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28 febrero 2025

Eureka (1983)

 







Ayer despertábamos con la sorprendente noticia de la muerte de Gene Hackman, uno de los actores más veteranos que quedaban con vida. Y digo sorprendente, no por edad, ya que con 95 años pues es más que entendible, pero si por las circunstancias en las que parece que se le encuentra muerto, ya que también se encontró sin vida a su mujer y a su perro.

Anunció su retirada de la interpretación a los 78 años, aunque en IMDb no tiene ningún título de crédito desde 2004 (a pesar de que curiosamente en 2001 hiciera seis películas), pero sus interpretaciones seguirán presentes para siempre, aunque quien sabe en el futuro si se seguirán viendo películas del siglo XX. Pero seguro que por lo menos en estas fechas con su fallecimiento, se produce un repunte de votos en IMDb de películas en las que él había actuado.

Un actor clásico, tanto por fecha de nacimiento, como por corte de actor y estilo de interpretación. Esos actores que se valoraban y se ganaban su reputación y su carrera por su trabajo y no por su físico. Todavía quedan actores vivos de ese corte, aunque ya mayores todos ellos, como Clint Eastwood, Robert Duvall, Jack Nicholson, Dustin Hoffman, Anthony Hopkins, Al Pacino o Robert De Niro.

No era nada amigo de la fama ni del estrellato, quizás de ahí su lugar de residencia y de fallecimiento, en Santa Fé, Nuevo México, cuando habitualmente la mayoría de actores reside y pasa sus últimos días en California, estado de nacimiento curiosamente de Hackman.

Podríamos considerar sus inicios en el cine (no comenzó a actuar hasta los 25 años), cuando Hackman asistió a la proyección de la película Un tranvía llamado deseo (1951) y quedó impresionado por la actuación de Marlon Brando (también le influenció mucho James Cagney) debido a su naturalismo y al hecho de que no parecía el típico actor de cine de los años 50. Al salir del teatro, le dijo a su padre que quería ser actor.

Por edad le tocaba haber trabajado en el western, pero apenas lo pisó de puntillas, y de joven no tuvo ningún papel relevante. De hecho, aunque tiene trabajos en buenas películas, no es que se cuente por éxito cada una en las que actuó.

Curiosamente rechazó papeles protagonistas en tres grandes películas, Tiburón (1975), Encuentros en la tercera fase (1977) (ésta porque estaba en un matrimonio con problemas y no podía pasar 16 semanas fuera de Los Ángeles filmando locaciones), En busca del arca perdida (1981) y Acorralado (1982).
No obstante su papel en French Connection o Contra el imperio de la droga (1971), por la que consiguió el Óscar a mejor actor protagonista, su papel de Lex Luthor en la saga de Superman, o su aparición más inicial en Bonnie and Clyde (1967), son muy importantes y un mínimo buen bagaje, pero seguro que si le veis en más películas, a pesar de que no sean muy conocidas, sus interpretaciones os van a gustar.

A él personalmente la que más le gustó de toda su carrera fue la que hizo en Espantapájaros (1973). No obstante, esta película fue un fracaso y Hackman ha dicho que dicho fracaso le hizo alejarse del cine de autor debido a la decepción de trabajar duro en una película que fue aclamada por la crítica, pero que fracasó en taquilla y no consiguió ningún premio. Después de este fracaso, Hackman se concentró principalmente en actuar por dinero, rechazando películas como Alguien voló sobre el nido del cuco (1975) y Network, un mundo implacable (1976) para papeles en películas como Marchar o morir (1977) y Los aventureros de Lucky Lady (1975) que le ofrecían sueldos más abultados.

Ha trabajado con 10 directores que han ganado un Oscar a Mejor Director: George Roy Hill, William Friedkin, Francis Ford Coppola, Richard Attenborough, Warren Beatty, Woody Allen, Mike Nichols, Clint Eastwood, Sydney Pollack y Robert Benton.

Hasta hace poco conformaba primero con Sean Connery y Clint Eastwood, un trío de actores muy importantes todavía vivos a los 90 años. Eastwood le reclutó ya en su faceta principal de director para ese resurgir del western en Sin Perdón (1992), junto a Morgan Freeman también, papel por el cual consiguió su segundo Óscar, esta vez como actor de reparto.

En contraste con su imagen en pantalla de tipo duro y reaccionario, en la vida real se dice que Hackman es una persona extremadamente amable y tímida que tiene opiniones políticas muy progresistas, incluso a pesar de haber sido encarcelado en 1946 por robar en una tienda de dulces (aparentemente encarcelado, lo cual es chocante para alguien de 16 años, igual fue solo detenido).

Una de las cosas más características de las interpretaciones de Gene Hackman es su voz de doblaje, una de las mejores que recuerdo, y curiosamente poco compartida con otros actores importantes así que me venga a la cabeza, aunque en esta película no tiene ese doblaje.


De la película no puedo decir mucho ... positivo.

Cuando llevaba unos minutos me di cuenta de que ya la había empezado a ver en otra ocasión y que dejé de verla porque no me estaba gustando, lo que no recuerdo es cuanto vi o si la vi entera realmente, porque de la parte final no recordaba nada.

Rápidamente asocié el director, Nicolas Roeg, con otra película que vi al principio de este blog, Ruta 29, y que me resultó igual de tediosa. Allí también estaba Theresa Russell (en total compartieron siete películas), que estuvo casada con Roeg, aunque fuera 30 años más joven (aquí todavía no estaban casados).

Con un comienzo esperanzador en mitad de la nieve, aunque también extraño, la película rápidamente se traslada a otros escenarios, con personajes, locos, excéntricos o extravagantes (igual que recordaba de Ruta 29), y con cambios de escena bruscos y raros en muchas ocasiones.

Además la película se hace lenta y larga, por culpa de pasajes dramáticos excesivamente estirados y repetitivos.

