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19 abril 2025

Adán y Eva, la primera historia de amor (1983)

 







Ya que mis problemas de salud me impiden participar de manera activa en la Semana Santa, como me gustaría y mis creencias y mi fé me invitan, decidí hacer un esfuerzo, ya que estas semanas me está costando mucho ver películas y sobre todo comentarlas, y rebusqué un poco alguna película no habitual de estas fechas pero si que estuviera relacionada de alguna manera con ellas.

La historia de Adán y Eva, aunque conocida por todo el mundo, ya que está en el Génesis, al inicio de La Biblia, nunca ha tenido un peso importante en los pases cinematográficos de estas fechas, que por otra parte son bastante repetitivos, aunque no por ello poco interesante, ya que a mi personalmente siempre me agrada ver un rato de los grandes clásicos de estas fechas.

Y aunque no haya ninguna película importante que trate la historia de Adán y Eva, si que hay varias que hasta lo llevan en el título.

Tenía tres alternativas:

Dos películas mejicanas, en color, una con el título tal cual, Adán y Eva (1956), y otra llamada El pecado de Adán y Eva (1969), con un interesante Jorge Rivero, pero que presumiblemente estarían en castellano latino, y siempre desluce un poco la película, así que me decanté por la tercera opción cronológicamente, como es ésta Adán y Eva, la primera historia de amor (1983).


Como cabía esperar, siendo desconocida y totalmente atemporal de las grandes producciones cinematográficas de temática biblíca, era difícil esperar una película excesivamente interesante.

Parece ser una coproducción italo-española, pero veo pocos indicios de esa parte española, ni actores, ni localizaciones de rodaje aparentes.

El director le dedica pocos minutos a la estancia de Adán y Eva en el paraíso, aunque nos muestra una versión idílica del mismo, con un paradisíaco lugar entre cascadas y playas vírgenes, que no me ha sido posible identificar, y se centra en ofrecernos una visión de lo que pudo ser la vida de los protagonistas de la creación de Dios en su destierro del paraíso y su transitar por la tierra.

Pero claro, no sé muy bien si el director o sus guionistas nunca habían leído la Biblia, eran poco creyentes, les resultaba aburrida ... o es que precisamente habían visto la famosa película El lago azul (1980) de Randal Kleiser, pero la sensación que da es que la película toma muchas ideas de la película que catapultó a Brooke Shields y desarrolla una historia poco acorde al texto de la Biblia y además de mucha menos calidad que la película a la que intentaba imitar o parecerse (siempre se aprovechan películas de mucho éxito para hacer otras parecidas y aprovechar el tirón de la original para hacer buena taquilla).


Evidentemente las actuaciones son muy flojas, los diálogos muy pobres y la expresividad bastante deficiente, pero no habría que cargar todas las tintas contra los actores, si no más bien contra los que dirigieron el enfoque de la historia.

Para completar el cúmulo de defectos y cosas que no aportan nada y devalúan la película, están las multiples tomas de archivo, que simplemente por el cambio de calidad de imágenes debería darles vergüenza haberlas metido (más allá de que no sean creíbles en si), con animales salvajes como si fueran mansos y domésticos y catástrofes terrestres y ambientales claramente recortadas de algún documental e insertadas sin mucho sentido en medio de la historia de Adán y Eva, llevándose el colmo del desastre y de lo cutre una suplantación de oso absolutamente grotesca. Si estás bebiendo algo mientras ves la película, cuando llegues a este momento pensarás si la bebida es lo que creías que estabas bebiendo o por el contrario alguien te ha echado alguna sustancia alucinógena en la misma.


Las películas biblícas creo que no tienen un amplío número de potenciales espectadores, y si además distorsionas la historia y la conviertes en una historia sórdida, alejada de las escrituras y además de muy poca calidad, caes en la insignificancia absoluta.










Valoración:                          4/10














04 marzo 2025

El carnaval de las bestias (1980)

 





Buscando entre mis películas alguna que incluyera la palabra carnaval en el título, di con una interesante Carnaval de Ladrones (1967), con un actor que me gusta mucho como Stephen Boyd, y que supuestamente está ambientada, no sé si rodada, en Pamplona, pero era una versión original con subtítulos y me cuesta, prefiero una en español.

Así que la alternativa fue ésta película española, o coproducción hispano-japonesa (hay algunos actores japoneses necesarios para la trama, y vuelve a aparecer el Buda sentado de Kamakura, como recientemente en Siete Noches en Japón), de la mano de uno de los grandes olvidados del cine español, como Paul Naschy. Él, junto con Jesús Franco (o Jess Franco, su sobrenombre muchas veces), fueron quizás más importantes y reconocidos fuera de España que aquí, y habitualmente con películas diferentes al estándar español.

