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14 marzo 2025

Lío en Río (1984)

 







Pues Michael Caine llega este día a los 92 años, y como me parece un gran actor y que además me gustan papeles o películas suyas, creo que era un buen momento para hacerle un homenaje.

Michael Caine era nombre artístico, el cual tomó de la película El Motín del Caine (1954), en la que no participó el actor que le sirvió de inspiración y que era su ídolo cinematográfico, Humprey Bogart. Su película favorita es El tercer hombre (1949), en la que tampoco aparecía Bogart.

Aunque tenga tanta edad quizás la mayoría lo asociamos a personajes ya adultos, incluso entrados en los 50 años, y no a películas clásicas. Aunque claro, ya no queda nadie prácticamente que podamos asociar a esa época dorada de Hollywood o películas clásicas, Eva Marie Saint y poco más.

Antes de actuar, trabajó como oficinista, en un almacén de té y hacía pasteles para Lyons.

Una vez dijo que supo que había triunfado como actor cuando empezó a recibir guiones para leer que ya no tenían manchas de café (lo que significa que era la primera opción para ese papel).

Es curioso como muchos actores pasan por adicciones serias, y en cambio consiguen vivir luego muchos años. A lo largo de la década de 1960, según sus propias estimaciones, bebía dos botellas de vodka y fumaba al menos ochenta cigarrillos al día. Dejó de fumar cigarrillos tras un severo sermón de Tony Curtis en una fiesta en 1971, y finalmente dejó de fumar puros poco antes de cumplir 70 años en 2003.

Formó junto a sus contemporáneos Roger Moore y Sean Connery un trío de actores británicos sobresaliente. Los tres mantenían una buena amistad. De hecho fue considerado para aparecer en una película de James Bond, papel que popularizó a Moore y Connery, pero finalmente nunca apareció. Eso sí, fue el primero en escuchar la banda sonora de James Bond contra Goldfinger (1964), ya que por aquella época estaba viviendo en la casa del compositor John Barry al estar sin un céntimo en los bolsillos, que cuando acabó de componer dicha banda sonora se la tocó en persona.

Durante más de cuarenta años, la madre de Caine, Ellen Maria Burchell, visitó periódicamente a un "primo" en un hospital psiquiátrico. Cuando ella falleció en 1989, Caine se enteró de que el primo era en realidad su hermano mayor, David.


Ha sido nominado al Oscar al menos una vez en cinco décadas consecutivas (1960-2000). De los seis artistas que han ganado el Óscar por sus actuaciones en películas dirigidas por Woody Allen, él es el único hombre. Las demás son Diane Keaton, Dianne Wiest (dos veces), Mira Sorvino, Penélope Cruz y Cate Blanchett .

Educando a Rita (1983) es su película favorita y la actuación de la que se siente más orgulloso. En cambio afirmó que las peores películas que hizo fueron El mago (1968), El enjambre (1978) y Ébano (1979). Las dos primeras me gustan, la tercera es la que barajaba para ver hoy como homenaje junto con ésta que finalmente he visto.

Se rumoreaba que no se llevaba bien con Steven Seagal durante el rodaje de En tierra peligrosa (1994). Ha declarado que, si bien se llevaban bien, odiaba filmar en Alaska, e incluso bromeó diciendo que "En tierra mortal" era un título acertado. Curiosamente su "pareja" en esta película, Michelle Johnson es nacida en Alaska.

No aprendió a conducir hasta que cumplió los 50. Caine contó que, cuando era desconocido, no podía permitirse clases de conducir, y que después el estudio de cine siempre le proporcionaba un coche con chófer. Siempre que aparecía conduciendo en las películas, iba en un remolque.

Es propietario de siete restaurantes: seis en Londres y uno en Miami. Se mudó a Estados Unidos en 1979 después de quejarse de que el 90 por ciento de lo que ganaba iba al gobierno. En 2016 aparecía como uno de los diez actores que más dinero había ganado en la historia.