Un reparto bastante intersante, comandado por Hackman y con la inestimable ayuda de otro gran actor como Rutger Hauer, además de Joe Pesci y un Mickey Rourke del que tenía ganas de ver algo suyo, en un papel totalmente irreconocible para su estereotipo de tipo duro habitual, que queda bastante desperdiciado. Rourke calificó la película como pésima.

Al final la película queda, para aquel que no se aburra y desista de verla, y tenga la mínima capacidad de analizarla e interpretarla, en una reflexión sobre lo que puede hacer el dinero, principalmente para mal.

¿En qué se gasta tanto dinero una persona tan rica?

¿Y vosotros que harías en esa posición, como manejarías la situación y en que gastaríais el dinero?










Valoración:                            4/10














08 enero 2025

La última ola (1977)

 




Estos días recordé que uno de los actores que el año pasado también había cumplido 90 años y además hacía mucho que no veía una película suya era Richard Chamberlain.

Luego cambié de idea y pensé que los primeros siempre en dar la bienvenida al año nuevo son los australianos (entiendo que técnicamente los neozelandeses, pero básicamente lo mismo o puede que compartan uso horario con la costa este de Australia), así que pensé que la primera película en ver en este 2025 tenía que ser australiana.

Y luego buscando una película australiana para ver, me encontré que ésta aunaba las dos ideas que se me habían pasado por la cabeza y era la ideal para inaugurar el año cinéfilo.

Aunque evidentemente no me parecía la más atractiva, o no la más parecida a ese buen número de películas australianas rurales que he ido viendo estos años, aunque también he visto alguna urbana interesante como Conexión Sidney (1990).


Un Richard Chamberlain al que antes confundía con Richard Attenborough, pensando además que ambos eran británicos cuando no es así, y cuando físicamente no se parecen nada y tampoco en sus papeles habituales hay ningún parecido.

Siempre lo suelo asociar a sus papeles protagonistas en las películas de aventuras Las Minas del Rey Salomón (1985) y Alain Quattermain y la Ciudad Perdida del Oro (1986), ésta porque era la carátula de muchas tarjetas en un juego que tenía de niño que se llamaba Movies y en el que se trataba de adivinar películas.

Aunque también interviene en dos de las películas más significativas de catástrofes de la década de los setenta, las dos que a mi más me gustan, como son El Coloso en Llamas (1974) y El Enjambre (1978), la enorme cantidad de estrellas en esas dos películas, con hasta 10 o más actores que eran o habían sido estrellas o eran muy conocidos y por lo tanto él no destacaba y pasaba un poco desapercibido, no tanto en El Coloso en Llamas pero si algo más en El Enjambre.

Se le llegó a conocer por el Rey de las Miniseries, y es que otros le asociaran a su papel en alguna de éstas, principalmente quizás en El Pájaro Espino (1983), de la que luego posteriormente se hizo una película también en la que intervino.

También intervino en las adaptaciones de las tres novelas de Alejandro Dumas sobre los mosqueteros, Los tres mosqueteros: Los diamantes de la reina (1973), Los cuatro mosqueteros: La venganza de Milady (1974) y El regreso de los mosqueteros (1989).

Nacido en ese lugar tan cinematográfico como es Beverly Hills, aunque estuvo una buena etapa de su  vida en Honolulú, Hawaii, especialmente dedicándose a la pintura de paisaje marinos especialmente extraños, regresó a California en busca de trabajo, ya que sus características, ya era mayor y homosexual (dato que conozco ahora), no invitaban a vivir alejado del epicentro cinematográfico ya que tenía muchas posibilidades de ser ignorado y caer en el olvido. 


Aquí, uno de los más exitosos directores australianos, Peter Weir, todavía en sus inicios atrajo la figura de un actor extranjero para una película australiana, como he visto en alguna más, aunque es más habitual que sean actores autóctonos los protagonistas, y más en esa década de los setenta donde entiendo que el cine australiano estaba bastante en pañales, ya que todavía no se había hecho la, posiblemente, película más exitosa e influyente del cine de este país, como es Mad Max (1979).

Y es que Peter Weir ha estado nominado hasta en 6 ocasiones para el premio Óscar, cuatro como director, una como productor y otra como guionista.

Posiblemente su éxito comenzó con El Año que Vivimos Peligrosamente (1982), con Mel Gibson y Sigourney Weaver, para luego encadenar casi un éxito en cada película que dirigía, y así llegaron

- Único testigo (1985)
- La Costa de los Mosquitos (1986)
- El Club de los Poetas Muertos (1989)
- Matrimonio de Conveniencia (1990)
- Sin miedo a la vida (1993)
- El Show de Truman (1998)
- Master & Commander (2003)


Antes de elegir a Richard Chamberlain para el papel principal, se barajaron dos actores australianos, pero uno fue rechazado y el otro no estaba disponible. Se hizo una lista de seis actores que tenían reconocimiento internacional. Se envió a Chamberlain el guión que le pareció interesante, pero al principio se mostró cauteloso a la hora de hacer una película en un país extranjero y con un director con el que no estaba familiarizado. Peter Weir visitó a Chamberlain en el Broadway Theatre, donde protagonizaba La Noche de la Iguana, y los dos congeniaron. A continuación, se proyectó a Chamberlain la película anterior de Weir, Picnic en Hanging Rock (1975), que aún no se había exhibido en los Estados Unidos, a Chamberlain le gustó la película y poco después fue contratado.

Weir era natural de Sidney, donde se ambienta la película, pero se tuvo que recurrir a la ciudad de Adelaida, que se convirtió en el doble de la de Sídney. Durante la producción, Sídney sufrió duras condiciones climáticas con fuertes lluvias constantes. Irónicamente, ese clima tuvo que ser recreado en Adelaida, que estaba soleada y agradable durante el rodaje.

Las condiciones climáticas oscuras, tormentosas y lluviosas se crearon mediante máquinas de viento y mangueras gigantes, estas últimas accionadas desde varios camiones de bomberos.