Naschy, aquí también director, fue un actor especializado principalmente en el cine de terror, posiblemente no de la calidad que el americano, pero no estaríamos desencaminados ni sería una comparación absurda si decimos que podía ser el equivalente español a los Vincent Price, Peter Cushing o Christopher Lee, ya que como éstos era un todoterreno del género de terror.

Con un aspecto fornido, había hecho carrera inicialmente como levantador de pesas y luchador profesional, no tenía quizás el aspecto más habitual de un actor, pero si el talento suficiente para ello, y además dotar al cine español con un registro poco habitual y necesario.

En esta película su personaje se llama Bruno, que es el nombre que le puso a su hijo, y el nombre de un cantante español de la época, Bruno Lomas, al que le encuentro cierto parecido. No obstante ni el actor ni el cantante se llamaban así realmente, Paul Naschy nació como Jacinto Molina Álvarez, mientras Bruno Lomas como Emilio Baldoví Menéndez.

Soprende nada más empezar la película escuchar a su personaje con una de las voces más famosas de doblaje en España, y es que en las versiones originales de sus películas, incluso en las dirigidas por él mismo, su voz fue casi siempre doblada por actores profesionales de doblaje, con mayor frecuencia José Guardiola o Simón Ramírez. Un caso poco frecuente en el que utilizó su propia voz fue en La noche del ejecutor (1992).


Interpretó varias veces el personaje de hombre lobo, con el nombre de Waldemar Daninsky. Al respecto de ello decía "Sencillamente, soy yo. La lástima es que no puedo convertirme en un hombre lobo en la vida real. Con demasiada frecuencia me gustaría hacerlo. Es evidente que en las obras de cada hombre hay mucho de su verdadero yo. Al igual que Waldemar, yo también he sido dejado de lado y malinterpretado. He pasado toda mi vida nadando contra la corriente."

Paul Naschy resulta ser el mayor actor del cine de terror de la Europa continental con su personaje clásico, el inolvidable Waldemar Daninsky. Fue actor, guionista y director de diversas películas sobre el personaje basado en el personaje ficticio, el conde polaco Waldemar Daninsky. La primera película sobre Waldemar fue La marca del hombre lobo (1967) de Enrique Eguiluz, después La noche de Walpurgis, La furia del hombre lobo, El doctor Jekill y el hombre lobo, El regreso de Walpurgis, El aullido del diablo, La bestia y la espada mágica (1982) que se filma en Japón y por último Licantropo (1998). Después de El antojo fue tal desastre de taquilla que Naschy se declaró en quiebra. Se vio obligado a acudir a Japón para realizar documentales de artistas, y obtuvo financiación de productores japoneses para ésta, la primera coproducción hispano-japonesa y a la que siguió La bestia y la espada mágica. Ambas están  producidas bajo los estándares habituales de Paul Naschy.


Nos encontramos ante una película rural española, diferente, interesante, sin mucho que envidiar a ciertas películas de terror americanas o británicas, porque el guión es sólido, intersante y novedoso con respecto a lo que yo he visto.

El terreno elegido para el rodaje bien podría pertenecer a la sierra de Guadarrama e incluso el pueblo que se ven en una toma de fotografía ser el de Lozoya, ya que Naschy era madrileño y el terreno se presta perfectamente para esta película.

No hay actores excesivamente conocidos entre el reparto, algunos pueden sonar vagabamente, sin que por ello desentonen en su personaje. Luis Ciges o Paloma Hurtado, una de las famosas hermanas del Un, dos, tres, son los más familiares.

La película, aunque pudiera parecer un slasher típico de los años 80, más que de terror a mi me parece un auténtico misterio. Van sucediendo cosas, a veces un poco confusas o inconexas debido a la excesiva utilización de flashbacks (recurso que no me gusta nada), muchas de ellas no se muestran totalmente para mantener el misterio y aunque uno cree saber por donde va la trama, el giro final es fantástico y sorprenderá a todos, siendo para mi ingenioso, diferencial, inesperado y poniendo un fantástico fin a la película.

La película nos transmite dos lemas, el primero que no se puede confiar en nadie y que el hombre siempre está dispuesto a aprovecharse de su prójimo, y que las apariencias engañan, y en este caso como un criminal y dos bellas jóvenes invierten sus papeles ya que la confianza de una parte en la otra le hizo bajar la guardia y no ver venir el peligro.

¡Probad un poco de este guiso de terror español!









Valoración:                          6/10












10 enero 2025

Caballos Salvajes (1973)

 





Aunque los directores de cine son mucho menos conocidos que los actores, hay algunos nombres que rápidamente los puedes asociar con un género especialmente o con alguna de sus películas, aunque no es sencillo adivinar ágilmente el director de muchas películas.

