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22 octubre 2024

Dos chicas en la carretera (1992)

 





Hay una serie de palabras en el título de una película que me suelen resultar atrayentes y tener más posibilidades de que las vea, como por ejemplo los dos últimas que vi, con las palabras ruta y valle, y también aquí con la palabra carretera.

Llegué a esta película después de ver un rato de un episodio de El Equipo A, que los reponen a diario en un canal de televisión, a razón de unos cinco por día, y revisando el reparto de ese episodio fui a consultar la filmografía de una de las actrices que aparecía brevemente durante el mismo, y al ver que estaba casado con un director (y que además poco después de ese episodio y la mencionada boda dejó la actuación), indagué a ver que me podía ofrecer él.

El caso es que su nombre, Edward Zwick, me resultaba ligeramente familiar, más allá de que apareciera en algún momento en mi extensa base de datos de películas. Y es que, efectivamente, tiene un par de títulos notorios dentro de su filmografía, como son Leyendas de Pasión (1994), su película inmediatamente posterior a ésta, con un todavía muy joven Brad Pitt, y El Último Samurai (2003), con también un todavía joven Tom Cruise. Una de esas películas que creo recordar haber ido a ver al cine, cuando por aquella época ponía en práctica ese pasatiempo con relativa frecuencia.


Así que esta me hizo imaginarme un aroma a Road Movie, que tanto me gusta, quizás pensando en algo parecido a Thelma y Louise, aunque finalmente teniendo cosas en común, básicamente el hilo conductor de dos chicas en un coche sin un rumbo fijo, tiene un argumentario diferente.

Una de las más notables diferencias es el escenario elegido. La mayor parte de las Road Movies que conozco están ambientadas en el Medio Oeste de los Estados Unidos, en parajes semi desérticos, carreteras secundarias y bares y moteles de carretera solitarios. En cambio en este caso se escoge como ubicación para la historia el extremo noroccidental del país, en el estado de Oregón, con intención de realizar un tránsito hasta Alaska.

Otro detalle curioso y contrario a lo habitual es que habitualmente en este tipo de películas suele estar presente la figura del autoestopista, y que habitualmente suelen ser personajes extraños, mucho en algunas ocasiones, sórdidos o hasta peligrosos, y en cambio aquí es a la inversa, son los autoespistas los que se van topando con diferentes frikis a lo largo de su periplo realizando auto-stop.

Es una película con muchos matices, que van desde la soledad, la melancolía, la esperanza, la sencillez, la mala suerte ... y sobre todo en la resistencia y sobreponerse a las adversidades, desembocando en la virtud de la felicidad de las cosas sencillas, de saber vivir con poco y de saber apreciar la amistad, dar y recibir lo poco que tienes.

Nos enseña a como saber afrontar los problemas y encontrar soluciones, y nos da una lección o nos hace reflexionar de como siempre habrá personas con muchísimos más problemas que nosotros, que se quejan mucho menos y que además de poner al mal tiempo buena cara, buscan y encuentran soluciones o alternativas a dichos problemas.

Problemas que se dan entre las protagonistas y que me lleva también a reflexionar que habitualmente suele haber más problemas de convivencia entre dos personajes femeninos que entre dos masculinos, en la gran pantalla.


Con un reparto de tercera fila, donde para mi solo conocía y de manera bastante efímera a las dos protagonistas, destaca o complementa muy bien esta falta de actores importantes, una banda sonora sin letra, tranquila y relajante, con un tono melancólico o de tristeza (y cuando aparece una canción con letra, lo hace de manera muy tenúe, pero es nada más y nada menos que la formidable Wicked Game de Chris Isaak), que me hizo recordar una de las películas de corte Road Movie con mejor banda sonora que he escuchado últimamente, como es Tierra Prometida, con unos todavía poco conocidos Kiefer Sutherland y Meg Ryan.

Me sorprendió y me agradó, por mis valores, educación y creencias, que la película se cierre con una oración de gracias, que en principio no pegaba nada con el perfil de los personajes protagonistas, pero que finaliza esa historia de adversidades de una manera tierna y muy humana, reflejando que a pesar de esos enormes problemas y sufrimientos, soledad, falta de trabajo, dinero ..., no hay que dejar de dar gracias y estar alegre por las personas que te rodean y por lo fantástico que es vivir aún sin reunir las condiciones idóneas que a todos nos gustarían.










Valoración:                              6/10















09 octubre 2024

La lectora (1988)

 




Una persona importante y valiosa en mi vida ahora mismo, me hizo retomar el hábtio de la lectura que tenía olvidado hace mucho, así que esta película me pareció una buena forma de darle las gracias anónimamente.

Después de que me contara los libros que se iba leyendo, decidí que era momento de quitar tiempo a otras actividades y dedicarle un rato a la lectura, que aunque muchas veces y a mucha gente le pueda parecer aburrido, realmente es algo enriquecedor, por ejemplo ayudando a enriquecer la mente o para liberar la imaginación.

Cuando empecé a trabajar allá por 2002, siendo un chaval, los trayectos en tren hasta el trabajo me llevaban más de una hora, así que un poco por imitación, me empecé a comprar libros para ir leyendo durante el trayecto de ida y vuelta al trabajo ... siempre que el sueño y el cansancio me lo permitiera.

Además no empecé por libros pequeños, ya que recuerdo libros de hasta 1000 páginas, y de aquella época guardo buen recuerdo de Los Pilares de la Tierra, La Ciudad de los Prodigios o Las Cenizas de Ángela.

Esta persona y yo tuvimos vidas relativamente paralelas, coincidimos en una clase en el último año de instituto, pero nunca llegamos a hablar, y luego empezamos de manera relativamente parecida nuestras carreras laborales y con ésta misma actividad durante nuestros trayectos. Además estuvimos trabajando muy cerca en varias ocasiones sin ni siquiera saberlo.

Eso sí, mi afición por la lectura se terminó rápido, y es que los viajes al trabajo se me hacían muy pesados, y en 2005 me compré un coche y por tanto se acabaron los libros, mientras ella siguió con su buen hábito y lo ha conservado hasta día de hoy.

Así que cuando por fin la conocí, además de darme cuenta de que era una gran persona me hizo concienciarme en recuperar la lectura.

Y así cuando conseguí esta película me pareció una bonita forma de celebrar lo afortunado que me siento de conocerla.


Aunque la película como tal no se parezca en mucho al concepto de lector, en silencio y en soledad habitualmente, y nos introduce la original idea de una persona que se dedica a la lectura en voz alta y para otras personas haciendo de ello una profesión ... imaginaria evidentemente, porque no conozco que en realidad haya un trabajo así.

