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06 julio 2024

Nada en común (1986)

 







Gracias al director Oliver Stone, el 4 de julio, además de conmemorar la independencia de los Estados Unidos, se convirtió en una fecha muy cinematográfica, gracias a la película que él mismo escribió, produjo y dirigió con ese título y con el protagonismo de Tom Cruise, curiosamente nacido un día 3 de julio.

Así que ese día me gusta ver una película de alguien nacido tal día, y aunque ya le había dedicado un año dicho reconocimiento, los 100 años de Eva Marie Saint eran un argumento obligatorio para que fuera ella la actriz protagonista de mi 4 de julio.

Y es que no suele ser habitual encontrar actores famosos que alcancen el centenario, aunque en los últimos años lo habían hecho Olivia de Havilland y Kirk Douglas, no recuerdo muchos más, quizás Bob Hope. De hecho muchas veces es más fácil encontrarse muertes prematuras por excesos, adicciones o accidentes de circulación.

Quizás para muchos no sea tan conocida o tan importante, pero para mi el solo hecho de ser la protagonista, junto a James Stewart, en una de las mejores películas que he visto como es Con la muerte en los talones, ya la da un status muy alto, y además tiene otros títulos francamente destacados como La ley del Silencio, de Elia Kazan (que tenía predilección por ella), junto a Marlon Brando, película por la que obtuvo el Óscar como mejor actriz secundario y que obtuvo ocho en total, Éxodo, de Otto Preminger y junto a Paul Newman o en otro registro, un western que me gusta mucho como es La noche de los gigantes con Gregory Peck.

Y es que Eva Marie Saint es anterior a los premios Óscar, los más importantes del mundo del cine. Y para ella el Óscar fue algo muy curioso, ya que se lo concedieron a la mejor actriz de reparto, cuando su papel era protagonista, pero consiguió que la nominaran en esa categoría, y se lo entregaron dos días antes de que naciera su primer hijo, junto a su marido el director y productor, Jeffrey Hayden, con quien formó uno de los matrimonios más longevos de Hollywood, nada menos que 65 años, hasta la muerte de él.
Un hecho, el de estar embarazada en el momento de recibir el Óscar, que comparte con otras cinco actrices: Patricia Neal , Meryl Streep , Catherine Zeta-Jones , Rachel Weisz y Natalie Portman.

Tras la muerte del productor Walter Mirisch (Los 7 magníficos) el año pasado, es la persona viva más mayor que ha ganado un Óscar
Y es una de las tres rubias de Alfred Hitchcock que siguen vivas, junto a Tippi Hedren y Kim Novak.

Los créditos de actuación de Eva Marie Saint comienzan en 1947 y terminan en 2022, lo que convierte su carrera de 75 años en una de las más largas en la historia de Hollywood.


Pues además de esas películas importantes que mencioné, tiene algunas más de corte bélico o que me resultaban excesivamente largas y después de dar varias vueltas a su filmografía, me decidí por ésta, que no sé por qué no tenía marcada como prioritaria para ver, cuando aparentemente encajaba perfectamente en mis gustos.

Aquí, ya superados los 60, y con una estrella del momento como Tom Hanks, evidentemente no iba a ser la protagonista, pero tiene un papel lo suficientemente importante como para verla.

Hanks está en un papel que le favorece mucho, el primero en el que posiblemente muestre todo su potencial, y con el que posiblemente pasó de ser solo un actor de comedia a empezar a interpretar dramas indistintamente y con el mismo éxito. Como es un gran actor, con dos premios Óscar en su caso, ya son dos buenos argumentos para recomendar la película.


Pero hay más, el tercero viene sorpresivamente de la mano de su director. Y es que no suelo mirar mucho, o por lo menos recordar o asociar directores con películas, pero al ver el nombre de Garry Marshall, pensé rápidamente en Pretty Woman, y posiblemente en una película de un corte relativamente similar, ya que la impronta de un director suele ser reconocible en películas del mismo género. Y además también fue el director de otra película interesante que vi y comenté aquí por motivo de la muerte del actor Ray Liotta, como es Los locos del bisturí.

Así que me sorprendió que con estos tres mimbres ya fuera una película que había pasado completamente por debajo de mi radar y en general creo que una película bastante desconocida aquí, ya que ni siquiera tenía una breve descripción de la película en español, en la página de IMDb.


