20 agosto 2023

Vientos de tempestad (1985)

 






Igual que hace unos días vi una película de Charlie Sheen, ahora elegí una de su hermano mayor, Emilio Estévez, que decidió conservar las raíces españolas de su abuelo y conservar su nombre verdadero. Concretamente era de origen gallego, pero es un apellido que me resulta familiar porque en el pueblo de mi madre es común.

Tengo (o tenía) a Emilio Estévez por el hermano bueno y sensato de su hermano pequeño y más conocido Charlie, pero en esta película interpreta un papel más propio de su hermano. De hecho, también en esta película tiene un papel menor otro hermano de ambos, Ramón Estévez.
Me ha extrañado ver que lleva casi sin actuar desde 2006 y su filmografía no llega a los cincuenta títulos.

Aunque realmente aquí hace algo más que de actor principal, y es que compró los derechos de la novela sobre la que construyó el guión de esta película, su primer guión. Y él eligió el papel del jóven más rebelde y descarriado, a pesar de la insistencia de su padre, Martin Sheen, que le decía que él no quería hacer realmente ese papel, que eligiera el otro, a lo que Estévez se negó aduciendo que acababa de interpretar un papel parecido al que ofrecía el otro protagonista de la película.


Me ha sorprendido las similitudes que tiene la película con la que vi de su hermano hace unos días, Los chicos de al lado, ambas de 1985, y en especial el paralelismo entre los personajes que ambos interpretan, en un marco idéntico, el final del instituto (en este caso sin ninguna escena en el mismo) y el no caer en la delincuencia o desviarse del comportamiento correcto en ese difícil momento de la vida.

Les diferencia es que en aquella película los dos protagonistas tenían prospecto de delincuentes y no había uno de los dos que intentara reconducir al otro, y aquí en cambio uno interpreta una personalidad más calmada que hace que se produzca una lucha por ver que amigo convence al otro de seguir por una senda más o menos decente.

Emilio Estévez venía de hacer sus mejores películas, como Repo Man, El club de los cinco o St. Elmo, punto de encuentro, y a pesar de ello y contar en el reparto con el aura de Morgan Freeman, ésta es una película totalmente desconocida.


Aunque claro, igual habría que preguntarse cuando empezó a ser una estrella Morgan Freeman, un actor de maduración tardía, o al que nadie le supo sacar todo su provecho antes.

Posiblemente podríamos empezar a hablar de su importancia con Robin Hood: Príncipe de los ladrones (1991) y Sin perdón (1992), para alcanzar su gran repercusión con sus interpretaciones de Cadena Perpetua (1994) y Seven (1995), quedando ya desde ese momento en la cima de los actores de la actualidad.

Pero lo bueno de esa maduración tardía es que se pueden encontrar películas suyas (aunque en algunas con papeles menores, como aquí) poco conocidas, antes de hacerse mundialmente conocido, y yo lo he aprovechado de momento bien con, por ejemplo, Profesores de hoy (1984), El honor a un soldado (1986), Escuela de rebeldes (1989).

Al parecer también se intentó que Tom Cruise interpretara el papel de amigo del personaje de Emilio Estévez, pero imagino que Cruise ya tenía un caché muy alto u otros proyectos que le atrayeran más y el papel fue a recaer en un ya olvidado Craig Sheffer, un actor con cierto aire al gran Patrick Swayze, pero que no consiguió acercarse a su carisma y popularidad.










Valoración:                                     6/10













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