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19 agosto 2024

Tres aventureros (1967)

 






Se murió Alain Delon (a los 88 años, justo en el día que otro gran actor Robert Redford cumplía esa misma edad), así que tocaba noche de homenaje, a un actor que además de ser de lo mejor del panorama europeo, lo llegó a ser también en Hollywood, por su interpretación y por su innegable atractivo y aire de rebelde sin causa (de hecho en algunos sitios se le consideraba el sustituto de James Dean, protagonista de ésta película), y a pesar de considerársele maleducado por mucha gente y ganarse la enemistad de gran parte del sector por sus amistad con Jean-Marie Le Pen y no esconder que era votante de derechas, tenía multitud de seguidores, sobre todo entre el público femenino, evidentemente (fue considerado el hombre más guapo del mundo en algún momento).

Empezó casi de la mano de su compatriota Jean-Paul Belmondo en Una rubia peligrosa. Aunque eran dos registros de actores bastante diferentes, Belmondo más de comedia y acción y Delon más de drama.
La primera parte de su carrera, donde posiblemente estén sus mayores éxitos, fue principalmente en blanco y negro, con películas como Rocco y sus hermanos (película que ha anunciado RTVE como homenaje) y El eclipse, además de El gatopardo (ésta ya en color) donde compartió escena con Burt Lancaster, películas por cierto bastante largas de duración.

Aunque realmente era más su persona y su halo de glamour lo que triunfó en Hollywood, que sus películas. Algunos proyectos para los que le contrató Metro Goldwin Mayer o Columbia se cayeron, tampoco ayudaba su acento, y el hecho de que alguna película francesa como ¿Arde París? no tuviera apenas repercusión en el mercado estadounidense le hicieron desistir y volverse a su Francia natal a continuar con su carrera.


De hecho ésta fue su primera película después de volver de Francia, que fue un éxito en su país y totalmente anónima en Estados Unidos. Y poco después rodó La Piscina, película que vi el año pasado con motivo de la muerte de su compañera de reparto en ella, Jane Birkin, y que fue una película que me causó una gran impresión y por la que empecé a valorar bastante más a Delon y al cine francés en general.

También compartió reparto en esta película con Romy Schneider, con la que mantuvo una de las relaciones sentimentales más largas de su vida, y con la que posteriormente mantuvo una gran amistad hasta la prematura muerte de ella, aunque ninguno de sus hijos fueron con ella.

Pero esta película, además de ser medio maldita para parte del reparto, también estuvo a punto de serlo para el propio Delon. El 1 de octubre de 1968, mientras estaba rodando el thriller La piscina con Romy Schneider, el amigo y guardaespaldas de Delon Stevan Marković fue encontrado muerto en un basurero del pueblo de Élancourt, cerca de París.​ Delon fue invesigado junto con el gánster corso François Marcantoni. Uno de los factores que apuntaban en esa dirección fue una carta de Marković a su hermano Aleksandar, en la que escribió: «Si me matan, todo es por culpa de Alain Delon y de su padrino Francois Marcantoni».

Y es que, precisamente, la investigación policial y una serie de artículos y testimonios de Borivoj Ackov revelaron denuncias de fiestas sexuales en las que participaron celebridades como Delon y miembros del gobierno, incluido el futuro primer ministro francés Georges Pompidou, cuya esposa, Claude Pompidou, supuestamente fue el foco de una serie de fotos comprometedoras en una de esas fiestas.

El caso supuso un gran escándalo en toda Francia y fue el epicentro de la prensa en lo que se denominó el «caso Marković». En una entrevista a la BBC de 1969 se le preguntó por su vinculación al asesinato de Marković, rumores de su vinculación en estas fiestas sexuales y sus preferencias sexuales con directores como Luchino Visconti entre otros. Expresó:


Periodista: La gente, una vez más, no se lo dice directamente a la cara, pero sugieren de manera muy notoria sus gustos homosexuales. Delon: Entonces, ¿qué hay de malo si lo hubiera hecho? ¿O lo hice? ¿Sería culpable de algo? Si me gusta, lo haré. Tenemos un gran actor en Francia llamado Michel Simon y Michel Simon dijo una vez: "Si te gusta tu cabra, haz el amor con tu cabra". Pero lo único que importa es amar.

 

El crimen jamás fue resuelto. 


Mirando entre su filmografía me decidí por ésta, que además no tenía ni entre mi colección, pero tardé poco en conseguirla, y acerté plenamente.

