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19 abril 2025

Adán y Eva, la primera historia de amor (1983)

 







Ya que mis problemas de salud me impiden participar de manera activa en la Semana Santa, como me gustaría y mis creencias y mi fé me invitan, decidí hacer un esfuerzo, ya que estas semanas me está costando mucho ver películas y sobre todo comentarlas, y rebusqué un poco alguna película no habitual de estas fechas pero si que estuviera relacionada de alguna manera con ellas.

La historia de Adán y Eva, aunque conocida por todo el mundo, ya que está en el Génesis, al inicio de La Biblia, nunca ha tenido un peso importante en los pases cinematográficos de estas fechas, que por otra parte son bastante repetitivos, aunque no por ello poco interesante, ya que a mi personalmente siempre me agrada ver un rato de los grandes clásicos de estas fechas.

Y aunque no haya ninguna película importante que trate la historia de Adán y Eva, si que hay varias que hasta lo llevan en el título.

Tenía tres alternativas:

Dos películas mejicanas, en color, una con el título tal cual, Adán y Eva (1956), y otra llamada El pecado de Adán y Eva (1969), con un interesante Jorge Rivero, pero que presumiblemente estarían en castellano latino, y siempre desluce un poco la película, así que me decanté por la tercera opción cronológicamente, como es ésta Adán y Eva, la primera historia de amor (1983).


Como cabía esperar, siendo desconocida y totalmente atemporal de las grandes producciones cinematográficas de temática biblíca, era difícil esperar una película excesivamente interesante.

Parece ser una coproducción italo-española, pero veo pocos indicios de esa parte española, ni actores, ni localizaciones de rodaje aparentes.

El director le dedica pocos minutos a la estancia de Adán y Eva en el paraíso, aunque nos muestra una versión idílica del mismo, con un paradisíaco lugar entre cascadas y playas vírgenes, que no me ha sido posible identificar, y se centra en ofrecernos una visión de lo que pudo ser la vida de los protagonistas de la creación de Dios en su destierro del paraíso y su transitar por la tierra.

Pero claro, no sé muy bien si el director o sus guionistas nunca habían leído la Biblia, eran poco creyentes, les resultaba aburrida ... o es que precisamente habían visto la famosa película El lago azul (1980) de Randal Kleiser, pero la sensación que da es que la película toma muchas ideas de la película que catapultó a Brooke Shields y desarrolla una historia poco acorde al texto de la Biblia y además de mucha menos calidad que la película a la que intentaba imitar o parecerse (siempre se aprovechan películas de mucho éxito para hacer otras parecidas y aprovechar el tirón de la original para hacer buena taquilla).


Evidentemente las actuaciones son muy flojas, los diálogos muy pobres y la expresividad bastante deficiente, pero no habría que cargar todas las tintas contra los actores, si no más bien contra los que dirigieron el enfoque de la historia.

Para completar el cúmulo de defectos y cosas que no aportan nada y devalúan la película, están las multiples tomas de archivo, que simplemente por el cambio de calidad de imágenes debería darles vergüenza haberlas metido (más allá de que no sean creíbles en si), con animales salvajes como si fueran mansos y domésticos y catástrofes terrestres y ambientales claramente recortadas de algún documental e insertadas sin mucho sentido en medio de la historia de Adán y Eva, llevándose el colmo del desastre y de lo cutre una suplantación de oso absolutamente grotesca. Si estás bebiendo algo mientras ves la película, cuando llegues a este momento pensarás si la bebida es lo que creías que estabas bebiendo o por el contrario alguien te ha echado alguna sustancia alucinógena en la misma.


Las películas biblícas creo que no tienen un amplío número de potenciales espectadores, y si además distorsionas la historia y la conviertes en una historia sórdida, alejada de las escrituras y además de muy poca calidad, caes en la insignificancia absoluta.










Valoración:                          4/10














23 febrero 2025

El último vuelo del arca de Noé (1980)

 







Aunque todos conocemos a Walt Disney, que creó la compañía que lleva su nombre, a raíz del lanzamiento de carismáticos y entrañables personajes de animación, muchos no sabrán que Walt Disney también produjo bastantes películas no de animación (ésta en concreto es la número 107 en su historial), que principalmente solían realizarse para todos los públicos, incluyendo niños, y que por tanto no solían contar con violencia o lenguaje inapropiado y solían tener un final feliz.

Esta película de 1980, junto con Herbie, torero del mismo año, fueron los últimos largometrajes cinematográficos como productor completo para Ron Miller, el yerno de Walt Disney, quien luego se convirtió únicamente en productor ejecutivo.

Así que me puse a ver con entusiasmo esta película, a la que le encontré aliciente en el argumento y en los actores que incluía el reparto, pero que poco a poco ese entusiasmo se me fue apagando y la película me dejó un tanto indiferente.

Y es que, aunque no tengo mascotas en casa y no creo que me gustase, si que tengo mucho aprecio por los animales (si son de peluche en especial), y además cada vez es más creciente, mientras me sucede lo contrario con los seres humanos, que en muchos casos están eliminando de la faz de la tierra algunas especies, así que esta alegoría del pasaje biblíco de El Arca de Noé me parecía un buen momento de reflexión y paz para reconciliarme un poco con el planeta y sus animales que Dios puso en él.


Y dentro del reparto casi todos me parecían actores de mi agrado, habitualmente poco protagonistas, y que hacía algún tiempo a los que no veía.

El más familiar y más atractivo para mi era Dana Elcar, el sempiterno Pete Thornton, jefe de MacGyver en la mítica serie de los 80, pero que era mucho más que eso, y que previamente había trabajado en bastantes largometrajes, especialmente en El Golpe. Pero su personaje apenas aparece al principio de la película y luego desaparece, lo cual me restultó un ligero desencanto.

El protagonista es un Elliot Gould, al que a veces confundía con Harold Ramis, y que posiblemente hubiera podido también encajar en Los Cazafantasmas. Casado en su momento con Barbara Streisand, curiosamente las películas que le he visto, sus personajes eran bastantes parecidos, mitad cómico mitad dramático, muy bien interpretados, pero por lo que sea esos personajes y las películas en las que aparecían no acaban de encajar con mis gustos, estas películas que se quedan a medio camino entre comedia y drama. Creo realmente que Gould no encaja nada en el papel que interpreta en esta película.

