Siempre cuando llega el verano me gusta ver alguna película relacionada con el mismo, que me anime, que me haga estar positivo, que me haga imaginar o soñar con algún plan de vacaciones ... aunque también a veces me ponen un poco melancólico.
Hace un par de años me marcó Un amor de verano (aunque ya la había visto) y el año pasado Un trabajo veraniego, y ésta que conseguí recientemente gracias a mis amigos de Exploradoresp2p, me entró por los ojos desde el principio, y pensé que sería mi película veraniega de referencia este año, y vaya que si estaba en lo cierto.
Son películas que te transportan a la juventud, o a las vacaciones pasadas y que te dan ganas de revisionar con frecuencia, por lo menos una vez cada verano.
Lo lógico es relacionarla rápidamente con Los Vigilantes de la Playa, pero no tiene nada que ver, son los 70, la sociedad es diferente, no se ha producido todavía la segunda explosión demográfica, todo es diferente, y además la película tiene mucha sustancia, no es cualquier película de los 80 sobre playa para pasar el rato, sin mucho argumento, y no es como Los Vigilantes de la Playa que no deja de ser una pasarela de chicas guapas en bikini, así que no permitas que una impresión negativa de Baywatch te haga ignorar y no ver esta película.
El director captura perfectamente un ambiente relajado y placentero del sur de California,
hace un buen uso del hermoso paisaje costero y, lo que es más importante, aporta un toque discreto.
Casi me recuerda más a la película El gran miércoles, también ambientada en la playa, pero también con mucho trasfondo e intentando generar en el espectador la disyuntiva entre buscar el mejor trabajo posible o buscar el trabajo que más te guste, que más tiempo libre te deje o que más te permita disfrutar de la vida.
Evidentemente hay chicas atractivas en la película, como la guapa Anne Archer o Kathleen Quinlan, pero su papel no es el de mostrar su cuerpo sin más, eso quizás si se le pueda etiquetar a Sharon Clark, pero su papel es bastante residual y al principio de la película, con lo cual luego queda en el olvido.
Además la película me dio la oportunidad de detenerme más en un actor como Sam Elliot, al que apenas recuerdo haber visto papeles importantes. Un actor de la misma generación que dos actores que me gustan bastante como Gary Busey y Nick Nolte, menos rudo eso sí, pero que me ha dejado una gran impresión, aunque seguramente también he de decir que no creo que tenga otra película en su filmografía que me guste tanto como ésta.
El salvavidas trata sobre numerosos temas importantes con los que todos podemos identificarnos, como el envejecimiento, las opciones de carrera profesional, la crisis (temprana) de la mediana edad, la masculinidad, mantenerse fiel a uno mismo, la responsabilidad, el amor, el sexo, la competencia en lo que hacemos, las consecuencias y mucho más.
Se da valor a no dejarse influenciar por la desaprobación de los demás hacia tu trabajo o tu modo de vida.
El reflexivo guión explora con admirable profundidad e inteligencia el concepto central de cómo la vida se trata de elecciones, o como decía el slogan de un anuncio de helados, la vida es cuestión de prioridades.
Puedes dejar pasar un gran trabajo o una gran mujer, pero no puedes dejar pasar la vida sin disfrutarla al máximo, hacer lo que realmente te gusta, y no lo que los demás creen que deberías hacer, ser tú mismo y no dejarte influenciar por el que dirán, si no sólo hacer lo que tú consideres mejor para ti.
La película es muy apropiada para aquellos que quieran dar un cambio a su vida y necesiten un empujón y nos puede hacer replantearnos o analizar muchas circunstancias de nuestras vidas.
¿Es el salvavidas un trabajo de adultos?
¿Qué significa ser un adulto, de todos modos?
¿Quién decide cómo las personas deben vivir sus vidas?
Estas son algunas de las preguntas examinadas en esta película magníficamente escrita de un hombre que tiene que tomar decisiones.
No son problemas que cambiarán el mundo, sino el tipo de pequeñas decisiones con las que luchamos todos los días.
¿Qué es realmente importante?
¿Por qué hacemos lo que hacemos?
¿Quién influye en cómo nos comportamos?
¿Deberíamos conformarnos porque eso es lo que la gente quiere de nosotros?
A pesar de que la película tiene más de 40 años y el mundo y la sociedad eran muy diferentes, es un claro ejemplo de los pocos que hay hoy en día, de como hay algunas personas que sobreviven a la tendencia del consumismo, capitalismo y materialismo extremo, y decide poner el dinero en un segundo orden de prioridades, aunque realmente es algo difícil de conjugar hoy en día.
Una joya secreta de los años 70 (que cada día me agradan más a nivel cinematográfico), una película con profundidad, sobre un estilo de vida alternativo que tuvo poco impacto en la taquilla en 1976, pero a lo largo de los años ha adquirido seguidores leales y seguramente en Estados Unidos sea hasta una película de culto.
Valoración: 8/10
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