Mostrando entradas con la etiqueta Canadá. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Canadá. Mostrar todas las entradas

22 octubre 2024

Dos chicas en la carretera (1992)

 





Hay una serie de palabras en el título de una película que me suelen resultar atrayentes y tener más posibilidades de que las vea, como por ejemplo los dos últimas que vi, con las palabras ruta y valle, y también aquí con la palabra carretera.

Llegué a esta película después de ver un rato de un episodio de El Equipo A, que los reponen a diario en un canal de televisión, a razón de unos cinco por día, y revisando el reparto de ese episodio fui a consultar la filmografía de una de las actrices que aparecía brevemente durante el mismo, y al ver que estaba casado con un director (y que además poco después de ese episodio y la mencionada boda dejó la actuación), indagué a ver que me podía ofrecer él.

El caso es que su nombre, Edward Zwick, me resultaba ligeramente familiar, más allá de que apareciera en algún momento en mi extensa base de datos de películas. Y es que, efectivamente, tiene un par de títulos notorios dentro de su filmografía, como son Leyendas de Pasión (1994), su película inmediatamente posterior a ésta, con un todavía muy joven Brad Pitt, y El Último Samurai (2003), con también un todavía joven Tom Cruise. Una de esas películas que creo recordar haber ido a ver al cine, cuando por aquella época ponía en práctica ese pasatiempo con relativa frecuencia.


Así que esta me hizo imaginarme un aroma a Road Movie, que tanto me gusta, quizás pensando en algo parecido a Thelma y Louise, aunque finalmente teniendo cosas en común, básicamente el hilo conductor de dos chicas en un coche sin un rumbo fijo, tiene un argumentario diferente.

Una de las más notables diferencias es el escenario elegido. La mayor parte de las Road Movies que conozco están ambientadas en el Medio Oeste de los Estados Unidos, en parajes semi desérticos, carreteras secundarias y bares y moteles de carretera solitarios. En cambio en este caso se escoge como ubicación para la historia el extremo noroccidental del país, en el estado de Oregón, con intención de realizar un tránsito hasta Alaska.

Otro detalle curioso y contrario a lo habitual es que habitualmente en este tipo de películas suele estar presente la figura del autoestopista, y que habitualmente suelen ser personajes extraños, mucho en algunas ocasiones, sórdidos o hasta peligrosos, y en cambio aquí es a la inversa, son los autoespistas los que se van topando con diferentes frikis a lo largo de su periplo realizando auto-stop.

Es una película con muchos matices, que van desde la soledad, la melancolía, la esperanza, la sencillez, la mala suerte ... y sobre todo en la resistencia y sobreponerse a las adversidades, desembocando en la virtud de la felicidad de las cosas sencillas, de saber vivir con poco y de saber apreciar la amistad, dar y recibir lo poco que tienes.

Nos enseña a como saber afrontar los problemas y encontrar soluciones, y nos da una lección o nos hace reflexionar de como siempre habrá personas con muchísimos más problemas que nosotros, que se quejan mucho menos y que además de poner al mal tiempo buena cara, buscan y encuentran soluciones o alternativas a dichos problemas.

Problemas que se dan entre las protagonistas y que me lleva también a reflexionar que habitualmente suele haber más problemas de convivencia entre dos personajes femeninos que entre dos masculinos, en la gran pantalla.


Con un reparto de tercera fila, donde para mi solo conocía y de manera bastante efímera a las dos protagonistas, destaca o complementa muy bien esta falta de actores importantes, una banda sonora sin letra, tranquila y relajante, con un tono melancólico o de tristeza (y cuando aparece una canción con letra, lo hace de manera muy tenúe, pero es nada más y nada menos que la formidable Wicked Game de Chris Isaak), que me hizo recordar una de las películas de corte Road Movie con mejor banda sonora que he escuchado últimamente, como es Tierra Prometida, con unos todavía poco conocidos Kiefer Sutherland y Meg Ryan.