En la parte infantil, que como digo es habitual en estas producciones de Disney, emerge un muy infantil todavía Ricky Schroder, en su segunda película ya. Con atractivo para la cámara ya, y muy hablador, se llegó a codear con las estrellas juveniles de finales de los 80 (aunque un poco más joven que ellos), y compartir protagonismo nada más y nada menos que con Brad Pitt en Triunfo Amargo, pero ese pico de popularidad se disolvió cual azucarillo y no pudo entrar en el selecto club de los Cruise, Pitt, Depp o Reeves.

El último miembro del reparto que quería destacar es el del actor estadounidense de ascendencia japonesa John Fujioka.

Su infancia tiene un ligero paralelismo con esta película, ya que nació en la isla de Hawai, la cual se menciona en esta película, cuya mayor parte de la trama transcurre también en una isla. 

Nacido en el seno de una familia japonesa-estadounidense, en 1944 se ofreció como voluntario a pesar de ser homosexual e hizo su servicio militar como traductor del japonés en la PACMIRS (Sección de Investigación de Inteligencia Militar del Pacífico) de la Oficina de Servicios Estratégicos en Estados Unidos y luego en Japón en Sendai, Morioka y Tokio después del final de la guerra. Nunca fue enviado a la Frente del Pacífico pero recibió todas las condecoraciones y medallas de los combatientes. Durante su servicio militar no le gustaban los bares por lo que comenzó a ir al cine y a ver representaciones teatrales.

Y le he mencionado el último, porque a esta película le veo conexiones con otra en la que aparece, en la que en este caso un barco arriba a una isla en la que también está él, y está ataviado y emplazado en un lugar muy parecido a éste. Me refiero a una de las películas que más me gusta de Bud Spencer y Terence Hill, y que más veces he visto, Quien tiene un amigo tiene un tesoro (1981). De hecho ésta es una año anterior a la de la famosa pareja italiana y no me cabe duda de que su personaje aquí sirvió de inspiración para el que hizo un año después en la película de Sergio Corbucci.

Por cierto, unos Bud Spencer y Terence Hill que también tienen otra película con conexiones con ésta, Dos misioneros (1974), ya que aquí el personaje protagonista femenino es una misionera.


Hay un último nombre, no en el reparto pero si en los títulos de crédito, que resulta ilusionante y curioso cuando aparece (por cierto unos títulos de crédito que creo que salen en torno al minuto 17 de la película, en un caso bastante inusual), como es el del compositor Maurice Jarre, uno de los grandes de la composición en el cine. El francés natural de Lyon, fue nominado hasta en nueve ocasiones al Óscar, ganándolo tres veces, por sus célebres trabajos en Lawrence de Arabia (1963) y Doctor Zhivago (1966), y el menos conocido y aclamado de Pasaje a La India (1985).


Una película con buenos ingredientes (doblaje incluído, bastante bueno en todos los personajes masculinos adultos) para hacer una gran receta, y que puede que le guste a mucha gente, sobre todo a los que la vean en una situación familiar con niños pequeños, amantes de los animales o admiradores de películas como la que he comentado de Bud Spencer y Terence Hill, o porqué no también a los que les gusten películas tipo Robinson Crusoe o Naúfrago, con las que tiene algunas cosas en común ... pero como digo, a mi el plato resultante final me decepcionó un poco, no sé si porque faltó sal entre esos ingredientes o porque es una película de esas que he comentado otras veces que hay que verla en una edad de tu vida determinada para que te guste.

Aunque por otro lado me gustó el recuerdo a un bonito pero dramático episodio biblíco como el del Diluvio Universal y el Arca de Noé, y como en la película se insta a creer en Dios, a darle gracias por las cosas que tenemos, a querer a las personas, no utilizar la violencia y como la fé puede mover montañas y aunque muchos no se den cuenta, la presencia de Dios y los pequeños milagros están más presentes de lo que creemos.









Valoración:                            5/10












17 enero 2025

Orgullo de estirpe (1971)

 





Recuerdo que hará unos 20 años, cuando ya trabajaba y podía permitirme caprichos, y empezaba a interesarme por esto del cine, compré una serie de películas en DVD, unas 20 o así y las compartí en la primera página de cine que me registré.

Cuando compartí ésta, recuerdo que uno de los administradores de la web dijo "que poca aceptación ha tenido para ser un Frankenheimer", y yo le añadí, si, con dos grandes actores además. Y todavía a día de hoy, basándome en los escasos votos que tiene en IMDb parece ser una película muy desconocida.

El caso es que habían pasado casi esos 20 años y no la había visto (como tantas muchas, lástima que no pueda ver en vida todas las películas que me gustaría), y me pareció que tenía una importante conexión con la anterior que había visto como para concatenarla.


Y es que hay muchísimas películas ambientadas en África, también en Asia, pero más centradas sobre todo en La India en mayor medida y luego en China o Japón, pero películas centradas en Afganistán es difícil de encontrar. Evidentemente la única que se me viene a la cabeza es Rambo III, donde además, como en ésta, se muestra el allí habitual deporte del Buzkashi.

Así que después de estar en Troya, actual Turquía, en mi última película puse rumbo un poco más al este y realicé esta parada en Afganistán, además con un caballo también con un rol bastante protagonista.

Sin ser uno de los directores punteros, John Frankenheimer si que tiene títulos importantes como El hombre de Alcatraz (1962), El mensajero del miedo (1962) o Grand Prix (1966).

Aquí se vino a rodar a España esta película, se nota rápidamente en los primeros parajes que eso parece el sistema central de Madrid, al igual que luego también es fácilmente reconocible el Desierto de Tabernas en Almería. Recientemente había visto también suya, Una estación ardiente. Aunque también hay pasajes que parecen claramente afganos, con la Cordillera del Pamir.

Contó con la colaboración del famoso novelista y guionista Dalton Trumbo que llegó a ganar dos premios Óscar, y que aquí adaptó la novela The Horsemen. Aunque Frankenheimer trabajó mucho en la película, más de dos años, finalmente vio como le recortaron su obra que se iba a casi las tres horas de duración.


Evidentemente actores afganos conocidos no hay, y a quien más le pegaba el papel protagonista era sin duda al egipcio Omar Sharif, sin duda el máximo exponente del cine egipcio, un país que con tanta población tiene escasos personajes famosos. A Sharif, haciendo una analogía, lo comparo con su compatriota Mohamed Salah, una superestrella del fútbol, y casi el único futbolista importante a nivel internacional.

