Mostrando entradas con la etiqueta Muertes. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Muertes. Mostrar todas las entradas

29 diciembre 2024

Colisión en la nacional 5 (1976)

 





Pues alcancé las 500 entradas en mi blog, y para tal efeméride estuve dudando en a quien dedicarle dicho evento. Ya quedan muy pocos actores/directores vivos nacidos en la década de los años veinte del siglo pasado.

Recientemente le dediqué una entrada a Dick Van Dyke por su 99 cumpleaños y meses atrás a Eva Marie Saint por sus 100 años. Podía también haber valorado a otros actores muy veteranos ya, pero nacidos en la siguiente década, como Gene Hackman, Clint Eastwood o Robert Duvall, pero a todos los considero como un poco más modernos, no tienen ninguna película importante en los años 50 por ejemplo.

Además Hackman y Duvall empezaron a ser importantes yo creo que allá por los años setenta ya, y Clint, que creo que es el actor vivo más importante, pues es difícil encontrar alguna película suya que sea poco conocida, tanto en su faceta de actor como en la de director.


Así que elegí una persona, que siempre me ha parecido poco valorada, y que tiene papeles importantes en grades películas, como por ejemplo una de mis películas favoritas, Centauros del desierto (1956), pero también en Psicosis (1960), y completando su podio de películas más importantes podríamos poner El hombre que mató a Liberty Valance (1962). Estoy hablando de la actriz Vera Miles.

Una de las muchas actrices (y actores) que usan un nombre artístico, en su caso podríamos decir que semi artístico. Cambió su nombre a Vera Miles (derivado de su primer nombre de casada) al llegar por primera vez a Hollywood, debido a que ya había una Vera Ralston que trabajaba allí en ese momento.

Su éxito como reina de belleza (en 1948, quedó en tercer lugar en el concurso Miss América y después fue coronada Miss Kansas) la llevó a trasladarse a Los Ángeles en 1950, donde pronto comenzó a desempeñar pequeños papeles en cine y televisión, entre las que se encontraba una participación menor en el musical Dos billetes para Broadway (1951), que estaba protagonizado por Janet Leigh, con quien Miles protagonizaría nueve años más tarde la película Psicosis de Alfred Hitchcock. Atrajo la atención de varias productoras, con las que trabajó como modelo publicitaria, como era habitual en esa época para la mayoría de las aspirantes a estrellas en Hollywood.

Fue una de las actrices favoritas de Alfred Hitchcock después de que Grace Kelly se retirara, pero el embarazo le impidió interpretar muchos papeles protagonistas. De hecho estaba previsto que rodara otra gran película como Vértigo (1956), pero el embarazo hizo que el papel fuera a manos de Kim Novak (otra que podía haber considerado para esta entrada número 500, porque aunque es ligeramente más joven (1933), si que tiene papeles en la década de los cincuenta), con la que no logró conectar nunca.

Y es que tuvo hasta cuatro hijos, con tres maridos diferentes (de los cuatro que tuvo), uno de ellos el también actor Gordon Scott, que interpretó a Tarzán en varias ocasiones, cuando quizás se daban más las relaciones y matrimonios entre compañeros de la profesión.

Vera Miles pudo ser musa, pero decidió ser simplemente mujer y su peso en el cine es mayor de lo que dice su popularidad y el conocimiento sobre ella (seguro que muchos ni siquiera la conocen).


De entre su filmografía, teniendo en cuenta lo que tenía disponible, me fijé en esta película para televisión, que aparte de coches y carreteras, que suele ser un binomio que me gusta bastante, y en los años 70 me permitiría ver coches americanos clásicos de aquella época, tenía la conexión de contar en el reparto con Terry Moore, también nacida en 1929 como Miles, y también viva. Una actriz todavía menos conocida pero que llegó a recibir una nominación al Óscar en la categoría de actriz de reparto.

Pero había más detalles que llamaron la atención apriorísticamente. El resto del reparto, con varios nombres que me restultaban familiares, en especial un relativamente joven Tommy Lee Jones, la curiosidad de un padre y una hija en la vida real dentro del reparto, o el nombre de Bill Conti al frente de la banda sonora de la película, uno de mis favoritos, conocido especialmente por sus trabajos en la saga de Rocky o en Evasión o Victoria.

