Cada vez quedan menos actores y actrices vivos de la época dorada de Hollywood. Ya no queda ninguno nacido en la segunda década del siglo XX, tras los fallecimientos de Olivia de Havilland y Kirk Douglas, y muy pocos nacidos entre 1920 y 1930.
La última en dejarnos ha sido la actriz italiana, Gina Lollobrigida, a los 95 años.
Una de las muchas actrices italianas que tomaron Hollywood allá por los años 50 del siglo pasado y que compartían protagonismo con las actrices estadounidenses.
Si descontamos a la pionera Anna Magnani, que era bastante más mayor, podríamos hacer una amplía lista de actrices italianas que alcanzaron gran renombre, y entre las que podríamos citar a:
(en orden alfabético)
Pier Angeli
Laura Antonelli
Lucía Bosé
Claudia Cardinale
Valentina Cortese
Virna Lisi
Gina Lollobrigida
Sofía Loren
Anna Magnani
Silvana Mangano
Elsa Martinelli
Giulietta Masina
Lea Massari
Giorgia Moll
Rosalba Neri
Silvana Pampanini
Rossana Podestà
Rosanna Schiaffino
Alida Valli
Monica Vitti
Gina Lollobrigida era de esas actrices que había nacido el 4 de julio, una fecha muy cinematográfica, por la película dirigida por Oliver Stone y protagonizada por Tom Cruise (curiosamente nacido un 3 de julio).
Y como curiosidad o conexión, otra de las actrices vivas de más edad, Eva Marie Saint, también nació el 4 de julio.
Nacida en el muy bonito pueblo de Subiaco, en el centro de Italia, pronto se mudó a Roma.
Allí, ya en su adolescencia trabajó como modelo en algunos desfiles de ropa y participó con éxito en diversos concursos de belleza, como en Miss Roma, donde quedó segunda.
Por esta época empezó a aparecer en películas en Italia. En 1947 logró la tercera posición en el concurso de Miss Italia, un certamen que hizo historia al reunir a varias futuras estrellas del mundo del cine:
La ganadora fue Lucia Bosè, el segundo puesto recayó en Gianna Maria Canale y Eleonora Rossi Drago fue descalificada porque estaba casada y era madre, condiciones que chocaban con el reglamento del concurso. Otra de las participantes fue Silvana Mangano. Este evento fue muy importante
para la carrera de Gina Lollobrigida, ya que le dio un renombre que le abrió las puertas del éxito.
Se rumoreó que, tras ver a Gina en un film italiano, el excéntrico millonario Howard Hughes voló desde Hollywood en 1947 para verla, pero tal visita no hizo que ella se trasladara a los Estados Unidos.
Poco más tarde fue, pero su falta de destreza con el idioma y sentirse medio vigilada, hizo que esa estancia solo durase 6 semanas.
Su debut en la industria estadounidense fue inmejorable: con un papel relevante en La burla del diablo (Beat the Devil, 1953), film de John Huston, rodado en Italia, donde compartió cartel con Humphrey Bogart y Jennifer Jones.
Luego protagonizó la coproducción francoitaliana El gran juego de Robert Siodmak, y esta Espadas cruzadas con Errol Flynn, y fue alternando trabajos entre Hollywood e Italia.
Así poco a poco se fue haciendo eco de La mujer más guapa del mundo, por dos motivos, su belleza, y su papel protagonista en la película del mismo nombre.
Su etapa de esplendor en el cine duró unos quince años, entre mediados de la década de 1950 y principios de los 70.
Aquí rodó algunas de sus películas de más renombre, acompañada de actores muy importantes.
Trapecio, con Burt Lancaster y Tony Curtis
Notre Dame de Paris, con Anthony Quinn
Salomón y la reina de Saba, con Yul Brynner ... y con Tyrone Power, pero éste murió durante el rodaje.
A partir de los 70 su protagonismo cayó en picado y después de algunas películas menores, apareció en alguna serie de televisión, como la mítica Falcon Crest.
Así que decidió dedicarse a otras de sus pasiones, como la fotografía y la escultura.
En 2018, con 90 años, se le concedió una estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood.
Y todavía en 2021 tuvo energías para presentarse en una candidatura de un partido político en su país.
Dentro de las películas suyas que podía ver, elegí ésta, y me equivoqué.
Una película que supongo surgiría al abrigo de los éxitos medievales de la época, como Robin Hood o Ivanhoe, pero que en lo único que quizás se le asemeje algo sea en el vestuario de los actores que intervienen en ella.
Intentando aprovechar el tirón de uno de los principales actores en este tipo de películas, Errol Flynn, quizás junto a Tyrone Power, Robert Taylor y Stewart Granger, los principales exponentes de este género.
Pero no sé yo, que tipo de Errol Flynn tendrían a estas alturas, ya que era bastante dado al alcohol y las mujeres.
Una película casi sin argumento, que no tiene nada de aventuras, y mucho de comedia bastante cutre. Por desgracia, hasta el doblaje de la copia que tengo es bastante moderno, dejando en bastante mal lugar la interpretación de Flynn principalmente.
La película fue un fracaso, y según Flynn fue porque los anunciantes no hicieron un buen trabajo publicitándola.
El caso es que sin argumento ni un buen doblaje de la época, tampoco hay buenas localizaciones, quedándose todo limitado a interiores, y sólo algún combate a espada o con palos mejora un poco la película.
Así que hay quedarse con el buen hacer de Gina y su recuerdo, porque la película no dejará buen recuerdo, ni entre los más fieles seguidores de este género.
Valoración: 4/10
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