25 enero 2025

El diablo de las aguas turbias (1954)

 





Continué viaje por África, y al no poder ver una película que me apetecía mucho, Los Misterios de Angkor (1960), (creí que la tenía en castellano, pero era en francés, y posiblemente no se haya doblado al español), puse ya rumbo a China desde la anterior parada en La India, y aunque estuve dudando en ver ésta o Shanghai Suprise (1986), con Sean Penn y Madonna, (también podía haber visto Corredor hacia China (1957), del mismo director, Samuel Fuller, pero la descarté por ser en blanco y negro), finalmente para continuar la senda de películas antiguas me decanté por ésta y se rompió la racha de películas interesantes.

El argumento más habitual de las películas americanas ambientadas en China o Japón es mayoritariamente la Segunda Guerra Mundial, por tanto películas del género bélico, con bastante presencia naval en las mismas.

De niño me gustaban este tipo de películas bélicas y de submarinos, me sentaba con mi padre y mi hermano a verlas y me parecían apasionantes, además de una alternativa a los westerns que acaparaban casi toda la cuota de pantalla, o por lo menos lo que mi padre le gustaba ver.

Luego según fui creciendo se me fueron haciendo pesadas, hasta el punto de dejarlas de ver completamente, y haber estado muchos años sin ver una, más allá de otras películas con un submarino como protagonista pero no esencialmente bélicas y tampoco ambientadas en la Segunda Guerra Mundial, como La Isla Misteriosa (1973), La Grieta (1990) o la muy famosa película de Steven Seagal, Alerta Máxima (1992).

Pero la película, de lo que recuerdo, no me ha resultado nada novedosa, siendo la única novedad el que hacía mucho tiempo que no veía una película de este género.

Aquí una lista de películas sobre submarinos



Además, aunque las dos últimas películas de esta gira que estoy haciendo por Asia estaban rodadas en España principalmente, se percibía o uno se podía imaginar que estaba físicamente en el lugar en el que se ambientaban, Afganistán y La India, aquí ni rodaje ni ambientación que hiciera a uno pensar que estaba en aguas del Mar de la China.

Y ese es el principal problema que me hizo dejar de ver este tipo de películas, el hecho de que el rodaje se ciñiera exlusivamente al interior de un submarino y poco más.

Pero a ésta, más allá de que tampoco tenía miradas otras alternativas de película ambientada en China, le había visto un posible aliciente, al leer la descripción que había dejado en IMDb otro usuario que ya la había visto:

"Un equipo científico contrata a un exoficial de la Armada para encontrar una base secreta en una isla atómica china y evitar un complot comunista contra Estados Unidos que podría desencadenar la Tercera Guerra Mundial."

Me hizo pensar que una isla, y por tanto vegetación y naturaleza tendría su peso en la película y por tanto aportaría una novedad a las películas bélicas de submarinos, pero nada más allá de la realidad, la supuesta isla se visita muy tarde, con nocturnidad y hasta parece un decorado en cualquier sitio aleatorio.

Además al parecer también parte de las imágenes subacuáticas se tomaron de otra u otras películas de submarinos anteriores.

Una de las muchas películas bélicas que se hicieron en torno a la Segunda Guerra Mundial, que no es excesivamente mala, ni excesivamente buena, pero que tampoco aportó nada diferente. Era muy fácil coger a una de las estrellas de la época, en este caso Richard Widmark, preferentemente que no hubiera hecho ninguna película parecida, y construir en torno a él otra sin mucho más objetivo que hacer un película bélica con ese actor, dando por hecho que el tirón del actor, la Segunda Guerra Mundial y ese género de cine iban a ser garantía de éxito, y no siempre era así.

Creo que el mayor problema, independientemente de no ser una película excelente ni con gran presupuesto, es la presencia innecesaria de una mujer en una película en la que no encaja nada y que refleja la necesidad de muchos cineastas de meter a la fuerza un interés amoroso en los lugares más sórdidos, que rara vez funciona, y esta vez tampoco.

Seguramente una película solo para los muy admiradores de Richard Widmark, o del también renombrado director Samuel Fuller, que por momentos se puede convertir en un aburrimiento torturante, y a la que quizás el novedoso CinemaScope y el Technicolor salvaron de un resultado todavía peor.

Pero con todo y con eso, la película consiguió una nominación a los Óscar, en la categoría de mejores efectos especiales.









Valoración:                         5/10












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