Sahrif quizás no fue una superestrella, pero su filmografía está salpicada por algunas películas sobresalientes, especialmente Lawrence de Arabia (1962), por la que recibió su única nominación al Óscar, como actor de reparto y Doctor Zhivago (1965). Pero hay más, para mi especialmente quizás su única incursión en el western en El oro de Mackenna (1969), una de mis películas favoritas de siempre y de las que más veces haya visto, Gengis Khan (1965), El último valle (1971) o interpretando al célebre Capitán Nemo en La isla misteriosa (1973).

Seguramente no sea el mejor papel de Sharif, encorsetado por las limitaciones de su personaje, que lo hacen sombrío y previsible.

A su lado, haciendo de padre aunque solo se llevaran 13 años en realidad, un Jack Palance en un papel menos habitual en él. Siempre he dicho que me parece uno de los mejores malos de la historia del cine, en Barrabás por ejemplo me parece sobresaliente, pero que aquí se transforma en un sosegado y comprensivo padre que deja el papel de más expresividad y actividad a su hijo.

El papel de Palance estuvo a punto de ir a parar a Anthony Quinn, que lo habría hecho tan bien o mejor que el propio Palance, y que luego tuvo un papel en otra película con cierto parecido como Caravanas, que me gustó tanto o más que ésta.

No sé si a Leigh Taylor-Young la había visto en alguna ocasión (quizás en Admiradora Secreta), pero con su aparición aquí me ha parecido una de las actrices más guapas que he visto. No obstante estuvo casada con Ryan O'Neal, que fue durante tiempo considerado uno de los hombres más atractivos.

Lo que en este caso no acompaña tanto a estos buenos actores son sus voces de doblaje, por lo menos en esta versión que yo tenía, que se dobló en 1988, ya que como muestra El doblaje, oficialmente hay un doblaje de cines cuando se estrenó, en el que interviene entre otros el mítico Constantino Romero.


Acompañan y compensan ese doblaje alternativo, una fotografía interesante, sacando provecho tanto a las localizaciones afganas como a las españolas, mezclando tomas terrestres con aéreas (se definía a Frankenheimer como un innovador en los ángulos de rodaje), y mostrando lugares rurales y áridos de paz y majestuosidad, culminados con algún atardecer muy pintoresco. Y además una banda sonora ligera y discreta, que no interrumpe ni perturba el desarrollo de la película pero que envuelve muy bien a la película en las fases que suena.

Frankenheimer nos ofrece el viaje de un afgano, lleno de adversidades, a través de la accidentada orografía de sus país y también a través de sus características, orgullo, vanidad, soberbia, tenacidad, soledad, fracaso, autodestrucción, código de honor ... las cuales podemos evaluar a lo largo de la película y sacar conclusiones de las mismas.

Un viaje también a la belleza y la tradición de un país montañoso y sin salida al mar, aislado y dejado al margen de la corriente principal de la civilización.

Quizás el mensaje que más resuene al final sea las implicaciones y las consecuencias de querer ganar a toda costa, y el orgullo de no querer reconocer que uno se puede equivocar.









Valoración:                            7/10












17 diciembre 2024

Artic Blue (1993)

 






Ya hace unos años vi un fragmento de esta película, sin verla empezar ni terminar, y me quedé con las ganas de verla completa, y hasta ahora no me había puesto con ella. Bien es cierto también, que la parte que vi resultó ser la más interesante y al final no se cumplieron del todo las expectativas que tenía con esta película.

Igual que en verano veo muchas películas con ese ambiente y ese espíritu veraniego y vacacional, en invierno no suelo tener la misma capacidad de ingenio y ponerme a ver unas cuantas de corte invernal, aunque hay que reconocer que el repertorio veraniego es mucho mayor que el de esta época del año, evidentemente entiendo que los costes de producción y las adversidades e incomodidades para rodar en el frío o la nieve son mucho mayores que en época de buen tiempo, donde además puedes elegir cualquier tipo de emplazamiento.

Y no es porque la nieve no me guste, ojalá pudiera ver nevar más o salir a pisarla, pero el hecho de vivir en una gran ciudad, donde es casi imposible verla, te hace tenerla menos presente mentalmente y a la hora de la verdad no caigo a la hora de elegir una película.

Hablando de pensamiento mental recurrente, seguro que a gente que viva en un entorno más invernal se le ocurriría con más frecuencia ver este tipo de películas, como cuando vi un pequeño reportaje meteorológico en la Península del Labrador, Canadá, un lugar que tiene muchos días de niebla al año (no sé si 200), y se les pidió a los niños de una escuela, en torno a 6 años, que hicieran un dibujo, y en la práctica totalidad de ellos estaba la niebla presente en el dibujo.

Esta película también se rodó en Canadá, pero en la otra costa, la oeste, en la Columbia Británica, lugar de muchos rodajes cinematográficos y en particular de estas películas con nieve, algunas de ellas intentando simular que están en Alaska.

Lo cual me lleva a conectarlo con películas que se ambientan allí, o que incluso tienen la palabra Alaska en el título

- Alaska, de Fraser C. Heston (1996)
- Alaska, tierra de oro (1960)
- Aventuras en Alaska (2002)
- En los mares de Alaska (1954)
- Los corruptores de Alaska (1955)
- Perdidos en Alaska (1996)


Y luego, posiblemente el título con el que más se sientan identificados muchos espectadores, sobre todo de mi generación o un poco mayores, como es la serie Doctor en Alaska, la cual yo apenas vi, pero que nunca he descartado verla ahora con el tiempo, ya que me gustan las películas ambientadas allí, y su canción era todo un reclamo para verla.

Aquí una lista de películas con un escenario parecido, que la persona que ha tenido a bien elaborar ha llamado



Y tenía grandes esperanzas depositada en esta película, porque tiene detalles que me recuerdan a cuatro películas ambientadas en un entorno frío y hostil similar que me gustaron mucho.


- A Máximo Riesgo por el entorno y los criminales
- A Viven por el accidente de avión en la nieve
- A Las Aventuras de Jeremías Johnson como película icónica de supervivencia en la nieve
- A En Tierra Peligrosa por el entorno y el mensaje o guiño medioambiental


Pero la película no acaba de cuajar, básicamente por un guión pobre y porque nadie secunda la siempre sólida actuación de Rutger Hauer, siendo la mayoría del elenco que le acompaña bastante anónimo, y no es de extrañar viendo sus interpretaciones aquí.


Hauer ha sido el mayor exponente del poco conocido internacionalmente Cine Holandés, junto al director Paul Verhoeven que tiene en su haber títulos como Robocop (1987), Desafío total (1990) e Instinto Básico (1992). De hecho colaboraron en varias ocasiones, pero rompieron su química y su contrato a raíz de un incidente en Los Señores del Acero (1985).