Pero la película me ha resultado un tanto pesada y difícil de digerir por momentos. Aunque el comienzo me hacía ilusionar y pensar en otra película rural interesante por la ubicación elegida, y es un comienzo francamente interesante, y aunque la película también tenga alguna conexión o parecido con otra, para mi, gran película australiana como es El Secreto del Lago (1986), rápidamente la película olvida ese comienzo rural y se sumerge en el mundo aborígen australiano, cosa bastante diferencial y novedosa para mi, y que debería ser un buen aliciente, pero que a la postre se convierte en algo desfavorable.

Y es que aunque la palabra aborígen de por sí debería concordar con mis gustos y deparar una película de mi agrado, y la palabra aborígen sugiere ir acompañado de rural, formando un binomio que me debería entusiasmar, la película tránsita por la oscuridad e incomprensibilidad de la cultura más profunda de esta tribu, adentrándose en la brujería y en la magia negro y componiendo un lienzo complejo de entender por momentos, basado en culturas, ritos y justicia ancestral pero a su vez entremezclado con sueños y la conexión con una persona ajena a ellos.

No por ello deja de tener buenos momentos de misterio, sobre todo al principio en, para mi la parte más interesante, pero luego no me gusta hacia donde se dirige y creo que al final la película, siguiendo el hilo argumental de la misma, se ahoga en tanta precipitación acumulada.

De fondo resuena un mensaje de crítica hacia el arrinconamiento y casi extinción de los aborígenes, pero hay que abstraerse para sacarlo, ya que la película más bien ofrece una imagen negativa de los habitantes nativos de Australia.


Podríamos decir que La Última Ola no está, para mi, en la cresta de la ola de películas australianas, pero si que formó parte de una ola de películas intersantes.










Valoración:                         5/10













14 diciembre 2024

Más allá del amor (1979)

 





Una de las películas más habituales para ver en este mes de diciembre y la Navidad sin duda es Mary Poppins, y precisamente ayer su protagonista, Dick Van Dyke, cumplía 99 años, así que me parecía un buen motivo para rendirle homenaje. Me habría gustado dedicarle la entrada número 500 del blog, pero se me echó el tiempo encima y su cumpleaños fue antes de ello.

Fumador empedernido durante cincuenta años, fumaba hasta dos paquetes de cigarrillos al día. Finalmente logró dejarlo con chicles y parches. Afirmaba que dejar de fumar era mucho más difícil que dejar de beber. Es curioso como él ha llegado hasta los 99 años, por ahora, y otros con la misma adicción, como el recientemente comentado George Peppard no logró pasar de los 65. Pero su madre falleció con 95 años, así que debe ser cuestión de genética.

Además también fue alcohólico durante veinticinco años, algo más habitual de lo que sería deseable en el mundo de la actuación. Decía que "en los años cincuenta y sesenta, todo el mundo tomaba un martini y fumaba sin parar. Lo curioso es que durante mis veinte y treinta y tantos no bebí nada. Luego nos mudamos a un barrio lleno de familias jóvenes con hijos de la misma edad y todos bebían mucho, había grandes fiestas todas las noches. Iba a trabajar con una resaca terrible, que si estás bailando es realmente dura. Estaba en serios problemas, te vuelves suicida y piensas que no puedes seguir. Tenía sentimientos suicidas, era terrible. Pero de repente, como una bendición, la bebida empezó a no saber bien."

Es bisabuelo desde 2001, así que podría llegar a ser tatarabuelo si sigue viviendo unos años más.


Su inspiración cómica fue Stan Laurel . Dice que pudo encontrarlo buscando su nombre en la guía telefónica de Santa Mónica, California, donde vivía Laurel. Lo llamó y Laurel lo invitó a su casa. Los dos se hicieron buenos amigos. Cuando Laurel falleció, Van Dyke pronunció su panegírico en el funeral. Además su otro ídolo fue Buster Keaton. 

Conoció a Laurel al final de su vida y fue una gran emoción para Van Dyke. Le dejó su pajarita y su bombín y le dijo que si alguna vez hacían una película sobre él, querría que la interpretara.

Antes de trabajar en el enorme éxito que fue Mary Poppins, ya tenía un programa propio que se llamaba El show de Dick Van Dyke, junto a Mary Tyler Moore, que luego tendría su programa propio.

A finales de los años 80, parecía que la carrera de Van Dyke había terminado. Sin embargo, su aclamada interpretación del fiscal de distrito en Dick Tracy (1990) dio lugar a Diagnóstico asesinato (1993), que resultó ser un gran regreso a la televisión para la estrella de 67 años.

La verdad que el papel de esta película parece adecuado para él ya que participó en la infancia y juventud algunos eventos religiosos, como por ejemplo debutar como actor interpretando al Niño Jesús en una representación navideña de una iglesia (se dice que lloró durante todo el tiempo que estuvo allí), y además antes de ser actor y comediante, también fue maestro de escuela dominical en una iglesia presbiteriana, donde ministraba todos los domingos.

Además entre sus pasatiempos están jugar al golf, navegar, pasar tiempo con su familia, bailar, viajar, la comedia, tocar el piano, usar la computadora, la Biblia, orar y cantar, así que parece ser que siempre ha tenido una vida cristiana practicante.


Un actor asociado principalmente a papeles en comedias y musicales, siendo ésta película una de sus pocas excepciones. De hecho la publicidad de esta película afirmaba que era el primer papel dramático en una película de cine para el comediante Dick Van Dyke.
Lo cual demuestra que un buen actor tiene que valer para más de un registro.

Una película totalmente desconocida a pesar de ser producida y dirigida por Stanley Kramer (su última película), nominado hasta en nueve ocasiones para el Oscar de la Academia, y con Dick Van Dyke y algún actor interesante más, para mi sobre todo Beau Bridges, que ya va siendo veterano también.