Y de John Sturges, los aficionados al western o al cine de los 50 y 60 les será fácil asociarlo al género del western en general y en particular especialmente a Los Siete Magníficos (1960) y La Gran Evasión (1963), aunque tiene otro puñado de películas notables para mi, como

- Fort Bravo (1953)
- El Sexto Fugitivo (1956)
- Duelo de Titanes (1957)
- Desafío en la Ciudad Muerta (1958)
- El Último Tren de Gun Hill (1959)
- Estación Polar Cebra (1968)
- Joe Kidd (1972)


De todas maneras, parece ser que no acabó la película y fue reemplazado por el italiano Duilio Coletti, y es en esta parte final de la película donde se encuentran pifias, que posiblemente sea difícil de detectar, pero que son detalles de falta de experiencia en este género o de terminar una película de manera precipitada.

En ésta, su antepenúltima película (y su último western), en la que el protagonista es Charles Bronson, al que ya dirigió en Los Siete Magníficos y La Gran Evasión (también en otras dos menos conocidas El Caso O'Hara (1951) y Cuando Hierve la Sangre (1959)), parece que algo no encaja, con esos dos puntales estamos ante una película prácticamente desconocida, aunque es cierto que ya es un año tardío para una película clásica de western.

Cuando empiezan a aparecer los títulos de crédito y luego con las primeras imágenes se confirma el por qué, y es que aunque uno no se imaginaría a John Sturges y Charles Bronson haciendo un Spaghetti Western, pues realmente se trata de uno, quizás no tan parecido a los clásicos de Clint Eastwood, pero evidentemente se nota que no estamos en Arizona o Utah y que no tiene el mismo encanto que las películas rodadas en estos territorios, y aunque se intenta ambientar la película en Nuevo Méjico, el rodaje se realizó en la cuna del Spaghetti Western, Almería.

Además con el colofón en los títulos de crédito de Guido y Maurizio de Angelis en la banda sonora, unos muy prolíficos autores italianos, especialmente asociados a las películas de Bud Spencer y Terence Hill.

Realmente es una coproducción entre Italia, España y Francia, aunque los roles más importantes son extranjeros, los estadounidenses Sturges y Bronson y la británica Ireland. Italia puso al productor Dino de Laurentis (también Sturges es productor en esta película), y bastantes secundarios y roles del backstage, mientras que España principalmente aporta el escenario de la película, así como actores secundarios (parece ser que los actores caracterizados como indios eran gitanos autóctonos españoles), mientras que Francia aporta a uno de los secundarios más importantes.


El complemento de Charles Bronson lo aportan Jill Ireland y un imberbe Vincent Van Patten. Ireland era en ese momento la mujer de Bronson, con la que trabajó en varias películas (irónicamente decía que aparecía en tantas películas con Bronson porque ningún otro quería trabajar con él). Antes de estar casada con él lo había estado con otro actor importante como David McCallum, curiosamente sus dos maridos trabajaron juntos en La Gran Evasión.

Tuvo hasta cinco hijos, con lo cual priorizó su papel de madre y su familia a su carrera de actriz. Además también uno adoptado que falleció de una sobredosis en 1989. Ella por desgracia tampoco gozó en buena salud, y le diagnosticaron un cáncer de mama en 1984, y aunque batalló contra él, finalmente le arrebató la vida prematuramente con 54 años.

Vincent Van Patten, a pesar de este escaparate no logró hacer una carrera exitosa en el cine, y quizás su mayor logro fue estar casado con una de las atractivas actrices de los años 80, como Betsy Russell.


Aunque la película está basada en un libro, que evidentemente no me he leído, hay dos características poco comunes en el género western que están bien introducidas y desarrolladas, como es la presencia infantil muy poco habitual y el del ganado caballar, también poco frecuente, a pesar de que los caballos sean un elemento imprescindible en un western.

Estos dos detalles diferenciadores compensan la escasa calidad de los secundarios o el escenario principal elegido como localización, además con pocas ubicaciones alternativas. No obstante se ven algunas praderas y algún cañón interesante que no desmerecen algunos escenarios de westerns americanos y el ecosistema elegido para el rodaje va cogiendo empaque con el paso de la película y genera un lugar interesante.

Bronson, uno de esos tipos duros de toda la vida, a caballo entre el western y la acción, se mantenía en perfecta forma pasados los 50 años, al estilo de otros como Clint Eastwood o Kris Kristofferson, y su potente presencia es un argumento suficiente para sentarse tranquilamente a ver la película.

Una bonita historia de aquellos que quieren vivir solos y aislados de la sociedad y de como los terratenientes o grandes tenedores llegan hasta el mismo confín del mundo para atormentar a estas personas y no dejarles cumplir su ideal de vida.









Valoración:                          6/10













07 diciembre 2024

En busca del avión perdido (1981)

 




Este año se han cumplido 30 años de la muerte de George Peppard, sin duda el mejor actor de El Equipo A, no porque el resto fueran malos, si no porque Peppard era ya bastante conocido y reconocido antes de la serie, y para mi un gran actor.

