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14 marzo 2025

Lío en Río (1984)

 







Pues Michael Caine llega este día a los 92 años, y como me parece un gran actor y que además me gustan papeles o películas suyas, creo que era un buen momento para hacerle un homenaje.

Michael Caine era nombre artístico, el cual tomó de la película El Motín del Caine (1954), en la que no participó el actor que le sirvió de inspiración y que era su ídolo cinematográfico, Humprey Bogart. Su película favorita es El tercer hombre (1949), en la que tampoco aparecía Bogart.

Aunque tenga tanta edad quizás la mayoría lo asociamos a personajes ya adultos, incluso entrados en los 50 años, y no a películas clásicas. Aunque claro, ya no queda nadie prácticamente que podamos asociar a esa época dorada de Hollywood o películas clásicas, Eva Marie Saint y poco más.

Antes de actuar, trabajó como oficinista, en un almacén de té y hacía pasteles para Lyons.

Una vez dijo que supo que había triunfado como actor cuando empezó a recibir guiones para leer que ya no tenían manchas de café (lo que significa que era la primera opción para ese papel).

Es curioso como muchos actores pasan por adicciones serias, y en cambio consiguen vivir luego muchos años. A lo largo de la década de 1960, según sus propias estimaciones, bebía dos botellas de vodka y fumaba al menos ochenta cigarrillos al día. Dejó de fumar cigarrillos tras un severo sermón de Tony Curtis en una fiesta en 1971, y finalmente dejó de fumar puros poco antes de cumplir 70 años en 2003.

Formó junto a sus contemporáneos Roger Moore y Sean Connery un trío de actores británicos sobresaliente. Los tres mantenían una buena amistad. De hecho fue considerado para aparecer en una película de James Bond, papel que popularizó a Moore y Connery, pero finalmente nunca apareció. Eso sí, fue el primero en escuchar la banda sonora de James Bond contra Goldfinger (1964), ya que por aquella época estaba viviendo en la casa del compositor John Barry al estar sin un céntimo en los bolsillos, que cuando acabó de componer dicha banda sonora se la tocó en persona.

Durante más de cuarenta años, la madre de Caine, Ellen Maria Burchell, visitó periódicamente a un "primo" en un hospital psiquiátrico. Cuando ella falleció en 1989, Caine se enteró de que el primo era en realidad su hermano mayor, David.


Ha sido nominado al Oscar al menos una vez en cinco décadas consecutivas (1960-2000). De los seis artistas que han ganado el Óscar por sus actuaciones en películas dirigidas por Woody Allen, él es el único hombre. Las demás son Diane Keaton, Dianne Wiest (dos veces), Mira Sorvino, Penélope Cruz y Cate Blanchett .

Educando a Rita (1983) es su película favorita y la actuación de la que se siente más orgulloso. En cambio afirmó que las peores películas que hizo fueron El mago (1968), El enjambre (1978) y Ébano (1979). Las dos primeras me gustan, la tercera es la que barajaba para ver hoy como homenaje junto con ésta que finalmente he visto.

Se rumoreaba que no se llevaba bien con Steven Seagal durante el rodaje de En tierra peligrosa (1994). Ha declarado que, si bien se llevaban bien, odiaba filmar en Alaska, e incluso bromeó diciendo que "En tierra mortal" era un título acertado. Curiosamente su "pareja" en esta película, Michelle Johnson es nacida en Alaska.

No aprendió a conducir hasta que cumplió los 50. Caine contó que, cuando era desconocido, no podía permitirse clases de conducir, y que después el estudio de cine siempre le proporcionaba un coche con chófer. Siempre que aparecía conduciendo en las películas, iba en un remolque.

Es propietario de siete restaurantes: seis en Londres y uno en Miami. Se mudó a Estados Unidos en 1979 después de quejarse de que el 90 por ciento de lo que ganaba iba al gobierno. En 2016 aparecía como uno de los diez actores que más dinero había ganado en la historia.

Aunque muchos lo asociarán seguro a su época final por sus papeles en El Caballero Oscuro (2008) u Origen (2010), tiene muchas películas interesantes mucho antes que éstas. Además con todo tipo de géneros, aventuras, bélicas, dramas, acción ... y quizás lo que menos comedias como ésta. Para mi siempre será John Colby, "del West Ham y de la selección inglesa" como dice el personaje de Max Von Sidow en Evasión o victoria (1981).


Recuerdo que esta película, Lío en Río, la pasaban en la televisión cuando yo era niño, pero ese recuerdo igual se remonta 30 años atrás, así que aunque no es una película para nada desconocida, por lo menos para los que ya tenemos una edad, si creo que lo será para toda la gente que sea más joven que yo, a no ser los muy seguidores de Michael Caine o Demi Moore, que se hayan tomado la molestia de buscarla o comprarla para verla.

No sé como era la situación en Río de Janeiro en 1984 (a día de hoy puede que se haya complicado), pero seguramente era un destino turístico puntero en el mundo, pero mucho menos utilizado como escenario de películas.

Hay películas de la época en Ibiza, Montecarlo, Saint Tropez, Acapulco ... o algunos destinos más pequeños y exclusivos en la Costa italiana o francesa, como Portofino, Capri o Cannes, pero no había reparado en la presencia de Río de Janeiro en el cine, más allá del pasaje que aparece en Moonraker (1979), pero no en una película de comedia de corte vacacional.

La verdad que siempre me pareció una ciudad atrayente, y cuando aparecen las imágenes aéreas de presentación de la ciudad (que me resulta familiar por un puzzle que tengo desde niño, con la Playa de Botafogo y el Pan de Azúcar), con sus dos emblemas, el Cristo de Corcovado y el Pan de Azúcar, uno se queda impresionado por la belleza de su ubicación. Disfruté mucho con los JJ.OO. de Río de Janeiro.


El famoso director Stanley Donen, responsable de títulos como Cantando bajo la lluvia (1952), Charada (1963), Arabesco (1964) o Dos en la carretera (1967), lideró el proyecto (éste fue su último largometraje), y se llevó el rodaje a Río de Janeiro, nada de utilizar tomas de fotografía, a pesar de que eso le supuso bastantes problemas burocráticos.

Es curioso como la película narra las peripecias de dos amigos, uno en proceso de divorcio, y el otro con una pequeña crisis matrimonial, en donde su mujer le está engañando precisamente con ese amigo. Stanley Donen estaba casado en ese momento con la actriz Yvette Mimieux, y como si fuera premonitorio, se divorciaron muy poco tiempo después.

Aunque Michael Caine y Michelle Johnson actúan con aparente normalidad y profesionalidad, acompañados de un guión interesante y unos diálogos muy ocurrentes, Caine estaba molesto durante el rodaje, y es que no le gustaban las escenas de desnudos y de hecho él tenía claro que nunca aparecería en una película que le exigiera un desnudo completo (trasero estendemos).

