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19 abril 2025

Adán y Eva, la primera historia de amor (1983)

 







Ya que mis problemas de salud me impiden participar de manera activa en la Semana Santa, como me gustaría y mis creencias y mi fé me invitan, decidí hacer un esfuerzo, ya que estas semanas me está costando mucho ver películas y sobre todo comentarlas, y rebusqué un poco alguna película no habitual de estas fechas pero si que estuviera relacionada de alguna manera con ellas.

La historia de Adán y Eva, aunque conocida por todo el mundo, ya que está en el Génesis, al inicio de La Biblia, nunca ha tenido un peso importante en los pases cinematográficos de estas fechas, que por otra parte son bastante repetitivos, aunque no por ello poco interesante, ya que a mi personalmente siempre me agrada ver un rato de los grandes clásicos de estas fechas.

Y aunque no haya ninguna película importante que trate la historia de Adán y Eva, si que hay varias que hasta lo llevan en el título.

Tenía tres alternativas:

Dos películas mejicanas, en color, una con el título tal cual, Adán y Eva (1956), y otra llamada El pecado de Adán y Eva (1969), con un interesante Jorge Rivero, pero que presumiblemente estarían en castellano latino, y siempre desluce un poco la película, así que me decanté por la tercera opción cronológicamente, como es ésta Adán y Eva, la primera historia de amor (1983).


Como cabía esperar, siendo desconocida y totalmente atemporal de las grandes producciones cinematográficas de temática biblíca, era difícil esperar una película excesivamente interesante.

Parece ser una coproducción italo-española, pero veo pocos indicios de esa parte española, ni actores, ni localizaciones de rodaje aparentes.

El director le dedica pocos minutos a la estancia de Adán y Eva en el paraíso, aunque nos muestra una versión idílica del mismo, con un paradisíaco lugar entre cascadas y playas vírgenes, que no me ha sido posible identificar, y se centra en ofrecernos una visión de lo que pudo ser la vida de los protagonistas de la creación de Dios en su destierro del paraíso y su transitar por la tierra.

Pero claro, no sé muy bien si el director o sus guionistas nunca habían leído la Biblia, eran poco creyentes, les resultaba aburrida ... o es que precisamente habían visto la famosa película El lago azul (1980) de Randal Kleiser, pero la sensación que da es que la película toma muchas ideas de la película que catapultó a Brooke Shields y desarrolla una historia poco acorde al texto de la Biblia y además de mucha menos calidad que la película a la que intentaba imitar o parecerse (siempre se aprovechan películas de mucho éxito para hacer otras parecidas y aprovechar el tirón de la original para hacer buena taquilla).


Evidentemente las actuaciones son muy flojas, los diálogos muy pobres y la expresividad bastante deficiente, pero no habría que cargar todas las tintas contra los actores, si no más bien contra los que dirigieron el enfoque de la historia.

Para completar el cúmulo de defectos y cosas que no aportan nada y devalúan la película, están las multiples tomas de archivo, que simplemente por el cambio de calidad de imágenes debería darles vergüenza haberlas metido (más allá de que no sean creíbles en si), con animales salvajes como si fueran mansos y domésticos y catástrofes terrestres y ambientales claramente recortadas de algún documental e insertadas sin mucho sentido en medio de la historia de Adán y Eva, llevándose el colmo del desastre y de lo cutre una suplantación de oso absolutamente grotesca. Si estás bebiendo algo mientras ves la película, cuando llegues a este momento pensarás si la bebida es lo que creías que estabas bebiendo o por el contrario alguien te ha echado alguna sustancia alucinógena en la misma.


Las películas biblícas creo que no tienen un amplío número de potenciales espectadores, y si además distorsionas la historia y la conviertes en una historia sórdida, alejada de las escrituras y además de muy poca calidad, caes en la insignificancia absoluta.










Valoración:                          4/10














14 marzo 2025

Lío en Río (1984)

 







Pues Michael Caine llega este día a los 92 años, y como me parece un gran actor y que además me gustan papeles o películas suyas, creo que era un buen momento para hacerle un homenaje.

Michael Caine era nombre artístico, el cual tomó de la película El Motín del Caine (1954), en la que no participó el actor que le sirvió de inspiración y que era su ídolo cinematográfico, Humprey Bogart. Su película favorita es El tercer hombre (1949), en la que tampoco aparecía Bogart.

Aunque tenga tanta edad quizás la mayoría lo asociamos a personajes ya adultos, incluso entrados en los 50 años, y no a películas clásicas. Aunque claro, ya no queda nadie prácticamente que podamos asociar a esa época dorada de Hollywood o películas clásicas, Eva Marie Saint y poco más.

Antes de actuar, trabajó como oficinista, en un almacén de té y hacía pasteles para Lyons.

Una vez dijo que supo que había triunfado como actor cuando empezó a recibir guiones para leer que ya no tenían manchas de café (lo que significa que era la primera opción para ese papel).

Es curioso como muchos actores pasan por adicciones serias, y en cambio consiguen vivir luego muchos años. A lo largo de la década de 1960, según sus propias estimaciones, bebía dos botellas de vodka y fumaba al menos ochenta cigarrillos al día. Dejó de fumar cigarrillos tras un severo sermón de Tony Curtis en una fiesta en 1971, y finalmente dejó de fumar puros poco antes de cumplir 70 años en 2003.

Formó junto a sus contemporáneos Roger Moore y Sean Connery un trío de actores británicos sobresaliente. Los tres mantenían una buena amistad. De hecho fue considerado para aparecer en una película de James Bond, papel que popularizó a Moore y Connery, pero finalmente nunca apareció. Eso sí, fue el primero en escuchar la banda sonora de James Bond contra Goldfinger (1964), ya que por aquella época estaba viviendo en la casa del compositor John Barry al estar sin un céntimo en los bolsillos, que cuando acabó de componer dicha banda sonora se la tocó en persona.

Durante más de cuarenta años, la madre de Caine, Ellen Maria Burchell, visitó periódicamente a un "primo" en un hospital psiquiátrico. Cuando ella falleció en 1989, Caine se enteró de que el primo era en realidad su hermano mayor, David.


Ha sido nominado al Oscar al menos una vez en cinco décadas consecutivas (1960-2000). De los seis artistas que han ganado el Óscar por sus actuaciones en películas dirigidas por Woody Allen, él es el único hombre. Las demás son Diane Keaton, Dianne Wiest (dos veces), Mira Sorvino, Penélope Cruz y Cate Blanchett .

Educando a Rita (1983) es su película favorita y la actuación de la que se siente más orgulloso. En cambio afirmó que las peores películas que hizo fueron El mago (1968), El enjambre (1978) y Ébano (1979). Las dos primeras me gustan, la tercera es la que barajaba para ver hoy como homenaje junto con ésta que finalmente he visto.

