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22 octubre 2024

Dos chicas en la carretera (1992)

 





Hay una serie de palabras en el título de una película que me suelen resultar atrayentes y tener más posibilidades de que las vea, como por ejemplo los dos últimas que vi, con las palabras ruta y valle, y también aquí con la palabra carretera.

Llegué a esta película después de ver un rato de un episodio de El Equipo A, que los reponen a diario en un canal de televisión, a razón de unos cinco por día, y revisando el reparto de ese episodio fui a consultar la filmografía de una de las actrices que aparecía brevemente durante el mismo, y al ver que estaba casado con un director (y que además poco después de ese episodio y la mencionada boda dejó la actuación), indagué a ver que me podía ofrecer él.

El caso es que su nombre, Edward Zwick, me resultaba ligeramente familiar, más allá de que apareciera en algún momento en mi extensa base de datos de películas. Y es que, efectivamente, tiene un par de títulos notorios dentro de su filmografía, como son Leyendas de Pasión (1994), su película inmediatamente posterior a ésta, con un todavía muy joven Brad Pitt, y El Último Samurai (2003), con también un todavía joven Tom Cruise. Una de esas películas que creo recordar haber ido a ver al cine, cuando por aquella época ponía en práctica ese pasatiempo con relativa frecuencia.


Así que esta me hizo imaginarme un aroma a Road Movie, que tanto me gusta, quizás pensando en algo parecido a Thelma y Louise, aunque finalmente teniendo cosas en común, básicamente el hilo conductor de dos chicas en un coche sin un rumbo fijo, tiene un argumentario diferente.

Una de las más notables diferencias es el escenario elegido. La mayor parte de las Road Movies que conozco están ambientadas en el Medio Oeste de los Estados Unidos, en parajes semi desérticos, carreteras secundarias y bares y moteles de carretera solitarios. En cambio en este caso se escoge como ubicación para la historia el extremo noroccidental del país, en el estado de Oregón, con intención de realizar un tránsito hasta Alaska.

Otro detalle curioso y contrario a lo habitual es que habitualmente en este tipo de películas suele estar presente la figura del autoestopista, y que habitualmente suelen ser personajes extraños, mucho en algunas ocasiones, sórdidos o hasta peligrosos, y en cambio aquí es a la inversa, son los autoespistas los que se van topando con diferentes frikis a lo largo de su periplo realizando auto-stop.

Es una película con muchos matices, que van desde la soledad, la melancolía, la esperanza, la sencillez, la mala suerte ... y sobre todo en la resistencia y sobreponerse a las adversidades, desembocando en la virtud de la felicidad de las cosas sencillas, de saber vivir con poco y de saber apreciar la amistad, dar y recibir lo poco que tienes.

Nos enseña a como saber afrontar los problemas y encontrar soluciones, y nos da una lección o nos hace reflexionar de como siempre habrá personas con muchísimos más problemas que nosotros, que se quejan mucho menos y que además de poner al mal tiempo buena cara, buscan y encuentran soluciones o alternativas a dichos problemas.

Problemas que se dan entre las protagonistas y que me lleva también a reflexionar que habitualmente suele haber más problemas de convivencia entre dos personajes femeninos que entre dos masculinos, en la gran pantalla.


Con un reparto de tercera fila, donde para mi solo conocía y de manera bastante efímera a las dos protagonistas, destaca o complementa muy bien esta falta de actores importantes, una banda sonora sin letra, tranquila y relajante, con un tono melancólico o de tristeza (y cuando aparece una canción con letra, lo hace de manera muy tenúe, pero es nada más y nada menos que la formidable Wicked Game de Chris Isaak), que me hizo recordar una de las películas de corte Road Movie con mejor banda sonora que he escuchado últimamente, como es Tierra Prometida, con unos todavía poco conocidos Kiefer Sutherland y Meg Ryan.

Me sorprendió y me agradó, por mis valores, educación y creencias, que la película se cierre con una oración de gracias, que en principio no pegaba nada con el perfil de los personajes protagonistas, pero que finaliza esa historia de adversidades de una manera tierna y muy humana, reflejando que a pesar de esos enormes problemas y sufrimientos, soledad, falta de trabajo, dinero ..., no hay que dejar de dar gracias y estar alegre por las personas que te rodean y por lo fantástico que es vivir aún sin reunir las condiciones idóneas que a todos nos gustarían.










Valoración:                              6/10















18 octubre 2024

El valle del fugitivo (1969)

 






Parece que siempre iba a ser jóven Robert Redford, pero ya ha cumplido 88 años, y aunque hay actores todavía mayores que él, algunos rozando la centena, está entre los actores vivos más veteranos.

Aunque también tiene una faceta de director y como organizador del famoso festival de cine de Sundance (al que bautizó con el nombre de su personaje en la película Dos Hombres y un Destino o Butch Cassidy y The Sundance Kid), y aunque lleva ya bastante tiempo semi retirado, todos le seguimos teniendo muy presente por varias de sus películas, muchas de ellas un éxito, y por tanto uno de esos actores que no necesitaban tener una filmografía muy extensa porque cualquiera de sus películas triunfaba en las taquillas, o videoclubs por aquella época.

Cada uno seguramente le asociaremos a una serie de películas, o tendremos unas películas favoritas suyas por delante de otras. Yo, por ejemplo, le asocio principalmente a su pareja cinematográfica formada con Paul Newman, y por tanto a sus películas Dos Hombres y un Destino y El Golpe (la mejor para mi), y también como obras muy representativa suyas a Las Aventuras de Jeremías Johnson y a Memorias de África, que no se si alguna vez he llegado a ver entera, pero que en mi opinión tiene una de las canciones de cine más bonitas que conozco.

Al igual que su querido amigo Paul Newman , ambos hombres tuvieron hijos primogénitos llamados Scott que fallecieron antes que sus padres.

No le gusta ver sus propias películas. La única película en la que quedó completamente satisfecho con su propia actuación fue El Golpe (1973).

Junto con Warren Beatty, Clint Eastwood, Mel Gibson, Richard Attenborough y Kevin Costner, una de las seis personas que han ganado un premio Oscar al mejor director, aunque son principalmente conocidos como actores.

Ha aparecido en siete películas dirigidas por Sydney Pollack: 

- Propiedad condenada (1966) 
- Las aventuras de Jeremiah Johnson (1972) 
- Tal como éramos (1973) 
- Los tres días del cóndor (1975) 
- El jinete eléctrico (1979) 
- Memorias de África (1985) 
- Habana (1990)


Por no hablar mucho más de él y hacerlo un poco más de la película, decir que no fue un actor encajonado en un perfil de personaje típico, y que abarcó papeles de comedia, como dramáticos, románticos, de aventuras y de westerns como aquí.