Por otro lado, durante el rodaje, Michelle Johnson, en su debut cinematográfico, todavía no tenía mayoría de edad, y hubo que pedir consentimiento a sus padres para que apareciera desnuda. Donen estaba buscando una actriz joven, guapa, enérgica y extrovertida, que no tuviera reparos en desnudarse, y como no encontraba a nadie que le convenciera, le dio la oportunidad a Johnson, que ganó el papel entre 300 candidatas.

No obstante, Michelle Johnson contaba que estaba muy nerviosa en estas escenas, ya que si no se concentraba y metía en el papel completamente, no dejaba de estar desnuda delante de gran parte del equipo de rodaje, la mayoría masculinos, así que en cuanto acababa alguna escena de desnudez se ponía una bata y salía corriendo a su camerino o habitación.

Michelle Johnson dijo que en parte accedió a realizar estos desnudos porque le parecía una manera de representar a la ciudad de Río de Janeiro.

La actriz protagonista dijo que ni siquiera sabía quién era Michael Caine cuando la invitaron a la audición. "Fue muy vergonzoso", dijo en una entrevista tras el estreno de la película. "Así que llamé a una amiga mayor que yo. Va mucho al cine. Y me dijo: 'Ah, ese es el de Kung Fu'. Lo estaba confundiendo con David Carradine. Fui inmediatamente a ver Alfie (1966), El hombre que pudo reinar (1975) y La huella (1972). Estaba muy nerviosa en la audición, sobre todo después de ver esas películas".

Supongo que a día de hoy cualquier chico jóven tampoco sabrá quien es Michael Caine, ni mucho menos Michelle Johnson, tal vez si Demi Moore.


Demi Moore, que tampoco llevaba mucho tiempo en el mundo del cine, queda totalmente eclipsada por Michelle Johnson en esta película. Lo sorprendente es la trayectoria que tomaron sus carreras después. Cuando todo parecía indicar que Johnson caminaría hacia el estrellato y Moore tendría una carrera más secundaria y anónima, la lógica se invirtió, y mientras Demi Moore se convirtió en una actriz muy importante (también en parte por su matrimonio con Bruce Willis), la carrera de Michelle Johnson no despegó nunca y casi ésta sea su película más importante y representativa.

Lo que resulta curioso es que unos años después de esta película Demi Moore decidiera hacerse un incremento de pecho, como si tuviera envidia de Michelle Johnson y quedar relegada a un papel secundario, y a raíz de esa característica física relanzó su carrera cinematográfica, con películas tan absolutamente mediocres, en mi opinión, como Striptease (1996).

Creo que es una película divertida, dinámica, diferente, con un guión interesante y unos diálogos ingeniosos y graciosos que generan situaciones embarazosas pero entretenidas y que te hará pasar un rato distendido y esbozar una sonrisa, acompañado todo ello por una interesante banda sonora, que por otra parte me ha sido imposible encontrar.









Valoración:                                6/10












15 enero 2025

La guerra de Troya (1961)

 




Si ya es difícil conseguir que la gente vea películas antiguas, que decir ya de libros antiguos, pero yo creo que sería una buena inversión dedicarle tiempo a lecturas clásicas, como La Ilíada y La Odisea de Homero, o La Eneida de Virgilio, donde se pueden leer los famosos acontecimientos de la Guerra de Troya, no sé hasta que punto realidad o mito.

El caso es que viendo una serie documental (los documentales, sobre todo de geografía, cada vez me gustan más), situó al protagonista en la ciudad actual más próxima a la antigua Troya, en la costa occidental de Turquía.

Y además ojeando el contenido del disco duro que tenía conectado en ese momento, el más antiguo de todos los que tengo, pude comprobar que estaba lleno de películas clásicas o antiguas, y entre ellas, además de la más famosa Helena de Troya, me encontré con ésta.


Es posible que la gente relativamente joven conozca la versión de 2004, Troya, que reunió un buen elenco de actores famosos y jóvenes en ese momento, como Brad Pitt, Eric Bana, Orlando Bloom o Sean Bean, otros ya más mayores o con cierta inquietud por el cine más allá de los estrenos de cartelera puede que conozcan también Helena de Troya (1955), de Robert Wise, con Stanley Baker, una jovencísima Brigitte Bardot y Rossana Podestà en el papel de Helena, y supongo que ya muy pocos conocerán esta tercera versión con Steve Reeves como único actor importante del reparto.

Esta trilogía que comento sobre la guerra de la guerra de Troya, me recuerda también a otra con cierto parecido en cuanto al conocimiento de las mismas. Me refiero a la del famoso accidente de avión del equipo de rugby uruguayo en la cordillera de Los Andes, de la que seguro la inmensa mayoría conocerán la versión que recientemente se hizo en España, La Sociedad de la Nieve (2023), algunos o quizás bastantes porque es más moderna, conozcan también la película ¡Viven! (1993), con Ethan Hawk al frente del reparto, y muy pocos, ni siquiera yo, se hayan parado a ver la pionera sobre esta historia Supervivientes de los Andes (1976), de René Cardona.

Lo cual me lleva al origen de mi blog y a como me decidí por darle una oportunidad a películas que no se han publicitado, que no se han estrenado en el cine o que no se han pasado por televisión, o que aún teniendo actores muy conocidos son antiguas o desconocidas y la gente las ignora por completo, en cambio sucumben rápidamente a la tentación cuando es un estreno, o hay un reclamo notable en forma de actor y de actriz, aunque se trata de un remake de otra película anterior.

Yo me estoy dejando por ver películas muy populares, empezando porque hace tiempo dejé de ir al cine y prácticamente de ver películas hechas en el siglo XXI, pero también otras del siglo XX que sean tremendamente populares y que casi todo el mundo conozca. A veces incluso veo repetida parte de una película que haya visto varias veces antes que algunas que por su enorme popularidad no podría escribir en el blog porque no aportaría seguramente nada que no esté ya dicho o escrito y por tanto decido dar la oportunidad a todas estas que voy comentando y que además te brindan la posibilidad de vez en cuando de sorprenderte con una joya desconocida.


Evidentemente la historia ya es conocida por cualquiera que haya visto la película y no aporta muchas cosas diferentes en el relato, pero si que lo hace desde el punto de vista del protagonista de la misma, que en esta película no es ni Helena, ni Paris, ni Héctor (que directamente ha muerto antes de empezar la película), ni Aquiles, ni Agamenón ... el protagonismo cae sobre el guerrero troyano Eneas, que encarna el actor más conocido del reparto, Steve Reeves, uno de los famosos forzudos de finales de los cincuenta y la década de los sesenta (que encarnó diferentes papeles de personajes con mucha fuerza, especilamente Hércules), en este tipo de películas del género Peplum.

