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04 octubre 2023

Aprovecha el día (1986)










Gracias a una actividad en la que participé el otro día organizada por mi amiga Angélica (una de las mejores personas que se pueden conocer, gracias por estar ahí), retornó a mi mente el actor Robin Williams, al que tenía bastante olvidado, pero al que tengo cierto aprecio.

Además de cumplir años el mismo día que mi hermano, su muerte me resultó bastante triste. Venía yo con toda la ilusión de firmar mi hipóteca y con las llaves de mi nueva casa, destino a entrar en ella, cuando puse la radio y me enteré de su muerte, y desde entonces le tengo bastante aprecio.

Actor de principios de la década de los 50, donde todavía no era tan importante el físico, como si sucedería una década después, se abrió paso en la industria cinematográfica gracias a sus dotes interpretativas.

Era un actor de grandes contrastes. Por un lado una persona muy solidaria, que en un evento llegó a exigir que contrataran a cierto número de personas sin hogar, y alrededor de unas cincuenta recibieron dinero suyo y tiempo y disponibilidad para obras sociales.

Por otro lado fue otro actor que no escapó de las dos adicciones más habituales de Hollywood, el alcohol y las drogas. Él culpó de estas adicciones al estrés que le ocasionaba en sus inicios la realización de monólogos cómicos. Dejó las drogas a raíz de la muerte de su amigo James Belushi por culpa de éstas, pero la adicción al alcohol le siguió acompañando.


Un actor muy versátil, especialmente en los géneros de comedia y drama, llegó a recibir hasta tres nominaciones al premio Óscar por sus interpretaciones en Good Morning Vietnam, El Club de los Poetas Muertos y El Rey Pescador, recibiéndole finalmente por El Indomable Will Hunting.
Además ganó cinco Globos de Oro, dos premios Emmy y tres premios Grammy, que condecoran su gran carrera.

Debutó en el cine con el curioso papel de Popeye, pero quizás aquí le asociemos más a sus papeles en Hook, Jumanji o la comentada El Club de los Poetas Muertos, porque hayan tenido más difusion a través de la televisión.
Yo me dispuse a bucear entre su filmografía buscando algo acorde a la filosofía de mi blog, y me topé con esta desconocida película, cuyo título me recordó a un slogan muy utilizado hoy en dia, aunque en su versión de "Carpe Diem", lo cual ya me resultó lo suficientemente atrayente para verla.

Curiosamente, poco tiempo después de ésta, Robin Williams protagonizó El Club de los Poetas Muertos (1989) en la que, como profesor, ensalzaba el proverbio Carpe Diem, que significa literalmente el título de esta película "Aprovecha el día".

Además, encontré una reseña de un usuario que rezaba "es un hombre honesto que atraviesa tiempos difíciles tras perder su trabajo, pero lo que realmente afecta a Tommy es ver cómo sus amigos y su familia le dan la espalda uno tras otro", lo cual me hacia reflejarme en esa descripción parcialmente, y aunque no deja de ser la percepción de un usuario de la película, que no tiene porque coincidir con la mía propia, me pareció otro buen aliciente para disponerme a verla.


Aunque la película está ambientada como dos décadas antes, y es un detalle que no me suele gustar, es un factor que tapoco se nota mucho ni está presente continuamente en el desarrollo de la misma, más allá de cuando se enfocan coches de época en tomas de exteriores.

Williams interpreta un arquetipo de personaje bastante común en él, alguien bastante desgraciado y atormentado, que posiblemente era un buen reflejo de su realidad, y que además de sus grandes capacidades interpretativas, la similitud con su realidad vital le podían ayudar a realizar de manera sobresaliente este tipo de papeles.

A pesar de lo desconocida de la misma, y parecer una pelicula de Serie B con un presupuesto bajísimo, seguramente estemos ante una de las tres mejores interpretaciones de Williams en el cine, por lo menos a nivel dramático. La película puede resultar deprimente, pero merece mucho la pena verla.


El final te puede dejar frío o pensativo, en uno de esos finales que yo considero como una película incompleta, pero que evidentemente tiene que haber de todo y no siempre puede haber un final feliz ... o uno triste, también se puede jugar con otro tipo de epílogos para una película.
Desconozco si el libro en el que se basa también tiene este final.

Por último, a mi la película me hace reflexionar sobre slogan Carpe Diem, sobre el que yo soy bastante crítico, porque creo que en la mayoría de los casos implica un alto grado de egoísmo y está asociado con el disfrute, el gasto o el consumismo.
Frente a lo cual existe el aprovecha el día para reír, para ayudar, para compartir, o para contraponer el amor y el respeto frente al materialismo y el dinero.

A la gente simplemente no le importa lo que no puede ver o lo que no le afecta directamente. No se ayudan entre sí a menos que haya dinero de por medio.

Creo que es una buena crítica de la sociedad actual, pero descrita casi 40 años antes.

La metería en el grupo de pequeñas joyas desconocidas que he ido descubriendo con mi filosofía de elegir películas muy poco conocidas.










Valoración:                                    7/10