Como aquí ... en una película que no pasó ni pasará a la historia, bastante floja en mi opinión, tanto dentro del propio género del western, como analizándola en líneas generales.


Podría decirse que estamos ante un western tardío, no crepuscular, pero si ya un tanto decadente, sin ninguna de las características habituales de los grandes éxitos de este género, buscando un toque de distinción con otros aspectos que difícilmente consigue.

Alejada del estado, en mi opinión, por antonomasia protagonista del western, como es Arizona, aquí se escoge como localización California, lo que implicaba la expansión hacia el oeste como el desastre que fue para los nativos americanos. Se sitúa en una especie de valle o de paraje que en algún momento puede parecer interesante, pero que se explota muy fugazmente, salvo al final que aparecen unos curisosos Joshua Trees, árboles muy característicos del estado californiano (de hecho hay un parque nacional con este nombre), y que pegan muy bien además de los cactus en una película del oeste.

Además la persecución no es nada emocionante y el principal argumento de la película es la tormentosa relación entre dos indios, pero no indios con plumas y pinturas como se pensaría, si no más bien ya indios semi mestizos, con bastante parecido a los blancos.

Tampoco el reparto que acompaña a Redford en esta película es un gran aliciente para verla. Cuenta con algunos nombres conocidos, como Katharine Ross, esposa de un actor que me gusta, como es Sam Elliot, y que ya compartió escena con Redford en Dos Hombres y un Destino. Además dos caras curiosas, John Vernon, al que acabo de ver en un episodio de El Equipo A y que compartió trabajo con Clint Eastwood en El Fuera de la Ley, y Susan Clark, que aunque esté poco reconocible, para los que éramos niños en los 80, interpretaba a la madre adoptiva de Webster.

Se trata de una película que se esfuerza demasiado por ser digna, convencida de que transmite un mensaje profundo sobre la culpabilidad de los hombres blancos que colonizaron el Oeste americano a expensas de los indios nativos americanos.

La conclusión es que cada escena es dolorosamente lenta en llegar al desenlace, por lo que la película parece mucho más larga que una hora y treinta y seis minutos. Ya que antes lo he nombrado, podríamos decir que se trata de un western pálido.









Valoración:                           5/10













09 octubre 2024

La lectora (1988)

 




Una persona importante y valiosa en mi vida ahora mismo, me hizo retomar el hábtio de la lectura que tenía olvidado hace mucho, así que esta película me pareció una buena forma de darle las gracias anónimamente.

Después de que me contara los libros que se iba leyendo, decidí que era momento de quitar tiempo a otras actividades y dedicarle un rato a la lectura, que aunque muchas veces y a mucha gente le pueda parecer aburrido, realmente es algo enriquecedor, por ejemplo ayudando a enriquecer la mente o para liberar la imaginación.

Cuando empecé a trabajar allá por 2002, siendo un chaval, los trayectos en tren hasta el trabajo me llevaban más de una hora, así que un poco por imitación, me empecé a comprar libros para ir leyendo durante el trayecto de ida y vuelta al trabajo ... siempre que el sueño y el cansancio me lo permitiera.

Además no empecé por libros pequeños, ya que recuerdo libros de hasta 1000 páginas, y de aquella época guardo buen recuerdo de Los Pilares de la Tierra, La Ciudad de los Prodigios o Las Cenizas de Ángela.

Esta persona y yo tuvimos vidas relativamente paralelas, coincidimos en una clase en el último año de instituto, pero nunca llegamos a hablar, y luego empezamos de manera relativamente parecida nuestras carreras laborales y con ésta misma actividad durante nuestros trayectos. Además estuvimos trabajando muy cerca en varias ocasiones sin ni siquiera saberlo.

Eso sí, mi afición por la lectura se terminó rápido, y es que los viajes al trabajo se me hacían muy pesados, y en 2005 me compré un coche y por tanto se acabaron los libros, mientras ella siguió con su buen hábito y lo ha conservado hasta día de hoy.

Así que cuando por fin la conocí, además de darme cuenta de que era una gran persona me hizo concienciarme en recuperar la lectura.

Y así cuando conseguí esta película me pareció una bonita forma de celebrar lo afortunado que me siento de conocerla.


Aunque la película como tal no se parezca en mucho al concepto de lector, en silencio y en soledad habitualmente, y nos introduce la original idea de una persona que se dedica a la lectura en voz alta y para otras personas haciendo de ello una profesión ... imaginaria evidentemente, porque no conozco que en realidad haya un trabajo así.

No me importó mucho que se tratara de una película francesa, totalmente desconocida para mi, sin ni siquiera algún actor que me sonara, y es que últimamente le he cogido gusto y valoro las películas de otros países, más allá de las más habituales americanas y británicas, y teniendo especial afición por las australianas, las italianas, y ahora también las francesas, que me han demostrado con variedad de estilos y calidad de las mismas que son perfectamente visionables.

Hay varios detalles de la película, más allá de la impresión general, que me han gustado de la película.

- Uno de ellos, bastante despercibido para alguien que no sea francés, que me ha gustado especialmente de la película, es la localización de la misma. Rápidamente me di cuenta de que yo había estado allí, y que estaba casi seguro que era la ciudad de Arlés. Más por el entorno del río Ródano, que por su famoso anfiteatro (o arénes en francés), que salen muy de refilón en alguna escena de la película.

- Otro fue la diferente música de la película. Igual si no te fijas al principio, en los títulos de crédito, luego no eres capaz de darte cuenta, pero en los créditos pone a Ludwig Van Beethoven como el autor de la misma. Esa música da una sensación de libertad y felicidad impresionante.

- Y esa bonita y diferente música, junto con las callejuelas en las que se rueda, desiertas de gente, que me recuerdan un poco al lugar de rodaje de la serie del duende Pumuky (aunque sea a muchos kilómetros de distancia un sitio de otro), es el tercer detalle que me pareció bastante agradable y acertado.


Por lo demás la película, que en líneas generales debería ser una comedia (aunque tiene calificación R, que entiendo que en aquella época significaba Restrigida, supongo que a menores de 18 años), mezcla adecuada y acertadamente, pasajes con tintes dramáticos, cómicos, absurdos y hasta picantes o eróticos para rematar un buen producto, muy bien valorado en IMDb por lo que veo

Es una película bastante inteligente y poética, con diálogos brillantes y secuencias ingeniosas en las que el placer de las palabras se une al placer de las imágenes.