Creo que Steve Reeves  fue el actor forzudo más famoso de la época, por delante de otros como Ed Fury, Gordon Scott o Mark Forest. La vida laboral como actor de Reeves fue ligada al período de vida también de este género Peplum, donde trabajó en algunas de las más importantes, principalmente películas italianas, como Hércules o Rómulo y Remo, siendo su última película en 1968 con solo 24 títulos de crédito en su filmografía.

Para aprovechar el éxito de la película Ulises de Kirk Douglas, Pietro Francisci planeó hacer una película sobre Hércules, pero buscó sin éxito durante años un actor físicamente convincente y con experiencia. Su hija vio al culturista estadounidense Steve Reeves en la película estadounidense Athena (1954, de Richard Thorpe) y lo contrató para interpretar a Hércules en 1957, cuando se rodó la película. (Reeves cobró 10.000 dólares por protagonizar la película).

Se puede decir que el período dorado de este subgénero cinematográfico comprende entre los años 1958 y 1965.

Esta también es una película italiana (aunque parece ser que se rodó en Belgrado, Serbia), quizás no de escaso presupuesto pero no comparable al de las otras dos versiones de la guerra de Troya, y para los que hayáis visto Helena de Troya, evidentemente sale perdiendo en la comparación, pero también tiene cosas interesantes, como el escenario elegido para la ciudad de Troya y el Caballo para tratarse de 1961.

En la parte menos positiva el anonimato de algunos personajes importantes en la epopeya o sobre todo las escenas de lucha, en las cuales se movilizaron a muchos extras o figurantes, pero que no se plasma en sensación bélica real, y además acaparan buena parte de la película.


A los amantes de los 80, os encontraréis con voces de doblaje familiares, y es que aunque es de 1961, la película, según El Doblaje, se dobló en 1983.

Quizás no deja de ser un peplum más, ya que está hecha en pleno apogeo del género, pero yo personalmente prefiero esta versión a la exagerada versión de 2004, que parece casi ciencia ficción más que otra cosa.

Los caballos salvajes de mi última película, dieron paso a un solo caballo, inanimado, y pacífico externamente, que ha sido de los más famosos de la historia.









Valoración:                           6/10













05 diciembre 2024

La travesía del Congo (1956)

 




Después de unas semanas con problemas de salud y también atascado mentalmente, que me había hecho tomarme un descanso con mis películas, voy a intentar retomarlo poco a poco, con el aliciente de mis 500 entradas, algo motivante y momento para rendir homenaje a algún actor/actriz.

Me decanté por algo de mi gusto, África, aunque siempre está la posibilidad de que no salga la película que esperabas (como en este caso), o que te sea complicado escribir una mínima e interesante reseña sobre la misma.

El principal problema, o la principal decepción de la película para mi viene de la falta de credibilidad de que la película esté rodada o ambientada siquiera en África, así que una de las primeras cosas que hice nada más terminar de verla fue consultar las localizaciones del rodaje para verificarlo, y efectivamente me confirmó mis sospechas, ya que la película, aunque rodada posiblemente en el sitio más parecido al lugar que intenta simular la película como es Florida (imagino que la zona de los Everglades), fue rodada en Estados Unidos y no en África, no habiendo tampoco escenas de fotografía de África aunque fuera sin los actores en ellas.

Para mi es el detalle más importante y en torno al cual deben girar todos los demás en una película africana. Puedes no tener buenos actores o ni siquiera un argumento brillante pero con una buena localización y un escenario que te transporte allí es como se debe construir una película de éstas.


Así que el director Joseph Pevney lo fió todo en el reparto que seleccionó para la película, encabezado por la siempre intersante Virginia Mayo (la había visto hace poco en un western, Tierra de Violencia, justo su anterior película cronológicamente, y no soy partidario de repetir director, actor, actriz o temática con tan poca frecuencia, pero es lo que tiene haberla elegido sin mirar y sin estar muy espabilado).

Virginia decía que creía que era mejor actriz de lo que la opinión tenía de ella y que no pudo demostrar todo su potencial, achacando que cuando eres una cara bonita enseguida te encasillan o etiquetan con ello y es difícil salirse de ahí.

Pero era una actriz francamente versátil, interpretaba desde westerns o film noirs, habituales de la época, pasando por películas de aventuras, comedias o musicales, especialidad que le gustaba ya que era o había sido bailarina de joven.

Entre sus películas más destacadas podemos encontrar Al Rojo Vivo (1949) o El halcón y la Flecha (1950), siendo por tanto ya una actriz importante en la década de los 40 del pasado siglo.

Además trabajó con muchos actores importantes de la época dorada de Hollywood, como Paul Newman, James Cagney, Alan Ladd, Danny Kaye, Bob Hope, Kirk Douglas, Burt Lancaster, Joel McCrea, Gregory Peck, Clint Walker, Jack Palance o el mismo Ronald Reagan, actor inicialmente y posterior presidente de los EEUU.


Entre los que la acompañaban en el reparto, quizás el nombre más conocido sea el de Peter Lorre, con su característica escasa estatura y sus ojos saltones. Actor nacido en la actual Eslovaquia, principalmente asociado el cine en blanco y negro, especialmente conocido por su papel en Casablanca (1942) y también en El Halcón Maltés (1941), y que ya tuvo un primer papel protagonista en 1931, en la película de culto M, el Vampiro de Düsseldorf, una de las primeras películas sonoras de la historia del cine.

Junto a ellos, pero compartiendo el protagonismo, dos actores relativamente poco conocidos, como George Nader y Michael Pate. Pate y Virginia Mayo eran de 1920 y Nader de 1921, todos coetáneos prácticamente.

Lo que más me llama la atención es la aparente sensación de mayores que transmiten ellos en la película, especialmente Pate (a pesar de que luego vivió hasta los 88 años) cuando apenas contaban 35 años, pero es cierto que en aquella época la gente envejecía más rápido, o por lo menos la sensación es que comparándolo con los tiempos actuales daban más sensación de mayores.

Ninguno de los dos desentona y encajan bien en este tipo de películas. Pate, australiano, tuvo una carrera bastante más prolífica y exitosa, aunque fuera de secundario siempre, con películas como El Gran Houdini (1953), Todos los Hermanos Eran Valientes (1953) o El Cáliz de Plata (1954), donde también trabajó con Virginia Mayo (además de por lo menos también en el western Valle Prohibido (1957)). Además me ha servido para conocer y encontrar otra película africana que desconocía, Tambores de África (1963).


Una película no excesivamente interesante, ni de las destacadas en cuanto a películas ambientadas en África, pero a la que siempre se le pueden encontrar algunas cosas interesantes, conexiones o descubrir actores inéditos para mi y sacar algo provechoso de sus filmografías.









Valoración:                            5/10














26 agosto 2024

La gran aventura de África (1986)

 





Soy un gran aficionado a las películas rodadas o ambientadas en el continente africano y cada cierto tiempo elijo una de ellas.

