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11 febrero 2025

Águila gris (1977)

 





Hace unas semanas vi una parte de, posiblemente el mejor western para mi gusto y una de las mejores películas también, Centauros del desierto, la obra maestra de John Ford, con el mejor momento también del mayor icono del western, John Wayne.

Los lunes a las diez de la noche, en La 2 de RTVE, suelen poner clásicos a los que es difícil resistirse, y raro es el día que no veo parte o la película íntegra que echan, aunque ya la haya visto. Justo mientras escribo esta reseña, es lunes, y están poniendo La conquista del oeste.

Tuve durante mucho tiempo bastante abandonado el género, a pesar de pasar mi infancia viendo muchas de las películas más famosas, pero quizás por saturación, quizás porque me estaba perdiendo otros muchos géneros y películas interesantes dejé casi radicalmente de ver westerns, sobre todo películas que no hubiera visto, porque algún clásico siempre iba revisionando.

Y mira por donde me enteré de la existencia de esta película, supuestamente una versión de Centauros del desierto (de hecho hasta un indio, bastante residual y poco interesante, que se llama Cicatriz), lo cual era un reclamo muy grande, y además con un aliciente o curiosidad, trabajaba una de las actrices que lo hizo en la película de John Ford, una hermosa Lana Wood (hermana menor y menos conocida de Natalie), que en Centauros encarnó a la niña Debbie en su escena inicial, la que de más mayor en la misma película interpretó su hermana Natalie Wood.

Erróneamente, hace poco, comentaba que posiblemente Vera Miles era la última actriz viva de aquella película, que casi tiene 70 años, sin darme cuenta que en ella trabajaban algunas niñas que podían vivir todavía, como Lana Wood.


La verdad que su carrera ha sido poco exitosa, con dos hechos curiosos, el primero que ha estado casada seis veces (ninguna vez con un actor famoso aunque se dice que salió con algunos que si lo eran y mucho, como Warren Beatty, Sean Connery, Alain Delon o Ryan O'Neal), y el segundo que su filmografía tuvo una interrupción muy duradera, desde 1985 hasta 2008, no sé si fruto de alguno de sus matrimonios, y sorprendentemente, después de 23 años sin ningún título de crédito retomó su carrera, aunque fuera con papeles menores.

Tampoco es que haya tenido una vida fácil, a la desgraciada y misteriosa muerte de su hermana Natalie con tan solo 43 años, se sumó en 2017, casi con la misma edad que murió su hermana, la muerte de su única hija.

A raíz de la muerte de su hermana, se cortó la realción con su cuñado, el también actor Robert Wagner (todavía vivo y que forma junto a Gene Hackman y Clint Eastwood el notable trío de actores nacidos en 1930 todavía presentes), del que siempre sospechó culpable de la muerte de su hermana.

Realmente su carrera no tiene más que un título destacado, más allá de Centauros del desierto con un pequño papel e infantil, y es en una de las entregas de James Bond, Diamantes para la eternidad (1971), pero tampoco ese papel, cuando contaba apenas 25 años, le hizo relanzar su carrera, y eso que tenía un gran atractivo y una buena voz, cosa que he podido comprobar porque durante la película hay algunas escenas que no tenían doblaje y se oye su voz original, que es bastante buena para el cine.

Para Diamantes para la eternidad la contrataron los productores después de ver sus fotos en la revista Playboy, y es que como ha quedado evidenciado en casi todas sus películas, para ser Chica Bond, era casi más importante un notable atractivo físico que unas óptima cualidades interpretativas.

Con solo 1,60 metros de altura (su hermana Natalie 1,57), lo pasó mal en el rodaje de esta película debido a la gran estatura de Sean Connery. La diferencia era tan notable que ni siquiera unos zapatos con un importante tacón valían para solventarla.


Una película dirigida por Charles B. Pierce, que en esta ocasión hace nada menos que de productor, director, guionista y hasta tiene un papel en el reparto. Hizo varias películas parecidas durante estos años, que quizás podríamos catalogar como westerns crepusculares.

Pero es un concepto un poco complejo, por lo menos para mi, el del western crepuscular. Por año de realización sin duda, aunque yo lo discierno más por el tipo de película del oeste y sobre todo la localización del rodaje, cuando dejan de aparecer los clásicos escenarios de Utah o Arizona, áridos y desérticos y se empiezan a utilizar lugares más verdes y septentrionales, como en este caso en el estado de Montana.

Aparecen en el reparto dos clásicos del western, como Ben Johnson y Jack Elam, con los que el director contó en alguna película más. Curiosamente también son dos actores cuyas apariciones asocio principalmente a una edad avanzada, no tanto porque fueran muy mayores, sino quizás porque siempre aparentaron más edad.

Ben Johnson es el encargado de suplantar e imitar a John Wayne, y evidentemente la comparación es odiosa. Siempre le vinieron mejor los papeles secundarios, como en Cometieron dos errores.

Con un elemento clásico del western como son los indios, aquí con dos tribus, una de carácter pacífico y otro con el habitual espíritu guerrero.

Sería curioso tener un detalle del número de apariciones de cada tribu india a lo largo de la historia del cine.

En este caso aparecen las tribus Cheyennes y Shoshones (una escisión de los Comanches). Habitualmente siempre he tenido a los Comanches (protagonistas de Centauros del desierto), como los más temibles, seguidos por los Apaches. Pero el historial de tribus es enorme, desde los más pacíficos Sioux, pasando por los Kiowas, los Cherokees, los Dakotas y los Lakotas, los Mescaleros o los Semínolas, como más representativas entre otras muchas.

Y lo cual me lleva a hilarlo con cuantos de los actores que encarnaron a los indios más populares en el cine eran realmente nativos. Porque muchas veces lo parecen, pero una buena caracterización hace maravillas. Sin ir más lejos después de ver Centauros del desierto me fui a revisar la película y el actor que encarna al jefe indio Cicatriz creo que es alemán.


Una película que evidentemente si comparamos con Centauros del desierto queda claramente en evidencia, pero que muestra conceptos distintos, una relación diferente entre los indios y los blancos, acercando la paz y la convivencia entre ambos y con relaciones más allá de la amistad, en un territorio que también llama menos a la hostilidad, con algunos toques de humor (aunque creo que son prescindibles) y todo ello culminado por una buena banda sonora. Quizás empieza bastante bien y promete pero con el paso de los minutos pierde algo de interés y no acaba de cuajar una buena película.










