29 diciembre 2024

Colisión en la nacional 5 (1976)

 





Pues alcancé las 500 entradas en mi blog, y para tal efeméride estuve dudando en a quien dedicarle dicho evento. Ya quedan muy pocos actores/directores vivos nacidos en la década de los años veinte del siglo pasado.

Recientemente le dediqué una entrada a Dick Van Dyke por su 99 cumpleaños y meses atrás a Eva Marie Saint por sus 100 años. Podía también haber valorado a otros actores muy veteranos ya, pero nacidos en la siguiente década, como Gene Hackman, Clint Eastwood o Robert Duvall, pero a todos los considero como un poco más modernos, no tienen ninguna película importante en los años 50 por ejemplo.

Además Hackman y Duvall empezaron a ser importantes yo creo que allá por los años setenta ya, y Clint, que creo que es el actor vivo más importante, pues es difícil encontrar alguna película suya que sea poco conocida, tanto en su faceta de actor como en la de director.


Así que elegí una persona, que siempre me ha parecido poco valorada, y que tiene papeles importantes en grades películas, como por ejemplo una de mis películas favoritas, Centauros del desierto (1956), pero también en Psicosis (1960), y completando su podio de películas más importantes podríamos poner El hombre que mató a Liberty Valance (1962). Estoy hablando de la actriz Vera Miles.

Una de las muchas actrices (y actores) que usan un nombre artístico, en su caso podríamos decir que semi artístico. Cambió su nombre a Vera Miles (derivado de su primer nombre de casada) al llegar por primera vez a Hollywood, debido a que ya había una Vera Ralston que trabajaba allí en ese momento.

Su éxito como reina de belleza (en 1948, quedó en tercer lugar en el concurso Miss América y después fue coronada Miss Kansas) la llevó a trasladarse a Los Ángeles en 1950, donde pronto comenzó a desempeñar pequeños papeles en cine y televisión, entre las que se encontraba una participación menor en el musical Dos billetes para Broadway (1951), que estaba protagonizado por Janet Leigh, con quien Miles protagonizaría nueve años más tarde la película Psicosis de Alfred Hitchcock. Atrajo la atención de varias productoras, con las que trabajó como modelo publicitaria, como era habitual en esa época para la mayoría de las aspirantes a estrellas en Hollywood.

Fue una de las actrices favoritas de Alfred Hitchcock después de que Grace Kelly se retirara, pero el embarazo le impidió interpretar muchos papeles protagonistas. De hecho estaba previsto que rodara otra gran película como Vértigo (1956), pero el embarazo hizo que el papel fuera a manos de Kim Novak (otra que podía haber considerado para esta entrada número 500, porque aunque es ligeramente más joven (1933), si que tiene papeles en la década de los cincuenta), con la que no logró conectar nunca.

Y es que tuvo hasta cuatro hijos, con tres maridos diferentes (de los cuatro que tuvo), uno de ellos el también actor Gordon Scott, que interpretó a Tarzán en varias ocasiones, cuando quizás se daban más las relaciones y matrimonios entre compañeros de la profesión.

Vera Miles pudo ser musa, pero decidió ser simplemente mujer y su peso en el cine es mayor de lo que dice su popularidad y el conocimiento sobre ella (seguro que muchos ni siquiera la conocen).


De entre su filmografía, teniendo en cuenta lo que tenía disponible, me fijé en esta película para televisión, que aparte de coches y carreteras, que suele ser un binomio que me gusta bastante, y en los años 70 me permitiría ver coches americanos clásicos de aquella época, tenía la conexión de contar en el reparto con Terry Moore, también nacida en 1929 como Miles, y también viva. Una actriz todavía menos conocida pero que llegó a recibir una nominación al Óscar en la categoría de actriz de reparto.

Pero había más detalles que llamaron la atención apriorísticamente. El resto del reparto, con varios nombres que me restultaban familiares, en especial un relativamente joven Tommy Lee Jones, la curiosidad de un padre y una hija en la vida real dentro del reparto, o el nombre de Bill Conti al frente de la banda sonora de la película, uno de mis favoritos, conocido especialmente por sus trabajos en la saga de Rocky o en Evasión o Victoria.

Así que me aventuraba con otra Disaster Movie de los años 70, con una catástrofe diferente a las que había venido viendo hasta ahora, y que me sorprendió con una situación que hasta ahora no había visto y que pensé que me había estropeado la película.

Y es que la película cuenta al principio lo que va a suceder al final, de hecho hay unos minutos, pocos, que se repiten tanto al principio como al final de la misma. Pero por suerte, pude comprobar al final que ese preámbulo no me había desvelado quienes morían en el accidente.

Así que aunque es claramente catalogable dentro de este subgénero casi exclusivo de los años 70, si no nos cuentan al principio de la película el desenlace final podríamos catalogarla como un drama o película de acción, digamos que no tiene la estructura habitual de las películas de catástrofes, en las cuales el desastre es al comienzo de la misma, o se prolonga durante gran parte de la película, pero a diferencia de algunas películas de este tipo, las historias de fondo individuales son realmente interesantes, aunque a veces pueda parecer un poco telenovela.

Con lo cual a diferencia de otras películas de este género, el desastre o catástrofe se produce al final de la película y mientras tanto nos va contando las vidas en las horas previas de varios de los protagonistas que van a converger en dicho accidente, con la curiosa característica de que casi todos los personajes aparentemente llevan vidas ociosas.


Una película que a mi parecer pretende enfatizar en que detrás de cada accidente, de cada víctima, hay algo más que la correspondiente estadística. Detrás de cada víctima de tráfico hay una persona con su propia historia que contar, y eso es lo que esta modesta pero admirable película de catástrofes hecha para la televisión quiere enfatizar.









Valoración:                          6/10















26 diciembre 2024

La vida de nuestro señor Jesucristo (1986)

 





Las películas habituales de Navidad suelen ser una mezcla de Papá Noel, comedia romántica, nieve, niños ... y en cambio las películas de corte biblíco o en las que está presente la figura de Jesús se dejan casi exclusivamente para Semana Santa.

Si que es cierto que la figura de Jesús está presente en no pocas películas, pero también lo es que raramente la película gira en torno a su figura. Por ejemplo, en grandes superproducciones de los 50 o los 60, su figura está flotando en el ambiente, con un peso relativamente importante, pero sin tener excesivo protagonismo, como por ejemplo en las magistrales Quo Vadis, Ben-Hur o Barrabás, quedando de ese tipo de películas como las que más representan la figura de Jesús Rey de Reyes o La historia más grande jamás contada.