Además, hace no mucho vi una película llamada La gran aventura de Asia, y al caer ésta en mis manos me puse a verla, ya que aquella me pareció curiosa y singular, sobre todo porque películas ambientadas en La India de los 80 no conocía.

Ésta africana tenía una valoración muy pobre en IMDb (3,4/10), pero bueno, yo es algo a lo hago el caso justo, ya que prefiero guiarme por mi instinto y por mis gustos y no por lo que piensen los demás, ya que cada uno tenemos unas preferencias y se puede ver y valorar la misma película desde dos prismas muy distintos.

La película tiene varios aspectos habituales en películas africanas:

- Exploradores
- Tesoro
- Tribus
- Hombres leopardo


De hecho esta última característica me hizo acordarme de una de las películas africanas que más me gustan, dentro de las menos conocidas, como es Más allá de Mombasa, ciudad que también aparece mencionada en esta película.

Pero además de estos signos identificativos, también tiene otros bastante extraños, muy atípicos de una película africana, y en cierto modo bastante innecesarios e incluso hasta negativos para el resultado final de la misma, como la extraña aparición de personajes chinos en el continente africano (algunos de ellos hecho pasar por chino de manera grosera), y la aparición también de los Nazis, que no sé si históricamente llegaron a pisar territorio africano.


Evidentemente que nadie se piense que se va a encontrar con una película como Mogambo o Las minas del Rey Salomón, posiblemente el culmen de las películas africanas en búsqueda de un tesoro, pero en mi opinión lo peor es la mala calidad de imagen de la copia que conseguí, y la película, aunque cuente una historia relativamente estándar, es aceptable, pero siempre desde mi poco subjetiva opinión con respecto a las películas africanas.

Si que es cierto que a nivel de actores y de actuaciones no nos encontramos nada significativo, incluso algunas se pueden considerar un poco deficientes, incluído el actor más conocido del reparto, Gordon Mitchell, para mi uno de los tres malos de leyenda, junto a Jack Palance y Henry Silva, todos ellos altos, con facciones duras, rudos y con aspecto de asustar al más tranquilo.

Tampoco son notables varias grabaciones de fauna africana, notándose claramente estar sacadas de algún otro tipo de cinta, ya que se nota el cambio de calidad de grabación cuando se emiten algunas de estas escenas para ambientar la película, y algunos efectos con otro tipo de animales son bastante deficientes ... pero no por ello deja de perder la esencia de película africana, con un tesoro de diamantes de por medio y con las habituales feroces tribus, defendiéndolo, o simplemente protegiendo su territorio.

Con ésta película digamos que completo una trilogía de películas ambientadas en torno al Kilimanjaro, la montaña más alta de África y una de las más famosas del mundo.
La más importante de ellas, Las nieves del Kilimanjaro, no sé si la vi de pequeño, ya no lo recuerdo, pero es más o menos conocida, y la otra la vi muy al principio del blog, En la sombra del Kilimanjaro, y ésta que realmente es conocida también como Las minas del Kilimanjaro (depende de donde mires encuentras un título u otro).


He leído en algún sitio que es una película italiana, de varias que se intentaron hacer parecidas a Indiana Jones ... pero no sé yo donde le ven el parecido con las películas protagonizadas por Harrison Ford, ya que yo recuerde, en ningún momento viaja a África, en todo caso esa otra que comenté al principio La gran aventura de La India, si que podría tener ligero sentido de que se comparase con Indiana Jones, en concreto con El templo maldito.

No obstante para finalizar dejo un par de listas, para amantes de estos géneros de películas.













Valoración:                             5/10














25 julio 2024

Gomia, terror en el Mar Egeo (1980)

 




Siguiendo con el período vacacional, decidí darle un giro al tipo de películas que venía viendo y comentando e introducir unas vacaciones todo lo contrario a idílicas, que espero nunca hayáis tenido ni nunca tengáis.

Me acordé de esta película justo repasando películas vacacionales y gracias a Un amor de verano fui a dar con una lista de películas ambientadas en Grecia, y como tenía tan buen recuerdo de la citada y también de Temporada Alta, no lo dudé y me decidí por ésta.

Y es que Grecia es uno de esos destinos vacacionales a los que siempre me habría gustado ir y que yo creo que por desgracia no podré visitar, y lo tengo que hacer con alguna de estas películas, en especial como ya he dicho, Un amor de verano, que muestra toda la belleza de Santorini, además en una época en la que no existía el turismo de masas en cualquier parte del mundo y en que todo parecía más humano y mucho más bonito que ahora.


Evidentemente sabía que no me iba a encontrar nada parecido, ni en cuanto a tipo de película ni casi por descontado a belleza paisajística, porque la película venía del director Joe D'Amato, y parecía poco probable que de él saliera un tipo de película en la que resaltase la belleza del territorio elegido para ambientarla y/o rodarla.

Y es que este Joe D'Amato fue digamos un director básicamente de cine erótico. Durante su primera etapa alternaba alguna película de este estilo, aunque siendo todavía los años 70 no era tan habitual y no estaba tan bien visto ni tan aceptado, y resultaba muy transgresor, así que solía hacer películas que podríamos llamar de terror erótico, o como dirían los americanos Sexploitation, aunque ésta claramente sea del subgénero Slasher.

Pero si no, también podríamos verle rodando películas semi fantásticas, como la que más conocía de él, Ator el Poderoso, que me trae muy buenos recuerdos de mi infancia, recuerdo que fue una de las primeras películas que tenía grabadas en una cinta de vídeo vhs, y que no hace mucho revisioné después de muchísimos años sin verla.

La parte final de su carrera, antes de su fallecimiento en 1999, estuvo plagada de rodajes, más de 20 en algunos años, y la mayoría sin carátula en IMDb, siendo seguramente ya su totalidad en esta época final, del género erótico.


Y hay que decir que lo primero que hizo bien aquí, fue la elección del título, o por lo menos la traducción que hicieron al castellano, ya la inclusión de Mar Egeo en el título a mi ya me resulta atractivo, y si a eso le sumamos la palabra terror (o misterio también habría valido), te generan una proyección de película interesante, por lo menos para mis gustos y mi imaginación.

Pero no a todo el mundo le tiene que parecer atrayente, claro. Por ejemplo Luigi Montefiori, también conocido como George Eastman , quien coescribió, coprodujo e interpretó al asesino en serie caníbal desfigurado Klaus Wortmann, declaró que cuando fue al estreno en el antiguo Cinema Metropolitan de Roma con el productor, solo había unas pocas personas en el cine viéndola. Durante la película, la gente se fue yendo hasta que solo quedó una pareja. Más tarde, durante la escena en la que estrangulaban a la mujer embarazada y le arrancaban el feto, la pareja se levantó y salió ofendida.