Una película que me sirvió para profundizar en el trabajo de Alain Delon y casi para conocer a un importante actor italiano, como es Lino Ventura, que está tan bien como el propio Delon en esta película, y para descubrir a una, desconocida para mi, actriz canadiense como es Joanna Shimkus, y que era nada más y nada menos que la esposa de Sidney Poitier durante 46 años, hasta la muerte de él en 2022, y con el que tuvo cinco hijos. Quizás por ello dejó de trabajar en 1972, dejando una corta filmografía en su haber.

A Lino Ventura y a Alain Delon no les gustaba mucho trabajar con Joanna Shimkus porque la consideraban poco capacitada para el trabajo. Era una principiante en el mundo de la interpretación.

La película es totalmente original dentro de mis recuerdos cinematográficos y va alternando perfectamente entre diferentes géneros. De un inicial aspecto de comedia, pasa a una película de aventuras, para acabar convirtiéndose en un drama y película de crimen, todo ello muy bien conectado y escenificado.

Digamos que cuando quedan unos 35 minutos la película, u otras películas parecidas, se podrían haber acabado, y me quedé por un momento pensando en que iba a ofrecerme la película durante tantos minutos después de haber presenciado un desenlace habitual muchas veces.

Y ahí la película mejora y sorprende no con giros de guión ni aparición de muchos personajes nuevos, pero si desarrollando una parte que muchas veces queda en el imaginario del espectador, eligiendo para ello un singular escenario, como fue el Fort Boyard, en las proximidades de la localidad francesa de La Rochelle, en la costa atlántica francesa.


En 1983 se hizo una (especie de) secuela, El rufián. La dirigió José Giovanni (que también escribió Los aventureros) y volvió a protagonizarla Lino Ventura. Delon fue reemplazado por el joven actor Bernard Giraudeau, a quien curiosamente tan solo hace unos días vi y descubrí con Una gata ardiente, dejándome una gran impresión, además del siempre irrechazable reclamo de Claudia Cardinale. 

La trama vuelve a ser sobre la búsqueda de un tesoro submarino escondido, pero ahora ambientada en Canadá ... así que quizás sea una película candidata a ver cuando pase un tiempo, ya que son argumentos que siempre me atraen.


Gran película sobre un trío de buscavidas, que siempre buscan la parte positiva de la vida, saben sobreponerse a las adversidades y con un mensaje de amor por la vida a pesar de los problemas.

La calidad de la película reside en la sinceridad y el encanto de la relación entre los personajes, cosa que se puede ver en más películas francesas de la época y que tras ver varias en poco tiempo, a día de hoy, me hace situarlo a la par del cine italiano de la época, a pesar de que hace poco lo estimaba mucho más a éste, y muy por encima del cine español, que salvo alguna coproducción casi siempre es un tipo de película estándar que a mi no me gusta y que no puede acercarse a la calidad de ésta.

Un concepto de amistad quizás en desuso, al igual que un concepto de película olvidado, pero para mi una brisa de aire muy refrescante en este caluroso y despiadado verano, y a pesar de significar la pérdida de un gran actor como Alain Delon.

Películas así nunca deberían pasar de época y todo buen cinéfilo debería verla, aunque haya nacido muchos años después del rodaje.











Valoración:                         8/10














12 agosto 2024

Una gata ardiente (1984)

 





He estado unos días desconectado del cine, para dedicarle tiempo a una de mis grandes pasiones, como son los Juegos Olímpicos, y así de paso también descansar un poco mentalmente, que con mis muchos problemas pues me cuesta muchas veces escribir sobre las películas y alguna vez he dejado alguna muy interesante sin comentar por falta de energía.

Aunque debería haber buscado alguna peli relacionada con las Olimpiadas, cosa que no debe ser muy fácil más allá de Carros de Fuego, por lo menos la única película que he visto en estos días era francesa, que es donde se han disputado los Juegos, y por tanto tenía su pequeña relación.

Y es que el año pasado por estas fechas creo recordar que vi La Piscina, otra película francesa veraniega, que me pareció muy interesante, aderezada por un gran Alain Delon en aquellos momentos.

Y ésta que he visto tiene ciertas similitudes o paralelismo que me han hecho recordar a ella, como por ejemplo una localización de rodaje seguramente cercana a aquella, y un cuarteto protagonista (dos masculinos y dos femeninos) con diferentes mezclas como en la otra.


