01 marzo 2023
Fuga de noche (1982)
27 diciembre 2022
El circo del terror (1960)
09 noviembre 2020
Un tipo de altura (1989)
He de reconocer que para el humor soy algo especial, hay muchas formas de humor o muchos personajes que a mucha gente le hacen gracia o le resultan graciosos que a mi no, y con las películas me pasa algo parecido.
Aunque lo que sí que creo que es unánime es la frase del "humor británico es diferente". Pues ésta es una película de humor, británica, de hecho con la participación de uno de sus mayores exponentes, como es Rowan Atkinson (Mr. Bean)
Claro, que no reparé mucho en ello, simplemente vi la presencia de Jeff Goldblum y con eso elegí la película. Y es que no hace mucho vi "Por fin es viernes" y me resultó muy interesante, así que suelo premiar a los actores que me hacen pasar un buen rato ... pero esta vez no fue así.
Y es que Goldblum aterrizó aquí de casualidad, debido a una huelga de actores que había en Estados Unidos, pero su papel es totalmente diferente al de la película que he comentado, y creo que no le pega nada el personaje.
Le acompañan en la película, la actriz Emma Thompson, que debutaba con esta película, que siempre ha estado vinculada al cine británico, y que nunca me ha apasionado como actriz, y Rowan Atkinson (Mr. Bean), que desconozco lo famoso que era por aquel entonces.
El caso es que el nombre de su personaje es muy parecido a su nombre real, Ron Anderson, y que se utiliza su superdeportivo Aston Martin durante el rodaje de la misma. Él quería haber realizado el papel de Goldblum, ya que su personaje dentro de esta película lo calificaba como "un absoluto idiota".
Tampoco veo yo mucha diferencia con su personaje de Mr. Bean, pero parece ser que él estaba muy indiferente con el mismo.
09 julio 2020
La mujer de paja (1964)
26 junio 2020
Tempestad sobre el Nilo (1955)
02 mayo 2020
Un abril encantado (1991)
¿Quién me ha robado el mes de abril?
Es una canción de Joaquín Sabina, que ha cobrado un protagonismo importante en estos días, ya que a modo de premonición coincide plenamente con lo que nos ha estado y nos está pasando desde hace semanas.
Y es que abril, más allá de las buenas películas que haya podido ver, ha pasado totalmente desapercibido, sin poder disfrutar nada de él, en una época que suele ser muy apropiada para disfrutar de las lluvias y el manto verde que provocan en el campo.
Así que se me ocurrió buscar alguna película relacionada con abril, y di con ésta que en principio tenía muy buena valoración, aunque el título es totalmente la antítesis de nuestra situación actual, pensé que quizás era un motivo para animarse y pensar el cuarto mes del año puede volver a ser encantador.
Pero a pesar de las buenas valoraciones, tenía mis reticencias sobre la película, las cuales no tardaron en cumplirse. Digamos que es de esas películas que a los cinco minutos dices, mala pinta tiene, a los quince te planteas si dejar de verla o no, y finalmente decides darle una oportunidad y completarla.
Por suerte luego mejora, pero en mi caso no para llegar al nivel de valoración que obtiene por la mayoría de usuarios que la han votado.
Y es que este tipo de cine inglés nunca me apasionó. Digamos que podríamos llamarlo una comedia de sociedad británica ambientada en el pasado (aunque oficialmente lo tildan como drama), y sólo la irrupción de un destino vacacional en Italia reanima la película y le hace salir del poco apasionante comienzo inicial.
Eso sí, he de reconocer que el argumento está bastante bien, y que tampoco nunca he encontrado nada parecido, lo cuál es uno de los principales lemas que sigo a la hora de ver este tipo de películas, que realmente aporten algo diferente.
Rodada en Portofino, una diminuta, pintoresca y turística localidad de la Liguria italiana, próxima a Génova, donde estuve cuando fui por allí hace un par de años, pero no recuerdo ver este castillo en el que se rueda, parte del personal de rodaje dijo después de finalizar el mismo que allí pasaban cosas raras, entre ellos sus dos principales actores, Miranda Richardson y Alfred Molina.
Por cierto, este Alfred Molina, un buen actor sin duda, era el único que sabía italiano y conseguía entenderse con los actores locales y al final acabó haciendo a parte de actor, de traductor para cualquiera que necesitara comunicarse con le gente autóctona.
Valoración: 5/10