En cuanto al reparto, bastante anónimo, cuenta con la actuación de dos actrices reconocidas. Por un lado Tisa Farrow, hermana de Mia Farrow, musa de Woody Allen, en la que curiosamente fue su última película, y con tan solo quince se retiró, falleciendo este 2024 no siendo muy mayor todavía. Y en contrapunto el debut en la gran pantalla de la actriz italiana Serena Grandi, un icono sexual de los años 80, especialmente en su país.

Una película que también podíamos considerar como Terror marítimo, y es que son bastantes las veces que se utiliza un trayecto en barco como película de terror, o después de haber realizado ese trayecto.

Por ejemplo me vienen a la mente así rápidamente en el primer suspuesto Calma total, con Nicole Kidman, El buque fantasma o una bastante más desconocida que me viene ahora a la mente, Ciclón. Y en el segundo supuesto se me asemeja un poco a una que vi y comenté aquí hace no mucho, Ondas de choque, con Peter Cushing.

En líneas generales, da un punto diferente a las películas habituales del género Slasher, principalmente por la ubicación de la película, eligiendo un asesino en serie bastante más llamativo y tenebroso que los habituales de este subgénero, y además mostrándolo relativamente pronto y con bastante frecuencia, cosa que es de agradecer ya que en algunas películas apenas se muestra tímidamente o no se revela al asesino hasta la parte final de la película.










Valoración:                              6/10















21 julio 2024

Verano fantástico (1984)



 




Buscando otra película veraniega me topé con esta desconocida y me llevé una buena impresión de ella.

No estamos ante la típica película de playa, sol, chicas en bikini ... o sin él, fiestas nocturnas, y estereotipos de chicos muy seguros de si mismos que se ligan a quien quieren.

La principal novedad de esta película y que ya por ello le da un toque de distinción, es que el protagonismo recae sobre un personaje femenino, muy poco habitual en este tipo de películas veraniegas, y además lo hace sobre una chica de perfil humilde.


Y es ese personaje femenino el que encarna Julianne Phillips, que me sonaba de algo pero no recordaba de donde. Fue por motivo del homenaje a Treat Williams cuando falleció, cuando la descubrí en una película junto a él, y luego indagando encontré que había estado casada nada menos que con Bruce Springsteen. Su carrera es bastante escasa y discreta y hace mucho tiempo que se terminó y ésta es su primera película.

El resto del reparto es bastante desconocido aquí en España, siendo uno de ellos el desafortunado Paul Keenan, que interpreta a un personaje con una enfermedad, y que falleció poco tiempo después por culpa del sida.


Como digo en vez de una comedia veraniega con toques sexuales como habitualmente se prodigaban en los ochenta, nos encontramos una película bastante más en la línea de El salvavidas, una película de los setenta, con Sam Elliot, que me gustó bastante, y por las localizaciones del rodaje y el argumento también recuerda a la famosa serie de Los vigilantes de la playa en sus inicios, cuando no toda era el lucimiento de chicas exhuberantes en traje de socorrista y alguno de los episodios tenía su parte dramática y era bastante parecido a esta película.

Realmente esta película no es una comedia, y trata algunos temas más importantes y con una evidente carga dramática, como es la situación de una adolescente con una separación prematura de sus padres, el momento de decidir que hacer con su vida al cumplir la mayoría de edad, y la lucha por hacer lo que tu quieres y no lo que tus padres quieren que hagas.

La película no es destacada aunque si diferente, pero tiene bastantes cosas mejorables que la podían haber convertido en una joya olvidada. Especialmente, como también pasa en la serie de Los vigilantes de la playa, las escenas de salvamento marítimo por parte de los socorristas, son escasas y poco realistas, con los típicos ahogamientos casi en la orilla del mar y unas maniobras de reanimación bastante ridículas, y siendo ese el hilo conductor de la película le resta valor a la misma.


Con un doblaje aceptable y una banda sonora no excesivamente brillante, si que aparece de manera fugaz, haciendo honor al nombre del personaje protagonista, la canción del grupo Kool & The Gang, Joanna, que la banda había compuesto solo un año antes del estreno de la película y que le aporta un momento destacado.










Valoración:                             6/10














01 mayo 2024

Peligro: Reacción en cadena (1980)

 




Elegí otra película totalmente desconocida (mi ficha en mi base de datos no indicaba ni director, ni ningún actor conocido), y estaba marcada como de ciencia ficción, y tenía ganas de ver algo de ese género.

Básicamente la elegí, porque siempre me ha resultado curioso las películas que comparten título, y como una puede haber resultado tremendamente exitosa, y la otra ser una total desconocida, aún siendo incluso anterior cronológicamente.

Reacción en cadena (1996), fue una película más o menos exitosa (aunque a mi no me suena haberla visto), con la presencia en el reparto de dos grandes actores en aquel momento, Keanu Reeves, que venía de hacer dos de sus proyectos más importantes, Speed y Johnny Mnemonic, y Morgan Freeman, que ya era un actor totalmente consolidado con algunos de sus trabajos más reputados ya en su filmografía, como Sin Perdón, Cadena Perpetua o Seven.

A veces, a raíz de la fama de un actor pueden volverse más populares películas anteriores de que llegara dicho reconocimiento, o también al amparo de una película exitosa pueden crecer los visionados de películas anteriores de la misma temática o título idéntico o parecido, pero ésta parece ser que no entró en esa ecuación.


Así que algo tenía que tener la película que la hiciera tan desconocida. Después de unos pocos minutos en los que no me resultaba familiar nada, me percaté del detalle que me desenmascaraba un poco algunas características de la película, o ese detalle no fue otro que un volante en el lado derecho de un vehículo.

Así que efectivamente, estábamos ante otra película australiana, sin buscarlo, pero de nuevo muy bienvenida, porque una vez más me sorprendió y me agradó, dentro de ese clima tan parecido que comparten muchas de las que voy viendo, de finales de los 70 o principios de los 80.

Rápidamente me percaté del peculiar aspecto rural habitual, aunque en parajes diferentes, la importancia de los vehículos (usan hasta un vehículo de producción australiana, de marca Holden) y de un par de actores que me resultaban ligeramente familiares, y que me imaginaba que lo eran de Mad Max, como así pude contrastar luego. De hecho, en el reparto, aunque como uncredited, también aparece Mel Gibson, pero hay que estar muy atento para percatarse de su fugaz aparición, como un cometa en el firmamento. Así que en este caso se trata de una película con una buena dosis de inspiración en la exitosa primera película de la saga de culto protagonizada por Mel Gibson, incluída la música reinante durante la película.

Además se contó con el director de la trilogía de Mad Max, George Miller, para realizar las acciones de persecución de coches, que se parecen mucho a las de la saga.