Me sorprendió y me agradó, por mis valores, educación y creencias, que la película se cierre con una oración de gracias, que en principio no pegaba nada con el perfil de los personajes protagonistas, pero que finaliza esa historia de adversidades de una manera tierna y muy humana, reflejando que a pesar de esos enormes problemas y sufrimientos, soledad, falta de trabajo, dinero ..., no hay que dejar de dar gracias y estar alegre por las personas que te rodean y por lo fantástico que es vivir aún sin reunir las condiciones idóneas que a todos nos gustarían.










Valoración:                              6/10















27 abril 2024

Los últimos guerreros (1995)

 








Hace unos años era más reacio a las películas de la década de los 90 del pasado siglo, pero poco a poco voy dándole oportunidades, preferentemente a las de la primera mitad de la década, y sorprendentemente todavía hay bastantes películas interesantes, y desconocidas, como ésta, que hasta podría calificar, siempre en mi opinión, como una pequeña joya oculta.

Cuando no le dedicaba este tiempo al cine y era un aficionado con mucho menos conocimiento, me costaba diferenciar entre Tom Skerrit, Tom Selleck y Tom Berenger, el protagonista de hoy. En especial los dos primeros a veces tenían looks parecidos, con bigote, pero sobre todo que los tres nombres se me parecían.

No he visto excesivas películas de ninguno de ellos, pero más o menos ya los tengo totalmente ubicados y diferenciados, y sé que Skerrit (del que hace más tiempo que no veo nada y ya por encima de los 90 años), tiene un papel protagonista en Alien y también trabajó en Top Gun. De Selleck, cuyo quizás su papel más representativo sea en la serie Magnum, le vi en La Gran Ruta Hacia China, y Tom Berenger tiene un bagaje quizás más importante.


Y es que en su momento podría quizás hasta parecer el sucesor de Paul Neman, con sus ojos azules, y un ligero parecido físico, pero habitualmente siempre le he visto un poco pasado de peso y con la impresión de ser un poco descuidado o no interesarle ese gran estrellato.
De hecho, pensaba que era una apreciación mía, pero me he encontrado con esta cita que hace más extendida esta consideración, "ganó el papel de Butch Cassidy en Los primeros golpes de Butch Cassidy y Sundance (1979) por su parecido con Paul Newman".

De hecho su bagaje en los años 80 no fue ni muy prolífico ni muy exitoso, aunque interviniera en películas como Platoon o Nacido el 4 de julio (nominadas ambas al Óscar a la mejor película, así como también otras dos en las que ha intervenido, Reencuentro y Origen), y sus papeles más recordados llegan en la década de los 90, en películas como Jugando en los Campos del Señor, Acosada (película de la que parece no guardar muy buen recuerdo) y sobre todo El Sustituto.

Realmente se podría hacer una lista de películas más importante, y casi más extensa, con las que estuvo a punto de conseguir un papel, pero que finalmente fue a manos de otro actor.

Por ejemplo, en esta película cuenta con la misma voz de doblaje con la que vemos a Kevin Costner en sus películas, y que también podría haber interpretado esta película perfectamente. Pues al parecer Berenger fue candidato a cuatro papeles que finalmente cayeron todos en manos de Costner, en las películas, Los Intocables de Eliot Ness, Los Búfalos de Durham, Bailando con Lobos y JFK.

También estuvo en el casting para protagonizar películas tan importantes como Jungla de Cristal, Robocop y Pretty Woman, nada más y nada menos.


Es la única película dirigida por Tab Murphy (y resulta extraño viendo el buen resultado que consiguió), quien también escribió el guión a principios de la década de 1980 y le llevó más de 10 años conseguir financiación para la película. En un artículo del Chicago Tribune, Murphy dijo: "Esta, para mí, es una pequeña historia personal, porque realmente refleja muchos de mis intereses mientras crecía: la naturaleza, los indios, los animales, la aventura..."

