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17 julio 2025

Adiós al rey (1989)

 





Basil Poledouris es para mi uno de los mejores compositores de bandas sonoras del cine. Quizás desconocido o casi anónimo para muchos, para mi está a la altura de los grandes maestros de esta disciplina, como puedan ser John Williams, Ennio Morricone, Vangelis, John Barry, Bill Conti, Hans Zimmer ...

Yo lo conocí indagando en una película que suelo ver casi todos los veranos, Un amor de verano (1982), de Randal Kleiser, y encontrarme con él en los créditos. Como me gustó mucho su contribución a esta película, aunque muchas de las canciones sean conocidas y de cantantes, a partir de ahí me dediqué a escuchar bandas sonoras suyas, hasta que con ésta, que me pareció interesante (aunque en la película no se aprecie tan bien), que tenía como Farewell to the king.

Y no me sonaba nada esta película, así que mire a ver cuál era el título en español y me decanté por verla. 


Me pareció sorprendente lo desconocida de la misma, no recuerdo que la hayan pasado nunca en televisión cuando era pequeño, para ser una película de John Milius (nominado a 1 Óscar), no muy prolífico director, pero con dos importantes títulos, uno menos conocido como El gran miércoles (1978) y sobre todo Conan, el bárbaro (1982), cuya banda sonora también fue responsabilidad de Basil Poledouris y tener como actor protagonista a Nick Nolte (nominado a 3 Óscar).

Como curiosidad, el director John Milius fue surfista californiano en su juventud. En esta película, "Adiós al Rey", protagoniza Gerry Lopez, un famoso surfista de la época de los sesenta. El gran miércoles antes mencionada es una película con temática de surf, la mejor que yo haya visto seguramente.

Además el actor protagonista gozaba en ese momento de su vida de una notable fama (cosa que corroboran los tres millones de dólares que cobró por interpretar a su personaje, y que para aquella época, parece bastante dinero) y resultaba chocante que esta película hubiera resultado un pinchazo. Parece ser que Orion Pictures modificó la película y el resultado no fue del agrado del director ni tampoco de los espectadores en aquel momento.


Desde otra perspectiva, Mike Medavoy, director de estudios de Orion Pictures en la época del rodaje, comentó sobre esta película en 2002: «Muchas cosas impidieron que 'Adiós al Rey' tuviera éxito. Hubo interminables discusiones entre Al y John, y entre John y nosotros, sobre el corte de la película. John terminó enfadado conmigo durante años, pero hemos vuelto a ser buenos amigos. Al final, la película simplemente no funcionó. Quizás el público no estaba preparado para ver a un soldado blanco convertirse en rey de una tribu indígena de Borneo. Fue una de las películas audaces de Orion que no fueron taquilleras, pero, en retrospectiva, es una película de la que todos estamos muy orgullosos de haber formado parte».


El caso es que me encontré zambullido en una película ambientada en el Pacífico en la Segunda Guerra Mundial, que podría ser una película bélica más de esa década, pero que además del distintivo toque de la banda sonora de Basil Poledouris que me acercó hasta ella, tenía ligeros aires de otras películas totalmente diferentes, no de tipo bélico.

Así la película me evocaba en determinadas cosas a otras como La Misión (1986), Manto negro (1991) o Los últimos guerreros (1995). 


Y es que, aunque la segunda parte de la película se convierta prácticamente en una pélicula íntegramente bélica, durante la primera parte hay más que eso, una película de tribus, de lugares olvidados por el tiempo, de postales de gran belleza y de la conversión de una persona en otra.

Esa primera parte de la película es cautivadora y hace compensar el que la segunda mitad sea una película bélica como puede serlo cualquier otra, bueno mejor otras por la atmósfera y la gran introducción de la película.

Confronta la guerra contra la paz, la humanidad contra la barbarie, el militarismo y colonialismo contra la ausencia de armas y tecnología, confronta dos mundos tan diferentes que por desgracia en muchas ocasiones entran en un conflicto innecesario, la guerra y la destrucción.