Aunque no me gusta repetir actores, directores o películas parecidas habitualmente, aquí de la mano de Garry Marshall venía de nuevo el actor Héctor Elizondo, al que acabo de ver en Punto de recreo y que luego volvió a colaborar con Marshall en Pretty Woman, así que otro punto positivo para esta película.

Pero por si fueran pocos, hete aquí que aparece en pantalla un veterano actor al que apenas había visto, como Jackie Gleason, y de la mano de un fantástico actor de doblaje irrumpe en la película no eclipsando el personaje de Hanks, pero captando tanta atención casi como el suyo. Su presencia es realmente importante e impactante, y es otro argumento de peso para que veais esta película.


Y su contratación no fue fácil y se produjo casi a última hora. Se rumorea que el director Garry Marshall no quería seguir adelante con la realización de esta película sin la inclusión de Jackie Gleason. Con mala salud, Gleason se había cansado de hacer películas y deseaba retirarse del negocio. Después de varios intentos de convencerlo, Marshall finalmente llamó a Gleason por teléfono e insistió en que si no hacía esta película, la última película por la que sería recordado sería el fracaso de taquilla Los caraduras 3 (1983). Gleason aceptó inmediatamente la oferta con la condición de que este sería su último papel como actor.

Aunque creo que habría interpretado igualmente bien el papel en otras condiciones, el estado de salud de Gleason hacía que fuera el ideal para ese personaje y que no tuviera que hacer excesivos esfuerzos en meterse en la piel de él.

Jackie Gleason estaba gravemente enfermo de cáncer de colon, cáncer de hígado, había tenido una trombosis, hemorroides, diabetes y flebitis durante toda la producción. Una noche, durante el rodaje, le confesó a su hija que le quedaba poco tiempo de vida. Murió casi un año después del estreno de la película, tiempo suficiente para verla en persona y, según se dice, la disfrutó mucho.


El director Garry Marshall describió esta película como una exploración humorística y conmovedora de "cuánto debemos a nuestros padres".
Mientras, Hanks dijo que su personaje, David Basner, le hizo reconsiderar su propia relación con sus padres. El papel supuso un reto para Hanks, que tuvo que afrontar un desafío emocional completo.

Además de ese cuanto le debemos a nuestros padres (casi siempre verdad), que planteaba Marshall, y el como me llevo con ellos que planteaba Hanks, a mi también me hizo valorar otro aspecto, y es el de los hijos únicos y su responsabilidad y problemática en estos casos. Casi no tengo amigos que sean hijos únicos, ya que en la generación de nuestros padres raro era que no se fueran dos o tres hermanos. Pero si que tengo una amiga, hija única, y que además está sufriendo como el protagonista de la película, problemas de salud en sus padres, lo cual le supone a ella tener que estar pendiente de todo lo que puedan necesitar y acudir al médico con ellos todas las veces que necesiten, cosa que te entiendo que te puede llegar a desesperar ante la incapacidad de compartir esos momentos complicados y no deseados con algún hermano.

La película comienza como una comedia pero finalmente se convierte en un drama, pero está muy bien endulzado por Marshall.

Y como colofón y el último argumento para que no dejéis de ver esta película esta el frecuente aliciente de una banda sonora amplia, interesante, ochentera, y con dos canciones más que desconocía que puede agregar a mi carpeta de canciones de cine, la que da título a la película (título original claro), Nothing in common de Thompson Twins y sobre todo If it wasn't love de Carly Simon.

Una película que por un lado te hace apreciar lo bonita que es la vida al verla como espectador, y lo dura que es si te metes en el personaje del protagonista o tienes problemas similares.









Valoración:                               8/10
















12 junio 2024

Lunes tormentoso (1988)

 






De vez en cuando me gusta ver una película cuyo título coincida con algún acontecimiento actual, la fecha del año, o algún evento que se vea reflejado de manera meramente anecdótica en el título de la película, así que aproveche un excepcional lunes lluvioso y algo tormentoso, nada habitual desde hace tiempo en este mes de junio y me dispuse a ver este Lunes Tormentoso.

No pasará a engrosar la lista de joyas escondidas ni las mejores películas que he visto, pero si que tiene bastantes matices.