De hecho después de El Equipo A apenas ya realizó alguna TV Movie y poco más, entre sus últimos trabajos Silencio de Cristal (1989) que ya vi y comenté en este blog y que me tocó la fibra al tratar el tema del cáncer, y en una persona joven.

Tampoco fue el más prolífico de los actores de la serie, pero si el único que puede ser recordado por otros motivos distintos a su papel de Hannibal en El Equipo A, o incluso gente que directamente le conozca por alguno de sus exitosos papeles en la gran pantalla sin necesidad siquiera de haber visto la serie.

Y es que en un breve espacio de tiempo concatenó cuatro grandes interpretanciones en cuatro notables películas que le mantuvieron durante algunos años en el estrellato, a pesar de que luego perdió protagonismo rápidamente (parece ser que tuvo problemas con la bebida durante la década de los 70) hasta que aterrizó en la serie por la que muchos le conocemos.

- Con él llegó el escándalo (1960)
- Desayuno con diamantes (1961)
- La conquista del oeste (1962)
- Los insaciables (1964)

Además fue la elección original para el papel que finalmente interpretó Steve McQueen en Los 7 Magníficos (1960), lo que le hubiera dado un repóker de grandes películas. Curiosamente luego trabajó en Los 7 Magníficos del Espacio (1980).

Aunque su personaje de John Hannibal Smith aparentemente tenía un carácter agradable y bromista, parece ser que Peppard no caía bien en el set de rodaje, ya que discutía y cuestionaba muchas cosas y en alguna ocasión le costó algún papel. Y quizás fuese el motivo de su decadencia o ausencia de papeles importantes a partir de los años 70.


Mirando su filmografía, quitando lo que ya había visto o fuera muy famoso, me llamó la atención ésta, porque echando un vistazo además tenía un aliciente diferente, la elección de Nueva Zelanda como lugar de ambientación y rodaje de la misma.

Un país que a nivel cinematográfico solo está en el mapa gracias a las aportaciones de Peter Jackson, sobre todo por su trilogía de El Señor de los Anillos.
Aunque el productor de esta película, Antony I. Ginnane, debido a las disputas sindicales que le llevaron a trasladar la producción de esta película de Australia a Nueva Zelanda, rodó allí cuatro de sus siguientes cinco películas: Prisoners (1983), En estado de shock (1985), Dead Kids (1981) y La segunda oportunidad (1984), así que tengo material para explorar ... si es que esas películas están en castellano.

Así que estamos ante una película multinacional, que podríamos considerar como británica, americana, australiana y neozelandesa.

Del lado británico, su director David Hemmings, que curiosamente dirigió 9 episodios de El Equipo A, pero que era principalmente actor, y Donald Pleasence, al que podríamos considerar el más protagonista de la película, y que yo recuerde, sería el primer papel protagonista que le veo, siempre secundario de lujo para cualquier película.

Por parte estadounidense, el propio Peppard y el resto de actores principales de la película, Ken Wahl y Lesley Ann Warren.

Por parte australiana ha venido mi sorpresa, que podría ser su guionista Everett De Roche, aunque nacido en Estados Unidos, debió de trabajar casi toda su vida en Australia, donde falleció.
De su cosecha son muchos de los guiones de películas australianas que he ido descubriendo y que tanto me han gustado, como por ejemplo:

- Carretera mortal (1981)
- Razorback (1984)
- El secreto del lago (1986)
- Windrider (1986)


Esta película está basada en un hecho real sobre la desaparición durante la Segunda Guerra Mundial de un avión militar estadounidense DC-3 que transportaba la nómina de la Flota del Pacífico estadounidense y que se estrelló, pero que luego fue encontrado frente a Cabo York, en el norte de Queensland, Australia. El guionista Everett De Roche ha dicho que concibió la película a partir de esta historia, que le había contado uno de sus vecinos en Mount Isa, en Queensland, Australia.

También del lado australiano, la banda sonora, a cargo de Brian May, autor también de varias bandas sonoras de películas australianas destacadas, y que por algunos momentos suena muy parecida a la canción principal de La Gran Evasión.

Y por la parte neozelandesa la ubicación e infraestructuras de la película, todo un placer para el sentido de la vista, y algunos técnicos y actores secundarios.
La película fue la primera coproducción de gran presupuesto de Nueva Zelanda (6 millones de dólares).

La película se hizo en Nueva Zelanda en lugar de Australia debido a una disputa sobre la equidad de los actores australianos. Esto se debió a la negativa a permitir que cuatro actores extranjeros, Ken Wahl (estadounidense), Lesley Ann Warren (estadounidense), Donald Pleasence (británico) y George Peppard (estadounidense) fueran elegidos para los cuatro papeles principales de la película, por lo que no habría ningún actor australiano en ninguno de estos papeles protagonistas. El productor Antony I. Ginnane llevó la producción a Nueva Zelanda y, debido a la mudanza, el director original de la película, Richard Franklin, que trabajaba regularmente con el guionista de la película Everett De Roche, abandonó la película.