Yo tardé en darle oportunidades al cine francés, pero sabiendo elegir lo que quieres ver, puedes encontrar películas bastante interesantes, que por no esforzarte en buscarlas o por tener prejuicios quizás nunca las veríamos y que merecen la pena.

De hecho, lo que más interesante de ésta, me pareció el descubrimiento para mi de dos actores que hacen un gran papel (aunque por desgracia ambos ya murieron), y que los desconocía totalmente hasta ahora, y no creo que trascendieran más allá del ámbito nacional de su país, como son Bernard Giraudeau y Caroline Cellier (a Valerie Kaprisky y a Jacques Perrin por lo menos los conocía).

Y es que actores franceses que se hayan hecho muy famosos y hayan triunfado en Hollywood no han faltado.

Quizás los máximos exponentes históricamente han sido por el bando femenino Brigitte Bardot y Catherine Deneuve, y por parte masculina podríamos decir que Alain Delon, Jean-Paul Belmondo o Gerard Depardieu.

Más recientemente podríamos citar a otros que han ganado peso en Hollywood como Jean Renó, Christopher Lambert o Juliette Binoche y Sophie Marceau.


Por lo demás, otra película veraniega, pero también diferentes a las que estaba viendo hasta ahora, ya que esta es de corte dramático, o mejor dicho un thriller.
No es ninguna maravilla, no llega al nivel de La Piscina y quizás abusa mucho de los desnudos, pero tiene matices interesantes, como el cambio de registro con respecto a las comedias veraniegas o vacacionales o el descubrimiento de actores nuevos.

Quizás el cine francés no fue tan propenso a películas de destape como en Italia o España, pero es más que una película de destape, aunque entiendo que la película refleja lo que era el entorno de la Costa Azul en aquellos años, y que mucha gente  que iba allí hacia topless porque iba buscando otro tipo de vacaciones diferentes a las habituales, buscando flirteos o aventuras amorosas de infidelidad. Pero la película es más bien sobre una Femme Fatale o Lolita en un registro diferente, como son las vacaciones de verano.








Valoración:                          5/10















01 abril 2024

Scheherezade (1963)

 





Con las existencias de películas realcionadas con la Semana Santa o con La Biblia un poco maltrechas, este año no pude innovar y ver alguna inédita.
Y tampoco he visto ninguno de los grandes clásicos que habitualmente todavía reponen en los canales de televisión por estas fechas.

Especialmente tengo predilección, y casi siempre que las ponen les dedico un rato, por:

- Ben Hur
- Quo Vadis
- Barrabás (esta la echan esta noche, aunque quizás un poco fuera de lugar ya)
- Los diez mandamientos
- Rey de Reyes
- Sodoma y Gomorra


Y luego hay otra serie de películas que he visto menos y que ya hace mucho tiempo, y que algún día debería volver a ver, como:

- Sansón y Dalila
- La túnica sagrada
- Salomón y la reina de Saba


Tendré que seguir investigando, sobre todo, seguro que tengo o hay por ahí alguna versión de Adán y Eva que tengo curiosidad por ver.


Para suplir este tipo de escasas películas (o no tan escasas, pero no tengo especial interés por muchas de las miniseries que se hicieron en los 70 y los 80), de vez en cuando tiro de algún Peplum, que también pegan bastante en estos días (estuve viendo una de las muchas películas de Hércules, pero ni me gustó, y además estaba centrada en el imperio maya), o de alguna película también histórica o que se localice en esa zona de Oriente Medio, como parecía evidente que era ésta, Scheherezade, y que además tenía un pequeño motivo cristiano en el argumento, como era permitir el paso a Tierra Santa a los europeos para visitar la tumba de Cristo.

Una interesante coproducción francesa, italiana y española, con partes y personajes históricos reales, como Carlomagno y Harún Al Rasid, mezclado con otras ficticias.

La parte francesa de la película corre a cargo de su longevo director y guionista, en quizás su película más internacional, y el actor protagonista Gerard Barray, fallecido recientemente, en España, donde estaba asentado tras casarse con una española, y donde rodó la gran parte de sus últimas películas, ya más en el anonimato.

Por la parte italiana, varios actores, entre ellos Giuliano Gemma, que participó en bastantes Spaghetti Westerns y en muchas más películas.

Y por parte española, además de un guionista, dos actores pioneros en películas internacionales en España, hoy prácticamente olvidados por completo, como fueron Fernando Rey y Jorge Mistral, en dos papeles más secundarios, pero con visibilidad.