Aunque la película es bastante desconocida y el reparto bastante anónimo, acompañan a Nick Nolte dos actores, también poco conocidos pero con su significancia, el primero Nigel Havers, componente de aquel reparto anónimo que sorprendió al mundo en Carros de fuego (1981), y el segundo Frank McRae, ese actor inmenso de raza negra, especialmente notorio en Encerrado (1989) junto a Sylvester Stallone.


Una pequeña joya escondida, que descubrí gracias al gran Basil Poledouris, que por desgracia también nos dejó muy pronto.

Después de varios meses sin ver películas y sin poder escribir, y no sé si lo seguiré haciendo, me ha producido una gran satisfacción ver esta película.










Valoración:                            7/10












25 enero 2025

El diablo de las aguas turbias (1954)

 





Continué viaje por África, y al no poder ver una película que me apetecía mucho, Los Misterios de Angkor (1960), (creí que la tenía en castellano, pero era en francés, y posiblemente no se haya doblado al español), puse ya rumbo a China desde la anterior parada en La India, y aunque estuve dudando en ver ésta o Shanghai Suprise (1986), con Sean Penn y Madonna, (también podía haber visto Corredor hacia China (1957), del mismo director, Samuel Fuller, pero la descarté por ser en blanco y negro), finalmente para continuar la senda de películas antiguas me decanté por ésta y se rompió la racha de películas interesantes.

El argumento más habitual de las películas americanas ambientadas en China o Japón es mayoritariamente la Segunda Guerra Mundial, por tanto películas del género bélico, con bastante presencia naval en las mismas.

De niño me gustaban este tipo de películas bélicas y de submarinos, me sentaba con mi padre y mi hermano a verlas y me parecían apasionantes, además de una alternativa a los westerns que acaparaban casi toda la cuota de pantalla, o por lo menos lo que mi padre le gustaba ver.

Luego según fui creciendo se me fueron haciendo pesadas, hasta el punto de dejarlas de ver completamente, y haber estado muchos años sin ver una, más allá de otras películas con un submarino como protagonista pero no esencialmente bélicas y tampoco ambientadas en la Segunda Guerra Mundial, como La Isla Misteriosa (1973), La Grieta (1990) o la muy famosa película de Steven Seagal, Alerta Máxima (1992).

Pero la película, de lo que recuerdo, no me ha resultado nada novedosa, siendo la única novedad el que hacía mucho tiempo que no veía una película de este género.

Aquí una lista de películas sobre submarinos



Además, aunque las dos últimas películas de esta gira que estoy haciendo por Asia estaban rodadas en España principalmente, se percibía o uno se podía imaginar que estaba físicamente en el lugar en el que se ambientaban, Afganistán y La India, aquí ni rodaje ni ambientación que hiciera a uno pensar que estaba en aguas del Mar de la China.

Y ese es el principal problema que me hizo dejar de ver este tipo de películas, el hecho de que el rodaje se ciñiera exlusivamente al interior de un submarino y poco más.

Pero a ésta, más allá de que tampoco tenía miradas otras alternativas de película ambientada en China, le había visto un posible aliciente, al leer la descripción que había dejado en IMDb otro usuario que ya la había visto:

"Un equipo científico contrata a un exoficial de la Armada para encontrar una base secreta en una isla atómica china y evitar un complot comunista contra Estados Unidos que podría desencadenar la Tercera Guerra Mundial."

Me hizo pensar que una isla, y por tanto vegetación y naturaleza tendría su peso en la película y por tanto aportaría una novedad a las películas bélicas de submarinos, pero nada más allá de la realidad, la supuesta isla se visita muy tarde, con nocturnidad y hasta parece un decorado en cualquier sitio aleatorio.

Además al parecer también parte de las imágenes subacuáticas se tomaron de otra u otras películas de submarinos anteriores.

Una de las muchas películas bélicas que se hicieron en torno a la Segunda Guerra Mundial, que no es excesivamente mala, ni excesivamente buena, pero que tampoco aportó nada diferente. Era muy fácil coger a una de las estrellas de la época, en este caso Richard Widmark, preferentemente que no hubiera hecho ninguna película parecida, y construir en torno a él otra sin mucho más objetivo que hacer un película bélica con ese actor, dando por hecho que el tirón del actor, la Segunda Guerra Mundial y ese género de cine iban a ser garantía de éxito, y no siempre era así.