A mi sin apasionarme, me ha gustado por su originalidad y frescura, aunque me parezca un poco rompecabezas, y por esa historia inicial que os he contado, que me ha llevado a verla y comentarla como agradecimiento a una persona, y que posiblemente sin ella no habría reparado ni dado la oportunidad hasta película.

Además lo que evoca la historia, que no deja de ser una ayuda a personas desfavorecidas principalmente, también representa una de las actividades que intentamos llevar a cabo esta persona, yo y otro grupo de gente, de ir a visitar a gente mayor, enferma o sola, aunque no sea para leerles, si para acompañarles un rato e intentar que por un momento la vida sea diferente, más amable y bondadosa.

La lectura debe conservarse en una sociedad en la que los libros ocupan un lugar cada vez menos importante.

Probablemente no sea para todo el mundo, pero si te gusta una película sutil, suavemente divertida, culta y poco convencional, entonces dale una oportunidad.









Valoración:                              6/10













01 octubre 2024

Convoy (1978)

 





El otro día fallecía el actor Kris Kristofferson, a los 88 años de edad. Era un actor que había tenido un buen envejecimiento y siempre parecía más jóven de lo que era, sobre todo en su vejez, con lo cual quizás no parecía que le fuera a llegar su hora, y más teniendo en cuenta que todavía hay actores vivos nacidos en la década de los 20 del siglo pasado, pero evidentemente ya tenía una edad respetable.

Y realmente por lo que cuenta ha sido como un milagro llegar a esa edad:

"Debería haber muerto muchas veces. Debería haber muerto por la forma en que solía volar helicópteros de ataque. Debería haber muerto cuando sufrí numerosas conmociones cerebrales por jugar al fútbol. Debería haber muerto cuando seguí boxeando incluso después de haber perdido la memoria. Están tratando de arrancarte la cabeza por el amor de Dios. He volcado autos muchas veces, he estado borracho en una motocicleta demasiadas veces. Es vergonzoso ahora, sentado aquí, sabiendo que diste por sentado todas las cosas buenas, que no aprecié mi vida un poco más."

No era un actor que me gustase mucho de joven, le veía un tono arrogante y prepotente que no me apasionaban, aunque luego lo interpreté como un tío rebelde o mejor renegado, como característica de sus personajes, amén de que vi alguna película suya que tampoco me gustó, principalmente algún western crepuscular atemporal ... hasta que vi por primera vez esta película, Convoy, hará unos 12 años o así, y cambio mi perspectiva sobre él, y también cuando vi el gran parecido y paralelismo relativo que guardaba con un actor que me gustó mucho como Charles Bronson, creo que incluso compartiendo voz de doblaje ocasionalmente, factor que contribuye a encontrar esas analogías.

Realmente, aunque aquí sea un detalle más desconocido, Kristofferson era casi tan músico como actor, quizás porque su estilo, la música country (está incluido en el salón de la fama de este estilo musical), no tenga muchos seguidores por aquí. Comenzó en el negocio de la música aterrizando un helicóptero en el patio trasero de la vivienda de Johnny Cash y presentándole una canción que había escrito. Cash luego grabó la canción.

Al mundo de la actuación llegó tarde, casi cercano a los 40 años, sin haber recibido nunca una lección de actuación. Antes había estado bastante tiempo dedicado al ejército. Fue capitán de los Rangers de este cuerpo y estuvo a punto de llegar a Mayor. Se presentó voluntario para ser piloto de helicóptero en Vietnam pero no le aceptaron.

Antes, bbtuvo un doctorado en literatura en Oxford, período durante el cual realizó trabajos de construcción, entre otros.


Sus abuelos paternos eran suecos. Su madre tenía ascendencia inglesa, escocesa-irlandesa, alemana, suizo-alemana y holandesa, aunque en una entrevista que hizo antes de su concierto en Finlandia, contó que su ascendencia original es finlandesa.

Era un fanático del fitness durante la mayor parte de su vida, entrenó rigurosamente hasta mediados de los años 90, corriendo once kilómetros por día, haciendo ejercicio en un saco de boxeo, en una máquina de remo y nadando.

También fue un hábil boxeador y jugador de rugby y fútbol hasta que una serie de lesiones graves lo obligaron a abandonar. Luego también practicó con asiduidad el golf.

Una gran variedad de actividades y muchas muy diferentes entre sí, como doctorarse en literatura y ser miembro del ejército. En este aspecto, dijo en su momento "Crecí en una época en la que la gente creía en el deber, el honor y la patria. Mis abuelos eran oficiales. Mi padre era general de la Fuerza Aérea. Mi hermano y yo estábamos en el ejército. Siempre me he sentido identificado con los soldados; creo que es posible apoyar al guerrero y estar en contra de la guerra".

Fue uno de los muchos nombres que se barajaron para el papel potencial de John Rambo en Acorralado (1982). Algunos productores esperaban que despertara el interés del amigo de Kristofferson, Sam Peckinpah. Aunque no hubiera sido una mala alternativa, está claro que no podría nunca igualar a Stallone en ese papel. También llegó a sonar como candidato al personaje de Superman.


Entiendo que esta es una película más conocida, aunque no recuerde haberla visto en canales de televisión españoles, creo que es una película de culto y cualquiera con inquietud o intereses parecidos a los míos la puede haber visto, pero es la que asocio irremisiblemente a la figura de Kristofferson, aunque quizás fuera más adecuada Ha Nacido Una Estrella, que además de ser una película trata sobre la música y se vería reflejado por partida doble su profesión.

Esta película está dirigida por un director bastante reputado, Sam Peckinpah, básicamente por una película, Grupo Salvaje (donde también trabajó Ernest Borgnine), un western ya tardío y con un enfoque diferente al habitual. Aunque realmente su película más taquillera es ésta, Convoy (Como curiosidad, la película fue un éxito en la Unión Soviética ya que mostraba una rebelión de la clase trabajadora contra un gobierno corrupto).

Aquí contó como ayudante de producción con James Coburn, para obtener su credencial de director de cine. Kris Kristofferson era buen amigo personal de ambos, de hecho ya había trabajado dos veces a las órdenes de Peckinpah, en Pat Garrett y Billy El Niño y en Quiero la Cabeza de Alfredo García, que le vió en su primer papel en Cisco Pike - La Policía y la Droga y le eligió para sus siguientes películas.

Sam Peckinpah consumía grandes cantidades de cocaína, metacualona y vitaminas que lo dejaban irritable e irracional. En un momento dado, llamó a su sobrino David E. Peckinpah desde el plató y le dijo que Steve McQueen y la empresa Executive Car Leasing Co. estaban conspirando para matarlo.
Parece ser que se propuso a Steve McQueen para interpretar al protagonista y lo desestimó, no sé si de ahí surgió algún problema que llevara a este delirio a Peckinpah.