Cuando Hauer debutó en Estados Unidos, le aconsejaron que utilizara un nombre que sonara más inglés para atraer más al público estadounidense. Él se negó, pensando que su carrera en Estados Unidos sería de corta duración, pero el éxito de Blade Runner (1982), en la que él era uno de los protagonistas le llevó la contraria. Curiosamente Blade Runner estaba ambientada en 2019, año en que falleción Hauer.

En algunos sitos le llamaban el Paul Newman holandés (yo no le veo parecido ni en lo físico ni en el tipo de papeles que solían interpretar), a lo que él a veces contestaba "No sé qué tiene de atractivo. Veo que tengo ojos azules y no parezco el jorobado de Notre Dame, pero no entiendo el alboroto".

Se especializó bastante en papeles de villano o psicópata, o por lo menos son sus interpretaciones más recordadas, como por ejemplo en Autopista al infierno (1986), aunque él quería que no se le encasillara e intentaba buscar variedad de personajes.


Y es que las dos primeras partes de la película con la naturaleza como protagonista principal, aunque con algunos momentos poco creíbles que la van debilitando, son bastante decentes, tirando a notables incluso, pero la tercera parte se vuelve enrevesada, con agujeros por los que podría colarse toda la nieve del entorno y con situaciones que desconciertan, como si la película tuviera más metraje y se hubieran cortado escenas que las explicasen, y con cambios de amistades o de enemigos que resultan extraños y acaban por bajar la nota de la película.

Una vez más, una posibilidad de viajar virtualmente, a través de este portal de Alaska, en este caso a un territorio inhóspito y hostil, donde suele haber una ley diferente al resto de sitios, y donde la naturaleza suele ser la que imparte justicia.










Valoración:                             6/10













 

16 mayo 2024

Alambradas de cristal (1976)

 







Aunque al principio no me resultara una década nada atractiva, cinematográficamente hablando, poco a poco le fui cogiendo gusto a los años 70, y a día de hoy encuentro películas desconocidas muy interesantes en ella.
Quizás fuera por no haber vivido en esos años, o por lo diferentes que me parecían, el contraste entre el aspecto general de la vida en los años 80 y el de los 70 es bastante grande, en vestimenta, cultura, música, cine ... en casi todo básicamente.

La película parte con una idea muy sugerente y muy recomendable, como es recorrerse el país en el que uno ha nacido cuando es jóven, cosa que me parece muy intersante, y más en un país como el nuestro (además que en EEUU es algo complejo por las dimensiones del mismo), cosa que hoy en día parece algo de segundo plato, ya que parece que lo importante es viajar lo más lejos posible y con el mayor lujo permitido.

Aunque esa premisa pudiera avanzar una posible Road Movie, no lo es, y aunque posteriormente también  también parecería similar a La Celda de la Violación, curiosamente del mismo año, estamos ante un subgénero de películas que tiene unos cuantos títulos con esta temática, como son las películas de cárceles de mujeres.

Aquí una serie de listas de películas con temáticas similares a ésta






Y ese viaje nos lleva a un territorio rural, en el que a veces las cosas en realidad son diferentes a la gran ciudad y desembocan en historias sorprendentes. Así que una vez más el mundo rural y el hacer camping volvían a estar presentes en una película de los setenta, siendo dos argumentos o características muy recurrentes durante esta década.

Estados Unidos parece tener una gran cantidad de anécdotas de sheriffs de la vida real, en territorio rural, que ven su ciudad como un feudo privado.


Soprende una vez más que estemos ante una TV Movie con un reparto tan notable. De hecho pensaba que las TV Movie empezaron a proliferar en la década de los 80, con la explosión cultural que se produjo, pero ya en los albores de la década de los 70 se producían este tipo de películas, que evidentemente no se estranaban en las salas de cine.

Aquí, el director John Llewellyn Moxey, curiosamente nacido en Argentina (del que no hace mucho vi Perdida en el Desierto), junto un buen elenco, de actores del tercer escalón podríamos decir, de los que destacan Chuck Connors (éste lo podemos considerar del segundo nivel), al que la última vez que vi fue posiblemente en Trampa para turistas, y que aquí tiene un papel con rasgos parecidos, y a Deborah Raffin a la que había visto hace muy poco en Gloria de la mañana.
Pero completan el reparto otros buenos actores, como Della Reese, Tina Louise, Robert Reed, Fionnula Flanagan, Lana Wood (hermana de Natalie Wood), y para mi un gran actor como Ralph Bellamy, el más veterano del reparto, y al que siempre recuerdo por su escaso pero impactante papel en Pretty Woman, su última película antes de morir.

Moxey crea maravillosamente una atmósfera rural melancólica e inquietante, a través de música apropiada y tomas de extensiones rurales solitarias, pero también le debe mucho a este fantástico elenco que he mencionado.


Me sorprendió la cantidad de desnudez que tiene la película (creo que hay una versión con bastante censura). La desnudez es muchas veces innecesaria para una historia, pero al menos en esta película, no había nada terriblemente sexy en las escenas. De hecho dos de las escenas realmente inspiraron más simpatía por las mujeres, dada su vulnerabilidad, que un interés lascivo.

Aunque, personalmente, creo muy mejorable la resolución de la película. El final no conlleva ninguna recompensa para los espectadores. La película está cargada de personajes reprobables, junto con dos víctimas que provocan una tremenda simpatía. Con esa configuración, una conclusión diferente y más optimista podría haber sido mejor.

Alambradas de Cristal es un drama realmente conmovedor, un retrato inquietante sobre el abuso de autoridad y, en general, también una película modesta pero muy bien dirigida y sorprendentemente rodada.


Supuestamente es un "comentario social" sobre el racismo y las condiciones carcelarias en el sur rural de la década de 1970.
Los temas que aparecen en esta película no son lo que llamarías "suaves". Quizás la violencia representada no sea tan gráfica y la sordidez no sea tan explícita, pero el material sugerente y las insinuaciones aquí son mucho más impactantes que las imágenes gratuitas de la mayoría de otras películas contemporáneas similares. 