Lo que también es significativo es que en la inmensa mayoría de estas películas se narra la parte adulta de la vida de Jesús, y no me suena haber visto nunca tanto detalle sobre su vida de niño o joven como en esta película, de hecho aquí en los títulos de crédito aparecen hasta 4 nombres para la infancia de Jesús, pasando luego ya a su vida adulta.

Así que por eso me llamó la atención esta película, aunque me hubiera gustado esta otra, La Natividad de Cristo, con algunos actores conocidos y una sorprendentemente joven Madeleine Stowe, pero que no he podido conseguir. Solo he visto algún vhs, por el que piden más de 100 euros y evidentemente en inglés, entiendo que esta película no se dobló al español.

Y es que no se sabe lo mismo de la vida inicial o de su infancia como si de su edad adulta y la última etapa de su vida, y por tanto no es igual de fácil de representar y tampoco tiene tanto interés como sus últimos años.

El actor que encarna aquí al Jesús adulto me transmite muy poco, me parece tremendamente inexpresivo en gestos y voz. Por ejemplo, el actor que encarna a Jesús en Ben-Hur, y al que no se le ve el rostro, tiene un impacto y una potencia tremendamente mayor en los pocos planos que sale. Un caso curioso, ya que apenas es su único crédito filmográfico.


Esta película tiene dos problemas, el primero es que ya conocemos la historia que va contar, con lo cual el factor diferencial viene principalmente por los escenarios elegidos, y en este caso ambientar una historia de Israel en México es difícil, un país mediterráneo salta a la vista y Méjico no lo es.
No obstante prefiero esos paisajes mejicanos, a las escenas en pueblos que no se parecen nada a los de oriente próximo.

En ese sentido me quedo por mayoría con la primera parte de la película frente a la segunda.

El segundo, es que evidentemente la tienes que comparar con otras películas que narran la vida de Jesús o en un concepto más amplio, películas biblícas. Y aquí todavía sale peor parada, ya que algunas de las mejores películas de la historia fueron estas superproducciones que ya he comentado antes y que ganan por goleada a ésta, en actores, localizaciones, desarrollo y montaje de la película.
de la mano de una superproducción.


Pero aquí lo que hago es calificar el valor cinéfilo de la película (siempre bajo mi criterio claro), y por muy creyente que sea y mucho que me puedan gustar estas películas, evidentemente se me queda escasa de nivel, no sé si por no estar familiarizado con el cine de este país, o porque evidentemente sus recursos cinematográficos son muy inferiores a los de cualquier otro país.

La primera parte de la película, en la que nos muestra los avatares menos conocidos de Jesús como niño, es más interesante por lo novedoso de la misma, pero la segunda, ya de adulto, en la que hace un repaso de algunos de sus episodios y milagros más famosos me ha resultado bastante pobre. Se intenta aglutinar muchos eventos en poco tiempo y ello provoca que se condense todo mucho y por ejemplo la forma de reclutar a los Apóstoles, parece como si fueras a hacer la compra rápidamente y sin fijarte mucho en lo que cojes, y luego empieza a relatar milagros concatenándolos unos con otros, sin ningún tipo de sentido ni justificación y quedando todo muy inconexo.


Esta película mejicana corrió a cargo del productor, director y guionista Miguel Zacarías, su última película, y el cual hizo varias relacionadas con la vida de Jesús, quizás por eso llegó hasta los 101 años de vida.

Así a parte de ésta tenemos

- Jesús, María y José (1972)
- Jesús, el niño Dios (1971)
- Jesús, nuestro señor (1971)
- El pecado de Adán y Eva (1969)


Justo de ésta película cogió unos segundos de metraje para el comienzo de La vida de nuestro señor Jesucristo.

En esa película estaba una de las mayores estrellas del cine mejicano, Jorge Rivero. Uno de los actores físicamente más imponentes que he conocido (sin llegar al nivel de Dwayne Johnson), no sé si era culturista, luchador, o ambas cosas.

Aquí ya había perdido su popularidad, y de hecho tiene un papel bastante residual, pero recuerdo que llegó a compartir cartel con John Wayne en un importante western como Río Lobo. Y el otro nombre reconocible, aunque también con un espacio mínimo en la película, es René Cardona, nacido en La Habana, pero que realizó su carrera en México y padre y abuelo de directores también. Aunque tiene casi 150 títulos de crédito como director, algo a lo que pocos llegan, aquí aparece entre el reparto.

Curiosamente también tiene varios títulos con la palabra Dios en su filmografía

- Arrullo de Dios (1967)
Jesús, el niño Dios (1971)
- Hoy he soñado con Dios (1972)



Una película distinta y desconocida sobre la vida de Jesús, que si esperáis que sea como las superproducciones de Hollywood mejor no la veais, pues os llevaréis una decepción, o más bien dejaréis de verla, porque tampoco hay que desdeñar que son más de dos horas de película.








Valoración:                           5/10













24 diciembre 2024

Cena de Navidad (1945)







 
Nunca he sido especialmente amante de las películas en blanco y negro, salvo contadas excepciones, véase las películas de los Hermanos Marx, que me parecen obras maestras, ya que pienso que la ausencia de color les resta un enorme valor y expresividad.

Pero que mejor ocasión que estas fechas para darle una oportunidad y así sustituir la tradicional película en blanco y negra de estas fechas, ¡Qué bello es vivir!, por ésta mucho menos conocida, pero también con espíritu navideño.

Y ahí me surge la pregunta de que entienden por cena de Navidad hoy  en día los jóvenes (y no tan jóvenes), y cual es su cena de Navidad más importante, la cena de empresa o con compañeros del trabajo, la cena con amigos de toda la vida, o la cena con la familia.

Y es que dudo que todo el mundo conozca el significado de la celebración del día 24 de diciembre y porque se hace en familia, o aún sabiéndolo seguramente para mucha gente lo prioritario será atiborrarse, con buenos productos si puede ser, y además colar la tradición de Papá Noel en una noche que no tiene nada que ver con eso a nivel religioso. Por cierto aprovecho para denunciar también que con el mensaje original de pobreza, paz y amor que tiene el nacimiento de Jesús, todo el mundo aproveche para maximizar su negocio al máximo por ese día, cobrando verdaderas aberraciones por los alimentos a consumir y anteponiendo su ganancia al mensaje cristiano, rozando en muchos casos un atraco en toda regla.

Además tampoco soy muy partidario de las mega reuniones en las que aparecen familiares lejanos y acaba convirtiéndose en una fiesta sin tener presente lo que se conmemora. Soy partidario de padres e hijos, y evidentemten donde haya abuelos también, pero a veces parece que el ser tres, cuatro o cinco personas tiene algo de negativo en dicha noche, cuando realmente la estampa original eran tres personas, y uno recién nacido.