Valoración:                              5/10
















10 enero 2025

Caballos Salvajes (1973)

 





Aunque los directores de cine son mucho menos conocidos que los actores, hay algunos nombres que rápidamente los puedes asociar con un género especialmente o con alguna de sus películas, aunque no es sencillo adivinar ágilmente el director de muchas películas.

Y de John Sturges, los aficionados al western o al cine de los 50 y 60 les será fácil asociarlo al género del western en general y en particular especialmente a Los Siete Magníficos (1960) y La Gran Evasión (1963), aunque tiene otro puñado de películas notables para mi, como

- Fort Bravo (1953)
- El Sexto Fugitivo (1956)
- Duelo de Titanes (1957)
- Desafío en la Ciudad Muerta (1958)
- El Último Tren de Gun Hill (1959)
- Estación Polar Cebra (1968)
- Joe Kidd (1972)


De todas maneras, parece ser que no acabó la película y fue reemplazado por el italiano Duilio Coletti, y es en esta parte final de la película donde se encuentran pifias, que posiblemente sea difícil de detectar, pero que son detalles de falta de experiencia en este género o de terminar una película de manera precipitada.

En ésta, su antepenúltima película (y su último western), en la que el protagonista es Charles Bronson, al que ya dirigió en Los Siete Magníficos y La Gran Evasión (también en otras dos menos conocidas El Caso O'Hara (1951) y Cuando Hierve la Sangre (1959)), parece que algo no encaja, con esos dos puntales estamos ante una película prácticamente desconocida, aunque es cierto que ya es un año tardío para una película clásica de western.

Cuando empiezan a aparecer los títulos de crédito y luego con las primeras imágenes se confirma el por qué, y es que aunque uno no se imaginaría a John Sturges y Charles Bronson haciendo un Spaghetti Western, pues realmente se trata de uno, quizás no tan parecido a los clásicos de Clint Eastwood, pero evidentemente se nota que no estamos en Arizona o Utah y que no tiene el mismo encanto que las películas rodadas en estos territorios, y aunque se intenta ambientar la película en Nuevo Méjico, el rodaje se realizó en la cuna del Spaghetti Western, Almería.

Además con el colofón en los títulos de crédito de Guido y Maurizio de Angelis en la banda sonora, unos muy prolíficos autores italianos, especialmente asociados a las películas de Bud Spencer y Terence Hill.

Realmente es una coproducción entre Italia, España y Francia, aunque los roles más importantes son extranjeros, los estadounidenses Sturges y Bronson y la británica Ireland. Italia puso al productor Dino de Laurentis (también Sturges es productor en esta película), y bastantes secundarios y roles del backstage, mientras que España principalmente aporta el escenario de la película, así como actores secundarios (parece ser que los actores caracterizados como indios eran gitanos autóctonos españoles), mientras que Francia aporta a uno de los secundarios más importantes.


El complemento de Charles Bronson lo aportan Jill Ireland y un imberbe Vincent Van Patten. Ireland era en ese momento la mujer de Bronson, con la que trabajó en varias películas (irónicamente decía que aparecía en tantas películas con Bronson porque ningún otro quería trabajar con él). Antes de estar casada con él lo había estado con otro actor importante como David McCallum, curiosamente sus dos maridos trabajaron juntos en La Gran Evasión.

Tuvo hasta cinco hijos, con lo cual priorizó su papel de madre y su familia a su carrera de actriz. Además también uno adoptado que falleció de una sobredosis en 1989. Ella por desgracia tampoco gozó en buena salud, y le diagnosticaron un cáncer de mama en 1984, y aunque batalló contra él, finalmente le arrebató la vida prematuramente con 54 años.

Vincent Van Patten, a pesar de este escaparate no logró hacer una carrera exitosa en el cine, y quizás su mayor logro fue estar casado con una de las atractivas actrices de los años 80, como Betsy Russell.


Aunque la película está basada en un libro, que evidentemente no me he leído, hay dos características poco comunes en el género western que están bien introducidas y desarrolladas, como es la presencia infantil muy poco habitual y el del ganado caballar, también poco frecuente, a pesar de que los caballos sean un elemento imprescindible en un western.

Estos dos detalles diferenciadores compensan la escasa calidad de los secundarios o el escenario principal elegido como localización, además con pocas ubicaciones alternativas. No obstante se ven algunas praderas y algún cañón interesante que no desmerecen algunos escenarios de westerns americanos y el ecosistema elegido para el rodaje va cogiendo empaque con el paso de la película y genera un lugar interesante.

Bronson, uno de esos tipos duros de toda la vida, a caballo entre el western y la acción, se mantenía en perfecta forma pasados los 50 años, al estilo de otros como Clint Eastwood o Kris Kristofferson, y su potente presencia es un argumento suficiente para sentarse tranquilamente a ver la película.

Una bonita historia de aquellos que quieren vivir solos y aislados de la sociedad y de como los terratenientes o grandes tenedores llegan hasta el mismo confín del mundo para atormentar a estas personas y no dejarles cumplir su ideal de vida.









Valoración:                          6/10













18 octubre 2024

El valle del fugitivo (1969)

 






Parece que siempre iba a ser jóven Robert Redford, pero ya ha cumplido 88 años, y aunque hay actores todavía mayores que él, algunos rozando la centena, está entre los actores vivos más veteranos.

Aunque también tiene una faceta de director y como organizador del famoso festival de cine de Sundance (al que bautizó con el nombre de su personaje en la película Dos Hombres y un Destino o Butch Cassidy y The Sundance Kid), y aunque lleva ya bastante tiempo semi retirado, todos le seguimos teniendo muy presente por varias de sus películas, muchas de ellas un éxito, y por tanto uno de esos actores que no necesitaban tener una filmografía muy extensa porque cualquiera de sus películas triunfaba en las taquillas, o videoclubs por aquella época.

Cada uno seguramente le asociaremos a una serie de películas, o tendremos unas películas favoritas suyas por delante de otras. Yo, por ejemplo, le asocio principalmente a su pareja cinematográfica formada con Paul Newman, y por tanto a sus películas Dos Hombres y un Destino y El Golpe (la mejor para mi), y también como obras muy representativa suyas a Las Aventuras de Jeremías Johnson y a Memorias de África, que no se si alguna vez he llegado a ver entera, pero que en mi opinión tiene una de las canciones de cine más bonitas que conozco.

Al igual que su querido amigo Paul Newman , ambos hombres tuvieron hijos primogénitos llamados Scott que fallecieron antes que sus padres.