Se rumoreaba que no se llevaba bien con Steven Seagal durante el rodaje de En tierra peligrosa (1994). Ha declarado que, si bien se llevaban bien, odiaba filmar en Alaska, e incluso bromeó diciendo que "En tierra mortal" era un título acertado. Curiosamente su "pareja" en esta película, Michelle Johnson es nacida en Alaska.

No aprendió a conducir hasta que cumplió los 50. Caine contó que, cuando era desconocido, no podía permitirse clases de conducir, y que después el estudio de cine siempre le proporcionaba un coche con chófer. Siempre que aparecía conduciendo en las películas, iba en un remolque.

Es propietario de siete restaurantes: seis en Londres y uno en Miami. Se mudó a Estados Unidos en 1979 después de quejarse de que el 90 por ciento de lo que ganaba iba al gobierno. En 2016 aparecía como uno de los diez actores que más dinero había ganado en la historia.

Aunque muchos lo asociarán seguro a su época final por sus papeles en El Caballero Oscuro (2008) u Origen (2010), tiene muchas películas interesantes mucho antes que éstas. Además con todo tipo de géneros, aventuras, bélicas, dramas, acción ... y quizás lo que menos comedias como ésta. Para mi siempre será John Colby, "del West Ham y de la selección inglesa" como dice el personaje de Max Von Sidow en Evasión o victoria (1981).


Recuerdo que esta película, Lío en Río, la pasaban en la televisión cuando yo era niño, pero ese recuerdo igual se remonta 30 años atrás, así que aunque no es una película para nada desconocida, por lo menos para los que ya tenemos una edad, si creo que lo será para toda la gente que sea más joven que yo, a no ser los muy seguidores de Michael Caine o Demi Moore, que se hayan tomado la molestia de buscarla o comprarla para verla.

No sé como era la situación en Río de Janeiro en 1984 (a día de hoy puede que se haya complicado), pero seguramente era un destino turístico puntero en el mundo, pero mucho menos utilizado como escenario de películas.

Hay películas de la época en Ibiza, Montecarlo, Saint Tropez, Acapulco ... o algunos destinos más pequeños y exclusivos en la Costa italiana o francesa, como Portofino, Capri o Cannes, pero no había reparado en la presencia de Río de Janeiro en el cine, más allá del pasaje que aparece en Moonraker (1979), pero no en una película de comedia de corte vacacional.

La verdad que siempre me pareció una ciudad atrayente, y cuando aparecen las imágenes aéreas de presentación de la ciudad (que me resulta familiar por un puzzle que tengo desde niño, con la Playa de Botafogo y el Pan de Azúcar), con sus dos emblemas, el Cristo de Corcovado y el Pan de Azúcar, uno se queda impresionado por la belleza de su ubicación. Disfruté mucho con los JJ.OO. de Río de Janeiro.


El famoso director Stanley Donen, responsable de títulos como Cantando bajo la lluvia (1952), Charada (1963), Arabesco (1964) o Dos en la carretera (1967), lideró el proyecto (éste fue su último largometraje), y se llevó el rodaje a Río de Janeiro, nada de utilizar tomas de fotografía, a pesar de que eso le supuso bastantes problemas burocráticos.

Es curioso como la película narra las peripecias de dos amigos, uno en proceso de divorcio, y el otro con una pequeña crisis matrimonial, en donde su mujer le está engañando precisamente con ese amigo. Stanley Donen estaba casado en ese momento con la actriz Yvette Mimieux, y como si fuera premonitorio, se divorciaron muy poco tiempo después.

Aunque Michael Caine y Michelle Johnson actúan con aparente normalidad y profesionalidad, acompañados de un guión interesante y unos diálogos muy ocurrentes, Caine estaba molesto durante el rodaje, y es que no le gustaban las escenas de desnudos y de hecho él tenía claro que nunca aparecería en una película que le exigiera un desnudo completo (trasero estendemos).

Por otro lado, durante el rodaje, Michelle Johnson, en su debut cinematográfico, todavía no tenía mayoría de edad, y hubo que pedir consentimiento a sus padres para que apareciera desnuda. Donen estaba buscando una actriz joven, guapa, enérgica y extrovertida, que no tuviera reparos en desnudarse, y como no encontraba a nadie que le convenciera, le dio la oportunidad a Johnson, que ganó el papel entre 300 candidatas.

No obstante, Michelle Johnson contaba que estaba muy nerviosa en estas escenas, ya que si no se concentraba y metía en el papel completamente, no dejaba de estar desnuda delante de gran parte del equipo de rodaje, la mayoría masculinos, así que en cuanto acababa alguna escena de desnudez se ponía una bata y salía corriendo a su camerino o habitación.

Michelle Johnson dijo que en parte accedió a realizar estos desnudos porque le parecía una manera de representar a la ciudad de Río de Janeiro.

La actriz protagonista dijo que ni siquiera sabía quién era Michael Caine cuando la invitaron a la audición. "Fue muy vergonzoso", dijo en una entrevista tras el estreno de la película. "Así que llamé a una amiga mayor que yo. Va mucho al cine. Y me dijo: 'Ah, ese es el de Kung Fu'. Lo estaba confundiendo con David Carradine. Fui inmediatamente a ver Alfie (1966), El hombre que pudo reinar (1975) y La huella (1972). Estaba muy nerviosa en la audición, sobre todo después de ver esas películas".

Supongo que a día de hoy cualquier chico jóven tampoco sabrá quien es Michael Caine, ni mucho menos Michelle Johnson, tal vez si Demi Moore.


Demi Moore, que tampoco llevaba mucho tiempo en el mundo del cine, queda totalmente eclipsada por Michelle Johnson en esta película. Lo sorprendente es la trayectoria que tomaron sus carreras después. Cuando todo parecía indicar que Johnson caminaría hacia el estrellato y Moore tendría una carrera más secundaria y anónima, la lógica se invirtió, y mientras Demi Moore se convirtió en una actriz muy importante (también en parte por su matrimonio con Bruce Willis), la carrera de Michelle Johnson no despegó nunca y casi ésta sea su película más importante y representativa.

Lo que resulta curioso es que unos años después de esta película Demi Moore decidiera hacerse un incremento de pecho, como si tuviera envidia de Michelle Johnson y quedar relegada a un papel secundario, y a raíz de esa característica física relanzó su carrera cinematográfica, con películas tan absolutamente mediocres, en mi opinión, como Striptease (1996).

Creo que es una película divertida, dinámica, diferente, con un guión interesante y unos diálogos ingeniosos y graciosos que generan situaciones embarazosas pero entretenidas y que te hará pasar un rato distendido y esbozar una sonrisa, acompañado todo ello por una interesante banda sonora, que por otra parte me ha sido imposible encontrar.