Este inmerecido y tristemente oscuro thriller de los años 70 hecho para televisión combina con éxito elementos y ambientes de dos de los subgéneros de terror más utilizados y populares de mediados de los 70, a saber, las llamadas películas Mujeres en prisión y películas de Hicksploitation

El primero de estos subgéneros se explica por sí mismo y trata sobre niñas indefensas encerradas en cárceles corruptas y degradadas, donde se enfrentan a guardias pervertidos y agresivas bandas de prisioneras. 
Mientras que el Hicksploitation habitualmente gira en torno a personas civilizadas que se quedan atrapadas, por cualquier motivo, en aldeas aisladas y remotas, habitadas por gente primitiva y exageradamente hostil.










Valoración:                               6/10











01 mayo 2024

Peligro: Reacción en cadena (1980)

 




Elegí otra película totalmente desconocida (mi ficha en mi base de datos no indicaba ni director, ni ningún actor conocido), y estaba marcada como de ciencia ficción, y tenía ganas de ver algo de ese género.

Básicamente la elegí, porque siempre me ha resultado curioso las películas que comparten título, y como una puede haber resultado tremendamente exitosa, y la otra ser una total desconocida, aún siendo incluso anterior cronológicamente.

Reacción en cadena (1996), fue una película más o menos exitosa (aunque a mi no me suena haberla visto), con la presencia en el reparto de dos grandes actores en aquel momento, Keanu Reeves, que venía de hacer dos de sus proyectos más importantes, Speed y Johnny Mnemonic, y Morgan Freeman, que ya era un actor totalmente consolidado con algunos de sus trabajos más reputados ya en su filmografía, como Sin Perdón, Cadena Perpetua o Seven.

A veces, a raíz de la fama de un actor pueden volverse más populares películas anteriores de que llegara dicho reconocimiento, o también al amparo de una película exitosa pueden crecer los visionados de películas anteriores de la misma temática o título idéntico o parecido, pero ésta parece ser que no entró en esa ecuación.


Así que algo tenía que tener la película que la hiciera tan desconocida. Después de unos pocos minutos en los que no me resultaba familiar nada, me percaté del detalle que me desenmascaraba un poco algunas características de la película, o ese detalle no fue otro que un volante en el lado derecho de un vehículo.

Así que efectivamente, estábamos ante otra película australiana, sin buscarlo, pero de nuevo muy bienvenida, porque una vez más me sorprendió y me agradó, dentro de ese clima tan parecido que comparten muchas de las que voy viendo, de finales de los 70 o principios de los 80.

Rápidamente me percaté del peculiar aspecto rural habitual, aunque en parajes diferentes, la importancia de los vehículos (usan hasta un vehículo de producción australiana, de marca Holden) y de un par de actores que me resultaban ligeramente familiares, y que me imaginaba que lo eran de Mad Max, como así pude contrastar luego. De hecho, en el reparto, aunque como uncredited, también aparece Mel Gibson, pero hay que estar muy atento para percatarse de su fugaz aparición, como un cometa en el firmamento. Así que en este caso se trata de una película con una buena dosis de inspiración en la exitosa primera película de la saga de culto protagonizada por Mel Gibson, incluída la música reinante durante la película.

Además se contó con el director de la trilogía de Mad Max, George Miller, para realizar las acciones de persecución de coches, que se parecen mucho a las de la saga.

Aquí un par de listas de películas que me parece que viene muy al caso




Esta película se mostró en el Festival de Cine de Cannes, donde sus derechos se vendieron bien. Los derechos de distribución internacional a nivel mundial (fuera de Norteamérica y Australia) se vendieron a Warner Brothers International. La publicidad de esta película decía que era el mayor acuerdo jamás realizado (al menos en ese momento) para una película australiana en el Festival de Cine de Cannes. El productor David Elfick dijo en su momento: "se podría haber vendido tres veces en todos los territorios del mundo". Cuando la película se vendió en Cannes, la película inmediatamente obtuvo ganancias.

En su país la película fue nominada a seis premios del Australian Film Institute (AFI), principalmente en categorías técnicas, pero no logró ganar ninguno.


La historia empieza siendo un tanto confusa inicialmente, y rápidamente gana protagonismo el entorno elegido para el rodaje de la misma, así que en lo que uno se sitúa y entiende bien el argumento, queda atrapado por otro rincón rural encantador de Australia, en este caso en Glen Davis (Nueva Gales del Sur), territorio cercano a Sidney.

En todas estas películas rurales australianas el entorno está meticulosa y acertadamente elegido, siendo en todas ellas un valor destacado y diferencial de las mismas, pero siendo a la vez en todas diferente y atrayente, por lo menos para mi.

Uno de los detalles sobre los que me paré a reflexionar mientras veía la película, es que este tipo de largometrajes, a pesar de ser desconocidos aquí, no parecen ser películas de bajo presupuesto. Se emplean y destrozan varios vehículos, se rueda al aire libre, intervienen bastantes actores, principales y extras, y se utiliza bastante material, lo cual me lleva a pensar en que el presupuesto se dedica principalmente a la película en vez de a pagar un dineral a un par de actores que sean muy mediáticos y que te puedan vendar la película solo con su nombre o su rostro. Y me parece una fórmula que bien desarrollada puede tener tanto éxito o más que el fiarlo todo a un reparto popular.
Claro, que también desconozco la fama y el caché que tenían por aquel entonces en Australia Steve Bisley y Hugh Keays-Byrne, ambos procedentes de Mad Max.

Buscando información de la misma, me he encontrado con este detalle que confirma un poco mi pensamiento en el anterior párrafo.
"Esta película tuvo varios problemas de producción, incluidos los relacionados con accidentes, climatología y rodaje nocturno. La complejidad y ambición del proyecto supusieron un alto grado de tensión en el calendario de rodaje. El rodaje se prolongó aproximadamente una semana más de lo previsto y superó el presupuesto en unos 150.000 dólares".

Aunque creía que iba a ver una película de ciencia ficción, más bien es una película de acción, o una Disaster Movie de los 70, o finalmente podríamos decir que esta película es un Mad Max Radioactivo.










Valoración:                                7/10













27 abril 2024

Los últimos guerreros (1995)

 








Hace unos años era más reacio a las películas de la década de los 90 del pasado siglo, pero poco a poco voy dándole oportunidades, preferentemente a las de la primera mitad de la década, y sorprendentemente todavía hay bastantes películas interesantes, y desconocidas, como ésta, que hasta podría calificar, siempre en mi opinión, como una pequeña joya oculta.

Cuando no le dedicaba este tiempo al cine y era un aficionado con mucho menos conocimiento, me costaba diferenciar entre Tom Skerrit, Tom Selleck y Tom Berenger, el protagonista de hoy. En especial los dos primeros a veces tenían looks parecidos, con bigote, pero sobre todo que los tres nombres se me parecían.