Podría haber sido muy de mi gusto, pero tiene cosas que no me han agradado nada.
Empezando por un doblaje pobre, voces que no me sonaban de nada y en especial la de Peppard horrible y nada acorde a él, aunque bueno, si acorde con su papel absurdo en la trama, cosa para la que hay que valer también.

Y luego, otra vez, una mezcla de comedia mala con una aventura buena, y una acción ridícula, muy del estilo Equipo A, donde se gastan cargadores enteros de munición sin que nadie reciba ni un solo balazo.

Luego leyendo he encontrado que esto es lo que se buscaba,  ya que fue concebida originalmente como una aventura cómica al estilo de El mundo está loco, loco, loco, loco (1963).


La película está dedicada al coordinador de lanchas motoras Colin Robinson y a los conductores de lanchas motoras John Rillstone y Bill Clarke , quienes murieron durante el rodaje de las secuencias de lanchas motoras. La dedicatoria incluida en los créditos finales dice: "Esta película está dedicada a John Rillstone y a Bill Clarke y Colin Robinson, quienes perdieron la vida en el río Kawarau, Queenstown, mientras operaban lanchas motoras".









Valoración:                            6/10














26 octubre 2024

El misterio de la jungla negra (1964)

 







Aunque tenía esta película como El Misterio de la Isla, veo que en IMDb tiene oficialmente éste otro título. Sea como fuere, igual que decía en la anterior película, hay palabras que incluídas en el título de la película me suelen seducir a decidirme por ellas, y tanto isla como jungla también están entre ese surtido de palabras.

Estamos ante una película basada en una novela del escritor italiano, veronés para más señas, Emilio Salgari. Todavía tengo en casa un par de libros suyos, que junto con otros tres de Julio Verne, conformaron los primeros libros que nos compraron nuestros padres para intentar introducirnos en el hábito de la lectura.

Un escritor un tanto trágico, tanto a nivel personal como familiar. En 1889 se suicidó el padre de Salgari, y fue el primero de una cadena de suicidios familiares, que incluye el del propio escritor (1911), el de su hijo Romero (1931) y el de su otro hijo Omar (1963).

Los libros que tengo suyos son los más famosos seguramente, Sandokán y El Corsario Negro, los cuales se han llevado en muchas ocasiones a la gran pantalla, con varias películas acerca de dichos personajes, e incluso hasta recuerdo una serie de dibujos animados de Sandokán.


Su temática habitual solían ser este tipo de aventuras, marítimas en muchos casos, y ambientadas principalmente en la zona de La India o alguna también en África, pero siempre en el entorno que entre ambos continentes ocupa el Océano Índico.

Curiosamente vi la película el día que se cumplía el aniversario de la muerte de su director, Luigi Capuano, que llevó varias de estas películas de Emilio Salgari al cine ... o desconozco si alguna no lo era, pero en todo caso, de clara inspiración en sus obras, como 

- La tigresa de los siete mares
- Sansón contra el Corsario Negro
- La venganza de Sandokán
- El leopardo de Sarawak
- El aventurero de tortuga

Que junto con ésta, componen el núcleo central de la filmografía de este director.


Así que me volví a encontrar transportado al siempre fascinante territorio de La India (bueno, fascinante en aquella época, o fascinante fuera de las grandes mega ciudades que ha en el país, absolutamente colapsadas y contaminadas).

En esta película aparece la figura de la Diosa Kali, una de las principales del hinduismo, y la cual conocía de uno de los episodios de mi querida serie de dibujos animados La Vuelta al Mundo de Willy Fog, a su paso por este país.

Si alguien tiene curiosidad por saber algo acerca de esta Diosa, aquí puede hacerlo


La película evidentemente debía tener un presupuesto bajísimo y carece de excesivo interés, sin destacar prácticamente nada de la misma.

Dentro del reparto os podréis encontrar dos caras medio conocidas, como son Guy Madison y Peter Van Eyck, uno de los pocos actores alemanes destacados de la época, aunque con nombre más Neerlandés, y nacido en un territorio que hoy forma parte de Polonia. Si no habéis visto nada de él, os recomiendo que lo hagáis, si hubiera sido contemporáneo nuestro y nos lo encontráramos por la calle, se podría decir instantáneamente que es actor.

Evidentemente este bajo presupuesto se refleja en unas localizaciones exteriores realmente cutres y deficientes, que le pueden hacer pensar a uno que están en cualquier zona cercana y no en La India. La decoración interior es de lo mejor de la película, aunque básicamente queda reducida a un único escenario, y el vestuario no está mal sin ser excesivamente atractivo.

Complementan y añaden algo de interés a la película, algunas escenas de serpientes y otra con una lucha contra un tigre, que en ambos casos si que consiguen transportarte más a La India, siendo dos animales claramente autóctonos.

