Hay una serie de actores con los que no puedo, aunque reconozca que algunos de ellos me parece que actúan muy bien, y otros tengan grandes películas, pero sus papeles siempre suelen estar rodeados de un clima de prepotencia, chulería y de salirse siempre con la suya que han hecho que les coja manía y les mire con poco aprecio.
Entre ellos principalmente citaría a Jack Nicholson, y también en menor medida a Burt Reynolds y a este Kris Kristofferson.
Un actor que se me asemeja bastante a Charles Bronson, con un poco de todo en su etapa inicial, incluido algún western y luego especializándose en tipos duros, justicieros que se toman por su mano el arreglar cuentas pendientes.
Aunque todos le tengamos solo como actor es un importante compositor de canciones, habiendo ingresado en el Salón de la fama de los escritores de canciones en 1985 y en el de la música country en 2004.
Debe ser una persona muy creyente puesto que entre sus héroes personales están Jesucristo, Martin Luther King y Mahatma Ghandi y entre sus actores favoritos William Holden, Gregory Peck y Robert Ryan.
Practicante de boxeo, rugby y fútbol americano (precisamente estuvo jugando con Burt Reynolds) hasta que las lesiones le forzaron a dejarlo, era amigo de Muhammad Ali.
Entre sus amistades más importantes en el cine se encuentran Tommy Lee Jones y Jeff Bridges, así como lo fue de James Coburn.
Estuvo en las quinielas para interpretar a John Rambo, cosa que habría sido una ruina para la historia y no me pega nada.
No obstante yo desde que le vi actuar en Convoy, nunca rehuyo de ver una película suya y además suele llevar una voces de doblaje francamente buenas.
Esta película, que podría un ejemplo de uno de los tipos de película habituales en esa década, bastante idefinida en cuanto a una corriente o género que dominara principalmente, fue la última que se hizo en los estudios de grabación que utilizó principalmente la RKO, después de 49 años filmándose películas allí.
Con unos cuantos actores secundarios muy interesantes, comparte el protagonismo con Jan-Michael Vincent, del que hace poco vi la fantástica película El gran miércoles.
Un actor bastante inexpresivo en general, o muy tranquilo, que desde que le vi me da un aire a Tom Cruise unos años antes de que este irrumpiera.
Una buena mezcla de lucha por el poder, con corrupción, violencia y problemas familiares y vecinales forman este cocktail interesante pero sin ser ninguna maravilla (quizás mi poco aprecio a Kristofferson sea la causa ...).
Valoración: 5/10
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