Aunque muchos lo asociarán seguro a su época final por sus papeles en El Caballero Oscuro (2008) u Origen (2010), tiene muchas películas interesantes mucho antes que éstas. Además con todo tipo de géneros, aventuras, bélicas, dramas, acción ... y quizás lo que menos comedias como ésta. Para mi siempre será John Colby, "del West Ham y de la selección inglesa" como dice el personaje de Max Von Sidow en Evasión o victoria (1981).


Recuerdo que esta película, Lío en Río, la pasaban en la televisión cuando yo era niño, pero ese recuerdo igual se remonta 30 años atrás, así que aunque no es una película para nada desconocida, por lo menos para los que ya tenemos una edad, si creo que lo será para toda la gente que sea más joven que yo, a no ser los muy seguidores de Michael Caine o Demi Moore, que se hayan tomado la molestia de buscarla o comprarla para verla.

No sé como era la situación en Río de Janeiro en 1984 (a día de hoy puede que se haya complicado), pero seguramente era un destino turístico puntero en el mundo, pero mucho menos utilizado como escenario de películas.

Hay películas de la época en Ibiza, Montecarlo, Saint Tropez, Acapulco ... o algunos destinos más pequeños y exclusivos en la Costa italiana o francesa, como Portofino, Capri o Cannes, pero no había reparado en la presencia de Río de Janeiro en el cine, más allá del pasaje que aparece en Moonraker (1979), pero no en una película de comedia de corte vacacional.

La verdad que siempre me pareció una ciudad atrayente, y cuando aparecen las imágenes aéreas de presentación de la ciudad (que me resulta familiar por un puzzle que tengo desde niño, con la Playa de Botafogo y el Pan de Azúcar), con sus dos emblemas, el Cristo de Corcovado y el Pan de Azúcar, uno se queda impresionado por la belleza de su ubicación. Disfruté mucho con los JJ.OO. de Río de Janeiro.


El famoso director Stanley Donen, responsable de títulos como Cantando bajo la lluvia (1952), Charada (1963), Arabesco (1964) o Dos en la carretera (1967), lideró el proyecto (éste fue su último largometraje), y se llevó el rodaje a Río de Janeiro, nada de utilizar tomas de fotografía, a pesar de que eso le supuso bastantes problemas burocráticos.

Es curioso como la película narra las peripecias de dos amigos, uno en proceso de divorcio, y el otro con una pequeña crisis matrimonial, en donde su mujer le está engañando precisamente con ese amigo. Stanley Donen estaba casado en ese momento con la actriz Yvette Mimieux, y como si fuera premonitorio, se divorciaron muy poco tiempo después.

Aunque Michael Caine y Michelle Johnson actúan con aparente normalidad y profesionalidad, acompañados de un guión interesante y unos diálogos muy ocurrentes, Caine estaba molesto durante el rodaje, y es que no le gustaban las escenas de desnudos y de hecho él tenía claro que nunca aparecería en una película que le exigiera un desnudo completo (trasero estendemos).

Por otro lado, durante el rodaje, Michelle Johnson, en su debut cinematográfico, todavía no tenía mayoría de edad, y hubo que pedir consentimiento a sus padres para que apareciera desnuda. Donen estaba buscando una actriz joven, guapa, enérgica y extrovertida, que no tuviera reparos en desnudarse, y como no encontraba a nadie que le convenciera, le dio la oportunidad a Johnson, que ganó el papel entre 300 candidatas.

No obstante, Michelle Johnson contaba que estaba muy nerviosa en estas escenas, ya que si no se concentraba y metía en el papel completamente, no dejaba de estar desnuda delante de gran parte del equipo de rodaje, la mayoría masculinos, así que en cuanto acababa alguna escena de desnudez se ponía una bata y salía corriendo a su camerino o habitación.