Creo que la película tiene una conexión con La Secta de los Falsarios que vi hace poco, con la secta de los Thuggees, y con que ambas tratan también acerca del colonialismo británico en el país, aunque parecen dos películas completamente diferentes solamente por las localizaciones, y evidentemente por la diferencia de años que hay desde la realización de una hasta la otra.










Valoración:                            4/10














01 abril 2024

Scheherezade (1963)

 





Con las existencias de películas realcionadas con la Semana Santa o con La Biblia un poco maltrechas, este año no pude innovar y ver alguna inédita.
Y tampoco he visto ninguno de los grandes clásicos que habitualmente todavía reponen en los canales de televisión por estas fechas.

Especialmente tengo predilección, y casi siempre que las ponen les dedico un rato, por:

- Ben Hur
- Quo Vadis
- Barrabás (esta la echan esta noche, aunque quizás un poco fuera de lugar ya)
- Los diez mandamientos
- Rey de Reyes
- Sodoma y Gomorra


Y luego hay otra serie de películas que he visto menos y que ya hace mucho tiempo, y que algún día debería volver a ver, como:

- Sansón y Dalila
- La túnica sagrada
- Salomón y la reina de Saba


Tendré que seguir investigando, sobre todo, seguro que tengo o hay por ahí alguna versión de Adán y Eva que tengo curiosidad por ver.


Para suplir este tipo de escasas películas (o no tan escasas, pero no tengo especial interés por muchas de las miniseries que se hicieron en los 70 y los 80), de vez en cuando tiro de algún Peplum, que también pegan bastante en estos días (estuve viendo una de las muchas películas de Hércules, pero ni me gustó, y además estaba centrada en el imperio maya), o de alguna película también histórica o que se localice en esa zona de Oriente Medio, como parecía evidente que era ésta, Scheherezade, y que además tenía un pequeño motivo cristiano en el argumento, como era permitir el paso a Tierra Santa a los europeos para visitar la tumba de Cristo.

Una interesante coproducción francesa, italiana y española, con partes y personajes históricos reales, como Carlomagno y Harún Al Rasid, mezclado con otras ficticias.

La parte francesa de la película corre a cargo de su longevo director y guionista, en quizás su película más internacional, y el actor protagonista Gerard Barray, fallecido recientemente, en España, donde estaba asentado tras casarse con una española, y donde rodó la gran parte de sus últimas películas, ya más en el anonimato.

Por la parte italiana, varios actores, entre ellos Giuliano Gemma, que participó en bastantes Spaghetti Westerns y en muchas más películas.

Y por parte española, además de un guionista, dos actores pioneros en películas internacionales en España, hoy prácticamente olvidados por completo, como fueron Fernando Rey y Jorge Mistral, en dos papeles más secundarios, pero con visibilidad.

Sorprende que los otros dos actores protagonistas vinieran de dos países con mucha menor tradición e importancia en el cine, como Dinamarca (Anna Karina), y Portugal (Antonio Vilar, que también se asentó y falleció en España).


Una película totalmente desconocida, entiendo que no con un presupuesto excesivamente bajo. Una película oriental típica con todos sus ingredientes (a veces alguna está rodada totalmente en interiores y le quita el ingrediente fundamental, como pueda ser el desierto), con interiores muy ornamentales y glamourosos, bailes típicos, desierto, vestuario elegante y recargado y varias localizaciones interesantes y apropiadas para el argumento.

Con el trasfondo de los cuentos de Las Mil y Una Noches de fondo, nos encontramos con una película de héroes y villanos, desiertos inóspitos y lujosos palacios, combates medievales a espada y un nuevo romance a tres, como me sucede últimamente en bastantes películas.

Por último, tres elementos que acaban de dar fuerza y vigor a la película.

Por un lado el potente efecto que le da el sistema de grabación Eastmancolor a la película. Aunque fuera el hermano pobre del Technicolor, y supuestamente con el paso de los años parece ser que los colores desteñían, en aquel momento, y la copia que tengo yo lucen radiantes, con una gran paleta cromática.

Por otro, el rodaje, con voces bastante reconocibles y notables de la época, especialmente destacada la del personaje de Gerard Barray.

Y por último, la partitura de André Hossein, con cierto parecido en algún momento a la de Miklos Rozsa de Ben-Hur, y muy a la altura de la película.












Valoración:                                   7/10
















11 octubre 2023

La grieta (1990)

 







Si uno se encuentra en una película a un trío interesante de actores en el año 1990, como son Jack Scalia, interesante e infravalorado actor (y atractivo para las mujeres imagino) con un gran parecido al primer Richard Gere (todavía sin canas), a Robert Lee Ermey, famoso por La Chaqueta Metálica y a Ray Wise, famoso sobre todo por Twin Peaks, pero con una notable filmografía y papeles en algunas películas interesantes, nunca se imaginaría que estaría ante una película española, pero hubo algunos directores españoles que lograron reunir interesantes actores internacionales en películas suyas, independientemente del éxito en taquilla luego de éstas, como por ejemplo Antonio Isasi-Isasmendi, Eugenio Martín, o como en esta película Juan Piquer Simón.

