08 julio 2020

El rastro de la pantera (1954)







Era sábado después de comer, y antiguamente, cuando yo era un niño, sólo había una tele en casa y apenas un par de canales de televisión, se veía en la tele lo que había y aparte lo que decían tus padres, y eso solía ser habitualmente un Western.

Así que como hacía tiempo que no veía uno me pareció un buen momento de rendir homenaje a mi padre y de recuperar una vieja tradición por un día.

Con un Western un tanto raro. De hecho estuve dudando hasta última hora si elegir uno con indios o buscar otro diferente como pudiera ser éste.
Y es que, como dijo su director, siempre había querido rodar lo que él describía como una película de blanco y negro en color.

Y una vez acabas de verla y ves esta frase te das cuenta de que es así, aunque durante la película no te hayas percatado, ya que la noche y la nieve son un constante en toda la película.

Pero como digo la película es rara, o por lo menos para catalogarla como una película del oeste estándar. Una única locación, prácticamente todas las escenas rodadas en el interior de una vivienda y una película de interpretación más que otra cosa.

Unas interpretaciones bastante buenas, quedando casi en mal lugar la de Robert Mitchum, en un papel extraño, en el que se pasa gran parte de la película sin intervenir, y del que reconoció que fueron las condiciones de rodaje más duras que había tenido nunca.

A pesar de ser ya un actor importante y de que el resto del escaso reparto no lo eran, queda un poco diluido, aunque su personaje está marcado por su carácter habitual visto en otras muchas películas suyas del oeste.

Al final la película me decepcionó un poco, porque como he dicho, su único punto fuerte es la interpretación, pero a mi, a pesar de reconocer lo bien que lo hacen los actores, me gustan otros alicientes en la película, y sobre todo cuando veo un western, me gustan paisajes típicos del oeste americano, más película de día y más variedad en general, en cuanto a locaciones y en cuanto acontecimientos que suceden en la misma.

El director reconoció un error que yo ya me barruntaba según iba avanzando la película y que justo nada más acabar lo solté. Lo que da título a la película no aparece en ninguna escena de la misma, y al final el director se arrepintió de ello, y yo es uno de los varios motivos por los que no puedo valorarla excesivamente bien.









Valoración:                               5/10













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