Creo que si algo hay muy negativo en la década de los 80, para los que la añoramos y nos gusta músical y cinematográficamente, es la lacra de las drogas. Aquí en España, o en Madrid, más en concreto, identificada en aquella época con la heroína, que dejó multitud de cadáveres a su paso y trunco muchas vidas y familias.
Evidentemente no era como estar en el Bronx, pero si que recuerdo gente drogándose en mi barrio, que no era una zona conflictiva ni mucho menos.
Una temática que en España si que tuvo reflejo, con el cine denominado Quinqui, de la mano principalmente de los directores José Antonio de la Loma y Eloy de la Iglesia, con las aventuras de El Torete o El Vaquilla y con la mítica película Navajeros, así como la también película de Carlos Saura, Deprisa, Deprisa.
En América el cine relacionado con las drogas es diferente, bueno tampoco sé valorarlo muy bien, porque no he visto casi nada a parte de esta película, cuyo hilo conductor sean las drogas. Quizás Distrito Apache, con Paul Newman, sea lo más parecido.
Suelen estar asociadas a la raza negra o inmigrantes latinos, en Nueva York siempre, y en el Bronx casi siempre.
No obstante, esta es una TV Movie, y se nota la falta de presupuesto claramente. A parte de la sola presencia significativa de Mario Van Peebles, que me trajo hasta la película, hay pocos personajes y pocas localizaciones diferentes. En general la ambientación no es la mejor para reflejar un problema de marginación y dificultades sociales.
Aunque claro, quizás como muchas veces ocurre, es la traducción del título al español la que lleva a confusión y a ligera decepción, porque del original The child saver, se pasa a un Los hijos de la droga, que no tienen nada que ver el uno con el otro.
Al final la droga no está muy presente y todo se enfoca en un drama entre una mujer de éxito, que no ha sido madre, y un niño sin familia en la calle que tampoco tiene padres.
Valoración: 5/10
No hay comentarios:
Publicar un comentario