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26 junio 2024

El monstruo de Creta (1960)

 







Tenía esta película con dos títulos, éste y Teseo contra el Minotauro, los dos bastantes atrayentes para mi, pero la película se quedó en una de esas de lo que pudo haber sido y lo que fue.

Evidentemente sin presupuesto no se puede hacer una superproducción, con un cartel repleto de estrellas, con unas localizaciones y escenas de exteriores en marcos inmejorables y con un metraje extenso, por encima de las dos horas.

Pero tampoco concibo que la única alternativa sea la de rodar todo en un set de rodaje, con cuatro decorados contados y poco atrayentes y utilizando como único elemento que puede llevar a engaño como una película interesante el uso de cientos de extras, con su correspondiente vestuario, para varias escenas puntuales de lucha en la película.


Y es que aunque ansiaba encontrarme una película de mitología griega similar a Jasón y Los Argonautas, Furia de Titanes o Ulisses, con una o varias criaturas mitológicas increíbles e inimaginables, aquí solo se usa como reclamo la presencia del Minotauro, con la revelación a escasos cinco minutos del final de una criatura mal hecha, sin movilidad, con una apariencia extraña que pudiera pensar que está inspirado en los primeros King Kong, y que lo único que parece que tiene es un dolor continuado y pronunciado de barriga, y posiblemente no asustaría ni a un recién nacido, cuanto menos a un niño de cinco o seis años.

Pero además las interpretaciones, quitando a Rosanna Schiaffino, me parecen muy flojas, lo mínimo exigible para un actor, y las escenas continuas de lucha mal preparadas y mal ejecutadas, tampoco colaboran a mejorar la película.


Muchos de estos peplums de bajo presupuesto son producciones italianas, y precisamente en Italia no hay ningún problema de existencia de ruinas antiguas, si bien romanas y no griegas, pero que podrían haberse utilizado perfectamente en unos cuantos momentos puntuales de la película para realzarla y enriquecerla y así también hacerse creer al espectador que realmente la trama está inmersa en la isla de Creta y la cultura minoica, a pesar de que luego se utilicen muchas escenas de interior, pero es que ni en los interiores supieron darle ese aire característico que tienen las ruinas cretenses.

Tampoco se utiliza a ninguno de los forzudos habituales (Rik Battaglia no está nada musculado al lado de otros), que habrían encajado perfectamente en el papel de Teseo, estilo Godon Scott, Steve Reeves o Ed Fury. Incluso había un conocido actor italiano para este tipo de papeles como Kirk Morris, pero todavía era muy joven en esa época para interpretar ese papel.

De todas maneras sorprende, y positivamente, que el que eligieron en su lugar, a pesar de no tener una musculatura importante había sido dos veces medalla de oro en Decathlon, en 1948 y 1952, y fe de ello son algunas escenas, interesantes, durante la película practicando diversas especialidades del atletismo, que pasa por ser para mi, la parte más interesante y diferenciadora de la película, y más ahora que se acercan los trigesimo terceros Juegos Olímpicos de la era moderna.

Esto, y la de vez en cuando situación de que un mismo actor interprete a dos personajes distintos, aunque en este caso no se hace ningún tipo de distinción, más que el vestuario entre ambos. Recuerdo por ejemplo cuando en El Coche Fantástico, David Hasselhoff interpretaba a Michael Knight y a su malvado hermano, que estaba bastante bien conseguido y aparentaban ser diferentes.


Película floja, el caso es que luego revisando hay otras que parecen más interesantes del género que podría haber visto, pero tampoco sonaba esta mal con ese título.










Valoración:                              4/10















01 abril 2024

Scheherezade (1963)

 





Con las existencias de películas realcionadas con la Semana Santa o con La Biblia un poco maltrechas, este año no pude innovar y ver alguna inédita.
Y tampoco he visto ninguno de los grandes clásicos que habitualmente todavía reponen en los canales de televisión por estas fechas.