No he visto excesivas películas de ninguno de ellos, pero más o menos ya los tengo totalmente ubicados y diferenciados, y sé que Skerrit (del que hace más tiempo que no veo nada y ya por encima de los 90 años), tiene un papel protagonista en Alien y también trabajó en Top Gun. De Selleck, cuyo quizás su papel más representativo sea en la serie Magnum, le vi en La Gran Ruta Hacia China, y Tom Berenger tiene un bagaje quizás más importante.


Y es que en su momento podría quizás hasta parecer el sucesor de Paul Neman, con sus ojos azules, y un ligero parecido físico, pero habitualmente siempre le he visto un poco pasado de peso y con la impresión de ser un poco descuidado o no interesarle ese gran estrellato.
De hecho, pensaba que era una apreciación mía, pero me he encontrado con esta cita que hace más extendida esta consideración, "ganó el papel de Butch Cassidy en Los primeros golpes de Butch Cassidy y Sundance (1979) por su parecido con Paul Newman".

De hecho su bagaje en los años 80 no fue ni muy prolífico ni muy exitoso, aunque interviniera en películas como Platoon o Nacido el 4 de julio (nominadas ambas al Óscar a la mejor película, así como también otras dos en las que ha intervenido, Reencuentro y Origen), y sus papeles más recordados llegan en la década de los 90, en películas como Jugando en los Campos del Señor, Acosada (película de la que parece no guardar muy buen recuerdo) y sobre todo El Sustituto.

Realmente se podría hacer una lista de películas más importante, y casi más extensa, con las que estuvo a punto de conseguir un papel, pero que finalmente fue a manos de otro actor.

Por ejemplo, en esta película cuenta con la misma voz de doblaje con la que vemos a Kevin Costner en sus películas, y que también podría haber interpretado esta película perfectamente. Pues al parecer Berenger fue candidato a cuatro papeles que finalmente cayeron todos en manos de Costner, en las películas, Los Intocables de Eliot Ness, Los Búfalos de Durham, Bailando con Lobos y JFK.

También estuvo en el casting para protagonizar películas tan importantes como Jungla de Cristal, Robocop y Pretty Woman, nada más y nada menos.


Es la única película dirigida por Tab Murphy (y resulta extraño viendo el buen resultado que consiguió), quien también escribió el guión a principios de la década de 1980 y le llevó más de 10 años conseguir financiación para la película. En un artículo del Chicago Tribune, Murphy dijo: "Esta, para mí, es una pequeña historia personal, porque realmente refleja muchos de mis intereses mientras crecía: la naturaleza, los indios, los animales, la aventura..."

Uno a veces se pregunta por qué unas películas tienen tanto éxito, y otras relativamente parecidas caen completamente en el anonimato.
Además de a Bailando con Lobos, la película también se puede dar un aire a El Último Mohicano (de hecho los títulos originales son muy parecidos, Last of the Dogmen frente a The last of the Mohicans) en líneas generales, y luego en algunos detalles menores a otras como El Fugitivo, Caída Libre o Máximo Riesgo, tres de ellas muy conocidas y con éxito en taquilla, mientras ésta en cambio no creo que sea muy conocida aquí en España.

Y es que tanto ésta película, como Máximo Riesgo, así como la saga de Rambo tienen en común al productor libanés Mario Kassar, que además coincidió con el tercer actor protagonista de esta película, Kurtwood Smith, en Rambo III.


La segunda pata de la película, después de Tom Berenger, es una siempre fiable Barbara Hershey, a la que había visto hace poco en Vidas Distantes, y a la que todavía no he visto desafinar.

Aunque se intenta ambientar en Montana, la película está rodada en Canadá, siendo especialmente notable el Parque Nacional de Banff, en la región de Alberta, proporcionando un clima y un entorno idílicos para esta historia (la buena banda sonora también contribuye a ello) y ofreciendo estampas de gran belleza, como una increíble cascada, que es uno de los accidentes geográficos que más me gustan, y que últimamente están presentes en las películas que veo.

Y es que hay una frase en la película que me incitó a detenerla y anotarla, y que refleja porque este tipo de películas me gustan en especial. 
"Estar al aire libre me resulta muy estimulante, muy vitalista" 
A mi también y más si es con poca gente y la gente adecuada.










Valoración:                                8/10












19 abril 2024

Rescate en la jungla (1993)

 






Más allá de que me gusten las películas de junglas o selvas y supervivencia, por eso de que te puedes encontrar bonitas estampas de la madre naturaleza, y del siempre sobrio trabajo de un actor que me gustaba, como Robert Loggia, elegí esta película por la sorprendente presencia de una muy joven Jennifer López, a la que seguramente la mayoría tenemos por cantante, pero da la casualidad que se adentró antes en el mundo de la interpretación que en el de la música, detalle que no muchos conoceríamos.

La neoyorquina, de origen puertorriqueño, empezó como bailarina en 1991 y dos años más tarde decidió dedicarse a la interpretación, siendo éste su primer papel en un largometraje. Y su primer álbum musical no salió a la luz hasta 1999.

Así que no sé si podríamos decir, como yo pensaba erróneamente, que es un caso de cantante que también es actriz, porque cuando me refiero a ese término lo suelo hacer en alusión a cantantes, que ya consolidados en el gremio musical, empezaron a realizar interpretaciones cinematográficas. Sea como fuere, si que estamos ante un caso de dualidad de artista, que se ha dedicado a ambas artes escénicas, tanto la música como el cine.


Una lista que sería muy larga, pero que es un tema intersante de tratar, y nos podríamos fijar en algunos de estos artistas que fueron más o menos significativos.

El primero que se me viene a la cabeza cronológicamente, y posiblemente también de los cantantes que mejor interpretara fue Frank Sinatra, con hasta 75 títulos de crédito y alguna película notable como De Aquí a la Eternidad.

Luego, así pensando sin tirar de hemeroteca, se me viene a la mente Elvis Presley, que aunque en este caso era claramente cantante, no puedo evaluar mucho su faceta como actor, porque creo que no he visto ninguna película suya, que por otro lado creo que eran todas bastante similares. Tiene 31 títulos de crédito.

Hasta un Óscar consiguió Barbara Streisand por la película Tal Como Éramos, bien es cierto que su faceta de cantante para mi es bastante desconocida o no muy de mi agrado, sobre todo si la comparamos con las tres que voy a enumerar a continuación.