La droga parecía habitual en el rodaje, ya que Ali MacGraw, que siempre se sentía incómoda frente a la cámara, llegó un día al set demasiado borracha de tequila y drogada de cocaína como para actuar. El incidente la impulsó a dejar las drogas.


El guión original presentaba una comedia de acción, pero cuando se lo presentaron a Peckinpah y lo aceptó (básicamente porque estaba arruinado), tomó el control total y empezó a reescribir gran parte del mismo, transformándolo en esta película de acción, que claramente podría entenderse como una secuela en cuanto a la esencia de la película de Grupo Salvaje, cambiando los caballos por camiones.

El reparto de la película incluye a un ganador del Oscar, Ernest Borgnine, y cinco nominados al Oscar: Kris Kristofferson, Ali MacGraw, Burt Young, Sam Peckinpah y Seymour Cassel.

Borgnine fue uno de esos actores que brilló mucho más en los 70 que en los 50 y los 60. Burt Young, que ya había tenido su primer exitoso papel en la saga Rocky, demuestra que es más que su papel de Poli (Paulie).


Siempre me han gustado las películas de camioneros o de camiones, quizás por su componente de Road Movie principalmente.
Me empezaron a llamar la atención la primera vez que que vi El Diablo Sobre Ruedas (además de algún episodio de El Equipo A o El Coche Fantástico), y también curiosamente por una baraja de cartas de camiones que tenía de pequeño de Heraclio Fournier, con camiones americanos.

Además la película transcurre por carreteras secundarias del Medio Oeste de los Estados Unidos, con todo el encanto que para mi tiene ese paraje, largas rectas, árido, ocre con ligeros toques verdes a veces, rural y básicamente despoblado, un ecosistema que me parece mucho más atractivo y saludable que el de la masificación, contaminación, seres humanos y coches por todas partes, estrés, ruido ...


Si no la habéis visto, os la recomiendo.











Valoración:                        8/10













24 septiembre 2024

Estación ardiente (1994)

 





Siempre he sido bastante aficionado a las películas de selvas o junglas, que se pueden prestar a aventuras diversas, tesoros escondidos, tribus peligrosas e incluso canibalismo, y dentro de las selvas, la Amazónica es la más importante del mundo y la más habitual.

Ya he visto unas cuantas películas ambientadas o rodadas allí desde que empecé el blog, ahora mismo se me vienen a la cabeza La Selva Esmeralda, Manaos u Holocausto Caníbal, que engloban los diferentes argumentos habituales que he dicho anteriormente.

Aunque en este caso nos encontramos con una trama completamente diferente y poco habitual de un entorno así.

El reconocido director John Frankenheimer, ganador de 4 premios Emmy, con películas como El hombre de Alcatraz, El mensajero del miedo, Grand Prix o casi su última película Ronin entre las más destacadas, contó para esta TV Movie con un amplio elenco de actores con raíces latinas o hispanas o por lo menos sus apellidos, ya que algunos de ellos a pesar del nombre ya son estadounidenses.

A saber:

- Raúl Juliá (puertoriqueño)
- Esai Morales (estadounidense de origen puertoriqueño)
- Edward James Olmos (estadounidense, dice que es de ascendencia azteca y española)
- Sonia Braga (brasileña)
- Carmen Argenziano (italo-americano)
- Tomas Milian (cubano)


El protagonista es Raúl Juliá. Y estamos ante una película prácticamente a título póstumo para él (ganó el Emmy y el Globo de oro a título póstumo por esta película), ya que falleció ese 1994. De hecho, falleció cuando estaba a punto de finalezar su siguiente película Street Fighter, junto a Jean-Claude Van Damme, donde no me pegaba mucho por cierto.

También había sido el elegido originalmente para el papel de Bucho en Desperado (1995), pero enfermó durante el rodaje y tuvo que ser reemplazado. Falleció poco después.


Junto a él me gustaría resaltar la presencia de Esai Morales. Un actor que me recuerda mucho al gran Stephen Boyd (con personajes casi siempre entre tormentosos y desafortunados), y también ligeramente a Omar Sharif, en sus interpretaciones pero que quedó casi en el olvido después de despuntar a finales de los 80 y principios de los 90 con películas como La Bamba o Rapa Nui.

En La Bamba, originalmente él iba a hacer del protagonista, Ritchie Valens y Lou Diamond Phillips su papel, pero finalmente fueron a la inversa y Esai Morales logró una interpretación sobresaliente, por encima del protagonista Phillips.

Precisamente, junto a su compañera de rodaje aquí, Sonia Braga, y otro actor que me gusta bastante como Jimmy Smits, es cofundador de la Fundación Nacional Hispana para las Artes.

Edward James Olmos es el único integrante del elenco que consiguió una nominación al Óscar, además como protagonista, en 1989 por Lecciones Inolvidables.

Sonia Braga, puso el acento local, ya que la película, basada en hechos reales, está ambientada en Brasil, siendo posiblemente la actriz más importante o internacional que ha tenido el cine brasileño.


Al final, no deja de ser una TV Movie, que suele implicar bajo presupuesto, basada en la lucha sindical de un pequeño poblado de trabajadores, y por tanto no hay grandes localizaciones ni tomas de fotografía, todo se basa en el elenco importante de actores y sus correspondientes actuaciones dramáticas, sin mucho adorno.

Una lucha del pueblo y para el pueblo, por sus antepasados, por su lugar de nacimiento, por el medio ambiente y con una carga religiosa importante de por medio.

Es la extrapolación de los diamantes y la selva africana, tantas veces representada en el cine, al caucho y la selva amazónica.









Valoración:                         6/10













05 septiembre 2024

Tinieblas (1970)

 





Pues dicho y hecho. Completé esta trilogía por películas protagonizadas por actores que en su día encarnaron a James Bond en la gran pantalla. Curiosamente, esta tarde mientras tomaba un café y daba un paseo con un amigo, mis únicas actividades en esta limitante vida, me ha soltado un comentario de que había oído que le preguntaban a Daniel Craig si James Bond era homosexual ... Ya escuché en su día que se planeaba un posible 007 de raza negra u homosexual, pero siempre inglés claro. La de tonterías que nos quedarán por ver y la de cosas que quieren destrozar o poner a su gusto ciertos colectivos.

Y es que, al igual que Sean Connery especialmente, y también Pierce Brosnan, son bastante más que James Bond, a pesar de que sea su personaje más importante, digamos que para mucha gente Roger Moore solo es James Bond, o Roger Moore es lo que es gracias a 007.