Valoración:                                6/10












04 marzo 2025

El carnaval de las bestias (1980)

 





Buscando entre mis películas alguna que incluyera la palabra carnaval en el título, di con una interesante Carnaval de Ladrones (1967), con un actor que me gusta mucho como Stephen Boyd, y que supuestamente está ambientada, no sé si rodada, en Pamplona, pero era una versión original con subtítulos y me cuesta, prefiero una en español.

Así que la alternativa fue ésta película española, o coproducción hispano-japonesa (hay algunos actores japoneses necesarios para la trama, y vuelve a aparecer el Buda sentado de Kamakura, como recientemente en Siete Noches en Japón), de la mano de uno de los grandes olvidados del cine español, como Paul Naschy. Él, junto con Jesús Franco (o Jess Franco, su sobrenombre muchas veces), fueron quizás más importantes y reconocidos fuera de España que aquí, y habitualmente con películas diferentes al estándar español.

Naschy, aquí también director, fue un actor especializado principalmente en el cine de terror, posiblemente no de la calidad que el americano, pero no estaríamos desencaminados ni sería una comparación absurda si decimos que podía ser el equivalente español a los Vincent Price, Peter Cushing o Christopher Lee, ya que como éstos era un todoterreno del género de terror.

Con un aspecto fornido, había hecho carrera inicialmente como levantador de pesas y luchador profesional, no tenía quizás el aspecto más habitual de un actor, pero si el talento suficiente para ello, y además dotar al cine español con un registro poco habitual y necesario.

En esta película su personaje se llama Bruno, que es el nombre que le puso a su hijo, y el nombre de un cantante español de la época, Bruno Lomas, al que le encuentro cierto parecido. No obstante ni el actor ni el cantante se llamaban así realmente, Paul Naschy nació como Jacinto Molina Álvarez, mientras Bruno Lomas como Emilio Baldoví Menéndez.

Soprende nada más empezar la película escuchar a su personaje con una de las voces más famosas de doblaje en España, y es que en las versiones originales de sus películas, incluso en las dirigidas por él mismo, su voz fue casi siempre doblada por actores profesionales de doblaje, con mayor frecuencia José Guardiola o Simón Ramírez. Un caso poco frecuente en el que utilizó su propia voz fue en La noche del ejecutor (1992).


Interpretó varias veces el personaje de hombre lobo, con el nombre de Waldemar Daninsky. Al respecto de ello decía "Sencillamente, soy yo. La lástima es que no puedo convertirme en un hombre lobo en la vida real. Con demasiada frecuencia me gustaría hacerlo. Es evidente que en las obras de cada hombre hay mucho de su verdadero yo. Al igual que Waldemar, yo también he sido dejado de lado y malinterpretado. He pasado toda mi vida nadando contra la corriente."

Paul Naschy resulta ser el mayor actor del cine de terror de la Europa continental con su personaje clásico, el inolvidable Waldemar Daninsky. Fue actor, guionista y director de diversas películas sobre el personaje basado en el personaje ficticio, el conde polaco Waldemar Daninsky. La primera película sobre Waldemar fue La marca del hombre lobo (1967) de Enrique Eguiluz, después La noche de Walpurgis, La furia del hombre lobo, El doctor Jekill y el hombre lobo, El regreso de Walpurgis, El aullido del diablo, La bestia y la espada mágica (1982) que se filma en Japón y por último Licantropo (1998). Después de El antojo fue tal desastre de taquilla que Naschy se declaró en quiebra. Se vio obligado a acudir a Japón para realizar documentales de artistas, y obtuvo financiación de productores japoneses para ésta, la primera coproducción hispano-japonesa y a la que siguió La bestia y la espada mágica. Ambas están  producidas bajo los estándares habituales de Paul Naschy.


Nos encontramos ante una película rural española, diferente, interesante, sin mucho que envidiar a ciertas películas de terror americanas o británicas, porque el guión es sólido, intersante y novedoso con respecto a lo que yo he visto.

El terreno elegido para el rodaje bien podría pertenecer a la sierra de Guadarrama e incluso el pueblo que se ven en una toma de fotografía ser el de Lozoya, ya que Naschy era madrileño y el terreno se presta perfectamente para esta película.

No hay actores excesivamente conocidos entre el reparto, algunos pueden sonar vagabamente, sin que por ello desentonen en su personaje. Luis Ciges o Paloma Hurtado, una de las famosas hermanas del Un, dos, tres, son los más familiares.

La película, aunque pudiera parecer un slasher típico de los años 80, más que de terror a mi me parece un auténtico misterio. Van sucediendo cosas, a veces un poco confusas o inconexas debido a la excesiva utilización de flashbacks (recurso que no me gusta nada), muchas de ellas no se muestran totalmente para mantener el misterio y aunque uno cree saber por donde va la trama, el giro final es fantástico y sorprenderá a todos, siendo para mi ingenioso, diferencial, inesperado y poniendo un fantástico fin a la película.

La película nos transmite dos lemas, el primero que no se puede confiar en nadie y que el hombre siempre está dispuesto a aprovecharse de su prójimo, y que las apariencias engañan, y en este caso como un criminal y dos bellas jóvenes invierten sus papeles ya que la confianza de una parte en la otra le hizo bajar la guardia y no ver venir el peligro.

¡Probad un poco de este guiso de terror español!









Valoración:                          6/10












28 febrero 2025

Eureka (1983)

 







Ayer despertábamos con la sorprendente noticia de la muerte de Gene Hackman, uno de los actores más veteranos que quedaban con vida. Y digo sorprendente, no por edad, ya que con 95 años pues es más que entendible, pero si por las circunstancias en las que parece que se le encuentra muerto, ya que también se encontró sin vida a su mujer y a su perro.

Anunció su retirada de la interpretación a los 78 años, aunque en IMDb no tiene ningún título de crédito desde 2004 (a pesar de que curiosamente en 2001 hiciera seis películas), pero sus interpretaciones seguirán presentes para siempre, aunque quien sabe en el futuro si se seguirán viendo películas del siglo XX. Pero seguro que por lo menos en estas fechas con su fallecimiento, se produce un repunte de votos en IMDb de películas en las que él había actuado.

Un actor clásico, tanto por fecha de nacimiento, como por corte de actor y estilo de interpretación. Esos actores que se valoraban y se ganaban su reputación y su carrera por su trabajo y no por su físico. Todavía quedan actores vivos de ese corte, aunque ya mayores todos ellos, como Clint Eastwood, Robert Duvall, Jack Nicholson, Dustin Hoffman, Anthony Hopkins, Al Pacino o Robert De Niro.

No era nada amigo de la fama ni del estrellato, quizás de ahí su lugar de residencia y de fallecimiento, en Santa Fé, Nuevo México, cuando habitualmente la mayoría de actores reside y pasa sus últimos días en California, estado de nacimiento curiosamente de Hackman.