Con el recurso del flashback en la película, aquí no se hace molesto, ya que se hacen períodos largos de película tanto del presente como del pasado que nos cuenta, sin saltar continuamente y mareándote.

Basada en una novela del dramaturgo Milan Stitt, el cual alguna vez consideró convertirse en sacerdote.

Al adaptar esta obra controvertida para la gran pantalla, Milan Stitt redujo drásticamente varios de los personajes originales (por ejemplo, Amos el carcelero, el fiscal y Monseñor Nicholson) y creó algunos nuevos (el dueño de la tienda general, las monjas ancianas postradas en cama, las "mujeres de las minas de carbón", etc.). En la película, se dedica demasiado tiempo a los tres protagonistas (el padre Rivard, la hermana Rita y la ama de llaves, la señora Shandig), mientras que a los personajes secundarios se les concede poco tiempo en pantalla. Esto le da un cierto aspecto de aburrida.


Para mi, que me considero bastante religioso, siempre está bien ver una historia sobre la cara oculta de un sacerdote o una monja (extraño que convivan ambas figuras juntas), ya que siempre tenemos la imagen del sacerdote dando misa y no conocemos como discurre el resto de su vida ni las tribulaciones que tiene afrontar en la misma.




El título de la película y la obra original, que podríamos traducir por "El corredor tropieza", proviene de Isaías 40:31 de la Biblia, que dice: "Pero los que esperan en el Señor renovarán sus fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán".

Una película religiosa rural, nada habitual, con un acertado y bonito emplazamiento de la misma, que extrañamente no es nada conocida y merece la pena su visionado.









Valoración:                            6/10













16 mayo 2024

Alambradas de cristal (1976)

 







Aunque al principio no me resultara una década nada atractiva, cinematográficamente hablando, poco a poco le fui cogiendo gusto a los años 70, y a día de hoy encuentro películas desconocidas muy interesantes en ella.
Quizás fuera por no haber vivido en esos años, o por lo diferentes que me parecían, el contraste entre el aspecto general de la vida en los años 80 y el de los 70 es bastante grande, en vestimenta, cultura, música, cine ... en casi todo básicamente.

La película parte con una idea muy sugerente y muy recomendable, como es recorrerse el país en el que uno ha nacido cuando es jóven, cosa que me parece muy intersante, y más en un país como el nuestro (además que en EEUU es algo complejo por las dimensiones del mismo), cosa que hoy en día parece algo de segundo plato, ya que parece que lo importante es viajar lo más lejos posible y con el mayor lujo permitido.

Aunque esa premisa pudiera avanzar una posible Road Movie, no lo es, y aunque posteriormente también  también parecería similar a La Celda de la Violación, curiosamente del mismo año, estamos ante un subgénero de películas que tiene unos cuantos títulos con esta temática, como son las películas de cárceles de mujeres.

Aquí una serie de listas de películas con temáticas similares a ésta






Y ese viaje nos lleva a un territorio rural, en el que a veces las cosas en realidad son diferentes a la gran ciudad y desembocan en historias sorprendentes. Así que una vez más el mundo rural y el hacer camping volvían a estar presentes en una película de los setenta, siendo dos argumentos o características muy recurrentes durante esta década.

Estados Unidos parece tener una gran cantidad de anécdotas de sheriffs de la vida real, en territorio rural, que ven su ciudad como un feudo privado.


Soprende una vez más que estemos ante una TV Movie con un reparto tan notable. De hecho pensaba que las TV Movie empezaron a proliferar en la década de los 80, con la explosión cultural que se produjo, pero ya en los albores de la década de los 70 se producían este tipo de películas, que evidentemente no se estranaban en las salas de cine.

Aquí, el director John Llewellyn Moxey, curiosamente nacido en Argentina (del que no hace mucho vi Perdida en el Desierto), junto un buen elenco, de actores del tercer escalón podríamos decir, de los que destacan Chuck Connors (éste lo podemos considerar del segundo nivel), al que la última vez que vi fue posiblemente en Trampa para turistas, y que aquí tiene un papel con rasgos parecidos, y a Deborah Raffin a la que había visto hace muy poco en Gloria de la mañana.
Pero completan el reparto otros buenos actores, como Della Reese, Tina Louise, Robert Reed, Fionnula Flanagan, Lana Wood (hermana de Natalie Wood), y para mi un gran actor como Ralph Bellamy, el más veterano del reparto, y al que siempre recuerdo por su escaso pero impactante papel en Pretty Woman, su última película antes de morir.

Moxey crea maravillosamente una atmósfera rural melancólica e inquietante, a través de música apropiada y tomas de extensiones rurales solitarias, pero también le debe mucho a este fantástico elenco que he mencionado.


Me sorprendió la cantidad de desnudez que tiene la película (creo que hay una versión con bastante censura). La desnudez es muchas veces innecesaria para una historia, pero al menos en esta película, no había nada terriblemente sexy en las escenas. De hecho dos de las escenas realmente inspiraron más simpatía por las mujeres, dada su vulnerabilidad, que un interés lascivo.

Aunque, personalmente, creo muy mejorable la resolución de la película. El final no conlleva ninguna recompensa para los espectadores. La película está cargada de personajes reprobables, junto con dos víctimas que provocan una tremenda simpatía. Con esa configuración, una conclusión diferente y más optimista podría haber sido mejor.

Alambradas de Cristal es un drama realmente conmovedor, un retrato inquietante sobre el abuso de autoridad y, en general, también una película modesta pero muy bien dirigida y sorprendentemente rodada.


Supuestamente es un "comentario social" sobre el racismo y las condiciones carcelarias en el sur rural de la década de 1970.
Los temas que aparecen en esta película no son lo que llamarías "suaves". Quizás la violencia representada no sea tan gráfica y la sordidez no sea tan explícita, pero el material sugerente y las insinuaciones aquí son mucho más impactantes que las imágenes gratuitas de la mayoría de otras películas contemporáneas similares. 