Pero bueno, hay que molestarse un poco en investigar y ojear la trayectoria de este actor inglés, que nunca fue santo de mi devoción, bastante inexpresivo y muy arrogante en la mayoría de sus personajes (realmente nunca me encajó como James Bond, o no por lo menos con la edad que empezó a interpretarlo), y es que ya trabajaba en la década de los 50 del siglo XX y tiene bastantes películas y muy variadas en su filmografía.

Los que tengan un poco más de conocimiento, si que les resultará más familiar más allá de su interpretación del agente 007, por una serie de películas, mayoritariamente de corte bélico que hizo durante los años 70, o por su papel protagonista en la serie El Santo en los años 60, con nada menos que 118 episodios.


El caso es que aquí, a las órdenes de Basil Dearden, todavía no había hecho su debut como el agente 007, que sería tres años después, pero para Moore es su papel favorito y la mejor de sus interpretaciones en la gran pantalla.

Curiosamente, creo que la única película que había visto hasta ahora dirigida por Dearden, fue también con Sean Connery en La mujer de paja, aunque en este caso él ya había interpretado a James Bond.

Ésta fue la última película dirigida por Dearden, que paradojas de la vida, aquí siendo guionista, director y productor, comienza la película con accidente de tráfico del personaje interpretado por Moore, y él murió poco después en un accidente de tráfico.

La película se considera una película de doppelgangers. Un doppelganger es un doble de una persona viva. Es un evento que siempre me pareció curioso, y del que tenía recuerdos de algún episodio de El coche fantástico (creo que utilizan el recurso en un par de ocasiones) y de Macgyver, además de mi admirada serie de dibujos animados La vuelta al mundo de Willy Fog, donde Transfer se disfrazaba de cualquier persona, habiendo episodios con dos Willy Fogs por ejemplo ... que recuerdos!

Aquí una lista de películas sobre ésta característica:



Habrá que repetir algún día.


Esta película se estrenó trece años después de que se publicara su novela original, El extraño caso del señor Pelham de Anthony Armstrong , y quince años después de que la historia original de esa novela, El caso del señor Pelham, escrita también por Armstrong, se hubiera utilizado para un episodio de Alfred Hitchcock presenta (1955).

Con un reparto bastante anónimo, me valió para descubrir a dos actrices que no recordaba haber visto hasta ahora, Hildegard Neil, inglesa nacida en Ciudad del Cabo (Sudáfrica) y Olga Georges-Picot francesa nacida en Shanghai (China), me ha resultado curiosa esa coincidencia, de nacer a tantos kilómetros de distancia de su país. La primera falleció el año pasado y la segunda tristemente se suicidó en 1997.

Película inglesa sobria e interesante, si no tenéis muy manido el argumento de los dobles, y si no habéis visto nunca una con ese recurso os lo recomiendo, además que uno no sabe si realmente se van a llegar a ver a dos personajes iguales, si se está volviendo loco el protagonista y todo es una fantasía ... por si acaso evitad los accidentes de tráfico a los mandos de un Rover ... aunque ya están casi descatalogados.










Valoración:                         6/10












 

02 septiembre 2024

Cinco días, un verano (1982)

 






Si uno se pone a excarvar a fondo se puede encontrar con un montón de películas desconocidas, de manera aparentemente sorprendente, y que si no fueron populares en su día, difícilmente se van a convertir ahora muchos años después en motivo de visionado. Ésta podría ser un buen ejemplo de ello. 

Y es que uno en principio mira la ficha y se encuentra con el prestigioso productor y director Fred Zinnemann (nacido en el antiguo imperio austro-húngaro), ganador del Óscar al mejor director en dos ocasiones, por De aquí a la eternidad (1954) y Un hombre para la eternidad (1967), curiosamente traducidas al español con títulos muy similares, y nominado hasta en otras cuatro ocasiones, por Sólo ante el peligro (1953), Historia de una monja (1960), Tres vidas errantes (1961) y Julia (1978). Ya solo por él extraña la poca difusión de esta película.

De hecho ésta fue su última película como director, en un período que después de 1960 fue bastante discreto por su parte, con tan sólo cinco películas bastante espaciadas, en 1964, 1966, 1973, 1977 y finalmente ésta en 1982.


Pero si que a Zinnemann le añadimos la gran estrella de Sean Connery (posiblemente en esa época un poco venido a menos, aunque luego resurgió con fuerza, especialmente con Los Intocables de Eliot Ness o Indiana Jones en busca del Arca perdida), tendríamos un dúo más que recomendable, apriorísticamente, como para estar ante un película cuanto menos interesante.

Una vez que Connery dejó de interpretar al agente británico James Bond, del que ha sido seguramente de los actores que lo ha encarnado el que más veces lo ha interpretado y al que más asocia todo el mundo con James Bond, estuvo una década algo más discreto, y su imagen adoptó habitualmente un fino bigote.

Curiosamente en la última película había visto a Pierce Brosnan y sin darme cuenta ahora a Sean Connery, ambos intérpretes de Bond.

Ya me ha picado la curiosidad y he ido a consultar la hemeroteca.

Sean Connery y Roger Moore interpretaron al agente en 7 ocasiones cada uno, a continuación Daniel Craig, con 5, Pierce Brosnan con 4, Timothy Dalton 2 veces y David Niven y George Lazenby una vez cada uno.

Además, chequeando la filmografía, la siguiente película a ésta en la carrera de Connery fue Nunca digas nunca jamás, su última encarnación en el agente 007, 21 años después de la primera vez.


Creo que el notorio envejecimiento prematuro de Connery seguramente hizo que se buscara una alternativa en cuanto a intérprete de Bond, y aunque Roger Moore era mayor que él, su apariencia le daba un carácter más apropiado para ese personaje.

Bueno, que me voy por las ramas y James Bond está ocupando mucho tiempo, pero ya que sin quererlo he visto dos películas seguidas de actores que interpretaron a 007, quizás la siguiente tenga que ser una de Roger Moore.

Fred Zinnemann quería una actriz desconocida para interpretar el papel de Kate, así que con ellos dos quedó cubierto el estrellato de la película.

No tenía ni idea de lo que me iba a encontrar, una película veraniega con Sean Connery, no tenía pinta por mucho que el título hiciera referencia a ello, y efectivamente, fue otro tipo de verano, como habitualmente se suele decir "¿Qué prefieres, playa o montaña?", así que después de varias experiencias cinéfilas con la playa este verano, tocó una de montaña.


Y aunque a mi este tipo de películas de alpinismo en Los Alpes (o en cualquier otra cordillera también), me encantan, no parece ser que en aquella época llamara mucho la atención.