Aunque producida en la sombra por el prestigioso Dino de Laurentiis, ni siquiera sale en los títulos de crédito, así que podríamos decir que es casi íntegramente una producción española, ya que el propio Juan Piquer Simón y José Antonio Escrivá aparecen como productores.

Después de producir Leviatán: El demonio del abismo (1989), por unos 30 millones de dólares, Dino De Laurentiis , aunque no acreditado, decidió financiar esta versión de bajo presupuesto de su propia película de mayor presupuesto.

El director tuvo un intérprete presente en el set para ayudarlo a dar instrucciones a los miembros del elenco estadounidense debido a que no dominaba el inglés. Además también contaba con la participación de varios actores españoles, entre ellos un actor que le acompañó durante la mayoría de sus películas, Frank Braña.

Juan Piquer Simón se especializó en películas de Ciencia Ficción, habitualmente con monstruos o criaturas sobrenaturales, pero sus efectos especiales eran bastante flojos, sobre todo si los comparamos con otras películas del género, y que además son unos cuantos años anteriores.


Estamos ante una de las seis películas de Ciencia Ficción submarina rodadas entre 1989 y 1990.

- Abyss (1989)
- Leviathan: El demonio del abismo (1989) 
- Profundidad seis (1989)
- La fosa del Diablo (1989)
- La grieta (1990)
- Los señores del abismo (1989)


No sé de que fuentes bebería el director para crear esta película, pero parece tener claras influencias en 20000 Leguas de Viaje Submarino, por la criatura que intenta hundir el submarino, o en las películas sobre El Capitán Nemo, por la cueva subterránea en la que sale a flote el submarino.

Aunque también se le pueden encontrar paralelismos, en mi opinión bastante claros, con Alien, tanto en su película original como en la segunda parte.

Y también me guarda cierto parecido con la última película que vi Cavernas Fantasmas, por el parecido de la parte ambientada en una cueva, aunque tampoco ésta (La Grieta) sale excesivamente bien parada en la comparación.


La gran anécdota de la película, es cuando aparece nítidamente en pantalla Pocholo Martínez Bordiú, y aunque es evidente que es él, uno no da crédito y tiene que ir a la ficha de la misma y verificar todo el reparto, para efectivamente corroborar esta curiosa e inesperada aparición.

En resumen, se reunió un buen grupo de actores, pero el restultado final no me parece acorde al plantel contratado. Los actores están bien, y la ambientación y el rodaje en el interior del submarino es decente, pero las escenas submarinas o fuera de la nave son relativamente pobres, siempre en mi opinión, claro está.
La idea de enfrentarse a una raza de criaturas marinas deformes en una caverna submarina especial, realmente podría haber sido muy interesante, pero entiendo que los actores se llevaron todo el presupuesto, que además parecía ser bajo, y la puesta en acción quedó por debajo de lo esperado.












Valoración:                                         4/10













27 agosto 2023

Vértigo en la pista (1980)

 







Siguiendo con el cine europeo me puse con esta coproducción entre Italia, España y Alemania, aunque es básicamente una película italiana, ya que el director y el actor protagonista son de este país. Podríamos dejar el peso de cada país en la película en 60%-30%-10%.
Aunque eso si, se ambienta en tres grandes premios de Fórmula 1, cada uno en uno de estos países.

El cine italiano a principios de la década de 1960 se caracterizó por películas del género como Peplum,  luego crearon y agotaron el género Spaghetti Western, ya más en los 70 películas de espías, de terror, con tintes góticos en ocasiones, películas bélicas, bastantes películas policíacas y el género Giallo (el equiparable al género Slasher americano).

El actor principal es Fabio Testi, al que hasta hace un tiempo desconocía, y al que recuerdo cuando era niño venir como invitado estrella a algún programa de televisión en España, como el mítico Qué Apostamos, y que tocó casi todos esos géneros o subgéneros que he comentado en el párrafo anterior.

Me guarda un cierto paralelismo con Alain Delon por constitución física y facciones, aunque Delon creo que resultaba más atractivo para las mujeres. Pero creo que por aquella época eran los referentes masculinos de sus respectivos países.

Aunque también por otro lado, a veces le confundo con Franco Nero, un actor italiano coétaneo suyo (ambos nacidos en 1941), y que está casado con Vanessa Redgrave.

En 1980 tiene hasta un total de cinco películas, curiosamente en otra también dirigida por Stelvio Massi, Speed Cross, y también como piloto, en este caso de motocross (que es lo que era realmente en el inicio de esta película también). No sé si es que el director quedó insatisfecha con la otra que es anterior y decidió hacer esta para resarcirse.