Especialmente tengo predilección, y casi siempre que las ponen les dedico un rato, por:

- Ben Hur
- Quo Vadis
- Barrabás (esta la echan esta noche, aunque quizás un poco fuera de lugar ya)
- Los diez mandamientos
- Rey de Reyes
- Sodoma y Gomorra


Y luego hay otra serie de películas que he visto menos y que ya hace mucho tiempo, y que algún día debería volver a ver, como:

- Sansón y Dalila
- La túnica sagrada
- Salomón y la reina de Saba


Tendré que seguir investigando, sobre todo, seguro que tengo o hay por ahí alguna versión de Adán y Eva que tengo curiosidad por ver.


Para suplir este tipo de escasas películas (o no tan escasas, pero no tengo especial interés por muchas de las miniseries que se hicieron en los 70 y los 80), de vez en cuando tiro de algún Peplum, que también pegan bastante en estos días (estuve viendo una de las muchas películas de Hércules, pero ni me gustó, y además estaba centrada en el imperio maya), o de alguna película también histórica o que se localice en esa zona de Oriente Medio, como parecía evidente que era ésta, Scheherezade, y que además tenía un pequeño motivo cristiano en el argumento, como era permitir el paso a Tierra Santa a los europeos para visitar la tumba de Cristo.

Una interesante coproducción francesa, italiana y española, con partes y personajes históricos reales, como Carlomagno y Harún Al Rasid, mezclado con otras ficticias.

La parte francesa de la película corre a cargo de su longevo director y guionista, en quizás su película más internacional, y el actor protagonista Gerard Barray, fallecido recientemente, en España, donde estaba asentado tras casarse con una española, y donde rodó la gran parte de sus últimas películas, ya más en el anonimato.

Por la parte italiana, varios actores, entre ellos Giuliano Gemma, que participó en bastantes Spaghetti Westerns y en muchas más películas.

Y por parte española, además de un guionista, dos actores pioneros en películas internacionales en España, hoy prácticamente olvidados por completo, como fueron Fernando Rey y Jorge Mistral, en dos papeles más secundarios, pero con visibilidad.

Sorprende que los otros dos actores protagonistas vinieran de dos países con mucha menor tradición e importancia en el cine, como Dinamarca (Anna Karina), y Portugal (Antonio Vilar, que también se asentó y falleció en España).


Una película totalmente desconocida, entiendo que no con un presupuesto excesivamente bajo. Una película oriental típica con todos sus ingredientes (a veces alguna está rodada totalmente en interiores y le quita el ingrediente fundamental, como pueda ser el desierto), con interiores muy ornamentales y glamourosos, bailes típicos, desierto, vestuario elegante y recargado y varias localizaciones interesantes y apropiadas para el argumento.

Con el trasfondo de los cuentos de Las Mil y Una Noches de fondo, nos encontramos con una película de héroes y villanos, desiertos inóspitos y lujosos palacios, combates medievales a espada y un nuevo romance a tres, como me sucede últimamente en bastantes películas.

Por último, tres elementos que acaban de dar fuerza y vigor a la película.

Por un lado el potente efecto que le da el sistema de grabación Eastmancolor a la película. Aunque fuera el hermano pobre del Technicolor, y supuestamente con el paso de los años parece ser que los colores desteñían, en aquel momento, y la copia que tengo yo lucen radiantes, con una gran paleta cromática.

Por otro, el rodaje, con voces bastante reconocibles y notables de la época, especialmente destacada la del personaje de Gerard Barray.

Y por último, la partitura de André Hossein, con cierto parecido en algún momento a la de Miklos Rozsa de Ben-Hur, y muy a la altura de la película.












Valoración:                                   7/10
















25 octubre 2023

Deporte mortal (1978)






La década de los 70 del siglo pasado tuvo bastante influencia y bastante peso en el género de la Ciencia Ficción, basta con ver sagas como El Planeta de los Simios, Supermán o La Guerra de las Galaxias para dar fé de ello.

