Aprovechando el 14 de marzo (cumpleaños de Tim Rossovich) pude juntar dos actores fallecidos el año pasado para recordar, el mencionado y Burt Reynolds, evidentemente éste como protagonista y Rossovich con un papel muy secundario en la misma.
Nunca fui fan de Reynolds, habitualmente cuando veía anunciada una película suya en la tele me quitaba las ganas de verla, esas comedias no me apasionan, y su papel habitual de chulo tampoco.
Así que opté por esta película más de acción, que curiosamente dirigía él también (pasaron 15 años hasta que volvió a dirigir).
Y he de reconocer que el comienzo me gustó mucho, hacía prometer una gran película, aunque posteriormente no mantuvo el mismo atractivo el resto de la misma.
La película en general y el papel de Burt Reynolds en particular me evocan a las películas de James Bond, salvando las distancias en todo, actores, medios, trama, malos ... aunque precisamente esta parte está bastante lograda, con la gran intervención de Charles Durning, que colaboró bastantes veces con Reynolds (también había colaborado con él 6 años antes Candice Bergen), y con un malo muy peculiar al estilo de los que suele haber en las películas del espía británico.
Además las voces de doblaje deben de ser relativamente parecidas a las de las últimas películas de Roger Moore, que son las que se rodaron en fechas más o menos próximas a esta, y son muy buenas voces.
Aquí Reynolds estaba extremadamente delgado debido a las secuelas que todavía sufría después de haber sufrido un accidente durante el rodaje de su película previa Ciudad muy caliente. Al parecer tenía la mandíbula rota.
Reynolds alternaba tres looks habitualmente, totalmente afeitado, con barba completa, y con un fino bigote que es como estaba aquí caracterizado mayoritariamente (aunque curiosamente me he decantado por un cartel de la película en el que aparece con barba, que corresponde a los primeros minutos de la película).
Valoración: 5/10
Jugar duro en IMDb
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