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14 diciembre 2024

Más allá del amor (1979)

 





Una de las películas más habituales para ver en este mes de diciembre y la Navidad sin duda es Mary Poppins, y precisamente ayer su protagonista, Dick Van Dyke, cumplía 99 años, así que me parecía un buen motivo para rendirle homenaje. Me habría gustado dedicarle la entrada número 500 del blog, pero se me echó el tiempo encima y su cumpleaños fue antes de ello.

Fumador empedernido durante cincuenta años, fumaba hasta dos paquetes de cigarrillos al día. Finalmente logró dejarlo con chicles y parches. Afirmaba que dejar de fumar era mucho más difícil que dejar de beber. Es curioso como él ha llegado hasta los 99 años, por ahora, y otros con la misma adicción, como el recientemente comentado George Peppard no logró pasar de los 65. Pero su madre falleció con 95 años, así que debe ser cuestión de genética.

Además también fue alcohólico durante veinticinco años, algo más habitual de lo que sería deseable en el mundo de la actuación. Decía que "en los años cincuenta y sesenta, todo el mundo tomaba un martini y fumaba sin parar. Lo curioso es que durante mis veinte y treinta y tantos no bebí nada. Luego nos mudamos a un barrio lleno de familias jóvenes con hijos de la misma edad y todos bebían mucho, había grandes fiestas todas las noches. Iba a trabajar con una resaca terrible, que si estás bailando es realmente dura. Estaba en serios problemas, te vuelves suicida y piensas que no puedes seguir. Tenía sentimientos suicidas, era terrible. Pero de repente, como una bendición, la bebida empezó a no saber bien."

Es bisabuelo desde 2001, así que podría llegar a ser tatarabuelo si sigue viviendo unos años más.


Su inspiración cómica fue Stan Laurel . Dice que pudo encontrarlo buscando su nombre en la guía telefónica de Santa Mónica, California, donde vivía Laurel. Lo llamó y Laurel lo invitó a su casa. Los dos se hicieron buenos amigos. Cuando Laurel falleció, Van Dyke pronunció su panegírico en el funeral. Además su otro ídolo fue Buster Keaton. 

Conoció a Laurel al final de su vida y fue una gran emoción para Van Dyke. Le dejó su pajarita y su bombín y le dijo que si alguna vez hacían una película sobre él, querría que la interpretara.

Antes de trabajar en el enorme éxito que fue Mary Poppins, ya tenía un programa propio que se llamaba El show de Dick Van Dyke, junto a Mary Tyler Moore, que luego tendría su programa propio.

A finales de los años 80, parecía que la carrera de Van Dyke había terminado. Sin embargo, su aclamada interpretación del fiscal de distrito en Dick Tracy (1990) dio lugar a Diagnóstico asesinato (1993), que resultó ser un gran regreso a la televisión para la estrella de 67 años.

La verdad que el papel de esta película parece adecuado para él ya que participó en la infancia y juventud algunos eventos religiosos, como por ejemplo debutar como actor interpretando al Niño Jesús en una representación navideña de una iglesia (se dice que lloró durante todo el tiempo que estuvo allí), y además antes de ser actor y comediante, también fue maestro de escuela dominical en una iglesia presbiteriana, donde ministraba todos los domingos.

Además entre sus pasatiempos están jugar al golf, navegar, pasar tiempo con su familia, bailar, viajar, la comedia, tocar el piano, usar la computadora, la Biblia, orar y cantar, así que parece ser que siempre ha tenido una vida cristiana practicante.


Un actor asociado principalmente a papeles en comedias y musicales, siendo ésta película una de sus pocas excepciones. De hecho la publicidad de esta película afirmaba que era el primer papel dramático en una película de cine para el comediante Dick Van Dyke.
Lo cual demuestra que un buen actor tiene que valer para más de un registro.

Una película totalmente desconocida a pesar de ser producida y dirigida por Stanley Kramer (su última película), nominado hasta en nueve ocasiones para el Oscar de la Academia, y con Dick Van Dyke y algún actor interesante más, para mi sobre todo Beau Bridges, que ya va siendo veterano también.

Con el recurso del flashback en la película, aquí no se hace molesto, ya que se hacen períodos largos de película tanto del presente como del pasado que nos cuenta, sin saltar continuamente y mareándote.

Basada en una novela del dramaturgo Milan Stitt, el cual alguna vez consideró convertirse en sacerdote.

Al adaptar esta obra controvertida para la gran pantalla, Milan Stitt redujo drásticamente varios de los personajes originales (por ejemplo, Amos el carcelero, el fiscal y Monseñor Nicholson) y creó algunos nuevos (el dueño de la tienda general, las monjas ancianas postradas en cama, las "mujeres de las minas de carbón", etc.). En la película, se dedica demasiado tiempo a los tres protagonistas (el padre Rivard, la hermana Rita y la ama de llaves, la señora Shandig), mientras que a los personajes secundarios se les concede poco tiempo en pantalla. Esto le da un cierto aspecto de aburrida.


Para mi, que me considero bastante religioso, siempre está bien ver una historia sobre la cara oculta de un sacerdote o una monja (extraño que convivan ambas figuras juntas), ya que siempre tenemos la imagen del sacerdote dando misa y no conocemos como discurre el resto de su vida ni las tribulaciones que tiene afrontar en la misma.




El título de la película y la obra original, que podríamos traducir por "El corredor tropieza", proviene de Isaías 40:31 de la Biblia, que dice: "Pero los que esperan en el Señor renovarán sus fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán".

Una película religiosa rural, nada habitual, con un acertado y bonito emplazamiento de la misma, que extrañamente no es nada conocida y merece la pena su visionado.









Valoración:                            6/10