03 noviembre 2023

El carnaval de las tinieblas (1983)

 





A pesar de ser una tradición completamente asentada en nuestro país, y creciente en popularidad, Halloween no tiene excesivo protagonismo en el cine, o no por lo menos en películas un tanto antiguas. Bien sea porque no llevan implícito en el título la reseña a este día, o bien porque realmente no se ha trabajado mucho, más allá de la famosa saga con el personaje de Michael Myers, que empezó allá a finales de los setenta de la mano de John Carpenter, con no sé si seis o siete secuelas.

Buscando mínimamente, encontré en algún sitio que esta podía ser una buena película para ver en Halloween, supongo que porque hubiera disfraces, aunque el título parecía indicar más que fuera una película para Carnaval.

Aunque al poco de empezar la película una voz en off dice "Recuerdo que era Octubre, un mes nada agradable para los niños", con lo cual pensé que menuda coincidencia y acierto a la hora de elegirla, en esa última noche del mes de octubre.
Eso y la similitud del apellido del protagonista con el día en cuestión. Halloway / Halloween son realmente parecidos.


Aunque con los primeros minutos me podría esperar algo parecido a películas que he visto en esta trayectoria en el foro, como Las siete caras del Dr. Lao o El circo del terror, que me gustaron, rápidamente me di cuenta, y tras recordar que la película era de Disney, que no me iba a gustar en exceso.

Y es que las películas de Disney (el rey de la fantasía, un género que bien hecho me gusta bastante), suelen estar marcadas por ser positivas y bondadosas, enfocadas a público infantil o juvenil, y buscando el entretenimiento familiar, y mezclar eso, una película dirigida principalmente a niños con intentar darle un toque de miedo no me encajaba mucho.

Parece ser que alguien más además de yo no estaba contento con el resultado de la película porque Disney hizo muchos cambios en la película, que el escritor Ray Bradbury y el director Jack Clayton no tenían previstos. Muchas escenas de efectos especiales adicionales fueron filmadas por un director de segunda unidad, después de finalizar la producción original, y se realizaron otros cambios antes de su lanzamiento. Según el comentario en disco láser de Bradbury, muchas de sus intenciones originales para la película fueron destruidas.

Todo ello provocó que el estreno de la película se retrasara un año. Bradbury y los realizadores originales no estaban satisfechos con la intervención de Disney ni con los efectos agregados. La película terminó siendo un fracaso cuando finalmente se estrenó en 1983, a pesar de los intentos de Disney de hacerla más amigable para el público.


A pesar de contar finalmente con un muy buen actor como Jason Robards, la película no debía convencer a mucha gente por algunos otros detalles.

Como por ejemplo que Kirk Douglas compró los derechos y originalmente tenía la intención de producir e interpretar el papel del padre, cosa que finalmente no sucedió. Su hijo Peter Douglas permaneció en el proyecto como productor.
También se consideró para el papel de Robards a gente habitual de Disney, como Dick Van Dyke, u otros actores veteranos como Walther Mattau, Jack Lemon, James Garner o Hal Holbrook.

O que Ray Bradbury preguntó tanto a David Lean como a Steven Spielberg si estaban interesados ​​en dirigir la película y también debieron declinar la oferta, o por lo menos no decir que si.


A mi se me hace una película lenta, extraña, que no arranca, que intenta agradar a todos los públicos, pero que como película infantil las he visto mucho mejores, y como película de miedo, simplemente no alcanza para catalogarla como tal.

Apenas intervienen personajes durante la película, y aunque hay escenas con más gente, aparecen en un segundo plano, incluso parece que difuminados, dando la sensación de que la trama transcurre en un pueblo abandonado, o que todo le sucede a las mismas y pocas personas.

El resultado se convirtió, en una película de fantasía de tono negro que a algunos nos parece defectuosa y que definitivamente parezca fechada en el año 2012 en vez de 1983, pero aún así se podría catalogar como una de las películas de Disney más espeluznantes y menos sentimental jamás estrenada.











Valoración:                            5/10












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