Ya hace unos años vi un fragmento de esta película, sin verla empezar ni terminar, y me quedé con las ganas de verla completa, y hasta ahora no me había puesto con ella. Bien es cierto también, que la parte que vi resultó ser la más interesante y al final no se cumplieron del todo las expectativas que tenía con esta película.
Igual que en verano veo muchas películas con ese ambiente y ese espíritu veraniego y vacacional, en invierno no suelo tener la misma capacidad de ingenio y ponerme a ver unas cuantas de corte invernal, aunque hay que reconocer que el repertorio veraniego es mucho mayor que el de esta época del año, evidentemente entiendo que los costes de producción y las adversidades e incomodidades para rodar en el frío o la nieve son mucho mayores que en época de buen tiempo, donde además puedes elegir cualquier tipo de emplazamiento.
Y no es porque la nieve no me guste, ojalá pudiera ver nevar más o salir a pisarla, pero el hecho de vivir en una gran ciudad, donde es casi imposible verla, te hace tenerla menos presente mentalmente y a la hora de la verdad no caigo a la hora de elegir una película.
Hablando de pensamiento mental recurrente, seguro que a gente que viva en un entorno más invernal se le ocurriría con más frecuencia ver este tipo de películas, como cuando vi un pequeño reportaje meteorológico en la Península del Labrador, Canadá, un lugar que tiene muchos días de niebla al año (no sé si 200), y se les pidió a los niños de una escuela, en torno a 6 años, que hicieran un dibujo, y en la práctica totalidad de ellos estaba la niebla presente en el dibujo.
Esta película también se rodó en Canadá, pero en la otra costa, la oeste, en la Columbia Británica, lugar de muchos rodajes cinematográficos y en particular de estas películas con nieve, algunas de ellas intentando simular que están en Alaska.
Lo cual me lleva a conectarlo con películas que se ambientan allí, o que incluso tienen la palabra Alaska en el título
- Alaska, de Fraser C. Heston (1996)
- Alaska, tierra de oro (1960)
- Aventuras en Alaska (2002)
- En los mares de Alaska (1954)
- Los corruptores de Alaska (1955)
- Perdidos en Alaska (1996)
Y luego, posiblemente el título con el que más se sientan identificados muchos espectadores, sobre todo de mi generación o un poco mayores, como es la serie Doctor en Alaska, la cual yo apenas vi, pero que nunca he descartado verla ahora con el tiempo, ya que me gustan las películas ambientadas allí, y su canción era todo un reclamo para verla.
Aquí una lista de películas con un escenario parecido, que la persona que ha tenido a bien elaborar ha llamado
Y tenía grandes esperanzas depositada en esta película, porque tiene detalles que me recuerdan a cuatro películas ambientadas en un entorno frío y hostil similar que me gustaron mucho.
- A Máximo Riesgo por el entorno y los criminales
- A Viven por el accidente de avión en la nieve
- A Las Aventuras de Jeremías Johnson como película icónica de supervivencia en la nieve
- A En Tierra Peligrosa por el entorno y el mensaje o guiño medioambiental
Pero la película no acaba de cuajar, básicamente por un guión pobre y porque nadie secunda la siempre sólida actuación de Rutger Hauer, siendo la mayoría del elenco que le acompaña bastante anónimo, y no es de extrañar viendo sus interpretaciones aquí.
Hauer ha sido el mayor exponente del poco conocido internacionalmente Cine Holandés, junto al director Paul Verhoeven que tiene en su haber títulos como Robocop (1987), Desafío total (1990) e Instinto Básico (1992). De hecho colaboraron en varias ocasiones, pero rompieron su química y su contrato a raíz de un incidente en Los Señores del Acero (1985).
Cuando Hauer debutó en Estados Unidos, le aconsejaron que utilizara un nombre que sonara más inglés para atraer más al público estadounidense. Él se negó, pensando que su carrera en Estados Unidos sería de corta duración, pero el éxito de Blade Runner (1982), en la que él era uno de los protagonistas le llevó la contraria. Curiosamente Blade Runner estaba ambientada en 2019, año en que falleción Hauer.
En algunos sitos le llamaban el Paul Newman holandés (yo no le veo parecido ni en lo físico ni en el tipo de papeles que solían interpretar), a lo que él a veces contestaba "No sé qué tiene de atractivo. Veo que tengo ojos azules y no parezco el jorobado de Notre Dame, pero no entiendo el alboroto".
Se especializó bastante en papeles de villano o psicópata, o por lo menos son sus interpretaciones más recordadas, como por ejemplo en Autopista al infierno (1986), aunque él quería que no se le encasillara e intentaba buscar variedad de personajes.
Y es que las dos primeras partes de la película con la naturaleza como protagonista principal, aunque con algunos momentos poco creíbles que la van debilitando, son bastante decentes, tirando a notables incluso, pero la tercera parte se vuelve enrevesada, con agujeros por los que podría colarse toda la nieve del entorno y con situaciones que desconciertan, como si la película tuviera más metraje y se hubieran cortado escenas que las explicasen, y con cambios de amistades o de enemigos que resultan extraños y acaban por bajar la nota de la película.
Una vez más, una posibilidad de viajar virtualmente, a través de este portal de Alaska, en este caso a un territorio inhóspito y hostil, donde suele haber una ley diferente al resto de sitios, y donde la naturaleza suele ser la que imparte justicia.
Valoración: 6/10
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