Y también aparecieron algunas películas futuristas (ésta está ambientada en el año 3000, aunque parezca el año 1000 o que los seres humanos hayan involucionado, por lo menos en su vestimenta)  o post apolípticas como podría ser ésta, que luego tendrían su punto álgido posiblemente con Mad Max y las películas que surgieron al abrigo de su éxito.
Ésta parece ser que está inspirada en La Carrera de la Muerte del Año 2000, de la que casi no me acuerdo ya, sólo sé que tampoco me gustó nada.

El caso es que te puedes encontrar películas de culto o auténticos desastres, y la película en cuestión pertenecería más, en mi opinión, al segundo grupo.


Porque no es lo mismo hacer una película de Ciencia Ficción - Fantástica en la que claramente todo es difícilmente creíble, a hacer una película en la que maquillas o camuflas ciertos elementos y pones unos atuendos un tanto extravagantes a los protagonistas, y con ello das por hecho que el espectador se va a trasladar a un mundo diferente y que la película le va a atrapar.
Lo más futurista de todo son las "máquinas de la muerte", pero son tan cutres que todo el mundo puede ver que es una pequeña motocicleta de motocross con una pobre y pequeño revestimiento que no aporta nada ni te hace trasladarte al futuro.

Ya el hecho de haber dos directores no es buena señal, pero menos lo es, es que uno fue despedido a mitad de rodaje por desavenenncias con los dos principales protagonistas, y que el segundo admitiera que no había manera de salvar la película y que es la mayor vergüenza de su carrera cinematográfica.
Dos, y hasta tres directores, porque aunque no esté acreditado, se sabe que el mítico Roger Corman también trabajo en la película.

Y es que la sensación es de conformismo, de no repetir las acciones y según quedara todo valía. No sé si seis semanas de rodaje es mucho o poco para una película así, pero muchas escenas son muy flojas, y creo que repitiéndolas se podrían haber hecho mejor.


De todas maneras no parece difícil que haya problemas en el rodaje cuando tu protagonista se pasa buena parte del rodaje fumando marihuana, e incluso se rompe la nariz por sus discrepancias con el primer director, o tu protagonista femenina tiene que ser sacada del set (no sé inconsciente o no), porque estaba borracha y drogada (parece ser que en aquel momento tenía una adicción pública por la cocaína).

David Carradine es uno de esos actores, que aunque casi todos asociemos con Kung Fú, te encuentras cada poco tiempo en alguna película, ya que tuvo una longeva carrera por encima de los 200 títulos de crédito. Pero a mi nunca me apasionó como actor, y coincidentemente sus películas tampoco me suelen resultar muy atrayentes.
Creo que los secundarios Richard Lynch, David McLean y William Smithers (todavía vivo, nacido en 1927), hacen una mejor interpretación que los dos protagonistas.

La historia en sí realmente tiene muy poco sentido y, de hecho, no suceden demasiadas cosas a lo largo del tiempo de ejecución.
Ni siquiera el vestuario o las armas utilizadas son interesantes ni aportan gran valor, en una película claramente de bajo coste desde principio a fin, siendo en mi opinión el trayecto en moto final y el escenario utilizado en esta última parte lo más interesante y un par de desnudos femeninos podrán captar fácilmente a unos cuantos espectadores para la causa, pero evidentemente ello no mejora en nada el resultado final.










Valoración:                                       3/10













17 enero 2023

Espadas cruzadas (1954)

 




Cada vez quedan menos actores y actrices vivos de la época dorada de Hollywood. Ya no queda ninguno nacido en la segunda década del siglo XX, tras los fallecimientos de Olivia de Havilland y Kirk Douglas, y muy pocos nacidos entre 1920 y 1930.

La última en dejarnos ha sido la actriz italiana, Gina Lollobrigida, a los 95 años.
Una de las muchas actrices italianas que tomaron Hollywood allá por los años 50 del siglo pasado y que compartían protagonismo con las actrices estadounidenses.

