18 mayo 2024

La cita (1982)

 





Esta película podría ser la elegida perfectamente para reflejar el título de mi blog. Y es que estamos ante una película totalmente desconocida, dirigida por una mujer (cosa menos habitual), además siendo su único largometraje, pocos actores y para mi desconocidos y hasta pocos diálogos.

No sé en que fuentes habrá bebido la directora pero además de elementos comunes con otras películas de terror, como un atajo (palabra que implica peligro casi de por si sola), oscuridad, pesadillas o perros peligrosos, está el típico niño muy inquietante con comportamiento errático y un trayecto en coche que presagia lo peor.

En ese sentido encontré ciertos puntos parecidos con El Resplandor y con El Diablo Sobre Ruedas.


Originalmente concebida como un thriller hecho para televisión, esto cambió en los primeros días de la preproducción, cuando el presupuesto aumentó después de que un inversor se uniera e inyectara una cantidad considerable de dinero en la producción. La película estaba destinada entonces a estrenarse en cines en 1981, pero tuvo dificultades para encontrar un distribuidor. Terminó siendo lanzada en video casero por un sello menor y también tuvo un par de transmisiones televisivas en el Reino Unido en la década de 1980. 

Después de eso, la película cayó en el olvido y la copia desapareció. Cuando el BFI quiso lanzarla en DVD más de treinta años después, no pudieron encontrar el negativo ni ninguna copia de la película, siendo la única versión conocida una copia VHS antigua y gastada rescatada de una tienda benéfica algunos años antes. Sin embargo, a través de una serie de adquisiciones, Sony Pictures descubrió en sus archivos en 2021 una copia de video con calidad de transmisión mucho mejor que la de ese VHS rescatado y esta es la versión que el BFI puso a disposición en DVD el año siguiente.

Filmada en 1980, esta película estuvo en las estanterías durante más de un año mientras los productores intentaban, sin éxito, encontrar un distribuidor para un estreno cinematográfico generalizado. En lugar de eso, terminó dedicándose directamente al alquiler de vídeos en 1982.


La Cita es una película de terror sin sangre, pero es aterradora en un sentido psicológico. Sin embargo, hay que leer entre líneas para entenderla completamente. Aquí están sucediendo más cosas de las que piensas.
Muy extraña e inquietante es la mejor manera que se me ocurre para explicar esta película de terror británica, siguiendo dos patrones básicos del cine de terror de este país, el silencio y la ausencia de sangre.

Uno de los elementos más fuertes de la historia y de la película es la poca conversación que hay.
Durante la mayor parte de la película, nadie habla y el relato se va componiendo de planos interconectados que van explicando ligeramente la película.

El inconveniente es que prácticamente no hay desarrollo de la trama. No soy del tipo que necesita que todo se explique en una película, pero ayuda saber un poco por qué suceden las cosas.

Durante gran parte de la película, da la sensación que la aterradora escena inicial no tiene nada que ver con el resto de la misma, no obstante a pesar de que a veces parece que la película no tiene mucho sentido (parecería 24 horas tormentosas en una familia), crea una atmósfera inquietante, de pesadilla y de ensueño en todo momento donde el horror de la situación se deriva más de lo que se implica que de lo que se ve.


La inclusión de sueños en las películas suele ser fascinante y rica en simbolismo y, a veces, los sueños pueden ser presagios o advertencias a las que el soñador debe prestar atención, pero rara vez lo hace.

La historia es bastante básica y te deja sacar tus propias conclusiones  e interpretaciones sobre el clímax y cómo llegamos allí.

El último detalle que me gustaría destacar y que para mi ha supuesto un plus adicional en la valoración de la película, es el protagonismo de ese modelo de coche. Un Ford Granada, entiendo que con clara inspiración española, que junto con el Ford Taunus fueron dos modelos no muy vendidos, pero medio de lujo en aquellos años, por la división europea de la marca americana Ford, y que siempre me gustaron, tanto por su línea, como por su escasez.











Valoración:                                6/10













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