Michelle Johnson dijo que en parte accedió a realizar estos desnudos porque le parecía una manera de representar a la ciudad de Río de Janeiro.

La actriz protagonista dijo que ni siquiera sabía quién era Michael Caine cuando la invitaron a la audición. "Fue muy vergonzoso", dijo en una entrevista tras el estreno de la película. "Así que llamé a una amiga mayor que yo. Va mucho al cine. Y me dijo: 'Ah, ese es el de Kung Fu'. Lo estaba confundiendo con David Carradine. Fui inmediatamente a ver Alfie (1966), El hombre que pudo reinar (1975) y La huella (1972). Estaba muy nerviosa en la audición, sobre todo después de ver esas películas".

Supongo que a día de hoy cualquier chico jóven tampoco sabrá quien es Michael Caine, ni mucho menos Michelle Johnson, tal vez si Demi Moore.


Demi Moore, que tampoco llevaba mucho tiempo en el mundo del cine, queda totalmente eclipsada por Michelle Johnson en esta película. Lo sorprendente es la trayectoria que tomaron sus carreras después. Cuando todo parecía indicar que Johnson caminaría hacia el estrellato y Moore tendría una carrera más secundaria y anónima, la lógica se invirtió, y mientras Demi Moore se convirtió en una actriz muy importante (también en parte por su matrimonio con Bruce Willis), la carrera de Michelle Johnson no despegó nunca y casi ésta sea su película más importante y representativa.

Lo que resulta curioso es que unos años después de esta película Demi Moore decidiera hacerse un incremento de pecho, como si tuviera envidia de Michelle Johnson y quedar relegada a un papel secundario, y a raíz de esa característica física relanzó su carrera cinematográfica, con películas tan absolutamente mediocres, en mi opinión, como Striptease (1996).

Creo que es una película divertida, dinámica, diferente, con un guión interesante y unos diálogos ingeniosos y graciosos que generan situaciones embarazosas pero entretenidas y que te hará pasar un rato distendido y esbozar una sonrisa, acompañado todo ello por una interesante banda sonora, que por otra parte me ha sido imposible encontrar.









Valoración:                                6/10












12 agosto 2024

Una gata ardiente (1984)

 





He estado unos días desconectado del cine, para dedicarle tiempo a una de mis grandes pasiones, como son los Juegos Olímpicos, y así de paso también descansar un poco mentalmente, que con mis muchos problemas pues me cuesta muchas veces escribir sobre las películas y alguna vez he dejado alguna muy interesante sin comentar por falta de energía.

Aunque debería haber buscado alguna peli relacionada con las Olimpiadas, cosa que no debe ser muy fácil más allá de Carros de Fuego, por lo menos la única película que he visto en estos días era francesa, que es donde se han disputado los Juegos, y por tanto tenía su pequeña relación.

Y es que el año pasado por estas fechas creo recordar que vi La Piscina, otra película francesa veraniega, que me pareció muy interesante, aderezada por un gran Alain Delon en aquellos momentos.

Y ésta que he visto tiene ciertas similitudes o paralelismo que me han hecho recordar a ella, como por ejemplo una localización de rodaje seguramente cercana a aquella, y un cuarteto protagonista (dos masculinos y dos femeninos) con diferentes mezclas como en la otra.


Yo tardé en darle oportunidades al cine francés, pero sabiendo elegir lo que quieres ver, puedes encontrar películas bastante interesantes, que por no esforzarte en buscarlas o por tener prejuicios quizás nunca las veríamos y que merecen la pena.

De hecho, lo que más interesante de ésta, me pareció el descubrimiento para mi de dos actores que hacen un gran papel (aunque por desgracia ambos ya murieron), y que los desconocía totalmente hasta ahora, y no creo que trascendieran más allá del ámbito nacional de su país, como son Bernard Giraudeau y Caroline Cellier (a Valerie Kaprisky y a Jacques Perrin por lo menos los conocía).