La diferencia entre estas películas pretéritas y el cine actual es notable. Tanto a nivel de velocidad en los diálogos, como en la naturalidad de los actores como en el propio doblaje. Todos, desde el primero al último que interviene lo hacen muy bien y todos enriquecen la película.

Y es que realmente por aquel entonces no era necesario reunir un elenco de actores notables para garantizarte una interpretación solida del reparto. De hecho, la actriz más importante del mismo, Barbara Stanwyck, no está ante su papel más habitual.

Cuenta, además, con tres actores nacidos en torno al año 1880, todos notables en sus papeles, aunque bastante anónimos en la historia del cine. En especial Sidney Greenstreet (él y S. Z. Sakall, ya veteranos habían trabajado también en Casablanca), con una imponente voz de doblaje, que salvando las distancias, me trae un aire a las interpretaciones de Burl Yves, no tan anónimo pero si un secundario no muy importante, pero cuyas actuaciones son sobresalientes siempre.

El director, Peter Godfrey y Sydney Greenstreet eran veteranos de la escena teatral londinense y habían desarrollado una fuerte amistad cuando se estaba produciendo esta película. Según se dice, la pareja mantuvo al resto del elenco de buen humor con abundantes chistes, historias y parodias. Esto y el cambio de rol habitual de personajes de Barbara Stanwyck le hizo estar agradecida por este trabajo.

Así Godfrey y Stanwyck colaboraron después en otras dos pelíuclas, Las dos señoras Carroll (1947) y El aullido del lobo (1947).


Aunque por un lado la película puede mostrar una supuesta infidelidad (pero realmente no había nadie casado al que serle infiel), y aunque es una comedia, el director juega muy bien con el escenario para hacer una alegoría del portal de belén, trasladando, mediante un argumento bien diseñado, al elenco a una granja e introduciendo en dicho escenario niños que no se sabe de quien han nacido, como si lo hubieran hecho a imagen y semejanza de Jesucristo, y una revoltosa vaca y un caballo interpretando al buey y a la mula originales.

En este caso el blanco y negro no me resultó ningún inconveniente, ya que hay bastante iluminación y se puede apreciar todo muy real a pesar de la falta de color.

Es una película completamente alentadora y te dejará una sensación cálida en el corazón y una sensación de paz que te haga percibir que el mundo parece un buen lugar para estar, a pesar de la situación actual.

Lo más gracioso y disparatado, dentro de los muchos disparates de la película, es que se juntan a la Cena de Nochebuena 6 o 7 personas y ¡ninguno son familia entre si!

Una buena película como alternativa a ¡Qué bello es vivir!, y en especial para personas estresadas o cuya Cena de Navidad pueda resultar tumultuosa y agobiante, que supondrá un buen rato distendido y como afrontar con buen humor y sin preocupaciones innecesarias éste momento tan importante del año.

Y es que la Navidad es un momento para estar alegre y feliz, para sentir la calidez y la comodidad de un entorno físico y humano confortable en medio del frío y el drama que puede haber afuera. De ahí que yo recomiende esta película antes que la menos halagüena ¡Qué bello es vivir!

Con ella seguro que os acordaréis u os acercaréis un poco a Navidades pasadas, que se parecerían más a este escenario que muestra la película y puede suponer una bonita mirada retrospectiva a la evolución de este día y a recordar la ausencia de nuestros seres queridos que algún día formaron parte de nuestra vida y nuestras Nochebuenas y que hoy por desgracia ya no nos pueden acompañar.

¡Feliz Navidad a todos!










Valoración:                                  6/10













22 diciembre 2024

Ángeles sin cielo (1993)

 





Habitualmente suelo tener la costumbre de ver una película por el día de mi cumpleaños, ya que tampoco hay mucho que celebrar y además en esta ocasión además de mis problemas de salud estaba con un resfriado importante.

En otros años solía ver una película de un actor o director que hubiera nacido mi mismo día, pero entre que no abundan los intersantes en dicho día o incluso ya había repetido alguno decidí cambiar la fórmula por una película en cuyo título llevara mi nombre, y es que con Ángel o Ángeles tengo unas cuantas.

Eso sí, tenía bastantes de acción y quería que mi nombre resaltara con otro tipo de película, que fuera la acepción más cercana o parecida a un Ángel del cielo (también por la proximidad de la Navidad y la figura obligatoria del Ángel que anunció el nacimiento de nuestro señor Jesús), y ésta me llamó la atención y consideré que era la idónea.


Y además nada más empezar la película me encontré con una temática que hacía mucho no me encontraba, como son los mendigos o vagabundos, unas personas especialmente olvidadas en estos días de Navidad, en la que todo el mundo debería estar acompañado y estar cerca de su familia, y quizás ellos queden en el más absoluto olvido.

También me tocó la fibra y me vi representado en como muestra a una persona enferma que queda totalmente desamparada después de la enfermedad, y como estos mendigos/enfermos llevan su tragedia con optimismo y fe en una vida mejor, dando una clara enseñanza a gente que se viene abajo por cosas mucho menores o insignificantes.

Por no hablar de sus humildes sueños y aspiraciones, el conseguir un techo bajo el que poder dormir y no tener que hacerlo en circunstancias inaceptables para cualquier ser humano, mientras otros sueñan con grandes mansiones, vehículos de lujo o multiples viajes paradisíacos, todo consumismo, frente a una inocente humildad.

Estas personas con un caparazón duro por la experiencias al límite que pasan día tras día pero frágil a su vez por lo cerca que están del abismo, no tienen porque ser personas sin educación o que hayan cometido muchos errores que les hayan llevado a esa situación, si no que un simple golpe de mala suerte te puede llevar a ello, mientras la gente miramos para otro lado al pasar a su lado o andamos más deprisa para esquivar su presencia. Y además seguramente tienen un concepto de la lealtad muy diferente y mucho más fuerte que la mayoría de las personas normales, tú me cuidas y yo te cuido, mientras las personas normales no queremos oir hablar de tener que cuidar a nadie y solo estamos para las cosas buenas.

Incluso cuando dejan este mundo la vida es cruel con ellos. Seguramente, como nos muestra la película, muchos estén enterrados en una fosa común o incinerados anónimamente. E incluso como nos muestra la película, las fotos que quedaron como su único recuerdo desaparecen, sin dejar rastro de la individualidad de ese ser humano, su huella, que seguramente algo de bueno tendría, o a lo mejor simplemente no tuvo nada de malo y eso ya es mucho más que otros que no han tenido esa vida.


Los encargados por el director de llevar a cabo esta película denuncia, que trata de ofrecer una mirada a los desfavorecidos, fueron Danny Glover y Matt Dillon.
Son dos actores que nunca me habían apasionado, pero tengo claro que esa impresión era en base a ver películas suyas que no me cautivaron o personajes con los que no contraje ninguna empatía, y que por tanto trasladé a los actores reales.