Si descontamos a la pionera Anna Magnani, que era bastante más mayor, podríamos hacer una amplía lista de actrices italianas que alcanzaron gran renombre, y entre las que podríamos citar a:

(en orden alfabético)

Pier Angeli
Laura Antonelli
Lucía Bosé
Claudia Cardinale
Valentina Cortese
Virna Lisi
Gina Lollobrigida
Sofía Loren
Anna Magnani
Silvana Mangano
Elsa Martinelli
Giulietta Masina
Lea Massari
Giorgia Moll
Rosalba Neri
Silvana Pampanini
Rossana Podestà
Rosanna Schiaffino
Alida Valli
Monica Vitti


Gina Lollobrigida era de esas actrices que había nacido el 4 de julio, una fecha muy cinematográfica, por la película dirigida por Oliver Stone y protagonizada por Tom Cruise (curiosamente nacido un 3 de julio).
Y como curiosidad o conexión, otra de las actrices vivas de más edad, Eva Marie Saint, también nació el 4 de julio.


Nacida en el muy bonito pueblo de Subiaco, en el centro de Italia, pronto se mudó a Roma.
Allí, ya en su adolescencia trabajó como modelo en algunos desfiles de ropa y participó con éxito en diversos concursos de belleza, como en Miss Roma, donde quedó segunda. 
Por esta época empezó a aparecer en películas en Italia. En 1947 logró la tercera posición en el concurso de Miss Italia, un certamen que hizo historia al reunir a varias futuras estrellas del mundo del cine:
La ganadora fue Lucia Bosè, el segundo puesto recayó en Gianna Maria Canale y Eleonora Rossi Drago fue descalificada porque estaba casada y era madre, condiciones que chocaban con el reglamento del concurso. Otra de las participantes fue Silvana Mangano. Este evento fue muy importante 
para la carrera de Gina Lollobrigida, ya que le dio un renombre que le abrió las puertas del éxito.


Se rumoreó que, tras ver a Gina en un film italiano, el excéntrico millonario Howard Hughes voló desde Hollywood en 1947 para verla, pero tal visita no hizo que ella se trasladara a los Estados Unidos.
Poco más tarde fue, pero su falta de destreza con el idioma y sentirse medio vigilada, hizo que esa estancia solo durase 6 semanas.


Su debut en la industria estadounidense fue inmejorable: con un papel relevante en La burla del diablo (Beat the Devil, 1953), film de John Huston, rodado en Italia, donde compartió cartel con Humphrey Bogart y Jennifer Jones. 
Luego protagonizó la coproducción francoitaliana El gran juego de Robert Siodmak, y esta Espadas cruzadas con Errol Flynn, y fue alternando trabajos entre Hollywood e Italia.

Así poco a poco se fue haciendo eco de La mujer más guapa del mundo, por dos motivos, su belleza, y su papel protagonista en la película del mismo nombre.

Su etapa de esplendor en el cine duró unos quince años, entre mediados de la década de 1950 y principios de los 70.
Aquí rodó algunas de sus películas de más renombre, acompañada de actores muy importantes.

Trapecio, con Burt Lancaster y Tony Curtis
Notre Dame de Paris, con Anthony Quinn
Salomón y la reina de Saba, con Yul Brynner ... y con Tyrone Power, pero éste murió durante el rodaje.

A partir de los 70 su protagonismo cayó en picado y después de algunas películas menores, apareció en alguna serie de televisión, como la mítica Falcon Crest.

Así que decidió dedicarse a otras de sus pasiones, como la fotografía y la escultura.

En 2018, con 90 años, se le concedió una estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood.

Y todavía en 2021 tuvo energías para presentarse en una candidatura de un partido político en su país.




Dentro de las películas suyas que podía ver, elegí ésta, y me equivoqué.
Una película que supongo surgiría al abrigo de los éxitos medievales de la época, como Robin Hood o Ivanhoe, pero que en lo único que quizás se le asemeje algo sea en el vestuario de los actores que intervienen en ella.