Y es que actores franceses que se hayan hecho muy famosos y hayan triunfado en Hollywood no han faltado.

Quizás los máximos exponentes históricamente han sido por el bando femenino Brigitte Bardot y Catherine Deneuve, y por parte masculina podríamos decir que Alain Delon, Jean-Paul Belmondo o Gerard Depardieu.

Más recientemente podríamos citar a otros que han ganado peso en Hollywood como Jean Renó, Christopher Lambert o Juliette Binoche y Sophie Marceau.


Por lo demás, otra película veraniega, pero también diferentes a las que estaba viendo hasta ahora, ya que esta es de corte dramático, o mejor dicho un thriller.
No es ninguna maravilla, no llega al nivel de La Piscina y quizás abusa mucho de los desnudos, pero tiene matices interesantes, como el cambio de registro con respecto a las comedias veraniegas o vacacionales o el descubrimiento de actores nuevos.

Quizás el cine francés no fue tan propenso a películas de destape como en Italia o España, pero es más que una película de destape, aunque entiendo que la película refleja lo que era el entorno de la Costa Azul en aquellos años, y que mucha gente  que iba allí hacia topless porque iba buscando otro tipo de vacaciones diferentes a las habituales, buscando flirteos o aventuras amorosas de infidelidad. Pero la película es más bien sobre una Femme Fatale o Lolita en un registro diferente, como son las vacaciones de verano.








Valoración:                          5/10















23 marzo 2024

La villa de los viernes (1991)

 





Pues era viernes noche y hace tiempo que tenía ganas de hacer coincidir esta película con este día de la semana.
No sabía absolutamente nada de ella, pero me gustan esas coincidencias o conexiones a la hora de ver una película.

Y la parte buena es que me sirvió para ver una película como protagonista de Julian Sands, actor británico fallecido el año pasado, aparentemente mientras hacía senderismo en las montañas de California, una actividad el senderismo que parecía ser una de sus grandes pasiones y que a mi también me encanta.

La verdad es que me parecía muy extraño que no hubiera visto nada de él, pero mirando su filmografía pude constatar que casi era cierto ese dato, y la única película que había visto en la que trabajaba era Leaving Las Vegas. No es por ejemplo como otros actores, secundarios principalmente, que te suenan haberlos visto alguna vez, pero te pones a revisar su filmografía y has visto muchas películas en las que intervienen, pero que te han pasado completamente desapercibidos, como por ejemplo el fallecido este semana M. Emmett Walsh, del que tengo que ver algo suyo como homenaje.

Sands era un actor más especializado en dramas o romances, pero por su apariencia física encajaba perfectamente también en películas de misterio, crimen o terror. Por su apariencia en esta película me encajaba, por ejemplo, como uno de los malos de Cobra, con Stallone.

Junto a él, dentro de los pocos personajes que intervienen en la película, está como coprotagonista, la actriz polaca Joanna Pacula. Una actriz con apariencia de seria e inexpresiva, a la par que hermosa y angelical, con unas sorprendentemente cejas pobladas como una seña de identidad, que para nada emborronan ni deslucen su atractivo facial.

A ella la había visto en Puzzle mortal y en Dulces mentiras, ésta con motivo del fallecimiento de Treat Williams.
Tanto Sands como Pacula volvieron a coincidir poco después en Warlock, Apocalipsis Final, segunda parte de Warlock, el brujo, en la que también trabajó Julian Sands.


Pero ahí se queda lo bueno de la película, en descubrir a Julian Sands y ver otra película más de Joanna Pacula.

Es una de esas películas que sé que no me iban a gustar desde el minuto uno, a pesar de que las localizaciones que salían y la atmósfera generada, principalmente por la buena banda sonora de Ennio Morricone pudieran parecer lo contrario, pero el presagio en mi caso no era positivo.