Así que me aventuraba con otra Disaster Movie de los años 70, con una catástrofe diferente a las que había venido viendo hasta ahora, y que me sorprendió con una situación que hasta ahora no había visto y que pensé que me había estropeado la película.

Y es que la película cuenta al principio lo que va a suceder al final, de hecho hay unos minutos, pocos, que se repiten tanto al principio como al final de la misma. Pero por suerte, pude comprobar al final que ese preámbulo no me había desvelado quienes morían en el accidente.

Así que aunque es claramente catalogable dentro de este subgénero casi exclusivo de los años 70, si no nos cuentan al principio de la película el desenlace final podríamos catalogarla como un drama o película de acción, digamos que no tiene la estructura habitual de las películas de catástrofes, en las cuales el desastre es al comienzo de la misma, o se prolonga durante gran parte de la película, pero a diferencia de algunas películas de este tipo, las historias de fondo individuales son realmente interesantes, aunque a veces pueda parecer un poco telenovela.

Con lo cual a diferencia de otras películas de este género, el desastre o catástrofe se produce al final de la película y mientras tanto nos va contando las vidas en las horas previas de varios de los protagonistas que van a converger en dicho accidente, con la curiosa característica de que casi todos los personajes aparentemente llevan vidas ociosas.


Una película que a mi parecer pretende enfatizar en que detrás de cada accidente, de cada víctima, hay algo más que la correspondiente estadística. Detrás de cada víctima de tráfico hay una persona con su propia historia que contar, y eso es lo que esta modesta pero admirable película de catástrofes hecha para la televisión quiere enfatizar.









Valoración:                          6/10















22 diciembre 2024

Ángeles sin cielo (1993)

 





Habitualmente suelo tener la costumbre de ver una película por el día de mi cumpleaños, ya que tampoco hay mucho que celebrar y además en esta ocasión además de mis problemas de salud estaba con un resfriado importante.

En otros años solía ver una película de un actor o director que hubiera nacido mi mismo día, pero entre que no abundan los intersantes en dicho día o incluso ya había repetido alguno decidí cambiar la fórmula por una película en cuyo título llevara mi nombre, y es que con Ángel o Ángeles tengo unas cuantas.

Eso sí, tenía bastantes de acción y quería que mi nombre resaltara con otro tipo de película, que fuera la acepción más cercana o parecida a un Ángel del cielo (también por la proximidad de la Navidad y la figura obligatoria del Ángel que anunció el nacimiento de nuestro señor Jesús), y ésta me llamó la atención y consideré que era la idónea.


Y además nada más empezar la película me encontré con una temática que hacía mucho no me encontraba, como son los mendigos o vagabundos, unas personas especialmente olvidadas en estos días de Navidad, en la que todo el mundo debería estar acompañado y estar cerca de su familia, y quizás ellos queden en el más absoluto olvido.

También me tocó la fibra y me vi representado en como muestra a una persona enferma que queda totalmente desamparada después de la enfermedad, y como estos mendigos/enfermos llevan su tragedia con optimismo y fe en una vida mejor, dando una clara enseñanza a gente que se viene abajo por cosas mucho menores o insignificantes.

Por no hablar de sus humildes sueños y aspiraciones, el conseguir un techo bajo el que poder dormir y no tener que hacerlo en circunstancias inaceptables para cualquier ser humano, mientras otros sueñan con grandes mansiones, vehículos de lujo o multiples viajes paradisíacos, todo consumismo, frente a una inocente humildad.

Estas personas con un caparazón duro por la experiencias al límite que pasan día tras día pero frágil a su vez por lo cerca que están del abismo, no tienen porque ser personas sin educación o que hayan cometido muchos errores que les hayan llevado a esa situación, si no que un simple golpe de mala suerte te puede llevar a ello, mientras la gente miramos para otro lado al pasar a su lado o andamos más deprisa para esquivar su presencia. Y además seguramente tienen un concepto de la lealtad muy diferente y mucho más fuerte que la mayoría de las personas normales, tú me cuidas y yo te cuido, mientras las personas normales no queremos oir hablar de tener que cuidar a nadie y solo estamos para las cosas buenas.