Tanto Dillon como Glover para prepararse para esta interpretación decidieron experimentar la realidad de los mismos previamente para obtener una representación lo más real posible.
Matt Dillon estudió la esquizofrenia durante dos meses para meterse en el personaje y Danny Glover se hizo pasar por una persona sin hogar de incógnito para tener una idea de las luchas y dificultades que padecen las personas sin hogar.

Matt Dillon y Danny Glover ofrecen actuaciones sutiles pero lo suficientemente poderosas como para hacerte olvidar que son actores y creerte todo el tiempo que son vagabundos. No siempre la película más taquillera de un actor tiene porque ser su mejor interpretación, y para mi hasta la fecha esta es la mejor actuación de ambos que he visto, con sobresaliente para Glover y rozándolo Dillon.

Dos buenos secundarios como Ving Rhames y Joe Seneca, acompañan y realzan a los dos protagonistas.

Nunca he estado en Nueva York y no sé cuanto de real tienen estas localizaciones (Distrito Apache, el Bronx, fue la que mejor plasmó esta realidad de Nueva York), o por lo menos en la actualidad, que nos muestran barrios totalmente marginales, peligrosos, desatendidos que parece difícil que puedan existir en la ciudad de los negocios por excelencia, pero que dotan de un valor extraordinario a una película como ésta.
No obstante, igual los alcaldes de estas ciudades se equivocan en perseguir a unos mendigos con unos sueños totalmente inofensivos y que solo luchan por sobrevivir un día más y ver un nuevo amanecer.


Pero claro, todo esto es lo que nos muestra la película, pero cuanto de real tiene, o cuanto se parecen los vagabundos de hoy en día a los que nos quiere mostrar la película, o que porcentaje de los vagabundos tienen este perfil tan tierno, desprotegido e injustamente tratado por la sociedad.

No obstante piensa que casi es más fácil que seas vagabundo que millonario.

Sea como fuere, Ángeles sin Cielo es la historia de unas personas que ni son Ángeles ni irán al cielo pero que podrían dar una gran lección a otros que se creen Ángeles o se piensan que tienen el cielo ganado.

Ojalá Dios acoja a estas personas en su gloria y les compense la desgraciada y triste vida terrenal que han tenido.










Valoración:                            8/10













17 diciembre 2024

Artic Blue (1993)

 






Ya hace unos años vi un fragmento de esta película, sin verla empezar ni terminar, y me quedé con las ganas de verla completa, y hasta ahora no me había puesto con ella. Bien es cierto también, que la parte que vi resultó ser la más interesante y al final no se cumplieron del todo las expectativas que tenía con esta película.

Igual que en verano veo muchas películas con ese ambiente y ese espíritu veraniego y vacacional, en invierno no suelo tener la misma capacidad de ingenio y ponerme a ver unas cuantas de corte invernal, aunque hay que reconocer que el repertorio veraniego es mucho mayor que el de esta época del año, evidentemente entiendo que los costes de producción y las adversidades e incomodidades para rodar en el frío o la nieve son mucho mayores que en época de buen tiempo, donde además puedes elegir cualquier tipo de emplazamiento.

Y no es porque la nieve no me guste, ojalá pudiera ver nevar más o salir a pisarla, pero el hecho de vivir en una gran ciudad, donde es casi imposible verla, te hace tenerla menos presente mentalmente y a la hora de la verdad no caigo a la hora de elegir una película.

Hablando de pensamiento mental recurrente, seguro que a gente que viva en un entorno más invernal se le ocurriría con más frecuencia ver este tipo de películas, como cuando vi un pequeño reportaje meteorológico en la Península del Labrador, Canadá, un lugar que tiene muchos días de niebla al año (no sé si 200), y se les pidió a los niños de una escuela, en torno a 6 años, que hicieran un dibujo, y en la práctica totalidad de ellos estaba la niebla presente en el dibujo.

Esta película también se rodó en Canadá, pero en la otra costa, la oeste, en la Columbia Británica, lugar de muchos rodajes cinematográficos y en particular de estas películas con nieve, algunas de ellas intentando simular que están en Alaska.

Lo cual me lleva a conectarlo con películas que se ambientan allí, o que incluso tienen la palabra Alaska en el título

- Alaska, de Fraser C. Heston (1996)
- Alaska, tierra de oro (1960)
- Aventuras en Alaska (2002)
- En los mares de Alaska (1954)
- Los corruptores de Alaska (1955)
- Perdidos en Alaska (1996)


Y luego, posiblemente el título con el que más se sientan identificados muchos espectadores, sobre todo de mi generación o un poco mayores, como es la serie Doctor en Alaska, la cual yo apenas vi, pero que nunca he descartado verla ahora con el tiempo, ya que me gustan las películas ambientadas allí, y su canción era todo un reclamo para verla.

Aquí una lista de películas con un escenario parecido, que la persona que ha tenido a bien elaborar ha llamado



Y tenía grandes esperanzas depositada en esta película, porque tiene detalles que me recuerdan a cuatro películas ambientadas en un entorno frío y hostil similar que me gustaron mucho.


- A Máximo Riesgo por el entorno y los criminales
- A Viven por el accidente de avión en la nieve
- A Las Aventuras de Jeremías Johnson como película icónica de supervivencia en la nieve
- A En Tierra Peligrosa por el entorno y el mensaje o guiño medioambiental


Pero la película no acaba de cuajar, básicamente por un guión pobre y porque nadie secunda la siempre sólida actuación de Rutger Hauer, siendo la mayoría del elenco que le acompaña bastante anónimo, y no es de extrañar viendo sus interpretaciones aquí.


Hauer ha sido el mayor exponente del poco conocido internacionalmente Cine Holandés, junto al director Paul Verhoeven que tiene en su haber títulos como Robocop (1987), Desafío total (1990) e Instinto Básico (1992). De hecho colaboraron en varias ocasiones, pero rompieron su química y su contrato a raíz de un incidente en Los Señores del Acero (1985).

Cuando Hauer debutó en Estados Unidos, le aconsejaron que utilizara un nombre que sonara más inglés para atraer más al público estadounidense. Él se negó, pensando que su carrera en Estados Unidos sería de corta duración, pero el éxito de Blade Runner (1982), en la que él era uno de los protagonistas le llevó la contraria. Curiosamente Blade Runner estaba ambientada en 2019, año en que falleción Hauer.

En algunos sitos le llamaban el Paul Newman holandés (yo no le veo parecido ni en lo físico ni en el tipo de papeles que solían interpretar), a lo que él a veces contestaba "No sé qué tiene de atractivo. Veo que tengo ojos azules y no parezco el jorobado de Notre Dame, pero no entiendo el alboroto".