Podríamos considerar sus inicios en el cine (no comenzó a actuar hasta los 25 años), cuando Hackman asistió a la proyección de la película Un tranvía llamado deseo (1951) y quedó impresionado por la actuación de Marlon Brando (también le influenció mucho James Cagney) debido a su naturalismo y al hecho de que no parecía el típico actor de cine de los años 50. Al salir del teatro, le dijo a su padre que quería ser actor.

Por edad le tocaba haber trabajado en el western, pero apenas lo pisó de puntillas, y de joven no tuvo ningún papel relevante. De hecho, aunque tiene trabajos en buenas películas, no es que se cuente por éxito cada una en las que actuó.

Curiosamente rechazó papeles protagonistas en tres grandes películas, Tiburón (1975), Encuentros en la tercera fase (1977) (ésta porque estaba en un matrimonio con problemas y no podía pasar 16 semanas fuera de Los Ángeles filmando locaciones), En busca del arca perdida (1981) y Acorralado (1982).
No obstante su papel en French Connection o Contra el imperio de la droga (1971), por la que consiguió el Óscar a mejor actor protagonista, su papel de Lex Luthor en la saga de Superman, o su aparición más inicial en Bonnie and Clyde (1967), son muy importantes y un mínimo buen bagaje, pero seguro que si le veis en más películas, a pesar de que no sean muy conocidas, sus interpretaciones os van a gustar.

A él personalmente la que más le gustó de toda su carrera fue la que hizo en Espantapájaros (1973). No obstante, esta película fue un fracaso y Hackman ha dicho que dicho fracaso le hizo alejarse del cine de autor debido a la decepción de trabajar duro en una película que fue aclamada por la crítica, pero que fracasó en taquilla y no consiguió ningún premio. Después de este fracaso, Hackman se concentró principalmente en actuar por dinero, rechazando películas como Alguien voló sobre el nido del cuco (1975) y Network, un mundo implacable (1976) para papeles en películas como Marchar o morir (1977) y Los aventureros de Lucky Lady (1975) que le ofrecían sueldos más abultados.

Ha trabajado con 10 directores que han ganado un Oscar a Mejor Director: George Roy Hill, William Friedkin, Francis Ford Coppola, Richard Attenborough, Warren Beatty, Woody Allen, Mike Nichols, Clint Eastwood, Sydney Pollack y Robert Benton.

Hasta hace poco conformaba primero con Sean Connery y Clint Eastwood, un trío de actores muy importantes todavía vivos a los 90 años. Eastwood le reclutó ya en su faceta principal de director para ese resurgir del western en Sin Perdón (1992), junto a Morgan Freeman también, papel por el cual consiguió su segundo Óscar, esta vez como actor de reparto.

En contraste con su imagen en pantalla de tipo duro y reaccionario, en la vida real se dice que Hackman es una persona extremadamente amable y tímida que tiene opiniones políticas muy progresistas, incluso a pesar de haber sido encarcelado en 1946 por robar en una tienda de dulces (aparentemente encarcelado, lo cual es chocante para alguien de 16 años, igual fue solo detenido).

Una de las cosas más características de las interpretaciones de Gene Hackman es su voz de doblaje, una de las mejores que recuerdo, y curiosamente poco compartida con otros actores importantes así que me venga a la cabeza, aunque en esta película no tiene ese doblaje.


De la película no puedo decir mucho ... positivo.

Cuando llevaba unos minutos me di cuenta de que ya la había empezado a ver en otra ocasión y que dejé de verla porque no me estaba gustando, lo que no recuerdo es cuanto vi o si la vi entera realmente, porque de la parte final no recordaba nada.

Rápidamente asocié el director, Nicolas Roeg, con otra película que vi al principio de este blog, Ruta 29, y que me resultó igual de tediosa. Allí también estaba Theresa Russell (en total compartieron siete películas), que estuvo casada con Roeg, aunque fuera 30 años más joven (aquí todavía no estaban casados).

Con un comienzo esperanzador en mitad de la nieve, aunque también extraño, la película rápidamente se traslada a otros escenarios, con personajes, locos, excéntricos o extravagantes (igual que recordaba de Ruta 29), y con cambios de escena bruscos y raros en muchas ocasiones.

Además la película se hace lenta y larga, por culpa de pasajes dramáticos excesivamente estirados y repetitivos.

Un reparto bastante intersante, comandado por Hackman y con la inestimable ayuda de otro gran actor como Rutger Hauer, además de Joe Pesci y un Mickey Rourke del que tenía ganas de ver algo suyo, en un papel totalmente irreconocible para su estereotipo de tipo duro habitual, que queda bastante desperdiciado. Rourke calificó la película como pésima.

Al final la película queda, para aquel que no se aburra y desista de verla, y tenga la mínima capacidad de analizarla e interpretarla, en una reflexión sobre lo que puede hacer el dinero, principalmente para mal.

¿En qué se gasta tanto dinero una persona tan rica?

¿Y vosotros que harías en esa posición, como manejarías la situación y en que gastaríais el dinero?










Valoración:                            4/10














09 octubre 2024

La lectora (1988)

 




Una persona importante y valiosa en mi vida ahora mismo, me hizo retomar el hábtio de la lectura que tenía olvidado hace mucho, así que esta película me pareció una buena forma de darle las gracias anónimamente.

Después de que me contara los libros que se iba leyendo, decidí que era momento de quitar tiempo a otras actividades y dedicarle un rato a la lectura, que aunque muchas veces y a mucha gente le pueda parecer aburrido, realmente es algo enriquecedor, por ejemplo ayudando a enriquecer la mente o para liberar la imaginación.

Cuando empecé a trabajar allá por 2002, siendo un chaval, los trayectos en tren hasta el trabajo me llevaban más de una hora, así que un poco por imitación, me empecé a comprar libros para ir leyendo durante el trayecto de ida y vuelta al trabajo ... siempre que el sueño y el cansancio me lo permitiera.

Además no empecé por libros pequeños, ya que recuerdo libros de hasta 1000 páginas, y de aquella época guardo buen recuerdo de Los Pilares de la Tierra, La Ciudad de los Prodigios o Las Cenizas de Ángela.

Esta persona y yo tuvimos vidas relativamente paralelas, coincidimos en una clase en el último año de instituto, pero nunca llegamos a hablar, y luego empezamos de manera relativamente parecida nuestras carreras laborales y con ésta misma actividad durante nuestros trayectos. Además estuvimos trabajando muy cerca en varias ocasiones sin ni siquiera saberlo.

Eso sí, mi afición por la lectura se terminó rápido, y es que los viajes al trabajo se me hacían muy pesados, y en 2005 me compré un coche y por tanto se acabaron los libros, mientras ella siguió con su buen hábito y lo ha conservado hasta día de hoy.

Así que cuando por fin la conocí, además de darme cuenta de que era una gran persona me hizo concienciarme en recuperar la lectura.

Y así cuando conseguí esta película me pareció una bonita forma de celebrar lo afortunado que me siento de conocerla.


