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15 junio 2024

El campeón del videojuego (1989)

 





Tuve la fortuna de toparme con otra película que me resultó francamente terapeútica, en este transitar de días monótonos y rutinarios presididos por mi gran cansancio, así que es de agradecer uno de estos momentos de evasión.

El caso es que la tenía reflejada con dos títulos diferentes en mi base de datos, una como El pequeño mago, que si la tenía resaltada con el color que marco las que quiero ver, y otra con este título, El campeón del videojuego, queno la tenía marcada entre mis prioritarias.

De hecho la traducción del título de la película en otros idiomas es de lo más variopinta e incluyen

"Joy Stick Heroes" (Alemania), "Sweet Road" (Japón), "The Wizard of Videogames" (Italia y Brasil), "Videokid" (Francia), "The Champion of Videogames" (España), "Gameboy" (Suecia), "Game Over" (Finlandia), and "The Child Genius" (Canadá).


Como las películas de magia me gustan decidí ver la que tenía como El pequeño mago, pero resultó ser una película de dibujos animados española, concretamente ésta. Así que tenía dos opciones ponerme a ver otra, ya que parecía que no era una película de magia como yo esperaba, o rebuscar esa otra versión que tenía a ver si era la correcta y darle una oportunidad a la película.

Quizás, viendo sobre todo el número de votos que tiene la película en la web de referencia IMDb, parece que puede no ser una película muy apropiada o que cumpla el propósito del blog, pero no recuerdo que la hubieran pasado nunca en mi infancia, y menos ahora en la actualidad, y tampoco tenía muchos  votos cuando la incorporé a mi base de datos, con lo que posiblemente sean principalmente espectadores americanos, donde parece ser que es una película de culto y dio pie a torneos de juegos, y pienso que en España seguirá siendo poco conocida ... o no.

Evidentemente, hoy que se puede conseguir casi cualquier película con relativa facilidad, puede ser que los admiradores de Fred Savage, que rodó la película a la vez que hacía Aquellos maravillosos años, aprovechando su increíble éxito, o los seguidores de Christian Slater, en España, hayan visto multitudinariamente la película ... aunque pienso que los que principalmente lo habrán hecho, si es que conocen el detalle, serán los poseedores y jugadores de la consola Nintendo NES, que es donde reside la magia de la película para mi.

Dos actores que alcanzaron la fama muy pronto, Fred Savage como he dicho anteriormente gracias a la serie de televisión, Aquellos marvaillosos años (con su inolvidable canción), y Christian Slater de la mano de El Nombre de la Rosa, junto a Sean Connery.
Slater ya estaba consolidado en el cine, y venía de rodar dos películas más que he comentado aquí en el blog, Más allá de las estrellas y Al filo del abismo.

Junto a ellos destaca la presencia de Beau Bridges, hermano subestimado de Jeff, e hijo del también actor Lloyd Bridges. Aquí el personaje de Slater hace de hijo del personaje de Bridges, y curiosamente Slater venía de hacer una película en la que su personaje hacía de hijo del personaje que interpretaba Jeff Bridges, en Tucker, un hombre y su sueño.

Beau Bridges y Christian Slater admitieron que tenían poco o ningún interés en los videojuegos cuando fueron elegidos. Jugaron durante el rodaje y se hicieron fans.

Del resto del reparto me gustaría reflejar una cosa curiosa, de mano del actor Frank McRae. Este actor coincidió en varias películas con Stallone, siendo especialmente recordado su papel de Eclipse en Encerrado. Pues bien, aquí en una de las escenas conduce un camión que es el mismo que se utilizó en Yo, el Halcón (1987) protagonizada por Sylvester Stallone, como Hawk. Todavía tiene escrito HAWK en la puerta.


En cierto modo la película me da un ligero aire a Yo, el Halcón, y posiblemente a la que más se me parezca de las que he visto, sea a Bonita, con Brooke Shields.

Además del reparto y el detalle de la videoconsola Nintendo en el que luego ahondaré, hay más cosas que hacen muy interesante la película, en mi opinión, y aún siendo una película con protagonistas infantiles, no es completamente una película infantil como tal, ni dirigida solamente a ese tipo de espectadores.

Podríamos decir que la película tiene un alto componente de Road Movie (que como ya he dicho en otras ocasiones es un subgénero que me gusta mucho), cosa que me sorprendió, mezclando bien con aventuras (suelen ir de la mano ambos géneros) y un poco de humor.

Pero la parte Road Movie, está muy bien elegida, por esos territorios icónicos y solitarios del medio oeste que tanto me gustaría conocer y conducir.