No le gusta ver sus propias películas. La única película en la que quedó completamente satisfecho con su propia actuación fue El Golpe (1973).

Junto con Warren Beatty, Clint Eastwood, Mel Gibson, Richard Attenborough y Kevin Costner, una de las seis personas que han ganado un premio Oscar al mejor director, aunque son principalmente conocidos como actores.

Ha aparecido en siete películas dirigidas por Sydney Pollack: 

- Propiedad condenada (1966) 
- Las aventuras de Jeremiah Johnson (1972) 
- Tal como éramos (1973) 
- Los tres días del cóndor (1975) 
- El jinete eléctrico (1979) 
- Memorias de África (1985) 
- Habana (1990)


Por no hablar mucho más de él y hacerlo un poco más de la película, decir que no fue un actor encajonado en un perfil de personaje típico, y que abarcó papeles de comedia, como dramáticos, románticos, de aventuras y de westerns como aquí.

Como aquí ... en una película que no pasó ni pasará a la historia, bastante floja en mi opinión, tanto dentro del propio género del western, como analizándola en líneas generales.


Podría decirse que estamos ante un western tardío, no crepuscular, pero si ya un tanto decadente, sin ninguna de las características habituales de los grandes éxitos de este género, buscando un toque de distinción con otros aspectos que difícilmente consigue.

Alejada del estado, en mi opinión, por antonomasia protagonista del western, como es Arizona, aquí se escoge como localización California, lo que implicaba la expansión hacia el oeste como el desastre que fue para los nativos americanos. Se sitúa en una especie de valle o de paraje que en algún momento puede parecer interesante, pero que se explota muy fugazmente, salvo al final que aparecen unos curisosos Joshua Trees, árboles muy característicos del estado californiano (de hecho hay un parque nacional con este nombre), y que pegan muy bien además de los cactus en una película del oeste.

Además la persecución no es nada emocionante y el principal argumento de la película es la tormentosa relación entre dos indios, pero no indios con plumas y pinturas como se pensaría, si no más bien ya indios semi mestizos, con bastante parecido a los blancos.

Tampoco el reparto que acompaña a Redford en esta película es un gran aliciente para verla. Cuenta con algunos nombres conocidos, como Katharine Ross, esposa de un actor que me gusta, como es Sam Elliot, y que ya compartió escena con Redford en Dos Hombres y un Destino. Además dos caras curiosas, John Vernon, al que acabo de ver en un episodio de El Equipo A y que compartió trabajo con Clint Eastwood en El Fuera de la Ley, y Susan Clark, que aunque esté poco reconocible, para los que éramos niños en los 80, interpretaba a la madre adoptiva de Webster.

Se trata de una película que se esfuerza demasiado por ser digna, convencida de que transmite un mensaje profundo sobre la culpabilidad de los hombres blancos que colonizaron el Oeste americano a expensas de los indios nativos americanos.

La conclusión es que cada escena es dolorosamente lenta en llegar al desenlace, por lo que la película parece mucho más larga que una hora y treinta y seis minutos. Ya que antes lo he nombrado, podríamos decir que se trata de un western pálido.









Valoración:                           5/10













18 septiembre 2024

Tierra de violencia (1956)

 




Andaba estos días con un disco duro conectado al ordenador que tiene mayoría de películas más antiguas, así que me tomé el tiempo de ver varios westerns que no había visto, algunos sin pena ni gloria y otros algo más interesantes como éste.

No tengo a nadie al que transmitirle mi gusto por este género, pero creo que está cayendo claramente en el olvido. Uno mira en IMDb, y el número de votos que han recibido este tipo de películas es insignificante, no llegando a mil muchas de ellas, a pesar de tener buenos repartos o buenos directores.

Y es que, estoy seguro que si hiciera una recopilación de películas entre la década de los 30 y de los 60, ambas incluídas, del siglo pasado, del género que más películas se realizaron sería westerns. De hecho, no sé que porcentaje aproximadamente, pero casi seguro que entre western y cine negro, en algunos momentos del siglo XX copaban dos tercios de las películas producidas.

Ya en los años 60, con el envejecimiento y muerte de algunos de sus protagonistas (además de que ya era difícil innovar en este género), se fue produciendo un lento ocaso del mismo, dando todavía tiempo a la irrupción de la variante de los Spaghetti Westerns, bastante prolíficos y especialmente famosos la trilogía realizada por Sergio Leone con Clint Eastwood y Ennio Morricone (éste no sé si en las tres películas), pero en mi opinión con poca calidad de promedio, y ya posteriormente tan sólo fueron salpicando la pantalla, a cuenta gotas, algunos ya etiquetados como Westerns Crepusculares, los más importantes protagonizados también por Clint Eastwood, teniendo como sus dos exponentes más claros El Jinete Pálido y Sin Perdón.


De esta película me pareció interesante tanto el importante reparto, como la trama, no especialmente usada, pero si con varias películas similares, aunque posteriores a ésta, lo cuál me lleva a pensar si pudo servir de inspiración a películas posteriores como Río Bravo o El Dorado, claro que esas contaban con el rey del western, John Wayne, y si que tienen un número de votos muy importante.

En ésta no estaba el imponente Wayne, pero si que estaba su compañero de reparto en la mejor película del género de la historia, en mi opinión, como es Centauros del Desierto. Y es que ésta era la primera película después de la obra maestra de John Ford, y ni aún así, después del gran éxito de ella, consiguió el papel de protagonista Jeffrey Hunter.

Claro es también, que no encajaba en ese papel de protagonista, básicamente por edad. Así que el que hizo del papel habitual de John Wayne fue Robert Ryan, un actor que nunca fue de mi agradó, y al que siempre consideré, con todo el respeto, una "marca blanca" de James Stewart, por parecido físico, altura, delgadez, hechuras ... pero considerándole un notable actor.

No obstante dentro del western no es un actor ni mucho menos destacado, en cuanto a cantidad y calidad de las películas que protagonizó.

Dos actores que fallecieron bastante jóvenes, especialmente Hunter, que lo hizo con tan solo 42 años, y a consecuencia de una serie de problemas que empezaron con un accidente de rodaje mientras estaba trabajando en nuestro país. Robert Ryan con 63, poco después. Resulta curioso, que con los pocos votos de esta película, en la ficha en Wikipedia de Robert Ryan aparezca una imagen de ésta película, aunque bueno, si supuestamente la Wikipedia la redacta la gente anónimamente, a cualquiera le puede haber gustado esta película, o ser la única que haya visto de Robert Ryan.