Aunque la película como tal no se parezca en mucho al concepto de lector, en silencio y en soledad habitualmente, y nos introduce la original idea de una persona que se dedica a la lectura en voz alta y para otras personas haciendo de ello una profesión ... imaginaria evidentemente, porque no conozco que en realidad haya un trabajo así.

No me importó mucho que se tratara de una película francesa, totalmente desconocida para mi, sin ni siquiera algún actor que me sonara, y es que últimamente le he cogido gusto y valoro las películas de otros países, más allá de las más habituales americanas y británicas, y teniendo especial afición por las australianas, las italianas, y ahora también las francesas, que me han demostrado con variedad de estilos y calidad de las mismas que son perfectamente visionables.

Hay varios detalles de la película, más allá de la impresión general, que me han gustado de la película.

- Uno de ellos, bastante despercibido para alguien que no sea francés, que me ha gustado especialmente de la película, es la localización de la misma. Rápidamente me di cuenta de que yo había estado allí, y que estaba casi seguro que era la ciudad de Arlés. Más por el entorno del río Ródano, que por su famoso anfiteatro (o arénes en francés), que salen muy de refilón en alguna escena de la película.

- Otro fue la diferente música de la película. Igual si no te fijas al principio, en los títulos de crédito, luego no eres capaz de darte cuenta, pero en los créditos pone a Ludwig Van Beethoven como el autor de la misma. Esa música da una sensación de libertad y felicidad impresionante.

- Y esa bonita y diferente música, junto con las callejuelas en las que se rueda, desiertas de gente, que me recuerdan un poco al lugar de rodaje de la serie del duende Pumuky (aunque sea a muchos kilómetros de distancia un sitio de otro), es el tercer detalle que me pareció bastante agradable y acertado.


Por lo demás la película, que en líneas generales debería ser una comedia (aunque tiene calificación R, que entiendo que en aquella época significaba Restrigida, supongo que a menores de 18 años), mezcla adecuada y acertadamente, pasajes con tintes dramáticos, cómicos, absurdos y hasta picantes o eróticos para rematar un buen producto, muy bien valorado en IMDb por lo que veo

Es una película bastante inteligente y poética, con diálogos brillantes y secuencias ingeniosas en las que el placer de las palabras se une al placer de las imágenes.

A mi sin apasionarme, me ha gustado por su originalidad y frescura, aunque me parezca un poco rompecabezas, y por esa historia inicial que os he contado, que me ha llevado a verla y comentarla como agradecimiento a una persona, y que posiblemente sin ella no habría reparado ni dado la oportunidad hasta película.

Además lo que evoca la historia, que no deja de ser una ayuda a personas desfavorecidas principalmente, también representa una de las actividades que intentamos llevar a cabo esta persona, yo y otro grupo de gente, de ir a visitar a gente mayor, enferma o sola, aunque no sea para leerles, si para acompañarles un rato e intentar que por un momento la vida sea diferente, más amable y bondadosa.

La lectura debe conservarse en una sociedad en la que los libros ocupan un lugar cada vez menos importante.

Probablemente no sea para todo el mundo, pero si te gusta una película sutil, suavemente divertida, culta y poco convencional, entonces dale una oportunidad.









Valoración:                              6/10













14 agosto 2024

La mejor marca (1982)

 








Nada más terminar los Juegos Olímpicos me puse a buscar películas relacionadas con los mismos, para ver una que tuviera como argumento algo que ver con ellos, y de entre las que vi rápidamente, teniendo en cuenta que muchas son ya del siglo XXI y seguramente no tendrían mucho que ver, mi atención se fijó en ésta que encajaba más dentro de mis gustos y de la filosofía del blog.

Aunque realmente la película no está relacionada con los Juegos Olímpicos, sin con las Olimpiadas, que es el período de cuatro años que transcurre entre dos eventos olímpicos (bueno, salvo la última que solo han sido tres entre Tokio y París por culpa de la maldita pandemia y su vacuna que tanto me han destrozado la vida).

Y lo primero y más curioso es que el deporte en torno al que gira la película, es el pentatlón atlético, disciplina que yo existe y que fue reemplazada por el actual heptatlón. La película, que es de 1982, está ambientada en la clasificación para los Juegos Olímpicos de Moscú en 1980, siendo ésta la última ocasión en que se disputó dicha disciplina atlética, pasando ya a debutar en la siguiente cita, Los Ángeles 84, la disciplina de heptatlón.

El guionista y director de la película, Robert Towne, investigó el proyecto pasando tiempo con muchas estrellas del atletismo de ambos sexos. El plan original era mostrar a corredores entrenando para los Juegos Olímpicos de Moscú de 1980. Cuando Estados Unidos boicoteó esos juegos, hubo que modificar algunas líneas del guión.

Me resultó super curioso, como una de las actrices que interpreta a una atleta, llevaba puesta en una prueba o entrenamiento del rodaje, una camiseta de Río de Janeiro, que años más tarde fue sede olímpica, aunque en ese momento ni se había elegido ni creo que hubiera expectativas y planes de ello.


Una parte de la película se ambienta en Eugene, en el estado de Oregón. Uno de los lugares clásicos del atletismo americano, donde creo que se han hecho numerosísimas pruebas de selección olímpicas (o Trials), y que seguramente era muy desconocido para nosotros hasta que no se celebraron allí los mundiales de atletismo al aire libre en 2022, y se incluyó en el prestigioso calendario anual de la Diamond League

Pero yo, como gran admirador siempre del atletismo, y aspirante a saltador de triple salto frustrado (creo que valía mucho para ello), recuerdo hace 20 años o más cuando revisaba las mejores marcas de la temporada previas a un mundial o a unos Juegos Olímpicos, en la antigua página de la IAAF (hoy creo que World Athletics), como varias de esas marcas siempre estaban hechas en Eugene.


La película fue coprotagonizada por una atleta olímpica en la vida real. Patrice Donnelly, que interpretó a Tory Skinner, fue miembro del equipo de atletismo de los Estados Unidos en los Juegos Olímpicos de Montreal 1976, llegó a ser la tercera mejor atleta del mundo en pentatlón y la cuarta mejor corredora de vallas del mundo. Esta película fue su debut cinematográfico.

Y además también participa en la película el corredor de maratón en la vida real Kenny Moore, que corrió la maratón en los Juegos Olímpicos de 1968 y 1972 (donde terminó en cuarta posición). Sin embargo en esta película, Moore no interpreta a un atleta, si no a un nadador olímpico y jugador de waterpolo. En la época en que se hizo y estrenó la película, Moore trabajaba como periodista deportivo para la revista 'Sports Illustrated'.