Aquí un par de listas de películas que me parece que viene muy al caso




Esta película se mostró en el Festival de Cine de Cannes, donde sus derechos se vendieron bien. Los derechos de distribución internacional a nivel mundial (fuera de Norteamérica y Australia) se vendieron a Warner Brothers International. La publicidad de esta película decía que era el mayor acuerdo jamás realizado (al menos en ese momento) para una película australiana en el Festival de Cine de Cannes. El productor David Elfick dijo en su momento: "se podría haber vendido tres veces en todos los territorios del mundo". Cuando la película se vendió en Cannes, la película inmediatamente obtuvo ganancias.

En su país la película fue nominada a seis premios del Australian Film Institute (AFI), principalmente en categorías técnicas, pero no logró ganar ninguno.


La historia empieza siendo un tanto confusa inicialmente, y rápidamente gana protagonismo el entorno elegido para el rodaje de la misma, así que en lo que uno se sitúa y entiende bien el argumento, queda atrapado por otro rincón rural encantador de Australia, en este caso en Glen Davis (Nueva Gales del Sur), territorio cercano a Sidney.

En todas estas películas rurales australianas el entorno está meticulosa y acertadamente elegido, siendo en todas ellas un valor destacado y diferencial de las mismas, pero siendo a la vez en todas diferente y atrayente, por lo menos para mi.

Uno de los detalles sobre los que me paré a reflexionar mientras veía la película, es que este tipo de largometrajes, a pesar de ser desconocidos aquí, no parecen ser películas de bajo presupuesto. Se emplean y destrozan varios vehículos, se rueda al aire libre, intervienen bastantes actores, principales y extras, y se utiliza bastante material, lo cual me lleva a pensar en que el presupuesto se dedica principalmente a la película en vez de a pagar un dineral a un par de actores que sean muy mediáticos y que te puedan vendar la película solo con su nombre o su rostro. Y me parece una fórmula que bien desarrollada puede tener tanto éxito o más que el fiarlo todo a un reparto popular.
Claro, que también desconozco la fama y el caché que tenían por aquel entonces en Australia Steve Bisley y Hugh Keays-Byrne, ambos procedentes de Mad Max.

Buscando información de la misma, me he encontrado con este detalle que confirma un poco mi pensamiento en el anterior párrafo.
"Esta película tuvo varios problemas de producción, incluidos los relacionados con accidentes, climatología y rodaje nocturno. La complejidad y ambición del proyecto supusieron un alto grado de tensión en el calendario de rodaje. El rodaje se prolongó aproximadamente una semana más de lo previsto y superó el presupuesto en unos 150.000 dólares".

Aunque creía que iba a ver una película de ciencia ficción, más bien es una película de acción, o una Disaster Movie de los 70, o finalmente podríamos decir que esta película es un Mad Max Radioactivo.










Valoración:                                7/10













01 abril 2024

Scheherezade (1963)

 





Con las existencias de películas realcionadas con la Semana Santa o con La Biblia un poco maltrechas, este año no pude innovar y ver alguna inédita.
Y tampoco he visto ninguno de los grandes clásicos que habitualmente todavía reponen en los canales de televisión por estas fechas.

Especialmente tengo predilección, y casi siempre que las ponen les dedico un rato, por:

- Ben Hur
- Quo Vadis
- Barrabás (esta la echan esta noche, aunque quizás un poco fuera de lugar ya)
- Los diez mandamientos
- Rey de Reyes
- Sodoma y Gomorra


Y luego hay otra serie de películas que he visto menos y que ya hace mucho tiempo, y que algún día debería volver a ver, como:

- Sansón y Dalila
- La túnica sagrada
- Salomón y la reina de Saba


Tendré que seguir investigando, sobre todo, seguro que tengo o hay por ahí alguna versión de Adán y Eva que tengo curiosidad por ver.


Para suplir este tipo de escasas películas (o no tan escasas, pero no tengo especial interés por muchas de las miniseries que se hicieron en los 70 y los 80), de vez en cuando tiro de algún Peplum, que también pegan bastante en estos días (estuve viendo una de las muchas películas de Hércules, pero ni me gustó, y además estaba centrada en el imperio maya), o de alguna película también histórica o que se localice en esa zona de Oriente Medio, como parecía evidente que era ésta, Scheherezade, y que además tenía un pequeño motivo cristiano en el argumento, como era permitir el paso a Tierra Santa a los europeos para visitar la tumba de Cristo.

Una interesante coproducción francesa, italiana y española, con partes y personajes históricos reales, como Carlomagno y Harún Al Rasid, mezclado con otras ficticias.

La parte francesa de la película corre a cargo de su longevo director y guionista, en quizás su película más internacional, y el actor protagonista Gerard Barray, fallecido recientemente, en España, donde estaba asentado tras casarse con una española, y donde rodó la gran parte de sus últimas películas, ya más en el anonimato.

Por la parte italiana, varios actores, entre ellos Giuliano Gemma, que participó en bastantes Spaghetti Westerns y en muchas más películas.

Y por parte española, además de un guionista, dos actores pioneros en películas internacionales en España, hoy prácticamente olvidados por completo, como fueron Fernando Rey y Jorge Mistral, en dos papeles más secundarios, pero con visibilidad.

Sorprende que los otros dos actores protagonistas vinieran de dos países con mucha menor tradición e importancia en el cine, como Dinamarca (Anna Karina), y Portugal (Antonio Vilar, que también se asentó y falleció en España).


Una película totalmente desconocida, entiendo que no con un presupuesto excesivamente bajo. Una película oriental típica con todos sus ingredientes (a veces alguna está rodada totalmente en interiores y le quita el ingrediente fundamental, como pueda ser el desierto), con interiores muy ornamentales y glamourosos, bailes típicos, desierto, vestuario elegante y recargado y varias localizaciones interesantes y apropiadas para el argumento.

Con el trasfondo de los cuentos de Las Mil y Una Noches de fondo, nos encontramos con una película de héroes y villanos, desiertos inóspitos y lujosos palacios, combates medievales a espada y un nuevo romance a tres, como me sucede últimamente en bastantes películas.

Por último, tres elementos que acaban de dar fuerza y vigor a la película.

Por un lado el potente efecto que le da el sistema de grabación Eastmancolor a la película. Aunque fuera el hermano pobre del Technicolor, y supuestamente con el paso de los años parece ser que los colores desteñían, en aquel momento, y la copia que tengo yo lucen radiantes, con una gran paleta cromática.

Por otro, el rodaje, con voces bastante reconocibles y notables de la época, especialmente destacada la del personaje de Gerard Barray.

Y por último, la partitura de André Hossein, con cierto parecido en algún momento a la de Miklos Rozsa de Ben-Hur, y muy a la altura de la película.












Valoración:                                   7/10
















20 marzo 2024

La criatura del lago negro (1976)

 





No suelo ver de manera consecutiva, o muy seguidas, películas que se parezcan mucho, bien sea en cuanto a género, a guión, a localización ..., o películas de un mismo director o actores que hay visto recientemente.