No me importó mucho que se tratara de una película francesa, totalmente desconocida para mi, sin ni siquiera algún actor que me sonara, y es que últimamente le he cogido gusto y valoro las películas de otros países, más allá de las más habituales americanas y británicas, y teniendo especial afición por las australianas, las italianas, y ahora también las francesas, que me han demostrado con variedad de estilos y calidad de las mismas que son perfectamente visionables.

Hay varios detalles de la película, más allá de la impresión general, que me han gustado de la película.

- Uno de ellos, bastante despercibido para alguien que no sea francés, que me ha gustado especialmente de la película, es la localización de la misma. Rápidamente me di cuenta de que yo había estado allí, y que estaba casi seguro que era la ciudad de Arlés. Más por el entorno del río Ródano, que por su famoso anfiteatro (o arénes en francés), que salen muy de refilón en alguna escena de la película.

- Otro fue la diferente música de la película. Igual si no te fijas al principio, en los títulos de crédito, luego no eres capaz de darte cuenta, pero en los créditos pone a Ludwig Van Beethoven como el autor de la misma. Esa música da una sensación de libertad y felicidad impresionante.

- Y esa bonita y diferente música, junto con las callejuelas en las que se rueda, desiertas de gente, que me recuerdan un poco al lugar de rodaje de la serie del duende Pumuky (aunque sea a muchos kilómetros de distancia un sitio de otro), es el tercer detalle que me pareció bastante agradable y acertado.


Por lo demás la película, que en líneas generales debería ser una comedia (aunque tiene calificación R, que entiendo que en aquella época significaba Restrigida, supongo que a menores de 18 años), mezcla adecuada y acertadamente, pasajes con tintes dramáticos, cómicos, absurdos y hasta picantes o eróticos para rematar un buen producto, muy bien valorado en IMDb por lo que veo

Es una película bastante inteligente y poética, con diálogos brillantes y secuencias ingeniosas en las que el placer de las palabras se une al placer de las imágenes.

A mi sin apasionarme, me ha gustado por su originalidad y frescura, aunque me parezca un poco rompecabezas, y por esa historia inicial que os he contado, que me ha llevado a verla y comentarla como agradecimiento a una persona, y que posiblemente sin ella no habría reparado ni dado la oportunidad hasta película.

Además lo que evoca la historia, que no deja de ser una ayuda a personas desfavorecidas principalmente, también representa una de las actividades que intentamos llevar a cabo esta persona, yo y otro grupo de gente, de ir a visitar a gente mayor, enferma o sola, aunque no sea para leerles, si para acompañarles un rato e intentar que por un momento la vida sea diferente, más amable y bondadosa.

La lectura debe conservarse en una sociedad en la que los libros ocupan un lugar cada vez menos importante.

Probablemente no sea para todo el mundo, pero si te gusta una película sutil, suavemente divertida, culta y poco convencional, entonces dale una oportunidad.









Valoración:                              6/10













26 julio 2024

Corazones en fuga (1969)

 







La mayoría de las veces no le dedico nada de tiempo a la elección de la película que voy a ver y aunque alguna vez me llevo alguna sopresa agradable, lo ideal es dedicarle cinco minutos y así elegir una que casi seguro que te va a gustar. Al final hay tantas y tantas que se van a quedar sin ver que mejor intentar ver las que parezcan más apetecibles para uno.

Y es lo que hice esta vez. Me topé con una lista de un usuario en IMDb y la primera que aparecía creo que era ésta, que efectivamente la tenía marcada como prioritaria para ver, pero sin ningún tipo de reseña, con lo cual, al ser de 1969 siempre tendría menos prioridad seguramente que las películas de los 80, porque además no la tenía ni identificada como posible película veraniega y el título tampoco inducía a ello.

Así que al igual que el otro día con Gomia, terror en el Mar Egeo, introduje otro escenario diferente de vacaciones, o en este caso de retiro, pero que también se podría considerar como vacacional.

Con dos parámetros diferentes a las comedias típicas de los 80 que es lo que habitualmente veo en estas fechas.

- El primero, que curiosamente, el protagonista es una persona adulta, tirando ya a la tercera edad prácticamente.
- El segundo, que el destino elegido no son las típicas playas de California, o en su defecto otros lugares populares y cinematográficos, como Miami, Acapulco o algunos destinos de Europa como Ibiza, Saint Tropez o Santorini, si no la Gran Barrera de Coral de Australia.


Pero a pesar de ambientarse y rodarse en Australia, estamos ante una película británica, con productor, director y actores principales de las islas.
En ese sentido me recordó a una interesante pero urbana, película inglesa que también se rodó y ambientó en Australia, como fue Conexión en Sidney.


Digamos que es otro destino de esos que me habría encantado conocer y que se quedará en el tintero, y que solo podré conocer ligeramente a través de atlas geográficos, documentales o películas como ésta.

Un amigo mío estuvo hace muchos años por allí y a la vuelta nos enseñó unas fotos realmente fascinantes, tanto de la costa como del interior, como he podido constatar con cada película rural australiana que me ha conquistado.

Dirigida por un buen y polifacético director británico, Michael Powell, (es en lo que más destacó, pero su filmografía también es extensa en su faceta como productor, guionista y actor), ante casi su último trabajo, juntó a un gran actor, y quizás no muy valorado como James Mason (nominado para tres premios Óscar), aunque su filmografía habla por si sola, tanto en su madurez, como incluso ya en su etapa final.
Tiene un montón de películas interesantes y espero acordarme de darle más oportunidades, aunque ya he visto varias películas suyas, casi todas interesantes.

Y junto a él, de manera impactante, tanto por la diferencia de edad como por lo sorprendente que me ha parecido verla así de jóven y de espléndidad, la actriz Helen Mirren. Una actriz que siempre conocí mayor, y de la que desconocía totalmente sus inicios, y más esta película que es su primer papel protagonista, y que para ser de 1969, extraña por mostrar su cuerpo desnudo sin ningún tipo de problema.

Aunque evidentemente seguro que a ella no le agradó mucho. Cuenta la historiadora de arte Jeanette Hoorn, citando una entrevista con Helen Mirren, la incomodidad con las escenas de desnudos, en las que el resto del equipo estaba completamente vestido y en las que Cora es la única figura desnuda. Hoorn sugiere cómo estos sentimientos de incomodidad y resentimiento se trasladan a la ficción de la experiencia de Cora, que acepta posar desnuda para la artista a cambio del dinero necesario para salir de su infeliz hogar con su abuela demente, y su escape a las brillantes luces de Brisbane.