Incluso cuando dejan este mundo la vida es cruel con ellos. Seguramente, como nos muestra la película, muchos estén enterrados en una fosa común o incinerados anónimamente. E incluso como nos muestra la película, las fotos que quedaron como su único recuerdo desaparecen, sin dejar rastro de la individualidad de ese ser humano, su huella, que seguramente algo de bueno tendría, o a lo mejor simplemente no tuvo nada de malo y eso ya es mucho más que otros que no han tenido esa vida.


Los encargados por el director de llevar a cabo esta película denuncia, que trata de ofrecer una mirada a los desfavorecidos, fueron Danny Glover y Matt Dillon.
Son dos actores que nunca me habían apasionado, pero tengo claro que esa impresión era en base a ver películas suyas que no me cautivaron o personajes con los que no contraje ninguna empatía, y que por tanto trasladé a los actores reales.

Tanto Dillon como Glover para prepararse para esta interpretación decidieron experimentar la realidad de los mismos previamente para obtener una representación lo más real posible.
Matt Dillon estudió la esquizofrenia durante dos meses para meterse en el personaje y Danny Glover se hizo pasar por una persona sin hogar de incógnito para tener una idea de las luchas y dificultades que padecen las personas sin hogar.

Matt Dillon y Danny Glover ofrecen actuaciones sutiles pero lo suficientemente poderosas como para hacerte olvidar que son actores y creerte todo el tiempo que son vagabundos. No siempre la película más taquillera de un actor tiene porque ser su mejor interpretación, y para mi hasta la fecha esta es la mejor actuación de ambos que he visto, con sobresaliente para Glover y rozándolo Dillon.

Dos buenos secundarios como Ving Rhames y Joe Seneca, acompañan y realzan a los dos protagonistas.

Nunca he estado en Nueva York y no sé cuanto de real tienen estas localizaciones (Distrito Apache, el Bronx, fue la que mejor plasmó esta realidad de Nueva York), o por lo menos en la actualidad, que nos muestran barrios totalmente marginales, peligrosos, desatendidos que parece difícil que puedan existir en la ciudad de los negocios por excelencia, pero que dotan de un valor extraordinario a una película como ésta.
No obstante, igual los alcaldes de estas ciudades se equivocan en perseguir a unos mendigos con unos sueños totalmente inofensivos y que solo luchan por sobrevivir un día más y ver un nuevo amanecer.


Pero claro, todo esto es lo que nos muestra la película, pero cuanto de real tiene, o cuanto se parecen los vagabundos de hoy en día a los que nos quiere mostrar la película, o que porcentaje de los vagabundos tienen este perfil tan tierno, desprotegido e injustamente tratado por la sociedad.

No obstante piensa que casi es más fácil que seas vagabundo que millonario.

Sea como fuere, Ángeles sin Cielo es la historia de unas personas que ni son Ángeles ni irán al cielo pero que podrían dar una gran lección a otros que se creen Ángeles o se piensan que tienen el cielo ganado.

Ojalá Dios acoja a estas personas en su gloria y les compense la desgraciada y triste vida terrenal que han tenido.










Valoración:                            8/10













17 diciembre 2024

Artic Blue (1993)

 






Ya hace unos años vi un fragmento de esta película, sin verla empezar ni terminar, y me quedé con las ganas de verla completa, y hasta ahora no me había puesto con ella. Bien es cierto también, que la parte que vi resultó ser la más interesante y al final no se cumplieron del todo las expectativas que tenía con esta película.

Igual que en verano veo muchas películas con ese ambiente y ese espíritu veraniego y vacacional, en invierno no suelo tener la misma capacidad de ingenio y ponerme a ver unas cuantas de corte invernal, aunque hay que reconocer que el repertorio veraniego es mucho mayor que el de esta época del año, evidentemente entiendo que los costes de producción y las adversidades e incomodidades para rodar en el frío o la nieve son mucho mayores que en época de buen tiempo, donde además puedes elegir cualquier tipo de emplazamiento.

Y no es porque la nieve no me guste, ojalá pudiera ver nevar más o salir a pisarla, pero el hecho de vivir en una gran ciudad, donde es casi imposible verla, te hace tenerla menos presente mentalmente y a la hora de la verdad no caigo a la hora de elegir una película.

