El título de esta película me inspiraba más bien acción, ciudad, noche, bandas callejeras, ajustes de cuentas, drogas ... pero cuando al poco de comenzar la película me encuentro un paisaje rural, un canguro, y los coches con el volante en el lado derecho, tenía claro que estaba ante otra de esas películas rurales australianas que tanto me gustan desde que las descubrí. Ahora solo me quedaba avanzar un poco de película para ver que tenía que ver el título con ese comienzo.
Hacía mucho que no me encontraba unos diez minutos iniciales de película que me engancharan tanto. Me recordó salvando las distancias a cuando vi otras dos películas, Caída libre y Jugar duro.
De hecho se ha llegado a comparar ese inicio con la película de Steven Spielberg El diablo sobre ruedas.
No sé que tienen estas películas australianas pero crean en mi un clima con unas características que me atrapan y me deleitan.
Como en Razorback o Cocodrilo hunter, un paisaje árido pero sin llegar a ser desértico, con belleza, una zona totalmente aislada, con muy poca población, y donde el ecosistema prima, animales autóctones, actores poco conocidos pero muy solventes, coches sorprendentes y aventuras, acción y misterio en sus dosis correspondientes.
Y es que el director de la película, Mario Andreacchio (australiano de origen italiano), que debutaba como director de largometrajes con esta película, dice sobre ella que lo que realmente quería hacer con ella es capturar gran parte de su infancia, el entorno en el que creció, muy árido, y realmente amaba la sensación de aridez... y también decía que a veces hay algo siniestro en la aridez.
Yo aplaudo esa decisión.
El propio director reconocía que quería que la película diera la sensación de cómic, y es verdad que los tres cazadores furtivos se podría decir que están sacados de uno, pero en cambio la protagonista femenina no pegaría en un cómic.
Decía Andreacchio que en un nivel, esta película es una simple historia de cómic sobre el bien y el mal, pero en el otro, es un drama sobre el conflicto humano y la supervivencia en la escala de una gran ópera, un poco exagerado pero refleja bien lo que quería hacer y en lo que se acabó convirtiendo la película.
En la misma línea, uno de los productores decía que no querían una apariencia realista de la película, si no una acción fantástica.
Se ha comparado la película con otras australianas, en concreto con las dos primeras de la saga Mad Max, y también con la que mencionaba yo antes de Razorback.
Ha recibido buenas críticas o comentarios de mucha gente, entre ellos de Quentin Tarantino, que la considera un clásico absoluto.
A pesar de no ser conocida aquí, en algunos sitios (supongo que principalmente Australia), se la considera una película de culto.
Muy recomendable.
Valoración: 7/10
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