Pero imagino que este papel le ayudaría para descubrir lo hermosa que era por aquel momento y lo buena actriz que podía ser.


Curiosamente, James Mason conoció aquí a su futura esposa, Clarissa Kaye-Mason. Clarissa Kaye interpretó el papel de la exnovia de Mason en Australia. La escena que protagonizaron juntos se filmó en la cama y Clarissa, que se estaba recuperando de una neumonía, tenía una fiebre de 39,4º. Después de la filmación, Mason comenzó a comunicarse con Kaye y ambos se casaron en 1971, y así permanecieron hasta la muerte de Mason en 1984. Habría que saber si no le produjo alguna tentación Helen Mirren a pesar de ser más de 30 años más joven que él.


De todas maneras no esperéis una película profunda. De hecho la sencillez de la misma y el minimalismo se notan en la ubicación elegida, bastante austera, aunque en un entorno de gran belleza, y el limitado número de personajes, todos ellos muy bien interpretados.

De este reparto, había un joven actor australiano, ya fallecido, Harold Hopkins, del que consideraron que podría haber sido tan famoso como Mel Gibson, pero no tuvo la misma suerte, como tampoco su personaje aquí en la película.

Y como curiosidad, entre los títulos de crédito, también aparece el nombre de Frank Thring. ¿Y quien es Frank Thring? Pues un actor que con un muy breve papel se convirtió en un rostro con una fuerza tremenda, y es que su corta interpretación de Poncio Pilato en Ben-Hur me pareció de las mejores actuaciones breves que he visto, quizás por su atuendo y caracterización, por su tranquilidad o imperturbabilidad, pero el aportó su granito de arena a Ben-Hur y la película le aportó a él un rostro famoso para siempre. Eso sí, aquí no esperéis verlo, creo que se le asigna en los títulos de crédito el papel del perro del personaje de Mason, aunque curiosamente en castellano el perro no emite ninguna palabra, ni siquiera onomatopeya, creo, no como por ejemplo en 2024-Apocalipsis nuclear (1975), en la que el perro se pasa toda la película hablando con Don Johnson.


Para mi una grata sorpresa y una joya escondida en este destino idílico.











Valoración:                              8/10













17 julio 2024

Vacaciones locas, locas, locas (1985)






 
Hay cuatro tipos de películas que me gustan y que cada cierto tiempo me gusta ver, aunque con temor a quedarme sin existencias ...

- Películas australianas
- Películas rodadas/ambientadas en África
- Road Movies
- Películas veraniegas o vacacionales


Es otra de esas películas que te ofrecen la posibilidad de ver a una estrella del cine antes de que se convirtiera en ello, en este caso Tim Robbins.

De hecho, Robbins figuraba en quinto lugar en los materiales promocionales del estreno original de la película, aunque en las portadas de los DVD posteriores, Robbins aparece en primer lugar porque con el tiempo se convirtió claramente en el más famoso del reparto.

La película aporta ciertos aspectos diferentes y de originalidad con respecto a la típica película veraniega o vacacional habitual.

Para empezar son vacaciones de Semana Santa, aunque eso al final no es importante y uno se olvida de ello, y elige un destino diferente y ubicación diferente para la trama de la película, en la localidad californiana de Palm Springs, que no está en la costa, si no en el interior, en la zona ya más desértica.

La actriz Kathleen Kinmont dijo que esta fue una de las primeras películas filmadas en Palm Springs, y que tuvieron mucho apoyo de la comunidad. Nadie quería que se fueran.

Además, según notas de producción más de quinientos jóvenes se ofrecieron como voluntarios, con un bronceado espectacular y los cuerpos musculados que son característicos de los jóvenes veraneantes de Palm Springs. Los nativos aportaron incluso más que eso. Aportaron a la producción un aire de entusiasmo que reflejaba tanto su felicidad por ser parte de una película de Hollywood como la emoción de contar una historia sobre su pequeña ciudad especial.

A veces las elecciones del lugar de rodaje pueden importar e influir mucho y cambiar completamente el aire a una película, y las películas ambientadas en un resort con piscina en vez de en el habitual escenario de playa aportan también un clima interesante propicio para este tipo de películas, como por ejemplo Trabajo Veraniego, que es de lo que más me gusta de este subgénero (aunque principalmente por la excelente banda sonora que tiene, a mi parecer).


El otro aspecto destacado de la película para mi, es la sorprendente e inesperada presencia de Sheree J. Wilson, que evidentemente a mi tampoco me decía nada su nombre, pero que pasa por ser la conocida compañera de Chuck Norris en Walker, Texas Ranger.

Nunca la había visto en una película hasta ahora, y tan solo la conocía por su papel en la serie de televisión, y ha sido toda una sorpresa.

Además completan el reparto tres actores más veteranos como John Vernon, Max Wright y Britt Ekland, que forman un elenco bastante decente.


La película no es ni de lejos de las mejores del género, pero es bastante entretenida y adecuada para estas fechas vacacionales.
Aunque lo fácil para la sociedad actual sería caer rápidamente en tacharla de machista y más cosas (la gente no sabe distinguir realidad de ficción y parece ser que está amargada y haciendo activismo continuamente), pero por ejemplo tiene cosas positivas, ya que en lugar de caer en la obscenidad que podría haber surgido tiende a centrarse más en la ternura liderada por la actuación original, desgarbada y honesta de Stephen Geoffrey, además de traer a colación ese refrán de la suerte de la fea la guapa la desea (en este caso aplicado al masculino), ya que el menos agraciado es el que más éxito tiene con las chicas en esta película.

Los chistes son familiares y los escenarios predecibles en su premisa de que la rana consigue a su princesa, pero el guión es lo suficientemente ingenioso, el ritmo de los movimientos es rápido y el elenco ofrece actuaciones divertidas.










Valoración:                              6/10















06 julio 2024

Nada en común (1986)

 







Gracias al director Oliver Stone, el 4 de julio, además de conmemorar la independencia de los Estados Unidos, se convirtió en una fecha muy cinematográfica, gracias a la película que él mismo escribió, produjo y dirigió con ese título y con el protagonismo de Tom Cruise, curiosamente nacido un día 3 de julio.

Así que ese día me gusta ver una película de alguien nacido tal día, y aunque ya le había dedicado un año dicho reconocimiento, los 100 años de Eva Marie Saint eran un argumento obligatorio para que fuera ella la actriz protagonista de mi 4 de julio.