Dejo una lista de películas del género para los que les gusten




Y es que me veo reflejado en unas declaraciones que hizo en la época el director: "Me encantaba la sensación que uno tenía en aquellos viejos tiempos de ir a un lugar que estaba absolutamente tranquilo, el silencio, la sensación de majestuosidad, el misterio".

Cuando estuve por Los Alpes franceses me sentí así, con todas palabras que dijo Zinnemann en mi mente, especialmente majestuosidad. A los suizos no pude ir, pero además del Mont Blanc, la montaña más icónica de Los Alpes es el pico Cervino, o Matterhorn, con su pecualiar forma casi simétrica. Según sus propias palabras, la idea de felicidad del productor y director Fred Zinnemann era "sentarse en la cima del Cervino y preguntarse cómo bajar".

La película fue un fracaso comercial y crítico en taquilla. El productor y director Fred Zinnemann dijo: "No digo que fuera una buena película, pero hubo un cierto grado de crueldad en las críticas. El placer que algunas personas sintieron al criticar la película realmente dolió".


El rodaje debió ser complicado por las condiciones climáticas de los lugares de rodaje, la temática propia y los imprevistos que pudieran surgir.

Así se pueden encontrar notas o reseñas de la producción como:

- Antes de la fotografía principal, el elenco y el equipo entrenaron durante varias semanas para familiarizarse con las condiciones climáticas, el equipo de montañismo temprano y las técnicas de escalada de la década de 1930

- Un trozo de hielo que cayó destrozó una revista de películas y arruinó todo un día de tomas, que tuvieron que repetirse.

- El New York Times del 7 de noviembre de 1982 indicó que el viento intermitente de polvo procedente del Sahara tiñó inesperadamente de color naranja las montañas, deteniendo la producción hasta que hubo una nueva nevada (y eso que parecía que la tan famosa calima que nos tortura con tanta frecuencia últimamente era algo del siglo XXI).

- Una edición de finales de julio de 1981 del periódico "The Swiss Observer" informó que el equipo de producción había encontrado en el hielo de los Alpes suizos el cuerpo preservado de un hombre congelado que había estado desaparecido durante aproximadamente treinta y un años. 

- Se pasaron varias semanas antes del rodaje principal explorando localizaciones en un reconocimiento de exteriores donde se descubrieron muchos sitios montañosos exóticos que no habían sido alterados por la humanidad o por lo que el productor y director Fred Zinnemann llamó "la prisa y la presión" de la escalada moderna. 

- El productor ejecutivo Peter Beale y el productor y director Fred Zinnemann reclutaron a pastores alpinos de los Alpes suizos, que estaban acostumbrados al clima y las condiciones paisajísticas de los picos de las montañas extremadamente frías, para ayudar con la producción de esta película, que incluyó la preparación diaria de las ubicaciones del set antes del amanecer y la llegada de Zinnemann a las 7 de la mañana.

- Los problemas que plagaron la producción, según las notas de la carátula de un video casero para esta película, incluyeron tormentas eléctricas, deshielos repentinos, evacuaciones en helicóptero, enfermedades, lesiones y temperaturas extremas de frío y calor a gran altitud. El texto de la carátula añadía que la producción se enfrentó a todos los peligros de frente. 

-  La revista People informó en su edición del 22 de noviembre de 1982: "Para hacer esta película, ambientada en lo alto de los Alpes suizos cerca de St. Moritz, el director Fred Zinnemann filmó en cuevas y grietas, durante avalanchas, en glaciares y paredes de roca escarpadas, con temperaturas entumecedoras a altitudes impresionantes y desde helicópteros que volaban".


Demasiada odisea o demasiadas desventuras, para una película en la que la aventura y la escalada pierden algo de protagonismo y se ven disputadas e invadidas por un drama entre la felicidad y la infelicidad, que puede haber en una pareja, o simplemente como a cada esquina de la calle te puedes encontrar una situación diferente, o como puedes encontrar la desgracia haciendo algo que realmente te gusta.

Realmente el director hace reflexionar con ello a través de la historia que muestra en la pantalla, no solo para aquellas personas que estén en pareja, si no también a cualquier persona sea cual sea su situación, y como hay que intentar ser felices, pero también ayudar a los demás a serlo o no serlo a costa de la infelicidad de otras personas.


La historia ocurre en un período de tiempo de tan solo unos días, parete del título "Cinco días", lo cual me lleva a pensar ahora que el verano empieza a converger hacia su ocaso, no porque no haga buen tiempo todavía, si no porque el ritmo de vida marca que en el mayor de los casos es el comienzo de un nuevo curso, nueva temporada o vuelta al trabajo, que tan solo cinco días pueden hacer de un verano inolvidable, desde el lado positivo, o que ha pasado un verano más y apenas te puedes quedar con cinco momentos del mismo, en el lado negativo.









Valoración:                        6/10














30 agosto 2024

La secta de los falsarios (1988)

 






La última película que vi, La gran aventura de África, me recordó a otra que había visto con un título casi idéntico, La gran aventura de La India, y que me hizo pensar en las pocas películas ambientadas o rodadas en este país que había visto, y justo, casual e involuntariamente me topé con una que desconocía completamente que tuviera como escenario este país, en este caso ambientada en la época colonial que ejerció Gran Bretaña en este país.

Y si aquella película fue de lo que más se me pudo asemejar (saliendo muy mal en la comparación evidentemente), con Indiana Jones y el Templo Maldito, en ésta tenemos al actor que yo creo podría haber sido la alternativa a Harrison Ford si la saga de Indiana Jones hubiera seguido después de La última cruzada y Ford no hubiera sido el protagonista.

No obstante, Pierce Brosnan, alcanzó luego el papel protagonista de otro personaje cinematográfico todavía más importante y muchas más veces llevado a la gran pantalla, como es James Bond, al que interpretó hasta en cuatro ocasiones.

Aunque evidentemente para mi Pierce Brosnan siempre irá asociado a su personaje de Remington Steele, una de esas series míticas de los años 80, pero mucho menos emitida en televisión que otras. De hecho hace un año o así me puse a ver episodios de esta serie porque no veía nada desde el siglo XX y por lo menos lo que vi de la primera temporada, me decepcionó ligeramente, no es como yo lo recordaba, aunque también hay que decir que fueron 94 episodios y posiblemente mis buenos recuerdos de esta serie vengan de episodios posteriores.


Pero este personaje es el que le hizo labrarse un nombre y unos contratos suculentos , sobre todo en la década de los noventa, que fue su época más prolífica y con títulos más importantes, ya que además de las películas de James Bond protagonizó otras como Mars Attacks!, Un pueblo llamado Dante's Peake, El secreto de Thomas Crown o Búho gris.