Sorprende que los otros dos actores protagonistas vinieran de dos países con mucha menor tradición e importancia en el cine, como Dinamarca (Anna Karina), y Portugal (Antonio Vilar, que también se asentó y falleció en España).


Una película totalmente desconocida, entiendo que no con un presupuesto excesivamente bajo. Una película oriental típica con todos sus ingredientes (a veces alguna está rodada totalmente en interiores y le quita el ingrediente fundamental, como pueda ser el desierto), con interiores muy ornamentales y glamourosos, bailes típicos, desierto, vestuario elegante y recargado y varias localizaciones interesantes y apropiadas para el argumento.

Con el trasfondo de los cuentos de Las Mil y Una Noches de fondo, nos encontramos con una película de héroes y villanos, desiertos inóspitos y lujosos palacios, combates medievales a espada y un nuevo romance a tres, como me sucede últimamente en bastantes películas.

Por último, tres elementos que acaban de dar fuerza y vigor a la película.

Por un lado el potente efecto que le da el sistema de grabación Eastmancolor a la película. Aunque fuera el hermano pobre del Technicolor, y supuestamente con el paso de los años parece ser que los colores desteñían, en aquel momento, y la copia que tengo yo lucen radiantes, con una gran paleta cromática.

Por otro, el rodaje, con voces bastante reconocibles y notables de la época, especialmente destacada la del personaje de Gerard Barray.

Y por último, la partitura de André Hossein, con cierto parecido en algún momento a la de Miklos Rozsa de Ben-Hur, y muy a la altura de la película.












Valoración:                                   7/10
















23 marzo 2024

La villa de los viernes (1991)

 





Pues era viernes noche y hace tiempo que tenía ganas de hacer coincidir esta película con este día de la semana.
No sabía absolutamente nada de ella, pero me gustan esas coincidencias o conexiones a la hora de ver una película.

Y la parte buena es que me sirvió para ver una película como protagonista de Julian Sands, actor británico fallecido el año pasado, aparentemente mientras hacía senderismo en las montañas de California, una actividad el senderismo que parecía ser una de sus grandes pasiones y que a mi también me encanta.

La verdad es que me parecía muy extraño que no hubiera visto nada de él, pero mirando su filmografía pude constatar que casi era cierto ese dato, y la única película que había visto en la que trabajaba era Leaving Las Vegas. No es por ejemplo como otros actores, secundarios principalmente, que te suenan haberlos visto alguna vez, pero te pones a revisar su filmografía y has visto muchas películas en las que intervienen, pero que te han pasado completamente desapercibidos, como por ejemplo el fallecido este semana M. Emmett Walsh, del que tengo que ver algo suyo como homenaje.

Sands era un actor más especializado en dramas o romances, pero por su apariencia física encajaba perfectamente también en películas de misterio, crimen o terror. Por su apariencia en esta película me encajaba, por ejemplo, como uno de los malos de Cobra, con Stallone.

Junto a él, dentro de los pocos personajes que intervienen en la película, está como coprotagonista, la actriz polaca Joanna Pacula. Una actriz con apariencia de seria e inexpresiva, a la par que hermosa y angelical, con unas sorprendentemente cejas pobladas como una seña de identidad, que para nada emborronan ni deslucen su atractivo facial.

A ella la había visto en Puzzle mortal y en Dulces mentiras, ésta con motivo del fallecimiento de Treat Williams.
Tanto Sands como Pacula volvieron a coincidir poco después en Warlock, Apocalipsis Final, segunda parte de Warlock, el brujo, en la que también trabajó Julian Sands.


Pero ahí se queda lo bueno de la película, en descubrir a Julian Sands y ver otra película más de Joanna Pacula.

Es una de esas películas que sé que no me iban a gustar desde el minuto uno, a pesar de que las localizaciones que salían y la atmósfera generada, principalmente por la buena banda sonora de Ennio Morricone pudieran parecer lo contrario, pero el presagio en mi caso no era positivo.

Y es que cuando al minuto, o poco más, de empezar ya se ven desnudos algo no encaja. No es que yo piense que un desnudo en cine tiene que deslucir la película, y ser únicamente carnaza para los espectadores masculinos, es que la sensación de que fuera tan rápido era que iba a tener bastante peso en la película.