Y es que no suele ser habitual encontrar actores famosos que alcancen el centenario, aunque en los últimos años lo habían hecho Olivia de Havilland y Kirk Douglas, no recuerdo muchos más, quizás Bob Hope. De hecho muchas veces es más fácil encontrarse muertes prematuras por excesos, adicciones o accidentes de circulación.

Quizás para muchos no sea tan conocida o tan importante, pero para mi el solo hecho de ser la protagonista, junto a James Stewart, en una de las mejores películas que he visto como es Con la muerte en los talones, ya la da un status muy alto, y además tiene otros títulos francamente destacados como La ley del Silencio, de Elia Kazan (que tenía predilección por ella), junto a Marlon Brando, película por la que obtuvo el Óscar como mejor actriz secundario y que obtuvo ocho en total, Éxodo, de Otto Preminger y junto a Paul Newman o en otro registro, un western que me gusta mucho como es La noche de los gigantes con Gregory Peck.

Y es que Eva Marie Saint es anterior a los premios Óscar, los más importantes del mundo del cine. Y para ella el Óscar fue algo muy curioso, ya que se lo concedieron a la mejor actriz de reparto, cuando su papel era protagonista, pero consiguió que la nominaran en esa categoría, y se lo entregaron dos días antes de que naciera su primer hijo, junto a su marido el director y productor, Jeffrey Hayden, con quien formó uno de los matrimonios más longevos de Hollywood, nada menos que 65 años, hasta la muerte de él.
Un hecho, el de estar embarazada en el momento de recibir el Óscar, que comparte con otras cinco actrices: Patricia Neal , Meryl Streep , Catherine Zeta-Jones , Rachel Weisz y Natalie Portman.

Tras la muerte del productor Walter Mirisch (Los 7 magníficos) el año pasado, es la persona viva más mayor que ha ganado un Óscar
Y es una de las tres rubias de Alfred Hitchcock que siguen vivas, junto a Tippi Hedren y Kim Novak.

Los créditos de actuación de Eva Marie Saint comienzan en 1947 y terminan en 2022, lo que convierte su carrera de 75 años en una de las más largas en la historia de Hollywood.


Pues además de esas películas importantes que mencioné, tiene algunas más de corte bélico o que me resultaban excesivamente largas y después de dar varias vueltas a su filmografía, me decidí por ésta, que no sé por qué no tenía marcada como prioritaria para ver, cuando aparentemente encajaba perfectamente en mis gustos.

Aquí, ya superados los 60, y con una estrella del momento como Tom Hanks, evidentemente no iba a ser la protagonista, pero tiene un papel lo suficientemente importante como para verla.

Hanks está en un papel que le favorece mucho, el primero en el que posiblemente muestre todo su potencial, y con el que posiblemente pasó de ser solo un actor de comedia a empezar a interpretar dramas indistintamente y con el mismo éxito. Como es un gran actor, con dos premios Óscar en su caso, ya son dos buenos argumentos para recomendar la película.


Pero hay más, el tercero viene sorpresivamente de la mano de su director. Y es que no suelo mirar mucho, o por lo menos recordar o asociar directores con películas, pero al ver el nombre de Garry Marshall, pensé rápidamente en Pretty Woman, y posiblemente en una película de un corte relativamente similar, ya que la impronta de un director suele ser reconocible en películas del mismo género. Y además también fue el director de otra película interesante que vi y comenté aquí por motivo de la muerte del actor Ray Liotta, como es Los locos del bisturí.

Así que me sorprendió que con estos tres mimbres ya fuera una película que había pasado completamente por debajo de mi radar y en general creo que una película bastante desconocida aquí, ya que ni siquiera tenía una breve descripción de la película en español, en la página de IMDb.


Aunque no me gusta repetir actores, directores o películas parecidas habitualmente, aquí de la mano de Garry Marshall venía de nuevo el actor Héctor Elizondo, al que acabo de ver en Punto de recreo y que luego volvió a colaborar con Marshall en Pretty Woman, así que otro punto positivo para esta película.

Pero por si fueran pocos, hete aquí que aparece en pantalla un veterano actor al que apenas había visto, como Jackie Gleason, y de la mano de un fantástico actor de doblaje irrumpe en la película no eclipsando el personaje de Hanks, pero captando tanta atención casi como el suyo. Su presencia es realmente importante e impactante, y es otro argumento de peso para que veais esta película.


Y su contratación no fue fácil y se produjo casi a última hora. Se rumorea que el director Garry Marshall no quería seguir adelante con la realización de esta película sin la inclusión de Jackie Gleason. Con mala salud, Gleason se había cansado de hacer películas y deseaba retirarse del negocio. Después de varios intentos de convencerlo, Marshall finalmente llamó a Gleason por teléfono e insistió en que si no hacía esta película, la última película por la que sería recordado sería el fracaso de taquilla Los caraduras 3 (1983). Gleason aceptó inmediatamente la oferta con la condición de que este sería su último papel como actor.

Aunque creo que habría interpretado igualmente bien el papel en otras condiciones, el estado de salud de Gleason hacía que fuera el ideal para ese personaje y que no tuviera que hacer excesivos esfuerzos en meterse en la piel de él.

Jackie Gleason estaba gravemente enfermo de cáncer de colon, cáncer de hígado, había tenido una trombosis, hemorroides, diabetes y flebitis durante toda la producción. Una noche, durante el rodaje, le confesó a su hija que le quedaba poco tiempo de vida. Murió casi un año después del estreno de la película, tiempo suficiente para verla en persona y, según se dice, la disfrutó mucho.


El director Garry Marshall describió esta película como una exploración humorística y conmovedora de "cuánto debemos a nuestros padres".
Mientras, Hanks dijo que su personaje, David Basner, le hizo reconsiderar su propia relación con sus padres. El papel supuso un reto para Hanks, que tuvo que afrontar un desafío emocional completo.

Además de ese cuanto le debemos a nuestros padres (casi siempre verdad), que planteaba Marshall, y el como me llevo con ellos que planteaba Hanks, a mi también me hizo valorar otro aspecto, y es el de los hijos únicos y su responsabilidad y problemática en estos casos. Casi no tengo amigos que sean hijos únicos, ya que en la generación de nuestros padres raro era que no se fueran dos o tres hermanos. Pero si que tengo una amiga, hija única, y que además está sufriendo como el protagonista de la película, problemas de salud en sus padres, lo cual le supone a ella tener que estar pendiente de todo lo que puedan necesitar y acudir al médico con ellos todas las veces que necesiten, cosa que te entiendo que te puede llegar a desesperar ante la incapacidad de compartir esos momentos complicados y no deseados con algún hermano.