Ésta es una de las películas de finales de los años 70 y principios de los 80 que giraban en torno a las mujeres deportistas. Otras películas son Blue Skies Again (1983) (béisbol), La chica de oro (1979) (atletismo) (la cual ya vi y comenté en el blog), El milagro de Kathy Miller (1981) (atletismo), Hockey Night (1984) (hockey sobre hielo), La princesa del estadio (1983) (campo de fútbol americano), Gregory's Girl (1980) (fútbol) y Corazón sobre ruedas (1983) (automovilismo).

La película muestra algunos entrenamientos y ejercicios técnicos interesantes de algunas pruebas que componían el antiguo pentatlón (en teoría eran 100 metros vallas, lanzamiento de peso, salto de altura, salto de longitud y 800 metros, no sé si exactamente en ese orden), o sea se le da protagonismo y se pone empeño en hacerlo bastante real (para algo se contó con atletas profesionales), aunque también es cierto que hay bastantes tomas de cámara lenta o carreras, como la de vallas, que dura bastante más de los que debería durar, pero en general se hace buen trabajo con la técnica atlética en la película.


Aunque en el lado menos atractivo de la película, para mi, está que el atletismo casi no es el hilo principal de la película, y si una relación de homosexualidad (por otro lado nada extraño en la realidad en atletas o deportistas femeninas, aunque me ha resultado chocante que en 1982 se mostrara tan claramente y además se convirtiera en el principal argumento), entre dos de las atletas aspirantes a conseguir esa plaza olímpica.

Al final la película se va a más de dos horas, que no se hacen largas, para equilibrar y dar importancia a esos dos factores, la relación entre las atletas, con sus altibajos, y la parte deportiva de esta disciplina atlética.

Parece más una película de los años setenta que de los ochenta por toda la vestimenta y el aspecto de las ciudades y los vehículos. De hecho, aunque la película está fechada en 1982, gran parte del rodaje se hizo en el año 1980.
Y otro detalle más que la identifica más con la década anterior, es que esperando encontrarme alguna canción de los ochenta interesante o importante, la única que reconocí fue You make loving fun de Fleetwood Mac, una canción y un grupo que suenan muy a años setenta, aunque he de reconocer que me encantas y sus grandes éxitos suenan mucho en mi coche.


Primera película de este director, que básicamente era y fue guionista y que falleció hace pocas fechas. En el obituario de Robert Towne publicado por Bill Morris en el New York Times el 2 de julio de 2024, Morris escribe que "el primer matrimonio de Towne, con la actriz Julie Payne, terminó amargamente después de que él tuviera romances con Patrice Donnelly y Mariel Hemingway, quienes coprotagonizaron como atletas de pista la primera película que dirigió, el fracaso de taquilla de 1982 'Personal Best'. (También hubo rumores de un consumo desenfrenado de cocaína en el set)".

Parece ser que la película además de traerle problemas matrimoniales también lo hizo económicamente por lo que dice esta reseña.











Valoración:                               6/10














12 agosto 2024

Una gata ardiente (1984)

 





He estado unos días desconectado del cine, para dedicarle tiempo a una de mis grandes pasiones, como son los Juegos Olímpicos, y así de paso también descansar un poco mentalmente, que con mis muchos problemas pues me cuesta muchas veces escribir sobre las películas y alguna vez he dejado alguna muy interesante sin comentar por falta de energía.

Aunque debería haber buscado alguna peli relacionada con las Olimpiadas, cosa que no debe ser muy fácil más allá de Carros de Fuego, por lo menos la única película que he visto en estos días era francesa, que es donde se han disputado los Juegos, y por tanto tenía su pequeña relación.

Y es que el año pasado por estas fechas creo recordar que vi La Piscina, otra película francesa veraniega, que me pareció muy interesante, aderezada por un gran Alain Delon en aquellos momentos.

Y ésta que he visto tiene ciertas similitudes o paralelismo que me han hecho recordar a ella, como por ejemplo una localización de rodaje seguramente cercana a aquella, y un cuarteto protagonista (dos masculinos y dos femeninos) con diferentes mezclas como en la otra.


Yo tardé en darle oportunidades al cine francés, pero sabiendo elegir lo que quieres ver, puedes encontrar películas bastante interesantes, que por no esforzarte en buscarlas o por tener prejuicios quizás nunca las veríamos y que merecen la pena.

De hecho, lo que más interesante de ésta, me pareció el descubrimiento para mi de dos actores que hacen un gran papel (aunque por desgracia ambos ya murieron), y que los desconocía totalmente hasta ahora, y no creo que trascendieran más allá del ámbito nacional de su país, como son Bernard Giraudeau y Caroline Cellier (a Valerie Kaprisky y a Jacques Perrin por lo menos los conocía).

Y es que actores franceses que se hayan hecho muy famosos y hayan triunfado en Hollywood no han faltado.

Quizás los máximos exponentes históricamente han sido por el bando femenino Brigitte Bardot y Catherine Deneuve, y por parte masculina podríamos decir que Alain Delon, Jean-Paul Belmondo o Gerard Depardieu.

Más recientemente podríamos citar a otros que han ganado peso en Hollywood como Jean Renó, Christopher Lambert o Juliette Binoche y Sophie Marceau.


Por lo demás, otra película veraniega, pero también diferentes a las que estaba viendo hasta ahora, ya que esta es de corte dramático, o mejor dicho un thriller.
No es ninguna maravilla, no llega al nivel de La Piscina y quizás abusa mucho de los desnudos, pero tiene matices interesantes, como el cambio de registro con respecto a las comedias veraniegas o vacacionales o el descubrimiento de actores nuevos.

Quizás el cine francés no fue tan propenso a películas de destape como en Italia o España, pero es más que una película de destape, aunque entiendo que la película refleja lo que era el entorno de la Costa Azul en aquellos años, y que mucha gente  que iba allí hacia topless porque iba buscando otro tipo de vacaciones diferentes a las habituales, buscando flirteos o aventuras amorosas de infidelidad. Pero la película es más bien sobre una Femme Fatale o Lolita en un registro diferente, como son las vacaciones de verano.








Valoración:                          5/10















26 julio 2024

Corazones en fuga (1969)

 







La mayoría de las veces no le dedico nada de tiempo a la elección de la película que voy a ver y aunque alguna vez me llevo alguna sopresa agradable, lo ideal es dedicarle cinco minutos y así elegir una que casi seguro que te va a gustar. Al final hay tantas y tantas que se van a quedar sin ver que mejor intentar ver las que parezcan más apetecibles para uno.

Y es lo que hice esta vez. Me topé con una lista de un usuario en IMDb y la primera que aparecía creo que era ésta, que efectivamente la tenía marcada como prioritaria para ver, pero sin ningún tipo de reseña, con lo cual, al ser de 1969 siempre tendría menos prioridad seguramente que las películas de los 80, porque además no la tenía ni identificada como posible película veraniega y el título tampoco inducía a ello.