Y efectivamente, así fue, hasta culminar también con un desnudo integral masculino (algo muy poco frecuente), y convertirla casi en una película erótica.
Aunque su director, Mauro Bolognini no tiene pudor a la hora de que sus películas contemplen sucesivas escenas de desnudos. Tan solo había visto de él La Veneciana, y la carga del cuerpo desnudo en aquella también era importante.

Aunque inicialmente me podía evocar ligeramente a una película que me gusta mucho como es Un amor de verano (1982), o por momentos también pudiera evocarme remotamente a La piscina (1969), finalmente se convierte en una triángulo amoroso (que últimamente lo etiqueto mucho en las películas), muy tormentoso y que evoca actitudes matrimoniales y humanas poco edificantes en estas fechas de Semana Santa (y en general), o por lo menos para mi forma de ver la relación entre un hombre y una mujer.











Valoración:                             4/10















09 marzo 2024

Un ligón en apuros (1987)

 




Nunca he sido muy aficionado a las comedias románticas, aunque entiendo que tengan su público, y que en determinadas circunstancias personales sean casi obligatorias cada cierto tiempo, en especial en fechas o acontecimientos señalados. Yo más o menos he ido esquivándolas, y si veo una es por elección propia.

Para decidirme a ver una película de este género tiene que tener una premisa fundamental, y es un equilibrio entre la parte de comedia y la parte de romance, y cuando hablo de equilibrio no me refiero a que sea un cincuenta por ciento (imaginativamente, es imposible de calcular), de cada género, tiene que pesar mucho más la parte de comedia.

Para encontrar películas de este género que me gusten creo que es obligatorio buscarlas entre la década de los 80, como ésta.

Y es ahí donde encaja perfectamente John Ritter, un actor casi exclusivo de comedia, pero al que los años ochenta ya pillaron un poco más mayor, y no podía competir con los adolescentes que desembarcaban con mucha fuerza en el cine en esa época. Pero para papeles de este estilo, donde ya se necesita un actor más maduro, era el candidato ideal.
Un actor no muy conocido aquí en Europa, o si no eres muy aficionado a este tipo de películas, pero con buena reputación en Estados Unidos, que falleció prematuramente a los 55 años.

Y otra buena premisa para que este tipo de películas funcionen es que la actriz protagonista no sea excesivamente atractiva para comerse toda la atención de la misma.
Y creo que la elección de Connie Selleca fue bastante afortunada. Un nombre que siempre me ha resultado familiar, pero con una filmografía tirando a exigua, con pocas películas y nada importantes, siendo muchas de ellas Películas para televisión.

Dos detalles curiosos del reparto. Uno de los protagonistas es John Bennett Perry, padre del recientemente fallecido Matthew Perry. Y otra actriz, con un papel más residual, es Shannon Tweed, chica Playboy, y que posteriormente derivó su carrera hacia películas de corte erótico, buscando sacar provecho a sus mejores atributos.


En general es una película aceptable, dentro de sus limitaciones. Tiene diversión, sentido del humor, buenas actuaciones y excelente mensaje moral, a pesar de haya fragmentos de la película que no tengan mucho sentido, o que el ambiente general de la misma pueda parecer un tanto anticuado para el año en el que se rodó.

De todas maneras he de reconocer que el momento que más me ha gustado de la película, es también el más romántico, pero es gracias a una canción que desconocía, que sonó durante unos instantes. Indagando, llegué a adivinar que se trataba de una canción de Mike & The Mechanics, un grupo de los 80 que yo descubrí, ya en el siglo XXI, creado por Mike Rutherford, componente de Génesis junto a Phil Collins, y con la reconocible voz de Paul Carrack. 

Una canción más empleada en una película de los 80, que desconocía, y que me generó una gran emoción de lo bien que sonaba. Viene muy a cuento en el momento que suena, y ya digo, que aunque posiblmente sea el momento más romántico de toda la película, te transporta hacia momentos de paz, tranquilidad y recuerdos agradables que enriquece notablemente la película.


Pero bueno, la moraleja final es buena, y deja con buen sabor de boca a los que lo sepan apreciar.
La película nos enseña que se trata de ir más despacio en una relación y estar con la persona adecuada y no sólo con un hombre guapo, rico o exitoso.









Valoración:                                  5/10














04 marzo 2024

Chicos Made in USA (1987)

 








Si el otro día hablaba del clan familiar de los Baldwin, esta película me llevó hasta el clan de los Penn de la mano de Chris.
En este caso el protagonismo absoluto y toda la reputación, se lo lleva su hermano Sean. Aunque su padre fue director, y su madre actriz, ámbos fueron bastante anónimos, y más todavía el hermnao mayor Michael.