Por la parte española el protagonismo lo ponen, Paco Rabal, uno de los actores más internacionales que hemos tenido, y el veterano Manolo Zarzo, todavía vivo con más de 90 años.


Una película con cierto aire de nostalgia, no por el aspecto de la gente allá por 1980 (año en el que yo nací), si no por el aspecto mucho más despoblado, menos contaminado y más amable del mundo en general en aquella época y de los alredededores de Madrid en particulas, por los coches de aquella época, las marcas publicitarias que rodeaban las carreras automovilísticas y la presencia de la Fórmula 1 en el Circuito del Jarama de Madrid, que para los que hemos ido allí (en mi caso a ver carreras de camiones), hace echar la vista al pasado y recordar viejos tiempos.

En ese aspecto también me recuerda un poco a otra película italiana que vino a rodar aquí a Madrid, Y si no nos enfadamos con los grandes Bud Spencer y Terence Hill, y que mostraba una ciudad totalmente diferente a la actual, con mucho menos asfalto, muchos menos coches y viviendas y en general una sensación de menos estrés y mejor salud de la ciudad.


No es una película especialmente interesante, pero si que tiene las cosas que he comentado como atractivas, además de que no es un género muy extenso y es difícil encontrar películas de este estilo.











Valoración:                                 6/10














17 febrero 2022

La Araucana (1971)

 





Revisando los cumpleaños del día me topé con el nombre de Elsa Martinelli, y a pesar de sonarme, no recordaba haber visto ninguna película suya.

Quizás no estaba ni en primera fila ni en segunda de las actrices italianas nacidas a finales de los años 20 y la década de 1930, que alcanzaron un protagonismo increíble en Hollywood, llegando en mi opinión a estar a la par de las actrices norteamericanas, en cuanto a cantidad de actrices, y en cuanto a la calidad de las mismas.

Una lista de actrices italianas que evidentemente encabeza, la gran Sofía Loren, icono en todo el mundo, que con su exuberancia conquistó todo lo que se puso a su alcance.

Quizás la otra más destacada junto a ella sea Gina Lollobrigida, más refinada, pero igual de bella y de buena actriz, y completando el trío, por popularidad, podríamos colocar a Claudia Cardinale, más parecida a Sofía Loren, todas ellas vivas aún en día.

En una segunda línea, siempre en mi opinión y por popularidad, no por su calidad, podríamos ubicar a Silvana Mangano, Anna Magnani o la recientemente fallecida Mónica Vitti.

Y luego también destacadas otras como Rossana Schiaffino, Alida Valli, Virna Lisi, Giulietta Masina o Elsa Martinelli.

Muchas de ellas tuvieron más importancia a nivel doméstico, pero todas trabajaron en películas importantes de Hollywood, en aquella época dorada del cine italiano, que también tuvo grandes directores y actores masculinos, quedando hoy en día en una importancia casi residual que abandera Mónica Bellucci.


Aunque realmente la había visto en Hatari (pero hace mucho tiempo y no recuerdo su papel como importante), había algunas películas que me interesaban suyas y me decanté por ésta, al ser un género menos abundante y ser una película diferente.

Una coproducción Hispano-Italiana-Chilena, en la que Italia aportaba los dos actores principales, España la Producción, Dirección, actores secundarios de la época (en especial me quedó con Eduardo Fajardo) y parte de la historia, y Chile la otra parte de la historia y el territorio en el que se ambienta.

Un libro que habla sobre la conquista de Chile por Pedro de Valdivia, un descubridor de menor importancia que Colón, Pizarro y Cortés y un país con menos importancia en la conquista de América que otros, lo cual no quita que no hubiera los mismos acontecimientos que en otros países sudamericanos en aquella época.

Como digo no es muy conocida la conquista de Chile, y a mi hasta me ha servido para aprender un poco de historia, en un género de películas, sobre la conquista de América, que no es muy amplio, ya que en América entiendo que no son unos acontecimientos de los que estar orgullosos y en España quizás no había la capacidad para hacer esas grandes producciones que quizás requerían este tipo de historias.

Siendo quizás las dos películas más conocidas de éste género

- La misión

- 1492: la conquista de América


A pesar de una buena fotografía, aunque un poco escasa, de los territorios Araucanos, ya que entiendo que el rodaje principalmente se haría en Madrid y su antiguamente cinematográfica zona de La Pedriza, y una buena ambientación, además de un buen vestuario y caracterización de los personajes, creo que le falta historia en campo abierto, aprovechando y destacando más el terreno en el que se ambienta la película y sobrándole quizás algo de interpretación, bastante buena sobre todo en el actor italiano que da vida a Valdivia y que es la primera vez que veía también.






Valoración:                              6/10