Así que al igual que el otro día con Gomia, terror en el Mar Egeo, introduje otro escenario diferente de vacaciones, o en este caso de retiro, pero que también se podría considerar como vacacional.

Con dos parámetros diferentes a las comedias típicas de los 80 que es lo que habitualmente veo en estas fechas.

- El primero, que curiosamente, el protagonista es una persona adulta, tirando ya a la tercera edad prácticamente.
- El segundo, que el destino elegido no son las típicas playas de California, o en su defecto otros lugares populares y cinematográficos, como Miami, Acapulco o algunos destinos de Europa como Ibiza, Saint Tropez o Santorini, si no la Gran Barrera de Coral de Australia.


Pero a pesar de ambientarse y rodarse en Australia, estamos ante una película británica, con productor, director y actores principales de las islas.
En ese sentido me recordó a una interesante pero urbana, película inglesa que también se rodó y ambientó en Australia, como fue Conexión en Sidney.


Digamos que es otro destino de esos que me habría encantado conocer y que se quedará en el tintero, y que solo podré conocer ligeramente a través de atlas geográficos, documentales o películas como ésta.

Un amigo mío estuvo hace muchos años por allí y a la vuelta nos enseñó unas fotos realmente fascinantes, tanto de la costa como del interior, como he podido constatar con cada película rural australiana que me ha conquistado.

Dirigida por un buen y polifacético director británico, Michael Powell, (es en lo que más destacó, pero su filmografía también es extensa en su faceta como productor, guionista y actor), ante casi su último trabajo, juntó a un gran actor, y quizás no muy valorado como James Mason (nominado para tres premios Óscar), aunque su filmografía habla por si sola, tanto en su madurez, como incluso ya en su etapa final.
Tiene un montón de películas interesantes y espero acordarme de darle más oportunidades, aunque ya he visto varias películas suyas, casi todas interesantes.

Y junto a él, de manera impactante, tanto por la diferencia de edad como por lo sorprendente que me ha parecido verla así de jóven y de espléndidad, la actriz Helen Mirren. Una actriz que siempre conocí mayor, y de la que desconocía totalmente sus inicios, y más esta película que es su primer papel protagonista, y que para ser de 1969, extraña por mostrar su cuerpo desnudo sin ningún tipo de problema.

Aunque evidentemente seguro que a ella no le agradó mucho. Cuenta la historiadora de arte Jeanette Hoorn, citando una entrevista con Helen Mirren, la incomodidad con las escenas de desnudos, en las que el resto del equipo estaba completamente vestido y en las que Cora es la única figura desnuda. Hoorn sugiere cómo estos sentimientos de incomodidad y resentimiento se trasladan a la ficción de la experiencia de Cora, que acepta posar desnuda para la artista a cambio del dinero necesario para salir de su infeliz hogar con su abuela demente, y su escape a las brillantes luces de Brisbane.

Pero imagino que este papel le ayudaría para descubrir lo hermosa que era por aquel momento y lo buena actriz que podía ser.


Curiosamente, James Mason conoció aquí a su futura esposa, Clarissa Kaye-Mason. Clarissa Kaye interpretó el papel de la exnovia de Mason en Australia. La escena que protagonizaron juntos se filmó en la cama y Clarissa, que se estaba recuperando de una neumonía, tenía una fiebre de 39,4º. Después de la filmación, Mason comenzó a comunicarse con Kaye y ambos se casaron en 1971, y así permanecieron hasta la muerte de Mason en 1984. Habría que saber si no le produjo alguna tentación Helen Mirren a pesar de ser más de 30 años más joven que él.


De todas maneras no esperéis una película profunda. De hecho la sencillez de la misma y el minimalismo se notan en la ubicación elegida, bastante austera, aunque en un entorno de gran belleza, y el limitado número de personajes, todos ellos muy bien interpretados.

De este reparto, había un joven actor australiano, ya fallecido, Harold Hopkins, del que consideraron que podría haber sido tan famoso como Mel Gibson, pero no tuvo la misma suerte, como tampoco su personaje aquí en la película.

Y como curiosidad, entre los títulos de crédito, también aparece el nombre de Frank Thring. ¿Y quien es Frank Thring? Pues un actor que con un muy breve papel se convirtió en un rostro con una fuerza tremenda, y es que su corta interpretación de Poncio Pilato en Ben-Hur me pareció de las mejores actuaciones breves que he visto, quizás por su atuendo y caracterización, por su tranquilidad o imperturbabilidad, pero el aportó su granito de arena a Ben-Hur y la película le aportó a él un rostro famoso para siempre. Eso sí, aquí no esperéis verlo, creo que se le asigna en los títulos de crédito el papel del perro del personaje de Mason, aunque curiosamente en castellano el perro no emite ninguna palabra, ni siquiera onomatopeya, creo, no como por ejemplo en 2024-Apocalipsis nuclear (1975), en la que el perro se pasa toda la película hablando con Don Johnson.


Para mi una grata sorpresa y una joya escondida en este destino idílico.











Valoración:                              8/10













17 julio 2024

Vacaciones locas, locas, locas (1985)






 
Hay cuatro tipos de películas que me gustan y que cada cierto tiempo me gusta ver, aunque con temor a quedarme sin existencias ...

- Películas australianas
- Películas rodadas/ambientadas en África
- Road Movies
- Películas veraniegas o vacacionales


Es otra de esas películas que te ofrecen la posibilidad de ver a una estrella del cine antes de que se convirtiera en ello, en este caso Tim Robbins.

De hecho, Robbins figuraba en quinto lugar en los materiales promocionales del estreno original de la película, aunque en las portadas de los DVD posteriores, Robbins aparece en primer lugar porque con el tiempo se convirtió claramente en el más famoso del reparto.

La película aporta ciertos aspectos diferentes y de originalidad con respecto a la típica película veraniega o vacacional habitual.

Para empezar son vacaciones de Semana Santa, aunque eso al final no es importante y uno se olvida de ello, y elige un destino diferente y ubicación diferente para la trama de la película, en la localidad californiana de Palm Springs, que no está en la costa, si no en el interior, en la zona ya más desértica.

La actriz Kathleen Kinmont dijo que esta fue una de las primeras películas filmadas en Palm Springs, y que tuvieron mucho apoyo de la comunidad. Nadie quería que se fueran.

Además, según notas de producción más de quinientos jóvenes se ofrecieron como voluntarios, con un bronceado espectacular y los cuerpos musculados que son característicos de los jóvenes veraneantes de Palm Springs. Los nativos aportaron incluso más que eso. Aportaron a la producción un aire de entusiasmo que reflejaba tanto su felicidad por ser parte de una película de Hollywood como la emoción de contar una historia sobre su pequeña ciudad especial.

A veces las elecciones del lugar de rodaje pueden importar e influir mucho y cambiar completamente el aire a una película, y las películas ambientadas en un resort con piscina en vez de en el habitual escenario de playa aportan también un clima interesante propicio para este tipo de películas, como por ejemplo Trabajo Veraniego, que es de lo que más me gusta de este subgénero (aunque principalmente por la excelente banda sonora que tiene, a mi parecer).