Uno a veces se pregunta por qué unas películas tienen tanto éxito, y otras relativamente parecidas caen completamente en el anonimato.
Además de a Bailando con Lobos, la película también se puede dar un aire a El Último Mohicano (de hecho los títulos originales son muy parecidos, Last of the Dogmen frente a The last of the Mohicans) en líneas generales, y luego en algunos detalles menores a otras como El Fugitivo, Caída Libre o Máximo Riesgo, tres de ellas muy conocidas y con éxito en taquilla, mientras ésta en cambio no creo que sea muy conocida aquí en España.

Y es que tanto ésta película, como Máximo Riesgo, así como la saga de Rambo tienen en común al productor libanés Mario Kassar, que además coincidió con el tercer actor protagonista de esta película, Kurtwood Smith, en Rambo III.


La segunda pata de la película, después de Tom Berenger, es una siempre fiable Barbara Hershey, a la que había visto hace poco en Vidas Distantes, y a la que todavía no he visto desafinar.

Aunque se intenta ambientar en Montana, la película está rodada en Canadá, siendo especialmente notable el Parque Nacional de Banff, en la región de Alberta, proporcionando un clima y un entorno idílicos para esta historia (la buena banda sonora también contribuye a ello) y ofreciendo estampas de gran belleza, como una increíble cascada, que es uno de los accidentes geográficos que más me gustan, y que últimamente están presentes en las películas que veo.

Y es que hay una frase en la película que me incitó a detenerla y anotarla, y que refleja porque este tipo de películas me gustan en especial. 
"Estar al aire libre me resulta muy estimulante, muy vitalista" 
A mi también y más si es con poca gente y la gente adecuada.










Valoración:                                8/10












05 febrero 2024

Caza Salvaje (1981)

 







Después de haber visto hace pocos días una película con Sylvester Stallone como protagonista, ha fallecido uno de los grandes coprotagonistas de la saga de Rocky, Carl Weathers, que encarnaba el papel de Apollo Creed.

Un secundario formidable, sin el que Rocky no sería lo que es, pero con otros trabajos en películas notables, como en Depredador, su papel protagonista más importante quizás en Acción Jackson, o papeles mas secundarios pero en muy buenas películas como Encuentros en la tercera fase, Fuerza 10 de Navarone o ésta.

Stallone lo ha definido como "una parte integral de su vida" y de su "éxito". Además dijo "Le doy un crédito y un reconocimiento increíbles porque cuando entró en esa habitación y lo vi por primera vez, vi la grandeza. Pero no me di cuenta de lo grande que era", continuó Stallone y terminó diciendo “Nunca hubiéramos podido lograr lo que hicimos en Rocky sin él". Y cuanta razón, y más con la fabulosa voz de doblaje que tuvo aquí en la saga.

También Schwarzenegger, que trabajó con el en Depredador reflejó y secundó la grandeza de la persona de Carl Weathers.

También ex jugador de fútbol americano, como Jim Brown, fallecido el año pasado, dejó el deporte en 1974 para dedicarse a su pasión, la interpretación. Aunque no siempre ha sido considerado como un miembro de alto perfil del grupo de estrellas musculosas del cine de acción.

Es el segundo protagonista importante de la saga Rocky que nos deja en breve espacio de tiempo, tras la pérdida de Burt Young.


Buscando alguna película suya para ver, tenía que decidirme entre dos, Bucktown (1975), del subgénero Blaxploitation, pero en la que posiblemente tuviera un papel residual por ser de sus primeros trabajos, o ésta que me resultaba bastante atrayente, con un reparto magnífico y una ambientación muy de mi agrado.

Ambientada en los territorios helados del Canadá, es una película de esas que nos muestra la cara más hostil de la naturaleza, de las que evidentemente no hay muchas, pero interesantes. Le encuentro similitudes con Norte salvaje y con la gran Las aventuras de Jeremías Johnson (curiosamente el personaje protagonista interpretado por Charles Bronson, también se apellida Johnson).