En la década de los 80, tres cantantes, que se podrían considerar Divas de la música, como Madonna, Cher o Whitney Houston desembarcaron también en el mundo del cine con más o menos éxito, y con mayor o menor continuidad. Aunque seguramente las críticas se despacharon a gusto con ellas, en especial con Madonna, a mi al ser películas de esa década que tanto me gusta, no me resultaron notas discordantes.

También hizo su incursión principalmente durante los 80 David Bowie, con una película por encima de todas, Dentro del Laberinto.

Y por último en los 90, además de la protagonista de hoy, Jennifer López, podríamos destacar también a Will Smith, en otro caso del que no sé que fue antes, si músico o intérprete, ya que seguramente el primer recuerdo que todo el mundo tenga de él sea en la televisión, en la serie El Príncipe de Bel-Air. Es especialmente reconocido por la saga Men in Black.


Evidentemente no es ni de lejos la mejor película de esta temática que he visto, donde flojea tanto la historia, como la interpretación, como el doblaje.

No obstante tiene algunas cosas interesantes o diferenciales con respecto a otras películas de este estilo, que habitualmente suelen estar localizadas más en la Selva Amazónica o como mucho en América Central, y que en este caso elige una localización poco conocida de México, como es la población de Catemaco (Catamaco durante toda la película), y que además el rodaje se realizó allí.

Había visto películas ambientadas y rodadas en Acapulco, otrora paraíso turístico del Pacífico y también en Puerto Vallarta, y además he estado de vacaciones en la Riviera Maya, pero esta localización mexicana me era totalmente desconocida, en el estado de Veracruz.

Adicionalmente se contó con dos actores mexicanos importantes de la época, Pedro Armendáriz Jr., que, eso si, apenas aparece un par de minutos, y el menos conocido en aquel momento Sergio Calderón, que luego ganó más importancia.
Pero realmente la mejor interpretación del elenco es la de Lindsay Wagner.

Deja también la película el valor de la gente humilde, y más en un momento de necesidad, como dan sin esperar nada a cambio, y dan lo poco que tienen, sin ningún tipo de egoísmo y sin esperar nada a cambio. Muy bien reflejado por el director y muy edificante.










Valoración:                              5/10















05 febrero 2024

Caza Salvaje (1981)

 







Después de haber visto hace pocos días una película con Sylvester Stallone como protagonista, ha fallecido uno de los grandes coprotagonistas de la saga de Rocky, Carl Weathers, que encarnaba el papel de Apollo Creed.

Un secundario formidable, sin el que Rocky no sería lo que es, pero con otros trabajos en películas notables, como en Depredador, su papel protagonista más importante quizás en Acción Jackson, o papeles mas secundarios pero en muy buenas películas como Encuentros en la tercera fase, Fuerza 10 de Navarone o ésta.

Stallone lo ha definido como "una parte integral de su vida" y de su "éxito". Además dijo "Le doy un crédito y un reconocimiento increíbles porque cuando entró en esa habitación y lo vi por primera vez, vi la grandeza. Pero no me di cuenta de lo grande que era", continuó Stallone y terminó diciendo “Nunca hubiéramos podido lograr lo que hicimos en Rocky sin él". Y cuanta razón, y más con la fabulosa voz de doblaje que tuvo aquí en la saga.

También Schwarzenegger, que trabajó con el en Depredador reflejó y secundó la grandeza de la persona de Carl Weathers.

También ex jugador de fútbol americano, como Jim Brown, fallecido el año pasado, dejó el deporte en 1974 para dedicarse a su pasión, la interpretación. Aunque no siempre ha sido considerado como un miembro de alto perfil del grupo de estrellas musculosas del cine de acción.

Es el segundo protagonista importante de la saga Rocky que nos deja en breve espacio de tiempo, tras la pérdida de Burt Young.


Buscando alguna película suya para ver, tenía que decidirme entre dos, Bucktown (1975), del subgénero Blaxploitation, pero en la que posiblemente tuviera un papel residual por ser de sus primeros trabajos, o ésta que me resultaba bastante atrayente, con un reparto magnífico y una ambientación muy de mi agrado.

Ambientada en los territorios helados del Canadá, es una película de esas que nos muestra la cara más hostil de la naturaleza, de las que evidentemente no hay muchas, pero interesantes. Le encuentro similitudes con Norte salvaje y con la gran Las aventuras de Jeremías Johnson (curiosamente el personaje protagonista interpretado por Charles Bronson, también se apellida Johnson).

Con un gran elenco como he dicho antes, que podríamos definir como de veteranos y novatos (o casi).
Los veteranos serían Charles Bronson y Lee Marvin. Aunque Bronson era mayor, todavía se conservaba bien, con 60 años, mientras que Marvin siempre pareció mayor de la edad que tenía.
Ambos compartieron otras dos películas, una de jóvenes en ¡Esto es la marina! (1951) y luego en la interesante película bélica Doce del patíbulo (1967).

Bronson siempre fue un actor que me gustó, más en sus inicios que cuando empezó a rodar todas sus películas de vengador o justiciero. Y de esa época que más me gusta, además de sus trabajos en grandísisimas películas como Los siete magníficos o La gran evasión, hay dos películas del oeste en las que es protagonista, que han echado en el pasado bastantes veces, pero que no son excesivamente conocidas y que algún día quiero volver a ver como son Nevada Express y El desafío del Búfalo Blanco. Pero es un actor que a pesar de gustarme no he visto muchas películas suyas.

Luego hay algunos actores que todavía no eran veteranos, pero que ya eran maduros, como Ed Lauter o Angie Dickinson, aunque esta tiene un papel bastante residual, y a Weathers lo podríamos casi incluir en los jóvenes, con solo 33 años, junto con un todavía más joven Andrew Stevens, que contaba con solo 26 años, pero unos cuantos títulos de crédito ya en su filmografía.


Basada en una historia real, la película fue fuertemente criticada por historiadores canadienses por equivocarse en muchos hechos históricos y caracterizaciones.
Una película más en la que la supervivencia está muy presente, en esta interesante película en la naturaleza, con dosis de acción y aventuras a partes iguales.