Este inmerecido y tristemente oscuro thriller de los años 70 hecho para televisión combina con éxito elementos y ambientes de dos de los subgéneros de terror más utilizados y populares de mediados de los 70, a saber, las llamadas películas Mujeres en prisión y películas de Hicksploitation

El primero de estos subgéneros se explica por sí mismo y trata sobre niñas indefensas encerradas en cárceles corruptas y degradadas, donde se enfrentan a guardias pervertidos y agresivas bandas de prisioneras. 
Mientras que el Hicksploitation habitualmente gira en torno a personas civilizadas que se quedan atrapadas, por cualquier motivo, en aldeas aisladas y remotas, habitadas por gente primitiva y exageradamente hostil.










Valoración:                               6/10











08 abril 2024

Gloria de la mañana (1993)

 





Seguramente la gran mayoría, quitando los muy fans de él, no conozcan mucho de Christopher Reeve fuera de su atuendo de Supermán, tanto a nivel de su vida personal, como a nivel cinematográfico, con otras películas que no formen parte de los cuatro capítulos de la Saga.

Y es que podríamos decir que es uno de esos actores que saltó del anonimato al estrellato con tan solo una película.
Hacía poco que se había graduado, después de estudiar interpretación junto a su gran amigo Robin Williams. También tuvo gran amistad con el resto del elenco de Supermán, el director Richard Donner, y los actores, Gene Hackman y Margot Kidder, así como con la actriz Jane Seymour con la que coincidió en otro rodaje.

Reeve era un fantástico atleta, con 1,93 metros de altura, especialmente nadador, aunque también era piloto y practicaba hockey y equitación.
Se enteró de que se iba a realizar una película acerca del héroe de cómic y se presentó al casting (él tenía el pelo rubio y se lo tiñó y además se puso unas lentillas para cambiar el color azul de sus ojos y así parecerse lo máximo posible al personaje protagonista de Supermán), y allí tuvo la enorme fortuna de que su director, Richard Donner, quería un actor desconocido en la gran pantalla y parecido al personaje físicamente, y obtuvo el personaje inmediatamente.

Después del papel de Supermán, y teniendo en cuenta que era de la generación de principios de los años 50, no encajaba muy bien en el prototipo de película estándar que se empezaba a hacer en los años 80.
Así que además de no tener ningún éxito rotundo más además del de Supermán, no hizo muchas películas en los años 80, siendo bastantes de ellas películas para televisión, que habitualmente tienen menor presupuesto y menor difusión.


Ya después en la década de los 90 sufrió su trágico accidente de equitación que le dejó al borde de la muerte, y que la mantuvo parapléjico hasta el final de sus días, siendo ésta una de sus últimas películas.

Del resto del reparto destaco la presencia de J.T. Walsh, un actor bastante infravalorado a mi juicio (aunque realmente su primera película la hizo pasados los 40 años y por tanto su trayectoria fue relativamente corta), con una trayectoria relativamente paralela a Reeve (ambos fallecieron con poco más de 50 años y sin mucha diferencia), habitualmente encasillado en papeles de villano que suele interpretar con gran aplomo, destacando especialmente, para mi gusto, su papel en Breakdown junto a Kurt Russell, con el que coincidió hasta en cuatro películas.

Una película de ámbito rural, ambientada en la época previa a la Segunda Guerra Mundial, que me recordó bastante a El Mendigo, que vi hace relativamente poco, con Sissy Spacek y Eric Roberts.

Nos muestra comportamientos y actitudes habituales en zonas alejadas de las grandes ciudades, como las costumbres de la gente, la rudeza y falta de educación y el recelo hacia los forasteros, todo ello muy bien desarrollado.

Además estamos ante una historia romántica, sin que apenas haya unos besos poco explícitos en pantalla, y mucho menos ninguna escena ni lenguaje subidos de tono.

Simplemente es una película sencilla, no esperéis giros de guión porque no los tiene, que trata de demostrar que el amor se puede construir desde la confianza y en las circunstancias más extrañas posibles, y en los valores y la falta de superficialidad que se forjan en circunstancias duras, complicadas y de necesidad.

Por último quería resaltar una vez más lo mucho que hace un buen doblaje. Lo único que pude conseguir de esta película, soprendentemente desconida, fue un doblaje latino y la verdad que desluce en buena medida la película.












Valoración:                                6/10
















15 marzo 2024

Sierra (1950)

 





Antiguamente, con muchos menos canales de televisión, o incluso con solo dos, era muy frecuente la emisión de un Western, por lo menos los fines de semana después del telediario. Hoy en día, es un género bastante marginado, y hay que buscarse la vida para poder ver algunos westerns menos habituales.

Pero en cierto modo es comprensible, no es un producto que la juventud creo que valore, ya que no lo han conocido desde pequeños en casa como en mi caso, y la parrilla de televisión no se suele hacer pensando en la gente mayor, que son a día de hoy los más potenciales espectadores de este tipo de películas.

De todas maneras bastantes películas del oeste (se debieron filmar miles de ellas), son sosas, muy parecidas entre ellas o predecibles y no dan para mucho comentario, pera ésta me pareció bastante diferente a lo habitual.


Y uno de los factores diferenciadores de una película del oeste y que potencia de manera exponencial la valoración de las mismas, por lo menos en mi caso, es el entorno en el que se rueda. Por eso, algunas de las películas rodadas en el Monument Valley están entre mis favoritas, o por ejemplo también El oro de MacKenna, rodado en el vecino Cañón de Chelly.

Por el contrario, las películas estándar, rodadas en un escenario habitual, el típico pueblo montado como set cinematográfico, o las que muestran paisajes demasiado áridos o poco atractivos (incluídos los Spaghetti Westerns rodados en Almería, que no son muy de mi agrado), no acaban de atraerme.

En este caso, el rodaje está dentro de Utah (que junto con Arizona son de mis estados favoritos de los Estados Unidos, por su riqueza natural), en algunas localizaciones que nunca había visto, y que me resultaron pintorescas, atractivas e interesantes para situar la trama de una película.