Se especializó bastante en papeles de villano o psicópata, o por lo menos son sus interpretaciones más recordadas, como por ejemplo en Autopista al infierno (1986), aunque él quería que no se le encasillara e intentaba buscar variedad de personajes.


Y es que las dos primeras partes de la película con la naturaleza como protagonista principal, aunque con algunos momentos poco creíbles que la van debilitando, son bastante decentes, tirando a notables incluso, pero la tercera parte se vuelve enrevesada, con agujeros por los que podría colarse toda la nieve del entorno y con situaciones que desconciertan, como si la película tuviera más metraje y se hubieran cortado escenas que las explicasen, y con cambios de amistades o de enemigos que resultan extraños y acaban por bajar la nota de la película.

Una vez más, una posibilidad de viajar virtualmente, a través de este portal de Alaska, en este caso a un territorio inhóspito y hostil, donde suele haber una ley diferente al resto de sitios, y donde la naturaleza suele ser la que imparte justicia.










Valoración:                             6/10













 

14 diciembre 2024

Más allá del amor (1979)

 





Una de las películas más habituales para ver en este mes de diciembre y la Navidad sin duda es Mary Poppins, y precisamente ayer su protagonista, Dick Van Dyke, cumplía 99 años, así que me parecía un buen motivo para rendirle homenaje. Me habría gustado dedicarle la entrada número 500 del blog, pero se me echó el tiempo encima y su cumpleaños fue antes de ello.

Fumador empedernido durante cincuenta años, fumaba hasta dos paquetes de cigarrillos al día. Finalmente logró dejarlo con chicles y parches. Afirmaba que dejar de fumar era mucho más difícil que dejar de beber. Es curioso como él ha llegado hasta los 99 años, por ahora, y otros con la misma adicción, como el recientemente comentado George Peppard no logró pasar de los 65. Pero su madre falleció con 95 años, así que debe ser cuestión de genética.

Además también fue alcohólico durante veinticinco años, algo más habitual de lo que sería deseable en el mundo de la actuación. Decía que "en los años cincuenta y sesenta, todo el mundo tomaba un martini y fumaba sin parar. Lo curioso es que durante mis veinte y treinta y tantos no bebí nada. Luego nos mudamos a un barrio lleno de familias jóvenes con hijos de la misma edad y todos bebían mucho, había grandes fiestas todas las noches. Iba a trabajar con una resaca terrible, que si estás bailando es realmente dura. Estaba en serios problemas, te vuelves suicida y piensas que no puedes seguir. Tenía sentimientos suicidas, era terrible. Pero de repente, como una bendición, la bebida empezó a no saber bien."

Es bisabuelo desde 2001, así que podría llegar a ser tatarabuelo si sigue viviendo unos años más.


Su inspiración cómica fue Stan Laurel . Dice que pudo encontrarlo buscando su nombre en la guía telefónica de Santa Mónica, California, donde vivía Laurel. Lo llamó y Laurel lo invitó a su casa. Los dos se hicieron buenos amigos. Cuando Laurel falleció, Van Dyke pronunció su panegírico en el funeral. Además su otro ídolo fue Buster Keaton. 

Conoció a Laurel al final de su vida y fue una gran emoción para Van Dyke. Le dejó su pajarita y su bombín y le dijo que si alguna vez hacían una película sobre él, querría que la interpretara.

Antes de trabajar en el enorme éxito que fue Mary Poppins, ya tenía un programa propio que se llamaba El show de Dick Van Dyke, junto a Mary Tyler Moore, que luego tendría su programa propio.

A finales de los años 80, parecía que la carrera de Van Dyke había terminado. Sin embargo, su aclamada interpretación del fiscal de distrito en Dick Tracy (1990) dio lugar a Diagnóstico asesinato (1993), que resultó ser un gran regreso a la televisión para la estrella de 67 años.

La verdad que el papel de esta película parece adecuado para él ya que participó en la infancia y juventud algunos eventos religiosos, como por ejemplo debutar como actor interpretando al Niño Jesús en una representación navideña de una iglesia (se dice que lloró durante todo el tiempo que estuvo allí), y además antes de ser actor y comediante, también fue maestro de escuela dominical en una iglesia presbiteriana, donde ministraba todos los domingos.

Además entre sus pasatiempos están jugar al golf, navegar, pasar tiempo con su familia, bailar, viajar, la comedia, tocar el piano, usar la computadora, la Biblia, orar y cantar, así que parece ser que siempre ha tenido una vida cristiana practicante.


Un actor asociado principalmente a papeles en comedias y musicales, siendo ésta película una de sus pocas excepciones. De hecho la publicidad de esta película afirmaba que era el primer papel dramático en una película de cine para el comediante Dick Van Dyke.
Lo cual demuestra que un buen actor tiene que valer para más de un registro.

Una película totalmente desconocida a pesar de ser producida y dirigida por Stanley Kramer (su última película), nominado hasta en nueve ocasiones para el Oscar de la Academia, y con Dick Van Dyke y algún actor interesante más, para mi sobre todo Beau Bridges, que ya va siendo veterano también.

Con el recurso del flashback en la película, aquí no se hace molesto, ya que se hacen períodos largos de película tanto del presente como del pasado que nos cuenta, sin saltar continuamente y mareándote.

Basada en una novela del dramaturgo Milan Stitt, el cual alguna vez consideró convertirse en sacerdote.

Al adaptar esta obra controvertida para la gran pantalla, Milan Stitt redujo drásticamente varios de los personajes originales (por ejemplo, Amos el carcelero, el fiscal y Monseñor Nicholson) y creó algunos nuevos (el dueño de la tienda general, las monjas ancianas postradas en cama, las "mujeres de las minas de carbón", etc.). En la película, se dedica demasiado tiempo a los tres protagonistas (el padre Rivard, la hermana Rita y la ama de llaves, la señora Shandig), mientras que a los personajes secundarios se les concede poco tiempo en pantalla. Esto le da un cierto aspecto de aburrida.


Para mi, que me considero bastante religioso, siempre está bien ver una historia sobre la cara oculta de un sacerdote o una monja (extraño que convivan ambas figuras juntas), ya que siempre tenemos la imagen del sacerdote dando misa y no conocemos como discurre el resto de su vida ni las tribulaciones que tiene afrontar en la misma.




El título de la película y la obra original, que podríamos traducir por "El corredor tropieza", proviene de Isaías 40:31 de la Biblia, que dice: "Pero los que esperan en el Señor renovarán sus fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán".

Una película religiosa rural, nada habitual, con un acertado y bonito emplazamiento de la misma, que extrañamente no es nada conocida y merece la pena su visionado.