Y es que cuando al minuto, o poco más, de empezar ya se ven desnudos algo no encaja. No es que yo piense que un desnudo en cine tiene que deslucir la película, y ser únicamente carnaza para los espectadores masculinos, es que la sensación de que fuera tan rápido era que iba a tener bastante peso en la película.

Y efectivamente, así fue, hasta culminar también con un desnudo integral masculino (algo muy poco frecuente), y convertirla casi en una película erótica.
Aunque su director, Mauro Bolognini no tiene pudor a la hora de que sus películas contemplen sucesivas escenas de desnudos. Tan solo había visto de él La Veneciana, y la carga del cuerpo desnudo en aquella también era importante.

Aunque inicialmente me podía evocar ligeramente a una película que me gusta mucho como es Un amor de verano (1982), o por momentos también pudiera evocarme remotamente a La piscina (1969), finalmente se convierte en una triángulo amoroso (que últimamente lo etiqueto mucho en las películas), muy tormentoso y que evoca actitudes matrimoniales y humanas poco edificantes en estas fechas de Semana Santa (y en general), o por lo menos para mi forma de ver la relación entre un hombre y una mujer.











Valoración:                             4/10















09 marzo 2024

Un ligón en apuros (1987)

 




Nunca he sido muy aficionado a las comedias románticas, aunque entiendo que tengan su público, y que en determinadas circunstancias personales sean casi obligatorias cada cierto tiempo, en especial en fechas o acontecimientos señalados. Yo más o menos he ido esquivándolas, y si veo una es por elección propia.

Para decidirme a ver una película de este género tiene que tener una premisa fundamental, y es un equilibrio entre la parte de comedia y la parte de romance, y cuando hablo de equilibrio no me refiero a que sea un cincuenta por ciento (imaginativamente, es imposible de calcular), de cada género, tiene que pesar mucho más la parte de comedia.

Para encontrar películas de este género que me gusten creo que es obligatorio buscarlas entre la década de los 80, como ésta.

Y es ahí donde encaja perfectamente John Ritter, un actor casi exclusivo de comedia, pero al que los años ochenta ya pillaron un poco más mayor, y no podía competir con los adolescentes que desembarcaban con mucha fuerza en el cine en esa época. Pero para papeles de este estilo, donde ya se necesita un actor más maduro, era el candidato ideal.
Un actor no muy conocido aquí en Europa, o si no eres muy aficionado a este tipo de películas, pero con buena reputación en Estados Unidos, que falleció prematuramente a los 55 años.

Y otra buena premisa para que este tipo de películas funcionen es que la actriz protagonista no sea excesivamente atractiva para comerse toda la atención de la misma.
Y creo que la elección de Connie Selleca fue bastante afortunada. Un nombre que siempre me ha resultado familiar, pero con una filmografía tirando a exigua, con pocas películas y nada importantes, siendo muchas de ellas Películas para televisión.

Dos detalles curiosos del reparto. Uno de los protagonistas es John Bennett Perry, padre del recientemente fallecido Matthew Perry. Y otra actriz, con un papel más residual, es Shannon Tweed, chica Playboy, y que posteriormente derivó su carrera hacia películas de corte erótico, buscando sacar provecho a sus mejores atributos.


En general es una película aceptable, dentro de sus limitaciones. Tiene diversión, sentido del humor, buenas actuaciones y excelente mensaje moral, a pesar de haya fragmentos de la película que no tengan mucho sentido, o que el ambiente general de la misma pueda parecer un tanto anticuado para el año en el que se rodó.

De todas maneras he de reconocer que el momento que más me ha gustado de la película, es también el más romántico, pero es gracias a una canción que desconocía, que sonó durante unos instantes. Indagando, llegué a adivinar que se trataba de una canción de Mike & The Mechanics, un grupo de los 80 que yo descubrí, ya en el siglo XXI, creado por Mike Rutherford, componente de Génesis junto a Phil Collins, y con la reconocible voz de Paul Carrack. 

