Tenía esta película con dos títulos, éste y Teseo contra el Minotauro, los dos bastantes atrayentes para mi, pero la película se quedó en una de esas de lo que pudo haber sido y lo que fue.
Evidentemente sin presupuesto no se puede hacer una superproducción, con un cartel repleto de estrellas, con unas localizaciones y escenas de exteriores en marcos inmejorables y con un metraje extenso, por encima de las dos horas.
Pero tampoco concibo que la única alternativa sea la de rodar todo en un set de rodaje, con cuatro decorados contados y poco atrayentes y utilizando como único elemento que puede llevar a engaño como una película interesante el uso de cientos de extras, con su correspondiente vestuario, para varias escenas puntuales de lucha en la película.
Y es que aunque ansiaba encontrarme una película de mitología griega similar a Jasón y Los Argonautas, Furia de Titanes o Ulisses, con una o varias criaturas mitológicas increíbles e inimaginables, aquí solo se usa como reclamo la presencia del Minotauro, con la revelación a escasos cinco minutos del final de una criatura mal hecha, sin movilidad, con una apariencia extraña que pudiera pensar que está inspirado en los primeros King Kong, y que lo único que parece que tiene es un dolor continuado y pronunciado de barriga, y posiblemente no asustaría ni a un recién nacido, cuanto menos a un niño de cinco o seis años.
Pero además las interpretaciones, quitando a Rosanna Schiaffino, me parecen muy flojas, lo mínimo exigible para un actor, y las escenas continuas de lucha mal preparadas y mal ejecutadas, tampoco colaboran a mejorar la película.
Muchos de estos peplums de bajo presupuesto son producciones italianas, y precisamente en Italia no hay ningún problema de existencia de ruinas antiguas, si bien romanas y no griegas, pero que podrían haberse utilizado perfectamente en unos cuantos momentos puntuales de la película para realzarla y enriquecerla y así también hacerse creer al espectador que realmente la trama está inmersa en la isla de Creta y la cultura minoica, a pesar de que luego se utilicen muchas escenas de interior, pero es que ni en los interiores supieron darle ese aire característico que tienen las ruinas cretenses.
Tampoco se utiliza a ninguno de los forzudos habituales (Rik Battaglia no está nada musculado al lado de otros), que habrían encajado perfectamente en el papel de Teseo, estilo Godon Scott, Steve Reeves o Ed Fury. Incluso había un conocido actor italiano para este tipo de papeles como Kirk Morris, pero todavía era muy joven en esa época para interpretar ese papel.
De todas maneras sorprende, y positivamente, que el que eligieron en su lugar, a pesar de no tener una musculatura importante había sido dos veces medalla de oro en Decathlon, en 1948 y 1952, y fe de ello son algunas escenas, interesantes, durante la película practicando diversas especialidades del atletismo, que pasa por ser para mi, la parte más interesante y diferenciadora de la película, y más ahora que se acercan los trigesimo terceros Juegos Olímpicos de la era moderna.
Esto, y la de vez en cuando situación de que un mismo actor interprete a dos personajes distintos, aunque en este caso no se hace ningún tipo de distinción, más que el vestuario entre ambos. Recuerdo por ejemplo cuando en El Coche Fantástico, David Hasselhoff interpretaba a Michael Knight y a su malvado hermano, que estaba bastante bien conseguido y aparentaban ser diferentes.
Película floja, el caso es que luego revisando hay otras que parecen más interesantes del género que podría haber visto, pero tampoco sonaba esta mal con ese título.
Valoración: 4/10