Pero como habitualmente elijo las películas sin mucha referencia, más allá del título, el año, el posible género y los actores, me encontré de nuevo sumido en un viaje al territorio de Louisiana, como había hecho recientemente con Vidas distantes.

Aunque la zona pantanosa aquí no tenga tanto peso como en aquella (más allá de que el título parece que si), está más ambientada en tierra firme, si que está en el trasfonodo esa atmósfera que genera esa zona característica de este territorio estadounidense.

Por lo tanto, realmente estamos más bien ante una película de misterio (con algún intento de toque de humor no muy conseguido), que una película de terror. Una buena película rural, bien elegidas las localizaciones, y variadas (no como en la última película que vi, Harley), con pantanos, granjas, zonas de bosque y un pueblo bien combinados, y elegidos para el propósito, a pesar de ser una película de bajo presupuesto.

Con demasiada frecuencia estas películas exageran al retratar a los lugareños como imbéciles, pervertidos o totalmente estúpidos, teniendo aquí varios ejemplos de ello.

No es una película aterradora pero si divertida y emocionante.


Creo que mi gusto por esta películas de Bigfoots (Sasquatchs o Pies Grandes), o los parecidos Yetis, empezó cuando de pequeño vi un episodio de MacGyver, en el que también había una especie de estas criaturas, que me dejó muy impresionado, y todavía recuerdo perfectamente aquel momento. 

Es un género que quizás se sobrexplotó en esta década de los setenta y principios de los ochenta y finalmente acabó derivando en una película totalmente diferente y de corte totalmente cómico como Bigfoot y los Henderson.

Aquí una lista de películas sobre los Bigfoots




El director juega con una estrategia que ya he visto en otras películas, como es el hecho de posponer la presentación a los espectadores de la criatura en cuestión, tanto que aquí nunca se ve en detalle, solo en sombras o imágenes borrosas, pero eso aumenta el suspense
La criatura se mantiene oculta sabiamente y el énfasis está en la atmósfera y el peligro potencial, más que en el miedo real.


Del reparto, el más significativo y el que aparece como cabecera de cartel, es Jack Elam. Un secundario habitual del western, con una mirada muy particular, y cuyo principal éxito fue quizás su trabajo en Río Lobo al lado de John Wayne. Pero a pesar de ser cabeza de cartel y ser el primero de los títulos de crédito, su presencia en pantalla es insuficiente para aportar su buena interpretación a la película.

Y los dos protagonistas, son una pareja de actores muy secundarios, que corrieron mejor suerte en la película que en la vida real, ya que ambos fallecieron relativamente jóvenes. Dennis Fimple falleció en 2002 en un accidente de tráfico, y John David Carson dejó la interpretación allá por 1990 y parece ser que se convirtió en un borracho en la ciudad de Las Vegas y acabó en la indigencia, falleciendo en 2009 con 57 años.


Aunque la película tiene algunos defectos, como que tras un breve y casi invisible ataque dos estudiantes se recorren los Estados Unidos de norte a sur sabiendo lo que van a buscar, y que el monstruo solo ataca a los dos protagonistas, nunca se le ve rondando a otras personas, el ambiente general construido alrededor de la historia me parece interesante y mantiene al espectador en el misterio hasta el final.











Valoración:                                      6/10













04 marzo 2024

Chicos Made in USA (1987)

 








Si el otro día hablaba del clan familiar de los Baldwin, esta película me llevó hasta el clan de los Penn de la mano de Chris.
En este caso el protagonismo absoluto y toda la reputación, se lo lleva su hermano Sean. Aunque su padre fue director, y su madre actriz, ámbos fueron bastante anónimos, y más todavía el hermnao mayor Michael.

En cambio Sean Penn alcanzó cotas de popularidad muy altas. Con un estilo de interpretación bastante similar al de Al Pacino o Robert de Niro, en lo gestual. Cuando su hermano Chris realizaba esta película, Sean ya había alcanzado prestigio con películas como Taps, más allá del honor, Aquel excitante curso o Bad Boys, además de haberse casado, nada más y nada menos, que con Madonna.

De todas maneras, solo un par de años mayor que Tom Cruise, no se le puede considerar un actor típico de los 80, no daba el perfil habitual, y quitando Aquel excitante curso no recuerdo más películas de ese corte que llamamos ochenteras.
A finales de los 80 su carrera se ralentizó un poco, con películas bélicas o thrillers que en  mi caso no levantan excesivo interés, hasta que ya avanzada la década de los 90 recuperó protagonismo, para alcanzar su cenit con Mystic River y 21 gramos.

Su hermano, que es quien nos ocupa, debutó bastante pronto y empezó a acumular papeles en películas interesantes/importantes, como La clave del éxito, Footloose (donde también compartió reparto con Lori Singer) o El jinete pálido, con Clint Eastwood.

Después vinieron los problemas de peso y las adicciones, y aunque consiguió algunos papeles buenos en Reservoir Dogs o Amor a Quemarropa (aunque son dos películas que no me gustan), ya a finales de los 90 perdió todo su caché y no volvió a conseguir buenos papeles, hasta su prematura muerte a los 40 años.


Es una película que a mi me deja un pequeño sin sabor, creo que podría haber sido mucho mejor. Recientemente me acordaba de una de las películas que vi poco antes de crear el blog, una de las mejores Road Movies que he visto, un género que me gusta mucho, y que es bastante poco prolífico.
De hecho, no sabía que esta película lo era, creía que iba a ser una típica comedia de los ochenta que hacía tiempo que no veía.

El problema principal de la película, a mi modo de ver, es que intenta mezclar muchas cosas, y además en muy poco tiempo (apenas 75 minutos de metraje). Tenemos por un lado una Road Movie, pero por otro lado una película de aventuras, con toques de crimen y hasta ligeros puntos de comedia, que no resultan excesivamente graciosos, eso sí.

De hecho, durante la primera parte de la película, pensé que era una película muy parecida a dos que vi en 2023, Los chicos de al lado, con Charlie Sheen, y Vientos de tempestad, con Emilio Estévez, donde una pareja de amigos, frustrados, decepcionados o mal educados en el sistema, caen en una espiral delincuencial a bordo de un coche.

Pero aquellas películas eran claramente de Acción/Crimen, y aquí en la primera parte de la película, bastante parca en diálogos, ese lado delincuencial está bastante edulcorado. 
Los estereotipos de los dos amigos son bastante parecidos, un poco depresivos y a la vez idealistas, tratando de huir de una vida que les parece injusta o sacrificada y buscando el hedonismo y el anarquismo.