Creo que el mayor problema, independientemente de no ser una película excelente ni con gran presupuesto, es la presencia innecesaria de una mujer en una película en la que no encaja nada y que refleja la necesidad de muchos cineastas de meter a la fuerza un interés amoroso en los lugares más sórdidos, que rara vez funciona, y esta vez tampoco.

Seguramente una película solo para los muy admiradores de Richard Widmark, o del también renombrado director Samuel Fuller, que por momentos se puede convertir en un aburrimiento torturante, y a la que quizás el novedoso CinemaScope y el Technicolor salvaron de un resultado todavía peor.

Pero con todo y con eso, la película consiguió una nominación a los Óscar, en la categoría de mejores efectos especiales.









Valoración:                         5/10












08 abril 2024

Gloria de la mañana (1993)

 





Seguramente la gran mayoría, quitando los muy fans de él, no conozcan mucho de Christopher Reeve fuera de su atuendo de Supermán, tanto a nivel de su vida personal, como a nivel cinematográfico, con otras películas que no formen parte de los cuatro capítulos de la Saga.

Y es que podríamos decir que es uno de esos actores que saltó del anonimato al estrellato con tan solo una película.
Hacía poco que se había graduado, después de estudiar interpretación junto a su gran amigo Robin Williams. También tuvo gran amistad con el resto del elenco de Supermán, el director Richard Donner, y los actores, Gene Hackman y Margot Kidder, así como con la actriz Jane Seymour con la que coincidió en otro rodaje.

Reeve era un fantástico atleta, con 1,93 metros de altura, especialmente nadador, aunque también era piloto y practicaba hockey y equitación.
Se enteró de que se iba a realizar una película acerca del héroe de cómic y se presentó al casting (él tenía el pelo rubio y se lo tiñó y además se puso unas lentillas para cambiar el color azul de sus ojos y así parecerse lo máximo posible al personaje protagonista de Supermán), y allí tuvo la enorme fortuna de que su director, Richard Donner, quería un actor desconocido en la gran pantalla y parecido al personaje físicamente, y obtuvo el personaje inmediatamente.

Después del papel de Supermán, y teniendo en cuenta que era de la generación de principios de los años 50, no encajaba muy bien en el prototipo de película estándar que se empezaba a hacer en los años 80.
Así que además de no tener ningún éxito rotundo más además del de Supermán, no hizo muchas películas en los años 80, siendo bastantes de ellas películas para televisión, que habitualmente tienen menor presupuesto y menor difusión.


Ya después en la década de los 90 sufrió su trágico accidente de equitación que le dejó al borde de la muerte, y que la mantuvo parapléjico hasta el final de sus días, siendo ésta una de sus últimas películas.

Del resto del reparto destaco la presencia de J.T. Walsh, un actor bastante infravalorado a mi juicio (aunque realmente su primera película la hizo pasados los 40 años y por tanto su trayectoria fue relativamente corta), con una trayectoria relativamente paralela a Reeve (ambos fallecieron con poco más de 50 años y sin mucha diferencia), habitualmente encasillado en papeles de villano que suele interpretar con gran aplomo, destacando especialmente, para mi gusto, su papel en Breakdown junto a Kurt Russell, con el que coincidió hasta en cuatro películas.

Una película de ámbito rural, ambientada en la época previa a la Segunda Guerra Mundial, que me recordó bastante a El Mendigo, que vi hace relativamente poco, con Sissy Spacek y Eric Roberts.

Nos muestra comportamientos y actitudes habituales en zonas alejadas de las grandes ciudades, como las costumbres de la gente, la rudeza y falta de educación y el recelo hacia los forasteros, todo ello muy bien desarrollado.

Además estamos ante una historia romántica, sin que apenas haya unos besos poco explícitos en pantalla, y mucho menos ninguna escena ni lenguaje subidos de tono.

Simplemente es una película sencilla, no esperéis giros de guión porque no los tiene, que trata de demostrar que el amor se puede construir desde la confianza y en las circunstancias más extrañas posibles, y en los valores y la falta de superficialidad que se forjan en circunstancias duras, complicadas y de necesidad.