El otro aspecto destacado de la película para mi, es la sorprendente e inesperada presencia de Sheree J. Wilson, que evidentemente a mi tampoco me decía nada su nombre, pero que pasa por ser la conocida compañera de Chuck Norris en Walker, Texas Ranger.

Nunca la había visto en una película hasta ahora, y tan solo la conocía por su papel en la serie de televisión, y ha sido toda una sorpresa.

Además completan el reparto tres actores más veteranos como John Vernon, Max Wright y Britt Ekland, que forman un elenco bastante decente.


La película no es ni de lejos de las mejores del género, pero es bastante entretenida y adecuada para estas fechas vacacionales.
Aunque lo fácil para la sociedad actual sería caer rápidamente en tacharla de machista y más cosas (la gente no sabe distinguir realidad de ficción y parece ser que está amargada y haciendo activismo continuamente), pero por ejemplo tiene cosas positivas, ya que en lugar de caer en la obscenidad que podría haber surgido tiende a centrarse más en la ternura liderada por la actuación original, desgarbada y honesta de Stephen Geoffrey, además de traer a colación ese refrán de la suerte de la fea la guapa la desea (en este caso aplicado al masculino), ya que el menos agraciado es el que más éxito tiene con las chicas en esta película.

Los chistes son familiares y los escenarios predecibles en su premisa de que la rana consigue a su princesa, pero el guión es lo suficientemente ingenioso, el ritmo de los movimientos es rápido y el elenco ofrece actuaciones divertidas.










Valoración:                              6/10















02 julio 2024

Punto de recreo (1985)

 






Ya puestos, igual que traje la tercera película en la filmografía de Tom Cruise y otra de las primeras de Keanu Reeves, o por lo cuando todavía no era muy conocido, volví a ver la segunda película por orden cronológico de Johnny Depp (su primera como protagonista), otra de las superestrellas nacidas en ese período de tiempo (1962-1964), y que levantaron pasiones entre el público femenino.

Y digo volví a ver, porque recuerdo que ésta la vería hace unos 12 años, en lo que fue otra de las inspiraciones de mi blog. Además recuero perfectamente que la compartí con un antiguo compañero de trabajo, con el que compartía afición por el cine de los ochenta.

Aunque supongo que es un poco más conocida que otras muchas películas que he visto, tampoco recuerdo que aquí la hayan pasado por televisión, y salvo los muy fans de Johnny Depp, supongo que en líneas generales será una película totalmente desconocida.


Realmente no sé que tipo de cine se hace hoy en día, porque ya hace tiempo que dejé de ir al cine y de darle oportunidades a las películas actuales, pero uno de los géneros que más me entretienen, y que es mayoritariamente originario de los años 80, son las comedias de verano, y en esta época siempre intento ver unas cuantas, intentando que alguna de ellas resulte novedosa.

Seguramente ese subgénero nació en los ochenta y seguramente su esencia moriría en la década de los noventa, porque además seguramente hoy estaría censurado por completo, en una etapa de prohibiciones y pérdida de libertades a mi modo de entender bastante evidente. Y principalmente por el alto grado de desnudez que suele haber en este tipo de películas, sin tener en cuenta que nadie obligaba a hacerlo, que seguramente las actrices que lo hicieran ganarían un buen dinero por ello, y que además tendría mucha audiencia. Porque yo como espectador elijo lo que quiero ver, no como hoy en día, y más en el cine español, que se hace lo que desde determinados lobbys se decide que es aprobable y te exigen medio con malos modales que tienes que ir a verlo, que es cultura y demás tonterías.

Por eso entre otras cosas tomé la deriva de este blog, de ver cosas muy poco conocidas y sobre todo lo que a mi me apeteciera, ante esta tendencia totalitaria e impositiva de lo que tenemos que hacer, que comer, que pensar, y también que ver en la televisión.

Y si, esta película tiene unos cuantos desnudos y muchas chicas en bikini, pero me parece una comedia muy entretenida, refrescante, veraniega y adecuada para pasar un buen rato en este período estival.


Y además con la presencia de una incipiente super estrella como Johnny Depp. Incipiente porque ni siquiera es cabeza de cartel, honor que recae sobre Rob Morrow, aunque fuera su primera película. Me acuerdo cuando empecé a ver la primera vez esta película con mi amigo, el se sorprendió y se emocionó cuando leyó su nombre en los títulos de crédito, mientras yo le preguntaba "¿quién es Rob Morrow, Sebas?". Él, atónito, me dijo, "¿no me digas que no le conoces?, es el protagonista de Doctor en Alaska".

Yo, había oído hablar y anunciar mucho la serie, de hecho me parecía muy buena su sintonía, pero nunca me había detenido a ver ningún capítulo de la misma, así que su nombre me resultaba totalmente anónimo en aquel momento.

El caso es que luego la carrera de Depp despegó hacia el estrellato, mientras que la de Morrow, extrañamente derivó hacia episodios en series de televisión puntuales, hasta que consiguió el papel en Doctor en Alaska, donde en 5 años intervino en 102 episodios. Pero a nivel de la gran pantalla su bagaje no es ni amplio ni exitoso.

De todas maneras a ambos no debió apasionarles el resultado final de la película, ya que se dice que estaban tan avergonzados por la película que juraron un pacto para rastrear y destruir todas las copias.


Y todavía más sorprendente es si comparamos la pareja de actores protagonistas masculinos, con la pareja femenina. Dos chicas muy guapas, que aunque hacen de complemento en la película, uno mira su filmografía y quedó en la nada más absoluta más allá de esta película. Bien es cierto que chicas guapas había y hay muchas siempre, y que quizás más allá de su evidente atractivo delante de la cámara no había una actuación sólida, pero de ahí a que casi no se las pueda considerar actrices debido a sus escasos papeles y a que ambas dejaron de actuar en la década de los 90, parece muy sorprendente.

Así que el si que aporta valor a la película es Héctor Elizondo (el famoso director del hotel de Pretty Woman), un actor secundario poco valorado, que hace un papel que quizás fuera difícil de asociarle por su papel en Pretty Woman, pero que cumple con nota. Pero además hay otros personajes secundarios interpretados por actores menos conocidos que aportan buen humor a la película.


Me parece una de las mejores películas veraniegas, por el bonito resort en el que se rueda (de hecho el título original es Private Resort), ubicado en Cayo Largo, Florida, los actores, el ritmo y el humor bastante por encima de la media de lo habitual en este tipo de películas.

Seguramente a la mayoría de nosotros nos habría gustado tener en nuestra vida un fin de semana o unas vacaciones así ... así que disfruta los 80 minutos en este resort.









Valoración:                             7/10