La película comienza como una comedia pero finalmente se convierte en un drama, pero está muy bien endulzado por Marshall.

Y como colofón y el último argumento para que no dejéis de ver esta película esta el frecuente aliciente de una banda sonora amplia, interesante, ochentera, y con dos canciones más que desconocía que puede agregar a mi carpeta de canciones de cine, la que da título a la película (título original claro), Nothing in common de Thompson Twins y sobre todo If it wasn't love de Carly Simon.

Una película que por un lado te hace apreciar lo bonita que es la vida al verla como espectador, y lo dura que es si te metes en el personaje del protagonista o tienes problemas similares.









Valoración:                               8/10
















02 julio 2024

Punto de recreo (1985)

 






Ya puestos, igual que traje la tercera película en la filmografía de Tom Cruise y otra de las primeras de Keanu Reeves, o por lo cuando todavía no era muy conocido, volví a ver la segunda película por orden cronológico de Johnny Depp (su primera como protagonista), otra de las superestrellas nacidas en ese período de tiempo (1962-1964), y que levantaron pasiones entre el público femenino.

Y digo volví a ver, porque recuerdo que ésta la vería hace unos 12 años, en lo que fue otra de las inspiraciones de mi blog. Además recuero perfectamente que la compartí con un antiguo compañero de trabajo, con el que compartía afición por el cine de los ochenta.

Aunque supongo que es un poco más conocida que otras muchas películas que he visto, tampoco recuerdo que aquí la hayan pasado por televisión, y salvo los muy fans de Johnny Depp, supongo que en líneas generales será una película totalmente desconocida.


Realmente no sé que tipo de cine se hace hoy en día, porque ya hace tiempo que dejé de ir al cine y de darle oportunidades a las películas actuales, pero uno de los géneros que más me entretienen, y que es mayoritariamente originario de los años 80, son las comedias de verano, y en esta época siempre intento ver unas cuantas, intentando que alguna de ellas resulte novedosa.

Seguramente ese subgénero nació en los ochenta y seguramente su esencia moriría en la década de los noventa, porque además seguramente hoy estaría censurado por completo, en una etapa de prohibiciones y pérdida de libertades a mi modo de entender bastante evidente. Y principalmente por el alto grado de desnudez que suele haber en este tipo de películas, sin tener en cuenta que nadie obligaba a hacerlo, que seguramente las actrices que lo hicieran ganarían un buen dinero por ello, y que además tendría mucha audiencia. Porque yo como espectador elijo lo que quiero ver, no como hoy en día, y más en el cine español, que se hace lo que desde determinados lobbys se decide que es aprobable y te exigen medio con malos modales que tienes que ir a verlo, que es cultura y demás tonterías.

Por eso entre otras cosas tomé la deriva de este blog, de ver cosas muy poco conocidas y sobre todo lo que a mi me apeteciera, ante esta tendencia totalitaria e impositiva de lo que tenemos que hacer, que comer, que pensar, y también que ver en la televisión.

Y si, esta película tiene unos cuantos desnudos y muchas chicas en bikini, pero me parece una comedia muy entretenida, refrescante, veraniega y adecuada para pasar un buen rato en este período estival.


Y además con la presencia de una incipiente super estrella como Johnny Depp. Incipiente porque ni siquiera es cabeza de cartel, honor que recae sobre Rob Morrow, aunque fuera su primera película. Me acuerdo cuando empecé a ver la primera vez esta película con mi amigo, el se sorprendió y se emocionó cuando leyó su nombre en los títulos de crédito, mientras yo le preguntaba "¿quién es Rob Morrow, Sebas?". Él, atónito, me dijo, "¿no me digas que no le conoces?, es el protagonista de Doctor en Alaska".

Yo, había oído hablar y anunciar mucho la serie, de hecho me parecía muy buena su sintonía, pero nunca me había detenido a ver ningún capítulo de la misma, así que su nombre me resultaba totalmente anónimo en aquel momento.

El caso es que luego la carrera de Depp despegó hacia el estrellato, mientras que la de Morrow, extrañamente derivó hacia episodios en series de televisión puntuales, hasta que consiguió el papel en Doctor en Alaska, donde en 5 años intervino en 102 episodios. Pero a nivel de la gran pantalla su bagaje no es ni amplio ni exitoso.

De todas maneras a ambos no debió apasionarles el resultado final de la película, ya que se dice que estaban tan avergonzados por la película que juraron un pacto para rastrear y destruir todas las copias.


Y todavía más sorprendente es si comparamos la pareja de actores protagonistas masculinos, con la pareja femenina. Dos chicas muy guapas, que aunque hacen de complemento en la película, uno mira su filmografía y quedó en la nada más absoluta más allá de esta película. Bien es cierto que chicas guapas había y hay muchas siempre, y que quizás más allá de su evidente atractivo delante de la cámara no había una actuación sólida, pero de ahí a que casi no se las pueda considerar actrices debido a sus escasos papeles y a que ambas dejaron de actuar en la década de los 90, parece muy sorprendente.

Así que el si que aporta valor a la película es Héctor Elizondo (el famoso director del hotel de Pretty Woman), un actor secundario poco valorado, que hace un papel que quizás fuera difícil de asociarle por su papel en Pretty Woman, pero que cumple con nota. Pero además hay otros personajes secundarios interpretados por actores menos conocidos que aportan buen humor a la película.


Me parece una de las mejores películas veraniegas, por el bonito resort en el que se rueda (de hecho el título original es Private Resort), ubicado en Cayo Largo, Florida, los actores, el ritmo y el humor bastante por encima de la media de lo habitual en este tipo de películas.

Seguramente a la mayoría de nosotros nos habría gustado tener en nuestra vida un fin de semana o unas vacaciones así ... así que disfruta los 80 minutos en este resort.









Valoración:                             7/10












28 junio 2024

Ir a perderlo y perderse (1982)

 




En comparación con Keanu Reeves, al que abordaba el otro día, Tom Cruise tiene pocas películas en general, y muy pocas antes de hacerse super famoso, y quizás ésta (siendo su tercera película cronológicamente), fuera la menos conocida de su filmografía, así que me lancé a explorarla.

Y es que ya en 1983 rodó Rebeldes, aunque ahí con un amplio elenco que no le daba un protagonismo único, pero también Risky Business, en la que si tenía un protagonismo mucho más evidente y que marcó su vuelo directo hacia el número uno del estrellato de actores.

Luego, aunque como digo no son muchas, cada película que hizo se convirtió en un éxito instantáneo, por lo menos en taquilla, luego cada uno tendrá su valoración más o menos positiva de las películas protagonizadas por Tom Cruise, que para mi no son las mejores del mundo ...