Una canción más empleada en una película de los 80, que desconocía, y que me generó una gran emoción de lo bien que sonaba. Viene muy a cuento en el momento que suena, y ya digo, que aunque posiblmente sea el momento más romántico de toda la película, te transporta hacia momentos de paz, tranquilidad y recuerdos agradables que enriquece notablemente la película.


Pero bueno, la moraleja final es buena, y deja con buen sabor de boca a los que lo sepan apreciar.
La película nos enseña que se trata de ir más despacio en una relación y estar con la persona adecuada y no sólo con un hombre guapo, rico o exitoso.









Valoración:                                  5/10














15 febrero 2024

Miércoles de ceniza (1973)

 






Era miércoles de ceniza, y como cristiano (espero que bueno), acudí a mi iglesia a la celebración del día y la imposición de la ceniza. Y aunque el día coincidía con el de San Valentín, no mantengo un idilio con él, así que dejé de lado la onomástica y me decanté por una película que se llama precisamente así, Miércoles de Ceniza.

Me consta que hay otras dos además de ésta





Pero de las tres, ésta es la que me resultaba un poco más atractiva, sin tener ni idea de si alguna de las tres tenía algo que ver con lo que representa el nombre Miércoles de Ceniza, y ante presumiblemente, una traducción que no reflejara el título real, o un título que no tuviera nada que ver con la historia de la película.

Realmente uno no ve la relación con esta fecha hasta que pasada la hora de película dicen que es martes de Carnaval. Investigando un poco parece que la llamaron así, porque termina el miércoles de ceniza, aunque los protagonistas de la película no honren este día.

El único detalle religioso es que en un plano de la misma, se ve a la protagonista salir de una iglesia, aunque eso sí, diciendo que hacía más de 10 años que no pisaba una.

Porque uno vuelve de la celebración vespertina en la iglesia, donde te transmiten un mensaje de austeridad, ayuno, abstinencia y oración para el período de cuaresma que se inicia, y se encuentra con un escenario de superficialidad, materialismo, lujo, consumismo, vanidad, pecado e infidelidad, con la belleza exterior y no la interior como hilo conductor de la misma, y el no asumir el paso del tiempo y lo que significa la vida y la pérdida de juventud irreversible e imposible de detener.


La película tiene como única protagonista a Elizabeth Taylor, una actriz que a mi nunca me apasionó en su faceta interpretativa (quizás tampoco haya visto lo suficientemente de ella como para hacer una valoración más objetiva), de hecho ésta no creo que sea una buena película suya, a pesar de recaer en ella todo el protagonismo.

De hecho, su marido en aquel momento, Richard Burton, consideraba esta película horrible y perjudicial para la carrera de Taylor, y según él, ella quería seguir siendo una estrella de Hollywood, ante una posible caída de popularidad y por eso la aceptó.

Sea como fuere, Taylor fue una actriz de excesos. Debutó con apenas 10 años, ya había ganado su primer Óscar con menos de 30 años, fue abuela con 39, se casó hasta en 8 ocasiones, tuvo numerosas adicciones y en el momento de su muerte tenía 4 bisnietos.

Taylor en su madurez constantemente ganaba y perdía gran cantidad de peso, alcanzando desde 54 hasta 82 kg en la década de 1980. Comenzó con una adicción al tabaco a mitad de la década de 1950 y temía desarrollar cáncer de pulmón, cuando en octubre de 1975 unos estudios de rayos X le mostraron manchas en sus pulmones, llevando más tarde a un tratamiento para no desarrollar la enfermedad. Taylor se rompió la espalda cinco veces, tuvo dos reemplazos de caderas, tenía una histerectomía, sufrió de disentería y flebitis, tuvo una perforación en su esófago, sobrevivió a un benigno tumor cerebral erradicado en 1997 y al cáncer de piel y tuvo ataques de neumonía que amenazaron su vida en dos ocasiones. En 1983 admitió haber sido adicta a las pastillas para dormir y a los analgésicos durante 35 años. Recibió tratamiento para su alcoholismo y su adicción a las drogas, ingresando en el Centro Betty Ford durante siete semanas a partir de diciembre de 1983 hasta enero de 1984 y de nuevo a partir del otoño de 1988 hasta principios de 1989.