Intentando aprovechar el tirón de uno de los principales actores en este tipo de películas, Errol Flynn, quizás junto a Tyrone Power, Robert Taylor y Stewart Granger, los principales exponentes de este género.
Pero no sé yo, que tipo de Errol Flynn tendrían a estas alturas, ya que era bastante dado al alcohol y las mujeres.

Una película casi sin argumento, que no tiene nada de aventuras, y mucho de comedia bastante cutre. Por desgracia, hasta el doblaje de la copia que tengo es bastante moderno, dejando en bastante mal lugar la interpretación de Flynn principalmente.

La película fue un fracaso, y según Flynn fue porque los anunciantes no hicieron un buen trabajo publicitándola.

El caso es que sin argumento ni un buen doblaje de la época, tampoco hay buenas localizaciones, quedándose todo limitado a interiores, y sólo algún combate a espada o con palos mejora un poco la película.

Así que hay quedarse con el buen hacer de Gina y su recuerdo, porque la película no dejará buen recuerdo, ni entre los más fieles seguidores de este género.









Valoración:                                  4/10













07 diciembre 2022

Cromwell, el rey de los bárbaros (1982)

 



Albert Pyun, fallecido hace unos días, fue un director de cine Estadounidense, nacido en Hawai (con los rasgos característicos de los oriundos de allí), que empezó su carrera en los años ochenta, y que con sus películas de bajo presupuesto, pero creativas consiguió convertirse en un director de culto entre algunos fans de esta década.

Sus principales aportaciones fueron en los géneros de ciencia ficción y acción. Se le atribuye ser pionero en el subgénero cyborg y se le considera un inconformista dentro del cine independiente.

De hecho su película Cyborg (1989), con Jean Claude Van Damme, fue uno de sus mayores éxitos. 
Además trabajó con otros muchos actores importantes.
Por ejemplo, Albert Pyun participó en una película de Steven Seagal alrededor del año 2000 y convenció al actor para que viera varias películas japonesas, incluidas las películas Lone Wolf y Cub, 
para mostrarle el estilo y el tono que quería aunque Seagal no lo entendió del todo.

Me pareció apropiado hacerle un homenaje viendo una película suya, y aunque sea algo más conocida de la filosofía del blog, me decidí por ver su debut como director, con esta película que, principalmente, podríamos etiquetar dentro del género fantástico.

Un género, y principalmente este subgénero de caballeros y espadas, que tuvo un buen apogeo a finales de los setenta y principios de los ochenta, aunque luego fue cayendo en el olvido, y a pesar de tener el gran exponente de la trilogía de El señor de los anillos, años después, es difícil encontrar hoy en día películas de este género.

Este subgénero creció seguramente al amparo del éxito de Excalibur (1981), de John Boorman, y contó con otros grandes títulos, especialmente las dos películas de Conan, pero también otras menos exitosas o comerciales como Ator, El guerrero rojo, La princesa prometida, Krull, La espada invencible ...

Es un género que particularmente me gusta por la escasez del mismo, y lo diferente de sus películas con respecto a otras.


Y ahora viene la comparativa, por ejemplo con Excalibur, con la que evidentemente cualquiera sale mal parada, ya no sólo por la historia en si, si no por muchos otros factores.
El más decepcionante de ésta para mi, ha sido sin duda la ausencia casi total de escenas rodadas en exterirores, y las tomas de fotografía, algo en mi opinión muy característico y necesario para este tipo de películas, y que le dan un plus muy importante.

Parece ser que Albert Pyun lamentó haber tenido que usar material de archivo para muchos de los exteriores, ya que tenía una gran visión de varios lugares de California que simplemente 
nunca lograron obtener.
De hecho, lasecuencia de apertura se filmó en Bronson Caves en Griffith Park de Los Ángeles (y el resto de la película también se filmó en Los Ángeles y sus alrededores). 

Y además en esta película se abusa de muchas escenas nocturnas.
Esos dos factores me han decepcionado bastante.