Y otra vez me volví a ver sorprendido por el aspecto musical de la película, bastante presente y con dos momentos importantes, cuando suena Send me and Angel de Real Life, y la canción de epílogo, una vez más la mejor manera de cerrar una película, que además tampoco conocía y pasó a engrosar mi carpeta musical de canciones de películas, I found my way interpretada por Sally Dworsky.


Pero, en fin, todo esto no le daría a la película una especial valoración si no fuera como he dicho por la presencia de la consola Nintendo NES. Es la única consola que tuve en mi vida, que nos regalaron por Reyes mis padres, seguramente poco después de que se hiciera esta película.

No fue una consola excesivamente popular (compitió con la Mega Drive de Sega), porque en esa época las consolas evolucionaron rápido y pronto quedó obsoleta o menos atractivas que las que iban apareciendo nuevas.

El caso es que, aunque no jugué a muchos juegos y tampoco me pasé las horas muertas jugando con ella, la sigo conservando como un recuerdo muy bonito y especial de mi infancia, con el significado además que no es necesario ni tener muchas consolas ni muchos juegos, ni tener la más actual, si no ser agradecido por lo que tienes y saber valorarlo.

Hay que reconocer que las consolas eran, y creo que siguen siéndolo, bastante caras, por eso cuando nos la regalaron, sólo lo hicieron con un juego ... el Super Mario Bros 3.

Así que cuando al final de la película aparece el juego, para decidir el ganador del torneo organizado, casi se me saltan las lágrimas.
Bien es cierto que apenas se ven unas cuantas pantallas del primer reino, y que todas las escenas de juego están pregrabadas, pero la conexión que senti en ese momento con la película fue enorme y no se me olvidará nunca.

De hecho parece ser que la película mostró los primeros destellos de este juego y algunos afirman que contribuyó al éxito del juego en Estados Unidos.












Valoración:                            8/10












 


01 noviembre 2023

Baila hasta el amanecer (1988)

 






El otro día fallecía Matthew Perry, uno de los actores más populares de la década de los 90 y también durante el siglo XXI, que curiosamente se hizo popular por una serie de televisión, y no ninguna película, gracias a su papel de Chandler en la longeva y mundialmente aclamada serie, Friends, cuya grabación duró una década y participó en 234 episodios.

Uno de esos actores con grandes problemas de adicciones, que finalmente no pudo superar.

A la par que grababa Friends trabajó en alguna película popular, como Tango para tres o Falsas apariencias, pero su carrera cinematográfica siempre irá ligada a su popular personaje de Friends, y tampoco necesitó tener papeles importantes en la gran pantalla para conservar su popularidad.

Ya vi hace un tiempo su primera película, Una noche en la vida de Jimmy Reardon, de la que prácticamente no guardo ningún recuerdo, así que tenía marcada de hace tiempo, esta su segunda película, y era la ocasión perfecta para verla.


Aunque realmente no sé como su carrera despegó viendo la interpretación en esta película, no por falta de cuota de pantalla, si no más bien por la inexpresividad de su personaje y la falta de vigor y energía en el mismo, aunque entiendo que estaba en el guión que fuera así.

Una película con un elenco de actores jóvenes y prometedores, de los cuales algunos llegaron a alcanzar cierta popularidad, aunque creo que realmente el que más lo hizo fue el propio Perry, a pesar de tener el papel menos destacado en la película. Sorpresivamente todos los actores estaban en una horquilla de edad similar, y no había casos excesivamente chocantes de actores cuya edad real era muy superior a la del personaje que interpretaban.

Por el lado femenino, todas ellas también especialmente conocidas por un papel longevo en una serie de televisión famosa, están Tracey Gold (Los problemas crecen), que a pesar de ser la que cuya carrera menos despegó luego, para los que veamos la película mucho después de su grabación, sorprendería que le quitara el protagonismo a sus otras dos compañeras de rodaje, haciendo de una especie de Cenicienta que se convierte en princesa.

Junto a ella, Christina Applegate (Matrimonio con hijos), que a pesar de no interpretar el papel que quizás más le pegaría lo hace bastante bien, contando aquí con apenas 16 años. Y Alyssa Milano (Embrujadas), una actriz que siempre me cautivó desde que la descubrí en Melrose Place, y que aquí contaba con tan solo 15 años. Ya había aparecido tres años antes en Comando, dando vida a la hija de Arnold Schwarzenegger, y aquí ya había crecido lo suficiente para parecer una jóven muy atractiva, para interpretar a la chica más popular del instituto.

