Hace unos días fallecía el actor Tom Sizemore, posiblemente uno de los mejores actores secundarios de los últimos 30 años, y posiblemente un tipo de actor difícil de volver a ver, aunque ahí no puedo opinar mucho ya que no veo prácticamente cine en la actualidad.
Aunque su valor como actor secundario es más o menos unánime, quizás tampoco sea yo quien para valorarlo en su justa medida. Y es que a pesar de ser un año mayor que Tom Cruise o dos que Brad Pitt, Sizemore comenzó su carrera a finales de los 80, perdiéndose por lo tanto toda la explosión de cine juvenil de esa década que tanto me gusta.
Y aunque ha trabajado en películas con repartos increíbles y junto a los mejores actores de su generación, al desarrollarse su carrera a partir de los 90, no he visto tanta cantidad de películas suyas como de otros actores, y desde que escribo este foro que está más destinado a películas poco conocidas en general, pues menos todavía.
De hecho mi principal recuerdo de él es su primer papel, en la película Encerrado, junto a Sylvester Stallone, donde favorecido por una voz de doblaje fantástica borda su papel.
Bastante versátil en su registro interpretativo, encajaba bien en personajes extraños, conflictivos, paranoicos y casi siempre muy enérgicos, que creo que era un rasgo característico de la mayoría de sus interpretaciones.
Pero uno mira en su filmografía y lo que digo, películas con grandes repartos y películas importantes o algunas incluso de culto, principalmente en la década de los 90, como por ejemplo
Nacido el 4 de julio
Le llaman, Bodhi
Asesinos natos
Heat
Salvar al soldado Ryan
Pero como otros tantos los excesos y las adicciones le torturaron a lo largo de su carrera, y él, al contrario que otros, no pudo superarlos, falleciendo de forma prematura, con tan solo 61 años. A pesar de estas adicciones, entiendo que también tendría adicción a su trabajo, porque nos deja una filmografía bastante extensa por explorar (258 títulos de crédito, algunos pendientes de estreno).
Buceando un poco entre sus películas me topé con esta, de la que no tenía ninguna referencia y que encajaba perfectamente entre mis preferencias. Me sorprende el total desconocimiento de la misma, teniendo en el reparto a Sizemore y a Sharon Stone, aunque todavía no había rodado Instinto Básico.
Aunque también me sorprende que ninguno de los dos fuera el protagonista de la misma, sino que lo sea un Dylan McDermott, un tipo muy atractivo, pero al que casi no recordaba y cuya carrera no es ni la sombra que la de sus dos compañeros de reparto.
La película me empezó pareciendo interesante, con posibilidad de encontrar una joya perdida, pero no tardó mucho en quitarme esa idea de la cabeza.
Y uno de los principales problemas que le vi a la película es que me recordaba a la que vi hace unos días, Pasiones prohibidas, ambas de 1991, y cuando ves dos películas parecidas muy seguidas, la primera no te ha apasionado, y la segunda va camino de no hacerlo tampoco, acabas hasta desconectando un poco.
Además de ser también muy lenta y extraña, que no tiene porque ser obligatoriamente algo negativo, cuando se desvela el misterioso y desquiciante papel del personaje de Sizemore (digamos que hasta ahí, por lo menos la parte de misterio está bastante bien), parece que la película puede mejorar y desembocar en un final intenso e interesante, pero nada más lejos de la realidad, el final deja igual de frío que el resto de la película.
Ni siquiera el siempre gustoso condimento de Sharon Stone consigue dar el interés suficiente a la película. No es que no sea recomendable, y más si eres muy seguidor de cualquiera de los dos actores, pero no esperéis nada excepcional.
Valoración: 4/10