30 abril 2022

Un instante, una vida (1977)

 





Cumplía 82 años Al Pacino, uno de los actores más reconocidos e importantes del último medio siglo, y decidí bucear entre su filmografía, no excesivamente extensa, a ver si encontraba alguna película poco conocida que ver y me encontré, con ésta sorprendentemente semi desconocida, para ser una película dirigida por Sidney Pollack y con un ya afamado Pacino después de haber interpretado ya a Michael Corleone en las dos primeras secuencias de El Padrino.

Desde el punto de vista de Pollack, ganador de un Óscar por la también romántica Memorias de África (aunque a mi su película que más me gusta es Las aventuras de Jeremías Johnson), dijos obre la actuación y caracterización del actor Al Pacino en esta película que Al era "uno de los pocos actores que podía interpretar a un hombre aparentemente pasivo y poco interesante, y que no fuera aburrido de ver".

Para interpretar el papel de Lillian, el director Sydney Pollack entrevistó a docenas de actrices europeas, mientras que Pollack también vio docenas de cada una de sus películas. Los criterios para el personaje de Lillian eran una actriz europea multilingüe con una presencia eléctrica y con la bonificación opcional de haber tenido exposición en películas estadounidenses. Marthe Keller hablaba con fluidez francés, alemán, italiano e inglés. La actriz suiza también había aparecido en dos películas estadounidenses, Domingo negro (1977) y Marathon Man (1976). Catherine Deneuve deseaba desesperadamente el papel de Lillian, pero se quedó sin él.

Al Pacino no sabía conducir un automóvil antes de esta película. Tuvo que tomar lecciones de manejo antes de poder conducir en las escenas de carrera.
Fue nominado a un Globo de Oro al Mejor Actor de Película por su actuación en esta película, pero no ganó. La nominación fue uno de los pocos premios que recibió la película.
Al Pacino y Marthe Keller mantuvieron una relación personal en la época y después de que se hiciera y estrenara esta película.

A Paul Newman se le ofreció originalmente el papel principal. Lo consideró, pero finalmente decidió que no era para él. Teniendo en cuenta que Newman era 15 años mayor que Pacino, creo que no habría encajado bien en ese papel de piloto de carreras, porque ya es difícil ver pilotos que pasen los 40 años, cuanto más que pasen los 50.



La podíamos catalogar como una joya perdida, pero quizás poniendo joya entre comillas, porque la película no tuvo las mejores críticas y tan pronto te puedes encontrar alguien que la ensalza mucho como alguien que la tilda de insoportable y la peor actuación y película de Pacino.
Pero bueno, tiene esa parte de joya por ser una película de Pacino poco conocida, justo post El Padrino, y para mi por esas localizaciones en sitios tan bonitos en los que he estado como Florencia, Bellagio y el Lago de Como, vistos diferentes en los años 70, y por supuesto ese hueco que tiene el Circuito del Jarama en la película.

Bien es cierto que el que espere una película sobre carreras de coches se va a decepcionar, porque aunque comienza con ella, rápidamente se diluye en un drama romántico, y tan solo vuelve a aparecer brevemente a lo largo de la misma.

La película está basada en la novela Heaven Has No Favourites del alemán Erich Maria Remarque que se publicó en 1961 y su protagonista no era estadounidense. Supongo que para filmarlo y asegurar la taquilla, el protagonista se cambió a un estadounidense y se eligió a una estrella estadounidense en ascenso. 

Es uno de los romances menos convincentes en la historia del cine, donde no puedes creer que ella esté con alguien que encuentra tan inútil, y no puedes creer que él esté con alguien que lo pone tan nervioso.


Como detalle final, el piloto de carreras de la vida real José Carlos Pace, anunciado como Carlos Pace, hizo de doble de Al Pacino en las escenas de carreras de autos (Pacino conducía el coche real de este piloto). 
Pace murió en un accidente aéreo en Sao Paulo poco después del comienzo de la temporada de 1977. Tenía 32 años. Esta película estaba dedicada a él.










Valoración:                                 6/10














02 abril 2022

El autobús atómico (1976)

 





Soy bastante seguidor de las películas cuyo hilo conductor es alguno de los medios de transporte terrestre que existen, especialmente coches y motos, que son las que más abundan, pero por ejemplo de camiones hay un par de películas que me fascinan, como son Convoy y Carretera mortal. 
Así que al ver ésta que versaba sobre un autobús decidí verla para ampliar el abanico de medios de locomoción.

Viendo el comienzo parecía que me iba a encontrar con una película de desastres, tan típicas y abundantes en los años 70, de hecho en el preámbulo de la película se puede leer


"Ha habido películas sobre grandes terremotos... 
 Ha habido películas sobre grandes barcos que se hunden... 
 Películas sobre grandes edificios en llamas... 
 Películas sobre grandes globos alemanes que revientan... 
 Y ahora una película sobre... . . " 


Pero estamos ante una comedia de humor absurdo, una parodia sobre esas películas de desastres de la época y sobre algunos personajes de la sociedad, y he de decir que aunque no soy nada seguidor de ese tipo de humor, esta película me ha conseguido hacer reír y el conjunto completo de la misma me ha parecido interesante.

Según un artículo de la revista de autobuses "Bus World", en 1976, el gran autobús real de esta película 
hizo un viaje real en California desde Los Ángeles a San Diego para promocionarla.
El coste  para construir el vehículo fue de alrededor de 250,000 dólares de la época.
El autobús real utilizado para esta película había sido parte del desfile del bicentenario de la ciudad Los Ángeles en 1976.

Para la gran llegada del gran autobús, se tuvo que levantar el techo de una estación de autobuses en el centro de Los Ángeles, para que el gigantesco autocar pudiera ingresar a las instalaciones.
El autobús, llamado cíclope por su gran faro central, tenía 32 ruedas, pesaba 75 toneladas y medía 106 pies de largo. Era articulado, de dos pisos y de propulsión nuclear.

Pero en realidad, el autobús era en su mayor parte un caparazón vacío que contenía solo los aparatos mecánicos necesarios para operarlo. El salón del piano, visible encima del compartimiento del conductor, fue la única pieza escenográfica instalada en el autobús y solo se construyó parcialmente.


Sí, "El autobús atómico" fue el predecesor de la larga y lujosa lista de parodias de desastres. Se la compara mucho con "Aterriza como puedas", algunos incluso diciendo que se basa en ella, cuando esta película es cuatro años anterior, y otros en cambio no entienden porque no tuvo tanto éxito como la otra.

El guión, la dirección y la actuación son buenos y los efectos especiales son de primer nivel tratándose de los años 70.

Definitivamente una película divertida y divertida. Súbete a este "Autobús".










Valoración:                                     6/10