Valoración:                            6/10













12 diciembre 2024

El hombre más fuerte del mundo (1984)

 





Para terminar el repaso con los miembros de El Equipo A, que tan buenos momentos me hicieron pasar en mi infancia y que he recordado en estas semanas que he estado regular sin ganas de ver películas y comentarlas, me queda Mr. T.

Nacido Lawrence Tureaud, evidentemente es el menos actor de todos (más bien parece un culturista o un luchador de wrestling) y el más difícil de encontrar algo interesante que ver. Evidentemente con un gran papel importante, en Rocky III, su mejor película para ver sería Los locos del taxi, pero ya la vi al principio de arrancar este blog, así que casi me quedaba esta película como única alternativa en consonancia con la filosofía del blog.

Antes de ser actor tuvo otras ocupaciones, como profesor de gimnasia, policía militar, portero (fue nombrado dos veces el portero más duro de Estados Unidos) o guardaespaldas (entre sus clientes se incluyen Steve McQueen, Muhammad Ali y Diana Ross).

Le diagnosticaron cáncer en 1995, a los 43 años. Venció la enfermedad en 2001, a los 49 años. Curiosamente, Dirk Benedict también pasó un cáncer relativamente joven del que se recuperó, y George Peppard lo sufrió ya más mayor, debido a su adicción al tabaco, y aunque se recuperó, una neumonía acabó con su vida bastante joven.


Ha frecuentado el restaurante de Harry Caray en Chicago. Un camarero describió a Mr. T como un hombre que dejaba propinas generosas y que llevaba sus propios cubiertos de oro. A menudo, llevaba a su madre con él. Si bien el Sr. T era amable con quienes querían pedirle autógrafos, había una regla fundamental: NO molestarlo mientras comía.

Es curioso como también esta película, y un episodio de El Equipo A en el que aparece su madre ficticia también se ruedan en Chicago, deber tener mucho apego a su ciudad.

Dejó de usar sus características cadenas de oro, que se pueden ver en todos sus episodios de la serie, a partir de 2005 debido a la devastación causada por el huracán Katrina.

Hulk Hogan escribió en su autobiografía que Mr. T casi arruinó el evento principal de la primera Wrestlemania, porque cuando llegó, la seguridad no dejó que su séquito ingresara al edificio. Mr. T estaba listo para no ir al espectáculo hasta que Hogan personalmente lo convenció de que no se fuera. Hulk Hogan participa en dos episodios de El Equipo A, en los que es íntimo amigo de M.A.


Comparte título con otras dos películas al menos, en especial una de 1975 protagonizada por Kurt Russell que no he visto.

La película gira en torno a una faceta que ya hace Mr. T. en algunos episodios de El Equipo A, cuidando y ofreciendo alternativas a niños desfavorecidos.

Uno esperaba que con la presencia de Mr. T., las escenas de acción de la película fueran mucho mejores de lo que son, pero están muy lejos de ser buenas.

Con lo cual la película se queda un poco insípida en todos sus factores, eso sí, siendo quizás la más parecida a un episodio de El Equipo A (aunque casi se me asemejaría más a un episodio de MacGyver que tiene algunos con bastantes similitudes) de este póker de películas que he visto como homenaje a los integrantes de la serie.

Mr. T. no es un gran protagonista, no sabe actuar bien, hacer comedia o pelear de manera convincente, pero no carece de cierto encanto y carisma que hacen la película atrayente de ver. Muy comprometido con las causas sociales, la película es un tanto sermoneadora, pero es honesta al respecto desde el principio, y el mensaje es claro y sincero.

Siempre ha sido un buen modelo a seguir para los jóvenes. En su mayoría ha interpretado personajes moralistas que intentan alentar a las personas a desarrollar cualidades como la lealtad, la amistad, la consideración y la humildad, así que solo por esas enseñanzas a los niños merece la pena verla.









Valoración:                             5/10











11 diciembre 2024

Hielo frágil (1981)

 



Hay veces que un buen actor pasa toda la vida en el anonimato o en un segundo plano, simplemente porque no tiene una apariencia física muy atractiva o porque no se le dan las oportunidades adecuadas, y creo que Dwight Schultz podría estar en ese grupo.

Porque para todos los que hayamos visto El Equipo A, creo que es innegable que es un gran actor, y que su interpretación de loco es de las mejores que he visto en el cine, con el condicionante de que él lo hace en 97 episodios, no en una película concreta.

Aunque no es menos cierto que quizás no sería lo mismo sin la increíble voz de doblaje que tuvo durante toda la serie, a cargo de Salvador Aldeguer, siendo la misma durante toda la serie, al igual que el personaje de M.A., y factor que ayuda mucho a familiarizarse con un actor.

Lo cual me hace volver a poner en valor la importancia del doblaje en el cine, y como ha ido perdiendo calidad y protagonismo con el paso de los años. La diferencia entre las voces que escuchábamos en películas de los 50, 60, 70 y hasta incluso 80 y las del siglo XXI, es abismal.

Tiene la carrera más prolífica de los cuatro, pero también es cierto que muchos de sus títulos de crédito corresponden a actor de voz para videojuegos.

Debutó tarde (34 años), precisamente con esta película, y no trabajó en otros proyectos durante la duración de la serie de El Equipo A, acontecimiento a raíz del cual aprovechó para añadir títulos a su filmografía, todo lo contrario que el resto de sus compañeros de rodaje en la serie.


Dos anécdotas de su paso por la serie:


- Cuando conoció a George Peppard por primera vez cuando estaba empezando El equipo A (1983), se  presentó respetuosamente como Dwight Schultz. La respuesta de Peppard fue: "Muy bien. Soy George  Peppard y no soy un hombre muy agradable". Es un hecho que ya he leído en más sitios y que me ha decepcionado, tenía un concepto diametralmente opuesto de Peppard, aunque seguiré disfrutando de sus actuaciones en los episodios de la serie.

- Diseñó todas las camisetas que su personaje "Howling Mad" Murdock usó en El equipo A (1983) y las calificó como su contribución constante a la serie.



Elegí esta película, aunque Dwight Schultz (de ascendencia alemana, como indica su apellido) tuviera un papel residual, ya que cumple dos objetivos que siempre he dicho identificaban las películas que quería ver y comentar, ser poco conocidas y ver películas de actores antes de que fueran famosos.

Además con el contraste de Dwight Schultz estaba debutando y Lillian Gish estaba finalizando su carrera. Una actriz nacida en el siglo XIX y cuya mayor parte de filmografía está englobada en el cine mudo, donde fue una de las actrices más longevas y más importantes.
Simplemente, en su año de debut, 1912, con tan solo 19 años, tiene 12 títulos de crédito.