Pero los rostros conocidos del reparto no acaban ahí, ya que les acompañan la atractiva rubia Virginia Mayo, con ese nombre tan español que de pequeño me hacía pensar que lo era (aunque como en muchos casos era un nombre artístico, realmente su nombre real era Virginia Clara Jones). Y Walter Brennan (también presente en Río Bravo), que se convirtió en secundario de westerns por excelencia ya en su última fase, no sin antes haber ganado tres premios Óscar como actor secundario a finales de los años 30, siendo el único del reparto que lo consiguió.


Una película del oeste habitual como he dicho, con un Sheriff, un ayudante o dos, más un carcelero ya veterano, y con una mujer siempre cerca, que van y vienen a la cárcel y que tratan de mantener el orden en un pueblo.

Digamos que si la comparamos con Río Bravo y El Dorado, sale perdiendo en la comparación Robert Ryan - John Wayne, pero ganando en la Jeffrey Hunter - James Caan o Ricky Nelson.










Valoración:                         6/10












30 mayo 2024

El tesoro de Lost Canyon (1952)

 






Habitualmente, las películas del oeste se mueven en unos registros bastante predeterminados, que podríamos reducir a rasgos generales en:

- Películas de indios
- Películas de vaqueros (incluyendo ganado)
- Películas de forajidos
- Películas de aventuras y/o con oro o tesoros de por medio

Podríamos incluso añadir un quinto registro, dado lo prolífico del mismo, que sería el Spaghetti Western.


Aquí estamos en el marco de una película que gira en torno a un tesoro y con la obsesión de la gente en esa época del viejo oeste, y motivo de muchas películas como es el oro.


Pero es una película atípica dentro del western, o por lo menos bastante diferente, y es que el personaje central es un niño, cosa que no es que sea poco habitual, es que extrañamente hay ni siquiera en el reparto habitualmente personajes infantiles, cuanto más como protagonista.

Pero claro, estamos ante una película basada en un libro del británico Robert Louis Stevenson (El Tesoro de Franchard), y además una película de la compañía Universal, y por tanto con estos dos detalles no es para nada extraño, si no que es habitual y familiar en las novelas del escritor que un niño o joven tome las riendas del personaje principal.
Especialmente conocido por La Isla del Tesoro, llevada al cine en más de una ocasión, otros libros suyos también fueron convertidos en película, como El Extraño Caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde, La Flecha Negra o El señor de Ballantree, o sirvieron de inspiración sin ser un fiel reflejo de alguno de ellos.

Así que podríamos decir que realmente no es un western, sino más bien una película de aventuras destinada a toda la familia.

Yo soy escéptico a la hora de las películas protagonizadas por niños en ambientes de adultos, y en concreto en el western lo hacía totalmente incompatible, pero el director lo enfoca y desarrolla francamente bien.

Una película bastante anónima, tanto a nivel de director, Ted Tetzlaff, cuyo nombre ni siquiera me resultaba familiar, y cuya película más conocida e importante quizás sea La Montaña Trágica, y también a nivel de reparto, donde si que es reconocible la figura de un ya veterano William Powell (n. 1892), que comenzó a trabajar en 1922, siendo gran parte de su carrera en el cine mudo. Con tres nominaciones al premio Óscar, no consiguió finalmente ganar la estatuilla, y ésta es una de sus últimas películas, retirándose de la actuación en 1955 con Escala en Hawai, a pesar de que vivió hasta 1984.
Pareja habitual, en la ficción de Myrna Loy, con la que llegó a compartir cartel en nada menos que hasta en trece ocasiones, siendo posiblemente uno de los binomios más reconocibles.

El otro detalle interesante y que la hace diferente, es la localización geográfica de la historia en el estado de California, cuando los estados por antonomasía de los westerns suelen ser Arizona, Utah o Texas mayoritariamente y quizás en un segundo escalón otros como Colorado, Montana, Oklahoma u Oregón.

Pero California suele estar más escenificado en otro tipo de géneros cinematográficos y con Los Ángeles y alrededores como foco de atención. Pero no hay que olvidar que western viene a significar etimológicamente occidental, y más al oeste que California ya no queda territorio firme antes de llegar al Pacífico.

Además seguramente todavía en el interior de California puedan quedar zonas rurales que se asemejen a la iconografía típica de estas películas y seguramente hasta no hace tantos años, la zona de Sacramento, capital del estado, no era tan parecida a Los Ángeles y San Francisco ni tan moderna como se puede presuponer, y seguramente fue el epicentro de La fiebre del oro.

Es especialmente vistoso y admirable las escenas rodadas en el para mi desconocido hasta ahora, Parque Estatal McArthur-Burney Falls Memorial con su cascada Burney de unos 40 metros de caída.


Además la película tiene o intenta transmitir algunas enseñanzas morales, como por ejemplo como los niños pueden dar alguna lección a los adultos, o como el dinero (en este caso el oro) obsesionaba y sigue obsesionando a la gente, y puede hacer a una persona por completo, volviéndose un desconocido y cambiando su escala de valores, estando por encima hasta de un hijo.



Las películas que empiezan por El Tesoro ... me suelen resultar atrayentes.

De hecho tengo todas estas

- El tesoro
- El tesoro de Bengala
- El tesoro de la diosa blanca
- El tesoro de la isla de coral
- El tesoro de la selva perdida
- El tesoro de las cuatro coronas
- El tesoro de las cuatro coronas
- El tesoro de los Nibelungos
- El tesoro de los tiburones
- El tesoro de Lost Canyon
- El tesoro de Matecumbe
- El tesoro de Moctezuma
- El tesoro de Muck
- El tesoro de Pancho Villa
- El tesoro de San Lucas
- El tesoro de sierra madre
- El tesoro de Tarzán
- El tesoro del amazonas
- El tesoro del cóndor de oro
- El tesoro del lago de la plata


Así que seguiré recorriendo estas propuestas en busca de atractivos tesoros con no menos interesantes ubicaciones e historias.











Valoración:                              7/10
















27 abril 2024

Los últimos guerreros (1995)

 








Hace unos años era más reacio a las películas de la década de los 90 del pasado siglo, pero poco a poco voy dándole oportunidades, preferentemente a las de la primera mitad de la década, y sorprendentemente todavía hay bastantes películas interesantes, y desconocidas, como ésta, que hasta podría calificar, siempre en mi opinión, como una pequeña joya oculta.