En cambio Sean Penn alcanzó cotas de popularidad muy altas. Con un estilo de interpretación bastante similar al de Al Pacino o Robert de Niro, en lo gestual. Cuando su hermano Chris realizaba esta película, Sean ya había alcanzado prestigio con películas como Taps, más allá del honor, Aquel excitante curso o Bad Boys, además de haberse casado, nada más y nada menos, que con Madonna.

De todas maneras, solo un par de años mayor que Tom Cruise, no se le puede considerar un actor típico de los 80, no daba el perfil habitual, y quitando Aquel excitante curso no recuerdo más películas de ese corte que llamamos ochenteras.
A finales de los 80 su carrera se ralentizó un poco, con películas bélicas o thrillers que en  mi caso no levantan excesivo interés, hasta que ya avanzada la década de los 90 recuperó protagonismo, para alcanzar su cenit con Mystic River y 21 gramos.

Su hermano, que es quien nos ocupa, debutó bastante pronto y empezó a acumular papeles en películas interesantes/importantes, como La clave del éxito, Footloose (donde también compartió reparto con Lori Singer) o El jinete pálido, con Clint Eastwood.

Después vinieron los problemas de peso y las adicciones, y aunque consiguió algunos papeles buenos en Reservoir Dogs o Amor a Quemarropa (aunque son dos películas que no me gustan), ya a finales de los 90 perdió todo su caché y no volvió a conseguir buenos papeles, hasta su prematura muerte a los 40 años.


Es una película que a mi me deja un pequeño sin sabor, creo que podría haber sido mucho mejor. Recientemente me acordaba de una de las películas que vi poco antes de crear el blog, una de las mejores Road Movies que he visto, un género que me gusta mucho, y que es bastante poco prolífico.
De hecho, no sabía que esta película lo era, creía que iba a ser una típica comedia de los ochenta que hacía tiempo que no veía.

El problema principal de la película, a mi modo de ver, es que intenta mezclar muchas cosas, y además en muy poco tiempo (apenas 75 minutos de metraje). Tenemos por un lado una Road Movie, pero por otro lado una película de aventuras, con toques de crimen y hasta ligeros puntos de comedia, que no resultan excesivamente graciosos, eso sí.

De hecho, durante la primera parte de la película, pensé que era una película muy parecida a dos que vi en 2023, Los chicos de al lado, con Charlie Sheen, y Vientos de tempestad, con Emilio Estévez, donde una pareja de amigos, frustrados, decepcionados o mal educados en el sistema, caen en una espiral delincuencial a bordo de un coche.

Pero aquellas películas eran claramente de Acción/Crimen, y aquí en la primera parte de la película, bastante parca en diálogos, ese lado delincuencial está bastante edulcorado. 
Los estereotipos de los dos amigos son bastante parecidos, un poco depresivos y a la vez idealistas, tratando de huir de una vida que les parece injusta o sacrificada y buscando el hedonismo y el anarquismo.

Pero entonces irrumpe Lori Singer y claramente la película ya no se puede comparar con aquellas dos. Singer, a la que bien podríamos englobar en el tipo de actrices que decía en mi anterior película, junto a Daryl Hannah, Laura Dern o Kelly Lynch (de hecho Lori todavía es más alta, 1,79 por el 1,75 de Kelly), entra en escena y se adueña completamente del foco de la cámara y de la atención de los espectadores.

Domina claramente a los personajes de Penn, bastante depresivo, y Pasdar, presuntuoso, y hace con ellos lo que quiere. Entonces se aprecia claramente que la película se convierte en una Road Movie, aparecen algunos tramos más de viaje por carretera, con algún escaso paisaje interesante, aunque bastante escuetos, pero prácticamente todo se centra en los cambios de coche continuos, que muchas veces no aportan nada.


Hay algunos momentos más interesantes de la película, en los que se serena, con algunos momentos filosóficos (hay un claro mensaje medioambiental de trasfondo), o parajes más inhóspitos o deshabitados que son más habituales en una Road Movie, y que a mi por lo menos me gustan más, pero todo ello mezclado con fragmentos entre rídiculos  e intrascendentes que hacen que el interés que hubieras ganado minutos antes lo pierdas poco después.