El reparto de la película está lleno de actores que principalmente aparecían en series durante esa etapa, alternando con papeles residuales en alguna película.

Los productores originalmente querían a David Hasselhoff en el papel principal en lugar de a Lee Horsley. "Sí, eso habría sido un desastre", dijo Albert Pyun. Al parecer, a los trajes no les gustaban las piernas de Horsley. 
Pero Horsley le devolvió el favor y fue un gran defensor de Pyun.

La película tuvo unos cuantos accidentes, como la muerte de un actor especialista al realizar una escena de salto por un acantilado.
También en una escena, el protagonista rompe las espadas de los enemigos con la suya, y resulta herido cuando uno de los fragmentos de espada voló por el aire y atravesó su cuero cabelludo. 

Pyun pensó "la sangre corre por tu cara, usémosla". Albert Pyun menciona que Jean-Claude Van Damme también sufrió una herida de pelea durante el rodaje Cyborg, y agrega que las películas en estos días simplemente evitan el uso físico y el uso de cuchillas.

Además tuvo algún otro contratiempo, como un ataque en el que estaba destinado a presentar bolas de fuego gigantes, pero en su lugar, Albert Pyun tuvo que cambiarlo. 
Estaban filmando durante la temporada de incendios de California y no se les permitió usar llamas más grandes.


Una película no destacada dentro del género, pero que gustará a los amantes del género.









Valoración:                                      5/10














07 enero 2021

Los paladines (1983)

 




Empezó el año con la triste noticia del fallecimiento de Tanya Roberts, que poco después fue desmentido, pero que finalmente se confirmó un día después.

Otra que llegó a ser chica Bond, en este caso junto a Roger Moore en Panorama para matar (A view to a kill, con una gran canción del mismo título de Duran Duran), y se suma a la lista de actores relacionados con la saga de James Bond fallecidos recientemente.

Ella era una actriz con un atractivo físico innegable, al cual sacó partido, y que es lo que más
podemos destacar de su carrera cinematográfica, ya que no es que tenga papeles muy relevantes,
y principalmente sus personajes, ya sea en películas fantásticas, de aventuras o de acción, siempre aparece con un vestuario que deja entrever parte de su anatomía y realza la belleza de la misma.

Sus papeles más importantes son en El señor de las bestias y en Sheena, reina de la selva, pero tampoco duró mucho su período de relevancia, ya que a principios de los 90 derivó hacia algún thriller erótico y llevaba desde el 2005 sin ningún papel en su filmografía.


Así que entre lo que podía ver y que no fuera excesivamente conocido me quedé con esta película.
Una película que digamos pudo surgir al rebufo de Excalibur, una gran película, referente de este género, por otra parte no muy extenso, de aventuras medievales fantásticas, bien sea basadas en novelas, leyendas, o bien creadas por la imaginación de alguien, en este caso en el poema épico Orlando furioso de Ludovico Ariosto.



Aquí unas de listas de películas con temática parecida






Una producción italiana, que se nota en los sitios de rodaje, con paisaje claramente mediterráneo,
y ubicada en algunos puntos que he visitado de la geografía de la península de la bota, especialmente de Sicilia.

Una de las cosas que me ha sorprendido de la película, es la presencia de varios actores, imponentes en lo físico también como Tanya Roberts, pero con un recorrido cinematográfico muy escaso.
Por ejemplo Rick Edwards, antiguo atleta y modelo, que a penas hizo más que esta película, y también Ronn Moss, cuyo rostro me resulta algo más familiar pero con la misma exigua filmografía. Yo creo que en este caso me resulta familiar por el parecido con otro actor, Harry Hamlin.

Igual que las localizaciones elegidas para el rodaje no son especialmente atractivas, la otra cosa bastante interesante de la película es el vestuario, con una variedad importante de armaduras, siendo especialmente relevantes, variadas y bonitas los cascos de las mismas, que hacen identificar a cada personaje de la película con la suya.










Valoración:                      6/10