Aquí, con 87 años ya todavía se mantenía bien, aparentando menos edad y aún le dio tiempo de trabajar en alguna película más y vivir 12 más, llegando hasta los 99. Creo que es la primera película que veía en la que trabajara.

Y la otra cara conocida de la película es una muy guapa Kate Jackson. Actriz cuyo rostro me resultaba algo familiar pero rebuscando entre su filmografía no di con ninguna película que me sonara haber visto, más allá de su papel en la serie Los Ángeles de Charlie.

Llegó a estar casada con un actor secundario como Andrew Stevens, y me ha resultado un bonito y agradable descubrimiento.


Estamos ante una TV Movie, con unas características habituales en este tipo de películas, escasas localizaciones, predominando el rodaje en interior, ausencia de violencia, de escenas de desnudos y de vocabulario malsonante y una historia entre el drama y el romance.

La película comienza más amable, con dos aspectos curiosos, un romance entre profesora-alumno, que a cualquiera de nosotros nos puede llevar la memoria a nuestra época de estudiante y pensar en alguna profesora joven que protagonizara esta película con nosotros y el curioso trasfondo de la Copa América de Vela, que pensé que no se había hecho popular e importante hasta entrado el siglo XXI.

Después la película se vuelve más cruel y dramática exponiendo algunas costumbres arraigadas en localidades pequeñas que pueden provocar un grado de crueldad con otras personas, dándoles absolutamente igual, pareciendo lo único importante que esas tradiciones se perpetúen y no evaluando la idoneidad de las mismas y el perjuicio que puedan causar a otras personas.









Valoración:                         6/10











09 diciembre 2024

Sigue ese coche (1980)

 







A pesar de que en la escala militar el orden dentro de los protagonistas de El Equipo A debería ser Coronel, Capitán, Teniente y Sargento y por tanto Hannibal, Murdock, Fénix y M.A., por orden de importancia en la serie, por trayectoria como actor y porque en la entrada principal de cada episodio lo presentan el segundo, el siguiente del que me puse a ver una película fue de Dirk Benedict (1945).

Fénix era el personaje diferente, el discordante, el que no encajaba en un perfil de ex militares. Mientras Hannibal, Murdoch y M.A. casi siempre llevaban la misma ropa, Fénix siempre iba bien vestido, afrontaba tiroteos en traje y corbata y se cambiaba varias veces de indumentaria a lo largo de un episodio.

Dirk Benedict, al igual que Dwight Schulz estuvo casado con una actriz que participó en un episodio de El Equipo A, curiosamente con una con la que no flirteó en dicho episodio.

Extraña que con su inmejorable presencia (en la versión original su apodo era Faceman en vez de Fénix), no tuviera una buena trayectoria en la gran pantalla, no como George Peppard evidentemente, aunque si que se labró una pequeña filmografía.


Pero esa buena impresión que causaba escondía una infancia difícil. Ya su personaje en la serie hace referencia en varias ocasiones a que había estado en un orfanato de niño, cosa que no le pasó en la realidad, pero si que tuvo un par de acontecimientos impactantes de niño/adolescente.

Perdió permanentemente el 50% de la audición en su oído izquierdo a la edad de 12 años cuando intentó escalar una cerca de alambre de púas mientras portaba un arma presuntamente descargada y estalló junto a su cabeza.

Después de que sus padres se divorciaran, la madre de Dirk consiguió que se emitiera una orden de alejamiento contra su ex marido, prohibiéndole ver a los niños en su propia casa. Cuando Dirk tenía 18 años, su padre violó la orden y le dijo que fuera a pescar con él. La madre de Dirk le había dicho previamente que dijera lo que fuera necesario para librarse de ir con su padre. Harto, su padre irrumpió en la casa, fue asesinado a tiros por su hijo mayor, que también estuvo a punto de dispararle a Dirk cuando siguió a su padre hasta la sala de estar.

De hecho su libro guarda relación con este acontecimiento, por lo menos su título, "Y luego fuimos a pescar: Una historia de paternidad, destino y perdón".

Además, poco después tuvo otro evento adverso, un cáncer de próstata, del que por suerte salió adelante. En 1974, los médicos le recomendaron una operación, pero él afirmó haber curado su cáncer gracias a una dieta macrobiótica recomendada por Gloria Swanson. Ha continuado con esa dieta el resto de su vida.

Igual que George Peppard estaba deseando terminar El Equipo A, Benedict por el contrario lo disfrutó muchísimo, y lo definió como cuatro años de risas, destacando a Dwight Schultz y Mr. T. como tipos divertidos. Parece ser, aunque en la pantalla diera otra sensación que Peppard no lo era tanto, quizás también por la diferencia de edad entre ellos.

Pero el éxito de El Equipo A no parece que fue tal en Estados Unidos. Decía Dirk, que después de El equipo A (1983), nadie le contrataba. "Me asociaban demasiado y era una serie estúpida. A la industria no le gustó. Ninguno de nosotros siguió adelante y tuvo una carrera después de eso: George, Dwight, Mr. T., no éramos muy queridos."


La película comienza con Dirk Benedict conduciendo un descapotable, como si estuviera con su Corvette, en El Equipo A, pero en este caso es un Pontiac Trans Am, entiendo que el modelo anterior al que luego se utilizó para El Coche Fantástico, o un Firebird, no sé si eran el mismo modelo y el Trans Am era un apellido del famoso Firebird.

En los títulos de crédito iniciales, sin casi nombres conocidos, aparece en el apartado de Executive Producer, el gran Roger Corman, fallecido este 2024 a los 98 años de edad, y que es para mí el productor por antonomasía del mundo del cine, con una extensísisma filmografía como Productor difícilmente igualable, creo yo.

Parece ser que esta película estaba proyectada como un episodio piloto para una serie de televisión que luego no llegó a desarrollarse. Aparentemente no tenía muchos alicientes ni a nivel argumental, ni a nivel de reparto.

Así que esta película, anterior a su etapa en El Equipo A, se me queda un tanto insulsa, también influído por la escasa calidad audiovisual de la película que conseguí, y teniendo en cuenta que ya he visto gran parte de la filmografía de Benedict y la mayoría me gustaron más.

Le acompañan en los papeles protagonistas dos cantantes conocidas en Estados Unidos (una de ellas la cantante del grupo Berlin, que también tuvo éxito aquí sobre todo gracias a la canción Take my breath away, incluido en la banda sonora de la película Top Gun), que a su vez interpretan alguna canción a lo largo de la película y además para los espectadores españoles la otra cara conocida es la de Noble Willingham.