Como británico, más concretamente irlandés, encajaba mejor en este papel que sus competidores por él mismo, que parece ser que fueron Christopher Reeve y Treat Williams. A mi, personalmente, Reeve no me encajaría nada en este papel una vez vista la película.

El resto del reparto es bastante anónimo, con la curiosidad de que dos actores, padre e hija en la vida real, interpretan a sendos personajes que son padre e hija en la película, curiosidad ésta de la que ahora mismo no tengo conocimiento que haya visto en otra película.


La película está ambientada en torno a 1825 y según los créditos finales está rodada íntegramente en locaciones situadas en La India. Aparentemente si que lo parece, pero tampoco eligieron las mejores posibles dentro de las multiples posibilidades que seguramente ofrezca el país.

No obstante no creo que ese sea el problema por el que a me no me ha entusiasmado la película, si no que más bien la historia no me transmite nada. A veces se hacen películas de acontecimientos históricos poco interesantes. Y es que el título puede parecer atrayente, pero al final no deja de ser la historia de un grupo de ladrones bastante vulgar y con poco interés.

Recuerdo la palabra secta cuando era niño como algo bastante peligroso o macabro, sobre todo por un acontecimiento (que no necesito buscar en Wikipedia o Internet), que me causó tanto impacto que todavía lo guardo intacto en la memoria, como fue la muerte de decenas de seguidores de la secta de Los Davidianos, cuyo líder espiritual era un tal David Koresh, en Waco, Texas.


La película me parece lenta para tratarse de una película de crimen y robos, desfocalizada del asunto principal, mostrando escenas de folclore largas, poco importantes y monótonas y dando muy poco protagonismo al aspecto colonial y al destacamento británico en el país asiático.

Muchas subtramas que no llevan a ninguna parte, lo que sugiere que los productores estaban tratando de llenar los 98 minutos con algo. De manera similar, la película languidece durante los primeros veinte minutos hasta que empieza a moverse.

El director Nicholas Meyer intenta transmitir el encanto de una cultura antigua como la India, pero la película no tiene el estilo suficiente para camuflar su descuidada falta de sustancia, y los gestos simbólicos de sabor y atmósfera de época no se extienden más allá del buen diseño de vestuario y un misticismo esotérico de escasa calidad.

Esta historia de aventuras y traiciones en la India británica es sólo una película de serie B con pretensiones exóticas, que se quedan en un suficiente raspado o un rotundo suspenso.









Valoración:                                 4/10















24 agosto 2024

Un verano para recordar (1974)

 





Pues un año más, éste tampoco será en mi caso un verano para recordar, y ya van por lo menos cinco consecutivos sin nada positivo, salvo pequeños detalles como alguna película interesante que he descubierto este verano, más allá de cualquier momento de evasión de problemas vía café o paseo con algún amigo.

Aunque precisamente, mi digamos último verano para recordar, en 2019, estuve por Italia, y entre otros sitios en Milán, que aunque no tenga mucho protagonistmo visual en esta película, si que se la nombra en unas cuantas ocasiones.

Lo curioso, es que realmente esta película también debería llamarse un verano para olvidar, y no para recordar, porque no trata de acontecimientos que divertidos que merezcan la pena ser recordados, sino más bien todo lo contrario.

Así que me puse a ver la película esperando quizás algo entretenido y me encontré con todo lo contrario. Aunque ya suponía que no estaba ante una película veraniega al uso, ya que es una década anterior a la explosión de esas comedias vacacionales y veraniegas ... y por que es una película italiana, que me sirvió para contraponer a la anterior francesa que acababa de ver.


En los años setenta del pasado siglo el cine italiano tenía una importancia increíble, ya no sé si estaba a la altura del cine británico en cuanto a calidad, pero en cuanto a cantidad, era increíblemente prolífico, con todavía el género Spaghetti Western muy activo, películas de mafia abundantes, de crímenes y acción sin tener por que estar la mafia de por medio, dramas como éste, comedias ... y además todas las películas de los increíbles Bud Spencer y Terence Hill, que digamos que es un subgénero propio y que se dieron mayoritariamente en esta década.

Aunque quizás este tipo de película sea el menos habitual, o por lo menos yo no he elegido películas parecidas, si que demuestra la amplitud de géneros a tratar.

También es cierto que por esa época había muchos directores italianos con cierta reputación y también la mayoría de ellos con bastante actividad, ya que no son directores cuya filmografía se quede en diez o quince títulos de crédito, si no que alguno de ellos pudo llegar hasta a cien, cosa que para un director es algo realmente complejo de ver.

En el caso de Sergio Martino (1938), todavía vivo, el contador se quedó en 62, siendo la última de hace más de una década ya.
Es por lo menos ya la tercera película suya que veo desde que escribo el blog, junto a las interesantes La montaña del Dios caníbal y La isla de los hombres peces, y repasando su filmografía se puede apreciar el detalle que había comentado antes, bastantes películas y muy variadas en cuanto a su temática.

Una película suya que siempre he querido ver es Una australiana en Roma, con una jovencísima Nicole Kidman, pero creo que esa película no está doblada al castellano, y como no me conforme con verla en italiano a ver que entiendo, creo que me quedaré sin verla.


Ésta es una película extraña, con niños protagonistas, pero con una historia muy dramática, y realmente aunque no la considero mala como tal, si que creo que no tiene mucho potencial público, aunque no obstante creo que es una película difícil de conseguir.

Con dos actores no italianos medianamente conocidos como Senta Berger y John Richardson, la película es extremadamente anónima (tan sólo 54 votos en IMDb), pero tampoco yo la recomiendo encarecidamente y por tanto hacerla más popular.









Valoración:                           5/10












19 agosto 2024

Tres aventureros (1967)

 






Se murió Alain Delon (a los 88 años, justo en el día que otro gran actor Robert Redford cumplía esa misma edad), así que tocaba noche de homenaje, a un actor que además de ser de lo mejor del panorama europeo, lo llegó a ser también en Hollywood, por su interpretación y por su innegable atractivo y aire de rebelde sin causa (de hecho en algunos sitios se le consideraba el sustituto de James Dean, protagonista de ésta película), y a pesar de considerársele maleducado por mucha gente y ganarse la enemistad de gran parte del sector por sus amistad con Jean-Marie Le Pen y no esconder que era votante de derechas, tenía multitud de seguidores, sobre todo entre el público femenino, evidentemente (fue considerado el hombre más guapo del mundo en algún momento).