Una película totalmente desconcida a pesar de contar con Elizabeth Taylor y una relativamente breve intervención del gran Henry Fonda, ya en la parte final de su carrera, ambientada y rodada en Cortina D'Ampezzo, un sitio bastante de moda entre la gente con dinero en aquella época, al igual que otros puntos de los Alpes, que llegó a ser sede de unos Juegos Olímpicos de invierno en 1956 (y también proyectada para ser sede de los de 2026), y que también fue un sitio elegido para el rodaje o parte del mismo de diferentes películas.


Esta lista aparentemente refleja películas que han rodado parte de su trama allí



Le encontré similitudes y conexiones con Un instante, una vida, pero claro aquella me pareció una auténtica joya, y cada vez lo pienso más, y ésta en cambio me dejó bastante frío, no porque la película ignore el miércoles de ceniza y su tradición, si no porque es lenta, con poco desarrollo, y con poco interés por la mayoría de los pocos personajes que van apareciendo en ella, ni siquiera la aportación de Maurice Jarre consigue mejorar levemente el clima sombrío, depresivo y aburrido de la película.

No es la mejor película del mundo, pero sí una amarga historia de cómo el proceso de envejecimiento puede afectarnos, aunque podía haber sido mejor. Un reflejo de como hay personas que si no se ven bien o bellas, no se consideran personas completas.

Haciendo un juego de palabras con el título y el día en que la ví, creo que mis recuerdos sobre ésta película serán cenizas en poco tiempo.









Valoración:                             5/10












04 enero 2021

Entre amigas (1986)

 




Al paso por el 29 de diciembre decidí ver, por su cumpleaños, una película de Ted Danson, y además mirando entre su filmografía me encontré con que tenía una película con Mary Tyler Moore (ya fallecida), así que me pareció una coincidencia perfecta como motivo, una película de los 80, muy poco conocida y con dos actores que cumplían efeméride.

Danson, era la estrella, o el actor más reconocido de la mítica serie de los 80, Cheers. Una, a la que nunca le di tantas oportunidades como a otras, pero de la que guardo gran recuerdo y quizás algún día revisione unos capítulos para pasar un buen rato.

Ted Danson apareció en 271 episodios, en una serie que también popularizó a actores como Woody Harrelson o Kirstie Alley, y que también contó con otros grandes actores que luego no tuvieron el mismo protagonismo en la gran pantalla, pero que para mi siempre mejoran una película, como Rhea Perlman, John Ratzenberger, George Wendt o Kelsey Grammer.

Nada menos que 11 años duró la serie, pero que sirvió a Ted Danson a compaginarlo con algunas películas, en su etapa más productiva, mientras que a otros como Harrelson les vino la popularidad al finalizar la misma.


En esta película hace pareja con Mary Tyler Moore, a pesar de los 11 años exactos que se llevaban en la vida real, en la única película dirigida por Allan Burns, cosa que no suele ser extraña en las películas de los 80.

Junto a ellos dos, otro par de actores secundarios, con cara familiar pero nombre quizás no tanto, pero que junto a un gran doblaje también aportan en la película, Sam Waterston y Christine Lahti. Ella una mezcla de Susan Sarandon y Jamie Lee Curtis, en su apariencia física y en su forma de actuar.

Una película de los 80, que no es una comedia, y que trata el asunto de la infidelidad, pero con un argumento que no me había encontrado hasta ahora. La película está bien desarrollada en todo momento, a pesar de que este tipo de películas no sean de mis favoritas.









Valoración:                                  5/10