En el lado masculino, quitando a Perry, sus protagonistas Brian Bloom (que también tuvo un pequeño papel en Melrose Place) y Chris Young (no tiene ninguna interpretación desde 1998), no tuvieron tanto recorrido como las intérpretes femeninas, aunque realmente en esta película se lleven los dos mejores papeles (de hecho parece que Chris Young consiguió llevar a la realidad lo que ocurría en la ficción y salir durante un breve período de tiempo con Alyssa Milano).

Juntos a ellos tres actores interesantes más veteranos, que condimentan bien la película, como son Cliff de Young, Alan Thicke y especialmente Kelsey Grammer, uno de los varios actores tan geniales que salieron de la serie Cheers.


La película se basa en un evento muy usado en el cine americano, especialmente en los años 80, como es el baile de la fiesta de graduación de un instituto (igual después de Halloween, Black Friday sea de lo próximo que importemos de América, junto con el día de Acción de Gracias). Pero a pesar de ser un argumento muy utilizado, creo que esta película lo trata especialmente bien.

Yo, personalmente, no me canso de ver este tipo de películas a pesar de que vaya cumpliendo años. Sin recurrir a ningún desnudo y sin utilizar humor especialmente forzado y recargado. Yo recomiendo que no se descarte simplemente por parecer una película adolescente ligera. Tiene algo para todos, los jóvenes, los mayores y los jóvenes de corazón.

Además te deja el buen sabor de boca de que al final los menos favorecidos salen victoriosos.











Valoración:                                   7/10












05 octubre 2023

El secreto del lago (1986)

 





Creo que el verdadero germen de que le cogiera afición a ver películas poco conocidas y escribir acerca de ellas fue una sesión doble que vi hace más de 10 años con ésta y la siguiente, Cavernas Fantasmas.
Después de ese tiempo creí que era buen momento para revisionarlas, porque me gustaron bastante, porque tienen toda la esencia que busco con este blog y porque me apetecía que tuvieran su hueco aquí.

De esta primera podría destacar como una película aparentemente infantil se convierte para mi en una de las mejores películas de aventura / misterio que he visto, siendo además muy apta para cualquier espectador, sin tener que limitarse a niños en torno a esa edad de trece o catorce años o a padres con niños en edades similares.

La película está al mando del director australiano de origen británico Brian Trenchard-Smith, que ya había rodado otra película australiana interesante y conocida, como Los Bicivoladores, con una muy jóven Nicole Kidman.
No obstante creo que el principal mérito en esta película hay que dárselo al guionista, por una historia tan singular.


En líneas generales recordaba la esencia de la película, aunque no algunos detalles.
Como por ejemplo que se trataba de otra película australiana de esas que tanto me gustan, con ese ambiente rural tan característico.
Y es que al protagonizarla Henry Thomas (el célebre Elliot, protagonista de E.T.) pensé que era una película americana, pero las escenas de lagartos autóctonos de Oceanía primero y luego la mención hacia la ciudad de Sidney y que los vehículos tenían el volante a la derecha me dejaron bien a las claras que era una película australiana, y que quizás por eso me gustaba tanto.

Y es que una de las características que principales de estas películas rurales australianas que tanto me gustan, es el especial cuidado y acierto que tienen en la elección de las localizaciones para las mismas. Sin haberme encontrado escenarios repetidos, todos me han parecido especialmente interesantes y atractivos para la filmación de una película, y de todos, creo que éste se llevaría el primer premio.

En este caso está filmado principalmente en locaciones de Woods Point, Victoria, Australia. Woods Point es considerado un pueblo minero rural que no ha cambiado mucho en los más de 30 años transcurridos desde que se realizó la película. El terreno circundante parece bastante un parque nacional.

Un país, Australia, que seguro que me maravillaría si lo conociera, y que parece residir en otro planeta, por la poca superpoblación que hay, la conservación original de muchos lugares y la aparente menor huella del ser humano. Un país en definitiva que hace pensar en un mundo mejor.