Hablando de pensamiento mental recurrente, seguro que a gente que viva en un entorno más invernal se le ocurriría con más frecuencia ver este tipo de películas, como cuando vi un pequeño reportaje meteorológico en la Península del Labrador, Canadá, un lugar que tiene muchos días de niebla al año (no sé si 200), y se les pidió a los niños de una escuela, en torno a 6 años, que hicieran un dibujo, y en la práctica totalidad de ellos estaba la niebla presente en el dibujo.

Esta película también se rodó en Canadá, pero en la otra costa, la oeste, en la Columbia Británica, lugar de muchos rodajes cinematográficos y en particular de estas películas con nieve, algunas de ellas intentando simular que están en Alaska.

Lo cual me lleva a conectarlo con películas que se ambientan allí, o que incluso tienen la palabra Alaska en el título

- Alaska, de Fraser C. Heston (1996)
- Alaska, tierra de oro (1960)
- Aventuras en Alaska (2002)
- En los mares de Alaska (1954)
- Los corruptores de Alaska (1955)
- Perdidos en Alaska (1996)


Y luego, posiblemente el título con el que más se sientan identificados muchos espectadores, sobre todo de mi generación o un poco mayores, como es la serie Doctor en Alaska, la cual yo apenas vi, pero que nunca he descartado verla ahora con el tiempo, ya que me gustan las películas ambientadas allí, y su canción era todo un reclamo para verla.

Aquí una lista de películas con un escenario parecido, que la persona que ha tenido a bien elaborar ha llamado



Y tenía grandes esperanzas depositada en esta película, porque tiene detalles que me recuerdan a cuatro películas ambientadas en un entorno frío y hostil similar que me gustaron mucho.


- A Máximo Riesgo por el entorno y los criminales
- A Viven por el accidente de avión en la nieve
- A Las Aventuras de Jeremías Johnson como película icónica de supervivencia en la nieve
- A En Tierra Peligrosa por el entorno y el mensaje o guiño medioambiental


Pero la película no acaba de cuajar, básicamente por un guión pobre y porque nadie secunda la siempre sólida actuación de Rutger Hauer, siendo la mayoría del elenco que le acompaña bastante anónimo, y no es de extrañar viendo sus interpretaciones aquí.


Hauer ha sido el mayor exponente del poco conocido internacionalmente Cine Holandés, junto al director Paul Verhoeven que tiene en su haber títulos como Robocop (1987), Desafío total (1990) e Instinto Básico (1992). De hecho colaboraron en varias ocasiones, pero rompieron su química y su contrato a raíz de un incidente en Los Señores del Acero (1985).

Cuando Hauer debutó en Estados Unidos, le aconsejaron que utilizara un nombre que sonara más inglés para atraer más al público estadounidense. Él se negó, pensando que su carrera en Estados Unidos sería de corta duración, pero el éxito de Blade Runner (1982), en la que él era uno de los protagonistas le llevó la contraria. Curiosamente Blade Runner estaba ambientada en 2019, año en que falleción Hauer.

En algunos sitos le llamaban el Paul Newman holandés (yo no le veo parecido ni en lo físico ni en el tipo de papeles que solían interpretar), a lo que él a veces contestaba "No sé qué tiene de atractivo. Veo que tengo ojos azules y no parezco el jorobado de Notre Dame, pero no entiendo el alboroto".

Se especializó bastante en papeles de villano o psicópata, o por lo menos son sus interpretaciones más recordadas, como por ejemplo en Autopista al infierno (1986), aunque él quería que no se le encasillara e intentaba buscar variedad de personajes.


Y es que las dos primeras partes de la película con la naturaleza como protagonista principal, aunque con algunos momentos poco creíbles que la van debilitando, son bastante decentes, tirando a notables incluso, pero la tercera parte se vuelve enrevesada, con agujeros por los que podría colarse toda la nieve del entorno y con situaciones que desconciertan, como si la película tuviera más metraje y se hubieran cortado escenas que las explicasen, y con cambios de amistades o de enemigos que resultan extraños y acaban por bajar la nota de la película.

Una vez más, una posibilidad de viajar virtualmente, a través de este portal de Alaska, en este caso a un territorio inhóspito y hostil, donde suele haber una ley diferente al resto de sitios, y donde la naturaleza suele ser la que imparte justicia.










Valoración:                             6/10