Dirigida por el británico Mike Figgis (en su primer largometraje), cuyo título más importante es Leaving Las Vegas (1995), también había visto suya no hace mucho Pasiones Prohibidas (1991), y juntándola con ésta se ven claras coincidencias y un sello propio del director que te ayudaría a identificarlas como a dos hermanos parecidos sin que supieras que lo son.


Para el reparto contó con cuatro actores protagonistas, dos británicos y dos estadounidenses (parece ser que había huelga de actores en América en aquellos momentos y le ayudó a conseguir dos grandes actores americanos para el reparto), y además los personajes que interpretan son identificados cada uno de su lugar de origen.

No sabría decir en que orden salarial se movieron ambos cuatro, ni quien podría calificarse como más  protagonista de la película, pero quizás si que tienen más cuota de pantalla y sus personajes despiertan más interés, tanto Sean Bean como Melanie Griffith, principalmente él.

Él todavía era un actor poco conocido fuera de las Islas Británicas, mientras que ella ya llevaba unas cuantas películas a sus espaldas. Resulta curioso como el personaje de Melanie Griffith le confiesa al de Sean Bean, que es originaria de Minnesota, concretamente de una localidad llamada New Ulm, que es justamente el sitio en el que nació su madre, Tippi Hedren. 

Junto a ellos dos, un prototipo de tipo duro por antonomasia, como es Tommy Lee Jones, además acompañado por su voz de doblaje habitual (la misma de El Fugitivo o Alerta Máxima), que hacen un binomio mágico, y remarcando para mi la importancia del doblaje y la necesidad también de asociar a un buen actor con una voz habitual, y no cambiarle su actor de doblaje con frecuencia.

Y completando el cuarteto el cantante Sting, otro de los que decidió probar suerte en la actuación como repasaba recientemente a raíz de una película con Jennifer Lopez, sin tampoco hacer demasiadas intervenciones.

Tommy Lee Jones tiene un premio Óscar y Melanie Griffith y Sting fueron candidatos al premio.

Me resultó sorprendente el aire que se me dieron en esta película Sean Bean a Patrick Swayze y el propio Sting a David Beckham.

El director Mike Figgis decidió situar esta película actualizada de Cine Negro en la septentrional ciudad británica de Newcastle, lugar de nacimiento precisamente de Sting, la cual nunca había visto en una película y de la que casi no tenía una imagen mental, proporcionando un escenario diferente e interesante, aunque no deje de ser una ciudad gris británica con sus zonas industriales y su escaso atractivo.

Como digo una película donde la mafia y la corrupción se mezclan pero con una perspectiva un tanto diferente, ni el crimen tiene un protagonismo continuo, ni tampoco se vuelve descafeinada con motivos humorísticos innecesarios.
En cambio va dejando que otras historias fluyan alrededor de la trama, un tanto débil, extraña y poco interesante eso sí, y además de una historia de amor casi a primera vista, se van mezclando retazos de cultura británica, americana y polaca con el sonido del jazz de fondo (aunque no suene excesivamente bien ...).


Podríamos decir que la atmósfera por si sola le da una buena valoración a esta película.











Valoración:                                  6/10













03 enero 2024

Noches de Broadway (1989)

 





No sé de que manera, casualmente, me encontré pocos días antes de finalizar el año con que esta película estaba ambientada en el primer día del año (bueno, la madrugada del 31 al 1), así que me lo anoté y me dispuse a verla en la noche del día 1 de enero.

Aunque la película tenía título de musical, y no es mi género favorito de lejos, mirando el reparto, y con esa coincidencia de ver una película ambientada en año nuevo ese día, era muy difícil decirle que no.

Un reparto con muchos actores conocidos y compartiendo protagonismo a la vez, sin ser ninguno protagonista principal de manera evidente.


- Matt Dillon, un actor que nunca me convenció mucho, o más bien las películas en las que interviene. Ya era un actor muy importante en esa época, ya que había protagonizado dos de sus mayores éxitos, Rebeldes y La ley de la calle.

- Madonna, que evidentemente es cantante y no actriz, pero que ha hecho sus pinitos en el cine, y que también había rodado parte de sus papeles más importantes, como en Buscando a Susan desesperadamente, Shanghai surprise o ¿Quién es esa chica?

- Rutger Hauer, posiblemente el actor holandés más importante, con numerosos y versátiles papeles, quizás su interpretación en Blade Runner sea la más popular.

