02 mayo 2020

Un abril encantado (1991)









¿Quién me ha robado el mes de abril?

Es una canción de Joaquín Sabina, que ha cobrado un protagonismo importante en estos días, ya que a modo de premonición coincide plenamente con lo que nos ha estado y nos está pasando desde hace semanas.

Y es que abril, más allá de las buenas películas que haya podido ver, ha pasado totalmente desapercibido, sin poder disfrutar nada de él, en una época que suele ser muy apropiada para disfrutar de las lluvias y el manto verde que provocan en el campo.

Así que se me ocurrió buscar alguna película relacionada con abril, y di con ésta que en principio tenía muy buena valoración, aunque el título es totalmente la antítesis de nuestra situación actual, pensé que quizás era un motivo para animarse y pensar el cuarto mes del año puede volver a ser encantador.

Pero a pesar de las buenas valoraciones, tenía mis reticencias sobre la película, las cuales no tardaron en cumplirse. Digamos que es de esas películas que a los cinco minutos dices, mala pinta tiene, a los quince te planteas si dejar de verla o no, y finalmente decides darle una oportunidad y completarla.
Por suerte luego mejora, pero en mi caso no para llegar al nivel de valoración que obtiene por la mayoría de usuarios que la han votado.

Y es que este tipo de cine inglés nunca me apasionó. Digamos que podríamos llamarlo una comedia de sociedad británica ambientada en el pasado (aunque oficialmente lo tildan como drama), y sólo la irrupción de un destino vacacional en Italia reanima la película y le hace salir del poco apasionante comienzo inicial.

Eso sí, he de reconocer que el argumento está bastante bien, y que tampoco nunca he encontrado nada parecido, lo cuál es uno de los principales lemas que sigo a la hora de ver este tipo de películas, que realmente aporten algo diferente.

Rodada en Portofino, una diminuta, pintoresca y turística localidad de la Liguria italiana, próxima a Génova, donde estuve cuando fui por allí hace un par de años, pero no recuerdo ver este castillo en el que se rueda, parte del personal de rodaje dijo después de finalizar el mismo que allí pasaban cosas raras, entre ellos sus dos principales actores, Miranda Richardson y Alfred Molina.

Por cierto, este Alfred Molina, un buen actor sin duda, era el único que sabía italiano y conseguía entenderse con los actores locales y al final acabó haciendo a parte de actor, de traductor para cualquiera que necesitara comunicarse con le gente autóctona.










Valoración:                                     5/10














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