Con un gran elenco como he dicho antes, que podríamos definir como de veteranos y novatos (o casi).
Los veteranos serían Charles Bronson y Lee Marvin. Aunque Bronson era mayor, todavía se conservaba bien, con 60 años, mientras que Marvin siempre pareció mayor de la edad que tenía.
Ambos compartieron otras dos películas, una de jóvenes en ¡Esto es la marina! (1951) y luego en la interesante película bélica Doce del patíbulo (1967).

Bronson siempre fue un actor que me gustó, más en sus inicios que cuando empezó a rodar todas sus películas de vengador o justiciero. Y de esa época que más me gusta, además de sus trabajos en grandísisimas películas como Los siete magníficos o La gran evasión, hay dos películas del oeste en las que es protagonista, que han echado en el pasado bastantes veces, pero que no son excesivamente conocidas y que algún día quiero volver a ver como son Nevada Express y El desafío del Búfalo Blanco. Pero es un actor que a pesar de gustarme no he visto muchas películas suyas.

Luego hay algunos actores que todavía no eran veteranos, pero que ya eran maduros, como Ed Lauter o Angie Dickinson, aunque esta tiene un papel bastante residual, y a Weathers lo podríamos casi incluir en los jóvenes, con solo 33 años, junto con un todavía más joven Andrew Stevens, que contaba con solo 26 años, pero unos cuantos títulos de crédito ya en su filmografía.


Basada en una historia real, la película fue fuertemente criticada por historiadores canadienses por equivocarse en muchos hechos históricos y caracterizaciones.
Una película más en la que la supervivencia está muy presente, en esta interesante película en la naturaleza, con dosis de acción y aventuras a partes iguales.











Valoración:                               7/10













05 marzo 2022

La dinastía del petróleo (1957)

 





Revisando los cumpleaños del día me topé con Stanley Baker, bastante abajo en popularidad eso sí, y no tuve dudas en elegirle a él como protagonista para mi película de ese día.

Un actor que me guarda un gran paralelismo con otro de mis actores favoritos, Stephen Boyd.
Ambos eran británicos, nacieron con tres años de diferencia, y murieron en años consecutivos sin alcanzar los 50, solían interpretar papeles de malos o villanos, a ambos les ofrecieron el papel de James Bond en Agente 007 contra el Dr. No (1962), aunque ninguno acabara aceptándolo, y tuvieron una cierta relación con España.

Baker tenía una casa de veraneo en la Costa del Sol, donde enfermó de neumonía, muriendo en Málaga y Boyd rodó en los años 70 algunas películas íntegramente españolas.

Aunque realmente con el que se le saca más parecido, sobre todo físico, es con el actor australiano Rod Taylor, también contemporáneo de ambos.


Emergió durante los años cincuenta, cuando los protagonistas increíblemente guapos, atractivos y románticos eran casi de rigor.
Para esos tiempos, era un potencial actor principal que se proyectaba fuertemente contra la corriente. Baker demostró de inmediato una presencia única en la pantalla: dura, arenosa, combustible, y poseía un aura de poder oscuro e incluso amenazante.

Stanley Baker provenía de una ruda población minera galesa (lo cual resulta una gran conexión con su papel en esta película), y cuando era niño era rebelde, rápido para estallar y el primero en pelear.

El cine acogió al Baker adulto como la encarnación del mal. 
Sus primeros trabajos importantes dieron al actor papeles enérgicos y antipáticos como en

El hidalgo de los mares (1951) 
Mar cruel (1953)
Infierno bajo cero (1954) 
La dinastía del petróleo (1957)
Los caballeros del rey Arturo (1953)
Helena de Troya (1956)

A pesar de nunca haber sido elegido como un protagonista romántico y de estar asociado casi por completo con papeles de villano, Stanley Baker se convirtió en una estrella a fuerza de su poderosa personalidad.

Además de estas trabajo en otras muy buenas películas como Los cañones de Navarone, Sodoma y Gomorra o Zulú, teniendo unos cuantos trabajos en películas sobre África.