Valoración:                               7/10













10 enero 2024

Criatura diabólica (1986)

 







El género Slasher (subgénero dentro del cine de terror) tuvo bastante aceptación, y por ello proliferaron muchas películas de este tipo, a finales de los 70 y durante los 80, con la generación incluso de varias sagas exitosas, entre las que podríamos destacar

- Viernes 13
- Halloween
- Pesadilla en Elm Street
- Scream

Habitualmente se diferenciaban por el tipo de arma cortante que se utilizara en las películas, desde punzones, cuchillos, hachas o hasta motosierras, pero si que es cierto que, sin llegar a entonar la frase de vista una, vistas todas, si que se parecen bastante y raramente aparecen efectos lo suficientemente diferenciadores como para sorprenderte y pensar que has visto algo novedoso e interesante.


A pesar de que las primeras influencias pudieron estar en una película tan famosa como Psicosis, este género Slasher tuvo su origen en italia, llamado Giallo allí, donde desde finales de los sesenta se empezaron a hacer películas de este estilo, de la mano principalmente de dos directores que han sido sus máximos exponentes, Umberto Lenzi y Dario Argento, pero con otros muchos que han realizados distintas películas sobre el género, como Mario Bava, Lamberto Bava, Lucio Fulci, Sergio Martino, y otros, incluído el director de esta película Ruggero Deodato.


Aquí una lista bastante completa sobre el género Giallo, aunque las haya más extensas.




Nuestro director de hoy, Ruggero Deodato, no es que haya sido muy prolífico en el Slasher/Giallo en particular, pero si en el cine de terror, que es el que marcó todo su trayectoria profesional, teniendo varias películas que se podrían clasificar dentro del subgénero gore, como son sus dos principales títulos, Mundo caníbal, mundo salvaje y Holocausto caníbal, que lo convirtieron en un director de culto en el cine de terror en los años 80.

Aunque hay gente que describiría el género Slasher como películas de terror producidas rápidamente, preferiblemente sin argumento, en las que adolescentes cachondos y de aspecto estúpido son masacrados por docenas, y seguramente alguna encajará a la perfección en esa descripción, a mi algunas de ellas me resultan interesantes y esa definición me parece básica y hecha desde la perspectiva de alguien que de partida no aprecia estas películas.

Como he dicho, estas películas se parecen bastante y lo normal es que no haya muchos argumentos diferentes como para comentarla y diferenciarla de lo dicho de otras, y más con un escenario tan repetido como suele ser un camping.

Pero es precisamente ese escenario lo que enriquece la película (de hecho, yo la consideraría una joya perdida ... dentro de este subgénero).
A pesar de intentarla situar en el estado de Colorado en Estados Unidos (cualquiera que haya visto una película ambientada allí, por ejemplo se me viene a la cabeza La carrera de la vida, sabe de sobra que ese terreno no es característico de allí), la historia se rueda con mucho acierto en ciertas localizaciones de los Abruzzos italianos.

Estas películas suelen tener una alta cuota de oscuridad, o incluso algunas casi la totalidad, pero ésta aprovecha muy bien los fragmentos de unión entre crímenes para mostrar unas imágenes, de naturaleza y práctica deportiva, excepcionales y variadas.


Quizás la parte menos destacada sea la actuación, aunque eso en este tipo de películas, casi siempre anónimas en cuanto reparto, suele ser poco importante, y a pesar de que hay varios actores habituales de este tipo de películas de serie B.
Con casi todo el elenco femenino desnudándose, cosa que se suele criticar del género Slasher en general, aunque por otro lado puede ser un reclamo para otro tipo de espectadores.

Para los amantes de la naturaleza y de Italia creo que es una película bastante decente y destacada dentro de este subgénero Slasher/Giallo que hemos comentado.











Valoración:                                     6/10














16 noviembre 2023

El día de los animales (1977)

 




Raramente uno se encuentra con películas que traten sobre la naturaleza y la primera mitad de ésta me evocaba a alguna de las rutas de senderismo que he hecho, y que tanto echo de menos desde que la vacuna del Covid me sumió en una fatiga crónica de la que no consigo salir.

Así que toda esa primera parte me hacía recordar a alguna de las escasas películas en las que la naturaleza juega un papel protagonista y con cierto parecido, como Escuela de Supervivencia o Verano de Aguas Cristalinas, más la primera que la segunda.

Pero ya la segunda mitad de la misma me hizo percatarme que era otro ejemplo más de películas sobre catástrofes de los años setenta, y aunque sea con matices o enfoque diferente, la segunda parte es muy evidente que guarda un paralelismo con bastantes de esas películas catastróficas, protagonizadas por animales, de esta década del siglo XX.
Aunque también la parte final me recordó mucho a otra película que vi no hace mucho, como es Perros Asesinos.

Aquí un par de listas con películas parecidas





Esta película a veces se considera, erróneamente, una secuela de la película anterior del director William Girdler, Grizzly (1976). Principalmente porque tenía una  trama similar y el mismo oso entrenado, tenía el mismo productor/distribuidor ejecutivo (Edward L. Montoro), mismo director y la compañía de producción/distribución (Film Ventures International (FVI)), y además contó con un par de actores de aquella película, Richard Jaeckel y Christopher George. 

También hubo una verdadera secuela de Grizzly titulada Grizzly II: El concierto (1983), pero originalmente nunca se completó y, por lo tanto, nunca se estrenó en cines ni en video hasta octubre de 2021.


Con un reparto bastante decente (sorprede por ejemplo ver a Leslie Nielsen en un papel así, o a un muy joven Andrew Stevens), el doblaje parece ser de los años noventa o incluso del siglo veintiuno, pero con unas voces francamente intersantes, de lo mejor fuera de esa época dorada del doblaje que duró hasta los años ochenta incluso.

Interesantes localizaciones elegidas, en las montañas de California, no muy lejos de un lugar muy pintoresco como es el Lago Tahoe, que junto a las interpretaciones de los actores es la mejor parte de la película.

En cambio, como en Perros Asesinos, las escenas de ataque animal me dejan un poco indiferente. Aunque no ocupan mucho tiempo en pantalla (realmente la primera hora de película es casi un mero paseo por la naturaleza) no son especialmente brillantes. 

Hay que tener en cuenta que se trata de un largometraje de bajo presupuesto de un cineasta especializado en películas de serie B que utilizó su ingenio y su empuje en lugar de dinero. Como tal,  el resultado final es interesante.

William Girdler era un buen cineasta imitador, tenía en cuenta lo que cautivaba al público y hacía una película sobre ese tema cuando aún estaba candente. La disminución de la capa de ozono era un tema popular y que preocupaba a la población en aquellos días y él se inventó una pequeña película bonita relacionada con el tema.









Valoración:                                        7/10