Aunque tiene un presupuesto estrictamente bajo, lo compensa rodándose en lo más profundo de la región de las Montañas Azules de Nueva Gales del Sur, que es casi un personaje en sí mismo, misterioso y antiguo. Esto también le da a la película un sabor claramente australiano, acentuado por la imagen romántica de una comunidad de pueblo pequeño donde todos se conocen y se cuidan unos a otros, y las relaciones con la comunidad europea y nativa (que viven completamente separadas) son optimistas. El cinismo del mundo moderno está muy lejos y cada personaje está imbuido de una inocencia intacta. La americanización de la cultura es inexistente y muchas líneas de diálogo están marcadas por un coloquialismo antípoda. Como consecuencia, la actuación puede ser a veces un poco teatral, pero todos realizan una actuación competente, que es otra de las virtudes de estas películas, que los actores australianos a pesar de ser poco conocidos de fronteras afuera de Australia (quizás allí puedan ser muy populares), realizan interpretaciones muy sobrias y valiosas.


Otra de las virtudes de la película es que nos puede permitir trasladarlos a nuestra niñez, en especial para los que tuviéramos un pueblo y pasáramos temporadas en él.
Aunque no tuviéramos la misma curiosidad e ingenio que el protagonista de la misma, seguro que casi todos hemos hecho alguna aventura, en menor escala que ésta claro está, adentrándonos en terrenos apartados y desconocidos y sin el consentimiento de nuestros padres.
Con esas bicicletas BMX tan geniales en nuestros días y pensando en explorar, ir de acampada o salir a merendar al campo.

Es una de las películas con mejor traducción del título al castellano, ya que los títulos alternativos u originales no me resultan convincentes. El título original The Quest, es utilizado en más películas, y el original en Australia Frog Dreaming no tiene gran relación con el desarrollo de la misma. Si la veis juzgar que título de los tres os parece más adecuado.


Creo que no hace falta ser un niño o ser tener carácter infantil para apreciar esta película, si no más bien ilusión, buen gusto y personalidad.
Hay una frase que me gusta mucho que reza "Uno no deja de jugar porque se hace mayor, uno se hace mayor porque deja de jugar", y creo que se podría emplear igualmente si permutamos jugar por soñar, así que nunca dejéis de soñar.

Una película que yo creo que es de las que más recomendaría ver a cualquier persona.











Valoración:                                      9/10












02 septiembre 2023

Bonita (1979)

 






Recientemente había visto una película de Brooke Shields (Oro mojado, 1984), pero me pareció tan parecida a otra que había visto poco tiempo antes (El tesoro de los tiburones), que finalmente no hice una ficha de la misma. Así que cuando cayó en mis manos ésta, me pareció tan singular el argumento que decidí ver una segunda película consecutiva con Brooke Shields como protagonista.

Como protagonista ... infantil, porque cuando se hizo la película tenía tan solo 13 años. Lo raro es que ésta sea tan desconocida, pero evidentemente fueron los cimientos sobre los que asentó su posterior explosión, tan solo un año después, con El lago azul, película por la que es mayoritariamente conocida aquí en España (recuerdo que esta película nos la pusieron en el colegio y todo).

Shields dice que esta película le marcó mucho, y que supuso un antes y un después en su vida, y que siempre la recordará con mucho cariño.
Le ganó el papel a Jodie Foster, que es tres años mayor que ella, y quizás esa diferencia de edad hizo que Brooke Shields encajara mejor en el papel.


Hay además algunos buenos secundarios en la película, como John Crawford, Geoffrey Lewis o un también jóven Lorenzo Lamas durante un breve intervalo, pero quería detenerme en la figura, muy poco valorada, pero que siempre aporta mucho, de Charles Durning.

Un actor al que siempre había visto en las innumerables veces que abré visto El golpe, pero en el que nunca había reparado, hasta que un día le vi en otra película y me di cuenta que trabajaba en la película de Paul Newman y Robert Redford y empecé a fijarme en sus personajes y en las grandes interpretaciones que hacía.

Casi siempre haciendo de persona bastante gorda (aquí a su personaje algunos le llaman la ballena), astuta, entrometida, muy metido en su personaje, con una interpretación casi impecable de los mismos y con una interesante voz de doblaje siempre.

El director intentó que su papel lo hiciera Orson Welles, pero estaba ocupado con otros proyectos, y creo que Charles Durning fue una elección muy acertada por parecido a Welles.

Hay actores que atraen principalmente por imagen o atractivo, sin negar que puedan ser buenos actores, y otros que atraen por sus dotes interpretativas, y evidentemente Charles Durning se encuentra en este segundo grupo.


El corte original de la película duró 111 minutos (la que conseguí yo, con algunos minutos sin doblaje). Cuando la película tuvo un mal comienzo, el director Rudy Durand volvió a editarla y la redujo a 100 minutos. Posteriormente, ambas versiones de la película se estrenaron en televisión y vídeo doméstico.