Entre sus directores predilectos estaban Cy Endfield y Joseph Losey, aunque también repitió con el director de esta película, Ralph Thomas.
Rechazó muchas ofertas de Hollywood durante la década de 1950 porque quería mantener en marcha la industria cinematográfica británica.

Aunque lamentó no haber aceptado el papel de James Bond, Baker era amigo y admirador abierto del trabajo de Sir Sean Connery en el papel, como admirador era de Anthony Quinn, el que le parecía uno de los mejores actores durante su época y en el que se fijaba y aprendía.

Nombrado caballero en 1976, era evidente que Stanley Baker bien podría haber continuado a mayores alturas, tanto como actor como productor, pero sucumbió al cáncer de pulmón y murió a la temprana edad de cuarenta y ocho años. Pero su legado es incuestionable.  
Estableció su propio modelo como actor contento de ser admirado por retratar sin igual a los de mala reputación y los antipáticos. 
Siempre ha habido legiones de protagonistas viriles y encantadores aparentemente intercambiables que pueblan las películas, pero Stanley Baker estuvo casi solo en su determinación de ser caracterizado y juzgado retratando los aspectos más sombríos de la condición humana.


Tuve dudas a la hora de que película ver, porque aunque he visto bastantes suyas, seguía habiendo varias que me apetecía, pero esta parecía atraerme más.

Y no me equivoqué.

Una película de aventuras, ambientada en Canadá (a pesar de que el rodaje se hizo íntegramente en los Dolomitas italianos), con ciertos aspectos también de western, y con un guión y algunos detalles del argumento exclusivos, que no había visto en otras películas.

Compartió protagonismo con Dirk Bogarde, al que se le consideraba totalmente opuesto a Baker, y con el que volvió a coincidir en Accidente (1967).

Esperaba encontrarme algo parecido a En busca del Oro (1938), que ya vi como homenaje a Olivia de Havilland, sólo que cambiando el protagonismo del oro por el petróleo, y con semejanzas, ésta película la mejoró.








Valoración:                                 8/10














10 diciembre 2020

Duelo en las profundidades (1982)

 




Al paso por el 8 de Diciembre cumplía años Kim Basinger (67) y no me pude resistir.
Una actriz que no tiene un nombre artístico que no tenga nada que ver con el suyo real, pero si que es una adaptación del mismo, ya que en realidad se llama Kimila Ann Basinger.
Uno de los mitos cinematográficos femeninos para los chicos de mi generación, aunque claramente por su espectacular atractivo, más que por una carrera como actriz impresionante, ya que en su época de plenitud, los 80, apenas llegó a participar en una película por año, siendo difícil encontrar algo para ver, que no fuera muy conocido o ya visto.

Aunque luego continuó haciendo películas y alcanzando su mayor éxito, por lo menos a nivel de reputación, con LA Confidential, una película que ni me gusta ni tampoco me parece una actuación destacada la suya.
La actriz sufrió un aborto involuntario durante esta película.

Así que me decanté por ésta, una de sus primeras actuaciones. Una película, que por el título, hace pensar en una película de submarinos, aunque con un ya veterano Charlton Heston y Kim Basinger parecía raro, así que me puse a verla sin saber de que iba, pero el reparto me parecía atrayente ... aunque escaso, una de esas películas que apenas llega a los 10 actores que intervienen en la misma.


Película dirigida por el propio Heston, que se reservó un papel un tanto peculiar y poco agradable para el espectador. Y además no aparece hasta el minuto 26, lo que da a pensar que va a tener un papel poco relevante en la misma.
El guión lo escribió su hijo, el cual acompañaba por los platós a su padre de pequeño, y que curiosamente interpretó a su padre de niño en Los 10 mandamientos.