De todas maneras el rodaje no pareció sencillo. El 29 de septiembre de 1949, cuatro caballos resultaron heridos y dos murieron mientras filmaban la escena de una estampida de caballos. Ese mismo día, una tormenta que duró 30 minutos provocó una inundación repentina que arruinó equipo fotográfico Technicolor valorado en alrededor de 10.000 dólares. 

La protagonista femenia, Wanda Hendrix llegó al rodaje con una fractura en el pie que todavía le dolía y que había sufrido antes. Tenía hemorragias nasales y dificultad para respirar debido a la altitud de Utah, y en una escena, unas avispas amarillas la picaron en el cuello. Por su lado, el protagonista masculino, Audie Murphy, que ya padecía úlceras, pesadillas y trastorno de estrés postraumático por sus experiencias de guerra, tenía graves grietas y ampollas en los labios debido al sol y literalmente no podía sonreír debido al dolor.

Ámbos fueron matrimonio en la vida real y lo eran durante el rodaje de esta película, la única que compartieron, pero apenas duró un año, y poco después de la misma se separaron.
Una pareja no muy afortunada, ya que ámbos murieron muy jóvenes, él en 1971 con 46 años, y ella en 1981, con 52.


Mucho más longevos en cambio fueron los dos actores que aparecían como principal reclamo de la película, tanto Burl Ives, como Tony Curtis (ambos llegaron a los 85 años), pero sorprendentemente  Ives (famoso especialmente por su papel en La gata sobre el tejado del Zinc) tiene un papel principal pero no protagonista, haciendo de una especie de Sancho Panza del Oeste, pero Curtis apenas dice una frase al final de la película. Bien es cierto que estaba empezando y apenas contaba con 25 años, pero no es menos cierto que Murphy tan solo era un año mayor que él y que también estaba en sus inicios, ya que su primer papel había sido poco más de un año antes.

Parece ser que en sus memorias, Tony Curtis hizo referencia a esta película. Dice que poco después de la película se rompió el tempestuoso matrimonio de dos años de Murphy y Hendrix. Intentó salir con Hendrix, pero Murphy era un hombre celoso con un caso grave de estrés postraumático, secuela de la Guerra Mundial y toda la acción en la que Audie Murphy se convirtió en "nuestro soldado más condecorado". Curtis se describía a sí mismo como un joven y estúpido y que no pensaba con el cerebro. Después de este trabajo juntos se propuso evitar a Audie durante años.


Igual que durante un tiempo se podía decir que el actor clásico del Western era John Wayne, también se podría decir que el clásico del Western de Serie B era Audie Murphy (aunque físicamente en las antípodas, apenas medía 165 centímetros que casi le impidieron alistarse en el ejército), que se inició en el cine por la insistencia de James Cagney.

Fue soldado, distinguido por obtener el mayor número de condecoraciones existentes del Ejército de los Estados Unidos hasta el momento. En 27 meses de acción de combate en la Segunda Guerra Mundial, fue herido en tres ocasiones, y se le acreditó haber participado en más de 300 misiones y haber comandado muchas otras. Murphy se convirtió en el soldado estadounidense más condecorado de la Segunda Guerra Mundial. Recibió la Medalla de Honor, máximo galardón militar de Estados Unidos, por su valor, junto con otras 32 medallas de ese país, cinco de Francia y una de Bélgica

Además su infancia tampoco fue fácil. Su padre le abandonó y posteriormente murió su madre. Quedó huérfano con dieciséis años y con hermanos pequeños a los que mantener.

Una historia triste la de su vida y un ejemplo de valor y superación.


En definitva, lugares sorprendentes, buena fotografía y una historia bien argumentada se combinan para hacer una película bastante entretenida.










Valoración:                                6/10














17 diciembre 2023

Pasiones en Kenia (1987)

 







Hacía un tiempo que no me daba un paseo cinematográfico por África, y como vi que todavía tenía reservas, y aprovechando el fallecimiento de un actor que trabajaba en esta película, me pareció un momento inmejorable para verla.

Una película con un gran reparto, y donde supuestamente el actor recientemente fallecido, Joss Ackland, parecería el quinto o el sexto en discordia, resultó ser el protagonista, en una de las primeras veces que le veo en pantalla, o por lo menos que me percato de ello, y posiblemente en el mejor papel de su carrera.


Y es que en el reparto, casi exclusivamente británico, podríamos considerar, apriorísticamente, unos cuantos actores más importantes que Ackland.

Empezando por un gran actor en mi opinión como Trevor Howard, ya en la recta final de su carrera y de su vida, fallecería tan solo un año después, y ni aún así fue su último papel. En su época final me recuerda por momentos al gran Spencer Tracy, y casi todo lo que he visto suyo de un tiempo a esta parte me ha resultado interesante. Parece ser que los productores querían despedirle de la película por problemas alcohólicos, pero su presencia, a pesar de su papel secundario siempre aporta.

Greta Scacchi, una actriz australiana de origen italiano, bastante poco valorada, o muy valorada depende como se mire, eso sí, por su físico o más concretamente por sus pechos, que no tiene reparos en mostrarlos. Le guardo un gran paralelismo con Eric Roberts en el lado masculino, y más desde que los vi juntos en Coca-Cola Kid, dos actores que a mi me gustan y que no merecen unas críticas habitualmente tan pobres.
No hay ningún solo personaje protagonista masculino en la película que no beba los vientos por el personaje de Scacchi, y es que difícilmente se la pueda encontrar en otra película tan deslumbrante como en ésta, y sorprende que no fuera una estrella de la época, ya que en cierto modo me da un cierto parecido con Sharon Stone.

A John Hurt le había visto este año cuando revisioné un clásico de mi infancia, Fuga de Noche. Un actor muy sobrio y serio habitualmente, aunque interpreta un papel introvertido y lacónico, hasta que en la parte final esboza alguna palabra más.

