Después de haber visto una película con nexos en común (familiar, infantil y un oso en varias escenas), un poco decepcionante, como fue Cruzando la gran barrera, volví a probar suerte en el mundo de los osos con esta película, sin saber que me iba a esperar.
Hay gente que piensa que las películas infantiles solo se pueden ver cuando tienes esa edad. Recuerdo la bronca que me echaron mis amigos, cuando pasada la treintena posiblemente, una tarde noche y también sin saber de que iba les puse la película Dentro del laberinto, argumentándome que estaba totalmente fuera de contexto y de tiempo para nosotros. Curiosamente algunos de esos amigos luego se iban a ver cada estreno de Píxar o películas de dibujos.
A mi no me importa ver una película infantil o familiar aunque ya esté lejos de esa época de mi vida. Pero siempre te aporta algo, y se cambia de género para no ser muy repetitivo.
Siendo reacio a adentrarme mucho en la década de los noventa, la película me dejó sensaciones encontradas. Por un lado, en lo negativo, se me asemejó bastante a una TV Movie y por otro me pareció bastante más reciente. En lo positivo, una película amable casi todo el tiempo, con tranquilidad y aventuras.
Y es que la película te hace recapacitar acerca de tus veranos cuando tenías una edad similar a la de las protagonistas, lo que hacías en aquellos momentos de tu vida, quienes eran tus amigos y que echas de menos o que te habría gustado hacer que se te quedó en el tintero.
Pero la verdad es que evoca un escenario y un plan vacacional de lo más envidiable, y más en los tiempos que corren y el calor inmisericorde que apenas nos deja disfrutar del verano a algunos.
Me parece una buena película que enseñar a los que tengan niños, para valorar la amistad, saber respetar a las personas aunque parezcan diferentes y darles una oportunidad, nunca se sabe a que maravillosa persona puedes dejar de conocer por algún prejuicio o lo que dicen los demás acerca de otra persona, que muchas veces nos creemos y nos hace tener una opinión infundada de una persona.
Aparte del valor de la amistad, el tesoro de la infancia a punto de pasar a la juventud, la tranquilidad, la naturaleza y los bonitos paisajes en los que transcurren algunas partes de la película, dos actores sazonan un poco mejor la película.
Por un lado, la actriz protagonista, que me sonaba y que luego vi que era Christina Ricci. Aunque yo no sé realmente de que me sonaba (igual por ser los dos nacidos en 1980), porque no me suena haber visto ninguna de sus películas, si que fue una importante actriz infantil y juvenil durante los noventa, supongo que gracias a la película Casper.
Y por el otro, David Keith, uno de esos actores que nunca tengo en mente y que aparece de vez en cuando en alguna película interesante. Poco valorado o relevante, a pesar de haber tenido gran éxito en Oficial y Caballero, su carrera está bien en la década de los ochenta, pero más allá de esa época dorada en general a nivel cinematográfico, no ha tenido un protagonismo excesivo, aunque si alguna película interesante y más de cien títulos de crédito en su carrera.
Valoración: 6/10
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