Pero entonces irrumpe Lori Singer y claramente la película ya no se puede comparar con aquellas dos. Singer, a la que bien podríamos englobar en el tipo de actrices que decía en mi anterior película, junto a Daryl Hannah, Laura Dern o Kelly Lynch (de hecho Lori todavía es más alta, 1,79 por el 1,75 de Kelly), entra en escena y se adueña completamente del foco de la cámara y de la atención de los espectadores.

Domina claramente a los personajes de Penn, bastante depresivo, y Pasdar, presuntuoso, y hace con ellos lo que quiere. Entonces se aprecia claramente que la película se convierte en una Road Movie, aparecen algunos tramos más de viaje por carretera, con algún escaso paisaje interesante, aunque bastante escuetos, pero prácticamente todo se centra en los cambios de coche continuos, que muchas veces no aportan nada.


Hay algunos momentos más interesantes de la película, en los que se serena, con algunos momentos filosóficos (hay un claro mensaje medioambiental de trasfondo), o parajes más inhóspitos o deshabitados que son más habituales en una Road Movie, y que a mi por lo menos me gustan más, pero todo ello mezclado con fragmentos entre rídiculos  e intrascendentes que hacen que el interés que hubieras ganado minutos antes lo pierdas poco después.

Aunque la película podría haber sido una de mis favoritas, un Coast to Coast, desde Pennsylvania a California, se me queda un poco floja como Road Movie, un poco floja como Aventuras, como Crimen, el doblaje no es ni de lejos de los mejores, la música, en ocasiones country, que no me apasiona, incluso hay un momento en el que la película puede coger un hilo parecido a una película que me gusta mucho sobre camiones, Convoy, pero rápidamente pierde importancia también esa vía ... y la película no convence del todo.

Lo que hace diferente a esta película, con respecto a la mayoría de las Road Movie, es que muestra a los Estados Unidos no con paisajes maravillosos y belleza natural, sino con un declive ecológico y económico. La fotografía cinematográfica es poderosa y, exceptuando las localizaciones en el Parque Nacional de Mesa Verde, nos muestra un lado normalmente invisible del paisaje americano, que posiblemente nunca veas en una guía turística, y eso está bien como factor diferenciador, pero no creo que sea lo que los espectadores esperásemos.











Valoración:                                5/10












 

10 febrero 2024

Vidas distantes (1987)

 





Esta película la quería ver solamente por que el título me sonaba muy bien, como místico, una historia tranquila, relajada y bonita, pero la idea mental que tenía de la misma resultó ser muy diferente de la trama, que me sorprendió bastante para bien.

Y es que cuando empezó la película y aparecieron una madre y una hija con ciertos problemas de comunicación, entendí que el título se refería precisamente a eso, y que iba a ver una película en la ciudad con encuentros y desencuentros.

Pero rápidamente la historia da un giro brusco y estas dos protagonistas emprenden un viaje a Louisiana, ese estado, eminentemente rural y pantanoso del sur de los Estados Unidos, donde está Nueva Orleans, con gran tradición por el Jazz, las plantaciones de algodón y la ascendencia francesa.

Es un estado que me gusta desde la distancia, ya que nunca he estado allí, y cuyos recuerdos tengo en el mundo del cine, son concretamente tres.

El primero, una película de aventuras y exploración de los terrenos desconocidos de América, Horizontes Azules, con Charlton Heston, Fred MacMurray y Donna Reed, que es una de mis favoritas del subgénero de exploración en particular, y del género de aventuras en general.

El segundo, un episodio de El Coche Fantástico, en el que Michael y Kitt viajan hasta una zona pantanosa del estado, en territorio Cajún (descendientes de colonos franceses) y se ve envuelto en una historia hostil por los habitantes y el terreno de la zona.

El tercero, la película Viejos Recuerdos de Louisiana, más centrada en conflictos raciales y en las dificultades de las personas de raza negra que trabajan esos campos de cultivo.

Con el que más similitudes guarda esta película de mis tres experiencias cinematográficas anteriores, es con el episodio de El Coche Fantástico.

Este sería mi cuarto episodio, que recuerde ahora mismo, relacionado con el estado de Louisiana, y me quedaría por ver un quinto que también tengo prioritario para ver, Verano en Louisiana, pero dejaré pasar un tiempo y visitaré otros estados.

Allí se produce un fuerte choque cultural y de educación entre los habitantes de la ciudad y los del entorno rural. Muchas veces, no en la ficción, si no en la vida real, cuando nos desplazamos de la ciudad hacia una zona rural o menos poblada y vemos cosas que nos chocan, en ocasiones hacemos comentarios egoístas, desafortunados e innecesarios, sobre las costumbres de esa gente, sin valorar que ellos son felices de otra forma, con menos, o que no tienen las necesidades o las posibilidades que nosotros tenemos.

Cuando realmente en las ciudades se come gracias al trabajo que hacen ganaderos, agricultores, o incluso pescadores en las zonas rurales.

Y aunque parece que igual el título más adecuado pudiera ser vidas distintas, si se analiza bien, queda mucho más acertado distantes, no solo por la distancia geográfica entre los protagonistas de la película, si no también la distancia cultural. Al final distante significa que uno está lejos de otro, y eso implica distinto también en muchos contextos.


Soprende ver a un director ruso al frente de una película meramente americana, aunque ya había dirigido una película importante, como El Tren del Infierno (1985) y luego dirigiría otra con much renombre también, como Tango y Cash (1989). 

Konchalovsky estuvo nominado a la Palma de Oro del festival de Cannes por esta película, premio que si que consiguió Barbara Hershey.

También sorprende ver en los títulos de crédito, como productor, a uno que tenía yo exclusivamente como director, el palestino Menahem Golam, director de Delta Force (1985) o Yo, el Halcón (1987).

El reparto no es muy destacado, sin ninguna estrella, aunque con algunas actrices interesantes, o por lo menos todas ellas están francamente bien aquí, siendo tres mujeres las protagonistas.

De Jyll Clayburgh no había visto mucho, o igual nada ..., a Barbara Hershey, que es la mejor de las tres en esta película, en mi opinión, he visto algunas, y  en general tiene una carrera más solida, y Martha Plimpton (descendiente de la familia Carradine), además de ser una semi estrella juvenil, ya que actúo en una de las películas infantiles por antonomasía, como es Los Goonies, me sonaba haberla visto alguna vez desde que empecé el blog, y efectivamente, fue en Silencio de Cristal, pero me costó recordarlo porque allí interpretaba a una enferma de cáncer, sin pelo.

Por el lado masculino podemos destacar a Don Swayze, el hermano menor de Patrick, que aquí tiene un parecido increíble con su hermano mayor, y que era su debut cinematográfico.

Por último en los títulos de crédito también aparecía el grupo Tangerine Dream como responsable de la banda sonora, que me dejaron muy buen recuerdo en Flashpoint.

Os recomiendo daros una vuelta por Louisiana de la mano de esta película.









Valoración:                                 7/10