Cuando no le dedicaba este tiempo al cine y era un aficionado con mucho menos conocimiento, me costaba diferenciar entre Tom Skerrit, Tom Selleck y Tom Berenger, el protagonista de hoy. En especial los dos primeros a veces tenían looks parecidos, con bigote, pero sobre todo que los tres nombres se me parecían.

No he visto excesivas películas de ninguno de ellos, pero más o menos ya los tengo totalmente ubicados y diferenciados, y sé que Skerrit (del que hace más tiempo que no veo nada y ya por encima de los 90 años), tiene un papel protagonista en Alien y también trabajó en Top Gun. De Selleck, cuyo quizás su papel más representativo sea en la serie Magnum, le vi en La Gran Ruta Hacia China, y Tom Berenger tiene un bagaje quizás más importante.


Y es que en su momento podría quizás hasta parecer el sucesor de Paul Neman, con sus ojos azules, y un ligero parecido físico, pero habitualmente siempre le he visto un poco pasado de peso y con la impresión de ser un poco descuidado o no interesarle ese gran estrellato.
De hecho, pensaba que era una apreciación mía, pero me he encontrado con esta cita que hace más extendida esta consideración, "ganó el papel de Butch Cassidy en Los primeros golpes de Butch Cassidy y Sundance (1979) por su parecido con Paul Newman".

De hecho su bagaje en los años 80 no fue ni muy prolífico ni muy exitoso, aunque interviniera en películas como Platoon o Nacido el 4 de julio (nominadas ambas al Óscar a la mejor película, así como también otras dos en las que ha intervenido, Reencuentro y Origen), y sus papeles más recordados llegan en la década de los 90, en películas como Jugando en los Campos del Señor, Acosada (película de la que parece no guardar muy buen recuerdo) y sobre todo El Sustituto.

Realmente se podría hacer una lista de películas más importante, y casi más extensa, con las que estuvo a punto de conseguir un papel, pero que finalmente fue a manos de otro actor.

Por ejemplo, en esta película cuenta con la misma voz de doblaje con la que vemos a Kevin Costner en sus películas, y que también podría haber interpretado esta película perfectamente. Pues al parecer Berenger fue candidato a cuatro papeles que finalmente cayeron todos en manos de Costner, en las películas, Los Intocables de Eliot Ness, Los Búfalos de Durham, Bailando con Lobos y JFK.

También estuvo en el casting para protagonizar películas tan importantes como Jungla de Cristal, Robocop y Pretty Woman, nada más y nada menos.


Es la única película dirigida por Tab Murphy (y resulta extraño viendo el buen resultado que consiguió), quien también escribió el guión a principios de la década de 1980 y le llevó más de 10 años conseguir financiación para la película. En un artículo del Chicago Tribune, Murphy dijo: "Esta, para mí, es una pequeña historia personal, porque realmente refleja muchos de mis intereses mientras crecía: la naturaleza, los indios, los animales, la aventura..."

Uno a veces se pregunta por qué unas películas tienen tanto éxito, y otras relativamente parecidas caen completamente en el anonimato.
Además de a Bailando con Lobos, la película también se puede dar un aire a El Último Mohicano (de hecho los títulos originales son muy parecidos, Last of the Dogmen frente a The last of the Mohicans) en líneas generales, y luego en algunos detalles menores a otras como El Fugitivo, Caída Libre o Máximo Riesgo, tres de ellas muy conocidas y con éxito en taquilla, mientras ésta en cambio no creo que sea muy conocida aquí en España.

Y es que tanto ésta película, como Máximo Riesgo, así como la saga de Rambo tienen en común al productor libanés Mario Kassar, que además coincidió con el tercer actor protagonista de esta película, Kurtwood Smith, en Rambo III.


La segunda pata de la película, después de Tom Berenger, es una siempre fiable Barbara Hershey, a la que había visto hace poco en Vidas Distantes, y a la que todavía no he visto desafinar.

Aunque se intenta ambientar en Montana, la película está rodada en Canadá, siendo especialmente notable el Parque Nacional de Banff, en la región de Alberta, proporcionando un clima y un entorno idílicos para esta historia (la buena banda sonora también contribuye a ello) y ofreciendo estampas de gran belleza, como una increíble cascada, que es uno de los accidentes geográficos que más me gustan, y que últimamente están presentes en las películas que veo.

Y es que hay una frase en la película que me incitó a detenerla y anotarla, y que refleja porque este tipo de películas me gustan en especial. 
"Estar al aire libre me resulta muy estimulante, muy vitalista" 
A mi también y más si es con poca gente y la gente adecuada.










Valoración:                                8/10












15 marzo 2024

Sierra (1950)

 





Antiguamente, con muchos menos canales de televisión, o incluso con solo dos, era muy frecuente la emisión de un Western, por lo menos los fines de semana después del telediario. Hoy en día, es un género bastante marginado, y hay que buscarse la vida para poder ver algunos westerns menos habituales.

Pero en cierto modo es comprensible, no es un producto que la juventud creo que valore, ya que no lo han conocido desde pequeños en casa como en mi caso, y la parrilla de televisión no se suele hacer pensando en la gente mayor, que son a día de hoy los más potenciales espectadores de este tipo de películas.

De todas maneras bastantes películas del oeste (se debieron filmar miles de ellas), son sosas, muy parecidas entre ellas o predecibles y no dan para mucho comentario, pera ésta me pareció bastante diferente a lo habitual.


Y uno de los factores diferenciadores de una película del oeste y que potencia de manera exponencial la valoración de las mismas, por lo menos en mi caso, es el entorno en el que se rueda. Por eso, algunas de las películas rodadas en el Monument Valley están entre mis favoritas, o por ejemplo también El oro de MacKenna, rodado en el vecino Cañón de Chelly.

Por el contrario, las películas estándar, rodadas en un escenario habitual, el típico pueblo montado como set cinematográfico, o las que muestran paisajes demasiado áridos o poco atractivos (incluídos los Spaghetti Westerns rodados en Almería, que no son muy de mi agrado), no acaban de atraerme.

En este caso, el rodaje está dentro de Utah (que junto con Arizona son de mis estados favoritos de los Estados Unidos, por su riqueza natural), en algunas localizaciones que nunca había visto, y que me resultaron pintorescas, atractivas e interesantes para situar la trama de una película.

De todas maneras el rodaje no pareció sencillo. El 29 de septiembre de 1949, cuatro caballos resultaron heridos y dos murieron mientras filmaban la escena de una estampida de caballos. Ese mismo día, una tormenta que duró 30 minutos provocó una inundación repentina que arruinó equipo fotográfico Technicolor valorado en alrededor de 10.000 dólares. 