Aunque la película podría haber sido una de mis favoritas, un Coast to Coast, desde Pennsylvania a California, se me queda un poco floja como Road Movie, un poco floja como Aventuras, como Crimen, el doblaje no es ni de lejos de los mejores, la música, en ocasiones country, que no me apasiona, incluso hay un momento en el que la película puede coger un hilo parecido a una película que me gusta mucho sobre camiones, Convoy, pero rápidamente pierde importancia también esa vía ... y la película no convence del todo.

Lo que hace diferente a esta película, con respecto a la mayoría de las Road Movie, es que muestra a los Estados Unidos no con paisajes maravillosos y belleza natural, sino con un declive ecológico y económico. La fotografía cinematográfica es poderosa y, exceptuando las localizaciones en el Parque Nacional de Mesa Verde, nos muestra un lado normalmente invisible del paisaje americano, que posiblemente nunca veas en una guía turística, y eso está bien como factor diferenciador, pero no creo que sea lo que los espectadores esperásemos.











Valoración:                                5/10












 

28 febrero 2024

Tres en raya (1993)








Hay muchísimos casos en el mundo del cine, de padre e hijo actores, o de hermanos actores, aunque no tantos con un número de hermanos tan numeroso como los Baldwin, y todos ellos chicos (bueno, hay dos hermanas que no lleavn su apellido, pero que no tienen ningún protagonismo como ellos).
William es el tercero en el orden, tras Alec y Daniel y por delante de Stephen. Adam, aunque pudiera parece también hermano de ellos no lo es. Tienen un parentesco lejano, al que habría que remontarse remotamente hasta el siglo diecisiete, en Inglaterra.

Quizás la saga de los Arquette sea bastante comparable, aunque hay tanto hombres como mujeres entre ellos, sobre todo con Rossana, Patricia y David.

Lo que si suele ser siempre común, es que el padre, o el hermano mayor en este caso, es el que abre el camino al resto de hijos o hermanos, y aunque posteriormente el hijo o el hermano pequeño, pueda alcanzar más fama que su predecesor, es muy extraño, que primero destaque alguien más jóven, y al amparo de su éxito consigan emerger en el mundo del cine otros familiares mayores que él.

Y es que Alec les allanó mucho el camino con su éxito. Quizás no tanto a nivel cinematográfico, a mi no me parece un actor especialmente brillante, pero si por su matrimonio con otra actriz, todavía más mediática que él. Y es que no todo el mundo puede presumir de haber estado casado, nada más y nada menos, que con Kim Basinger, seguramente una de las actrices más deseadas de todo Hollywood, y que en la década de los 80 decoraría infinidad de carpetas de jóvenes estudiantes, que admiraban sus dotes y sus atributos ... para la interpretación.

Así que al abrigo de su hermano mayor, el resto de hermanos fueron abriéndose paso y encontrando su hueco en el mundo del cine, sin llegar a ser tampoco ninguno de ellos un gran actor. 
Podríamos decir que William es bastante más actor que sus hermanos Daniel y Stephen, y que le podría discutir a su hermano mayor, Alec, el honorífico título de mejor actor de la familia.
Y es que aunque no sean películas de mi devoción, tiene papeles importantes o protagonistas en películas, al menos taquilleras, como Llamaradas, Acosada o Caza Legal, en todas ellas al lado de una mujer atractiva.


Y no una, si no dos mujeres atractivas, son las que le acompañan en esta película. 
Igual que un padre o un hermano mayor actor te pueden abrir las puertas del mundillo, no es menos cierto que un gran físico también puede hacer lo mismo o más.
Y de eso seguro que podría haber tirado Kelly Lynch si hubiera sido necesario para comenzar en la actuación.

Lo cierto es que a mi no me parece mala actriz, aunque lo que más destaque de ella sea su innegable atractivo, con su imponente 1,75 de estatura y su pelo rubio. Un arquetipo de actriz no muy común, en el que podría juntarse con Daryl Hannah o Laura Dern. Tres actrices, que me gustan (más allá de Daryl Hannah de jóven me pareciera irrsistible en cuanto a atractivo) y que me parecen bastante infravaloradas, y que son algo más que una destacada presencia física delante del objetivo de la cámara.