Además, un Charles Dance, que se me asemeja en actuación con otro británico como Michael Caine, aunque quizá un mínimo escalón por debajo de los anteriores.

Y otros dos actores que parecían a priori más importantes también, aunque en este caso tienen papeles bastante reducidos, son un casi debutante y jovencísimo Hugh Grant y una Geraldine Chaplin, que tan pronto aparece en una película americana, como francesa, como inglesa o como española.


A todos ellos los dirigió Michael Radford, no excesivamente conocido y prolífico, pero con algunas buenas películas en su haber, como 1984 (en ésta también trabajó John Hurt), El cartero y Pablo Neruda o El mercader de Venecia (aunque he de reconocer que con esta me quedé dormido en el cine, cuando todavía iba).

Una película basada en una novela de James Fox (no confundir con el actor de mismo nombre), que a su vez estaba basada en hechos reales. El escritor y un compañero empezaron a investigar sobre los hechos en 1969, desplazándose incluso hasta Kenia para informarse mejor, y la novela vio la luz finalmente en 1982.


Dentro de los patrones habituales que suelen deparar las películas africanas, que como ya he dicho alguna vez suelen ser

- Películas de aventuras o safari
- Películas sobre tribus o zonas geográficas de África
- Películas sobre europeos que van a África a hacer negocios


En este caso me quedé un poco descolocado, y aunque la podríamos englobar en el tercer grupo, digamos más bien que es un grupo importante de la burguesía o aristocracia adinerada de un país europeo (en este caso Gran Bretaña), establecido en África sin que aparentemente casi ninguno de ellos desempeñen trabajos que justifiquen su alto nivel de vida. Así que no está mal aportar un nuevo guión de película un tanto diferente a los habituales sobre territorio africano.

Pero bueno la película es mucho más, hay muchos matices a valorar. Es en parte un asesinato misterioso, en parte un estudio sociológico y en parte una historia anterior a la Segunda Guerra Mundial. Colonialismo de África Oriental, en parte romance, en parte relaciones que se acercan a las orgías ... pocas veces la podredumbre social ha sido fotografiada más bellamente que aquí.

Una buena película británica no tiene mucho que envidiarle a una americana.










Valoración:                               7/10












01 marzo 2022

Sin testigos (1975)

 




Después de un fin de semana muy baloncestístico, con la Copa del Rey y el All Star de la Nba, me apetecía ver una película en torno al baloncesto, y tenía esta apuntada.

Aunque como cabía la posibilidad, el baloncesto realmente es algo casi residual, está ahí flotando en el argumento, pero apenas se ven dos o tres escenas jugando. Y es que me es difícil encontrar una película sobre este deporte en el que realmente se le dé un poco más de protagonismo, porque a día de hoy si me preguntas por baloncesto en el cine, lo relaciono con comedias tirando a cutres y de poco interés, y lo que más asocio es, evidentemente Space Jam, aunque no me gusta, De pelo en pecho, donde si que hay un interesante partido de baloncesto, o Los blancos no la saben meter.

Por ejemplo en fútbol, me parece que está mucho más conseguida una película que siempre ha estado entre mis favoritas, Evasión o Victoria.



Aquí una lista de películas de baloncesto a la que tendré que echar un vistazo a ver si rescato algo más interesante.





Así que me quedó una película del género Blaxploitation, aunque no la típica de acción con Fred Williamson o Jim Brown, si no un drama con otros actores de raza negra importantes como Moses Gunn o Bernie Casey y etiquetado en los títulos de crédito como "introducing", o sea debutando podríamos decir, Laurence Fishburne, acreditado como Laurence Fishburne III.


No es muy habitual hoy en día que los actores famosos hayan tenido ya alguna actuación cuando son casi niños, cosa que era más habitual en la época clásica de Hollywood, si no que debutan ya siendo mayores de edad después de estudiar actuación.

En cambio Fishburne a la edad de 10 años apareció en su primera obra,  en un teatro pequeño y estrecho en Manhattan. Presentándose a sí mismo como Larry Fishburne durante esta fase inicial, nunca estudió ni se formó en la técnica de la actuación.

A los 14, Francis Ford Coppola lo eligió para Apocalypse Now (1979), que filmó durante dos años en Filipinas. Laurence no trabajó durante otro año y medio después de este largo episodio. Coppola quedó lo suficientemente impresionado con Laurence como para contratarlo nuevamente, con papeles destacados en La ley de la calle (1983), Cotton Club (1984) y Jardines de piedra (1987).

Llegando en los 90 quizás su época de mayor éxito, con tres películas especialmente, Los chicos del barrio, Fugitivos encadenados y Matrix.


Algunos investigadores consideran que la trama de esta película es similar a los tiroteos y muertes de afroamericanos en la vida real a manos de las fuerzas del orden que el movimiento Black Lives Matter ha expuesto recientemente como racismo sistémico cuando se trata de afroamericanos. 
El tiroteo y la muerte de Trayvon Martin en 2012, muchos años después del estreno de la película, se considera muy parecido al argumento de esta película.









Valoración:                                 6/10














13 octubre 2020

Conducta inmoral (1993)

 







Una de las actrices más importantes de los últimos 20 años, por la que he ido alguna vez al cine y de lo poco que salvo de este siglo XXI, es Naomi Watts.

No sé exactamente cuando empezó a despegar su popularidad y reputación, supongo que a partir de Mullholland Drive de David Lynch, un director al que me niego a ver más después de ver algún fragmento de alguna película suya, y que después prosiguió con The Ring, 21 gramos o King Kong.

Me puse a investigar a ver hasta donde se remontaban sus inicios y me encontré con que tenía esta película de principios de los 90, que es una época que se suele adaptar a mis gustos.

Junto a ella comparte protagonismo Jimmy Smits, un actor con un rostro muy reconocible pero que no sé muy bien a que asociar esa familiaridad, supongo que a la serie de finales de los 80, La ley de Los Ángeles.

