lo cual es una coincidencia triste y sorprendente.









Valoración:                                     7/10