Fraser C. Heston, hijo de Charlton, concibió la idea del guión de esta película mientras visitaba Death Valley, California, durante el rodaje de El valle de la furia (1980). Allí, visitó minas, pozos, túneles y cuevas mientras investigaba las viejas historias, historias, mitos y leyendas de los antiguos mineros. Su historia también se inspiró en sus experiencias viviendo con el pueblo esquimal y los indios atabascos cuando visitaba la península de Kenai en la costa sur de Alaska.

Una película rodada en la Columbia Británica, en las proximidades de Vancouver, de gran belleza, que aquí nos muestran a cuentagotas, y que siempre da un encanto especial a las películas, como me ha pasado recientemente con otras dos que he visto rodadas en la zona, Los osos y yo y Manto negro.









Valoración:                            6/10










https://www.imdb.com/title/tt0084359/?ref_=nm_flmg_act_45

https://www.filmaffinity.com/es/film435797.html



22 agosto 2020

Manto negro (1991)

 




Por el 80 cumpleaños del director australiano Bruce Beresford me puse a investigar entre su filmografía y además de ver que es el director de una película famosa que ganó algún Óscar, como es Paseando a Miss Daisy, me llamó mucho la atención esta película.

Se necesitaron más de cuatro años para encontrar financiación para la película. Ningún estudio estadounidense estaba interesado en hacerlo porque se trataba de religión, por lo que finalmente la financiación se recaudó de fuentes europeas y canadienses. 

Incluso con el nominado al Óscar Bruce Beresford expresando su deseo de estar a la cabeza, los inversionistas canadienses fueron muy difíciles de convencer hasta que la película anterior de Beresford, Paseando a Miss Daisy (1989), ganó el Oscar de 1989 a la Mejor Película. El éxito de Bailando con lobos (1990) también fue fundamental para ayudar a que se hiciera la película.

Decía Beresford que leyó la novela cuando estaba de paso por Los Ángeles en 1985. Siempre había sido un gran admirador de las novelas de Brian Moore y la consideró una novela histórica muy diferente a las demás. Le impresionó por muchas razones. Una era simplemente la novedad. No sabía nada en absoluto sobre la vida de los pioneros en Canadá en el siglo XVII y de repente leer esta historia sobre estos indios increíblemente salvajes y estos viajeros franceses valientes que intentaban colonizarlos fue muy sorprendente. 

Continuaba que en particular, el sacerdote Laforgue, fue significativo, tratando de convertir a los indios al cristianismo y bautizarlos. Viajó por todo el mundo para tratar de convencer a los indios de que estaban viviendo mal sus vidas porque no van a ir al cielo. Mirando hacia atrás desde el siglo, esto parece, en muchos sentidos, una locura. Pero tenían su propio enfoque del mundo elaborado y, en términos de puntos de vista del siglo XVII, pensaban que les estaban haciendo un gran favor a los indios. Es fascinante que la fé de alguien pueda ser tan fuerte.

Lo que realmente le interesó de Manto negro (1991), aparte de que es una gran historia, es ese choque entre las culturas europea y nativa americana. Las películas de época son siempre difíciles de hacer.  Había que entender cómo pensaba alguien como Laforgue. Tenía una obsesión por llevar a todos al cielo, un concepto que pocas personas en estos días se toman en serio. 

Añadía Beresford que su trabajo era convencer a la audiencia de que esto es importante. . . Creía que, incluso si no tienes fe religiosa alguna o, incluso si desprecias a los jesuitas, todavía la encontrarás como una historia interesante. Es un maravilloso estudio de la obsesión y el amor. Y es una maravillosa aventura del espíritu y del cuerpo. Lo que hicieron esas personas, ir a un país donde los inviernos eran mucho más severos que cualquier cosa que hubieran conocido en Europa, conocer gente que era mucho más feroz que cualquiera que hubieran conocido. . . Tener que lidiar con estas personas nos muestra algo de humanidad en su máxima expresión. Es el equivalente a la gente de hoy que entra en transbordadores espaciales y se va al espacio. Se necesita un valor increíble para hacer esto.


Unas valoraciones francamente interesantes acerca de esta interesante película, que entre las conocidas podríamos decir que puede tener semejanzas, bastantes, con La misión y alguna también con El último Mohicano.