Pero evidentemente con su sonrisa, que muchas veces no hacía falta ni que hablase, ya transmitía y vendía mucho. Por eso igual resulta extraño que esta película sea tan anónima, siendo de Tom Cruise. Al final en el cine podríamos hacer una similitud con la pintura, y cualquier obra de un buen pintor (poned el que queráis, Van Gogh, Monet, Picasso ...), es muy valorada, aunque se pintara antes de que se hiciera famoso.


Y es que el argumento, aunque diferente eso si, no sea quizás el más edificante o atrayente dentro de esas películas de adolescentes de los años 80, y quizás un tanto atípico para Tom Cruise. 
De hecho Cruise dijo, teniendo en cuenta cómo fue recibida la película después de su estreno, que ésta película le  hizo darse cuenta de que necesitaba ser más selectivo en sus elecciones y buscar buenos directores.

Además es una de esas películas ambientadas más atrás en el tiempo y ese detalle, como ya he comentado más veces, a mi no me suele apasionar, y más teniendo en cuenta que la recreación que se hace del lugar en el que se ambienta la película, Tijuana (México), me parece poco acertado. La película realmente se rodó en Calexico, California, y se contrató a mucha gente local para que actuaran como extras.

Pero aún no gustándome mucho la atmósfera ni el argumento de la película el ver una película de un Tom Cruise muy jóven y poco conocida es un buen reclamo. Además le acompañan dos actores que luego no corrieron la misma suerte en cuanto a popularidad que Cruise, pero que tampoco son unos desconocidos.


Un Jackie Earle Haley, que a pesar de ser un actor bajito y siempre con cara de mayor, es decir la antítesis de lo que sería el canon físico de actor, llegó incluso a estar nominado para un premio Óscar.
Y es que el acné le pasó factura. Aunque fue una estrella adolescente de finales de la década de 1970 que interpretó a tipos inadaptados duros, enojados y llenos de granos.

De hecho comenzó a hacer promociones publicitarias con 5 años, pero según comentó luego la transición de niño a adolescente fue dura.
"Esa transición de niño a actor adulto es increíblemente esquiva. Los papeles que me llegaban cuando era joven no eran muy buenos, pero los aceptaba de todos modos para pagar el alquiler. Y cuantos más papeles malos en películas malas aceptaba, menos me querían para un buen papel en una buena película."

Pero luego su carrera cayó en una profunda depresión, y de hecho desde 1993 hasta 2005 aproximadamente estuvo sin trabajar como actor y haciéndolo en otros empleos sorprendentes para una persona popular, como repartidor de pizzas o conductor de vehículos.
Recibió muy buenas críticas en su vuelta a los platós, y más considerando todo el tiempo que había permanecido sin actuar. Nunca fue santo de mi devoción.


La tercera punta de lanza la conformaba John Stockwell (en su segunda película tan solo), que compartió protagonismo posteriormente con Cruise en Top Gun. Curiosamente aquí el personaje de Stockwell es el que hace valiente, frente a un tímido o indeciso personaje de Cruise y en el superéxito Top Gun, la personalidad de los personajes interpretados por los actores es la contraria.
Para Stockwell Top Gun pareció un punto de inflexión negativo mirando su filmografía a partir de esa película.

En el orden de facturación de la película el escalafón quedó, 1º Tom Cruise, 2º Jackie Earle Haley, 3º John Stockwell, pero realmente el verdadero protagonista de la película es Haley, que acapara mucha más atención y está por encima de sus compañeros de rodaje. Cruise dijo que hizo esta película gracias a Haley.

Además el reparto tiene otros interesantes actores nada desdeñables, aunque algunos tengan personajes con poca cuota de pantalla. Yo siempre he apreciado a Rick Rossovich, y también no son desdeñables Shelley Long, Henry Darrow o un infantil John P. Navin Jr.

Además de Stockwell y Cruise, también Rossovich coincidió con ellos en Top Gun. Otros reencuentros entre actores de esta película fueron el de Navin Jr. y Long en la serie Cheers, o el de Cruise y Navin Jr. en Taps, la película anterior en la filmografía de Cruise (que suponía su segunda).

Sorprende que su director Curtis Hanson luego tuvo buenas películas, especialmente L.A. Confidential, muy aclamada.


En definitiva, podríamos decir que se trata de una comedia sexual adolescente anodina de los años ochenta, con mala imagen para Cruise y los americanos en general y mala imagen también para los mexicanos, aunque en este caso, habría que saber que tal de recomendable es hoy en día darse un paseo nocturno por Tijuana.











Valoración:                             4/10













26 junio 2024

La noche antes (1988)

 







Si cogemos el trío Tom Cruise, Brad Pitt, Keanu Reeves, éste último es sin duda el que más películas desconocidas tiene, o más películas antes de hacerse famoso, que en su caso entiendo que fue a raíz de su papel en Le llaman Bodhi, aunque su primera película fue la muy conocida Youngblood (película sobre hockey hielo, deporte del que se dice que Reeves podría haber llegado a ser profesional), allí tenía un papel bastante secundario y había dos estrellas mucho más importantes en aquel momento como Rob Lowe y Patrick Swayze.

Sorprendentemente esas películas previas al estrellato de Keanu Reeves siguen siendo bastante anónimas y bastante desconocidas, cuando lo habitual es consumir toda la filmografía de estas estrellas cinematográficas o mirar retrospectivamente al inicio de sus carreras.

Ya es la cuarta que veo sin saber nada de ellas anteriormente, y sin que pasando el tiempo sigan sin hacerse populares.

- Volando (1986)
- La hermandad de la justicia (1986)
- La noche antes (1988)
- Recuerdo permanente (1988)


Y eso que aquí contaba a su lado con compañera de generación (1964), Lori Loughlin, nada que ver con Lori Singer y ese grupo de actrices altas, rubias, esbeltas, elegantes y muy atractivas nacidas en la década de los sesenta y de las que no hace mucho me crucé varias. Loughlin es todo un ejemplo de sencillez, discrección y elegancia, con papeles generalmente humildes o no muy afortunados, como en Admiradora Secreta, uno de sus primeros y más destacados títulos, ya que desafortunadamente las películas que me podrían resultar intersantes de esta actriz se pueden contar con los dedos de la mano, y con ésta ya casi las he visionado todas. Me queda La gran revancha (1986).

Igual todo hubiera cambiado si hubiera aceptado el papel protagonista de El lago azul, que parece ser tenía ganado, pero que finalmente interpretó Brooke Shields. Mirándolo con perspectiva no me encajaría la discrección de una adolescente Loughlin en el papel que requería esa película.