Junto a ellos, pero un papel diferente, tímida y discreta, está Sherilyn Fenn. Una actriz que también fue una de las primeras que descubrí cuando hace poco más de diez años empecé a cogerle el gusto al cine, y a las películas poco conocidas. Recuerdo perfectamente como intenté contagiar a algunos amigos de compartir algún rato con una película, y en compañía de un par de amigos, vimos El Aparecido, en la que salía junto a Charlie Sheen. Una película prácticamente de culto, pero tanto mis amigos como yo por aquel momento ignorábamos la figura de esta actriz. Recuerdo como un amigo mío impresionado (por no decir otra palabra) quitó la atención de la película por unos momentos para buscar información de esta actriz (o fotos, no sé realmente que buscó, pero le impactó).


Pero bueno, la película es bastante regular ... muy típica de los noventa, donde ya se nota la transición de la década anterior, donde todo parecía todo mucho más improvisado, más fresco y más divertido, y aquí todo parece muy preparado, y no tiene la chispa ni la gracia que otras películas de los ochenta, sin ningún argumento, o sin ningún actor conocido.
Pero es una comedia romántica con pocas dosis de humor, imprescindibles para este tipo de películas. De hecho casi hay que buscar el humor en los pocos minutos que tiene en pantalla un interesante actor como es Joe Pantoliano.

La película la salva a duras penas Kelly Lynch. ¿Os he dicho ya que tengo debilidad por esta actriz?. Más allá de mi posible falta de objetividad, Lynch está divertida, atrevida y absolutamente adorable, encaja en el papel como un guante y convierte el papel potencialmente menos interesante del trío en un personaje digno de prestar atención. Inevitablemente, la película sufre un poco cuando ella está fuera del objetivo.

Es una de esas películas que cuesta conseguir, que te hace ilusión ver, y que tienes buenas expectativas en ella, y que luego resulta ser una película intrascendente.











Valoración:                                    5/10













25 febrero 2023

Pasiones prohibidas (1991)

 




Hace unos días cumplía 90 años la actriz Kim Novak, un nombre que suena muy bien, de hecho hasta en Esapaña se hizo una película que se llamaba El curso en que amamos a Kim Novak, lo cuál refleja lo icónica que fue por momentos esta actriz. 

Pero además de sonar muy bien, también suena muy antiguo. Y es que realmente parece como si hace tiempo que no estuviera entre nosotros.
Y es que su filmografía no es muy extensa y está prácticamente ligada a la década de los 50, dónde cosechó su éxito, especialmente de la mano de Alfred Hitchcock en Vértigo, que es la única película que yo había visto hasta la fecha suya.

Y es que ésta es (y será) su última película y ya hace 32 años de la misma. Y al parecer no es que fuera una decisión que ya tuviera tomada antes de interpretar su papel en ella, si no que el resultado del mismo y el propio personaje le llevaron a no querer volver a actuar más.

De hecho está prácticamente irreconocible para los que sólo tenemos en la mente su imagen de juventud con su bonito pelo rubio.


La película es bastante lenta, melancólica, con dos personajes para los que parece que la vida se hubiera detenido o no tuvieran ninguna percepción o preocupación por el día a día ni por el paso del tiempo, y el contrapunto de un personaje tremendamente excitado, preocupado o estresado que genera un contraste interesante entre los protagonistas.

De hecho este personaje tan agitado es el que interpreta Bill Pullman, que tan pronto te puede realizar un papel enérgico como éste, como parecer un buenazo con cara de tonto en otra película. Actor quizás un tanto infravalorado y al que de pequeño yo siempre confundía con Robin Williams, se me daban un parecido razonable.


Pero además de lenta también me resulta un tanto extraña, por pequeños instantes me parecía estar viendo una obra de David Lynch. No tenía en mente a su director Mike Figgis, pero mirando en su filmografía y viendo que su mayor éxito es Leaving Las Vegas, pues me encaja en su estilo. No sé como será Lunes tormentoso, que también la tengo marcada para ver.

Creo que lo mejor sin duda es el guión, también suyo. No porque la película me parezca maravillosa, pero si porque está muy bien hecho. Y es que según va avanzando la película te hace darte cuenta de cosas que habían pasado minutos antes y te hace pensar en el final de la misma, te mantiene atento y te hace ir hacia delante y hacia atrás para encajar las piezas, porque como ya digo a veces la película resulta un poco extraña o complicada.


Una película de contrastes, te puede parecer bonita, diferente, relajante, meláncolica y bonita, o te puede parecer lenta, extraña, complicada, aburrida ... supongo que habrá de todo, yo me quedo con matices interesantes pero sin apasionarme, y eso que estaba Pamela Gidley, de la que casi sin querer he agotado ya casi toda su filmografía que me interesa.









Valoración:                                      5/10