Ya me he acostumbrado, en la sobremesa del último día del año, a ver una película.
Un actor al que algunos asociarán a Top Secret, otros a Top Gun, otros a El Santo ... y otros
ni siquiera le conocerán.
Por sus venas corre sangre Cherokee, por parte de su padre, aunque su aspecto no lo haga sospechar para nada (su madre era de origen sueco)
Un actor a caballo entre las generaciones de Bruce Willis, Tom Hanks y Mel Gibson, y la de Tom Cruise, Brad Pitt o Johnny Depp, aunque más parecido a esta segunda, por su juvenil aspecto y su enorme atractivo, se dice que mantuvo romances con Cher, Ellen Barkin, Drew Barrymore o Cindy Crawford.
Un actor del que varias veces se ha rumoreado que tenía un estado de salud muy delicado o que incluso habría fallecido. La realidad es que esas sospechas eran fundadas, ya que tuvo cáncer de laringe en una fecha poco determinada a partir de 2015.
Sin tener una filmografía muy extensa, y teniendo en cuenta que bastantes de sus películas tienen
un grado de popularidad importante, localicé ésta, que además de muy conocida parecía que tenía como hilo conductor el tema carcelario.
Y esas películas me suelen gustar, casi siempre, aunque en este caso, al estar ambientada en los años 20 del pasado siglo, me resultaba menos atractivo.
A pesar de haber una fuga, como en La fuga de Alcatraz o Cadena Perpetua, la película se me parece un poco más a Brubaker, pero sin encontrarle mucho parecido con otras películas de prisiones que he visto.
Películas que suelen ser bastante más largas, esta se queda en el estándar de los 90 minutos (aunque la ficha oficial de la misma le da una duración de 115 minutos, la que yo tenía disponible no), y es que se nota el escaso presupuesto (se trata de una TV Movie), y tan sólo la presencia, acompañando a Val Kilmer, del buen actor Charles Durning le da un poco más de empaque a la a película, que no obstante se me queda un poco descafeinada a pesar de la gran valoración que tiene en su ficha IMDb.
Valoración: 5/10