Empezó casi de la mano de su compatriota Jean-Paul Belmondo en Una rubia peligrosa. Aunque eran dos registros de actores bastante diferentes, Belmondo más de comedia y acción y Delon más de drama.
La primera parte de su carrera, donde posiblemente estén sus mayores éxitos, fue principalmente en blanco y negro, con películas como Rocco y sus hermanos (película que ha anunciado RTVE como homenaje) y El eclipse, además de El gatopardo (ésta ya en color) donde compartió escena con Burt Lancaster, películas por cierto bastante largas de duración.

Aunque realmente era más su persona y su halo de glamour lo que triunfó en Hollywood, que sus películas. Algunos proyectos para los que le contrató Metro Goldwin Mayer o Columbia se cayeron, tampoco ayudaba su acento, y el hecho de que alguna película francesa como ¿Arde París? no tuviera apenas repercusión en el mercado estadounidense le hicieron desistir y volverse a su Francia natal a continuar con su carrera.


De hecho ésta fue su primera película después de volver de Francia, que fue un éxito en su país y totalmente anónima en Estados Unidos. Y poco después rodó La Piscina, película que vi el año pasado con motivo de la muerte de su compañera de reparto en ella, Jane Birkin, y que fue una película que me causó una gran impresión y por la que empecé a valorar bastante más a Delon y al cine francés en general.

También compartió reparto en esta película con Romy Schneider, con la que mantuvo una de las relaciones sentimentales más largas de su vida, y con la que posteriormente mantuvo una gran amistad hasta la prematura muerte de ella, aunque ninguno de sus hijos fueron con ella.

Pero esta película, además de ser medio maldita para parte del reparto, también estuvo a punto de serlo para el propio Delon. El 1 de octubre de 1968, mientras estaba rodando el thriller La piscina con Romy Schneider, el amigo y guardaespaldas de Delon Stevan Marković fue encontrado muerto en un basurero del pueblo de Élancourt, cerca de París.​ Delon fue invesigado junto con el gánster corso François Marcantoni. Uno de los factores que apuntaban en esa dirección fue una carta de Marković a su hermano Aleksandar, en la que escribió: «Si me matan, todo es por culpa de Alain Delon y de su padrino Francois Marcantoni».

Y es que, precisamente, la investigación policial y una serie de artículos y testimonios de Borivoj Ackov revelaron denuncias de fiestas sexuales en las que participaron celebridades como Delon y miembros del gobierno, incluido el futuro primer ministro francés Georges Pompidou, cuya esposa, Claude Pompidou, supuestamente fue el foco de una serie de fotos comprometedoras en una de esas fiestas.

El caso supuso un gran escándalo en toda Francia y fue el epicentro de la prensa en lo que se denominó el «caso Marković». En una entrevista a la BBC de 1969 se le preguntó por su vinculación al asesinato de Marković, rumores de su vinculación en estas fiestas sexuales y sus preferencias sexuales con directores como Luchino Visconti entre otros. Expresó:


Periodista: La gente, una vez más, no se lo dice directamente a la cara, pero sugieren de manera muy notoria sus gustos homosexuales. Delon: Entonces, ¿qué hay de malo si lo hubiera hecho? ¿O lo hice? ¿Sería culpable de algo? Si me gusta, lo haré. Tenemos un gran actor en Francia llamado Michel Simon y Michel Simon dijo una vez: "Si te gusta tu cabra, haz el amor con tu cabra". Pero lo único que importa es amar.

 

El crimen jamás fue resuelto. 


Mirando entre su filmografía me decidí por ésta, que además no tenía ni entre mi colección, pero tardé poco en conseguirla, y acerté plenamente.

Una película que me sirvió para profundizar en el trabajo de Alain Delon y casi para conocer a un importante actor italiano, como es Lino Ventura, que está tan bien como el propio Delon en esta película, y para descubrir a una, desconocida para mi, actriz canadiense como es Joanna Shimkus, y que era nada más y nada menos que la esposa de Sidney Poitier durante 46 años, hasta la muerte de él en 2022, y con el que tuvo cinco hijos. Quizás por ello dejó de trabajar en 1972, dejando una corta filmografía en su haber.

A Lino Ventura y a Alain Delon no les gustaba mucho trabajar con Joanna Shimkus porque la consideraban poco capacitada para el trabajo. Era una principiante en el mundo de la interpretación.

La película es totalmente original dentro de mis recuerdos cinematográficos y va alternando perfectamente entre diferentes géneros. De un inicial aspecto de comedia, pasa a una película de aventuras, para acabar convirtiéndose en un drama y película de crimen, todo ello muy bien conectado y escenificado.

Digamos que cuando quedan unos 35 minutos la película, u otras películas parecidas, se podrían haber acabado, y me quedé por un momento pensando en que iba a ofrecerme la película durante tantos minutos después de haber presenciado un desenlace habitual muchas veces.

Y ahí la película mejora y sorprende no con giros de guión ni aparición de muchos personajes nuevos, pero si desarrollando una parte que muchas veces queda en el imaginario del espectador, eligiendo para ello un singular escenario, como fue el Fort Boyard, en las proximidades de la localidad francesa de La Rochelle, en la costa atlántica francesa.


En 1983 se hizo una (especie de) secuela, El rufián. La dirigió José Giovanni (que también escribió Los aventureros) y volvió a protagonizarla Lino Ventura. Delon fue reemplazado por el joven actor Bernard Giraudeau, a quien curiosamente tan solo hace unos días vi y descubrí con Una gata ardiente, dejándome una gran impresión, además del siempre irrechazable reclamo de Claudia Cardinale. 

La trama vuelve a ser sobre la búsqueda de un tesoro submarino escondido, pero ahora ambientada en Canadá ... así que quizás sea una película candidata a ver cuando pase un tiempo, ya que son argumentos que siempre me atraen.


Gran película sobre un trío de buscavidas, que siempre buscan la parte positiva de la vida, saben sobreponerse a las adversidades y con un mensaje de amor por la vida a pesar de los problemas.

La calidad de la película reside en la sinceridad y el encanto de la relación entre los personajes, cosa que se puede ver en más películas francesas de la época y que tras ver varias en poco tiempo, a día de hoy, me hace situarlo a la par del cine italiano de la época, a pesar de que hace poco lo estimaba mucho más a éste, y muy por encima del cine español, que salvo alguna coproducción casi siempre es un tipo de película estándar que a mi no me gusta y que no puede acercarse a la calidad de ésta.

Un concepto de amistad quizás en desuso, al igual que un concepto de película olvidado, pero para mi una brisa de aire muy refrescante en este caluroso y despiadado verano, y a pesar de significar la pérdida de un gran actor como Alain Delon.

Películas así nunca deberían pasar de época y todo buen cinéfilo debería verla, aunque haya nacido muchos años después del rodaje.











Valoración:                         8/10