Una co-producción entre Australia y Canadá, sin actores conocidos (más allá de que la actriz protagonista trabaja en Rapa Nui que la vi no hace mucho) y casi todos autóctonos de Canadá, pero que produjo un gran resultado.

La ferocidad de las escenas de tortura provocó acusaciones de racismo por parte de los nativos americanos. Sin embargo, el autor de la novela, Brian Moore, que había realizado una extensa investigación sobre el tema, en realidad había atenuado la violencia documentada tanto para su libro como para su guión.

Un apasionante viaje de vida y muerte, de valentía y de miedo, a través de unas tierras hostiles, en lo climatológico y en lo humano, pero francamente hermosas en lo paisajístico.






Valoración:                            7/10










26 abril 2020

Los osos y yo (1974)









No debe ser fácil para el hijo de un gran actor llevar ese apellido de nuevo a lo más alto, cuando te dedicas a lo mismo que a tu padre. Y es que son muy pocos los casos en los que un hijo ha podido o estado cerca de emular la fama de su padre y alcanzar sus cotas en el mundo cinematográfico.

Quizás el mayor ejemplo lo tenemos en Michael Douglas, que sin llegar a la altura de su padre Kirk, si que ha tenido una carrera importante y destacada. Pero aunque algunos se deciden a dedicarse a la misma profesión que su padre, algunos pasan totalmente desapercibidos, suelen tener un carrera discreta y poco protagonista.

Así pues, aunque Patrick Wayne no es de los peores ejemplos, era imposible alcanzar la reputación de su padre John Wayne, si que tiene una carrera más o menos decente, pero por ejemplo otros que se me vienen a la cabeza ahora, como el hijo de Robert Mitchum, el de Gary Busey porque pude ver una película suya (si no ni le conocería) o el hijo de Sylvester Stallone, que le acompañó en la quinta entrega de Rocky, interpretando precisamente a su hijo, y que tristemente falleció hace poco tiempo, son ejemplos de que el apellido les vino muy grande.

Debutó con mínimos papeles, el primero de ellos a la edad de 11 años, en el clásico de su padre Río Grande y siguió así hasta que empezó a tener algo más de protagonismo, pero tampoco le salió muy bien y volvió a trabajar con su padre para seguir madurando, en películas como Los comancheros, El Álamo, La taberna del irlandés, El gran McLintock y Boinas Verdes.

Finalmente consiguió separarse de la sombra de su padre siendo quizás la década de los 70 su mejor época y su papel del capitán Sinbad en Sinbad y el ojo del tigre, posiblemente su personaje más importante.
Luego rápidamente languideció su carrera, veo que hasta trabajó en un episodio de Macgyver, en el que recordaba que fuera él y desde hace 23 años no actúa, habiéndose dedicado prácticamente en exclusiva en todo este tiempo a la fundación John Wayne contra el cáncer desde que muriera su hermano mayor.


Las películas que suelen tener animales como protagonistas suelen ser familiares, amables y agradables, salvo cuando entra en escena algún animal o muy grande y fiero, estilo King Kong, o algún perro rebelde que parece el propio diablo.

Los animales protagonistas en películas, que ya no sólo están restringidos a las películas de animación, (aunque ésta es una película de Walt Disney, que quizás sean los mayores expertos en este tipo de género), suelen ser perros en su gran mayoría, pero también los primates tienen su dosis de protagonismo y los osos tampoco están faltos de presencia en escena.

Aquí una lista de películas sobre osos.

Bear movies


Rodada en la Columbia británica, suele ser una zona con tradición de reservas indias y el paraje queda perfecto para la historia.

En algunos momentos me recuerda a la famosa serie de dibujos animados El bosque de Tallac, con Jackie y Nuca, aunque ésta está ambientada en el Lago Tahoe en California, pero la historia y muchas escenas parecen sacadas de ahí.










Valoración:                                    7/10