Warner Bros programó el estreno de la película en 1978. Finalmente, probaron la película en 6 ciudades a principios de 1979 antes de archivarla, en espera de reediciones. El principal inversor de la película, Mel Simon, recompró los derechos de la película a Warner Bros. en 1980 y luego el guionista y director Rudy Durand la reeditó. No pudieron conseguir una gran distribución, pero en 1981 tuvo una gran rotación en Showtime y debutó en la NBC.


Mientras la estaba viendo la película me hacía pensar en El buscavidas, esa gran película de Robert Roosen, con una gran interpretación de Paul Newman, con su famosa frase "He venido a por el gordo", en la que el juego protagonista es el billar, y que curiosamente el personaje de Brooke Shields hace referencia a dicha película, y también un poco a El golpe, donde el juego principal es el póker. Con la conexión de que en Charles Durning intervino en esta segunda película, y Paul Newman en ambas.

Me parece una película realmente original, sobre máquinas de pinball, que aunque en España no tuvieran mucho éxito, si que creo que es un icono de los años 80, y en cierto modo me recuerda a mi adolescencia y las breves asistencias que hice con mis amigos a salas recreativas que había en el barrio, que con la llegada de las videoconsolas más avanzadas desaparecieron para siempre.

Además la película tiene una carga de Road Movie que siempre me agrada mucho, y que aunque no muestra en esta ocasión paisajes interesantes, si que a mi me genera un aliciente adicional.










Valoración:                               6/10












02 agosto 2023

El secreto de la montaña de los osos (1995)

 






Después de haber visto una película con nexos en común (familiar, infantil y un oso en varias escenas), un poco decepcionante, como fue Cruzando la gran barrera, volví a probar suerte en el mundo de los osos con esta película, sin saber que me iba a esperar.

Hay gente que piensa que las películas infantiles solo se pueden ver cuando tienes esa edad. Recuerdo la bronca que me echaron mis amigos, cuando pasada la treintena posiblemente, una tarde noche y también sin saber de que iba les puse la película Dentro del laberinto, argumentándome que estaba totalmente fuera de contexto y de tiempo para nosotros. Curiosamente algunos de esos amigos luego se iban a ver cada estreno de Píxar o películas de dibujos.

A mi no me importa ver una película infantil o familiar aunque ya esté lejos de esa época de mi vida. Pero siempre te aporta algo, y se cambia de género para no ser muy repetitivo.


Siendo reacio a adentrarme mucho en la década de los noventa, la película me dejó sensaciones encontradas. Por un lado, en lo negativo, se me asemejó bastante a una TV Movie y por otro me pareció bastante más reciente. En lo positivo, una película amable casi todo el tiempo, con tranquilidad y aventuras.

Y es que la película te hace recapacitar acerca de tus veranos cuando tenías una edad similar a la de las protagonistas, lo que hacías en aquellos momentos de tu vida, quienes eran tus amigos y que echas de menos o que te habría gustado hacer que se te quedó en el tintero.

Pero la verdad es que evoca un escenario y un plan vacacional de lo más envidiable, y más en los tiempos que corren y el calor inmisericorde que apenas nos deja disfrutar del verano a algunos.


Me parece una buena película que enseñar a los que tengan niños, para valorar la amistad, saber respetar a las personas aunque parezcan diferentes y darles una oportunidad, nunca se sabe a que maravillosa persona puedes dejar de conocer por algún prejuicio o lo que dicen los demás acerca de otra persona, que muchas veces nos creemos y nos hace tener una opinión infundada de una persona.

Aparte del valor de la amistad, el tesoro de la infancia a punto de pasar a la juventud, la tranquilidad, la naturaleza y los bonitos paisajes en los que transcurren algunas partes de la película, dos actores sazonan un poco mejor la película.

Por un lado, la actriz protagonista, que me sonaba y que luego vi que era Christina Ricci. Aunque yo no sé realmente de que me sonaba (igual por ser los dos nacidos en 1980), porque no me suena haber visto ninguna de sus películas, si que fue una importante actriz infantil y juvenil durante los noventa, supongo que gracias a la película Casper.

Y por el otro, David Keith, uno de esos actores que nunca tengo en mente y que aparece de vez en cuando en alguna película interesante. Poco valorado o relevante, a pesar de haber tenido gran éxito en Oficial y Caballero, su carrera está bien en la década de los ochenta, pero más allá de esa época dorada en general a nivel cinematográfico, no ha tenido un protagonismo excesivo, aunque si alguna película interesante y más de cien títulos de crédito en su carrera.











Valoración:                                         6/10