La protagonista femenia, Wanda Hendrix llegó al rodaje con una fractura en el pie que todavía le dolía y que había sufrido antes. Tenía hemorragias nasales y dificultad para respirar debido a la altitud de Utah, y en una escena, unas avispas amarillas la picaron en el cuello. Por su lado, el protagonista masculino, Audie Murphy, que ya padecía úlceras, pesadillas y trastorno de estrés postraumático por sus experiencias de guerra, tenía graves grietas y ampollas en los labios debido al sol y literalmente no podía sonreír debido al dolor.

Ámbos fueron matrimonio en la vida real y lo eran durante el rodaje de esta película, la única que compartieron, pero apenas duró un año, y poco después de la misma se separaron.
Una pareja no muy afortunada, ya que ámbos murieron muy jóvenes, él en 1971 con 46 años, y ella en 1981, con 52.


Mucho más longevos en cambio fueron los dos actores que aparecían como principal reclamo de la película, tanto Burl Ives, como Tony Curtis (ambos llegaron a los 85 años), pero sorprendentemente  Ives (famoso especialmente por su papel en La gata sobre el tejado del Zinc) tiene un papel principal pero no protagonista, haciendo de una especie de Sancho Panza del Oeste, pero Curtis apenas dice una frase al final de la película. Bien es cierto que estaba empezando y apenas contaba con 25 años, pero no es menos cierto que Murphy tan solo era un año mayor que él y que también estaba en sus inicios, ya que su primer papel había sido poco más de un año antes.

Parece ser que en sus memorias, Tony Curtis hizo referencia a esta película. Dice que poco después de la película se rompió el tempestuoso matrimonio de dos años de Murphy y Hendrix. Intentó salir con Hendrix, pero Murphy era un hombre celoso con un caso grave de estrés postraumático, secuela de la Guerra Mundial y toda la acción en la que Audie Murphy se convirtió en "nuestro soldado más condecorado". Curtis se describía a sí mismo como un joven y estúpido y que no pensaba con el cerebro. Después de este trabajo juntos se propuso evitar a Audie durante años.


Igual que durante un tiempo se podía decir que el actor clásico del Western era John Wayne, también se podría decir que el clásico del Western de Serie B era Audie Murphy (aunque físicamente en las antípodas, apenas medía 165 centímetros que casi le impidieron alistarse en el ejército), que se inició en el cine por la insistencia de James Cagney.

Fue soldado, distinguido por obtener el mayor número de condecoraciones existentes del Ejército de los Estados Unidos hasta el momento. En 27 meses de acción de combate en la Segunda Guerra Mundial, fue herido en tres ocasiones, y se le acreditó haber participado en más de 300 misiones y haber comandado muchas otras. Murphy se convirtió en el soldado estadounidense más condecorado de la Segunda Guerra Mundial. Recibió la Medalla de Honor, máximo galardón militar de Estados Unidos, por su valor, junto con otras 32 medallas de ese país, cinco de Francia y una de Bélgica

Además su infancia tampoco fue fácil. Su padre le abandonó y posteriormente murió su madre. Quedó huérfano con dieciséis años y con hermanos pequeños a los que mantener.

Una historia triste la de su vida y un ejemplo de valor y superación.


En definitva, lugares sorprendentes, buena fotografía y una historia bien argumentada se combinan para hacer una película bastante entretenida.










Valoración:                                6/10














18 julio 2022

Los diez osados (1960)





Hace unos días fallecía un veterano actor secundario, L. Q. Jones, al que seguramente mucha gente no conozca, pero el que yo tenía gran aprecio por un episodio de El Equipo A y por su papel de Loomis en la gran película Cometieron dos errores.

Un actor principalmente de películas del oeste, donde encajaba muy bien, dada su piel curtida y su aspecto un tanto envejecido como si realmente fuera un habitante de algún rancho del oeste de los Estados Unidos.

Para ver algo suyo en homenaje, me llamó claramente la atención esta película, mitad aventuras, mitad western, de Walt Disney, que durante la década de los 50 y los 60 realizó bastantes películas de este perfil aunque pueda parecer extraño. Evidentemente suelen ser películas más edulcoradas, sin violencia o muertes, como suele ser una de las principales señas de identidad de cualquier buen western que se precie.


Una película básicamente de actores secundarios, donde el más importante es Ben Johnson, que precisamente compartió reparto con L.Q. Jones en la mencionada Cometieron dos errores, y que tiene una amplia filmografía, siendo además de esos actores típicos de westerns, que además de no morir joven como otros muchos, supo reciclarse hacia otros géneros cuando el género tocó a su ocaso a finales de los años 60, aproximadamente.

Sorprendentemente el protagonista es de los actores menos conocidos del reparto, y aunque interpreta bien su papel, es curioso que en una película del oeste con actores conocidos, el protagonismo recaiga en alguien más anónimo y sin carisma, cosa que Disney supongo tenía muy en cuenta.

Una película sobre exploradores que rápidamente me trajo a la cabeza dos de ellas, las cuales me gustan mucho, Paso al Noroeste y Horizontes Azules, especialmente esta segunda, y que mezclan muy bien esos dos géneros que tanto disfruto como son el western y las aventuras.


Lo cierto es que la primera parte me resultó un poco monótona. Los eventos y los paisajes parecen un poco repetitivos, casi como si se estuviera en un bucle. Mucho plano corto, mucho color ocre, haciendo la película casi monocolor, y ausencia de paisajes y de planos más amplios para dotar a la película de más interés y realmente trasladar al espectador a donde realmente se ambienta la película, que es el curso del Río Colorado acercándose al Gran Cañón.

La segunda parte se vuelve más interesante, con más desarrollo de las personalidades de los protagonistas, conflictos, una especia de motín ...
También hay más sensación de aventura, aparecen mejores tomas de fotografía e incluso, aunque residualmente, aparecen los indios.
La película va de menos a más pero le falta algo para acabar de enganchar y convertirla en una película interesante, recomendable o imprescindible de ver.










Valoración:                              6/10













08 julio 2020

El rastro de la pantera (1954)







Era sábado después de comer, y antiguamente, cuando yo era un niño, sólo había una tele en casa y apenas un par de canales de televisión, se veía en la tele lo que había y aparte lo que decían tus padres, y eso solía ser habitualmente un Western.

Así que como hacía tiempo que no veía uno me pareció un buen momento de rendir homenaje a mi padre y de recuperar una vieja tradición por un día.