Con rasgos claramente caribeños, desciende de madre dominicana puertoriqueña y padre de Surinam, de ahí el apellido Smits, también  bastante reconocible como holandés.
El caso es que, a pesar de lo familiar que resulta, su filmografía no es extensa y es poco conocida, siendo yo creo ésta la primera película que veo.

Una producción australiana, de la que sigo viendo películas interesantes, y más de las que esperaba, en este caso sin recaer el protagonismo en actores autóctonos, pero por ejemplo Naomi Watts da un gran parecido con Nicole Kidman.

Una película que podríamos calificar como thriller, un género bastante típico de esos primeros 90's, habitualmente a través de TV Movies, y que en este caso mezcla algunos asuntos habituales, como acoso, abusos, denuncias, juicios ...

La película no es una maravilla, pero me ha valido para ver a una de las primeras Naomi Watts, y presentarme a Jimmy Smits, y aporta por ejemplo de novedoso, interesante y diferencial, algunas notas de jazz que suenan bastante bien.









Valoración:                            5/10













09 julio 2020

La mujer de paja (1964)







Siempre que llega el 4 de julio me gusta comprobar que actores o actrices cumplen años ese día, ya que hace referencia a una famosa película "Nacido el 4 de julio", protagonizada por Tom Cruise, que curiosamente nació un 3 de julio.

Tenía dos opciones, una Eva Marie Saint, que cumplía 96 años, y otra Gina Lollobrigida, que cumplía 93. Me decanté por esta segunda ya que quería unirla al club de actrices a las que últimamente estoy dedicando una película, como Claudia Cardinale, Catherine Deneuve o Jacqueline Bisset.

Es otra de las bellas actrices italianas que en aquella época tuvieron bastante éxito, junto a las Silvana Mangano, Rossana Podestá, Claudia Cardinale, Virna Lisi ... y sobre todo Sofía Loren, que quizás las eclipsó un poco a todas.


De entre lo que podía escoger rápidamente me llamó la atención esta película que desconocía con Sean Connery, justo después de rodar sus dos primeros papeles de James Bond y por tanto con una gran fama ya.
Aunque inicialmente parece un actor secundario eclipsado en la primera parte de la película
por la interpretación que hace Ralph Richardson (que impresionó mucho a Connery) ... y el actor de doblaje correspondiente que lo hace tan bien o mejor que él.

Se dice que durante el rodaje Connery y Lollobrigida no tuvieron especialmente buena química y parecían no llevarse bien.
Había preocupación en que Connery interpretara a un villano y que esto pudiera comprometer o perjudicar la imagen de héroe que se había creado en torno a él
en sus recientes películas.

A pesar de que la película tuvo un pobre éxito en taquillas como se lamentaba años después Connery, a mi me ha parecido bastante interesante y la trama va poniéndose muy interesante en la parte final, aunque a pesar de que parezca complicado adivinar a mitad de película como se va a desarrollar, si que 
ya aproximándose al final intuí que el final iba a ser parecido a como se produjo.










Valoración:                               7/10












27 junio 2020

Una árida estación blanca (1989)









Para completar esta trilogía por África elegí esta película (rebuscando entre la filmografía de Jürgen Prochnow que recientemente había cumplido años), ya que el título me evocaba a la situación actual, por el calor sofocante que empieza a hacer sin lluvias donde vivo.

Pero claro, no tenía ninguna referencia más allá del título, y en cuanto vi comenzar la película supe que era otro tipo de película africana, una de las varias que se rodaron durante el Apartheid sobre el problema racial que se vivía en Sudáfrica. Temas raciales muy de actualidad por los sucesos que han ocurrido en Estados Unidos recientemente.

Película dirigida por la francesa, nacida en Martinica, Euzhan Palcy, que se convirtió con esta película en la primera mujer negra que dirigía una película importante en Hollywood. La película tardó hasta 5 años en rodarse y lo hizo con un presupuesto muy bajo, ya que todos los actores se ofrecieron a rebajarse sus sueldos, incluso algunos como Marlon Brando lo hicieron por el mínimo estipulado.

Fue una de las varias películas que durante finales de los 80 y principios de los 90 se rodaron contra el Apartheid, siendo otras

- Grita Libertad (1987)
- Un mundo aparte (1988)
- Lethal weapon 2 (1989)
- La fuerza de uno (1992)
- Bopha! (1993)

Y la última sobre este tema antes de que Nelson Mandela saliera de la cárcel después de muchos años encerrado.

A pesar de tener un papel de corta duración en la película, la presencia de Marlon Brando era muy importante, dado su gran bagaje. 
Con esta interpretación consiguió la última de sus 8 nominaciones al Óscar, ésta al mejor actor de reparto, aunque la perdió frente a Denzel Washington.
Brando llevaba 9 años sin actuar y se le notaba un estado de salud frágil. Sus escenas fueran rodadas en tan solo 8 días.
La directora dijo que todos los actores y actrices estaban entusiasmados ante la oportunidad de poder trabajar con Brando.

El propio actor se quejó que la Metro Goldwyn Mayer (el proyecto lo inició la Warner Bros) recortó y modificó sus escenas para que pareciera que el Apartheid era algo del pasado, y dijo que habían eliminado su mejor escena.

Completando el buen reparto aparecen Donald Sutherland, que encarna al personaje principal de la película, con una buena actuación, Susan Sarandon, con un papel menor también, y antes de alcanzar su mayor popularidad y el mencionado actor alemán Jürgen Prochnow.

La situación era compleja por aquellos tiempos, el escritor de la novela en la que se basa la película fue prohibido en Sudáfrica, varios actores que interpretaron a policías blancos fueron exiliados y los que interpretaron a la población negra temían represalias del gobierno después de volver de la principal sesión de rodaje que fue en Zimbawe.










Valoración:                                     7/10