Por último quería resaltar una vez más lo mucho que hace un buen doblaje. Lo único que pude conseguir de esta película, soprendentemente desconida, fue un doblaje latino y la verdad que desluce en buena medida la película.












Valoración:                                6/10
















05 diciembre 2023

El mendigo (1981)

 







Algunas personas ven una película simplemente al azahar, otros en base a recomendaciones de otras personas o una publicidad o trailer que les llame la atención y en mi caso utilizo los alicientes apriorísticos.

Que para mi son, un director o actores que me gusten, un par de líneas de argumento que me hagan formarme una idea de la película que me pueda llegar a resultar interesante, o incluso hasta un póster de la película especialmente atrayente.

Aquí me encontré con un reparto interesante para mi. Eric Roberts (hermano mayor de Julia), un actor sin buenas críticas habitualmente, pero que yo he trabajado bastante, y con películas muy poco conocidas que me han resultado muy interesantes como Coca-Cola Kid o Caída libre. Ésta es la película en la que le veo más joven hasta ahora, y da para preguntarse viéndole aquí porque este actor no llegó a más en su carrera. Junto a él Sissy Spacek, a la que tenía poco vista, y que me parece que hace un papel impresionante (justo venía de ganar un Óscar por Quiero ser libre) y Henry Thomas, el famoso niño de ET, al que hace poco también vi en El secreto de el lago, y que aquí es presentado en los títulos de crédito con un "introducing", o sea presentando en sociedad o debutando.
Además algún secundario interesante, especialmente para mi R.G. Armstrong).


Luego vienen los cinco primeros minutos, que muchas veces me suelen valer para hacerme una idea de la película y raras veces me suelo equivocar en esa primera impresión.

Aquí me encontré dos alicientes y un inconveniente.
Los alicientes, el nombre de Jerry Goldsmith en los títulos de crédito, a pesar de que la música pase un pelín desapercibida, y el ambiente rural que tanto me gusta, aunque no llegue a alcanzar el interés de los filmes australianos.
Y como inconveniente, que era una película ambientada en 1940, y no me suelen gustar las películas ambientadas mucho tiempo atrás, aunque en este caso y sin que sirva de precedentes, la atmósfera que rodeaba toda la película hizo que se diluyera ese detalle y que no me resultara un motivo de desinterés en este caso.

Curiosa película, de la que se escribió un guión, a partir de la cual se hizo una novela, y luego la película, no sé si más basada en el guión original o en la novela.
El guionista,  William D. Wittliff, se basó en su infancia durante la Segunda Guerra Mundial en la ciudad texana de Gregory en Texas, para escribirlo.

El papel protagonista iba a ser para Sally Field, pero se retiró para rodar Dos hacia California, que vi hace no mucho, dejando el papel para Sissy Spacek. Y creo que Spacek pega mejor aquí en este papel más dramático y Field en el otro, más de comedia.
Así que finalmente Sissy Spacek rodó a las órdenes de su marido, en su primera colaboración, y en uno de los pocos títulos que tiene como director él.


Es cierto que el final se vuelve melodramático y un poco feo, incluso podríamos calificarlo de desacertado, pero en general la película tiene una  buena dosis de encanto a su alrededor. Los personajes llaman tu atención, tanto protagonistas como antagonistas. Hay algo de humor además de drama, y ​​una interesante banda sonora de Jerry Goldsmith para aumentar los aspectos positivos de la película.

Sorprendentemente la película toma su título de un personaje bastante secundario, que solo tiene su protagonismo al final de la misma, y que yo creo que podría eliminarse por completo de la película y no afectar en nada al resultado de la misma.

La película muestra momentos de desesperación y desesperanza, pero los contrarresta muy bien con otros de amor y pasión, haciendo una película pura y discreta.


Me resulta curioso como al final de la película el personaje de Sissy Spacek saca un billete de autobús para ella y sus hijos con destino San Antonio, curiosamente la ciudad en la que nació Henry Thomas, como si fuera también un guiño hacia él y hacia el éxito que le iba a venir después de este su primer papel.

Siento que podría calificar la película en la categoría de pequeñas joya ocultas/descubiertas.











Valoración:                                   8/10