- Jennifer Gray, asociada principal e indisolublemente a Dirty Dancing, y con un papel un tanto soso e inexpresivo aquí, con ese halo de niña que siempre tuvo.

- Randy Quaid, el hermano mayor y menos agraciado que su hermano en cuanto a atractivo, pero que volvió a hacer una gran interpretación desde su 1,96 metros de altitud.

- Esai Morales, un actor que me encanta, por lo menos en las películas que le he visto, en especial La Bamba y Rapa Nui, aunque aquí con un papel poco protagonista y extraño.


Y además, entre el resto del reparto, con un papel muy residual, aparece otro interesante actor secundario, como es Steve Buscemi.

Todos ellos dirigidos por un director, en su único largometraje, ya que había contraído el SIDA poco tiempo antes de empezar el rodaje y falleció antes de su estreno.


Con ese elenco, cualquiera diría que sería una película interesante, pero a mi había dos cosas que me alertaban de que posiblemente no me gustase.

- La primera que estaba ambientada en 1929, y casi siempre las películas de los años setenta y ochenta ambientadas en la primera parte del siglo veinte no me suelen enganchar.

- La segunda, que a pesar de todo ese elenco de actores, la película es totalmente desconocida en España, lo que hace indicar que no triunfó en la taquilla americana, y posiblemente ni se estrenaría aquí en cines, no he encontrado información al respecto.


El caso es que rápidamente me di cuenta de que no era mi tipo de película preferida. Siempre he dicho que hay géneros de cine que no casan bien entre si, en especial la comedia con algunos otros, y me encontré con una especia de recreación de película de cine negro, totalmente anacrónico ya en el año 1989, con un poco de comedia y crimen, que a mi modo de parecer no casaron bien entre si.


Con todo eso, la película no aprovecha a la mayoría de los actores, porque en mi opinión no encajan bien en este tipo de película, especialmente Rutger Hauer, quedando como el único resaltable e interesante el personaje de Randy Quaid.


Seguramente este tipo de películas tenga sus devotos, o sus seguidores, pero para mi es un desperdicio de un gran elenco, y un guión poco atractivo, supongo que principalmente por lo extraño, diferente y poco atractivo que resulta lo que ocurría en esa época, hace casi 100 años, o por la recreación que se hace de ello.












Valoración:                                      4/10













13 octubre 2020

Conducta inmoral (1993)

 







Una de las actrices más importantes de los últimos 20 años, por la que he ido alguna vez al cine y de lo poco que salvo de este siglo XXI, es Naomi Watts.

No sé exactamente cuando empezó a despegar su popularidad y reputación, supongo que a partir de Mullholland Drive de David Lynch, un director al que me niego a ver más después de ver algún fragmento de alguna película suya, y que después prosiguió con The Ring, 21 gramos o King Kong.

Me puse a investigar a ver hasta donde se remontaban sus inicios y me encontré con que tenía esta película de principios de los 90, que es una época que se suele adaptar a mis gustos.

Junto a ella comparte protagonismo Jimmy Smits, un actor con un rostro muy reconocible pero que no sé muy bien a que asociar esa familiaridad, supongo que a la serie de finales de los 80, La ley de Los Ángeles.

Con rasgos claramente caribeños, desciende de madre dominicana puertoriqueña y padre de Surinam, de ahí el apellido Smits, también  bastante reconocible como holandés.
El caso es que, a pesar de lo familiar que resulta, su filmografía no es extensa y es poco conocida, siendo yo creo ésta la primera película que veo.

Una producción australiana, de la que sigo viendo películas interesantes, y más de las que esperaba, en este caso sin recaer el protagonismo en actores autóctonos, pero por ejemplo Naomi Watts da un gran parecido con Nicole Kidman.

Una película que podríamos calificar como thriller, un género bastante típico de esos primeros 90's, habitualmente a través de TV Movies, y que en este caso mezcla algunos asuntos habituales, como acoso, abusos, denuncias, juicios ...

La película no es una maravilla, pero me ha valido para ver a una de las primeras Naomi Watts, y presentarme a Jimmy Smits, y aporta por ejemplo de novedoso, interesante y diferencial, algunas notas de jazz que suenan bastante bien.









Valoración:                            5/10