Seguramente se sentía muy a gusto en su papel en la serie de Padres forzosos y eso le incompatibilizaría realizar más proyectos de los que hizo durante la segunda mitad de la década de los 80.

Curiosamente ámbos ya habían trabajado juntos en la mencionada anteriormente La hermandad de la justicia.


Reeves, de ascendencia Hawaiana (su nombre en aquel idioma significa "brisa fresca de las montañas"), ha vivido por medio mundo, sobre todo en su infancia y juventud.

Su mejor amiga es otra gran actriz de la generación de 1964, Sandra Bullock, que nació curiosamente solo dos días antes que Loughlin, a raíz de su trabajo juntos en Speed. También se dice que su mejor amigo, o uno de ellos era River Phoenix.

Aparte del hockey, también le gusta el surf y montar a caballo. Lo primero lo aprendió para su papel en Le llaman Bodhi, y además también aprendió técnicas de artes marciales para su trabajo en Matrix, así que demuestra gran versatilidad e interés por sus papeles.

Un papel más romántico y de comedia de Reeves, donde demuestra que no desentona, aunque en mi opinión su mejor registro está en otro tipo de películas.


Una comedia ligera y en líneas generales inteligente. Una película original y divertida, siempre y cuando no hayas visto Jo, ¡qué noche!, en cuyo caso ya no te parecerá tan original quizás.
Aún así, la característica que menos me gusta de la película y casi siempre que se usa, es la de ir mezclando el presente con el pasado continuamente, aunque en este caso sean espacios de tiempo contiguos, a mi me suelen desorientar y desnaturalizar la película.

Se podía haber hecho igual contando todo desde el principio, y no empezando a mitad de la historia que quieres contar e ir mezclando el presente con las horas previas a base de flashbacks.

Keanu domina de principio a fin la película, pero Lori se hace con el protagonismo en el fragmento final y pone el final feliz a la misma, en esta diferente versión del tan tratado en el cine baile de graduación.










Valoración:                       5/10













21 junio 2024

Material americano (1973)

 






Ayer fallecía Donald Sutherland, notable actor canadiense, y padre del también actor Kiefer Sutherland, a quien quizás conozcan más las generaciones más jóvenes, y con el que hecho llegó a trabajar en tres películas: Hola, Mr. Dugan (1983), Forsaken (2015) y Tiempo de matar (1996) donde interpretan a personajes enemigos.

A dos de sus hijos les puso de nombre el apellido de directores con los que trabajó. Kiefer Sutherland recibió el nombre de Warren Kiefer, quien dirigió la primera película de Donald, Il castello dei morti vivi (1964), y su segundo hijo, Roeg Sutherland, recibió el nombre de Nicolas Roeg, quien lo dirigió en Amenaza en la sombra (1973).

Es un actor que tardé mucho tiempo en apreciar, durante mucho tiempo no me gustaba o no me caía bien, supongo que por algún papel antipático que vería suyo de niño (tal vez en la película Encerrado con Sylvester Stallone), y en esas edades eso significa lo que significa, sin valorar que está actuando y que realmente lo hacía muy bien.

Así que con el paso del tiempo le fui apreciando más y haciéndole participe de mi modesto blog con películas como Una árida estación blanca o Nuevos rebeldes.

Aunque pudiera parecer un actor estadounidense, era canadiense. Obtuvo su doble especialización en Ingeniería y Arte dramático de la Universidad de Toronto. Originalmente tenía la intención de convertirse en ingeniero antes de intentar actuar.
Además también participó en la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de Invierno de 2010, en Vancouver, como narrador en off que describe la historia de Canadá y también fue uno de los abanderados de la bandera olímpica.

Tenía muy buena consideración en su país, donde en 2019 recibió el CC (Compañero de la Orden de Canadá). Vivía a ratos en Saint John, New Brunswick, Canadá, y otras veces como parece lógico, en Santa Mónica, California. El grabado de su Premio Honorífico de la Academia dice: Por toda una vida de personajes imborrables, interpretados con inquebrantable veracidad. Ha tenido presencia canadiense en todo el mundo durante seis décadas, cuyo talento y carisma magnético lo han convertido en un brillante embajador y promotor de Canadá. Esta es una promoción dentro de la Orden.
Y además recibió una estrella en el Paseo de la Fama de Canadá, en Toronto, Ontario, en 2000 (posteriormente también la obtendría en el Hollywood Boulevard, en 2011).

Aunque nunca estuvo nominado a un Óscar por sus interpretaciones, si lo fueron tres de sus películas M*A*S*H, Gente Corriente y JFK: Caso abierto. Si que ganó un premio Emmy, al igual que su hijo y finalmente recibió un Óscar honorífico en 2018, que en ocasiones significa por parte de la Academia de Hollywood un mea culpa contra un actor por no haber recibido ninguna estatuilla.

Un detalle para valorar su importancia es que ha trabajado con ocho directores que han ganado un Óscar al Mejor Director: John Schlesinger, Bernardo Bertolucci, Robert Redford, Ron Howard, Oliver Stone, Barry Levinson, Clint Eastwood y Anthony Minghella.

Ayer leía en algún periódico el titular "Posiblemente el mejor actor nunca nominado a un Óscar"


Elegí esta película porque encaja muy bien en la idea del blog, películas totalmente desconocidas, pero si puede ser con algún actor conocido mejor, y además por la presencia de Jane Fonda, de la que no sé la de tiempo que hacía que no veía nada.

Con ello, como recientemente me pasó en Los Ángeles del Infierno de la mano de su hermano Peter, se juntaban también en esta película dos generaciones de actores bastante conocidas, siendo más longeva y prolífica la de los Fonda.

En realidad, la película se filmó en 1971, poco después de que Jane Fonda y Donald Sutherland coprotagonizaran la película Klute (1971), totalmente diferente a ésta. La producción requirió nuevas filmaciones y tuvo algunos retrasos y por ello no se estrenó hasta 1973. Fonda y Sutherland tuvieron brevemente una relación personal en la vida real en esa época y además trabajaron en otra película, FTA, las tres en el breve período en el que mantuvieron su relación.

Quizás Jane Fonda tenía más aureola de estrella en aquel momento, y aunque el personaje principal es claramente el de Sutherland, ella fue la que más dinero cobró del reparto. Y eso que Sutherland ya había brillado o trabajado en películas importantes y con gran reparto como Doce del Patíbulo.