Si la comparamos con los episodios de El Equipo A, o con cualquier otra película que mezcle acción y comedia de la época, salvo algunas tomas de conducción, sale bastante mal parada. En líneas generales se queda un poco sosa y los personajes, salvo el que protagoniza Dirk Benedcit carecen de interés y tampoco impresionan a nivel interpretativo.









Valoración:                         5/10











07 diciembre 2024

En busca del avión perdido (1981)

 




Este año se han cumplido 30 años de la muerte de George Peppard, sin duda el mejor actor de El Equipo A, no porque el resto fueran malos, si no porque Peppard era ya bastante conocido y reconocido antes de la serie, y para mi un gran actor.

De hecho después de El Equipo A apenas ya realizó alguna TV Movie y poco más, entre sus últimos trabajos Silencio de Cristal (1989) que ya vi y comenté en este blog y que me tocó la fibra al tratar el tema del cáncer, y en una persona joven.

Tampoco fue el más prolífico de los actores de la serie, pero si el único que puede ser recordado por otros motivos distintos a su papel de Hannibal en El Equipo A, o incluso gente que directamente le conozca por alguno de sus exitosos papeles en la gran pantalla sin necesidad siquiera de haber visto la serie.

Y es que en un breve espacio de tiempo concatenó cuatro grandes interpretanciones en cuatro notables películas que le mantuvieron durante algunos años en el estrellato, a pesar de que luego perdió protagonismo rápidamente (parece ser que tuvo problemas con la bebida durante la década de los 70) hasta que aterrizó en la serie por la que muchos le conocemos.

- Con él llegó el escándalo (1960)
- Desayuno con diamantes (1961)
- La conquista del oeste (1962)
- Los insaciables (1964)

Además fue la elección original para el papel que finalmente interpretó Steve McQueen en Los 7 Magníficos (1960), lo que le hubiera dado un repóker de grandes películas. Curiosamente luego trabajó en Los 7 Magníficos del Espacio (1980).

Aunque su personaje de John Hannibal Smith aparentemente tenía un carácter agradable y bromista, parece ser que Peppard no caía bien en el set de rodaje, ya que discutía y cuestionaba muchas cosas y en alguna ocasión le costó algún papel. Y quizás fuese el motivo de su decadencia o ausencia de papeles importantes a partir de los años 70.


Mirando su filmografía, quitando lo que ya había visto o fuera muy famoso, me llamó la atención ésta, porque echando un vistazo además tenía un aliciente diferente, la elección de Nueva Zelanda como lugar de ambientación y rodaje de la misma.

Un país que a nivel cinematográfico solo está en el mapa gracias a las aportaciones de Peter Jackson, sobre todo por su trilogía de El Señor de los Anillos.
Aunque el productor de esta película, Antony I. Ginnane, debido a las disputas sindicales que le llevaron a trasladar la producción de esta película de Australia a Nueva Zelanda, rodó allí cuatro de sus siguientes cinco películas: Prisoners (1983), En estado de shock (1985), Dead Kids (1981) y La segunda oportunidad (1984), así que tengo material para explorar ... si es que esas películas están en castellano.

Así que estamos ante una película multinacional, que podríamos considerar como británica, americana, australiana y neozelandesa.

Del lado británico, su director David Hemmings, que curiosamente dirigió 9 episodios de El Equipo A, pero que era principalmente actor, y Donald Pleasence, al que podríamos considerar el más protagonista de la película, y que yo recuerde, sería el primer papel protagonista que le veo, siempre secundario de lujo para cualquier película.

Por parte estadounidense, el propio Peppard y el resto de actores principales de la película, Ken Wahl y Lesley Ann Warren.

Por parte australiana ha venido mi sorpresa, que podría ser su guionista Everett De Roche, aunque nacido en Estados Unidos, debió de trabajar casi toda su vida en Australia, donde falleció.
De su cosecha son muchos de los guiones de películas australianas que he ido descubriendo y que tanto me han gustado, como por ejemplo:

- Carretera mortal (1981)
- Razorback (1984)
- El secreto del lago (1986)
- Windrider (1986)


Esta película está basada en un hecho real sobre la desaparición durante la Segunda Guerra Mundial de un avión militar estadounidense DC-3 que transportaba la nómina de la Flota del Pacífico estadounidense y que se estrelló, pero que luego fue encontrado frente a Cabo York, en el norte de Queensland, Australia. El guionista Everett De Roche ha dicho que concibió la película a partir de esta historia, que le había contado uno de sus vecinos en Mount Isa, en Queensland, Australia.

También del lado australiano, la banda sonora, a cargo de Brian May, autor también de varias bandas sonoras de películas australianas destacadas, y que por algunos momentos suena muy parecida a la canción principal de La Gran Evasión.

Y por la parte neozelandesa la ubicación e infraestructuras de la película, todo un placer para el sentido de la vista, y algunos técnicos y actores secundarios.
La película fue la primera coproducción de gran presupuesto de Nueva Zelanda (6 millones de dólares).

La película se hizo en Nueva Zelanda en lugar de Australia debido a una disputa sobre la equidad de los actores australianos. Esto se debió a la negativa a permitir que cuatro actores extranjeros, Ken Wahl (estadounidense), Lesley Ann Warren (estadounidense), Donald Pleasence (británico) y George Peppard (estadounidense) fueran elegidos para los cuatro papeles principales de la película, por lo que no habría ningún actor australiano en ninguno de estos papeles protagonistas. El productor Antony I. Ginnane llevó la producción a Nueva Zelanda y, debido a la mudanza, el director original de la película, Richard Franklin, que trabajaba regularmente con el guionista de la película Everett De Roche, abandonó la película.

Podría haber sido muy de mi gusto, pero tiene cosas que no me han agradado nada.
Empezando por un doblaje pobre, voces que no me sonaban de nada y en especial la de Peppard horrible y nada acorde a él, aunque bueno, si acorde con su papel absurdo en la trama, cosa para la que hay que valer también.

Y luego, otra vez, una mezcla de comedia mala con una aventura buena, y una acción ridícula, muy del estilo Equipo A, donde se gastan cargadores enteros de munición sin que nadie reciba ni un solo balazo.

Luego leyendo he encontrado que esto es lo que se buscaba,  ya que fue concebida originalmente como una aventura cómica al estilo de El mundo está loco, loco, loco, loco (1963).


La película está dedicada al coordinador de lanchas motoras Colin Robinson y a los conductores de lanchas motoras John Rillstone y Bill Clarke , quienes murieron durante el rodaje de las secuencias de lanchas motoras. La dedicatoria incluida en los créditos finales dice: "Esta película está dedicada a John Rillstone y a Bill Clarke y Colin Robinson, quienes perdieron la vida en el río Kawarau, Queenstown, mientras operaban lanchas motoras".









Valoración:                            6/10