Con un Western un tanto raro. De hecho estuve dudando hasta última hora si elegir uno con indios o buscar otro diferente como pudiera ser éste.
Y es que, como dijo su director, siempre había querido rodar lo que él describía como una película de blanco y negro en color.

Y una vez acabas de verla y ves esta frase te das cuenta de que es así, aunque durante la película no te hayas percatado, ya que la noche y la nieve son un constante en toda la película.

Pero como digo la película es rara, o por lo menos para catalogarla como una película del oeste estándar. Una única locación, prácticamente todas las escenas rodadas en el interior de una vivienda y una película de interpretación más que otra cosa.

Unas interpretaciones bastante buenas, quedando casi en mal lugar la de Robert Mitchum, en un papel extraño, en el que se pasa gran parte de la película sin intervenir, y del que reconoció que fueron las condiciones de rodaje más duras que había tenido nunca.

A pesar de ser ya un actor importante y de que el resto del escaso reparto no lo eran, queda un poco diluido, aunque su personaje está marcado por su carácter habitual visto en otras muchas películas suyas del oeste.

Al final la película me decepcionó un poco, porque como he dicho, su único punto fuerte es la interpretación, pero a mi, a pesar de reconocer lo bien que lo hacen los actores, me gustan otros alicientes en la película, y sobre todo cuando veo un western, me gustan paisajes típicos del oeste americano, más película de día y más variedad en general, en cuanto a locaciones y en cuanto acontecimientos que suceden en la misma.

El director reconoció un error que yo ya me barruntaba según iba avanzando la película y que justo nada más acabar lo solté. Lo que da título a la película no aparece en ninguna escena de la misma, y al final el director se arrepintió de ello, y yo es uno de los varios motivos por los que no puedo valorarla excesivamente bien.









Valoración:                               5/10













01 mayo 2020

Las siete caras del Dr. Lao (1964)









Es ésta la última película del director austrohúngaro (término célebre en las películas de García Berlanga), digamos que el precursor del cine fantástico en sus últimas películas, que fueron

- El pequeño gigante
- El tiempo en sus manos
- El continente perdido
- Las 7 caras del Dr. Lao

Y que luego continuaron con las sagas de Simbad, La Isla Misteriosa, Jasón y los Argonautas, películas sobre el Capitán Nemo y La Atlántida, Furia de Titanes, hasta llegar a las películas de Conan y todas las que crecieron en torno a su éxito en los años 80, la mayoría de ellas ya del mago de los efectos especiales en aquellos tiempos, Ray Harryhausen.

No es ni mucho menos la película que más me gusta de George Pal, pero he de reconocer que este género me sigue apasionando con el paso del tiempo. Precisamente El tiempo en sus manos me pareció mejor, con Rod Taylor como protagonista, que aquí también estuvo a punto de serlo, al igual que también se barajaron a otros dos famosos actores por aquella época (mucho más que Tony Randall), como Peter Sellers y Dick Van Dyke.

Aunque para mucha gente estos efectos especiales son lamentables, a mi evidentemente me gustan mucho más que los hechos por ordenador, para empezar porque no sé como están hechos, y segundo porque es lo que dota principalmente del género fantástico a la película, a mi las cosas por ordenador me parecen más acción o ciencia ficción.

A parte del mérito de los efectos especiales, para ser el año 1964, otro factor importante en esta y el resto de películas fantásticas es el maquillaje. De hecho el director de maquillaje aquí, William Tuttle, recibió un Óscar honorífico por su trabajo en esta película, el otro en esta categoría fue por El planeta de los simios en 1968, hasta que en 1981 se decidió instaurar la categoría al mejor maquillaje dentro de los premios Óscar, siendo la primera película galardonada por ello Un hombre lobo americano en Londres.

Quizás la película no me guste tanto porque todas las que he mencionado, son fantásticas y aventuras, mientras que aquí estamos ante una inédita dupla de fantástica con western, y un poco de comedia un tanto floja, por eso quizás me ha descolocado y no me ha resultado tan interesante, a pesar de que goza de una gran valoración.










Valoración:                                  5/10













23 abril 2020

En busca del oro (1938)









Por culpa del coronavirus he podido dedicar mucho tiempo al cine últimamente y así he llegado a las 200 entradas en el blog.
Así que en un flash rápido me vino a la cabeza que esta entrada 200 se la iba a dedicar a Olivia de Havilland, única actriz viva del cine clásico a sus 103 años.

Nacida en Tokyo accidentalmente, es británica, aunque también tiene nacionalidad estadounidense. Hermana de otra gran actriz como Joan Fontaine, tuvo la desgracia de perder un hijo por la misma enfermedad que yo sufrí hace cinco años. Afincada desde hace mucho tiempo en París.

Perteneciente a la segunda generación de actores clásicos de Hollywood, en la primera podríamos enmarcar a los que nacieron con el comienzo del siglo como Humprey Bogart (este realmente nació en el siglo XIX), Gary Cooper, Spencer Tracy, Clark Gable, Cary Grant, James Stewart, Katherine Hepburn, Greta Garbo o Marlene Dietrich y de la segunda Burt Lancaster, Robert Mitchum, Robert Taylor, Gregory Peck, Ingrid Bergman o la pareja de mitos viventes hasta hace poco Kirk Douglas y Olivia de Havilland.

Si extendiéramos el cine clásico unos años más también nos faltan ya casi todos los actores, como Charlton Heston, Paul Newman, Doris Day o Ava Gardner. De entre los vivos quizás los siguientes que se acercan a clásicos sean Eva Marie Saint y Dick Van Dyke y un poco más allá Sidney Poitier o ya Clint Eastwood.

Con gran actividad ya a finales de la década de los 30 y los 40, en ésta consiguió dos premios Óscar por La vida íntima de Julia Norris y La heredera, fue bajando su actividad durante los años 50, para a partir del año 1959 ir participando en pocas películas propiamente dichas, siendo una de las últimas El enjambre, una película muy de mi agrado, y siendo su último título de crédito en 1988.

Recientemente descubrí una fantástica lista de películas en color cuando lo habitual todavía era el blanco y negro

Películas en Technicolor (1935-1955)


Y la crucé con Olivia de Havilland, encontrándome hasta cuatro películas en color, antes de 1940, en las que participó, ésta, Robin de los bosques, Dodge, ciudad sin ley y la archifamosa Lo que el viento se llevó.