El resto del elenco no es muy destacable, quitando a un siempre extraño y extravagante Peter Boyle (que hace una gran imitación durante la película del personaje de Marlon Brando en Salvaje, actor que justamente había resultado ganador del Óscar el año anterior por El Padrino), o al actor que interpreta al hermano del personaje de Sutherland, que realmente se da un buen aire a él y hace pasar por su hermano fielmente.

Si que cabe destacar la presencia como guionista de David S. Ward, que mientras estaba escribiendo este guión se le ocurrió otro mucho más interesante y trascendente, como el de El Golpe, por el que obtuvo el Óscar, y la película seis estatuillas más.


Dos películas muy distantes en valoración. Ésta está bien como homenaje a Sutherland, pero poco más en mi modesta opinión. Es una película bastante absurda, sin ningún propósito, sin un humor especialmente generoso ni ingenioso, y con personajes que carecen de lógica e interés, que parece que no saben ni cual es su rumbo ni que buscan, y que pueden sumir al espectador en una cabezada si el sueño aprieta o en cualquier distracción por la falta de emoción.

La película fracasó en taquilla y cayó en la oscuridad. Realmente podríamos decir que es un drama con toques divertidos y no una comedia. Aunque también podría calificarse como una comedia negra. Intenta ser la continuación de principios de los 70 de películas icónicas de contracultura como Easy Rider (1969).











Valoración:                                  4/10















20 junio 2024

Locuras de medianoche (1980)

 




Cuando se acercan estas fechas me van apeteciendo películas con el verano como hilo principal o como trasfondo, o si no por lo menos películas entretenidas, principalmente comedias de los 80, de hecho es la época en la que suelo revisionar películas que ya he visto pero que me dejaron un grato recuerdo y me parecen idóneas para el período estival.

Así que, siendo cerca de las doce de la noche, me detuve en ésta, el título encajaba, justo de 1980, el año que nací, porque la intuición me decía que podía ser de mi agrado y hacerme pasar una buena medianoche, como el título indicaba.

Estamos muy al inicio de los 80, o casi se podría decir que estamos todavía en los 70, se nota mucho todavía en el estilismo, tanto peinados como vestimenta, pero el argumento y la puesta en escena encajan más con la década de los 80.

La película me ha ganado por su originalidad y su argumento único hasta ahora en lo que he visto en el cine, que no es poco, pero que si me ha hecho recordar dos episodios reales de mi pasado relativamente parecidos a éste.


- Recuerdo por ejemplo, en un campamento en el pueblo de Jaca, al que nos mandaron a mi hermano y a mi cuando éramos pequeños (yo tendría 9 años y mi hermano 11), que hicimos una actividad que se llamaba, creo recordar, algo así como pista de rastreo. Saliendo de los barracones donde estaba el albergue teníamos que encontrar una serie de pistas que los monitores habían colocado en las proximidades y volver al punto de partida con ellas.

- Hará unos 15 años, en el trabajo, desde Recursos Humanos nos organizaron una actividad por Madrid, que consistía en realizar una serie de pruebas, recoger algunos objetos que había en determinados lugares y volver al punto de partida. Ésta fue la más parecida y la más interesante, porque éramos equipos de cinco (aunque nos faltaba uniformarnos con colores con la película) y tenía un hilo argumental muy parecido. Fue un día de trabajo diferente, porque era día laborable y muy entretenido. Aunque quien organizaba la actividad era una empresa externa, no me extrañaría que se hubieran inspirado en esta película por las similitudes.


A raíz de esta actividad me planteé organizar yo algo similar para jugar con mis amigos y sorprenderles, pero evidentemente es tarea compleja, más en una gran ciudad como Madrid, y más si no ves mucho interés por parte de tus amigos. Pero la película me ha traído a la mente aquella idea que surgió en mi cabeza y que sería relativamente parecida.

Y quizás lo más parecido a día de hoy sean las actividades de Escape Room que se pusieron de moda hace unos años.

Parece ser que la película inspiró a Joe Belfiore, un estudiante de secundaria en Clearwater, Florida, a crear un juego similar. Se llevó el juego a la Universidad de Stanford y, finalmente, a Microsoft. El Juego, como llegó a llamarse, inspiró a su vez la película El Juego (1997) .


No sé si la hubiera visto de no tener el aliciente de contar en el reparto con el gran Michael J. Fox, aunque suponía que tendría un papel no protagonista.

De hecho fue su debut en un largometraje. Fue elegido porque la película se rodó predominantemente de noche y necesitaban un actor mayor de 18 años pero que pudiera pasar por uno de 15. Los jefes del estudio inicialmente no estaban convencidos, por lo que hicieron pruebas de maquillaje para hacerle lucir lo más joven posible y luego hizo una sesión de fotos en la que fue colocado junto a los miembros más altos del elenco. Esto funcionó y consiguió el trabajo.

Aunque su pose y sus gestos son parecidos, encarna un personaje que no encaja con el estereotipo habitual que él interpreta, pero es curioso e interesante ver debutar a un actor tan importante y siempre es muy chocante la edad que aparenta su personaje con la que tenía en realidad en aquel momento.

El resto del reparto es bastante anónimo, más allá de los que haya visto a David Naughton en alguna película, cuyo rostro si es familiar, el resto apenas tienen una carrera corta y discreta, y en general la mayoría interpretan a personajes que van más allá de la etiqueta de "frikis", aunque creo que Eddie Deezen está genial en un papel a lo Rick Moranis pero mucho más extravagante.
Sorprende en particular Alan Solomon, que fue elegido entre la multitud y se le asignó el papel de "maestro del juego" León basándose únicamente en su apariencia inusual. En la vida real, Solomon supervisó y produjo una variedad de programas de juegos.


Realmente se trata de una película de Walt Disney y como tal tiene algunos guiños durante la misma, como cuando el equipo blanco finaliza su búsqueda de una pista sobre la estrella de Mickey Mouse en el Paseo de la Fama de Hollywood o también se ve un Mickey detrás de dos personajes en la tienda de regalos del aeropuerto.

Con cinco equipos muy variopintos que podríamos calificar como

- Los buenos
- Los malos o vagos
- Los empollones
- Los deportistas
- Las feministas


Para que cada uno empatice con quien tenga más afinidad o le resulte más gracioso, y con ello atraer inteligentemente a un espectro muy amplio de público, realmente no importa quien gane, si no todo lo que te entretienes con cualquiera de ellos.

Una película atípica porque no hay lenguaje maleducado, ni violencia sangrienta, ni desnudez, ni sexo, ni consumo de drogas, así que cualquiera la puede ver.











Valoración:                           7/10