Estamos hablando de hace 82 años!!!! Y no es que sólo estuviera viva, si no que ya trabajaba. Gran contraste con muchos actores de la película que son de la década de los sesenta y setenta ... pero del siglo XIX. Como no me apasiona el cine en blanco y negro posiblemente sea la película más antigua que haya visto.

Pero es una película muy buena, no el típico western en el que sólo intervienen vaqueros y la acción está centrada en un pueblo montado a base de decorados. Aquí la introducción del oro y la ubicación de la trama en California, la hace mucho más que un western y una película bastante completa e interesante.

En el tema del oro, sin duda para mi, la mejor película es El oro de Mackenna, pero también son interesantes El tesoro de Sierra Madre

Claro que al frente de la misma estaba Michael Curtiz, cosa que desconocía antes de empezar a verla, que también dirigió a Olivia de Havilland en Robin de los Bosques y Dodge, ciudad sin ley, y que nada más y nada menos es el director de Casablanca, pero con más buenas películas, siendo la última Los comancheros, una interesante película con John Wayne y el recientemente fallecido Stuart Whitman.

Y otros dos nombres prestigiosos de la época, Max Steiner como compositor de la banda sonora y Sol Polito al frente de la fotografía.
Soprende la presencia de Claude Rains, en su único western, actor más propio del cine en Blanco y Negro, dramas principalmente.

Gran actuación de Olivia de Havilland con apenas 21 años, grandes actuaciones del resto de actores y gran película.
Uno la ve y luego ve una película actual y la diferencia de interpretación entre unos actores y otros es abismal, y como digo siempre, el doblaje hace mucho, y en la actualidad hay pocos dobladores que marquen estilo y den un plus a la película.








Valoración:                                  8/10














16 marzo 2020

Paz rota (1952)









Como el fin de semana dio mucho de si, sobre todo en lo cinematográfico, decidí dar paso a una película del oeste, que ya hacía tiempo que no veía una.
Los que crecimos con dos canales en la televisión primero y cinco después, con una solo tele en casa, posiblemente seamos aficionados a este género gracias a nuestros padres y precisamente solía ser la sobremesa del sábado o el domingo el momento más propicio para que uno de esos canales que existían a finales de los 80 emitiera un Western.

Y dentro de los Westerns, una buena película de indios con alguna zona emblemática del oeste americano son mi predilección.
En ese aspecto soy un tanto reticente a los prestigiosos Spaghetti Western, y dentro de la descripción que hecho evidentemente la mejor película sin duda, del oeste y de las mejores de la historia, me parece Centauros del desierto.

Aquí el comienzo iba bien, porque reunía cuatro grandes ingredientes para una película del oeste

- Indios
- Territorio ideal de rodaje
- Caravanas
- Fuerte


Me atrajo mucho especialmente al mirar previamente las localizaciones de rodaje, el que apareciera como sitio principal el Parque Nacional de Arches en Utah (EEUU).
Uno de mis anhelos siempre ha sido ir a Estados Unidos, concretamente a la mitad oeste. Este año estaba haciendo un planning por si se dieran las circunstancias y pudiera ir, y de las cosas más atractivas para mi son todo este tipo de Parques Nacionales en los cuales se suele haber rodado más de una película del oeste, como éste, el Cañón de Chelly donde se rodó El oro de MacKenna, o el Monument Valley donde se han rodado multitud de ellas.

Dirigida por George Sherman, un prolífico director que llegó a acumular casi 100 largometrajes desde su debút en 1937 hasta 1960, algo realmente admirable, predominando claramente el Western.

Otro atractivo era el de ver a Jeff Chandler, ese actor famoso por tener el pelo blanco desde muy jóven, digamos que él y Yul Brynner tenían ambos una característica capilar muy peculiar entre los actores de aquella época, haciendo de indio, cosa que hizo en más películas, y que consiguió un parecido muy bueno con Cicatriz, el jefe indio de la película Centauros del desierto, y a la sazón para mi la mejor interpretación de un piel roja en el cine.
Chandler falleció muy prematuramente, con sólo 42 años, de complicaciones de una operación de hernia discal.

Aquí se trata de indios Apaches, con la sub tribu Chiricaua también nombrada. Sería curioso saber el porcentaje de cada tribu india en la historia del cine, y sobre todo cuáles eran los más temidos. Yo siempre he pensado que son los Comanches a pesar de no tener grandes jefes que hayan pasado a la historia. Aquí en cambio aparecen caracterizados Gerónimo y Cochise, dos de los más famosos con los Sioux Toro Sentado y Caballo Loco.

El caso es que la película está bien, pero esperaba un poquitín más, quizás la escasa variedad de localizaciones a pesar del sitio donde se estaba rodando y la no muy elaborada fase de estrategia de la lucha.








Valoración:                                 6/10















11 junio 2018

Tierra de alimañas (1966)






Otra de las personas del cine fallecidas recientemente es el actor Clint Walker.
Aunque no muy conocido para la mayoría era uno de los últimos o el último actor clásico de western que quedaba vivo.
A pesar de su 1,98 de estatura y su parecido a Gregory Peck no tuvo la misma trayectoria que él y que los actores más famosos.

Quizás porque llegó tarde, ya que al ser unos años más jóven y venir de una familia sin muchos recursos después de la segunda guerra mundial tuvo que buscarse la vida trabajando en oficios de lo más variopinto, que van desde guardaespaldas, agente secreto hasta trabajar para una compañía petrolífera.

Fue en las Vegas donde le dijeron que con ese físico y buen porte seguramente su sitio estaría en Hollywood y le animaron a desplazarse hasta allí.

Así que cuando quiso empezar a hacer sus primeras apariciones en el cine el género western ya había desarrollado casi su época dorada y los actores como John Wayne, James Stewart, Gary Cooper y demás estaban totalmente consolidados, así que a pesar de tener algunos papeles de protagonista como en esta película y alguna otra, no tuvo a sus espaldas grandes papeles ni tuvo 
una carrera tan dilatada como otros actores.


Aquí, junto a una actriz con mucha similitud a ella, Martha Hyer, no excesivamente importante y también no fallecida hace mucho, interpretan un western ya tardío con parámetros bastante clásicos de este género pero con un matiz o protagonista totalmente diferente, como es la presencia de un oso.

Aquí una lista de películas en las que aparecen osos, siempre interesantes.




Junto a ellos, Jack Elam, quizás el secundario más clásico del cine del oeste junto a Walter Brennan, presente en multitud de películas pero siempre en un segundo plano.










Valoración:                            6/10










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